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CONTENIDO

EDITORIAL 3
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EUROPEA,
EL VALLE DE CHONE Y EL CACAO 5
Carlos Alberto Zambrano Argandoña

INSURGENCIA Y LIBERALISMO EN MANABÍ ENTRE


LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Kléver Antonio Bravo 27

JIPIJAPA: VISIÓN HISTÓRICA


Libertad Regalado Espinoza 32

LA REVOLUCIÓN DE ESMERALDAS
Jorge Núñez Sánchez 37

HECHICERAS Y ADIVINAS DE LA AUDIENCIA DE QUITO


PROCESADAS POR EL TRIBUNAL DE LA INQUISICION DE LIMA
Mtra. Jenny Londoño López 44
EDITORIAL

L
os cambios que determinaron su novela “Pacho Villamar” que pu-
la Revolución Liberal de 1895, blica en 1900. En esa novela, la trama
no sólo sacudieron al país en lo sólo es un pretexto para que Andrade,
político, social o administrativo. Tam- usando la voz del narrador, analize la
bien se ha registrado un giro pronun- educación, la religión, la cultura, las
ciado en lo literrio; especificamente clases, la producción, la familia y el
en la Novelística ecuatoriana. órden estatal, arremetiendo contra el
A inicios del siglo XX aparecen las clericalismo, todo bajo una perspecti-
primeras señales del despertar del va social novedosa.
adormecimiento romántico de la no- El ambateño Luis A. Martínez pu-
vela de nuestro país. La revolución blica en 1904 “A la Costa”, novela de
liberal y sus acontecimientos precipi- gran factura en donde logra poner en
tan al género a una linea realista como contraposición las dos formas de vida
elemento dominante. Va a comenzar existentes en el Ecuador del tercio
un nuevo siglo, el siglo “de las lu- final del siglo XIX, planteando ade-
ces”. La exultante seguridad que da más el fenómeno del desplazamien-
el triunfo político calza bien con el in- to regional determinado por la ex-
genuo realismo del comienzo. No han plotación del cacao, que se convirtió
descubierto todavía al indio cierta- rápidamente en un desplazamiento
mente, pero la clase media y el despo- de poder económico y político como
seido social, ya en plena beligerancia ha advertido, posteriormente, Juan
dentro de la vida nacional, se ofrece Maishguasca.
como tema. Mas allá de la seria y escalofrian-
En 1897 se hace cargo del rectora- te verdad de ese deplazamiento, del
do del Colegio Nacional “Olmedo” sufrimiento del serrano en las plan-
de Portoviejo ese gran liberal que taciones cacaoteras, de sus esfuerzos
fue Don Roberto Andrade. Ense- titánicos para intentar adaptarse al
guida, y aprovechando la imprenta clima, a los mosquitos, al paludismo
alemana abandonada por el Obispo y al desarraigo nostalgiosos, Martí-
Pedro Shumacker, edita “Lecciones nez, el liberal y librepensador Martí-
de Geografía” y empieza a escribir nez, fija en las páginas de su novela al

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momento revolucionario liberal como compleja, del sufrimiento social como
una reformulación y ampliación de la una herida buscando redención, ya
idea de lo nacional encontró una ruta para manifestarse.
Después, con la aparición de la Sólo porqué, el liberalismo radical,
producción literaria del “Grupo Gua- un movimiento de insurgencia social,
yaquíl”, éste sentimiento de “perte- con la bandera del laicismo desplega-
nencia nacional”, de la visibilización da, pudo permitir la expresión senti-
de una clase media y baja urbana da de la literatura social.

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LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EUROPEA,
EL VALLE DE CHONE Y EL CACAO
Carlos Alberto Zambrano Argandoña

Introducción
Todo proceso social diferenciado
tiene su propia espacialidad, construi-
da sobre soportes físicos, históricos y
sociales. En este sentido, “…la región
es forma espacial de un subconjunto
social (complejo social-natural) o, en
forma más amplia, que la regionaliza-
ción es forma espacial de una socie-
dad.” (Coraggio, 1987:46).
Este ensayo aborda la relación so- Cacao de oro. Foto tomada del
Museo Precolombino Casa del Alabado
cial y económica entre la revolución
industrial europea del siglo XIX y
principios del siglo XX con el valle camente abarcaba en un inicio a los
de Chone ubicado en el norte de la cantones El Carmen y Flavio Alfaro,
actual provincia de Manabí. En este los que a su vez fueron declarados
marco, el brevísimo análisis de las cantones en los años 1967 y 1988, res-
causas esenciales para la producción pectivamente.
y exportación de materias primas en De manera general pero muy per-
América Latina hacia el mercado eu- tinente para el tema de análisis, An-
ropeo resulta muy importante. En ese drés Guerrero expresa que
contexto se destaca la importancia
e influencia histórica de la segunda …La inserción del Ecuador en las
revolución tecnológica europea y el relaciones capitalistas mundiales
cacao para la región, específicamente del siglo XIX, cuyo efecto será el de-
para el valle de Chone y en este senti- sarrollo de una forma mercantil de
do para los actuales cantones Chone, producción especializada en el ca-
cao, no dio como resultado inmedia-
Flavio Alfaro y El Carmen. Es impor-
to la constitución de una burguesía
tante precisar que Chone fue decla- rural… Sin embargo, al tratarse de
rado cantón el año de 1894 e históri-

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una forma de producción mercantil La Revolución Industrial
que se inserta, y surge, con la divi-
sión mundial de trabajo capitalista en Europa
del siglo XIX, la reproducción de
conjunto de esta forma se inscribe en Entre el período de 1750 y 1850, se
la esfera de la circulación mercantil va a dar un fenómeno económico, so-
como una condición de existencia; cial y político con unas dimensiones
esfera que no es engendrada por el y efectos como no se los había cono-
proceso de producción inmediato. cido en buena parte de la historia de
La clase terrateniente ocupa, por lo
la humanidad. Ese fenómeno será la
tanto, una ubicación doble en las es-
feras heterogéneas de la producción
revolución industrial, la cual cambió
y de la circulación… De ahí la natu- dramáticamente el mundo conocido
raleza ambigua de este tipo de clase hasta ese entonces. “Hacia 1750, hace
social que surge no solamente en la apenas dos siglos, la población del
Costa ecuatoriana sino en muchos mundo vivía aún, y en su abruma-
lugares de América Latina con la dora mayoría, en condiciones mate-
inserción en el mercado mundial en riales de existencia no caracterizadas
el siglo XIX, como numerosos auto- por diferencias fundamentales entre
res han observado… Mencionemos
las diversas regiones del mundo.”
aquí un último punto que creemos
importante y es el problema de la
(Sunkel y Paz, 1980:43).
creación de un mercado local inter- Los orígenes de la revolución in-
no. Hemos visto que la producción dustrial se los podría encontrar en pe-
de la hacienda responde a una divi- ríodos históricos anteriores a la mitad
sión social de trabajo inducida por del siglo XVIII, pero desde este siglo
el sistema capitalista mundial en el hasta la mitad del siguiente es la eta-
momento de la Segunda Revolución
pa durante el cual se manifiesta con
Industrial y que esta división del
trabajo no permanece externa a la mayor claridad e intensidad principal-
reproducción inmediata del trabaja- mente en Inglaterra, pero con una gran
dor directo ni de los terratenientes: influencia en otros países de Europa.
ambos tienen que pasar por la me-
diación de la circulación mercantil Durante la primera mitad del siglo
nacional y mundial para obtener los XIX, la Revolución Industrial se pre-
medios de consumo individual re- sentó como un fenómeno esencial-
queridos. La forma de la producción mente inglés… Los economistas que
de la hacienda cacaotera crea por lo presenciaron el comienzo de esas
tanto una cierta forma de mercado transformaciones y las interpretaron
local rural y urbano… Este mer- desde el punto de vista de Inglate-
cado abre campo solamente a una rra, comprendieron luego que el in-
producción local muy limitada de terés de ese país era transformarse
mercancía y se abastece sobre todo en una fábrica y abrir las puertas
con la importación de bienes de los a los productos primarios prove-
países capitalistas dominantes.” nientes de todo el mundo (Furtado,
(Guerrero, 1983:45-48). 1980:59)

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No. 40 • Un encuentro con la historia

Desde esa fecha hasta la actual, lo no recurría solamente al comercio


que se conceptualiza como revolución prohibido para canalizar el oro bra-
industrial ha dado sus frutos más sig- sileño en dirección a Londres. Las
nificativos en Europa noroccidental vías legales también le pertenecían.
El auge del oro, que implicó el flujo
y Estados Unidos de Norteamérica,
de grandes contingentes de pobla-
provocando cambios dramáticos en ción portuguesa hacia Minas Gerais,
lo que se conoce como países sub- estimuló agudamente la demanda
desarrollados ya que éstos también colonial de productos industriales y
fueron parte del proceso, bien como proporcionó, a la vez, medios para
proveedores de materias primas y pagarlos. De la misma manera que
compradores de mercancías o recep- la plata de Potosí rebotaba en el
tores de población migrante. “En los suelo de España, el oro de Minas
siglos XVI y XVII, colonos españoles Gerais sólo pasaba en tránsito por
Portugal. La metrópoli se convirtió
y portugueses se asentaron en toda
en simple intermediaria… Portugal
América Latina y el Caribe. Tras la in- no producía prácticamente nada y
dependencia y la creación de nuevas tan ficticia resultaba la riqueza del
repúblicas en el siglo XIX, los países oro que hasta los esclavos negros
latinoamericanos continuaron atra- que trabajaban las minas de la colo-
yendo a europeos, fundamentalmen- nia eran vestidos por los ingleses…
te de España, Portugal e Italia.” (Pe- Celso Furtado ha hecho notar que
ter, 1985:179). Inglaterra, que seguía una política
clarividente en materia de desarro-
La beneficiaria principal de la ri- llo industrial, utilizó el oro de Brasil
queza colonial fue Inglaterra, para pagar importaciones esenciales
de otros países y pudo concentrar
…La colonización inglesa no empe- sus inversiones en el sector manu-
zó con eficacia hasta 1607, cuando facturero… El centro financiero de
ya los descubrimientos y coloniza- Europa se trasladó de Amsterdam a
ciones españoles habían demostra- Londres. (Galeano, 1978:85-86)
do hasta la evidencia la posibilidad
de obtener utilidades los coloniza- Era el crecimiento del capitalismo,
dores. (Vera, 1981: 984).
…La expansión comercial es poten-
te. Durante el siglo (XIX, CA) el va-
Inglaterra y Holanda, campeonas lor de los intercambios comerciales
del contrabando del oro y los escla- se multiplica por 5.5 mientras que
vos, que amasaron grandes fortunas se cuadruplica la renta nacional. El
en el tráfico ilegal de carne negra, comercio de Inglaterra es el primero
atrapaban por medios ilícitos, según del mundo… (Beaud, 1984: 88).
se estima, más de la mitad del metal
que correspondía al impuesto ´quin-
to real´ que debía recibir, de Brasil, la
corona portuguesa. Pero Inglaterra

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ción de los mercados internos en los
La Segunda Revolución
países europeos y la mecanización
Industrial Europea de los transportes marítimos modi-
y la periferia colonial ficó profundamente las condiciones
del comercio internacional (Furtado,
1980: 60).
La industrialización, en una segun-
da oleada más potente, alcanzó a En un inicio, el desarrollo manu-
todos los países europeos, si bien facturero europeo tenía las caracterís-
con importantes diferencias básicas
ticas de un proceso disperso dado que
y provocó la transformación radical
de las estructuras sociales y políti-
los ríos y canales son los que proveían
cas…En 1871 el 35% de la población energía y transporte. Cuando se intro-
inglesa vivía directa o indirectamen- ducen los telares mecánicos, y se de-
te de la agricultura. Este porcentaje sarrolla y perfecciona la máquina de
fue disminuyendo en los decenios vapor, se puede independizar el abas-
siguientes. En 1881 la industria in- tecimiento de la energía de la proximi-
glesa empleaba a 8 millones de tra- dad del agua y realizar el desarrollo
bajadores, el campo solamente mi- del transporte terrestre y marítimo
llón y medio. (Mommsen, 1981:35)
(Sunkel y Paz, 1980:49); lo anterior po-
sibilitó al sistema capitalista una mejor
En efecto, durante el último tercio racionalidad productiva, lo que influ-
del siglo XIX se da la segunda revolu- yó en el crecimiento de las ciudades.
ción industrial, es decir, el desarro-
llo de nuevos medios de transporte La invención de la hélice ocurrió al-
terrestre y naval, la utilización de la rededor de 1840 y durante el dece-
energía eléctrica en la producción nio siguiente se introdujo el casco de
industrial, las nuevas técnicas de hierro en los navíos, lo que permitió
conservación de alimentos, etc. Esto reducir la resistencia del agua y au-
provocó masivos desplazamientos de mentar las dimensiones de los bar-
población excedente de Europa hacia cos… La repercusión en las tarifas en
el transporte a largas distancias fue
América y Oceanía. De esta manera,
considerable, permitiendo en mu-
a los flujos de capital y del comercio chos casos reducciones de setenta
se sumaron las grandes corrientes de a noventa por ciento en los precios
población (Vilas, 1999:74). anteriores. La subsecuente baja de
los precios de las materias primas,
De importancia decisiva en la ex- especialmente los del algodón, vino
pansión de la primera a la segunda a reforzar la posición competitiva de
etapa de la Revolución Industrial, Inglaterra. (Furtado, 1980: 60).
fue la penetración de la tecnología
desarrollada en relación a la indus- La revolución en los medios pro-
tria manufacturera en los medios de
ductivos y en el transporte, permitió
transporte. Las líneas de ferrocarril
hicieron posible la rápida integra-
desplazar alimentos y favoreció el des-

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No. 40 • Un encuentro con la historia

cubrimiento de nuevos conocimientos e industrial. Para suplir estas defi-


científicos tanto en el ámbito de la me- ciencias se buscó incorporar nuevos
dicina como en el mejoramiento de los recursos naturales provenientes de
sistemas de higiene, lo que influyó en otras regiones del mundo.
la reducción de la tasa de mortalidad
general, determinando aquello un in- A mediados del siglo XIX surge un
cremento constante de la población. período de expansión generalizada,
Ahora bien, tal crecimiento poblacio- que se caracteriza por una subida de
nal se ubica precisamente donde se precios, salarios y beneficios corres-
origina y difunde la revolución indus- pondientes a una fase A de Simiand
(o movimiento de subida de precios
trial, esto es en Europa, América del
de Kondrat´ev)… Esos ciclos de
Norte, América Latina y Oceanía. aproximadamente medio siglo, en
los que se alternan fases de expan-
También es de gran importancia sión con fases de recesión, aparecen
agregar que más de las dos terceras de manera particularmente eviden-
partes de estas inversiones extranje- te en el mundo industrial del siglo
ras se dirigieron fundamentalmente XIX, donde desempeñan un papel
hacia Estados Unidos, Canadá, Aus- dirigente en la coyuntura económi-
tralia, Nueva Zelandia y Argenti- ca… Los gobiernos amparan el mer-
na… Como es obvio, el desarrollo cado nacional mediante barreras
donde la mano de obra era extraor- proteccionistas, y buscan el modo
dinariamente escasa, exigió también de combatir su insuficiencia por
una considerable migración interna- medio de la conquista de colonias,
cional de recursos humanos… Entre nuevos mercados que permiten sos-
1820 y 1930, 62 millones de perso- tener una economía languideciente.
nas emigraron de Europa hacia las (Palmade, 1981:54,56-57).
áreas de ultramar que comenzaban
su proceso de expansión. (Sunkel y
En lo que respecta a América Latina
Paz, 1980:56).
y su vinculación al mercado mundial,
La situación precedente provo-
…En el proceso de vinculación al
có un aumento considerable de la mercado mundial se distinguen dos
demanda de alimentos y materias fases diferentes. La primera se ex-
primas en la Europa industrial. En tiende desde la independencia hasta
efecto, la economía europea presen- mediados del siglo XIX y se caracte-
taba limitaciones importantes pues riza por la apertura al libre comercio,
el desarrollo de la industria y de las la entrada masiva de manufacturas
ciudades restaba fuerza de trabajo al británicas y la pérdida, en pocos
área rural. Al verse disminuida ésta, años, de la masa de metal precioso
circulante… La segunda fase se con-
también declinaba su producción de
figura después del medio siglo: con
materias primas necesarias para la la afluencia masiva de capitales ex-
industria. Además, las inversiones se tranjeros que se invierten en obras
concentraban más en el área urbana de infraestructura y en empréstitos

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Cosecha del cacao.

a los gobiernos; y una fuerte deman- por una particular coyuntura históri-
da, en los países industrializados, ca. En efecto,
para los productos primarios. (Car-
doso y Brignoli, 1984b:12-13).
…Con la exportación masiva de ca-
pital a los países subdesarrollados
La incorporación de estas áreas la- para la organización de la produc-
tinoamericanas provoca un traslado ción capitalista de materias primas
masivo de recursos productivos en en esas regiones (siglo XIX, CA), la
términos de capital y de seres huma- diferencia cuantitativa en la acumu-
nos de la economía europea hacia las lación de capital y el nivel de pro-
ductividad en los países metropoli-
zonas donde existirían los recursos
tanos y los países económicamente
generalmente favorables para proce- atrasados se transformó repentina-
der a explotarlos. Aquello era posible mente en una diferencia cualitativa.
por la existencia previa de ciertos pro- Estos países se hicieron entonces
cesos históricos, dependientes además de atrasa-
dos. La dominación del capital ex-
…En el siglo XVIII, la colonización tranjero sobre la acumulación del
americana había asumido ya una capital ahogó el proceso de acumu-
fisonomía bien precisa: sus sistemas lación originaria de capital en esos
de comercio y de gobierno venían países.”(Mandel, 1980:61).
impuestos por varios Estados eu-
ropeos; vistos en retrospectiva, pa- Este traslado de capital y recursos
recen el producto de una planifica- humanos no se dirigió hacia zonas
ción ´mercantilista´, pero no es así… donde había mano de obra barata y
nacieron casi por reacción natural...
abundante, sino a regiones caracteri-
(Fieldhouse, 1984:9).
zadas por una baja densidad pobla-
cional y en donde existían los recursos
Según el análisis expuesto, es po- naturales adecuados para impulsar el
sible afirmar que el origen del subde- desarrollo industrial europeo.
sarrollo latinoamericano estaría dado

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No. 40 • Un encuentro con la historia

