Sei sulla pagina 1di 16

Año 2003

En el escrito de acusación el representante del Ministerio Público debe


indicar el establecimiento penal donde se encuentra recluido el imputado.

No debe obviarse el nombre y domicilio o residencia del defensor del


imputado, elemento que ha de contener la acusación según lo establecido en
el numeral 1 del artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal.
Oficio Nº DRD-4-006119
Fecha: 21-2-2003

(...)
Al analizar el escrito de acusación antes referido, de acuerdo a los requisitos que para tal acto
conclusivo de la investigación, prevé el artículo 329 del Código Orgánico Procesal Penal, surgen
las siguientes observaciones:

Se observa, por una parte, que usted identifica al imputado en el punto primero de la acusación,
pero no se señala en dónde se encuentra recluido como consecuencia de la medida cautelar de
privación judicial preventiva de libertad, que le fuera impuesta por el Órgano jurisdiccional, la cual
solicita que se mantenga al final del escrito, y por la otra, se constata que no sucede lo mismo con
el defensor, quien no fue identificado con sus nombres, apellidos y domicilio o lugar de residencia,
a fin de garantizar su notificación a lo largo de todo el proceso penal.

El nombramiento del defensor es de suma importancia, ya que a través de su actividad en el


proceso, se verifica el derecho a la defensa, que tiene toda persona a la que le es imputada la
comisión de un hecho punible; derecho previsto en los artículos 49 numeral 1 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, y 12 del Código Orgánico Procesal Penal, del cual el
Ministerio Público por mandato constitucional es garante.

La falta de indicación de este requisito esencial exigido por el Código Orgánico Procesal Penal en
el escrito de acusación, podría traer nefastas consecuencias, ya que pareciera que el sujeto
involucrado en el hecho no tiene representación legal, por lo tanto no puede ejercer su derecho a la
defensa a lo largo de las instancias del proceso penal que se le sigue. Además, la omisión de los
datos que permitan identificar y ubicar con precisión al imputado o a quién ejerce su defensa,
impide al órgano jurisdiccional cumplir con el acto inmediatamente posterior al de la presentación
de la acusación, cual es: la convocatoria de las partes a la audiencia preliminar. Siendo el defensor
el mecanismo de defensa del imputado dentro del proceso, sería totalmente absurdo y contrario a
las garantías del debido proceso, el no poder ubicarlo en un momento fundamental y elemental del
proceso, todo ello explica la necesidad de señalar con la debida amplitud, sus datos además del
domicilio o residencia del defensor a través del cual es fácilmente ubicable, lo cual permitirá dar
cumplimiento a lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su
artículo 49 numeral 1, que establece lo siguiente:

“... Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuáles se le investiga, de
acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su
defensa...”

Y al artículo 12 del Código Orgánico Procesal Penal que dispone: “... la defensa es un derecho
inviolable en todo estado y grado del proceso...”
El Código Orgánico Procesal Penal exige que los fundamentos de la
imputación contengan los elementos que lleven al juzgador a la convicción y
certeza de que un determinado sujeto ha participado en la comisión de un
hecho punible, es decir de los elementos de convicción debe resultar la
perfecta adecuación entre los hechos ejecutados y el sujeto involucrado en
los mismos.|
Oficio Nº DRD-4-006119
Fecha: 21-2-2003

(...)
En el escrito que se analiza, se observa que el representante del Ministerio Público en los
fundamentos de la imputación, no señaló ni motivó los elementos de convicción, sino que realizó
un análisis del caso, dejando constancia de que faltaba la experticia planimétrica e interpretándolo
como la comisión de un hecho punible de carácter culposo, debido a la negligencia e impericia del
acusado, aclarando que del mínimo común de las declaraciones no se evidenciaba que se hubiera
suscitado un percance entre la víctima y el victimario, salvo de tres declaraciones de los detenidos,
que esa representación fiscal, descartó por tener la misma y exacta versión.

Observa(…), que la falta de señalamiento y motivación de los elementos de convicción contribuyen


al desconocimiento de la forma como se generó en usted, la convicción necesaria respecto a la
comisión del hecho punible y la responsabilidad de su autor.

Los elementos de convicción, están conformados por las evidencias obtenidas en la fase
preparatoria del proceso ordinario o en el momento de la aprehensión en los casos de flagrancia,
que permiten subsumir los hechos en el supuesto de la norma penal sustantiva, y por ende
solicitar el enjuiciamiento del imputado.

Con respecto a los fundamentos de la imputación la autora Rose M. España V., en una ponencia
titulada “Los Actos Conclusivos de la Investigación”, contenida en la obra “La Vigencia Plena del
Nuevo Sistema. Segundas Jornadas de Derecho Procesal Penal”, Universidad Católica Andrés
Bello, Caracas 1999, p. 205, establece:

“... Estos fundamentos de la imputación en el escrito de acusación,


están referidos al señalamiento de las resultas de la investigación, a
qué fue lo que se obtuvo en el desarrollo de la investigación realizada
en la fase preparatoria, señalando de manera expresa, los elementos
de convicción que motivan a presentar la solicitud de enjuiciamiento
del imputado...”

La expresión de los preceptos jurídicos aplicables, implica señalar las


razones o motivos por los cuales la conducta injusta encuadra en un tipo
penal determinado.
Oficio Nº DRD-4-006119
Fecha: 21-2-2003

(...)
Al analizar el escrito de acusación antes referido, se observa lo siguiente:

Implica la expresión de los preceptos jurídicos aplicables a un caso determinado, la adecuación de


los hechos realizados, o de la conducta desplegada por el imputado con el derecho o con la norma
jurídica penal dentro de la cual se subsume la acción desarrollada por éste, ello a los fines de dar
por demostrado que dicha acción se halla tipificada en la Ley como delito. El desarrollo de este
capítulo de la acusación comprende el deber de realizar el análisis de las normas cuya aplicación
se solicita y su relación de correspondencia con lo sucedido, conforme a los elementos de
convicción obtenidos en la investigación, debiendo así señalarse las razones o motivos por los
cuales la conducta injusta se encuentra dentro de un tipo penal que se estima ajustable al caso.

