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El liderazgo empresarial

Consiste en la habilidad o proceso por medio del cual el líder de la


empresa es capaz de influir en los demás para poder conseguir los
objetivos y satisfacer las necesidades de la empresa. Busca desarrollar
el máximo potencial en empresa y trabajadores. Por eso, las empresas
ya no solo necesitan jefes sino también líderes.
El liderazgo empresarial puede clasificarse en transaccional y
transformacional, el primero es el más riguroso, ya que está enfocado en
los números, el proceso detallado de cada acciòn que se lleve a cabo y los
ingresos, en cambio el transformacional, se enfoca más hacia
el valor que se le debe dar a los trabajadores que laboran en la empresa.
Para algunos el secreto está en conseguir el equilibrio entre ambos, lo que
puede generar que la organización tenga un mayor crecimiento.

Características del liderazgo empresarial

A pesar de la diversidad de definiciones existentes sobre el liderazgo


empresarial, los expertos sí que se muestran de acuerdo en la existencia
de una serie de habilidades o cualidades inherentes a los líderes
actuales:
 Innovación y creatividad. El liderazgo empresarial conlleva la
capacidad de ver oportunidades que otros no perciben y de generar
climas laborales en los que todos los miembros de la compañía quieran
poner en marcha las nuevas iniciativas. Como dijo Steve Jobs, fundador
de Apple, «La innovación es lo que distingue al líder de los seguidores».
 Carisma. Para conseguir que los trabajadores se involucren en las ideas
y proyectos propuestos, el líder empresarial debe demostrar una gran
habilidad para atraer y seducir al resto de colaboradores. Gracias a su
carisma, es capaz de ganarse el respeto y la confianza de los empleados
y conseguir que saquen lo mejor de sí mismos en el seguimiento de sus
propósitos.
 Comunicación. ¿Cómo puede un directivo lograr que sus ideas se lleven
a la práctica? El liderazgo empresarial requiere de una alta habilidad
directiva para transmitir a los empleados no solo el qué se quiere lograr,
sino también el cómo se van a conseguir las metas.
 Delegación. Una empresa gestionada por un líder crecerá
paulatinamente y, por lo tanto, los directivos necesitarán saber delegar el
trabajo en los miembros del equipo si quieren poder atender las mayores
responsabilidades que conlleva el éxito del negocio.
 Coordinación. La capacidad de conseguir que todas las piezas de la
maquinaria funcionen eficazmente es otra de las características del
liderazgo empresarial. Para ejercerlo, es fundamental conocer en
profundidad a la compañía y sacar el máximo partido a los recursos de
los que se dispone.
 Colaboración. Los mejores líderes no permanecen aislados de su grupo
de trabajo, sino que colaboran codo con codo con su equipo, creando
estrechos lazos entre los miembros de la plantilla y el resto de
stakeholders, para obtener los resultados esperados.
 Disciplina. Si bien el liderazgo empresarial potencia las fortalezas de
cada trabajador, también es necesario gestionar las debilidades y ser
exigente con los integrantes del equipo, para evitar los fallos y eliminar
las carencias.
 Honestidad. ¿Cómo va a conseguir un directivo el respeto de la plantilla
si muestra un comportamiento incoherente? Ser consecuente con los
actos, decisiones e ideales, en los éxitos y en los fracasos, marcarán la
diferencia entre una gerencia mediocre y un auténtico liderazgo
empresarial.
 Entusiasmo. Esta capacidad es clave en el resto de habilidades.
Demostrar una actitud entusiasta y contagiarla al resto del capital
humano de la organización es el primer paso para desarrollar un buen
liderazgo empresarial.

Aunque según cual sea la empresa darán más importancia a unos valores,
capacidades o habilidades que a otros. Hay diferentes tipos de liderazgo y la
empresa ha de conocer cuáles son los más adecuados para su negocio.
Aunque a muchos no les parezca bien el uso del liderazgo autocrático se utiliza en
muchos negocios, pese a que en la actualidad el liderazgo basado en el miedo o
superioridad no funciona como tiempo atrás de imaginaba porque aunque se
consiguen resultados nunca llegará a obtenerse la máxima productividad y
resiente también en los trabajadores. Pueden funcionar mucho mejor los tipos de
liderazgo democrático, carismático, cooperativo, situacional o cualquier otro que
no solo se base en el miedo. Ahora hay que saber valorar a los empleados y
preocuparse por ellos como un activo importante de la empresa. Aunque esto es
decisión de cada empresa y lo que pretende conseguir con la clase de liderazgo
utilizada.

la creatividad
La creatividad es la capacidad o habilidad del ser humano para inventar o
crear cosas, que pueden ser objetos físicos, ideas, representaciones o
simplemente fantasías. Se trata de la posibilidad de generar lo nuevo: nuevos
conceptos, nuevas ideas o nuevas asociaciones entre ellos, lo cual conduce
habitualmente a nuevas soluciones a los problemas.