La transmisión de la técnica asume La inserción de los países latinoa-


la forma de una simple operación mericanos en las nuevas líneas en
comercial, siendo factible la trans- expansión del comercio interna-
formación de todo un sector pro- cional tomó impulso a partir de
ductivo con una rapidez que antes los años cuarenta del siglo pasado
era inconcebible. Al crear una in- (siglo XIX, CA). En este proceso de
dustria de equipos de transporte, inserción se configuran tres tipos de
Inglaterra puso en marcha un pro- economía exportadora de productos
ceso de modificación de los medios primarios: a) economía exportado-
de transporte en todo el mundo. ra de productos agrícolas de clima
Más aún, al proporcionársele a esa templado; b) economía exportadora
industria medios de financiamiento de productos agrícolas tropicales, y
adecuados se creó un mecanismo de c) economía exportadora de produc-
exportación de capitales que sería tos minerales. (Furtado, 1980: 64)
factor decisivo en la estructuración
del sistema económico mundial…
En el primer tipo estaban Argen-
(Furtado, 1980: 62).
tina y Uruguay. En el segundo tipo
se encontraba más de la mitad de la
población latinoamericana; se inclui-
Relaciones comerciales entre ría a países como Brasil, Colombia,
Europa y la periferia colonial Ecuador, América Central y el Caribe,
además de amplias regiones de Méxi-
“El comercio era la principal fuer- co y de Venezuela. En el tercer tipo, se
za motriz económica en las coloniza- podría incluir a México, Chile, Perú,
ciones ultramarinas y siguió apare- Bolivia y Venezuela.
ciendo, en lo sucesivo, como el valor
económico más alto de la dominación La verdadera dinámica de la eco-
colonial.” (Konetzke, 1982:307). En nomía colonial sólo se percibe, una
este sentido, la expansión de este flu- vez identificados los elementos bá-
jo comercial estará conformada desde sicos, a través de las articulaciones
los países periféricos hacia los países regionales que conformaron en tres
centrales por una cantidad importan- siglos de historia, espacios econó-
te de alimentos y materias primas, y micos fundamentales… Los ciclos
de los países centrales hacia los peri- de exportación, y en particular las
actividades mineras, dependieron
féricos por una cantidad considerable
siempre para el abasto de subsisten-
de productos manufacturados. De cia e insumos básicos, incluyendo la
esta forma, se irán incorporando en la mano de obra, de economías subsi-
periferia al comercio mundial varias diarias que crecieron, se expandieron
regiones con una especialidad expor- y declinaron según factores, en gran
table, lo cual se va incrementando de- parte ajenos, a la propia economía de
bido a la diversificación de la deman- exportación… El ciclo del oro generó
da en los países industriales. igualmente actividades subsidiarias
de subsistencia, en la zona misma de

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las minas y en el sur de la colonia… Y así, esas relaciones metrópoli-
(Cardoso y Brignoli, 1984a:216-221). satélites no están limitadas por el
nivel imperial o internacional sino
que penetran y estructuran la propia
Debe tenerse presente el gradual
vida económica, política y social de
avance en las innovaciones tecnológi-
los países y las colonias latinoame-
cas que permitían la mayor conserva- ricanas. Así como la capital nacional
ción de los alimentos. Así, productos y colonial con su sector de exporta-
como la carne, el cereal, el banano, ción se convierte en satélite de la me-
la lana, el guano, el salitre, el café, el trópoli ibérica, y más tarde de otras,
azúcar, el cacao, la tagua, etc., marcaron del sistema económico mundial, este
el destino de países y regiones enteras (va- satélite inmediatamente se convierte
lle de Chone). Esta gran expansión del en una metrópoli colonial y después
nacional en relación con los sectores
comercio mundial culminará en vís-
de producción y la población del in-
peras de la gran depresión mundial
terior. (Gunder Frank, 1980:23).
en el año de 1930. “Se ha calculado
que entre 1860 y 1913 la producción
industrial del mundo aumentó más
de siete veces. Fue la pujante expan-
Conformación de la estructura
sión del capitalismo industrial la que de la propiedad en la periferia
acentuó la dependencia de las demás
regiones, al hacer de sus economías En un inicial momento histórico,
formas complementarias y domina- …“Como entre los grupos indígenas
das.” (Beyhaut, 1985:32). modernos, la tierra era comunal.” (Sé-
journé, 1981:136). Posteriormente, sin
embargo, la conformación interna de
Cambios en los países
la estructura de la propiedad, espe-
periféricos cialmente en lo que es la tenencia de la
tierra, va a estar determinada con mu-
El desarrollo del sector exportador cho por las actividades productivas de
tuvo efectos importantes sobre la or- exportación. En este sentido, se reali-
ganización espacial o regional de una zó la apropiación privada de grandes
determinada zona geográfica. El pro- extensiones territoriales en América
ducto y los recursos naturales de una Latina ya que en algunos casos estas
determinada zona, explicará la inusi- tierras eran de dominio estatal o pú-
tada vida económica y social que pue- blico, o bien tales tierras se encontra-
da cobrar la misma (valle de Chone). ban en poder de comunidades indíge-
Dentro del área que se incorpora a la nas o de agricultores de subsistencia.
actividad exportadora se dará el cre-
cimiento de una red de transportes y
…la gran propiedad tendió a consti-
comunicaciones que inevitablemente tuirse en elemento básico de la orga-
confluirá hacia un puerto (en el caso nización social. Desde los primeros
del valle de Chone, el puerto fue Ba- tiempos prevaleció el principio de
hía de Caráquez).

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No. 40 • Un encuentro con la historia

que las tierras solamente serían con- La Colonia y el norte de


cedidas a quienes dispusieran de
medios para explotarlas de manera Manabí
de producir un excedente monetiza-
ble, susceptible de ser parcialmente Tomando en cuenta siempre la
transferido a la Corona (Furtado, temporalidad de los procesos históri-
1980: 89). cos, es importante destacar que desde
sus inicios “La economía colonial es-
En las zonas previamente pobla- tuvo dirigida por las dos ideas básicas
das, esta reorganización de las relacio- de la colonización española: la busca
nes de producción permitió la creación de oro y metales preciosos y la busca
de una estructura social que posibili- de productos tropicales que pudieran
tara los cultivos de exportación, así ser objeto de comercio internacional.”
como las actividades extractivas. (Pereira, 1986:88).
Así, los españoles se ubicaron si-
Debe recordarse que la sociedad guiendo fundamentalmente el patrón
precapitalista no se transformó ra- de conquista y poblamiento incásico,
dicalmente por las relaciones jerar- aprovechando los pueblos sólidamen-
quizadas que se establecen de esta
te asentados que ya contaban con una
manera entre ella y el mundo capi-
talista. Las clases dominantes loca-
estructura productiva excedentaria y
les subsisten intactas, especialmente con una organización social y política
en el mundo rural. No solamente que permitiera su uso para los fines
subsisten, sino que también a me- de los conquistadores. En efecto, en la
nudo se enriquecen por las nuevas sierra ecuatoriana existía abundante
relaciones con el exterior. Los gran- mano de obra indígena con una or-
des propietarios son los primeros ganización previa, mientras que en la
en poder transformar sus tierras en costa había pequeñas parcialidades
propiedades rentables que provean
humanas escasamente desarrolladas
al extranjero las materias primas
agrícolas. (Amin, 1977:189).
que tenían como actividad principal
la caza o la pesca, nucleadas en pe-
queños grupos poblacionales que no
El proceso antes descrito daría podían ser aprovechados por el con-
origen a diversas formas de organiza- quistador español. En este sentido, al
ción rural y también a las economías igual que le pasó a los Incas durante
de hacienda y de plantación. “En sín- sus 50 años de dominación, los espa-
tesis, en el período que estamos consi- ñoles no pudieron encuadrar en sus
derando, América Latina se transfor- esquemas productivos a los pueblos
ma en un componente de importancia seminómadas o de bajo nivel produc-
del comercio mundial y en una de las tivo, muchos de ellos ubicados en la
más significativas fuentes de materias costa (Monteforte, 1985:27).
primas para los países industrializa-
dos” (Furtado, 1980: 69). En este contexto, la distribución
de la población española se caracteri-

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zó por un predominio marcado de la En la época de la colonización es-
Sierra sobre la Costa. Así, para el año pañola, las comunidades en Manabí
de 1781, la población de la Real Au- evidencian un limitado grado de de-
diencia de Quito seguía abrumadora- sarrollo de las fuerzas productivas,
mente concentrada en la provincia de lo que se manifiesta en una práctica
Quito, pues de “...342 739 habitantes, agrícola común de roza y quema, la
311 649 se localizaban en la provin- misma que no soporta una estructura
cia de Quito y apenas 31 069 en la de social altamente jerarquizada, favo-
Guayaquil” (Velasco, 1975:69). reciendo más bien sistemas sociales
De manera general, el sistema descentralizados, y una producción
económico impuesto producía bienes agrícola en pequeñas unidades, an-
para el intercambio, sobre todo exter- tes que cultivos especializados. Estas
no más que para el auto consumo. Así limitaciones resultarán de alguna ma-
surgirían las mitas, las reducciones en nera atenuadas en aquellas comuni-
los pueblos de indios, la encomienda, dades cercanas al mar, que lograron
los obrajes, el concertaje, etc. Hasta el una explotación más racional de sus
siglo XVIII, la economía colonial lati- recursos (Dueñas, 1986:24).
noamericana se fundamentó en la ac- La situación descrita impone lí-
tividad minera, agropecuaria y textil mites al proyecto colonial de los es-
(Furtado, 1980:31,35). pañoles en Manabí, ya que el mismo
Para España, América fue la fuen- debió adecuarse al tipo de estructuras
te de metales y piedras preciosas que existentes. Al no encontrar grandes
le permitió financiar su política na- concentraciones urbanas junto con
cional e internacional. Por lo mismo una unidad política apropiada, los co-
estableció en las diversas zonas y re- lonizadores tienen gran dificultad en
giones conquistadas determinadas llevar a cabo sus planes de conquista.
funciones productivas en atención de Por otra parte, los indígenas prefieren
las necesidades de la metrópoli. Por abandonar sus comunidades e inter-
ello se concentró la atención del con- narse en los bosques, antes que some-
quistador español en la región de la terse a las exigencias de los españoles.
sierra y no en la costa. Así, Guayaquil A pocos años de la conquista, la costa
a mediados del siglo XVII (y era la norte de Manabí se encuentra desha-
ciudad más grande de la costa), “...no bitada en lugares donde antes exis-
era un centro concentrador de capital, tían muchas comunidades. Algunas
en la medida en que no estaba ligado de ellas recién serán reducidas a pue-
a la producción, sino tan sólo un sitio blos por los españoles a principios del
de tránsito de las mercancías” (Velas- siglo XVII. La dispersión de las comu-
co, 1975:87). La producción agraria nidades indígenas daría origen a la
generada se encontraba conectada al población campesina de la provincia.
crecimiento de los centros mineros Por otro lado, la economía quiteña
existentes en el Virreinato del Perú. que se había desarrollado con relativa

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No. 40 • Un encuentro con la historia

prosperidad en los siglos XVI Y XVII, Ramón García de León Pizarro,


va a deteriorarse súbitamente des- gobernador de Guayaquil, entre
de los primeros años del siglo XVIII los años de 1779 y 1790 organiza la
(Velasco, 1975:93). Esta economía se siembra del cacao, pues durante su
había expandido dinamizada por su administración ordena plantar 664
inserción en un sistema de división 890 árboles en todo el territorio de la
del trabajo que funcionaba en relación gobernación. La mayoría de las activi-
con el Virreinato del Perú y sus minas dades productivas descritas son con-
en el Alto Perú. Cuando éstas comien- troladas directamente por los españo-
zan a declinar desde comienzos del les y sus descendientes (Abel Romeo
siglo XVII, la producción de las zonas Castillo, 1978:220).
periféricas y abastecedoras como la
existente en la sierra ecuatoriana, se El cacao estaba asociado a la historia
redujo considerablemente. Además, económica y social de la costa ecua-
la economía basada en la produc- toriana desde la colonia. El auge de
ción textil serrana sufrió el golpe de su producción se da hacia las últimas
la competencia desde los inicios del décadas del siglo XIX. Sus condicio-
nes que lo posibilitan: violento pro-
siglo XVIII por parte de los textiles in-
ceso de surgimiento de la gran pro-
gleses y franceses que aventajaban en piedad; crisis de la economía serrana
precio y calidad a los producidos en la que favorece la emigración de mano
sierra ecuatoriana (Velasco, 1975:94). de obra hacia la costa; surgimiento de
entidades bancarias, crédito agrícola,
A la Costa: importancia exportación e importación; el apoyo
estatal, sobre todo liberal… Para fi-
del cacao nes del siglo XIX, la costa ecuatoria-
na se halla madura para afrontar los
Después de la ruptura del modelo impulsos del mercado mundial que
de interdependencia con el Virreinato se manifiesta en alza de precios del
del Perú, el problema básico que se cacao: se expande la frontera agríco-
planteó durante todo el siglo XVIII en la; es negocio de alta rentabilidad,
la Audiencia de Quito, fue la manera tanto que los propietarios tienen re-
de encontrar la forma de participar cursos para organizar aseguradoras,
en el comercio con España. Se debía participar en compañías navieras, te-
ner acciones en bancos, abrir casas de
encontrar un producto exportable que a
exportación, apoyar pocas industrias
su vez le permitiese un nivel adecuado de nuevas, gastar en lujos en el país y en
importaciones para cubrir las necesidades el exterior. Durante este período, la
de los sectores dominantes de la sociedad, sierra no es un conjunto homogéneo,
el mismo que ya no podían ser los textiles se halla en crisis. El centro busca-
sino algún producto tropical. Y bien, ese rá vincularse a la economía costeña
era el cacao, el cual desde principios del si- como mercado de productos para
glo XVII ya era explotado marginalmente consumo; el sur se articula al merca-
en la costa (Velasco, 1975:103-104). do exterior mediante productos de
sombreros de paja toquilla. La Sierra,

15
en conjunto, se vuelve dependiente La etapa de agroexportación cita-
de la costa. La Revolución Liberal da alcanzará su máximo nivel de de-
de 1895 es favorable a la economía sarrollo en el último cuarto del siglo
agroexportadora y a la articulación XIX y primeras décadas del siglo XX.
del mercado interno al externo, así lo
Sin embargo, desde sus comienzos
demuestran las leyes dictadas en su
período. (Chiriboga, 1988:57). tal situación influyó en el crecimiento
poblacional de la región. Así, desde la
segunda mitad del siglo XVIII se pro-
En efecto, para fines del siglo XVIII
duce un incremento poblacional en la
la explotación del cacao ya se había
provincia, que ha sido descrito como
incrementado lo cual significó un
una verdadera revolución demográfi-
auge comercial para Guayaquil como
ca. Así, si en el año de 1765 había unos
puerto de exportación. Es a partir de
5 250 habitantes en toda la región,
este momento cuando la hegemonía
para 1805 habrá 14 107 habitantes, en
económica comienza a desplazarse de
un área similar. Del último total, la
la Sierra hacia la Costa, en la medida
parroquia Chone registraba 526 po-
en que ésta irá concentrando la acti-
bladores para el año de 1805 (Michael
vidad económica a través de la cual
Hamerly, 1987:87).
se logrará la conexión con el sistema
capitalista a nivel mundial (Velasco,
Hubo un incremento poblacional de
1975:105).
cerca del 450% en el litoral central,
En este contexto, el valle de Chone poblado de indios y mestizos. La
tiene una incorporación tardía al pro- población de la Provincia de Manabí
ceso agroexportador ecuatoriano, y del cantón de Santa Elena eviden-
temente aumentó de [8 334] en 1765
Tanto en el siglo XVI como en el a [37 144] en 1839/1840. En este sec-
XVII, el centro económico y políti- tor y entre estas fechas tuvo lugar
co de la región estuvo entre la Villa aparentemente la única revolución
española de San Gregorio de Puerto demográfica del Ecuador antes del
Viejo y los pueblos indios de Mon- siglo XX. Esta explosión sólo puede
tecristi y Jipijapa, que en conjunto explicarse por un balance favora-
formaban el ´distrito´de Puerto Vie- ble, consistente y/o a largo plazo,
jo, perteneciente al corregimiento de entre una alta tasa de mortalidad y
Guayaquil (S. XVI y XVII). La zona una aún más alta tasa de natalidad.
de la cuenca del río Carrizal – Cho- La tasa de fecundidad para la pa-
ne, que más tarde sería el epicentro rroquia de Montecristi en 1822 fue
de la agroexportación, era sólo un 116,1[%]. El partido de la Canoa, la
paraje habitado por unos cuantos única área potencialmente atractiva
nativos dispersos, donde habían para la emigración afuereña, era en
fracasado varios intentos de colo- ese entonces, virtualmente ‘terreno
nización temprana durante el siglo despoblado’*. La ocupación y colo-
XVI y XVII. Estos territorios perte- nización del norte de Manabí, espe-
necían políticamente a Esmeraldas.” cialmente del rico valle ribereño del
(Hidrovo, 2003:50-51). Chone, estaba llevándose a cabo,

16
No. 40 • Un encuentro con la historia

por aquella época, por manabitas, y comerciales e inclusive las fábricas


no por serranos. (Michael Hamerly, que compraban el cacao en los paí-
1987:70). ses centrales para elaborarlos en for-
ma de chocolate comestible, adqui-
riesen derechos y acciones sobre las
En efecto, para 1804 el norte de
plantaciones ecuatorianas. (Ortíz,
Manabí todavía no se había poblado
1981:202-203).
densamente; el fértil y bien irrigado
partido de La Canoa compuesto por
las parroquias de Canoa, Chone, To- En este sentido, la agroexporta-
sagua y Mosca, contenía tan sólo “... ción en el caso del valle de Chone
tres poblaciones pequeñas en que ocasionó que
habitan como quinientos indios, y
mestizos con una muy corta parte …Cabe indicar que la relativa im-
portancia de la producción de cacao
de sambos, negros, y mulatos, y dos,
en Manabí se debe a que este pro-
o tres familias que se dicen blancos” ducto era de calidad media en rela-
(Carta del Gobernador de Guayaquil ción con las existentes en la Cuenca
al Virrey del Perú, citado por Michael del Guayas. Al parecer, sólo uno de
Hamerly, 1987:40). los grandes propietarios cacaoteros
De manera general cabe agregar, de la Provincia, Juan Pólit, logró
como evidencia del crecimiento po- obtener una variedad superior y
blacional influido por la etapa agroex-
portadora, los siguientes datos: para
el año de 1779 Manabí registraba 7
699 hab., para 1825, 17 444 hab., en
1838, 23 641 hab., y en 1857, 30 208 ha-
bitantes (Michael Hamerly, 1987:80).
En este contexto,

…la importancia del capital extran-


jero no debe ser exagerada… Pero
decíamos también que…nos revela
justamente el nuevo carácter de la
articulación de nuestro país con el
mundo: el mercado mundial y sus
estructuras se hacían presentes en
la formación social ecuatoriana…
Pero algo que aconteció cada vez
más repetidamente es la constitu-
ción de compañías, domiciliadas
generalmente en Hamburgo o en
Londres, que vendías las acciones
en el mercado europeo. Esto permi-
tió que financistas extranjeros, casas Cosecha del cacao.