Es indudable que la ausencia de motivación en torno a los elementos de convicción recabados


durante la investigación, afectan en demasía a este capítulo de la acusación, por cuanto de la
debida motivación de los mismos se obtiene el convencimiento acerca de los hechos ocurridos,
con sus debidas características de lugar, de modo o tiempo, no siendo suficiente para obtener este
convencimiento la simple enunciación de los mismos. Todo ello impide a (…) de señalar con
precisión, si la calificación jurídica dada a los hechos es la más ajustada a derecho, dentro de este
contexto de ideas, la Doctrina institucional se ha pronunciado de la siguiente manera:

“...La acusación deberá contener los requisitos establecidos en el artículo 329 del Código Orgánico
Procesal Penal.../ 4. La expresión de los preceptos jurídicos aplicables.../ Esta labor de adecuación
de los hechos para establecer la exacta aplicación de la norma jurídica, es de especial relevancia,
habida cuenta de que... no sólo afectará el derecho a defensa del imputado, sino que además será
aleatoria al principio de congruencia que debe existir entre la-- acusación y la sentencia...” . Oficio
Nro. DRD-18-2162, de fecha 17 de enero de 2001, publicado en el Informe Anual del Fiscal
General de la República, año 2001, Tomo I, pp 595 a la 599).

Lo antes transcrito nos permite evidenciar que la ausencia de motivación afecta no sólo a (…) para
emitir un criterio acorde a los hechos acaecidos, cuyo convencimiento se obtiene de una correcta
motivación, sino que también incide de manera negativa sobre el expedito desarrollo del proceso
penal, quebrantando incluso derechos de rango constitucional.

Asimismo, se considera de vital importancia el derecho que tiene el imputado a conocer de forma
clara y detallada el contenido de la acusación y, en este caso especifico la calificación jurídica
alegada por usted como Fiscal del Ministerio Público. A este respecto, el autor Alex Carocca Pérez,
en su obra “Garantía Constitucional de la Defensa” Ediciones Jurídicas Alejnik, Chile 1998, p. 261,
se ha pronunciado en este sentido:

“... el derecho a ser informado de la acusación, no se colma


únicamente con la puesta en conocimiento al sujeto pasivo de
aquellos cargos que se le dirigen, sino que comporta la ineludible
exigencia de que la acusación pueda de forma amplia, ser
eficazmente contestada. De este modo, la acusación ha de ser, en
primer lugar, cierta o, lo que es lo mismo no es admisible ni bastante
con que lo sea implícita (...)/ De igual manera ha de ser precisa,
clara, expresa y completa con el fin todo ello de que su conocimiento
pueda ser calificado como de real y efectivo.”

El representante del Ministerio Público, en el escrito de acusación al


referirse al ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el
juicio, debe indicar la forma en la cual el medio probatorio es adecuado, para
probar tanto el hecho delictivo descrito, como la participación en el mismo
del sujeto involucrado.
Oficio Nº DRD-4-006119
Fecha: 21-2-2003

(...)
Al analizar el referido escrito se observa:

Como Fiscal del Ministerio Público debió señalar al realizar el ofrecimiento de los medios
probatorios la pertinencia y necesidad de la prueba, lo cual se traduce en la conveniencia de
relacionar los medios probatorios con los hechos imputados, es decir, es menester del
representante del Ministerio Público indicar la forma en la cual el medio probatorio es adecuado
para probar, el hecho delictivo descrito en la acusación y la participación del sujeto en dicho
acontecimiento. El artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal establece la obligatoriedad
para el Fiscal del Ministerio Público de ofrecer los medios de prueba que se presentarán en el
juicio, con indicación de su pertinencia y necesidad.

Se observa que con respecto a algunos de los medios probatorios se señala únicamente la
pertinencia, más no la necesidad, mientras que con respecto a otras pruebas, ni siquiera se asoma
su pertinencia, en este sentido, ofrece una serie de declaraciones, sin mencionar de qué forma las
mismas aportan elementos que acrediten la comisión del hecho y su correspondiente autoría. Igual
fenómeno se concreta con otros de los medios probatorios ofrecidos.

Citamos a continuación al autor Jairo Parra Quijano, quién en su obra “Manual de Derecho
Probatorio”, Ediciones Librería del Profesional, Décima Primera Edición, Colombia, 2001, p.54, 109
y 111, hace referencia a la necesidad y pertinencia de la prueba poniendo de relieve lo siguiente:

“La prueba es necesariamente vital para la demostración de los


hechos en el proceso; sin ella la arbitrariedad sería la que
reinaría/”...Utilizamos la palabra necesidad como ‘todo aquello a lo
cual es imposible substraerse, faltar o resistir’ (...) Es la adecuación
entre los hechos que se pretenden llevar al proceso y los hechos
que son tema de la prueba de éste. En otras palabras, es la relación
de facto entre los hechos que se pretenden demostrar y el tema del
proceso. /(...)/ La pertinencia también tiene que ver con la prueba, y:
“Es la capacidad, que tiene la prueba de aportar hechos que tiene
que ver con el objeto de prueba. Y es impertinente, inclusive
utilizando los términos de la Corte Suprema de Justicia en el evento
de que...se ha separado drásticamente del único objeto señalado en
el proceso como plan de acción...”.