El pensamiento creativo está muy valorado en nuestras sociedades, en las que


la innovación y el cambio juegan un rol importante. En él intervienen la memoria,
la inteligencia, la imaginación y otros procesos mentales complejos que conducen
al pensamiento original.

La creatividad es típica de la cognición humana, y es lo que la diferencia de las


formas de inteligencia artificial. Está presente en distinta medida en numerosas
formas de personalidad (llamadas personalidad creativa) y se encuentra en
estado puro y libre durante la niñez, cuyo mayor ejemplo son los juegos de la
imaginación. Escritores, artistas, arquitectos, científicos e inventores son cultores
del aspecto creativo de su personalidad.

Por último, la creatividad es común a todos los seres humanos (e incluso algunas
especies animales) pero puede ser potenciada o no, conforme a los hábitos
y las preferencias de cada individuo. Los más creativos serán los que puedan
dar con una forma novedosa de resolución de un problema, o una representación
novedosa del mismo.
La Innovación

La innovación consiste en utilizar conocimiento para construir un nuevo camino que


lleve a una determinada meta. Cada proceso de innovación es específico para cada
caso, y muy probablemente no sirva para abordar otros retos. Es por ello que resulta
complicado definir de forma estricta un método para innovar. A veces se dice también
que carece de lógica, porque aborda problemas que aún no se han descubierto o crea
necesidades. En cualquier caso, en este artículo voy a intentar expresar lo que entiendo
yo por innovación.
Casi a modo de consenso puede afirmarse que la innovación se asocia al progreso de
la sociedad: innovar es aumentar el valor de la sociedad y de lo que ella hace. Innovar
es, de hecho, una necesidad vital que en todo momento realizan los seres humanos
con el fin de progresar. Obviamente, la frecuencia e intensidad con la que se realizan
los procesos de innovación depende de una gran cantidad de circunstancias que
afectan a la persona, como por ejemplo su condición social o económica.

En términos generales, innovar es conseguir un fin a través del conocimiento, siguiendo


un camino que no se había seguido previamente. A pesar de tan elevada definición,
innovar no es algo que constituya un gran mérito personal ya que es algo que todo el
mundo realiza a diario, aunque sea a bajo nivel.
Por otra parte, al contrario que otras muchas cosas, la innovación nunca llega a su fin.
Es un camino desconocido que nos lleva a una meta, y que una vez descubierto y
recorrido lleva a otros caminos desconocidos. A veces no se llega a la meta prevista: el
camino no llevaba a dónde se esperaba. Y en este caso la solución es, para variar, más
innovación. La innovación también es futuro, porque por definición aborda escenarios
futuros (¿qué quiero conseguir y cómo lo voy a hacer?).
Pero la innovación tiene un coste, no es gratis. El coste no sólo es económico, sino
también de gestión. Y no resulta sencillo ni barato gestionar algo tan caótico como la
innovación, cuyos resultados son imprevisibles. A pesar de esto, el coste de hacer
innovación siempre es inferior al coste de no hacerla (en término de costes futuros o
ganancias que no se tendrán).
En definitiva: innovar es una actitud, una creencia de que para mejorar la situación
actual hay que hacer algo diferente y de que el futuro puede ser mejor que el presente.

Cultura Empresarial

La cultura de la empresa es el conjunto de formas de actuar, de sentir y de


pensar que se comparten entre los miembros de la organización y son los que
identifican a la empresa ante los clientes, proveedores y todos los que conocen de
su existencia. Sus normas, sus valores, sus hábitos. Es, en definitiva, lo que es la
empresa.
Toda empresa tiene su propia cultura que la diferencia de las otras, es el rasgo
diferenciador con respecto a la competencia. Aunque las empresas sean del mismo
sector, tienen distintas formas de pensar y actuar así como de sentir, no tienen las
mismas estrategias ni los mismos objetivos ya que no tienen la misma cultura de
empresa.

El trabajador, cuando entra en la empresa no sólo debe conocer la cultura


empresarial, de la que se va informando ya sea explícitamente y por medio de la
observación, sino también que se tiene que adaptar a ella. Es una parte tan
importante de la empresa ya que mientras todo va evolucionando y la empresa
crece, el personal cambia, los objetivos pueden cambiar o crecer, pero la cultura
de la empresa permanece por encima de todo. Es algo inamovible.