17
que exportaba con la marca JP. Esta comerciales de Juan Sperak y Gre-
variedad, que obtuvo los mejores gorio Uscocovich, de origen yugos-
precios en los mercados de Gua- lavo, y las agencias comisionistas de
yaquil, New York, Londres, Ham- Octavio Viteri y Rodolfo Estrada…
burgo y Génova, no sería la misma El principal producto de exporta-
que aquella denominada ´Bahía de ción, en cuanto a valor monetario,
Caráquez¨, cuya difusión era más era el cacao. Proveniente de Chone,
generalizada entre los cacaoteros de Tosagua, Calceta, Junin, Canuto y
la zona. (Ferrín Schettini, 1986:56). en menor escala de Canoa, era co-
nocido en el mercado externo bajo
el nombre de Caráquez, cotizándose
En síntesis, este indetenible giro
su precio en algo menos que el cacao
de la coyuntura histórica dará por
de Arriba y de Machala (Chiriboga,
resultado el lento ascenso de la costa, 1980) (Dueñas, 1986:96).
de sus regiones, entre ellas el norte de
Manabí y el valle de Chone; junto con
De esta manera, para fines del
el crecimiento de su población, pro-
siglo XIX “El cacao fue, sin duda, el
ducto del ascendente comercio inter-
factor dinámico impulsor de la eco-
nacional provocado por el desarrollo
nomía costeña, especialmente una
de la revolución industrial en Europa.
vez que los precios se estabilizaron
en aproximadamente cuatro pesos la
El incremento de la actividad comer-
carga de 81 libras, a fines de siglo”
cial se refleja en el número de casas
comerciales establecidas. Hasta
(Dueñas, 1997:108).
1883, operaban las casas exportado-
ras e importadoras de Julio Santos y El valle de Chone y el cacao
Hnos., Paul Goddard y Juan Pólit;
Zéfiro Constantine y Gumercindo La consolidación de las haciendas
Villacís; Benito Soler, y Elio Santos y cacaoteras en el norte de la provin-
Co. La primera de ellas, la Casa San- cia de Manabí, ocurrirá recién en la
tos, era la de mayor volumen comer-
segunda mitad del siglo XIX, funda-
cial, monopolizado al comercio de la
tagua, especialmente del norte de la
mentalmente en el valle de Chone.
provincia. Goddard, como se ha di- Tal producto, junto con otros, fueron
cho, era un comerciante inglés que exportados por el puerto de Bahía de
actuaba como agente consular ame- Caráquez. Para el año de 1899, según
ricano, y su socio, Juan Pólit, a poco la Guía Comercial y Agrícola del año de
tiempo abandonaba la actividad 1909, publicada en Guayaquil, existía
comercial para dedicarse al cultivo un total de 6 523 170 árboles de cacao
del cacao en Chone, llegando a ser en la provincia, la mayor parte de
el más grande propietario de plan-
ellos ubicados en el valle de Chone.
taciones cacaoteras de la provincia.
Benito Soler era un comerciante de
De aquí saldrá, como se mencionó, la
origen español, y Elio Santos era, marca JP que hará referencia a uno de
además, terrateniente en Chone. A los más grandes cacaoteros de la pro-
éstas se agregan en 1895, las casas vincia, Juan Pólit, quien logró obtener

18
No. 40 • Un encuentro con la historia

una variedad superior que se expor- registrado (1763-1842), se da también


taba a los mercados de Nueva York, un violento proceso de usurpación de
Londres, Hamburgo y Génova. las tierras comunales (Ferrín Schetti-
ni, 1986:27).
La propiedad de la tierra Debe recordarse que hasta antes de
y la ganadería 1763 en Manabí, la propiedad indivi-
dual de la tierra no era muy importan-
Durante el período prehispánico el te. En las labores agrícolas se sembra-
acceso a la tierra era libre, con la con- ba donde se quería. El requisito era ser
quista las tierras pasaron a ser pro- el primer ocupante. La cosecha era del
piedad de la corona. A fines del siglo que sembraba. La tierra era algo co-
XVI, la tierra comienza a ser aprecia- mún. Pero, en las nuevas condiciones
da debido al inicio de una economía previamente descritas, cuando se em-
agrícola-ganadera, la cual no dio paso pieza a valorizar las tierras, esta situa-
a la formación de la hacienda colonial ción fue cambiando. En este contexto,
tipo Sierra, más bien lo que prevaleció con la Cédula Real del 2 de agosto de
fue la estancia como primera forma de 1780 se inició un proceso de legaliza-
organización del espacio rural y que ción de la tenencia de la tierra (Ferrín
surgió con posterioridad al estableci- Schettini, 1986:27). De manera formal,
miento de las encomiendas ((Ferrín constituye el inicio de las grandes pro-
Schettini, 1986:24). piedades en Manabí. Por ello, las es-
El ganado procedente de Castilla tancias, dejan de ser las que organizan
(Ferrín Schettini, 1986:25) fue ubica- el espacio rural y se inicia el proceso
do en las tierras de mayor fertilidad de conformación de las grandes pro-
dado que éstas fueron apropiadas por piedades dedicadas en su mayor parte
los conquistadores, generalmente cer- a la explotación de productos agríco-
canas a las costas y rodeadas de ríos las que serían destinados a cubrir las
navegables. Durante un largo período demandas del mercado mundial (Fe-
que abarcó desde mediados del siglo rrín Schettini, 1986:28).
XVI hasta mediados del siglo XVIII,
el acceso a la tierra por parte de los El capital comercial y las clases
estancieros españoles no fue causa dominantes locales
de conflicto con los indígenas. Sin
embargo, el auge de la producción Son pocas las evidencias que exis-
agrícola, el incremento de la pobla- ten acerca de la conformación de la
ción y la conformación de nuevos po- clase dominante en el Manabí colo-
blados, constituyeron los detonantes nial (Ferrín Schettini, 1986:28). Sin
para que se inicien las disputas por la embargo, cuando se produce una
tierra y la necesidad de legalizar jurí- ruptura en las formas de acceso a la
dicamente la propiedad sobre la mis- propiedad de la tierra y una reorga-
ma. Así, con el primer auge cacaotero nización del espacio rural debido a la

19
inserción de la región en el mercado de este producto superó el del cacao”
internacional, se torna posible el sur- (Maiguashca, 1978:34).
gimiento de una clase social pode- En efecto, “En 1855, el valor de las
rosa que se estructura alrededor del exportaciones por Manta era de 78.520
ámbito de la circulación y se conso- pesos, de los cuales 46.350 pesos o el
lida posteriormente en el proceso de 59%, equivalían a la exportación del
apropiación de bastas extensiones de sombrero, mientras que solamente
terrenos incultos, ricos en productos 17.738 pesos o un 22% correspondían
tropicales y de gran demanda en el a la exportación de cacao.” (Villavi-
mercado internacional (Ferrín Schet- cencio, 1984:162). No obstante, su de-
tini, 1986:29). El surgimiento de la clive ocurrió en breve tiempo pues,
clase dominante manabita se dará en
torno al comercio, concretamente a …El auge del sombrero atrajo a un
la exportación de sombreros de paja buen número de extranjeros, en es-
toquilla (Ferrín Schettini, 1986:29). De pecial, comerciantes franceses… La
manera general, Juan Maiguashca se- industria del sombrero de paja to-
ñala que aproximadamente, el 30% de quilla comenzó a declinar a partir de
la población del distrito de Guayaquil 1855… En este año, el gobernador
(30 000 personas) se ocupaba de la informaba que la industria había
rebajado en un 50%, disminuyen-
producción del sombrero de paja to-
do también la entrada de buques al
quilla (Maiguashca, 1978:34-35).
puerto de Manta. (Dueñas, 1991:75).
En el caso de Manabí, el efecto de
la exportación del sombrero de paja La crisis en la producción del som-
toquilla lograría constituir un núcleo brero de paja toquilla induce a de-
de comerciantes y casas comerciales terminadas actividades productivas
que, al acumular capital-dinero, orien- complementarias, tales como la re-
tarían más tarde sus intereses hacia la colección de productos tropicales, las
actividad agrícola de exportación. mismas que comienzan a ocupar cada
En este sentido, la importancia vez mayores cantidades de población
que adquiere la producción y la ex- manabita. La pequeña burguesía co-
portación del sombrero de paja toqui- mercial, estructurada alrededor del
lla determina el surgimiento de una sombrero de paja toquilla, comienza
pequeña burguesía comercial que a canalizar capitales hacia el agro y a
asienta su proceso de acumulación de concentrar la propiedad de la tierra
capital en la exportación de sombre- cuando decae el comercio de dicha
ros de paja toquilla hacia los países artesanía y nuevos productos son re-
del Caribe, primero, y Europa, des- queridos en el mercado internacional.
pués: “Las exportaciones de sombre- Gradualmente, este proceso daría lu-
ros de paja toquilla, pasaron de 4 000 gar a la consolidación de una burgue-
libras esterlinas en los años 20 a 120 sía comercial-terrateniente.
000 en los años 50. En 1854 el valor

20
No. 40 • Un encuentro con la historia

La vinculación con el poder colonial llevada a través de los ríos Chone, To-
a través de cargos burocráticos y evi- sagua y Carrizal, al puerto de Bahía de
dentemente el parentesco, resultan Caráquez (Ferrín Schettini, 1986:56).
pues determinantes en la formación
de la incipiente clase terrateniente
en la provincia. Para citar otro caso, En 1913, el Cónsul de los Estados
Juan del Barco y Okay, natural de Unidos en Bahía de Caráquez repor-
Bilbao, es nombrado Teniente de taba ´La producción de cacao está
Gobernador del Distrito de Puer- continuamente incrementándose y la
to Viejo en 1765. Su descendencia, gente está todo el tiempo sembrando
emparentada con familias de otros más y más cacao, Se espera que con
altos funcionarios en el Distrito, de favorables condiciones de tiempo se
apellidos Cevallos y Velasco, Bra- podría contar con un aumento del
vo de Brito, de Vera, Álvarez de la 20% de la producción con respecto
Camposa, conforman la clase terra- al año anterior. La producción de
teniente en la provincia para el siglo este distrito en 1912 fue de 4´271.100
XIX, como es el caso de los Giler del libras y en 1913 de 6´587.721 libras´
Barco, Álvarez del Barco, Verduga (Correspondencia Consular, 1914)
Álvarez, Velásquez, Álava, Zambra- (Ferrín Schettini, 1986:55).
no, entre otros (Dueñas, 1986:59).
Aquello mejoró con la llegada del
La clase terrateniente conformada ferrocarril a principios del siglo XX,
para 1890 constituía un grupo peque-
ño e interrelacionado, cuyas hacien- El gran producto que interesaba al
das rara vez sufrían fragmentaciones mercado internacional –el cacao- no
tuvo necesidad de vías férreas para
(Rosa Ferrín Schettini, 1986:40).
ser trasladado hacia el puerto ex-
portador, la red hidrográfica se en-
Productos de la tierra cargaba de ello. Solo la pequeña re-
gión cacaotera de Chone-Canuto, en
Entre 1850 y 1919, las demandas Manabí, fue dotada a comienzos del
del mercado mundial para el norte de siglo XX, de un corto ramal ferrovia-
Manabí se concentraban en el cacao, rio de vía estrecha, destinado a trans-
sombreros de paja toquilla, caucho, portar las cosechas hacia Bahía de
tagua y café (Ferrín Schettini, 1986:46). Caráquez;… (Deler, 1994:326-328).
El más importante por los rubros de
exportación era el cacao. La tagua lle- Cabe agregar que la producción
gó a ser, después del cacao, el segundo y exportación del café fue un cultivo
producto más importante de las expor- cuya práctica se encuentra presente
taciones ecuatorianas y uno de los más desde el siglo XVIII, pues se mencio-
importantes de la provincia de Mana- na su presencia junto con extensos
bí. El cacao se lo cosechaba sobre todo sembríos de cacao en las estancias
a lo largo del río Chone. Con el paso (Dueñas, 1986:116). En este sentido,
del tiempo, la producción de cacao fue es importante señalar que la explota-
ción del grano del café estuvo íntima-

21
mente ligada al proceso de expansión mera guerra mundial, conjuntamente
y consolidación de la gran propiedad. con la crisis de sobreproducción y la
En efecto, entre 1893 y 1897 el café se caída de los precios mundiales pro-
cotizó a precio más elevado que el ca- dujo significativos cambios al interior
cao, lo cual estimuló su producción de los países desarrollados con sus co-
(Ferrín Schettini, 1986:57). rrespondientes consecuencias en los
Es pertinente indicar el hecho de países periféricos (Furtado, 1980:69-
que las haciendas surgidas en la pro- 72). El ingreso de otros países que
vincia no tienen al monocultivo como disputan los más importantes merca-
elemento principal de su producción. dos consumidores de los principales
A diferencia de lo que ocurre con las productos de exportación ecuatoria-
haciendas ubicadas en la cuenca del nos, así como el cierre de otros merca-
Guayas, las haciendas de Manabí se dos y el incremento de las tarifas del
caracterizan por la diversidad de pro- transporte naviero y de los seguros,
ductos que de ellas se extrae, todos por efecto de la guerra, determinan
importantes en los rubros de exporta- que al interior de nuestra economía
ción (Ferrín Schettini, 1986:69). se genere una crisis de sobreproduc-
ción y acumulación de reservas que
Las relaciones de producción que
se agrava, primero, por la caída de los
se desarrollaron articuladas a la pro-
precios a nivel mundial y, más tarde,
ducción cacaotera impusieron rela-
por las enfermedades (monilla y esco-
ciones salariales -principalmente- en
ba de bruja) que atacan a las planta-
las grandes haciendas, lo cual atrajo
ciones y haciendas cacaoteras lo que
población migrante. A pesar de ello,
determina una drástica caída de la
el concertaje fue el mecanismo ofi-
producción de cacao.
cial más conocido a través del cual la
clase dominante manabita reclutaba A lo largo de la década de 1920,
mano de obra. En todo caso, al menos se observa un deterioro de la situa-
a nivel jurídico, Alfredo Baquerizo ción económica general del pueblo
Moreno en el año de 1918 decretó la manabita junto al incremento de los
abolición del concertaje de campesi- niveles de desocupación cuyo desen-
nos y también suprimió la prisión por lace final será la crisis de la gran pro-
deudas (Pareja Diezcanseco, 1980:51). piedad en la región. Muchas de las
grandes haciendas se fraccionan por
La crisis de la gran propiedad venta o herencia, mientras que otras
son embargadas por los bancos acree-
La concentración de la propie- dores o simplemente abandonadas y
dad y la expansión de la burguesía ocupadas por campesinos. “Hacien-
comercial-terrateniente-exportadora, das como las de Juan Pólit en Chone
en Manabí, entra en crisis en la déca- fueron embargadas por el Banco Hi-
da de los años 30. La situación global potecario ante el incumplimiento en
al inicio de las hostilidades en la pri- el pago del tercer dividendo y luego

22
No. 40 • Un encuentro con la historia

rematadas a precios ínfimos entre, diarios del grano, quienes, a su vez, la


aproximadamente, 20 compradores” canalizan hacia los exportadores, úni-
(Ferrín Schettini, 1986:91). cos propietarios de piladoras (Ferrín
Según parece, la crisis de la gran Schettini, 1986:94).
propiedad en Manabí dio origen al
incremento de las pequeñas y media- Conclusiones
nas propiedades productoras (Ferrín
Schettini, 1986:92).
Otro problema –que cae realmente,
por su especialidad, fuera de los
Si bien son escasos los estudios y
ámbitos de nuestra investigación- es
las referencias acerca del proceso
éste: ¿contribuye a la elevación de la
organizativo del campesinado ma-
cuota general de ganancia, la cuota
nabita, existe coincidencia entre los
de ganancia más elevada que obtie-
analistas en que dicho proceso –a
ne el capital invertido en el comer-
diferencia del movimiento indígena
cio exterior, y principalmente en el
y campesino de la Sierra ecuatoria-
comercio colonial? (Marx, 1946:237).
na- reviste ciertas particularidades
(Hidrovo, 2003; Dubly, et ál., 1984).
Una de ellas tiene que ver con la La respuesta a la interrogante de
temprana constitución de la peque- Marx, podría ser la siguiente conclusión:
ña y mediana propiedad de la pro- El capitalismo en el agro manabita
vincia, especialmente en el sureste,
se desarrolla en función de la activi-
desde comienzos del siglo XX, junto
con la sobrevivencia de un reducido dad primario-exportadora, constitui-
número de grandes propiedades… da en eje regional de la acumulación
Si bien los mecanismos de explota- capitalista mundial. Como resultado
ción por parte del mercado están vi- del proceso de exportación de pro-
gentes, estos se presentan “difusos y ductos primarios, el exportador obtie-
contradictorios”… El actor local que ne una ganancia proporcionalmente
sí aparece como su verdadero anta- mayor que la del productor, por efecto
gonista es el comerciante interme- de los procesos de valorización de la
diario. Pero con este el campesinado
mercancía que se efectúa en sus insta-
mantiene una relación de “amor y
odio”. (Guerrero, 2013:128). laciones pero que también se da en el
mercado metropolitano; si bien es una
actividad que dinamiza de manera
El aparecimiento de las piladoras
determinante el mercado interior de la
de café como actividades ligadas a
región no es menos cierto que también
la explotación agrícola coincide con
lo encausa hacia el mercado externo.
la crisis de la gran propiedad y con
el surgimiento de un campesinado En síntesis, en el último cuarto del
medio que tiene como actividad prin- siglo XIX, al interior de la formación
cipal el cultivo de cacao y café, cuya social manabita, se verifica un mo-
producción es entregada casi en sus delo de acumulación (exportación-
totalidad a los comerciantes interme- importación) sustentado tanto en el

23
capital comercial como en la activi- implica el intercambio desigual (dete-
dad recolectora (Dueñas, 1986:126). rioro de los términos de intercambio)
La producción de las materias primas que se da entre economías insertas
en los países periféricos en siglo XIX en diferentes formaciones sociales, al
fue originada por las necesidades que intercambiarse productos primarios a
tenían los procesos industriales y de un precio menor por mercancías con
consumo de los países desarrollados un precio más alto, al menos durante
(Mandel, 1979:127-130). Esto último ciertos ciclos económicos mundiales.