Resulta improcedente la invocación del artículo 373 del Código Orgánico


Procesal Penal en el escrito de acusación presentado ante el juez de control,
toda vez que se trata de un procedimiento ordinario.
Oficio Nº DRD-14-006153
Fecha: 21-2-2003

(...)
Analizado el escrito de acusación, se observa:

Que se cita el artículo 373 del Código Orgánico Procesal Penal, encargado de regular la flagrancia
y el procedimiento para la presentación del aprehendido. Si bien es cierto, los imputados fueron
detenidos de forma flagrante, el juez de control acordó que se siguiera el procedimiento ordinario,
tal y como se desprende del Acta de Audiencia Oral y de la decisión respectiva, de modo que la
invocación de este artículo resulta inapropiada, ya que, no se refiere a la facultad del fiscal del
Ministerio Público de interponer acusación en un procedimiento ordinario, sino que se refiere al
procedimiento abreviado, distinto al que se sigue por ante el juez de control, ante quien se ha
interpuesto la respectiva acusación en este caso concreto.
El encabezamiento del escrito de acusación debe contener como base legal
de actuación, la indicación de los siguientes artículos: 285 numeral 4 de la
Constitución de la de la República Bolivariana de Venezuela, 34 ordinales 3 y
11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, y 105 numeral 3 (hoy 108
numeral 4) del Código Orgánico Procesal Penal.
Oficio N°: DRD-8-007178
Fecha: 28-2-2003

(…)
Analizado el escrito de acusación en referencia, se observa:

En el encabezamiento se omitió la mención expresa de las disposiciones establecidas en los


artículos 285 numeral 4° de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 34 ordinales
3° y 11° de la Ley Orgánica del Ministerio Público y 105 numeral 3 (hoy 108 numeral 4) del Código
Orgánico Procesal Penal, que determinan la base legal de actuación. Se limitó a invocar los
artículos 507 del Código adjetivo en relación con el artículo 329 ejusdem.

La relevancia que tiene la indicación de estas normas jurídicas radica, en la expresión de apoyo
legal que autoriza al fiscal del Ministerio Público para actuar dentro del ámbito penal, mediante el
ejercicio de la acción respectiva. Por lo tanto, todo escrito emanado de un fiscal del Ministerio
Público contentivo de una determinada opinión jurídica, debe estar debidamente encabezado, a
través del señalamiento de las normas jurídicas que lo facultan para actuar de una u otra forma,
para tomar una decisión capaz de producir efectos jurídicos dentro del proceso penal, de modo que
es necesario que señale el fundamento legal pertinente que le da la competencia para proceder en
el caso específico.

La base legal de actuación, no es más que el ámbito dentro del cual puede y debe actuar el fiscal
del Ministerio Público, siendo que la competencia no sólo concede la facultad de actuar, sino que
también constituye una obligación y un límite dentro del cual puede actuar el fiscal.

Una de las condiciones de la competencia, es que debe estar expresamente prevista en la


Constitución, en la ley o las demás fuentes de legalidad, o en defecto de éstas, derivarse de alguno
de los principios generales de Derecho Público.

El escrito de acusación, debe estar estructurado en capítulos perfectamente


diferenciados, contentivo cada uno de ellos, del correspondiente requisito
de que trata el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal.

La acusación debe contener nombre y domicilio o residencia de su defensor.


Oficio N°: DRD-8-007178
Fecha: 28-2-2003

(…)
Como mecanismo de orden práctico, es recomendable que todo escrito de acusación esté
estructurado en capítulos perfectamente diferenciados, contentivo cada uno de ellos, del
correspondiente requisito de que trata el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, que
establece:

Acusación. Cuando el Ministerio Público estime que la investigación proporciona fundamento serio
para el enjuiciamiento público del imputado, presentará la acusación ante el Tribunal de Control./ la
acusación deberá contener:/ 1. Los datos que sirvan para identificar al imputado y el nombre y
domicilio o residencia de su defensor;/ 2. Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho
punible que se atribuye al imputado;/ 3. Los fundamentos de la imputación, con expresión de los
preceptos jurídicos aplicables; /5. El ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en
el juicio con indicación de su pertinencia o necesidad;/ 6.La solicitud del enjuiciamiento del
imputado.”

En este sentido, en lo que respecta al primer requisito, en el escrito de acusación en análisis, se


puede apreciar que aún cuando señaló los datos que sirven para identificar a los abogados
defensores, no indicó sus domicilios o lugares de residencia, alegando el desconocimiento de los
mismos, no cumpliendo a cabalidad con lo previsto en el numeral 1 del artículo 326 del Código
Orgánico Procesal Penal, anteriormente trascrito, el cual se da aquí por reproducido.

La acusación debe contener una relación clara, precisa y circunstanciada del


hecho punible. Si son varios los imputados deben fijarse con toda precisión
los hechos ejecutados por cada uno de ellos, a los fines de determinar en
forma individual la conducta ilícita en que han incurrido.
Oficio N°: DRD-8-007178
Fecha: 28-2-2003

(…)
Con relación a los hechos presentados en el escrito de acusación en estudio, cabe destacar que
no existe un reflejo claro, determinante y preciso de todas las circunstancias de modo, tiempo y
lugar que caracterizan la comisión del delito, por el contrario, presentó los hechos de manera vaga
e imprecisa, lo que dificulta determinar la conducta ilícita en que incurrieron las imputadas, y
mezcla la relación de los hechos con la fundamentación, ya que una parte de la fundamentación,
parece la continuación de la relación de los hechos. No obstante, se destaca un comentario
contenido en el escrito en el cual se lee lo siguiente

“La ciudadana (sic) LN Y ARB, a partir del año 1995, giraron instrucciones a la AA, para que parte
de los ingresos por concepto de arrendamiento del inmueble no sea (sic) repartido directamente
entre los accionistas sino depositados en la cuenta bancaria de “SLF C.A.”. (Negrillas del autor).

De lo antes transcrito, se desprende claramente que la conducta es imputable a dos personas y


que en consecuencia, ha debido pronunciarse en relación a esas dos personas y no a una sola
como lo hizo.

