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Método de los elementos finitos

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«FEM» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Fuerza electromotriz.

Visualización de una simulación FEM de la deformación de un coche tras un choque frontal


asimétrico.

Solución de MEF en 2D para una configuración de un magnetostato, (las líneas muestran la


dirección de la densidad de flujo calculada, y el color, su magnitud).

La malla 2D para la imagen superior (la malla es más densa alrededor de nuestro objetivo, aquellas
zonas de mayor interés, o de mayor complejidad en el cálculo).
Una función en H10, con valor cero en los puntos finales (azul), y una aproximación lineal (rojo).

Triangulación.

El método de los elementos finitos (MEF en castellano o FEM en inglés) es un método


numérico general para la aproximación de soluciones de ecuaciones diferenciales
parciales muy complejas utilizado en diversos problemas de ingeniería y física.
El MEF está pensado para ser usado en computadoras y permite resolver ecuaciones
diferenciales asociadas a un problema físico sobre geometrías complicadas. El MEF se
usa en el diseño y mejora de productos y aplicaciones industriales, así como en la
simulación de sistemas físicos y biológicos complejos. La variedad de problemas a los que
puede aplicarse ha crecido enormemente, siendo el requisito básico que las ecuaciones
constitutivas y ecuaciones de evolución temporal del problema sean conocidas de
antemano.

Índice

 1Introducción
 2Historia
o 2.1Uso práctico del método hacia 1950
o 2.2De 1960 a 1970
o 2.3A partir de 1980
 3Descripción matemática del método
o 3.1Formulación débil
o 3.2Discretización del dominio
o 3.3Funciones de forma y espacio de la solución
o 3.4Resolución de las ecuaciones
o 3.5Aproximación del error
 4¿Cómo trabaja el MEF en la práctica?
o 4.1Preproceso y generación de la malla
o 4.2Cálculo y resolución de sistemas de ecuaciones
o 4.3Postproceso
o 4.4Problemas termomecánicos
 5Tipos de análisis ingenieriles
o 5.1Resultados del MEF
o 5.2MEF de Orden Superior
o 5.3Limitaciones
 6Método implícito y método explícito
o 6.1El método implícito
o 6.2El método explícito
 7Referencia
o 7.1Bibliografía
o 7.2Programas para elementos finitos
 8Véase también
 9Enlaces externos

Introducción[editar]
El MEF permite obtener una solución numérica aproximada sobre un cuerpo, estructura o
dominio (medio continuo) —sobre el que están definidas ciertas ecuaciones
diferenciales en forma débil o integral que caracterizan el comportamiento físico del
problema— dividiéndolo en un número elevado de subdominios no-intersectantes entre sí
denominados «elementos finitos». El conjunto de elementos finitos forma una partición del
dominio también denominada discretización. Dentro de cada elemento se distinguen una
serie de puntos representativos llamados «nodos». Dos nodos son adyacentes si
pertenecen al mismo elemento finito; además, un nodo sobre la frontera de un elemento
finito puede pertenecer a varios elementos. El conjunto de nodos considerando sus
relaciones de adyacencia se llama «malla».
Los cálculos se realizan sobre una malla de puntos (llamados nodos), que sirven a su vez
de base para discretización del dominio en elementos finitos. La generación de la malla se
realiza usualmente con programas especiales llamados generadores de mallas, en una
etapa previa a los cálculos que se denomina pre-proceso. De acuerdo con estas relaciones
de adyacencia o conectividad se relaciona el valor de un conjunto de variables incógnitas
definidas en cada nodo y denominadas grados de libertad. El conjunto de relaciones entre
el valor de una determinada variable entre los nodos se puede escribir en forma
de sistema de ecuaciones lineales (o linealizadas). La matriz de dicho sistema de
ecuaciones se llama matriz de rigidez del sistema. El número de ecuaciones de dicho
sistema es proporcional al número de nodos.
Típicamente el análisis de los elementos finitos se programa computacionalmente para
calcular el campo de desplazamientos y, posteriormente, a través de relaciones
cinemáticas y constitutivas las deformaciones y tensiones respectivamente, cuando se
trata de un problema de mecánica de sólidos deformables o más generalmente un
problema de mecánica de medios continuos. El método de los elementos finitos es muy
usado debido a su generalidad y a la facilidad de introducir dominios de cálculo complejos
(en dos o tres dimensiones). Además el método es fácilmente adaptable a problemas
de transmisión de calor, de mecánica de fluidos para calcular campos de velocidades y
presiones (mecánica de fluidos computacional, CFD) o de campo electromagnético. Dada
la imposibilidad práctica de encontrar la solución analítica de estos problemas, con
frecuencia en la práctica ingenieril los métodos numéricos y, en particular, los elementos
finitos, se convierten en la única alternativa práctica de cálculo.
Además del amplio rango de problemas clásicos que pueden ser eficientemente trabajados
con éste método, recientemente también se ha utilizado para resolver EDPs tipo
Schrödinger, y ha permitido simular exitosamente efectos cuánticos en sistemas de baja
dimensionalidad tales como nanopartículas metálicas,1 nanotubos de carbono,2, puntos
cuánticos,3 pozos cuánticos,4 moléculas artificiales,5 y monocapas de calcogenuros con
metales de transición.6
Una importante propiedad del método es la convergencia; si se consideran particiones de
elementos finitos sucesivamente más finas, la solución numérica calculada converge
rápidamente hacia la solución exacta del sistema de ecuaciones.