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26
INSURGENCIA Y LIBERALISMO EN MANABÍ ENTRE
LOS SIGLOS XVIII Y XIX
Kléver Antonio Bravo*

L
os diversos conflictos que albo- La razón del litigio era que este admi-
rotaron a las poblaciones mana- nistrador obligaba a los indígenas a
bitas de finales del siglo XVIII e plantar tabaco, arrancando inclusive
inicios del siglo XIX, dejaron en claro sus cultivos tradicionales e imponien-
la falta de subordinación de todos sus do un precio de la cosecha menor al
pobladores. En el caso de los indios estipulado. En su protesta, el cacique
de Jipijapa y Montecristi: su holgura se presentó ante las autoridades del
económica sustentada en la indus- virreinato de Santa Fe, incluso viajó
tria, el comercio y la agricultura, les a Madrid para poner en conocimien-
hacía sentirse orgullosos de su raza, to de la Corte este y otros abusos por
llegando a despreciar a los blancos de parte de las autoridades locales. Se
Portoviejo y creyéndose no inferiores sabe que en este viaje el cacique tam-
a éstos;1 a tal punto que en 1816, desa- bién aprovechó para acreditar la pro-
fiaron a las autoridades del Gobierno piedad de las tierras a favor de la co-
central, manifestando que no paga- munidad de indios de Jipijapa.3
rían el tributo aunque les cortaran el Y los criollos de Portoviejo no se
pescuezo, porque “lo que el Rey daba quedaron atrás. Las autoridades los
no quitaba”.2 llamaban “insubordinados” y “alu-
Al respecto, cabe anotar que a cinados” por la Constitución, debido
finales del siglo XVIII, se trabó un a que rechazaban las disposiciones
pleito entre Manuel Inocencio Parra- gubernamentales, impedían la pose-
les Guale, cacique de Jipijapa, y el sión del nuevo teniente gobernador y
administrador particular de la Renta juez real del partido, don Juan Pon-
de Tabacos del partido de Portoviejo, ce de León, y protestaban en contra
don Francisco de Paula Villavicencio.
pa, 8 de septiembre de 1816)”, en la Revista
* Tixán – 1964. Historiador y docente uni- del Archivo de Historia del Guayas, No. 5, ju-
versitario. nio de 1974, p. 101
1 Wilfrido Loor, Manabí desde 1822, editorial 3 Maritza Arauz, Pueblos indios en la Costa
Ecuatoriana, Quito, 1969, p. 3. ecuatoriana, Jipijapa y Montecristi en la segun-
2 “Expediente sobre la negativa de los indí- da mitad del siglo XVIII, Abya-Yala, Quito,
genas de Jipijapa a pagar el tributo (Jipija- 2000, p. 34

27
de la abolición de la Constitución de rigida a José Joaquín de Olmedo, cuyo
Cádiz; aparte de que en 1812, los ve- texto ratificaba la adhesión portovejen-
cinos en mención se habían declara- se a la independencia de Guayaquil:
do en franca rebeldía al no obedecer
la disposición recibida de Guayaquil Señor gobernador don José de Ol-
de dotar 50 hombres para las milicias medo.
realistas.4 Por noticia extraoficial hemos sabi-
do en esta ciudad que la capital de
El clima de insubordinación se vol-
Guayaquil, pudo sacudir el yugo
vió más tenso con la presencia de los del gobierno español, siguiendo la
sacerdotes Rufino Gil, Ramón Moreno, huella de aquellos desventurados
Manuel Rivadeneira y Cayetano Ramí- ciudadanos que sacrificaron sus vi-
rez Fita. A estos religiosos se les acusa- das por darnos los primeros pasos
ba de ocultar insurrectos quiteños que de la Independencia, ahora diez
sobrevivieron a la campaña emancipa- años (…) Pero ya gracias a Dios res-
dora de los años 1809 y 1812 y que pre- pira mi corazón afligido al ver que
gonaban ideas revolucionarias.5 los prudentes y valerosos guayaqui-
leños, han cumplido su deber, pro-
Entre todas estas pretensiones de cediendo con tan buena disposición,
autonomía y soberanía manabitas, la no solo en el suave método de quitar
noticia de la Independencia de Gua- las armas y el mando a los tiranos,
yaquil, celebrada el 9 de Octubre de sino también eligiendo a usted para
1820, llegó a Montecristi el día 23 del que gobierne la provincia (…) Aquí
mismo mes con la llegada del jefe mi- entre muchos ciudadanos hemos
publicado hoy el feliz éxito de la
litar de Portoviejo, don José Antonio
empresa y hemos prometido defen-
Vallejo. Este suceso fue celebrado con der la Patria en unión de esta capital
una misa de acción de gracias por a costa de cuanto pueda encarecerse
empezar a “gozar de la libertad”. Du- (…)
rante los dos días subsiguientes no se Dios nuestro señor guarde la im-
oían otras voces que: “¡Viva la patria! portante vida de U. S. por muchos
¡Viva la unión¡ Viva la libertad¡”.6 y felices años.- B.L.M. de usted su
servidor y capellán. 7
El 18 de octubre de 1820, Manuel
Rivadeneira, sacerdote mercedario,
vicario y párroco de Portoviejo, envió Una vez independizada Guaya-
una carta en nombre de la ciudad y di- quil, más la venida del mariscal Sucre
al mando de las tropas procedentes

4 Tatiana Hidrovo, “Los alucinados de Puer-


to Viejo. Nociones de soberanía y ciudada- 6 Wilfrido Loor, Guayaquil y Manabí en 1820,
nía en Manabí, 1812-1822”, Revista Ecua- editorial Gregorio de Portoviejo, Portovie-
toriana de Historia Procesos, No. 26, Quito, jo, 1976, p. 101.
2007, p. 58 7 Temístocles Estrada, “Relaciones históricas
5 Carmen Dueñas, Soberanía e insurrección en y geográficas de Manabí”, tomo I, en Ra-
Manabí, Flacso y Abya-yala, Quito, 1991, p. miro Molina Cedeño, Historia de Portoviejo,
34. ediciones La Tierra, Quito, 2009, p. 24

28
No. 40 • Un encuentro con la historia

del Norte; en diciembre de 1821 los Uno de los rasgos de avance revo-
cabildos de Portoviejo, Montecristi, Ji- lucionario fue que allí se asentaron
pijapa y Paján tomaron la iniciativa de los consulados de Colombia y Perú, lo
agregarse a Colombia, siendo esta una que facilitó la normal circulación de
posición un tanto adversa a Guaya- ciudadanos extranjeros, especialmen-
quil, razón por la cual, la junta porte- te españoles, franceses y colombianos,
ña pretendió enviar tropas a Portovie- haciendo del “Montecristi decimo-
jo para definir su destino político por nónico” el punto de arribo de libros
la fuerza. Por fortuna, la intervención europeos.8 De ahí que el pensamiento
de Sucre fue oportuna y pudo solucio- liberal vendría a estas tierras como un
narse aquel malentendido con la pre- “molde” de actitudes para la revolu-
sencia de Diego Noboa, comisionado ción, el progreso y la anarquía. Más
de la Junta Patriótica de Guayaquil. todavía cuando pasó a ser la capital
Las maniobras políticas de los ma- de la provincia de Manabí entre el 18
nabitas continuaron levantado pol- de mayo de 1861 y el 18 de octubre de
vareda en los inicios de la República, 1867, debido a un feroz incendio que
precisamente cuando los municipios azotó a Portoviejo. De lo que se sabe,
de Portoviejo, Jipijapa y Montecristi, a aquel incendio fue provocado por un
los que se sumaron los padres de fa- grupo de insurgentes de Charapotó,
milia de Pichota, Tosagua, Charapotó capitaneados por don José Moreira,
y Chone, proclamaron su posición a quienes desconocieron al gobierno
favor de la constitución de Riobamba, del general Guillermo Franco. Con
dando su apoyo al golpe del general apenas 50 hombres de caballería y 30
Luis Urdaneta en contra de Flores. de infantería, prendieron fuego a las
Años más tarde, cuando Guayaquil casas contiguas al edificio municipal
desconoció al gobierno floreano, el 6 de Portoviejo, logrando la rendición
de marzo de 1845, el coronel José Ma- del mismo general Franco y su tropa.9
ría Urbina, gobernador de Manabí, se Los comerciantes de Montecris-
sumó a este dictamen con la formación ti eran los que demostraron mayor
de la segunda división del ejército, claridad en el apego al movimiento
conformada por 1.150 hombres, con liberal. Esto se aclara en 1848, cuando
los que entró al puerto principal. circuló el siguiente mensaje:
Pasada la segunda mitad del siglo
XIX, la crisis social se agudizó a efecto Nuestros principios son liberales y
de los tributos establecidos por el Es- de progreso. Somos liberales. Enten-
tado, a lo que se sumaron las requisas demos por liberalidad la tolerancia
a las opiniones ajenas, siempre que
y las reclutas forzadas.

8 Tatiana Hidrovo, La modernidad radical 9 Temístocles Estrada, “Relaciones históricas


imaginada por Eloy Alfaro, Revista Ecua- y geográficas de Manabí”, tomo V, en His-
toriana de Historia Procesos, No. 19, Quito, toria de Portoviejo de Ramiro Molina, op. cit.
2002-2003, 104. p. 39

29
no pase de opinión, y la estricta ob- resistencia de la población y su gober-
servancia a las leyes en que reposa nador, González se retiró del cargo.11
la libertad social, la seguridad indi-
vidual y la pacífica posesión de las
El 19 de marzo de ese mismo año,
propiedades y garantías10 fue nombrado por el ejecutivo, en ca-
lidad de gobernador de Manabí, el
coronel Francisco Javier Salazar. Se
Continuando con la identificación
vivía la época en la que empezaban
de las raíces y razones del conflicto
a levantarse las primeras montoneras
político local, nos encontramos con
encabezadas por un joven montecris-
un problema que muestra el arraigo
tense llamado Eloy Alfaro Delgado,
manabita en su vocación por la insur-
las cuales estaban influenciadas por
gencia: a inicios del año 1864, arribó
un liberalismo radical encendido por
a Montecristi el general Vicente Gon-
la clerofobia, el igualitarismo social y
zález, con la misión de reclutar gente.
una “atmósfera de bohemia”,12 rasgos
La falta de tino en el cumplimiento de
que definían una suerte de insurgen-
dicha misión hizo que los campesinos
cia incipiente protagonizada por una
huyeran hacia las montañas; y no era
minoría en rebelión que nacía en el en-
para menos, ya que el método de la re-
torno campesino manabita al margen
cluta era la fuerza y el abuso. Esto llevó
de la ley.13
a un conflicto entre González y el go-
bernador de Manabí, don José Moreira. Para 1882, los alborotos políticos
en contra del general Veintemilla au-
Mientras González persistía en la
mentaron su nivel con la incorpora-
recluta forzada y pedía con insistencia
ción de los acaudalados de Jipijapa,
presupuesto a Moreira para la confor-
Montecristi, Manta y Bahía de Cará-
mación de nueva tropa, éste enviaba
quez, y los hacendados de Rocafuerte
oficios al gobierno nacional para que
y Chone. Con toda su lealtad a Eloy
se redujese la guarnición militar y se
Alfaro, figuraban los siguientes per-
suprimiesen las tan odiadas reclutas.
sonajes de la provincia: Pedro Balda,
Entre la guerra de papeles y otras fric-
José Velásquez, José Zambrano, José
ciones, el general logró reclutar 150
Alcívar, Salomón Villavicencio, José
hombres, hasta que llegó el decreto del
Loor, Ciro Dueñas y la firma comer-
27 de enero de 1864, con el cual se su-
cial Rodríguez y Córdova. Dos años
primieron las comandancias militares,
más tarde, y luego de las escanda-
quedando reducida la guarnición de
losas y sangrientas revoluciones y
Manabí a doce hombres. Viendo tanta
contrarevoluciones, se sumaron a la
escena sediciosa algunos coroneles
10 C. Dueñas, op. cit., p. 121 hacendados,14 entre los que se des-
11 Wilfrido Loor, Narraciones Históricas de
Manabí, editorial Ecuatoriana, Quito, 1934,
pp. 8-10. 13 Eric Hobsbauwm, Bandidos, editorial
12 Malcolm Deas, “Estudio Introductoria”, en Ariel, España, 1976, p. 10.
Narraciones Históricas, Eloy Alfaro, Corpo- 14 Jorge Núñez, La Revolución Alfarista de
ración Editora Nacional, Quito, 1992, p. 11. 1895, CDS, Quito, 1995, p. 11.

30
No. 40 • Un encuentro con la historia

tacó don Zenón Sabando y el aporte comunicación fluyera con el resto de


intelectual de ciertos letrados como el mundo de forma libre y directa.
doctor Felicísimo López. En definitiva, la insurgencia ma-
En 1883, Alfaro fue nombrado Jefe nabita identificada con la apatía por el
Supremo de las provincias de Esme- dogma católico, el número reducido
raldas y Manabí, luego de haberse de clérigos, la estabilidad económica
iniciado una rebelión del pueblo es- de criollos e indígenas y el contacto
meraldeño contra el gobierno central. directo con el mundo a través de sus
Ungido de esta dignidad, dictó decre- puertos naturales; hizo de su gente un
tos de corte liberal y laico en medio de pueblo libre, ya sea porque allí llega-
convulsiones locales y nacionales, pro- ban los libros desde Europa o porque
blemas que se repitieron con los mis- era muy larga la distancia entre Ma-
mos síntomas revolucionarios hasta nabí y los centros de poder (Quito y
llegar a la revolución Liberal de 1895. Guayaquil). Dicho de otra forma, la
Resumiendo el período compren- burguesía manabita tenía vocación
dido entre 1864 y 1895, la provincia insurgente porque era la primera que
de Manabí creció, durante el siglo leía la literatura que viajaba por los
XIX, entre la artesanía, el comercio y mares del Sur, declarándose liberal
los focos de una modernidad de tin- desde sus inicios, lo que le permitió
te revolucionario. Durante esta épo- rechazar muchas imposiciones del
ca, la provincia era considerada una gobierno central; y, sobre todo, liderar
“región periférica”: cercana al océano las facciones revolucionarias (chapu-
Pacífico y lejana al control del Estado los, montoneros), para llegar a la re-
y de la Iglesia; lo que permitió que la volución Liberal de 1895.

Concentración general
de milicias y guardias
nacionales en la plaza
central de Portoviejo.
Se desconoce el año.
(Archivo fotográfico
KAB)

31
JIPIJAPA: VISIÓN HISTÓRICA
Libertad Regalado Espinoza*

A
finales del siglo XIX e ini- Jipijapa, para ese entonces tenía
cios del siglo XX el planeta posicionado su nombre no solo en el
se caracterizó por los gran- continente, sino en Europa, la arte-
des cambios en el orden social, polí- sanía de los sombreros finos de paja
tico, artístico, filosófico, económico, toquilla, conocido como Jipijapa, más
cultural; destacándose sobremanera tarde Panamá Hat, hizo posible que sea
la lucha de clases y el triunfo de la un punto de referencia para comer-
primera revolución proletaria, cono- ciantes y profesionales de países como
cida como la revolución bolchevique, Panamá, que fue punto de comerciali-
terminando este ciclo con la primera zación y distribución del sombrero a
guerra mundial, que cambió radical- distintos lugares del planeta, y uno de
mente el panorama, debido a las con- los destinos más fuertes del sombrero
secuencias económicas, geopolíticas, durante la construcción del canal. Es-
a más del impacto de las exigencias tados Unidos, durante la fiebre del oro
de las clases obreras, en un poder al en California, se constituiría en otro
crearse los sindicatos y gracias a és- referente de nuestra artesanía. Co-
tos, obligar al patrono a respetar sus lombia y Perú con quienes establecían
derechos y un mejor trato laboral. el comercio, ciudadanos de Cuenca,
Ecuador, no escapó a estas trans- Ibarra, Quito, lugares a donde se ha-
formaciones, y concomitante con esto, bía trasladado el tejido del sombrero
al igual que el resto de latinoamérica, de paja toquilla, a través de artesanos,
se convirtió en una opción que esco- que se vieron obligados a abandonar
gerían miles de exiliados del hemis- Jipijapa por motivos de antagonismo
ferio oriental, quienes por razones con quienes ejercían el poder.
económicas y políticas se vieron obli- Más tarde a principios del siglo
gados a abandonar sus tierras. XX llegarían ciudadanos que huyen-

* Manta, Manabí, Ecuador. Abogada de la República, Magister en Administración de Empresas.


Profesora Escuela Superior Politécnica Agropecuaria de Manabí. Facilitadora pedagógica de
la maestría de gerencia educativa y de enseñanza del idioma inglés, de la Universidad del Sur
de Manabí y en la maestría en ciencias ambientales, mención tecnología y gestión. Obras pu-
blicadas: Leyendas y poesía, Palabras Sumergidas, Evarótica (1 y 2), Manabí una historia de toquilla,
Habilísimos pescadores, Gigantes de Bahía-Los Esteros, Manabí y su comida milenaria, Las hebras que
tejieron nuestra historia. lire2653@gmail.com.

32
No. 40 • Un encuentro con la historia

do de los horrores de la guerra, bus- Seguiche (1751), Tomás Chóez y Ma-


caban un lugar de tranquilidad para nuel Soledispa (1755), Juan Anzúles,
sus proles; además estaba el hecho Miguel Sancán (1776), Cosme Majao
de que durante el siglo XIX, muchas (1778); y más tarde Manuel Inocencio
de las familias dedicadas a la manu- Parral y Guale (1786) y Manuel Sole-
factura de la toquilla, enviaron a sus dispa (1800).
hijos a estudiar a Quito, Guayaquil, En los albores de la República
Londres y París. Esta es la razón para otros indios lucharían los impuestos
que tanto nuestros coterráneos, como que se aplicaron a la manufactura del
ciudadanos de otras regiones y países sombrero y, algo más grave, el permi-
que se radicaron en nuestro terruño, so que se otorgó a la comercialización
propulsaran la actividad comercial de la paja toquilla, que según los arte-
unos, y la cultural otros. sanos acabaría con su industria. Des-
Es muy importante recordar que tacables son la acciones para ayudar a
el ingreso de dinero proveniente de terminar con el coloniaje. En 1816 en
la exportación del sombrero obligó a la plaza que hoy lleva el nombre de
instruirse a nuestros indígenas en el Bolívar, cientos de indígenas se decla-
siglo XVIII y coadyuvó a la creación raron “hombres libres” negándose a
de la escuela de niños en 1840, de ni- pagar los tributos al Rey, ya que ellos
ñas en 1850, como consta en actas de con cédula real, habían conseguido su
la municipalidad donde se manifiesta libertad y el usufructo de sus tierras
que la educación es una prioridad, así ancestrales; y, esgrimían la constitu-
los ciudadanos crecen libres y defien- ción liberal de 1812 emanada en las
den sus derechos. Para septiembre de cortes de Cádiz, en la cual se sancio-
1883 se crea el colegio Bolívar, cuando naba la abolición del tributo indíge-
Eloy Alfaro asumió la jefatura política na. eEn 1818, indígenas de Jipijapa
de Esmeraldas y Manabí. son acusados de facilitar la entrada al
No solo podemos hablar de la territorio a insurgentes chilenos e in-
educación, sino de medios impresos gleses que desembarcaron en Manta
como El Iris en el año de 1875, cuyo con la intención de propagar la causa
director fue Francisco Pozo; El Crisol de la independencia. El 15 de octubre
en 1895, de Carlos Abad; al iniciar de 1820, se adhiere al movimiento li-
1900, circula El Faro de Emiliano Polit bertario del 9 de octubre, proclaman-
Rivero; y en 1916 el periódico Eloy Al- do su libertad del yugo español y el
faro siendo su director el señor Silve- domingo 26 de octubre de 1820, ante
rio González. De esta forma se explica el comisionado de la Junta Superior
que quienes habitaron en estas épocas del gobierno de Guayaquil, se elije
eran gente instruida y por eso des- en un acto público a los personeros
de 1738, pudieran defenderse de los del primer ayuntamiento de Jipijapa,
atropellos de la corona como el caso siendo su primer alcalde el ciudadano
de Antonio Soledispa (1738), Juan Manuel Menéndez. A partir de 1864

33
los veremos luchando por la transfor- conociera la Constitución, en Manabí
mación del país, la que culminó con la inconformidad se hizo notoria: no
la revolución liberal. Esta visión nos estaban de acuerdo con la centraliza-
va configurando el escenario del Jipi- ción del poder, el cercenar las atribu-
japa de los últimos años del siglo XIX ciones municipales, el ordenar el fu-
y primeros años del siglo XX. silamiento de quienes se opusieran a
La historia de los pueblos no está su mandato. Ante estos atropellos las
para reposar en unos libros, sino para facciones urbinistas se unieron y pro-
impulsar nuestro accionar; por eso se piciaron revueltas en contra del go-
hace vital su conocimiento. Sabemos bierno. Para entonces Jipijapa se con-
que en el escenario del siglo XIX se sideró como el foco principal de los
realizó un proceso de transformación montoneros con su cabecilla Manuel
en muchos países de latinoamérica, Castro. Esto obligó a García Moreno
donde dos grupos antagónicos: con- a enviar a un grupo de numerosos
servadores y liberales definían dos soldados al mando del comandante
bandos de opuesta ideología, dos Nicolás Barriga. En 1864, Eloy Alfaro
concepciones diferentes sobre la vida que había llegado desde el Perú, cono-
y la historia, dos perspectivas distin- cedor de la rebeldía de Jipijapa, acuer-
tas desde las cuales organizar un pue- da con José María Albán reunirse con
blo, su economía y su vida política y los miembros del Concejo municipal,
social. Los conservadores respondían quienes le expresan la necesidad de
a una continuidad de un régimen he- declarar la guerra civil en contra del
redado de la colonia con un modelo gobierno de García Moreno, indican-
feudalista, luchando por mantener do que estaban preparados y conta-
su permanencia en un Estado que ban con suficientes elementos.
les asegurara el goce de sus bienes y Fue muy difícil para Albán aplacar
su usufructo a perpetuidad. Los li- los ánimos de los representantes del
berales planteando la necesidad de pueblo, quienes más tarde se sentirían
enfrentar las tradiciones retrógradas defraudados al conocer el acuerdo al
y conservadoras con modernas con- que llegarían, después de las escara-
cepciones sociales, promoviendo una muzas protagonizadas en Colorado,
legislación que procurase la abolición Albán y Eloy Alfaro con Francisco
de la esclavitud y del siervo rural, de- Javier Salazar, en ese entonces gober-
nominado en nuestra región concertaje nador de Manabí; por lo que decidie-
y, algo fundamental para los princi- ron continuar con las montoneras y
pios del liberalismo, la separación de motivó al gobierno a crear en Jipijapa
la Iglesia del Estado. la Cuarta compañía a órdenes del ca-
Las páginas más importantes de la pitán Manuel Zambrano. Sin embar-
revolución liberal se escribieron con go, los revolucionarios al mando de
gente de Jipijapa. A raíz de 1861, en Manuel Castro siguieron operando en
que el presidente García Moreno des- contra del gobierno, obligando a que