Por ello, llama la atención que más adelante, en un aparte del escrito de acusación donde trata el
precepto jurídico aplicable (donde será analizado el punto en profundidad), se haya pronunciado
solamente en cuanto a una persona, siendo además, que la acusación privada va dirigida contra
dos personas: LRDN, por la comisión del delito de Apropiación Indebida Calificada en forma
continuada y contra ARDBG por la comisión del delito de Apropiacion Indebida Calificada
Continuada En Grado De Complicidad Necesaria.
Igualmente, habría sido esclarecedor que en su escrito hubiera señalado cuántas firmas eran
necesarias según los estatutos de la empresa, para movilizar grandes cantidades de dinero, como
por ejemplo Bs. 13.708.750,oo. Tampoco indica, respecto a la ciudadana ARDB, si además de ser
miembro de la Junta Directiva, tenía otro carácter, atribuido en asamblea, o bajo que condición
giró instrucciones conjuntamente (subrayado nuestro) con L R a la AA, para que parte de los
ingresos por concepto de arrendamiento del inmueble no fuera repartido directamente entre los
accionistas, (como al parecer era la costumbre), sino depositados en la cuenta de la compañía.

Los anteriores planteamientos probablemente podrían ser aclarados con una debida
fundamentación, que comprendiese una completa y concatenada relación de los hechos objeto de
investigación. Al respecto, usted mismo indica: “El otrora Juzgado de Primera Instancia en lo Penal
y Salvaguarda del Patrimonio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de
Caracas, realizó las diligencias de investigación y en fecha 4 de octubre de 2000(…) remitió las
actuaciones a esta representación fiscal”, lo cual indica que recibió una investigación que debió
analizar, y por lo tanto estaba obligado a extraer de ella todos los elementos de convicción
relevantes para fundar su imputación y plasmarlos de una forma u otra en la fundamentación del
escrito de acusación.

Asimismo, cabe destacar que aún cuando en la acusación privada se tipifican los delitos en forma
continuada, usted no hace mención a ello, sino que se limitó a considerar en una parte de su
escrito que las imputadas, a partir del año de 1995, giraron instrucciones a la AA, para que parte
de los ingresos por concepto de arrendamiento del inmueble no sean repartidos directamente entre
los accionistas sino depositados en la cuenta bancaria de “SLF C.A.” , pero como quiera que esta
acción por sí sola no constituye delito, nos preguntamos si la apropiación de dinero de la empresa
se produjo más de una vez, o periódicamente; ahora bien, por falta de la debida motivación en ese
aspecto, no podemos afirmar si hubo o no continuidad en la apropiación indebida.

En relación a la narración de los hechos, objeto de investigación, es preciso concluir que de la


claridad con que se efectúe el esquema cronológico, detallado y correlacionado de los hechos,
dependerá la actuación de la defensa y, si esta relación no se basta a sí misma, la imputada podría
alegar la violación del derecho a la defensa y del debido proceso, toda vez que no estaría en
capacidad de determinar lo que se le imputa en la acusación. Por otra parte, si se presentan de
forma confusa y contradictoria, esto podría causar su inadmisibilidad.

Los fundamentos de la imputación emanan de los elementos de convicción


producto de la fase investigativa, por tanto es indispensable y necesario
conocer el contenido de cada uno de ellos, lo que permitirá la expresión
correcta y adecuada de los preceptos jurídicos aplicables, lo cual no se logra
con la simple enunciación de dichos elementos.
Oficio Nº DRD-8-007178
Fecha: 28-2-2003

(...)
Al analizar el escrito de acusación en referencia, se observa:

Como fundamento de la imputación, el Fiscal, se limitó a enunciar cinco elementos de convicción,


sin desarrollar ninguno de ellos. Más aún, el primero de ellos, podría comprender más de un
elemento que fundamentar, ya que se lee en el escrito:
“1) El análisis de los recaudos recibidos por el Ministerio Público a los fines señalados en el ordinal
primero del artículo 507 del Código Orgánico Procesal Penal y que fueran recabados por el otrora
Juzgado de Primera Instancia en lo Penal.” (Subrayado nuestro).

El hecho de que resuelva con base a las diligencias practicadas y existentes en el expediente, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 507 ordinal 1° del Código adjetivo vigente para la fecha
de su decisión, no lo exime de realizar la adecuada fundamentación de los elementos de
convicción que se desprendan de aquellas.

Como se indicó supra, sería ideal que los fiscales estructuraran sus escritos por capítulos, donde
se diferencie concretamente la fundamentación de las demás partes o requisitos que debe
contener la acusación, así por ejemplo, en el escrito analizado, no se diferencia la motivación del
precepto jurídico aplicable, de la fundamentación, y ésta a su vez no se diferencia de la relación de
los hechos, incluso se mezclan como se dijo anteriormente, la fundamentación con la relación de
los hechos, y se encuentran seguidos uno de otro sin que los separe un titulo o un subtitulo. Por
estas razones, es que el presente análisis no puede hacerse con riguroso orden.

Debe indicarse que no basta enunciar los elementos que reflejan muy superficialmente aspectos,
que según el criterio del representante del Ministerio Público, resultan de convicción, sin contar
con una debida motivación emanada de una serie de circunstancias producto de la fase de
investigación, dirigidas a ser consideradas verdaderas evidencias de tales imputaciones.

Por lo tanto, los elementos expuestos y citados deben concatenarse entre sí, de manera que
pueda apreciarse claramente su coherencia, estableciéndose de modo claro la relación entre los
elementos de convicción y los hechos previamente narrados, mediante la manifestación expresa
de los razonamientos utilizados para establecer tal vinculación.

Un escrito de acusación sin el fundamento requerido por la ley, podría generar dudas respecto al
tipo de delito por el cual se hace la imputación, o a la ausencia de responsabilidad del inculpado
dentro de la conducta ilícita que se le atribuye, lo cual podría traducirse en una fallida pretensión
por parte del Ministerio Público.