La cultura de la empresa es el conjunto de formas de actuar, de sentir y de


pensar que se comparten entre los miembros de la organización y son los que
identifican a la empresa ante los clientes, proveedores y todos los que conocen de
su existencia. Sus normas, sus valores, sus hábitos. Es, en definitiva, lo que es la
empresa.
Toda empresa tiene su propia cultura que la diferencia de las otras, es el rasgo
diferenciador con respecto a la competencia. Aunque las empresas sean del mismo
sector, tienen distintas formas de pensar y actuar así como de sentir, no tienen las
mismas estrategias ni los mismos objetivos ya que no tienen la misma cultura de
empresa.

El trabajador, cuando entra en la empresa no sólo debe conocer la cultura


empresarial, de la que se va informando ya sea explícitamente y por medio de la
observación, sino también que se tiene que adaptar a ella. Es una parte tan
importante de la empresa ya que mientras todo va evolucionando y la empresa
crece, el personal cambia, los objetivos pueden cambiar o crecer, pero la cultura
de la empresa permanece por encima de todo. Es algo inamovible.
La cultura de la empresa es la parte fundamental que determina las funciones y
acciones que realizan los miembros de la empresa, las funciones generales de la
empresa. Es la base sobre la que actúan la empresa y todos sus miembros, y nace
desde los comienzos de la empresa, incluso antes, cuando su creador ha diseñado
toda la estrategia y el plan de empresa.

La cultura de la empresa puede comunicarse u observarse, ya que si bien hay


valores y creencias, actuaciones, sentimientos y pensamientos que se pueden
comunicar como los principales de la empresa, hay otros que simplemente se
sienten, que influyen inconscientemente en las acciones de los miembros de la
empresa. La cultura de la empresa se conoce pero también se vive. Puede
evolucionar ya que la empresa también evoluciona, pero presentará unos mismos
rasgos desde el principio.
Es importante saber que la cultura de la empresa está precisamente para seguir,
para que todos los miembros de la empresa se basen en ella pero sobre todo que
la sigan, que se identifiquen con la empresa basándose en su cultura empresarial.
Emprendimiento
Se refiere etimológicamente a la capacidad de una persona de realizar un esfuerzo
adicional para alcanzar una meta, aunque en la actualidad se limita su uso para
referirse a la persona que inicia una nueva empresa o proyecto.

Una persona que enfrenta el desafío de un nuevo


emprendimiento o negocio debe tener una actitud positiva y una gran
determinación a enfrentar retos y dificultades.

Muchos profesionales deciden comenzar un propio proyecto a fin de lograr


una estabilidad económica. Incluso, muchos gobiernos o entidades económicas
se han propuesto ayudar a estos emprendedores con intenciones de dar un
impulso a la economía.

En muchas ocasiones un emprendimiento familiar ayuda a que la familia logre


satisfacer sus necesidades básicas de vida o mejorarla notablemente. Muchas
veces es la única opción frente a una crisis económica.

Además, un emprendimiento da independencia. Una persona que posee un


emprendimiento propio no depende de jefes ni horarios ya que trabaja de
manera particular.

El espíritu emprendedor
El espíritu emprendedor es la motivación y la capacidad que tiene una persona, ya sea de
forma independiente o dentro de una empresa u organización, de identificar una
oportunidad y luchar por ella, de llevar a cabo cambios, de reaccionar con intuición,
flexibilidad y apertura.
Abarca por la tanto un conjunto de cualidades y habilidades imprescindibles en cualquier
ámbito de la vida, tanto laboral como social, tales como la iniciativa, la responsabilidad, el
trabajo en equipo, la perseverancia, la creatividad, el dinamismo, el sentido crítico, la
asunción de riesgos, el espíritu de superación, la confianza en sí mismo, la capacidad de
decisión y otros muchos factores que hacen a las personas activas y resolutivas ante las
circunstancias que las rodean.
Se trata, por tanto, de una serie de aspectos que son educables y que caracterizarán, en
cada persona, la forma de desenvolverse, de actuar y de participar en una organización ya
existente, en una empresa nueva, en un proyecto de formación o incluso en situaciones de
la vida cotidiana.
Bibliografías
https://www.gestion.org/el-liderazgo-empresarial/
http://www.escuelamanagement.eu/habilidades-de-liderazgo-2/que-es-liderazgo-
empresarial-concepto-y-caracteristicas
https://concepto.de/creatividad-2/
https://www.eoi.es/blogs/redinnovacionEOI/2015/09/03/que-es-la-innovacion/
https://www.gestion.org/cultura-empresarial/
https://concepto.de/emprendimiento/
http://pequenosemprendedores.com/destacado1/

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