Historia[editar]
El MEF fue al principio desarrollado en 1943 por Richard Courant, quien utilizó el método
de Ritz de análisis numérico y minimización de las variables de cálculo para obtener
soluciones aproximadas a un sistema de vibración. Poco después, un documento
publicado en 1956 por M. J. Turner, R. W. Clough, H. C. Martin, y L. J. Topp estableció una
definición más amplia del análisis numérico.7 El documento se centró en “la rigidez y
deformación de estructuras complejas”.
Con la llegada de los primeros ordenadores instaura el cálculo matricial de estructuras.
Éste parte de la discretización de la estructura en elementos lineales tipo barra de los que
se conoce su rigidez frente a los desplazamientos de sus nodos. Se plantea entonces un
sistema de ecuaciones resultado de aplicar las ecuaciones de equilibrio a l} =
\mathbf{K}\cdot \mathbf{u}</math>
|*|}} Donde las incógnitas son los desplazamientos en los nodos (vector u) que se hallan a

partir de las "fuerzas" o "solicitaciones" en los nodos (vector ) y de la rigidez de las

barras (matriz de rigidez ). Conocidos dichos desplazamientos es posible determinar


los esfuerzos en las barras. La solución obtenida es exacta.
Uso práctico del método hacia 1950[editar]
Cuando se produce la llegada de los primeros equipos de cómputo en la década de 1950,
el cálculo de estructuras se encontraba en un punto en el que los métodos de cálculo
predominantes consistían en método iterativos (métodos de Cross y Kani) que se
realizaban de manera manual y, por tanto, resultaban bastante tediosos. El cálculo de una
estructura de edificación de varios pisos, por ejemplo, podía llevar varias semanas, lo cual
suponía un coste sustancial de tiempo en detrimento de la posibilidad de invertir este en
la optimización de la estructura.
La llegada de la computadora permitió el resurgimiento del método de los desplazamientos
ya conocidos en siglos anteriores (Navier, Lagrange, Cauchy), pero que eran difíciles de
aplicar dado que al final conducían a la resolución de enormes sistemas de ecuaciones
inabordables desde el punto de vista manual.
De 1960 a 1970[editar]
Cuando las aplicaciones prácticas de elementos finitos crecieron en tamaño, los
requerimientos de tiempo de cálculo y memoria de los ordenadores creció. En ese punto el
desarrollo de algoritmos más eficientes se volvió importante. Para la resolución de los
sistemas de ecuaciones se potencia el estudio de la adaptabilidad de los algoritmos ya
conocidos (Gauss, Cholesky, Crout, Gradiente conjugado, etc). El ahorro de tiempo es
impensable y con ello el uso del método matricial se extiende. Este desarrollo se hace
especialmente notable en estructuras de edificación donde la discretización de los pórticos
en barras, es prácticamente inmediata a partir de las vigas y los pilares.
Sin embargo, y a pesar de desarrollarse modelizaciones de elementos superficiales
mediante barras (losas con emparrillados, elementos curvos mediante aproximaciones de
elementos rectos, etc.), se plantean grandes dificultades ante estructuras continuas
(superficies y volúmenes) y con geometrías complejas. De ahí que sea precisamente
dentro del campo aeroespacial donde comiencen a desarrollarse las nuevas técnicas del
MEF. Dada su generalidad el método se amplió a otros campos no estructurales como la
conducción de calor, la mecánica de fluidos, etc. donde compitió con otros métodos
numéricos como el de método de las diferencias finitas que aún siendo más intuitivos,
tenían de nuevo dificultades de planteamiento para geometrías complejas.
Con la llegada de los centros de cálculo y los primeros programas comerciales en los años
60, el MEF a la vez que se populariza en la industria refuerza sus bases teóricas en los
centros universitarios.
En los años 70 se produce un gran crecimiento de la bibliografía así como la extensión del
método a otros problemas como los no lineales. En esta década, el MEF estaba limitado a
caros ordenadores centrales generalmente poseído por las industrias aeronáuticas, de
automoción, de defensa y nucleares. Se estudian nuevos tipos de elementos y se sientan
las bases matemáticas rigurosas del método, que había aparecido antes más como
técnica de la ingeniería que como método numérico de la matemática.
A partir de 1980[editar]