En tal sentido, la Doctrina Institucional, ha establecido lo siguiente:

"...La acusación debe contener los fundamentos de la imputación


con expresión de los elementos de convicción que la motivan
(ordinal 3° del artículo 329 del Código Orgánico Procesal
Penal(...)El fiscal debe ser preciso en su fundamentación,
expresando en el escrito acusatorio, el extracto de aquellos
elementos de convicción que le sirvieron de base a su
pretensión(...)En conclusión ha debido verter en su acusación de
manera expresa, el contenido de los elementos de convicción que
sirvieron de base para la determinación del hecho, su calificación
jurídica y el debido establecimiento de la responsabilidad penal del
imputado..." (Informe Anual, Año 1999, Tomo II, p. 73-74).

Al respecto, el profesor Pedro Berrizbeitia Maldonado ha señalado:

"...La tercera exigencia que se hace al escrito de acusación, lo es el


señalamiento de los elementos de convicción que motivan el
ejercicio de la acción penal y que le dan fundamento. Con el
cumplimiento de este requisito, el juez de control de la investigación
podrá evaluar la seriedad de la imputación y pronosticar si existe la
alta probabilidad de que la pretensión fiscal resulte victoriosa en el
juicio oral o si, por el contrario, se vislumbra de manera indefectible
una sentencia absolutoria..." (La fase intermedia y el control de la
acusación, El Nuevo Proceso Penal, Primeras Jornadas de Derecho
Procesal Penal, Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2001,
p.208-209)

Igualmente, comenta la Dra. Rose Marie España:

'”...Estos fundamentos de la imputación en el escrito de acusación,


están referidos al señalamiento de las resultas de la investigación, a
que fue lo que se obtuvo en el desarrollo de la investigación
realizada en la fase preparatoria, señalando de manera expresa, los
elementos de convicción que motivan a presentar la solicitud de
enjuiciamiento del imputado..." (Los Actos Conclusivos de la
Investigación, La Vigencia Plena del Nuevo Sistema, Segundas
Jornadas de Derecho Procesal Penal, Universidad Católica Andrés
Bello, Caracas, 1999, p.205)

Se debe recordar que una correcta presentación de las evidencias o elementos de convicción, de
forma tal que el escrito pueda bastarse por si mismo, sin necesidad de recurrir a otro medio de
apoyo para el total conocimiento del caso, además de constituir una exigencia del legislador,
servirá para comprobar la existencia de un delito y si hay o no suficientes elementos para llevar a
juicio a una persona; porque de lo contrario, en la segunda fase del proceso, el juez que ejerza la
función de control, al analizar los fundamentos fácticos y jurídicos de la acusación presentada, y
determinar la insuficiencia de los elementos aportados, podrá y deberá impedir la realización de un
debate oral y público sin sentido.

Lo expuesto, pone de manifiesto que es necesario desarrollar el contenido de todos los elementos
que resulten idóneos para la demostración material del hecho punible, o por lo menos lo más
determinante para lograr la calificación jurídica adecuada.

Cuando se trata de varios los imputados a quienes se les atribuyen


diferentes delitos, es sumamente importante que en la acusación se
determinen claramente los hechos que configuran cada delito, señalando en
forma individual los fundamentos de la imputación, con expresión de los
elementos de convicción, así como el ofrecimiento de los medios de prueba
y los preceptos jurídicos a que hubiere lugar, para cada uno de los
imputados.
Oficio Nº DRD-7-008140
Fecha: 10-3-2003

(...)
Al analizar el referido escrito de acusación, se observa:

Indica el numeral 5 del artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, lo siguiente:

“...El ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el juicio, con indicación de su
pertinencia o necesidad...”

Ciertamente, usted cumplió con los parámetros pautados en el citado numeral, incluso con la
doctrina institucional en el sentido de haber motivado debidamente los elementos probatorios y en
consecuencia, haber señalado la pertinencia y necesidad de los mismos, empero, se debe acotar,
que en lo concerniente a la intervención de los imputados en cada uno de los ilícitos atribuidos, no
se individualizó su responsabilidad penal, por el contrario, se englobó en un único punto los
elementos demostrativos de su participación en los hechos, lo cual, sin duda alguna, puede
obstaculizar la circunstancia de determinar con exactitud cuáles son los elementos de convicción
tomados en consideración por el representante del Ministerio Público que hacen reprochable
determinada conducta y en consecuencia, proceder a atribuirle a cada uno de ellos su
responsabilidad penal en los hechos investigados. Lo señalado pudiera obstaculizar de alguna
manera el derecho a la defensa, por cuanto se crea incertidumbre en cuanto a cuáles son los
elementos probatorios e incriminatorios de la participación en el ilícito penal de cada uno de los
acusados, en este aspecto es importante tener presente el principio de la individualidad de la
responsabilidad penal a los fines de mantenerlo incólume. Al respecto, la Doctrina Institucional ha
establecido lo siguiente:

“Cuando se trata de varios enjuiciados, el fiscal debe individualizar


la responsabilidad de cada uno de ellos y no englobarlas en una
sola...” (Oficio N° DRP-2-29931, de fecha 24-8-92, en Informe Anual
del Fiscal General de la República, Año 1992, Tomo II, p. 450).

Y en Doctrina más reciente, dentro del mismo orden de ideas, se observa:

“Es obligación del fiscal del Ministerio Público, individualizar la responsabilidad de cada uno de los
imputados, en relación con los elementos de convicción y medios probatorios idóneos para
constatar la participación de dichos sujetos. La falta de cumplimiento de esta exigencia puede
resultar atentatoria del derecho a la defensa...” (Oficio N° DRD-273-2001, de fecha 10-8-2001, en
Informe Anual del Fiscal General de la República, Año 2001, Tomo I, pp 606 y 607).

En torno a este aspecto de la acusación, igualmente debió señalarse por separado o de manera
particular, cada uno de los elementos probatorios ofrecidos para demostrar la comisión de los
ilícitos penales atribuidos a los imputados, por cuanto los que demuestran la perpetración del delito
de Violación Agravada no necesariamente servirán para comprobar la consumación del delito de
Omisión de Denuncia, por ejemplo, ello en virtud de los razonamientos efectuados en los párrafos
inmediatamente precedentes.