34
No. 40 • Un encuentro con la historia

de distintos lugares de la provincia y pa la Sociedad Liberal integrada por


de Guayaquil se envíen tropas, e in- Camilo Andrade, Adolfo Campoza-
cluso, que como estrategia decidieran no, Manuel San Lucas, José Cevallos,
trasladar, el día 13 de agosto de 1864, Julio Vivar, Gregorio Ponce, Francis-
a Jipijapa la capital de la provincia, y co Ponce, Francisco Castillo, Manuel
de esta forma someter a la población. Zavala, Luis Campusano, quienes el
Pero los montoneros no se detie- 15 de enero de 1895, emiten un acuer-
nen y al ver desprotegido Montecris- do de protesta por la profanación de
ti, Manuel Castro con ayuda de Bru- la bandera nacional y el 13 de junio
no Muentes, Pascual Albia y Chano de 1895, la proclama reconociendo a
Piedra deciden tomarse la población Eloy Alfaro como Jefe Supremo de la
al grito de Viva Urbina, Viva Castro República.
apresaron al alcalde, liberaron a los Para 1904, este mismo grupo de
presos para que pasaran a engrosar hombres conforman la Sociedad
sus filas y se retiraron a la monta- Unión Progreso, que amparados bajo
ña. En septiembre se procede, frente sus propios códigos de ética y lega-
al cementerio de Jipijapa, a fusilar a lidad han llevado a Jipijapa por ca-
Pedro Chóez y José Reyes por consi- minos de progreso. Son 105 años de
derarlos montoneros. Es posible que vida, durante los cuales han sido ca-
estos fusilamientos y apresamientos paces no solo de consolidar grandes
de muchos de los cabecillas frenara a logros materiales y beneficios sociales
los rebeldes por algún tiempo. sino que crearon un ambiente de res-
En 1883 reaparece Eloy Alfaro al peto, de disciplina social, de solida-
asumir la Jefatura política de Esme- ridad, capaz de imponerse al indivi-
raldas y Manabí y con ello la esperan- dualismo excesivo, a la inmoralidad
za de una revolución que esta vez sí que corroe, al egoísmo que daña, a la
llegaría a culminar el objetivo. Desde egolatría que endiosa al mediocre y
luego Jipijapa se convertiría en el me- destruye cuanto toca.
jor aliado de la revolución. La inter- A la muerte de Eloy Alfaro, cuan-
vención en la caída del gobierno de do todos los partidarios se habían
Veintimilla con la participación de la silenciado, por miedo tal vez a ser
columna Jipijapa en el ejército revolu- asesinados de la manera cruel y des-
cionario; más tarde, en el combate de piadada como lo hicieron con nues-
Balsamaruaga, donde se destacaría tro amado Eloy Alfaro, una vez más
Genaro Nieto, padre de ilustres ma- Esmeraldas y Jipijapa se alzarían en
tronas de nuestra ciudad, oriundo de montoneras, tratando de vengar la
Charapotó, quien le acompañaría al muerte de su líder. En todos estos
general en todas sus revueltas, y des- actos sobresalen hombres de Jipijapa
de 1918 se radicaría en Jipijapa ocu- como: Joaquín Arístides Cañarte, Luis
pando cargos públicos. Para finales González, Jonás Villafuerte, César
del siglo XIX se constituye en Jipija- Manrique, Lorenzo Lino, José Manuel

35
Pilay, Manuel Parrales, los esmeral- implica ante todo un espíritu de co-
deños al mando de José Estupiñán lectividad y unidad social, seguridad
Tello que para entonces estaba radica- y paz, esa unidad social que se crea
do en Membrillal junto a hombres de a partir de ideales o proyectos comu-
este sector como Ezequiel Menoscal nes, hace que en el camino se superen
se unirían a Cañarte y organizarían dificultades y obstáculos.
lo que se llamó en Manabí la “revo- Qué buen ejemplo nos han dado
lución de Cañarte”. Lugares como estos hombres, que asumieron en su
Ramo Grande, Cerro la Mona, Gui- debido tiempo el reto que les impuso
neal, La Cuesta, Manantiales, Santa la sociedad. Y jamás se dejaron piso-
Rosa, La Botija, Cerro Rodadero, San tear por los gobiernos que tenían tinte
Francisco serían los bastiones de Arís- de despotismo, tiranía, fascismo. Es-
tides Cañarte y Manuel Estupiñán. En peremos que las nuevas generaciones
Manabí secundan este movimiento cobijadas por la historia sepan defen-
Portoviejo, Rocafuerte, Montecristi, der al pueblo de la tiranía del poder
Chone, movilizando su gente y avi- omnímodo: y como Antonio Sole-
sando al coronel Carlos Concha. Al dispa, Juan Seguiche, Tomás Chóez,
grito de Viva Alfaro, Carajo, abajo Plaza, Manuel Soledispa, Manuel Inocencio
los revolucionarios en mayo de 1914 Parral y Guale, Juan Anzúlez, Miguel
se toman Jipijapa. El gobierno ordena Sancán, Cosme Majao, Manuel Cas-
a Guayaquil movilizar sus tropas a Ji- tro, Genaro Nieto, Camilo Andrade,
pijapa, pero los hombres endurecidos Adolfo Campozano, Manuel San Lu-
en las luchas de montoneras fueron cas, José Cevallos, Julio Vivar, Grego-
invencibles, se necesitó de tiempo y rio Ponce, Francisco Ponce, Francisco
movilizar más tropas para aplacar Castillo, Manuel Zavala, Luis Cam-
los ánimos de los revolucionarios. pusano, Joaquín Arístides Cañarte,
Muchos hombres perdieron su vida, Luis González, Jonás Villafuerte, Cé-
otros sobresalieron en los combates sar Manrique, Lorenzo Lino, José Ma-
por su valentía, y la mayoría de ellos nuel Pilay, Manuel Parrales, luchen
vivió recordando esta hazaña. por defender la libertad, la verdadera
El verdadero progreso solamente democracia y los más caros intereses
puede surgir del desarrollo intelectual de la patria y de esa forma rinda culto
en correlación con el factor económico a la memoria del viejo luchador.
y con esa parte intangible de la filoso-
fía y la espiritualidad que inspire las
normas de vida de una comunidad.
Racionalidad más espiritualidad con-
forman la bien llamada justicia social
que deriva en el bienestar colectivo.
La sociedad no es simplemente un
agregado numeroso de individuos,

36
LA REVOLUCIÓN DE ESMERALDAS
Jorge Núñez Sánchez

J
ulio de 1982. En la cálida noche libros. Ahora que lo conozco en per-
de La Habana acudo al pequeño y sona me parece un personaje cauti-
elegante hotel Capri, para asistir a vador. Pausado y calmo, tiene esa
una cena a la que he sido invitado por elegancia en el hablar 
propia del
el embajador de mi país, doctor Jor- guayaquileño culto y una memoria
ge Pérez Concha, quien reside en ese realmente formidable, que le permi-
hotel junto con su señora esposa. A la te citar datos y fechas con absoluta
cena asiste también mi amigo Francis- precisión. Pero encuentro que tiene
co Proaño Arandi, ministro consejero también una gran transparencia espi-
de la embajada y prestigioso escritor, ritual, que le permite valorar los he-
que es quien ha motivado esta reu- chos con profundidad y apreciarlos
nión casi íntima, al decirle al emba- con limpieza de criterio.
jador Pérez que en Cuba se halla de Cuidadoso, me acerco a un tema
paso un joven historiador de su país. que investigo por esos días: la llama-
Yo conocía a Jorge Pérez Concha da Revolución Conchista. Sé que el
solo de lecturas, por algunos de sus líder principal de la misma fue su tío,

37
el coronel Carlos Concha y sé también Pero seguramente desconoce que este
que en ella murió, decapitado a ma- señor contrató con el Estado la cons-
chete por un guerrillero esmeraldeño, trucción de un nuevo edificio para la
su primo, el coronel Enrique Valdez Aduana de Guayaquil, compromiso
Concha, que llegó a Esmeraldas como que no cumplió, pese a haber recibi-
jefe de la expedición naval–militar do un importante adelanto de dinero.
enviada por el gobierno de Leonidas Una vez estallada la guerra de Esme-
Plaza para aplastar esa revolución. raldas, el gobierno de Plaza desente-
Le cuento que he revisado los do- rró el asunto y lo usó para chantajear
cumentos sobre esa guerra que deja- a Enrique Valdez, exigiéndole que
ron el comandante Julio Mena y otros fuera a combatir a su tío Carlos Con-
jefes conchistas. Y él me habla de las cha o pagara las consecuencias del
causas de esa revolución y también fraude de su padre.
de sus efectos, de cómo el cerco naval
***
a la “Provincia Verde” impidió la lle-
gada de armas y pertrechos para los Lubricada la conversación por unos
insurgentes, pero también de la brutal generosos tragos de whisky, don Jorge
represión del gobierno, que llegó a la continúa con su confidencia histórica:
barbaridad de bombardear varias po-
blaciones costeras y dos veces la ciu- Debo precisar que mi primo Enri-
dad de Esmeraldas. que era un curioso tipo de militar,
parecido a uno de esos “coroneles”
Establecida ya una corriente de
brasileños, que en realidad son ca-
simpatía, me atrevo a hacerle una pre- ciques políticos locales con grado
gunta sensible: ¿por qué su primo En- militar. Había combatido por la Re-
rique Valdez Concha decidió hacerle volución Liberal y hasta fue edecán
la guerra a su tío Carlos Concha? Don de Alfaro, pero al poco tiempo se
Jorge respira hondo y empieza a res- retiró con el grado de coronel, para
ponderme, como queriendo liberarse hacerse cargo del ingenio de azúcar
de un peso que hubiese cargado des- de su familia. En 1910 reingresó al
de hacía mucho tiempo: He guarda- ejército, como jefe del batallón “Mi-
lagro”, formado por peones de su
do un largo silencio sobre estas cosas,
ingenio, ante la amenaza de guerra
porque esa guerra destrozó y enfrentó con el Perú. Y en 1912 intervino con
a mi familia, y yo, como el primo ma- su peonada en la guerra civil, apo-
yor que quedaba, decidí volver a unir yando al ejército gubernamental
esos pedazos rotos de la familia Con- que dirigía el general Plaza.
cha. Pero es llegada la hora de hablar En pago a ese respaldo, Plaza, ape-
con la verdad por delante. nas posesionado de nuevo como
Como usted conoce, el padre de Presidente, decretó en 1912 la can-
Enrique, don Rafael Valdez Cervan- tonización de Milagro y nombró a
Enrique Valdez como Jefe Político.
tes, fue un poderoso empresario, que
Al año siguiente, cuando su tío Car-
fundó en Milagro el ingenio Valdez. los se alzó en Esmeraldas, Enrique

38
No. 40 • Un encuentro con la historia

Valdez se puso al lado del gobierno Quizá alguien tuvo miedo de que
y acudió al norte de Manabí, con su las fuerzas de tío y sobrino llegaran
batallón “Milagro”, para barrer con finalmente a unirse y dieran al traste
las guerrillas de Concha que había con el gobierno de Plaza. Por eso de-
en la región. En gratitud, Plaza lo cidieron empujar a Enrique para que
designó Subjefe del Estado Mayor fuera con sus tropas a Esmeraldas, a
del Ejército. sacarles las castañas del fuego. Y el
mismo Enrique parece que se creyó
El relato del doctor Pérez Concha el cuento de que era insustituible
“porque sólo un Concha podía sa-
es conmovedor, pero hay cabos que
car a otro Concha de las selvas de
quedan sueltos. Todo muestra, le digo, Esmeraldas”. Terrible y fatal error
que Enrique Valdez era un poderoso el suyo, porque así traicionaba, por
socio político del general Leonidas intereses crematísticos, al tío que lo
Plaza. ¿Hacía falta un chantaje para había ayudado y sostenido cuando
que él fuera a Esmeraldas, si ya se ha- estudiaba en el exterior, concluye el
bía revelado enemigo de su tío Carlos embajador.
y de la revolución esmeraldeña?
Ése es un enigma de la historia, me Llegados a este punto, suelto final-
responde don Jorge, y agrega: mente la otra pregunta sensible: ¿Por
qué Enrique Valdez, en el combate
de Camarones, no fue apresado sino
muerto por los rebeldes?
Según sé, la muerte de Enrique fue un
hecho determinado por la fiereza del com-
bate, dice el historiador y diplomáti-
co, que luego se queda en silencio. Y
yo hallo que ya es hora de terminar
con estas preguntas que han tocado
el alma de mi interlocutor, por lo que
agradezco su invitación y me retiro,
gratamente sorprendido de su hones-
tidad intelectual.
Tiempo después, vuelto ya al
Ecuador, don Jorge me hace llegar una
valiosa documentación sobre ese con-
flicto, incluido el juicio seguido a Car-
los Concha tras su captura. En éste, el
líder revolucionario se declaró jefe y
principal responsable de esa guerra y
afirmó que no podía determinar quien
fue el autor del disparo que tumbó a
Enrique Valdez, pero que sabía que el

39
coronel Valdez fue uno de los primeros el anhelo de liberarse del concertaje,
que murió en la acción de Camarones, por ese brutal sistema de explotación a los
cuanto iba a la vanguardia. trabajadores que campeaba en el país.
El mismo Alfaro denunció en 1896:
***
Cien años después de esa revo- Tenemos en las provincias del Lito-
lución, es necesario ir más allá de la ral una clase de gente campesina,
simple crónica de los hechos y de la conocida con el nombre de peones
conciertos; esclavos disimulados,
interpretación tradicional de aquel
cuya desgraciada condición entraña
largo y sangriento conflicto. una amenaza para la tranquilidad
La historia tradicional nos habla pública, el día que un nuevo Espar-
de una epopeya provincial, en la que taco se pusiera a la cabeza de ellos
toda la sociedad esmeraldeña habría para reivindicar su libertad.
luchado unitariamente contra el po- En el curso de la campaña del año
der central, bajo el liderazgo del coro- anterior, recibí muchas insinuacio-
nel Carlos Concha. Pero la memoria nes de soldados que eran peones, en
social, recogida en gran medida por la el sentido que esperaban de mí un
decreto que los redimiera de su con-
literatura esmeraldeña, revela que el
dición de esclavos.
pueblo campesino actuó con su pro-
pia meta, que era la lucha contra el
concertaje. No hay que extrañarse, pues, de
que la Guerra de Esmeraldas fuera
Hay que precisar que los herma-
también, para el pueblo combatiente,
nos Vargas Torres y Concha Torres fi-
una lucha contra el concertaje, entre
guraban entre los terratenientes de su
otras razones porque los afrodescen-
provincia y habían actuado tradicio-
dientes que antes fueran oficiales del
nalmente como los líderes políticos de
ejército alfarista, habían asimilado las
ella. Eran liberales de hueso colorado y
ideas del liberalismo radical, que pro-
leales alfaristas. Y los Concha iniciaron
ponía la eliminación del peonaje ser-
esa última guerra con ánimo de ven-
vil y la repartición de tierras.
gar la muerte de Alfaro y sus tenientes.
Incluso hay pruebas de que buscaban En ese marco, las brutales acciones
evitar con su lucha la entrega de las de las fuerzas del placismo (asesina-
islas Galápagos a los Estados Unidos, tos, torturas, violaciones y saqueos)
como pretendía Leonidas Plaza. fueron respondidas con similar furor
por parte de los conchistas. Con razón
Pero esos hechos políticos no pue-
se dice que las peores guerras son las
den ocultar la realidad social que sub-
llamadas “civiles”, porque en ellas no
yacía en Esmeraldas, donde reinaba
se toman prisioneros ni se respeta el
el concertaje con toda su crueldad.
derecho de gentes.
Tampoco podemos olvidar que, ya
desde la Revolución del 95, muchos Un hecho a destacar es el carácter
pobres de Costa y Sierra actuaron con social que alcanzó el conflicto cuando

40
No. 40 • Un encuentro con la historia

fue también un pensador


radical, que se interesaba
por la economía nacional
y las causas de la pobreza
del pueblo.
Tras su captura y la
rendición negociada de
sus seguidores, ésta ya en
el gobierno de Baquerizo
Moreno, el coronel Con-
cha se trasladó a Guaya-
quil, donde se hospedó en
casa de su hermana Teresa
los rebeldes saquearon haciendas e Concha de Pérez.
incautaron el ganado de los terrate- El líder revolucionario estaba en-
nientes enemigos, como Luis Tello y fermo y afectado por la derrota, pero
su padre homónimo, Federico Estupi- seguía muy atentamente los sucesos
ñán, Carlos Paredes, Felipe Calderón, del país y los pasos de sus enemigos,
Arístides Becerra, Leonardo y José que eran el general Plaza y la banco-
Palacios; asaltaron casas de ricos opo- cracia de Guayaquil, enriquecida gra-
sitores, como Buenaventura Reyes, y cias al contubernio con el placismo.
apresaron, flagelaron o ajusticiaron a Desde allí sostuvo una nutrida co-
propietarios sospechosos de colabo- rrespondencia con el coronel Carlos
rar con Plaza. Andrade, hermano del difunto ge-
Eso convirtió a la guerra civil en neral Julio Andrade, otra víctima del
una creciente guerra social, de prole- placismo, En ella quedó reflejada su
tarios contra propietarios. Y según las preocupación por la situación de las
acusaciones oficiales, en todas esas islas Galápagos, que el gobierno de
acciones tuvo papel protagónico el Plaza había pretendido vender a los
mayor Federico Lastra, el jefe militar EE. UU., país que, según Concha, an-
más ligado a las masas campesinas y siaba “llevárselas con o sin nuestra
al pueblo negro. voluntad” para asegurar la defensa
del canal de Panamá.
***
Pese a su enfermedad, tuvo luci-
Carlos Concha no fue solo un líder dez para ver de cerca los latrocinios
guerrillero provincial. Fue también de la bancocracia y prever el gravísi-
un nacionalista apasionado, al que mo conflicto social que se avecinaba,
le preocupaban muy seriamente las por causa de las fraudulentas emisio-
ambiciones de los EE. UU. sobre las nes monetarias hechas por los bancos.
islas Galápagos, como lo había expre-
En carta del 2 de enero de 1916 le
sado en el Manifiesto de Tachina. Y
decía a Andrade que en el puerto ha-