Estructura generada por FEM para el análisis de tensiones de la cabeza de un pistón de un motor de
combustión interna alternativo.

Por último, a partir de la década de los 80, con la generalización de los ordenadores
personales, se extiende el uso de los programas comerciales que se especializan en los
diversos campos, instaurándose el uso de pre y postprocesadores gráficos que realizan el
mallado y la representación gráfica de los resultados. Se continúa en el estudio de la
aplicación del método a nuevos modelos de comportamiento (plasticidad, fractura, daño
continuo, etc.) y en el análisis de los errores.
En la actualidad, dentro del campo estructural, el MEF comparte protagonismo con el
método matricial, siendo muchos los programas que mezclan el análisis por ambos
métodos, debido sobre todo a la mayor necesidad de memoria que requiere el análisis por
elementos finitos. Así se ha dejado la aplicación del MEF para el análisis de elementos
continuos tipo losa o pantalla, mientras que los pórticos siguen todavía discretizándose en
barras y utilizando el método matricial. Y desde el rápido declive en el coste de los
ordenadores y el fenomenal incremento en la potencia de cálculo, el MEF ha desarrollado
una increíble precisión. A día de hoy, los superordenadores son capaces de dar resultados
exactos para todo tipo de parámetros.

Descripción matemática del método[editar]


El desarrollo de un algoritmo de elementos finitos para resolver un problema definido
mediante ecuaciones diferenciales y condiciones de contorno requiere en general cuatro
etapas:

1. El problema debe reformularse en forma variacional.


2. El dominio de variables independientes (usualmente un dominio espacial) debe
dividirse mediante una partición en subdominios, llamados elementos finitos.
Asociada a la partición anterior se construye un espacio vectorial de dimensión
finita, llamado espacio de elementos finitos. Siendo la solución numérica
aproximada obtenida por elementos finitos una combinación lineal en dicho
espacio vectorial.
3. Se obtiene la proyección del problema variacional original sobre el espacio de
elementos finitos obtenido de la partición. Esto da lugar a un sistema con un
número de ecuaciones finito, aunque en general con un número elevado de
ecuaciones incógnitas. El número de incógnitas será igual a la dimensión del
espacio vectorial de elementos finitos obtenido y, en general, cuanto mayor sea
dicha dimensión tanto mejor será la aproximación numérica obtenida.
4. El último paso es el cálculo numérico de la solución del sistema de ecuaciones.
Los pasos anteriores permiten construir un problema de cálculo diferencial en un problema
de álgebra lineal. Dicho problema en general se plantea sobre un espacio vectorial de
dimensión no-finita, pero que puede resolverse aproximadamente encontrando una
proyección sobre un subespacio de dimensión finita, y por tanto con un número finito de
ecuaciones (aunque en general el número de ecuaciones será elevado típicamente de
miles o incluso centenares de miles). La discretización en elementos finitos ayuda a
construir un algoritmo de proyección sencillo, logrando además que la solución por el
método de elementos finitos sea generalmente exacta en un conjunto finito de puntos.
Estos puntos coinciden usualmente con los vértices de los elementos finitos o puntos
destacados de los mismos. Para la resolución concreta del enorme sistema de ecuaciones
algebraicas en general pueden usarse los métodos convencionales del álgebra lineal en
espacios de dimensión finita.
En lo que sigue d es la dimensión del dominio, n el número de elementos finitos y N el
número de nodos total.
Formulación débil[editar]
Artículo principal: Formulación débil
La formulación débil de una ecuación diferencial permite convertir un problema de cálculo
diferencial formulado en término de ecuaciones diferenciales en términos de un problema
de álgebra lineal planteado sobre un espacio de Banach, generalmente de dimensión no
finita, pero que puede ser aproximado por un sistema finito de ecuaciones algebraicas.
Dada una ecuación diferencial lineal de la forma:

(1)

Donde la solución es una cierta función definida sobre un dominio d-dimensional ,y


se han especificado un conjunto de condiciones de contorno adecuadas, puede suponerse
que la función buscada es un elemento de un espacio de funciones o espacio de
Banach V y que la ecuación (2) es equivalente a:

(2a)
Donde V' es el espacio dual de V, la forma variacional débil se obtiene buscando la única

solución tal que:

(2b)
Cuando el operador lineal es un operador elíptico, el problema se puede plantear como un
problema de minimización sobre el espacio de Banach.
Discretización del dominio[editar]
Dado un dominio con una frontera continua en el sentido de Lipschitz una partición

en n "elementos finitos", es una colección de n subdominios que satisface:

1.

2. Cada es un conjunto compacto con una frontera Lipschitz-continua.

3.
Usualmente por conveniencia práctica y sencillez de análisis, todos los "elementos finitos"

tienen la misma "forma", es decir, existe un dominio de referencia y una colección


de funciones biyectivas:

Este dominio de referencia se suele llamar frecuentemente también dominio

isoparamétrico. En los análisis 2D (d = 2) el dominio de referencia se suele tomar


como un triángulo equilátero o un cuadrado, mientras que en los análisis 3D (d = 3), el
dominio de referencia típicamente es un tetraedro o un hexaedro. Además sobre cada
elemento se considerarán algunos puntos especiales, llamados nodos y que generalmente
incluirán los vértices del elemento finito y se requerirá la condición adicional de que dos

elementos adyacentes compartan los nodos sobre el subconjunto , es decir:

Una vez definida la partición en elementos finitos, se define sobre cada elemento un
espacio funcional de dimensión finita, usualmente formado por polinomios. Este espacio
funcional servirá para aproximar localmente la solución del problema variacional. El
problema variacional en su forma débil se plantea sobre un espacio de dimensión no-finita,
y por tanto la función buscada será una función de dicho espacio. El problema en esa
forma exacta es computacionalmente inabordable, así que en la práctica se considerará un

subespacio de dimensión finita del espacio vectorial original . Y en lugar de la


solución exacta de (2b) se calcula la proyección de la solución original sobre dicho
subespacio vectorial de dimensión finita, es decir, se resolverá numéricamente el siguiente
problema:

(2c)
Donde:

, es la solución aproximada.

es el proyector ortogonal del espacio original sobre el subespacio vectorial


asociado a la discretiación.
Si la discretización es suficientemente fina y el espacio funcional finito sobre cada
elemento está bien escogido, la solución numérica obtenida aproximará
razonablemente bien la solución original. Eso implicará en general considerar un
número muy elevado de elementos finitos y por tanto un subespacio de proyección
de dimensión elevada. El error entre la solución exacta y la solución aproximada
puede acotarse gracias al lema de Ceá, que en esencia afirma que la solución
exacta y la solución aproximada satisfacen:

(LC)
Es decir, el error dependerá ante todo de lo bien que el subespacio vectorial

asociado a la discretización en elementos fintios aproxime el espacio

vectorial original .
Funciones de forma y espacio de la solución [editar]
Existen muchas formas de elegir un conjunto de funciones que formen una base
vectorial sobre la que aproximar la solución exacta del problema. Desde un punto

de vista práctico resulta útil definir un espacio vectorial de dimensión finita

definido sobre el dominio de referencia formado por todos los polinomios de


grado igual o inferior a cierto grado:

Entonces mediante las aplicaciones que aplican el dominio de referencia a cada

elemento finito se define el espacio vectorial que servirá para aproximar la


solución como:

(3)

Cuando es una función lineal y el espacio está formado por polinomios

entonces la restricción de es también un polinomio. El espacio

vectorial es un espacio polinómico en que la base de dicho espacio está

formada por funciones de forma , que dado el conjunto de nodos del dominio
de referencia se definen como:

Esto permite definir de manera unívoca unas funciones de forma sobre el dominio
real sobre el que se define el problema:

Estas funciones se pueden extender a todo el dominio, gracias a que el conjunto


de subdominios o elementos finitos constituye una partición de todo el dominio:

Las funciones de forma permiten proyectar sobre el espacio de elementos finitos

cualquier función definida sobre el dominio original mediante el proyector :


(4)
Resolución de las ecuaciones[editar]
Fijada una base asociada a una determinada discretización del dominio, como por

ejemplo la dada por las funciones la forma débil del problema (, cuando la

función es bilineal) puede escribirse como una ecuación matricial simple:

Donde N es el número de nodos. Agrupando los términos y teniendo en cuenta


que v^h es arbitario y que por tanto la ecuación anterior debe cumplirse para
cualquier valor de dicho vector arbitrario se tiene que:

(5)
Este es la forma común del sistema de ecuaciones de un problema de elementos
asociado a una ecuación diferencial lineal, no dependiente del tiempo. Esta última
forma es precisamente la forma (*) de la reseña histórica. Para resolver
numéricamente el sistema de ecuaciones (*), que usualmente consta de miles o
incluso centenares de miles de ecuaciones se requieren algoritmos eficientes que
optimicen el número de operaciones que debe realizarse y ahorren memoria.
En general las complicaciones computacionales que deben resolverse en la
resolución numérica son:

1. El cálculo de la matriz de coeficientes , esto generalmente


requiere integración numérica aproximada lo cual es una nueva fuente de
errores en el cálculo por el MEF.
2. El uso de un método eficiente para resolver el sistema de ecuaciones
obtenido. Por ejemplo el método de Cramer es totalmente impracticable

para , un ordenador de unos 10 GFlops tardaría más de 2 años en


resolver el sistema por dicho método, mientras que si se usa el método de
eliminación gaussiana tardaría menos de una diez milésima de segundo.
Para entender la necesidad de la integración numérica necesitamos ver qué forma
tiene típicamente la forma débil del problema, expresada en términos de los
subdominios o elementos finitos. Esa forma débil involucra integrales de la forma:

Donde:

son el domino sobre el que se plantea el problema.

, representan a cada uno de los elementos finitos y al dominio isoparamétrico


que da la forma de los elementos finitos.

, representan la función que debe integrarse y su expresión sobre el dominio


isoparamétrico.
, la aplicación que relaciona el dominio isoparamétrico con cada elemento
finito.

, son los pesos y los puntos de integración usados para integración


gaussiana.

, son el número total de elementos y el número de puntos de integración por


elemento.
Aproximación del error[editar]
De acuerdo con el lema de Ceá (LC) el error cometido en
la aproximación de una solución exacta mediante
elementos finitos viene acotada por el error de
aproximación, es decir, la solución obtenida mediante el
MEF es, tanto más buena cuanto mejor sea la

aproximación . Dado que el error de aproximación


depende crucialmente del tamaño de los elementos,
cuanto mayor sea su número a igualdad de otros factores
tanto menor será el error de aproximación. A continuación
acotamos este error de aproximación que acotará el error
de la solución de elementos finitos.
Para ello necesitamos definir el diámetro de cada
subdominio o elemento finito:

h es una medida de la finura de la discretización es el


máximo de los anteriores valores. Puede comprobarse
que el error de aproximación (y por tanto el error de la
solución mediante elementos finitos) viene acotada por:

(AE)
Donde:

, son respectivamente la solución exacta y la solución obtenida mediante


elementos finitos.

, es un número real que depende de la forma del dominio, entre otros


factores.

, es el k+1-ésimo espacio de Sobolev de funciones sobre el dominio .

, es la seminorma dada por:

siendo un multiíndice y la
derivada parcial de u asociada al
mismo. La norma del espacio L2(Ω).

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