Por último, las consideraciones realizadas en este capítulo cuarto del presente escrito, igualmente
son validas en cuanto a los fundamentos de la imputación, al cual nos referimos en el numeral
segundo, señalando en el mismo que se había dado cumplimiento tanto a la doctrina institucional
como con los parámetros establecidos en el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, en
cuanto a las formalidades que debe reunir el escrito de acusación presentado por el Fiscal del
Ministerio Público; sin embargo allí acotábamos lo concerniente a la debida motivación que debe
existir en ese aspecto de la acusación, no así en cuanto a la exigencia de individualizar los
elementos de convicción demostrativos, no sólo de la responsabilidad penal de cada uno de los
imputados, sino también de los referidos a aquellos que comprueban la comisión del ilícito penal
atribuido. En consecuencia, los señalamientos anteriores deben ser tomados en consideración
para el aludido aspecto del escrito de la acusación.

En el escrito de acusación debe emplearse el término imputado y no


acusado.
Oficio Nº DRD-3-009724
Fecha: 18-3-2003

(...)
Otra observación que se le hace al escrito aquí analizado, es que se emplea la palabra acusado.
Se advierte que de acuerdo al artículo 121 del Código Orgánico Procesal Penal, vigente para la
fecha del escrito, hoy 124, se denomina imputado a toda persona a quien se le señale como autor
o partícipe de un hecho punible, por un acto de procedimiento de las autoridades encargadas de la
persecución penal conforme lo establece este Código. Y con el auto de apertura a juicio, el
imputado adquiere la calidad de acusado, por lo que emplear la palabra “Acusado” en el escrito de
acusación, resulta incorrecto, por no haberse dictado aún el correspondiente auto de apertura a
juicio, debiendo en consecuencia emplear el vocablo “Imputado”.

El representante del Ministerio Público, al invocar el artículo 376 del Código


Penal, debe señalar el supuesto que encuadre en los hechos.
Oficio Nº DRD-3-009724
Fecha: 18-3-2003

(...)
Al analizar el escrito, observa lo siguiente:

En lo relativo al cuarto requisito; es decir, “la expresión de los preceptos jurídicos aplicables,” se
hace necesario una correcta adecuación de los hechos con la norma jurídica aplicable al hecho
ilícito que se imputa, toda vez que ello permitirá proporcionar las razones de derecho que motivan
la solicitud de enjuiciamiento de una persona. En suma, debe en este capítulo el representante
fiscal realizar un análisis de las normas cuya aplicación se solicita, y establecer su relación con lo
acontecido, conforme a los elementos de convicción obtenidos, explicando las razones o motivos
de la calificación jurídica dada a la conducta ilícita imputada, con indicación si hubiere lugar, de las
circunstancias agravantes, atenuantes, concurso de delitos o cualquier otra que fuere procedente.

En el caso en análisis no se cumple con lo expuesto supra, pues se limitan a encuadrar los
hechos en las disposiciones legales establecidas en el Código Penal, que se consideraron
aplicables al caso, estimando procedente calificar los hechos como Violación Agravada en grado
de continuidad, delito establecido en el artículo 376 en relación con el artículo 375 ordinal 1º, en
concordancia con lo dispuesto en el artículo 99 todos del Código Penal, transcribiéndose luego el
contenido de tales artículos.

Igualmente, al referirse al artículo 376, no se especificó cuál de los supuestos de los allí
expresados resultaba el aplicable al caso. Pues de la lectura de esta disposición legal, se
aprecian varias particularidades que contienen diferentes penalidades a aplicarse, según el caso.

En relación a este punto se le transcribe posición del Ministerio Público:

“Como quiera que el artículo 379 del Código Penal, comprende varios supuestos, el representante
del Ministerio Público, al invocar este artículo debe hacerlo especificando con toda claridad y con el
debido razonamiento el que considere aplicable al caso”. Oficio No. DRD-10-28750 de fecha 25-
08-97. Informe del Fiscal General de la República, año 1997, Tomo II, p.p 140-141.

Incorrecto es el escrito de acusación que señale en forma incompleta el


domicilio del defensor.
Oficio Nº DRD-12-10243
Fecha: 21-3-2003

(...)
Luego de analizado el contenido del escrito en referencia, se observa lo siguiente:
Establece el artículo 326 ordinal 1° del Código Orgánico Procesal Penal, lo siguiente:

“Artículo 326. Acusación. Cuando el Ministerio Público estime que la investigación proporciona
fundamento serio para el enjuiciamiento público del imputado, presentará la acusación ante el
tribunal de control. La acusación debe contener: 1° Los datos que sirven para identificar al
imputado y el nombre y domicilio o residencia de su defensor...” (subrayado nuestro)

Ahora bien en el citado escrito, indica que el imputado se encuentra debidamente asistido por los
Abogados RSG y JRF. Asimismo señala que los mismos tienen su domicilio procesal en El Tigre,
estado Anzoátegui, siendo ésta referencia al domicilio incompleta.

El nombramiento del defensor, así como su domicilio, son de gran importancia, ya que a través de
su actividad en el proceso, se verifica el derecho que tiene toda persona a la que le es imputada la
comisión de un hecho punible, a defenderse; derecho éste que se encuentra contemplado en los
artículos 49 ordinal 1° de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y 12 del Código
Orgánico Procesal Penal. Omitir la indicación del domicilio o residencia del defensor, impide al
órgano jurisdiccional cumplir con el acto inmediatamente posterior al de la presentación de la
acusación, cual es, la convocatoria de las partes a la audiencia preliminar.