41
bía “protestas de todas partes y mur- co de la enormidad de todo esto, que
muración general que tiene a todo el puede ser causa de mil miserias.”
mundo en alarma”. Y en otra del 14 La verdad es que el pueblo tardó
de enero agregaba que “los asuntos unos años más en reaccionar contra el
del Banco Comercial y Agrícola, sus saqueo de la bancocracia, porque recién
emisiones de billetes sin respaldo en se hallaban en proceso de formación
oro son asuntos bien interesantes y sus organismos de lucha: sindicatos y
graves, que pueden dar al traste con asociaciones laborales. Para entonces,
el trabajo y economías de un gran nú- Carlos Concha ya había muerto en Es-
mero de gentes.” meraldas, el 12 de abril de 1919.
Al año siguiente, el 25 de enero
de 1917, el radical Concha le des- ***
cribía a su amigo “el desconcierto, ¿Qué consecuencias tuvo para el
el descontento general y la pobreza Ecuador y la “Provincia verde” la Re-
acompañando todo esto. Parece bas- volución de Esmeraldas?
tante para que todo acabe en jaleos.”
La primera es que enriqueció no-
Y vaticinaba: “Nos espera algo gran-
tablemente a ciertos grupos oligárqui-
de con los asuntos del Banco Comer-
cos. Es sabido que una guerra es siem-
cial y Agrícola. El gobierno ha tenido
pre una desgracia social, pero un gran
complacencia con esta institución, a
negocio para vendedores de armas y
trueque del dinero que a su vez le ha
financistas del conflicto. Esa guerra
dado para sus apuros, y es el caso que
enriqueció y empoderó a la banca
parece que hay una gran emisión de
guayaquileña, a la que el gobierno
billetes sin respaldo de oro. Está cal-
de Plaza recurrió una y otra vez en
deándose la atmósfera...”
pos de fondos. Y el Banco Comercial
En la última carta, del 2 de febre- y Agrícola triplicó su papel moneda,
ro de 1917, le decía que las denuncias tanto para prestar al gobierno como
“contra el Banco Comercial y Agríco- para sus propias especulaciones.
la, así como la que se empieza con-
El país sufrió una creciente infla-
tra la Sociedad de Agricultores, han
ción y las gentes exigieron a los ban-
preocupado al gobierno, puesto que
cos que les cambiaran sus billetes por
estas dos trincas se encuentran muy
metálico, según permitía la ley, pero
vinculadas a él, al amparo del cual
los banqueros pidieron a su gobierno-
han hecho sus fraudes. Muy sabido es
socio-cliente que dictara una “Ley
ya que hay emisiones sin respaldo de
Moratoria”, liberándoles de la obli-
oro y solo así se comprende que este
gación de cambiar por monedas de
banco haya dado dividendos del 30%.
oro o plata sus papelitos de colores. El
Muy pronto se demostrará la com-
Congreso, liderado por el senador y
plicidad del gobierno en todos estos
bancócrata Enrique Baquerizo More-
robos. No se da bien cuenta el públi-
no, aprobó esa ley en octubre de 1914,

42
No. 40 • Un encuentro con la historia

lo que vino a consagrar el atraco de los firmantes del célebre “Pacto de los
los bancos a la sociedad entera. Caciques” organizado por Guevara
Poco después terminó el gobierno Moreno a favor de Velasco, y quien
de Leonidas Plaza y fue elegido presi- fue senador y Ministro de Gobierno.
dente el bancócrata Alfredo Baqueri- Y a él lo sucedió en el cacicazgo su
zo Moreno, quien negoció la paz con hijo Julio Plaza Ledesma, que fue Pre-
Carlos Concha, entonces preso en el sidente de la Cámara de Diputados y
panóptico, y pacificó a la provincia re- Director Nacional del Seguro Social.
belde. Y así comenzó el reinado de la Y a éste su primo Gilberto Plaza Chi-
“bancocracia”, durante el cual gober- llambo, que fue alcalde y legislador,
naron directamente los banqueros de amigo de Velasco Ibarra y compadre
Guayaquil o sus funcionarios. de Jaime Roldós.
A Baquerizo, accionista del Banco Con sus conocidos métodos de
del Ecuador, le sucedió en el mando clientelismo y violencia, el caciquis-
José Luis Tamayo, abogado del Ban- mo se sostuvo en Esmeraldas hasta
co Comercial y Agrícola. Ironías de la hace unas décadas, en que sucumbió
vida, Tamayo era cuñado de Carlos ante la emergencia de nuevas fuerzas
Concha, y debió enfrentar en 1922 la políticas.
revuelta popular de Guayaquil, cau- En fin, el concertaje quedó sin piso
sada por la inflación y especulación con la supresión de la prisión por
bancarias y por su secuela de hambre deudas en 1918. Pero el problema de
y miseria. Su gobierno la resolvió ma- la tierra ha continuado latente y la si-
tando a cientos de manifestantes, que tuación de la negritud esmeraldeña
luego fueron arrojados a la ría. ha seguido marcada por la marginali-
Entre tanto, en Esmeraldas, los dad, la insalubridad y el olvido.
antiguos jefes conchistas se volvieron Y en esas estamos todavía, tratan-
empleados del régimen de la ban- do como país de levantar la cabeza y,
cocracia liberal, pues pensaron que como sociedad, de recuperar la me-
su lucha había sido solo contra “la moria perdida.
tiranía de Plaza”. Así, unos fueron
gobernadores y otros jefes políticos
o intendentes de policía. A su vez, el
liderazgo político provincial pasó de
los Concha Torres a su sobrino Pedro
Concha Enríquez, primo y ministro 1 Por confidencia de mi amigo Nelson Estu-
piñán Bass llegué a conocer que el padre
de Velasco Ibarra,1 y luego a nuevos
del Dr. José María Velasco Ibarra, el Ing.
“caciques liberales-velasquistas” sali- Alejandrino Velasco Sardá, fue hijo natural
dos de la misma matriz política. de don Uladislao Concha Piedrahita, pa-
dre de los Concha Torres. Y de ahí nació la
Uno de ellos fue el famoso coman-
posterior relación familiar y política entre
dante César Plaza Monzón, uno de Velasco Ibarra, por un lado, y los Concha y
sus herederos políticos, por otra.

43
HECHICERAS Y ADIVINAS DE LA AUDIENCIA DE
QUITO PROCESADAS POR EL TRIBUNAL DE LA
INQUISICIÓN DE LIMA
Mtra. Jenny Londoño López *

Orígenes del tribunal de la


Inquisición.
El Santo Oficio de la Inquisición
surgido en Europa, en 1233, como el
brazo represivo de la Iglesia, fue una
poderosa arma en el proceso de cristia-
nización de los pueblos de Europa y de
América. A fines del siglo XV y como
producto de una Bula papal de Inocen-
cio VIII, de 1484, que exhortaba a los
inquisidores a castigar a las brujas, con
mayor celo, se desató una ola de per-
secuciones, en la que miles de mujeres
europeas acusadas de brujería fueron
torturadas y quemadas vivas. Ellas re-
presentaban un poder ancestral, que de rituales mágicos, esas mujeres esta-
se mantenía soterradamente, pese al ban ahora enfrentadas al poder de la
sometimiento de la cruz y la espada. Iglesia y actuaban como una silenciosa
Otrora diosas de la fertilidad, curan- fuerza de resistencia, que desafiaba al
deras, parteras, sobanderas y yerbate- etnocidio en marcha.
ras, dueñas de los saberes originales La brujería existía desde el principio
sobre las plantas curativas y herederas de los tiempos, el pensamiento mágico
aparece desde las sociedades primiti-
* Jenny Londoño López es Maestra en Cien-
cias sociales con mención en Género y Desa- te de varias organizaciones de Mujeres, en-
rrollo, por la FLACSO, Licenciada en Socio- tre ellas la Coordinadora Política de Muje-
logía y Ciencias Políticas por la U. Central res Ecuatorianas y el Frente Continental de
del Ecuador. Miembro de la Academia Nal. Mujeres contra la Intervención Imperialista,
De Historia y de la Casa de la Cultura Ecua- Capitulo Ecuador. Es escritora y poeta y ha
toriana. Ha sido activista del Movimiento publicado varios libros de historia de las
Nacional de Mujeres, fundadora e integran- mujeres, narración y poesía.

44
No. 40 • Un encuentro con la historia

vas, es pues un viejo fenómeno univer- la Iglesia fue y sigue siendo la institu-
sal. En Europa, Asia y África pululaban ción más poderosa y cogobernante en
los magos, brujos y nigromantes, que Europa y era la que denunciaba, inves-
hasta entonces no habían sido perse- tigaba, torturaba y enviaba al castigo
guidos en ninguna de esas latitudes, mayor, a los condenados por brujería
porque ese tipo de magia era conside- y/o herejía.
rada blanca, es decir, sin ninguna con- Sobre las cifras hay una aguda polé-
notación peligrosa o atentatoria de las mica, Kurtz totaliza en 300.000 las víc-
gentes que la practicaban, que eran por timas de la caza de brujas en Europa, lo
lo general personas de los sectores ple- cual significaría por lo menos 200.000
beyos, o también conocidos como po- para Alemania. Robert Steel fija en
pulares. Con la institucionalización del 70.000, las de Inglaterra y Juan Anto-
cristianismo se comienza a perseguir las nio Llorente dice que en todo el tiempo
artes de las brujas como algo maligno, y de duración de la Inquisición española
se les empieza a calificar de herejes. solo hubo 31.912.2 Jean-Michel Sallman
posee datos de más de 2000 ejecucio-
El Código Teodosiano promulga por nes de brujas en varias regiones de la
primera vez, una Ley en contra del Europa Central, y señala que: “En los
ejercicio de la magia, en el año 429. siglos XVI y XVII, las probabilidades de
En 534, el Segundo Código de Justi-
ser objeto de acusaciones de brujería y de
niano prohíbe consultar a los astrólo-
gos y adivinos por ser una <profesión sufrir ejecución por ello, eran cuatro veces
depravada>. El concilio de Elvira, en mayores para la mujer que para el varón”.3
306, declara que matar a través de un En realidad, ahora mismo es difícil
conjuro es un pecado y la obra del dilucidar el número real de ejecucio-
demonio. El concilio de Laodicea, so- nes y torturas porque en muchos casos
licita en 360, la excomunión de todo
fueron destruidos los archivos o no
aquel que practique la brujería o la
magia. Durante la Edad Media, la
se dejaban constancias de lo actuado.
Iglesia, y en especial la Inquisición, si Incluso, es posible que muchos de los
bien no prendieron directamente las descendientes se hubieran preocupado
piras, participaron activamente en ge- por hacer desaparecer dichos infaman-
nerar el clima de violencia y paranoia tes documentos que no solo castigaban
misógina que apareció en esa época.1 a las personas acusadas de brujería,
sino también a toda su descendencia,
Ciertamente, la Iglesia no era la a quienes desterraban, dejándolos en
que prendía las piras, ya que lo hacía la más absoluta miseria, por otro lado,
el aparato penal, dependiente del po- los mismos curas que impulsaban los
der político y del poder religioso de
2 Datos citados por Testas Guy: “La Inquisi-
la Iglesia, pero como todos sabemos,
ción”, Oikous Tao S.A. ediciones, Barcelona,
1970. p.82.
1 Guy Bechtel (2001). «Capítulo 3: La bruja». 3 Sallman, Jean-Michel: “La Bruja”, en Georges
Las cuatro mujeres de dios. Montevideo, edi- Duby y Michelle Perrot: Historia de las Mujeres,
torial Zeta. ISBN 978-84-96778-78-8. Tomo 6, Editorial Taurus, Madrid, 1993, p.210.

45
juicios estarían dispuestos a destruir los alemanes sienten vergüenza de indicar
registros de aquellos procedimientos a los turistas el lugar donde está ubica-
que hubieran podido ser juzgados en do el Museo.4 En Alemania fue donde
la posteridad. se concentró el mayor número de mu-
En el campo de lo jurídico, las jeres procesadas y asesinadas por la
prácticas de la Inquisición no tuvieron Inquisición.
nada que envidiar a los más crueles y Durante la ejecución pública, se
abyectos sistemas penales y carcelarios asesinaba bárbaramente al reo y se
de la Europa medieval. El castigo cor- convertía en cómplices a todos los
poral, la humillación personal, la tor- curiosos que participaban de la fiesta
tura sistemática (dolor físico, hambre, punitiva. Como diría Foucault, “en el
sed, tormento moral y psicológico), la castigo–espectáculo un horror confuso
exposición pública, la utilización de brotaba del cadalso, horror que envolvía
cualquier tipo de testigos, las prome- a la vez al verdugo y al condenado y que
sas falsas y los engaños fueron armas si bien estaba siempre dispuesto a conver-
que se utilizaron simultáneamente por tir en compasión o en admiración la ver-
el Santo Oficio, y con todo el rigor de güenza infligida al supliciado, convertía
su poder absoluto. regularmente en infamia la violencia legal
Todavía hoy se pueden observar en del verdugo”.5
el Museo de la Inquisición de Núrem- A partir del siglo XVI la persecu-
berg, Alemania, los aparatos de tortura ción inquisitorial cambió de rumbo y
que superan toda la inventiva actual fueron perseguidos preferentemente
en la materia, entre ellos el llamado los protestantes y partidarios de la Re-
Princesa de Núremberg, especie de tro- forma, sin que por ello dejaran de ser
no de madera, con figura de princesa, perseguidos otro tipo de delitos. “La
en el que al sentarse la mujer procesa- Iglesia utilizó procedimientos inquisito-
da, se le cerraban las puertas que con- riales desde su llegada al poder y prestó la
tenían unos largos palos puntiagudos Inquisición como aparato de represión al
que se clavaban en las partes más sen- mismísimo poder temporal. Hasta el siglo
sibles del cuerpo femenino. Algunos XIX, la Inquisición perduró como aparato
ideológico del Estado aplicado a la defensa
de un orden espiritual-temporal heredero
de la Contrarreforma.”6 Sobra añadir que

4 Testimonio del Ingeniero Químico Ale-


jandro Benjumea Londoño, quien visitó el
Museo de la Inquisición en Nuremberg, a
mediados de 2013.
5 Foucault, Michael: “Vigilar y Castigar, naci-
miento de la prisión. “ Siglo XXI Editores, p.16.
6 Vásquez Montalbán, Manuel: “Historia y
comunicación social”. Alianza Editorial,
Madrid, 1985, pp. 38-39.

46
No. 40 • Un encuentro con la historia

en estos casos también se despojaba a dam, y el Norte de África, y, sobre todo,


los convictos de todas sus pertenen- en el Imperio otomano.
cias: tierras, casas, dinero, talleres, y Pero muchos judíos judaizantes, de
posesiones de todo tipo, que pasaban los cuales no se tienen cifras, pues ob-
al poder de la Iglesia. viamente llegaron a los territorios de
No obstante, a finales del  siglo la América Española para esconderse,
XIV  hubo en algunos lugares de Es- y trataron por todos los medios de mi-
paña una ola de violencia antijudía, metizarse, se ubicaron -por lo general-
alentada por la predicación de Ferrán en pueblos pequeños alejados de los
Martínez, arcediano de Écija. Fueron centros más poblados y por tanto con
especialmente cruentos los pogro- mayor control político y religioso. Estos
mos de junio de 1391: en Sevilla fue- judíos son conocidos como Judíos Se-
ron asesinados cientos de judíos, y se farditas y existen varios trabajos impor-
destruyó por completo la aljama,7 y tantes que en el Ecuador han seguido
en otras ciudades, como Córdoba, Va- las pistas de esta diáspora y su radica-
lencia o Barcelona, las víctimas fueron ción en algunas provincias del país, en
igualmente muy elevadas.8 donde quedaron vestigios de su presen-
La cifra de los judíos que salieron cia a través de los apellidos y los nom-
de España no se conoce, ni siquiera con bres que se colocaban, las comidas que
aproximación. Los historiadores de la preparaban y algunas formas de convi-
época dan cifras elevadísimas (Juan de vencia para pasar desapercibidos por
Mariana habla de 800.000 personas, e los grandes poderes de la Iglesia. Algu-
Isaac Abravanel de 300.000). Sin embar- nos de los historiadores que han escrito
go, las estimaciones actuales reducen sobre este tema de los Judíos Sefarditas:
significativamente esta cifra (Henry son: Jorge Núñez Sánchez, Ricardo Or-
Kamen estima que, de una población dóñez Chiriboga y Nécker Franco.
aproximada de 80.000 judíos, aproxi- La Inquisición cumplió en América
madamente la mitad —unos 40.000— y a cabalidad, el objetivo de imponer a
optaron por la emigración).9 Los judíos sangre y fuego las concepciones y los
españoles emigraron principalmente a dogmas religiosos del Catolicismo y de
Portugal (de donde volverían a ser ex- impedir el acceso a las ideas progre-
pulsados en 1497) y a Marruecos. Más sistas. En los pueblos colonizados por
adelante, los sefardíes, descendientes España, el Santo Oficio persiguió, en
de los judíos de España, establecerían primer lugar, a los que sostenían pro-
florecientes comunidades en muchas posiciones o creencias heréticas, a los
ciudades de Europa, como Ámster- judíos judaizantes y a quienes defen-
dían sus saberes y cultos ancestrales.
7 Kamen, Henry: La Inquisición Española; p. 17 Los delitos perseguidos eran de una
8 Kamen ofrece cifras aproximadas para las
víctimas de Valencia (250) y Barcelona (400).
amplia variedad, mientras a los hom-
No aporta datos concretos sobre Córdoba bres se los procesaba por causales tales
(Kamen, op. cit., p. 17) como herejía y apostasía, blasfemias,
9 Kamen, op. cit., pp. 29-31. bigamia y poligamia, suplantación de
47
la investidura sacerdotal, matrimonio Curiosamente, sería una mujer, “la
de frailes, en raros casos, por “solici- reina María Cristina de Borbón –quien
tación” (pedido de favores sexuales asumiera la regencia de España luego
por parte del confesor) y “prácticas de la muerte de Fernando VII, durante
sexuales” prohibidas (homosexualis- la minoría de edad de su hija, la infan-
mo, pederastia, etc), a las mujeres se ta Isabel, quien aboliría definitivamen-
las procesó generalmente por causales te a la temida Inquisición, el 15 de julio
de superstición, curanderismo, bruje- de 1834”.11
ría, prostitución, promiscuidad sexual
y ninfomanía. La acción inquisitorial contra
“La Inquisición fue abolida prime- las idolatrías
ro, por Napoleón en Chamartín, el 4
de diciembre de 1808. Después, “por El tribunal del Santo Oficio se esta-
el texto constitucional de Bayona y el bleció en Lima por Cédula Real de Feli-
decreto de las Cortes de Cádiz, el 22 de pe II, del 25 de enero de 1569. En Perú,
febrero de 1813, cuando promulgaron todo el aparato represivo inquisitorial se
la incompatibilidad de la Inquisición concentró en procesar herejes, apósta-
con la Constitución de la monarquía tas, blasfemos, supersticiosos y lectores
española proclamada el 19 de marzo de libros prohibidos, pero también se
de 1812, pero no supuso la extinción preocupó de las llamadas “idolatrías” y
del Santo Oficio, pues la Inquisición de las prácticas mágicas y adivinatorias
fue restablecida por Fernando VII en de los habitantes del Nuevo Mundo.
1814. Fue nuevamente suprimida por En la Audiencia de Quito había un
la aplicación de la Constitución du- capítulo de la Inquisición, donde em-
rante el Trienio liberal, una vez que el pezaba la persecución e investigación
rey Fernando VII, ya restaurado como de los reos, que después eran enviados
rey absoluto después de la interven- para su procesamiento a Lima. A me-
ción militar de los Cien Mil hijos de diados del siglo XVII, el Inquisidor era
San Luis y siguiendo los consejos del el doctor Matheo de Amusquibar, quien
duque de Angulema, no se atrevió a presidía la corte inquisidora, acompa-
restablecer al Santo Oficio, aunque, un ñado del ordinario de Quito, fray To-
momento, dejó actuar las Juntas de Fe
que no eran otra cosa más que la mis-
ma Inquisición.”10

10 Gérard Dufour: ¿Cuándo fue abolida la In-


quisición en España? (Université de Pro-
vence – UMR Télemme), en Cuadernos de
Ilustración y Romanticismo. BIBLID : 1132-
8304(2005); nº 13; 93-10730-IX-2005.
11 Guzmán, Jaime: “Los misterios de la Inqui-
sición”, Edit. El Libro Español, México DF,
1962., pp. 104-105.

48
No. 40 • Un encuentro con la historia

más de Santiago Concha, de la Orden “Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas
Franciscana, “ex-definidor, ex-provin- de la fe”. Otro caso, aunque de diferente
cial, doctor en teología, catedrático de contenido, es el de Ángela de Carranza,
Prima y jubilado de la Universidad de procesada en el Perú, entre 1689 y 1694 y
San Marcos, examinador sinodal, cali- analizado por María Emma Mannarelli en
ficador y consultor de la Inquisición”. su libro “Hechiceras, Beatas y Expósitas:
Había además otros miembros consul- Mujeres y poder inquisitorial en Lima”.13
tores, tales como fray Francisco Xavier Otro objetivo del Santo Oficio fue
Torrejón, “de la Real y militar orden de la lucha enconada contra las llamadas
Ntra. Sra. de la Merced, ex provincial “idolatrías”, es decir, contra las creen-
y catedrático de Segundas Vísperas de cias religiosas, cultos y rituales de los
Teología de la misma universidad”; habitantes originales de estas tierras.
fray Tomás de Velasco, de la Orden de Los eclesiásticos europeos sabían que
Predicadores, y el padre Juan Sánchez, dichas creencias constituían el reducto
de la Compañía de Jesús, catedráticos más íntimo e inexpugnable de los venci-
de artes y sagrada teología”.12 dos y que, si no lograban sustituirlas por
Convertida en “brazo persecutor y la religión católica, era muy difícil im-
sancionador de la Iglesia”, la Inquisición poner la dominación europea como un
tuvo en América el objetivo fundamen- mandato de la voluntad divina. Y esto
tal de perseguir y castigar las herejías. lo comprobaron hasta la saciedad, en
En este marco, la Iglesia vigilaba celosa los múltiples levantamientos indígenas,
y rigurosamente el que personas legas, en los que a menudo fueron las mujeres
no aptas y preparadas para la discu- indias las más feroces rebeldes y com-
sión religiosa, interviniesen en asuntos batientes contra los curas y su Iglesia,
de la fe. En lo particular, las mujeres mostrando en ocasiones un repudio tan
estaban prohibidas de opinar sobre la frontal hacia éstos que no dudaron en
doctrina religiosa, por ser consideradas matarlos y arrancarles el corazón como
las más incapaces. De ahí que algunas parte de un ritual ancestral de vengan-
monjas y beatas fuesen interrogadas o za, como en el caso de Lorenza Peña, Ja-
amedrentadas por el Santo Oficio en cinta Suárez y Lorenza Avimañay.
las colonias hispanoamericanas. El sistema colonial buscó eliminar
Recordemos aquí, a modo de ejem- por todos los medios la pertinaz resis-
plo, la sorda persecución a sor Juana tencia cultural indígena, y en esta tarea
Inés de la Cruz, en Nueva España, que compitieron virreyes y obispos. María
terminó “en una derrota de la pensadora Antonia Garcés señala, que el concepto
y escritora y no en una simple y humillan- de brujos o hechicheros no existía en
te conversión de la monja, como lo preci- el mundo andino, éste fue traído por
sara Octavio Paz en su magnífico ensayo
13 Mannarelli, María Emma: Hechiceras, Bea-
12 Archivo Histórico Nacional de Madrid (en tas y Expósitas: Mujeres y poder inquisitorial
adelante AHNM), Fondo Inquisición, Lega- en Lima. Ediciones del Congreso del Perú,
jo 5346. F.13. Lima, 1998.

49
los españoles y que, en el
Perú, a partir de la acción
proselitista de la Iglesia, el
demonio se convirtió en el
padre de la idolatría.14
Los casos más conoci-
dos de extirpación de ido-
latrías, según María Luisa
Laviana, “son los del Perú
y particularmente los del ar-
zobispado de Lima, auténtico
epicentro de las campañas ex-
tirpadoras, sobre todo, a par-
tir de 1609,” con la acción del arzobispo En su “Instrucción general para
Lobo Guerrero. En cambio señala que Visitadores”, Toledo les encargó ave-
en el arzobispado de Quito “no abun- riguar “que indios hechiceros hay en
dan las fuentes, sobre este tipo de acti- cada repartimiento y el daño que han
vidad ni siquiera para los siglos XVI y hecho, y hacen, para la conversión de
XVII”.15 los indios, y la orden que se podrá te-
En efecto, en el Perú, el virrey Fran- ner para excusar que no hagan daño
cisco de Toledo (1569-1581) aseguraba ni impidan la doctrina”. De otro lado,
que el principal objetivo de la visita “en lo que toca a los dogmatizadores...
general y personal suya era el “de extir- se instruía que “se podría y debía pro-
par idolatrías, hechicerías y dogmatizadores ceder contra ellos hasta (con) penas de
para que la doctrina del Evangelio caiga en muerte”.17 El control del virrey se diri-
disposición y tierra que pueda hacer fruto”.16 gió prácticamente contra todos los as-
Recogió así, una serie de normativas en pectos de la cultura indígena, por con-
sus famosas Ordenanzas, de cuyo cum- siderarla una trinchera de resistencia a
plimiento se encargó a los visitadores la dominación. Por ejemplo, combatió
enviados a cada provincia del virreina- toda representación artística de los in-
to: entre otros, al licenciado Francisco de dios, porque reproducían sus antiguos
Cárdenas y el doctor Hinojosa, enviados ídolos y dioses, en especial “las pintu-
a la provincia de Quito, a Bernardino de ras y figuras que tuvieren en sus casas
Loaysa y el doctor Molina, enviados a la y edificios” y mandó que las quitaran
provincia de Guayaquil y Portoviejo y
al capitán Juan de Narváez, enviado a la 15 Laviana, María Luisa: “Brujas y curanderas de
de Zamora, Loja y Jaén. la Colonia”, Universidad Estatal de Bolívar ,
Quito, 1996, pp. 8-9.
14 Garcés, María Antonia: Fundaciones míti- 16 Sarabia Viejo, María Justina: Francisco de
cas: El cuerpo del deseo en Waman Puma Toledo. Disposiciones gubernativas para el
en “Mujer y cultura en la Colonia Hispanoa- virreinato del Perú. 1569-1574. EEHA, CSIC,
mericana”, Mabel Moraña ed., Biblioteca de Sevilla, 1986, p.252.
América, Universidad de Pittsburgh, 1996. 17 Ibíd, p.253.

50
No. 40 • Un encuentro con la historia

y que en su lugar colocasen “cruces y una comunidad, en la que todos son


otras insignias de cristianos”. indígenas y en la que, la actividad fun-
María Luisa Laviana, en “Un proce- damental que ejercen los acusados/
so por brujería en la costa ecuatoriana as de brujería es la del curanderismo.
a fines del siglo XVIII: La punta de San- Cabe aquí pensar que, la misericordia
ta Elena, 1784-1787”, analiza un juicio del poder eclesiástico tuvo que ver con
sumario por brujería que fue resuelto el hecho de que “la jurisdicción sobre
por el Obispo de Quito, Blas Sobrino y los nativos le estaba vedada al tribu-
Minayo. En la península de Santa Ele- nal, pues le estaba reservada al obispo
na, perteneciente a la antigua provin- en su calidad de ordinario.”19 De otro
cia de Guayaquil, se llevó a cabo una lado, se nota que la Iglesia descubrió
cacería de brujos y brujas hacia fines que el repudio de los/as curanderos/
del siglo XVIII. El 20 de enero de 1784 as se debía al relajado y abusivo com-
fueron arrestadas 34 personas, residen- portamiento de los mismos curas pá-
tes en los pueblos de La Punta, Colon- rrocos del lugar.
che, Chanduy y el Morro, entre ellos 25 Como parte de la lucha contra las
hombres y 11 mujeres, de las cuales 10 idolatrías, la inquisición se empeñó
eran indias y 1, mestiza. Todos/as fue- también en perseguir a las mujeres que
ron acusados/as de ejercer la brujería. practicaban la superchería, supersti-
Del proceso descrito y analizado ción y adivinación, o que se dedicaban
por Laviana se desprende que había un a la elaboración de filtros de amor y la
rechazo total de los indios de La Pun- realización de conjuros amatorios. Esta
ta hacia los sacerdotes y la religión ca- idolatría tenía un carácter diferente
tólica, animadversión que 17 años de pues se caracterizaba por una práctica
trabajo evangelizador del párroco Peña urbana, ejercida mayoritariamente por
no lograron cambiar. Por esta animad- mujeres generalmente pertenecientes a
versión, el cura de la localidad, ante el las llamadas castas y cuyas actividades
temor de una airada reacción de sus estaban más relacionadas con el sorti-
feligreses, se rehusó a quemar públi- legio y muy poco con el curanderismo.
camente y en un día festivo los ídolos, Estas mujeres en su mayoría eran con-
materiales e instrumentos de la infide- sideradas de “mala vida”, a causa de
lidad, idolatría y hechizo, como le fuera su promiscuidad sexual o del apoyo
ordenado por el Obispo de Quito, quien que brindaban a otras mujeres en sus
terminó aprobando la libertad de los relaciones sexuales y amorosas.
reos, por considerar que eran indios mi- La Iglesia trataba en general de
serables y que merecían ciertos privile- dirigir la vida de las mujeres hacia el
gios especiales “en razón de su rudeza y cumplimiento de los “mandamientos
de su constitución de néofitos”.18
Este caso, podría inscribirse como 18 Ibíd, pp.117-118.
una idolatría de corte rural, y que apa- 19 Greenleaf, Richard E.: “La Inquisición en
Nueva España, siglo XVI”, Fondo de Cultura
rece como un ejercicio casi colectivo de Económica, México, 1985, p. 187.

51
de la ley de Dios”. Pero, enfrentada a tos, deseos, imaginaciones voluptuosas,
acciones individuales o sociales que delectaciones, movimientos conjuntos del
desafiaban las normas eclesiásticas, alma y del cuerpo, todo ello debe entrar en
esta institución perfeccionó algunos adelante, y en detalle, en el juego de la con-
mecanismos para conocer hasta los as- fesión y de la dirección.”20
pectos más íntimos de la vida de los in- Se procesaba, pues, en el caso que
dividuos, como las relaciones de pareja nos ocupa, a mujeres que reunían to-
y la sexualidad, imponiendo un rígido dos los requisitos de “reos sin posibi-
control sobre la vida privada. Una for- lidad de defensa”, pues no poseían
ma de hacerlo era a través de las ense- ninguna instrucción, pertenecían a
ñanzas que se impartían durante el ser- los estratos subalternos, eran inmen-
vicio religioso, la misa y otros rituales samente pobres, estaban desprovistas
católicos; otra, a través de la coacción de amistades e influencias que pudie-
ejercida con los sacramentos de la con- ran socorrerlas y caían bajo el poder
fesión y la comunión. de quienes habían hecho las leyes, de
Con el primero, se sembraba una quienes normaban la moralidad, de
conciencia de autoanulación de las quienes compartían con el Estado el
mujeres utilizando la pedagogía del control económico y político, de quie-
castigo eterno para reprimir los llama- nes tenían el monopolio de educación,
dos “malos pensamientos”, las enso- de la palabra y de la oratoria.
ñaciones, las fantasías y las pulsiones
eróticas que todo ser humano desarro- Hechiceras de la Audiencia
lla a partir de la producción hormonal de Quito procesadas por la
de sus cuerpos, que tienen como objeto
garantizar la reproducción de la es-
Inquisición.
pecie. A su vez, con el segundo sacra-
El Santo Oficio procesó a varias mu-
mento, el de la confesión, se ejercía una
jeres, acusándolas de practicar bruje-
suerte de vigilancia social, no sólo del
ría o magia negra. Se trataba, en unos
sacerdote, sino también de toda la feli-
casos, de herederas de conocimientos
gresía, que estaba pendiente de quién
tradicionales en la curación con yerbas
comulgaba y de quién no lo hacía.
medicinales, y, en otros, de cultoras de
Como ha dicho Foucault, en aquella
ritos mágicos ancestrales, mantenidos
época “la extensión de la confesión, y de
por indias y negras como elementos
la confesión de la carne, no deja de crecer.
supervivientes de sus destruidas cultu-
Porque la Contrarreforma se dedica en to-
ras originales. Analizando las descrip-
dos los países católicos a acelerar el ritmo de
ciones que ellas mismas aportan en los
la confesión anual. Porque intenta imponer
interrogatorios inquisitoriales, vemos
reglas meticulosas de examen de sí mismo.
que sus prácticas, con muy pocas ex-
Pero sobre todo porque otorga cada vez más
importancia en la penitencia –a expensas,
quizá, de algunos otros pecados– a todas 20 Foucault, Michael: Historia de la Sexualidad 1,
las insinuaciones de la carne: pensamien- siglo XXI Editores.

52
No. 40 • Un encuentro con la historia

cepciones, no entrañaban ningún daño seguido a doña María Francisca, pero


o perjuicio para las personas que bus- ya el daño estaba hecho, ella había sido
caban su ayuda o para los conjurados. asesinada cruelmente y sobre todo, ha-
A pesar de ello, se persiguió indis- bía sido despojada de un importante
criminadamente a curanderas y brujas, capital económico, que la Iglesia no es-
en especial a aquellas que se dedicaban taba dispuesta a devolver.22
a la magia, a la adivinación y a los fil- Entre las mujeres procesadas por la
tros de amor, prácticas realmente ino- Inquisición limeña constan varias per-
cuas pero que se consideraban amena- tenecientes a la Audiencia de Quito. La
zantes en aquella época. De la revisión mayoría de estas mujeres estaba sola,
que el conocido escritor y tradicionista o no tenía un compañero permanente.
peruano Ricardo Palma hizo de los pro- Todas utilizaban las prácticas mágicas
cesos inquisitoriales realizados en Lima para sobrevivir. Sus edades fluctuaban
contra mujeres, se puede deducir que la entre 36 y 50 años. Su nivel educativo
mayoría de éstas pertenecían a estratos era precario, a continuación, destaca-
bajos de la población: mulatas, negras, mos los casos más interesantes:
mestizas e indias, en ese orden. El ma- María Castro Barreto, quien fue pro-
yor número de procesos correspondió a cesada entre 1672 y 1675. Había nacido
mujeres mulatas, que según las descrip- en Guayaquil y tenía 36 años de edad.
ciones eran bellas, sensuales y lascivas Vendía nieve como forma de subsisten-
y tenían edades que fluctuaban entre cia. Fue acusada por consumir coca y
los 28 y 40 años. Se las acusó de celebrar por ser supersticiosa, lo que le valió ser
rituales o prácticas mágicas y también “condenada a 200 azotes que se le aplicaron
de tener una vida sexual desordenada.21 por las calles a voz de pregonero”.23
Sin embargo, hubo una mujer muy Doña Magdalena Camacho, apoda-
rica, bella, y poderosa que fue quemada da “La Camarones”, nacida en Quito y
por la Inquisición, en el Perú, por ser casada con un artillero que se hallaba
“judía, judaizante, convicta, negativa y ausente en Panamá hacía dos años; te-
pertinaz”. Fue entregada al brazo secu- nía 38 años de edad, sin hijos ni oficio.
lar porque ella no se confesó culpable Fue acusada de hechicería “por doce
de los cargos. El Tribunal confiscó to- mujeres mayores y cómplices, de que mas-
dos sus bienes que ascendían a la suma caba coca conjurándola con muchos demo-
de 14.000 pesos, y fue condenada a la nios en orden a atraer a los hombres a la
hoguera y “condenaron también a sus voluntad de las mujeres”.24
hijos y nietos a la inhabilidad e inca-
pacidad para obtener dignidades, be- 21 Palma, Ricardo: “Anales de la Inquisición de
neficios, oficios, así eclesiásticos como Lima”, Madrid, 1897, p. 95.
seglares, ni otros oficios públicos o de 22 Palma Ricardo, Ibíd.
23 Expediente de María Castro Barreto, AHNM,
honra.” Este crimen fue tan alevoso,
Sección Inquisición, Legajo 5345/ 1, No.1.
que este Tribunal de Lima recibió amo- 24 Expediente de Doña Magdalena Camacho,
nestaciones desde España por la brutal AHNM, Sección Inquisición, Legajo 5345,
injusticia cometida en el procedimiento folios 34-62.

53
Doña Catalina de la Torre, apodada hija fuera de matrimonio y que, por ha-
“La Palaveccino”, cuarterona de mes- llarse sola y muy alcanzada de medios
tiza, de estado civil casada, de profe- para subsistir, había recurrido a un cu-
sión costurera, natural de la ciudad de randero llamado Félix Ayangue, para
Guayaquil y avecindada en el puerto que la ayudara. Este, que había sido pe-
de El Callao, y quien fue llamada a jui- nitenciado en dos ocasiones por el San-
cio en 1688, después de que se entregó to Oficio, le había hecho un tratamiento
personalmente. Esta mujer tenía gran “dándole baños con yerbas y flores y agua
fama por sus filtros amorosos, de lo rica y otros varios ingredientes y para que
cual dieron cuenta 25 testigos mayores tuviesen efecto dichos remedios la advirtió
de 25 años. Fue acusada de sortílega ser necesario estuviese con él carnalmente”.
y se obligó a atestiguar en su contra a Ella así lo aceptó y lo tuvo en su casa
14 mujeres acusadas de complicidad, durante 14 años. Con él aprendió todo
coincidencialmente, el mismo número el oficio de curandera y bruja. Adicio-
de años que llevaba ejerciendo el oficio nalmente, aprendió con otra curandera
de adivina. En el juicio se declaró que mestiza, ya difunta, a curar con cuyes.27
la supuesta hechicera había hecho un En 1734, otra mujer guayaquileña
pacto de honor, sobre un crucifijo, con fue acusada de brujería, según reza la
la promesa de que ninguna de estas 14 documentación inquisitorial. Se lla-
discípulas denunciaría a otra de sus maba María Rosalía, era cuarterona de
compañeras ni a su maestra de sortile- mestiza, natural de la ciudad de Gua-
gios y que si alguna era examinada por yaquil, casada, de 40 años y vivía en
el Santo Oficio, debía avisar a las de- El Callao. Se le hizo comparecer ante
más para no caer en contradicciones.25 el comisario del Santo Oficio del pre-
Bárbula de Aguirre, natural del sidio de El Callao. Antes de ser deteni-
asiento de La Tacunga, soltera, de 50 da había sido informada por algunas
años, costurera, fue acusada en 1696, en vecinas y había tenido la posibilidad
el puerto de El Callao, en donde vivía, de encargar a una vecina que vivía
de ser “supersticiosa sortílega para efectos enfrente de su casa el cuidado de una
amatorios”. María de Almeida, también criatura pequeña que estaba criando.
latacungueña, española, casada, ve- Se le acusó de haberse dedicado a rea-
cina del Puerto de El Callao, de edad lizar filtros de amor para mujeres que
de más de treinta años y costurera, fue habían sido abandonadas por su ma-
enjuiciada en diciembre 5 de 1698, por rido o por su amante.28
la misma acusación de su coterránea.26
Estas dos hechiceras declararon haber 25 Expediente de doña Catalina de la Torre,
ANHM, Sección Inquisición, Legajo 5345/3,
sido aprendices de la “Palaveccino”.
No.1.
Chana Caldera, mulata, quien en 26 Expedientes de Bárbula Aguirre y de María
su juicio por brujería hizo las siguien- Almeida, AHNM, Fondo Inquisición, Lega-
jo 5345/3, No.1.
tes declaraciones ante el tribunal que la
27 Expedientes de Rosa Gallardo, y Chana Cal-
examinó: Que era hija natural y que no dera. AHNM, Inquisición Lima, Leg. 5346,
conocía su genealogía. Que tenía una libro 2, años 1739-1740, caso No.5.