En tal sentido es menester señalar, que la importancia de cumplir a cabalidad con tal requisito
radica en que es la única forma de verificar si se ha realizado el nombramiento del defensor,
aunado a que la omisión del señalamiento expreso del domicilio de éste, impediría al órgano
jurisdiccional admitir la acusación pues no podría cumplir con el acto inmediatamente posterior al
de la presentación del acusado, cual es, la convocatoria a las partes a la audiencia preliminar.
Igualmente, al cumplir con esta exigencia que pauta el artículo 326 numeral 1, se está
garantizando el derecho a la defensa, postulado esencial que debe estar presente desde el mismo
momento en que exista una imputación formal y se tengan suficientes elementos que incriminen a
una persona. Tal derecho está implícito en el artículo 44 numeral 2, de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, 49 numeral 1 ejusdem, así como en el artículo 12 del Código
Orgánico Procesal Penal, siendo el Ministerio Público el garante de este derecho por mandato
constitucional.

Sobre este aspecto, ha señalado la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
ponencia de fecha 14-02-2002, del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, lo siguiente:

“...la acusación, como actuación que da lugar a la fase intermedia, debe reunir las condiciones
señaladas, no sólo en el artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, sino haber cumplido
previamente para su elaboración, con los pasos procesales ceñidos a la Constitución, por lo que la
acción no procede si en la formación de la acusación no se han cumplido los derechos y garantías
constitucionales...”

El adecuar la conducta ilícita del imputado en determinados artículos del


Código Penal, implica explicar las razones del por qué esos hechos se
corresponden con esas descripciones típicas de la ley.
Oficio Nº DRD-21-13266
Fecha: 9-4-2003

(...)
Analizar el referido escrito, observa lo siguiente:
En lo concerniente al numeral 4 del artículo 326 del Código Orgánico Procesal Penal, referido a los
preceptos jurídicos aplicables, se observa que formuló acusación en contra de los ciudadanos
ARRV Y JFET, por la comisión de los delitos de: “...Cooperación Inmediata en el delito de
Homicidio Calificado en Grado de Frustración, cometido en la ejecución del delito de Robo
Agravado, y Agavillamiento, con arreglo a la regla contenida en el artículo 86 del Código Penal...”.
Y como fundamento jurídico, citó los artículos 408 ordinal 1° del Código Penal en concordancia
con los artículos 407, 460, 80 segundo aparte, 83 y 86 ejusdem. (Homicidio Calificado y Homicidio
Intencional Simple y Robo Agravado).

En primer término, prescindió de realizar un análisis de las normas cuya aplicación están
solicitando y subsumirlas en los hechos acontecidos, conforme a los elementos de convicción
obtenidos. Correspondía, explicar las razones o motivos por los cuales consideraron que la
conducta punible imputada se adecuó a los tipos penales que señalaron, toda vez que ello
permitirá proporcionar las razones de derecho que motivan la solicitud de enjuiciamiento de una
persona.

A éste respecto, se ha pronunciado el Ministerio Público en anterior oportunidad y ha dejado


determinado:

“El capítulo correspondiente a la calificación jurídica, no debe concretarse a la cita del artículo o
artículos del Código Penal, en que aparezca definido el delito a tratar, sino que además, deberá
expresar las razones de hecho y de derecho que justifican tal calificación fiscal.” (Oficio N° DRD-
13-8792 de fecha 14-03-1996, en Informe Anual del Fiscal General de la República, Tomo II, Año
1996, p.149).

Conjuntamente con el escrito de acusación deben consignarse las pruebas


documentales ofrecidas en el mismo.
Oficio Nº DRD-5-019241
Fecha: 21-5-2003

(...)
Una vez analizado el informe en cuestión, se procede a emitir la opinión en los siguientes términos:

Según lo relatado, el caso se inicia el 12 de julio de 2002, bajo el régimen del reformado Código
Orgánico Procesal Penal, al tiempo en que funcionarios policiales le notifican sobre la aprehensión
que momentos antes habían practicado a los ciudadanos RARG Y CAJC, por encontrarse
involucrados en la comisión del delito de Robo Agravado de Vehículo, previsto y sancionado en la
Ley sobre Robo y Hurto de Vehículo.

Desde el comienzo del caso, se evidencia que los imputados estuvieron asistidos por una
profesional del derecho, salvaguardando con ello el derecho a la defensa, que por disposiciones de
rango constitucional todo ciudadano posee, en todo estado y grado del proceso.

A la par, las particularidades del caso requirieron que tanto usted en su condición de representante
fiscal, como la abogada defensora, y el Juez se trasladaran y constituyeran en los Hospitales:
Periférico de Catia “Ricardo Vaquero” y José María Vargas, en los cuales los imputados se
encontraban ingresados, debido a las lesiones que sufrieron al estrellar el vehículo robado, luego
de perpetrar el delito e intentar evadir la persecución policial.

De igual forma, a los referidos imputados les fue brindada la mayor consideración, atendiendo a su
estado de salud y lesiones sufridas, verificándose lo dicho a través de la entrevista que sostuviera
con el médico tratante de uno de ellos, luego de la cual se procedió a efectuar la denominada
audiencia para oír al imputado.

Desde el día de ocurrencia de los hechos sometidos a investigación, fueron promovidas una serie
de pesquisas, experticias, diligencias y actos procesales que permitieron llegar a la fase
intermedia, cuyo objetivo principal consiste en la corrección o depuración formal de los
requerimientos o actos conclusivos de la investigación.

Concluida esta fase inicial, y de conformidad a lo establecido en el artículo 329 (ahora 326) del
Código Orgánico Procesal Penal, fue presentado el escrito contentivo de la acusación en fecha 09
de agosto de 2002, lo que revela que el mismo fue propuesto ante el Juzgado de Control
oportunamente, es decir dentro del lapso establecido para realizar ese acto procesal.

Ahora bien, según se desprende de los recaudos analizados, es ésta acción la que da origen a la
consulta solicitada, ya que omitió consignar adjuntas al escrito de acusación, las pruebas
documentales mencionadas en la misma.

Sobre este particular, se hace necesario revisar en primer lugar, lo establecido en el artículo 329
(ahora 326) del Código Orgánico Procesal Penal, por ser la norma contentiva de los requisitos
exigidos para presentar la acusación, estableciendo al respecto lo siguiente:

Acusación. “…Cuando el Ministerio Público estime que la investigación proporciona fundamento


serio para el enjuiciamiento público del imputado, presentará la acusación ante el tribunal de
control./La acusación deberá contener:/(…)/ 5° El ofrecimiento de los medios de prueba que se
presentarán en el juicio…”

Como puede observarse en la trascripción de un fragmento del referido artículo, la disposición legal
instituye expresamente, que en el escrito de acusación se hará el ofrecimiento de los medios de
prueba, y en el caso que se analiza, ello fue cumplido. Ofrecer es, “…prometer, proponer, apuntar
y no dar, comprometerse…”1 y esa acción se efectúa, cuando se procesa la acusación de
conformidad con nuestro nuevo sistema de justicia acusatorio.

Desde la implementación del sistema, ha quedado determinado que las diligencias realizadas en la
fase preparatoria, no constituyen prueba por si mismas, ya que sólo sirven de fundamento, para –
como dijimos – solicitar el enjuiciamiento de una persona o solicitar el sobreseimiento.

En la acusación nos encontramos con una promesa, un ofrecimiento, una proposición que deberá
tener base y fundamento, ya que lo en ella señalado, será debatido y probado en el juicio,
mediante la oralidad y publicidad adquiriendo el Derecho Penal en esta etapa, su máximo
esplendor y excelencia.

Las pruebas del proceso penal son aquellas que se practican en el juicio, a través del debate,
antes sólo se exige su ofrecimiento y la expresión de su necesidad y pertinencia, lo cual aunado a
los otros requisitos ya señalados provocará que el Juez se pronuncie sobre la recepción total o
parcial o la no admisión de la acusación.

Continuando nuestro análisis observamos que el 29 de agosto de 2002, se fijó el acto para llevar a
cabo la audiencia preliminar, la cual no se realizó atendiendo a una solicitud de la defensa,
apoyada en la omisión por parte del Ministerio Público, en la consignación de las pruebas
documentales mencionadas en el escrito de acusación, razón ésta carente de fundamento legal,
como ya fue expresado, por cuanto en la misma fecha en que presentó el escrito de acusación, es
decir el 09 de agosto de 2002, acude de nuevo al Tribunal y hace entrega mediante quince (15)

1
FEDERICO Carlos, Sainz de Robles, Diccionario español de Sinónimos y Antónimos,
Editorial Aguilar S.A, p. 783.
folios útiles las referidas pruebas, por lo cual, para la fecha en que la defensa realizó tal alegación,
las pruebas llevaban 20 días de haber sido consignadas.

Luego de varios intentos fallidos, el pasado 28 de enero del año en curso fue celebrada la
Audiencia Preliminar, en la cual la Acusación previamente presentada, fue admitida en su totalidad
con todas las pruebas en ella ofrecidas, decretando en consecuencia el respectivo pase a juicio.

Como argumento adicional a la opinión expresada hasta ahora, nos encontramos con lo
pronunciado por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia de la Sala Constitucional, de fecha
15 de octubre de 2002, al señalar: “…efectivamente el artículo 329 de la legislación adjetiva penal
es claro al afirmar que lo único que se le requiere a la representación del Ministerio Público es “el
ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el juicio”. Sin embargo, no cabe duda
que ello, primero, presupone el acceso del imputado y de su defensa a las actas procesales, salvo
que se hubiera acordado la reserva de las mismas, de conformidad con el artículo 313 (ahora 304)
del Código Orgánico Procesal Penal. Además, éstas actas procesales siempre deberán estar al
alcance del Juzgado de Control, pues su estudio forma parte del control material de la
acusación…”

El criterio antes transcrito corrobora lo sostenido a lo largo de la presente opinión, toda vez que en
primer lugar, el acceso a las actuaciones por parte de los imputados y sus abogados se mantuvo
en todo momento, no se promovió ningún tipo de reserva, y en segundo lugar, las actas siempre
estuvieron al alcance del Juzgado de Control ya que como se indicó, las mismas se consignaron
en la misma fecha de la presentación de la acusación.

En el escrito de acusación no deben confundirse los elementos de


convicción con los medios de prueba ofrecidos.
Oficio Nº DRD-16-0023151
Fecha: 6-6-2003

(...)
En relación a los elementos de convicción y los medios de prueba ofrecidos en sus escritos de
acusación, (…) observa que incurre en el error de confundir los elementos de convicción con los
medios de prueba ofrecidos. Los elementos de convicción, están conformados por las evidencias
obtenidas en la fase preparatoria del proceso ordinario o en el momento de la aprehensión en los
casos de flagrancia, que permiten subsumir los hechos en el supuesto de la norma penal
sustantiva, y por ende solicitar el enjuiciamiento del imputado, razón por la cual el legislador exige
una debida fundamentación. Esa exigencia se concreta, en dar a conocer el aspecto resaltante de
cada actuación, que a juicio del Fiscal, constituye el motivo o circunstancia que la hace relevante a
los efectos de la imputación que se realiza, mediante su transcripción en el escrito acusatorio. Por
lo tanto, los elementos expuestos y citados deben concatenarse entre sí, de manera que pueda
apreciarse claramente su coherencia, estableciéndose de modo claro la relación entre éstos y los
hechos previamente narrados, mediante la manifestación expresa de los razonamientos utilizados
para establecer tal vinculación. Una inadecuada fundamentación podría generar dudas, tanto en la
debida calificación del delito por el cual se acusa, así como en la responsabilidad del imputado.

En cuanto al ofrecimiento de los medios de prueba, se hace necesario resaltar que es insuficiente
el ofrecer dichos medios limitándose a su mero señalamiento, pues es indispensable, que se
indique en cada caso lo que se pretende probar con el medio ofrecido. En otras palabras, debe
señalar para qué le servirá cada medio de prueba, indicando al efecto, qué se propone probar con
cada uno de ellos.

Potrebbero piacerti anche