54
No. 40 • Un encuentro con la historia

Rituales de brujería
y filtros de amor
En los expedientes estudiados apa-
recen variados rituales para someter a
un hombre a una rendición absoluta en
el amor, para mantener su fidelidad,
para hacer volver al que abandonó a
su compañera o para conseguir ena-
morado de buena fortuna. Cada filtro
de amor tenía sus especificidades y
cada hechicera tenía sus propios ritua-
les. Por ejemplo, Magdalena Camacho,
“La Camarones”, empezaba leyendo la
suerte a sus clientas y para ello hacía
una infusión de coca y la echaba en un
recipiente de porcelana o “lebrillo”, la
hacía beber y luego interpretaba so-
bre las figuras dejadas por el zumo y
los residuos de la coca, que había sido
mascada previamente por la conju- pecializado en destruir los maleficios
rante. Luego, colocaba vino puro en el que otros/as hechiceros/as hubiesen
mismo recipiente y hacía un brindis al realizado con sus clientas y, para ello,
“Inga” y echaba “vaho y humo de ta- utilizaban baños de hierbas olorosas
baco” y echaba especias y hierbas con para las mujeres, a las cuales refre-
las que conjuraba a los demonios.29 gaban sus cuerpos con ají, frutas y
Doña Catalina de la Torre, “la Pala- maíz blanco o morado. Después las
veccino”, también mascaba coca en sus rociaban con aguardiente que habían
conjuros y usaba el aguardiente, pero puesto a calentar previamente, mien-
ella rezaba al “ánima recta” y a la “pa- tras recitaban oraciones a Dios y a la
lla Inga” y repetía textos del evangelio Virgen María, mandándoles que repi-
de San Juan. Usaba una “piedra imán” tiesen dichos baños los días miércoles
y leía las líneas de las manos. También y viernes, pero cuidando de que las
rezaba al sol, a la luna y a los cerros, pi- mujeres que les ayudaran en el mis-
diendo clarividencia. En los interrogato- mo no fueran a comer ni manteca ni
rios, los sacerdotes reducían todas estas sal en ese día.31
invocaciones a la imagen del demonio.
María de Almeida y Bárbula (o
Bárbara) de Aguirre30 se habían es- 29 Expediente de Magdalena Camacho.
30 Según José Toribio Medina, op. cit., esta mu-
jer se llamaba Bárbara.
28 Expediente de María Rosalía, AHNM, Fon- 31 Expedientes de María Almeida y Bárbula
do Inquisición, Legajo 5346/2, No.2. Aguirre.

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Entre las cosas que María Rosalía ritual amoroso, ciertamente recomen-
había solicitado a una de sus clientas dable, preveía un baño caliente con
para hacerle un filtro de amor estaban hojas y yerbas aromáticas y luego un
pocos elementos, aunque algunos ex- sahumerio con rezos esotéricos y la
travagantes como carbón, aguardiente, prohibición de usar esencias de otras
una “llave macho”, pelos de un mono flores que no fuesen los claveles encar-
y plumas de un loro. Del aguardiente nados. También se hacían bebedizos
bebía primero una buena cantidad y con la cocción de un pichón, raíces,
luego tomaba un buche y soplaba so- yerbas y hojas de rábano, que debía to-
bre el cliente recitando palabras extra- mar la clienta y que incluía comerse el
ñas. Prendía el fuego y colocaba en él pichón y beberse su sangre.33
la llave hasta sacarla al rojo vivo, para Rosa Gallardo y otras hechiceras
realizar con ella otros conjuros. En una trabajaban en fórmulas mágicas para
sartén al fuego colocaba luego, apar- conservar la juventud y la belleza, que
tados entre sí, tres o cuatro granos de comprendían “beber aguardiente y mas-
trigo, para ver si su clienta habría de car coca, la que después de mascada echa-
juntarse de nuevo con el hombre que ban en una olleta junto con el aguardiente
la había abandonado, lo que se decidía y lo ponían sobre un brasero encendido
de acuerdo a que los granos se junta- para que hirviese hasta que la quemazón
sen o no. Otro ritual para atraer a los hacía una llamarada, y al tiempo que ardía
hombres y a la fortuna consistía en en- el dicho aguardiente, la dicha rea cogía con
galanar con cascabeles el rabo de un las manos el vaho que despedía, y se untaba
mono y correr desde el patio al corral en la cara para quedar bonita y moza...”34
dándole de fustigaos, mientras decía El zumo que quedaba del masticado de
en voz alta: “¡Vénganse los enamorados la coca, solían escupirlo en la palma de
y la fortuna!”. Para que una mujer conser- la mano y leer la suerte.
vara al marido, debía buscar “un pericote
Entre las cosas que le había enseña-
vivo en día viernes, que la bruja se lo ade-
do el brujo Ayangue a la mulata Chana
rezaría, con ciertos mensures y palabras, el
Caldera, estaba un conjuro para hacer
cual enterrado en la parte donde él orinase
volver a un hombre que se hubiera ido.
volvería á su amistad, previniéndole que
Había que conseguir semen de él y po-
vendría tan violento que á poco que lo hi-
nerlo en un trapito aderezado, con rezos
ciese podría matarla...”32
especiales y luego guardarlo debajo del
Otra de sus recetas consistía en colchón, conjuro que ella misma había
rezar tres credos antes de salir de la realizado y comprobado su eficacia.35
casa y refregar una cabeza de ajos en
el suelo, llamando a las almas de los
condenados, pero antes de salir había 32 Expediente de María Rosalía. AHNM, Sec-
que utilizar aguardiente, en el que pre- ción Inquisición, Legajo 5346, caso No.2.
33 Ibíd.
viamente se debían echar unas hojas 34 Expediente de Chana Caldera.
de tabaco, y con este líquido lavarse 35 Testas Guy y Jean Testas: “La Inquisición”, Edi-
los pechos y las partes pudendas. Otro torial Oikos-tau, Barcelona, 1970, pp. 39-42.

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No. 40 • Un encuentro con la historia

Como podemos ver hay una serie


de elementos comunes como el uso de
aguardiente, vino, tabaco y coca, que
al igual que algunos rezos y conjuros
sugieren un aprendizaje común o una
estrecha comunicación entre las brujas.
Aún entre las de lugares mucho más
distantes. Hay otro elemento interesan-
te que es el del sincretismo presente en
la amalgama de oraciones cristianas con
las invocaciones a los dioses incas, y la
utilización de yerbas aromáticas y cura-
tivas como formas supervivientes segu-
ramente del curanderismo indígena. En
cambio, no parecen estar presentes, en
los casos mencionados, elementos má-
gicos de las culturas negras africanas.

Los juicios y castigos se creaba un nivel de confusión mayor,


La Inquisición aplicaba variados llevando a declarar toda suerte de in-
sistemas de amedrentamiento inquisi- timidades o supuestos delitos que hu-
torial, que comprendían varios pasos: biesen cometido a lo largo de su vida,
encarcelamiento preventivo, encadena- aunque no fuesen parte de las acusa-
miento, largos ayunos y privación del ciones del Tribunal.37
sueño. Si el acusado/a no confesaba En general, la Inquisición contribu-
luego de esta etapa de ablandamiento, yó a dejar en la miseria a todas las per-
se pasaba a una segunda fase, en la que sonas procesadas, engrosando al mismo
se aplicaban suplicios tales como la fla- tiempo las arcas de dicha institución.
gelación, el potro de tortura, la estrapa- Hernando del Pulgar dice al respecto,
da y las brasas. Una tercera etapa incluía que al final “la búsqueda de herejes era una
los borceguíes y la prueba del agua. Los búsqueda de propiedades.”38 En nuestro
acusados/as eran desnudados/as antes caso, todas las condenadas fueron afec-
de cada sesión interrogatoria.36 tadas con la confiscación de sus bienes,
Un problema fundamental consis- con lo cual, si salían vivas del proceso,
tía en la falta de garantías para una quedaban en la más absoluta miseria.
adecuada defensa de las acusadas, en El otro invariable castigo consistía en el
razón de su ignorancia y pobreza. Otro
36 Kamen, Henry: La Inquisición Española,
detalle importante radica en la nega-
Alianza Editorial, Madrid, 1974, p. 192.
ción de los inquisidores a informar a 37 Kamen, Henry: “La Inquisición Española”,
los detenidos sobre cuáles eran las cau- alianza Editorial, Madrid, 1974. p.165.
sales de que se les acusaba, con lo cual 38 Expediente de Doña Magdalena Camacho,
folios 34-62.

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destierro, que se imponía con el fin de V. M...”42 Chana también cumplió con el
cortar todo lazo de unión con las gentes mismo ritual de castigo y fue entregada
conocidas por la rea y con sus clientas/ al Convento del Rosario de Lima, para
es. Todas recibieron los 200 latigazos de guardar reclusión por dos años.43
rigor y abjuraron de “vehementi”. Se buscaba, pues, realizar una tarea
Así, Magdalena Camacho, “La Ca- intimidatoria con relación a las mujeres,
marones” fue condenada a servir a los un ejercicio de imposición de un dis-
enfermos, por reclusión forzosa, en el curso normativo sobre su sexualidad,
hospital de negros de Lima.39 En cam- de sujetamiento a las exigencias de la
bio, la Palaveccino se defendió valero- Iglesia en materia moral. A ojos del San-
samente en los interrogatorios y su abo- to Oficio, estas mujeres representaban
gado presentó apelación, aduciendo una especie de ejercicio subterráneo
que era hija natural de don Manuel de de resistencia, un poder demoníaco,
la Torre, caballero de la Orden de Cala- que desafiaba a Dios y a la Iglesia, pero
trava y Regidor de Quito. Sin embargo, también a la sociedad patriarcal, pues
no tenía pruebas de ello, pues los testi- inscribía el placer como parte de sus
gos de su nacimiento ya no vivían y su prácticas amatorias y como objetivo de
partida de bautismo, según dijo, había sus actividades laborales. Ellas explo-
sido destruida por la acción de sus ene- taban la prohibición del pecado carnal
migos en Guayaquil. Haya sido cierta o y el ancestral temor de los hombres a
falsa su estrategia defensiva, de todos la sexualidad “voraz y compulsiva”
modos ella fue condenada como todas de las mujeres, tan propagada por la
las procesadas “al juramento de Levy y a Iglesia, como un elemento que, unido
la exposición pública”. Fue desterrada a a una cierta potestad que les otorgaba
Piura por cuatro años. La sentencia se un “saber” –que resultaba misterioso y
ejecutó el 21 de junio de 1702.40 tenebroso– se traducía en un oscuro po-
El 22 de febrero de 1702, se votó que der de castigar a los hombres que des-
María Almeida saliese a Auto de Fe de preciaban o hacían sufrir a las mujeres,
“la Capilla de San Pedro Mártir en forma de o de recuperarlos a través de la magia o
penitente con insignias de sortílega” y lue- de conjuros que invocaban a otros dio-
go de aplicada la pena vergonzosa de la ex- ses ancestrales, guardados celosamente
hibición pública, fuera desterrada a la villa en el inconsciente colectivo. Por ello, en
de Cañete por cuatro años, en donde debía
presentarse cada mes ante el comisario o el 39 Expediente de María Almeida, cit.
40 Expediente de doña Catalina de la Torre, cit.
cura del lugar y rezar durante todos los días
41 Expediente de Sabrina Rosalía de la Vega,
un tercio de rosario.41 Rosalía fue conde- AHNM, Sección Inquisición, Legajo 5346.
nada y desterrada “de la ciudad y Puerto 42 Ibíd.
del Callao por seis años, los cuales cumpli- 43 Schlau, Stacey: “Yo no tengo necesidad de
que me lleven a la Inquisición”: Las ilusas
rá en el Puerto de Pisco...”. Y declararon
María Rita Vargas y María Lucía Celis, en
(los jueces) “haber incurrido en perdi- “Mujer y Cultura en la Colonia Hispanoa-
miento de la mitad de sus bienes, los mericana”, Biblioteca de América, Universi-
cuales aplicaron a la Cámara y fisco de ty of Pittsburgh, 1996, p. 183

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No. 40 • Un encuentro con la historia

este tipo de delito, era muy importante que las voces de los que quedaron atrapados
que la acusada se declarara culpable y en sus manos. El estudio cuidadoso del re-
que abjurara de sus creencias supersti- gistro de los procesos inquisitoriales contra
ciosas, prometiendo no reincidir. Por lo las ilusas revela los mecanismos de la polí-
mismo, tenía un gran contenido sim- tica sexual y de la lucha por el poder en la
bólico el paseo público de castigo, no sociedad colonial. Por un lado, los oficiales
exento de que cumplía con una función eclesiásticos dirigían el interrogatorio con la
social de prevención y amedrentamien- autoridad que les había sido dada por título,
to dirigida al resto de la población. género, estado judicial y clase. Por otro, las
Consideramos que, además de casti- que contestaban quedaban marginadas por
gar las prácticas sortílegas e idolátricas la falta de esos mismos atributos. Los inte-
de las hechiceras, el Santo Oficio, tomó rrogadores mantenían su hegemonía dis-
revancha también contra un patrón de cursiva no sólo haciendo las preguntas, sino
conducta que deseaba aniquilar. Estas también siendo los dueños únicos del proce-
mujeres representaban de alguna forma so de transcribir y del producto escrito.”44
un modelo de independencia femenina,
pues vivían solas, se mantenían por sí Conclusiones
mismas sin la necesidad de marido pro-
veedor y además, aconsejaban y orien- 1 La Inquisición actuó en Hispanoamérica
taban a otras mujeres acerca de sus detrás de tres objetivos fundamentales:
la persecución y castigo de las herejías,
vidas afectivas y sus prácticas sexua-
delito que implicaba a personas de cierto
les. Resistían los cánones de represión nivel cultural y frecuentemente a religio-
patriarcal y mostraban una liberalidad sos rebeldes o renegados, la represión de
imperdonable para el doble discurso las ideas progresistas y la lucha encona-
moral de la época. Sus prácticas tenían da contra las creencias religiosas, cultos
muchos elementos de búsqueda del y rituales de los habitantes originales de
erotismo. Producían una mirada dife- estas tierras, identificados con el nombre
rente sobre el cuerpo femenino, tan su- común de “idolatrías”; dentro de cuyo
jeto al placer ajeno y tan poco conocido ámbito podemos ubicar la persecución
y castigo de mujeres que practicaban la
y disfrutado por sus propias dueñas.
brujería, superstición y adivinación, o
Estos expedientes aún con todas las me- que vivían en total liberalidad sexual.
diaciones de los hombres del tribunal,
2 En lo que respecta a las mujeres, la In-
de todos modos representan una fuente quisición las juzgó fundamentalmente
rica en el conocimiento de la vida coti- por delitos relacionados con formas de
diana de las mujeres y de las concepcio- resistencia cultural (idolatría, hechicería,
nes que sobre ellas tenían la Iglesia y la brujería, curanderismo) o de liberalidad
sociedad circundante. sexual (promiscuidad, prostitución), que
Stacey Schlau señala que “se ha ana- encarnaban un patrón díscolo de conduc-
ta femenina que resultaba peligroso para
lizado más la estructura del Santo Oficio
las demás mujeres a ojos de la Iglesia.
44 Cartas y expedientes del Obispo de Quito, 3 Las intenciones normativas y represivas
1755-1759. AGI, Fondo Quito, Leg. 184. de la Iglesia chocaron siempre en Hispa-

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noamérica con los usos culturales de la 6 Los juicios inquisitoriales constituyen un
población mestiza, negra y mulata, que reto ético para la ciencia jurídica, en tanto
se las arregló para disfrutar de ciertos revelan la abyección y crueldad que pue-
privilegios de libertad, aprovechándose den ocultarse tras la llamada “vindicta
de su marginación social y de su relativo pública”, pero plantean también un reto
anonimato, a diferencia de lo que ocurría para la ciencia histórica, el cual merece
con las familias linajudas y prestantes nuestra particular atención. Un tratamien-
de la sociedad colonial, cuyas mujeres to tradicional, positivista, de la documen-
estaban cobijadas por un más inflexible tación existente en los archivos, terminará
código del honor, que incluía un estricto siempre por llevarnos a demostrar la juri-
cuidado de la honra femenina, aunque dicidad de los procesos y la culpabilidad
ciertamente, algunas lograban romperlo mayor o menor de los acusados, puesto
sin que fueran castigadas. que esos expedientes archivados fueron
también un producto del poder inquisi-
4 En el campo jurídico, los procesos inqui-
torial. Y es que el sacerdote inquisidor no
sitoriales se basaron en meras denuncias
era solo un representante de la venganza
de personas, que en muchos casos, no
(“vindicta”) estatal contra los reos; era
reunían todos los requisitos de idonei-
también el símbolo de un poder cultural
dad, bastaban apenas dos para empezar
dominante (dueño de la palabra hablada
un proceso. En relación con los cargos
y escrita, dueño de los escribanos, dueño
por brujería y sortilegio, se trató de “reas
de los archivos), que se enfrentaba a los re-
sin posibilidad alguna de defensa”.
presentantes de unas culturas dominadas,
5 La Inquisición es una de las institucio- que, cuando más, resistían a través de la
nes más vergonzosas de la historia de la palabra hablada (esa que solo quedaba re-
Humanidad. Creada por la Iglesia y tras- gistrada en tanto y en cuanto sirviese a los
plantada hacia América por el sistema fines del dominador).
colonial, contribuyó a imponer a sangre y 7 Finalmente, el aparato inquisitorial fue
fuego las concepciones morales y los dog- también un mecanismo de privatización
mas religiosos del catolicismo, a eliminar de la riqueza social de ciertos estamen-
a toda persona que pensara diferente y tos. Sirvió para hacer una requisa y sa-
que practicara una religión distinta, a queo público de propiedades y dinero
perseguir y aniquilar las religiones nati- a personajes individuales, a familias y a
vas mediante un sistemático e implacable grupos religiosos, sociales y culturales, a
proceso de etnocidio cultural, que sobre- los que dejó en la más terrible pobreza
puso las imágenes y símbolos del Dios y abandono, rotos no solo los medios de
cristiano sobre las imágenes o símbolos supervivencia, sino también los de in-
de los Dioses indígenas; y, a internalizar terconexión y relacionamiento político,
en la sociedad colonial todo un conjunto religioso y social, porque después del
de concepciones patriarcales y misóginas, expolio, la humillación y los castigos fí-
que justificaron la discriminación de las sicos y psicológicos, sus víctimas eran
mujeres en todos los ámbitos de la vida desterradas a lugares lejanos, en donde
pública y privada y que fueron transmi- no pudieran ser ayudados por nadie,
tidos de generación en generación hasta bajo la pena de ser también procesados
las sociedades republicanas, causando por la Inquisición, y debían llevar en la
represión, discriminación, inequidades y calle una ropa y unos símbolos que los
dolores a las mujeres. identificaran como procesados y castiga-
dos por la Inquisición.

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