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Comentario

La ciudad posible.
Guía para la actuación urbana
de Marcelo Corti

Es un gran libro y estoy agradecida a Marcelo por la invitación a


presentarlo.

Con Marcelo nos conocimos en el PROPUR (UBA) a mediados de los


noventa y luego por nuestro paso –en años diferentes- por el Máster “La
ciudad: políticas, proyectos y gestión” dirigido por Jordi Borja.

Marcelo ha sido sin dudas una de las personas que más ha hecho por
la difusión de los temas del urbanismo y la planificación a partir de su
magnífica revista “Café de las Ciudades”, cuando me invitó no dudé
en aceptar la invitación por varias razones, siempre me interesaron sus
columnas en la revista, así que el libro también sería de lectura
interesante y además es una persona muy generosa que a través de su
revista ha dado visibilidad al trabajo de muchas personas, como en mi
caso.

No leí el índice de entrada, preferí que el texto y la estructura expositiva


me fuera llevando, quería desentrañar la propuesta del autor y no me
defraudó en absoluto. La literatura existente exige reconstruir por
fragmentos los temas que aquí se presentan de manera integral.

Apenas al comenzar el libro promete que “recopila, describe y sintetiza


diversos conocimientos y recursos necesarios para el abordaje y la
actuación en la ciudad, considerada como un fenómeno físico que
alberga y expresa fenómenos sociales, culturales, económicos y
políticos. De esta forma puede interesar a estudiantes, profesionales,
agentes públicos y sociales, y en general a todas aquellas personas
interesadas y/o involucradas en las cuestiones urbanas, que pueden
usarlo como ayuda para conformar su propio método de interpre-
tación e intervención” y no defrauda en absoluto.
No puedo otra cosa que coincidir con Jordi Borja en que este libro
condensa varios y valiosos aportes sobre los temas de la ciudad:

Definiciones de la “Ciudad Posible” para comenzar. “La llamamos


ciudad posible porque es la ciudad que podemos construir con los
recursos disponibles y con la voluntad de quienes la habitamos. Y
también porque es la ciudad que queremos, hecha posible a través del
conocimiento y la creación.”

La formulación de la “ciudad posible” aparece como un concepto


“horizonte” de la propuesta del autor, que reafirma el carácter
dinámico de lo urbano en la actual fase del capitalismo global y
periférico, y con ello la necesidad de un urbanismo honesto que
reconozca las condiciones en que se desempeña y las utilice a favor. Y
hacia esta idea conducen los 12 principios que a juicio del autor
aportan a la propuesta de la ciudad posible, en términos de legibilidad,
adaptación al entorno, integración a su territorio y al mundo, de
diversidad, de estímulo, de su carácter educativo, de apertura,
accesibilidad, seguridad, belleza, eficiencia y justicia.

Es un texto sensible y casi siempre crítico de las modas. Esto es bastante


sugestivo, en un clima de época en la que el urbanismo es
complaciente de las tendencias en boga (instrumentos, metodologías,
recursos discursivos, etc.). De esto da cuenta la crítica a los apelativos
de circunstancia a la ciudad: inteligente, creativa, etc.

Existe una mirada con énfasis en el papel de lo público en el proceso


de planificación pero que no abomina ni niega la participación
privada en estos procesos.

Y el autor sienta en varios sentidos posición acerca de su enfoque sobre


la CP: los apartados que se van desgranado en la introducción en
relación al contexto político, los debates sobre “el derecho a la
ciudad”, el desmontaje de los principales mitos urbanos que
decididamente comparto, la crítica a los modelos de ciudad en boga
y también los reduccionismos, etc.

Me parece interesante, a modo de advertencia lo que plantea como


condiciones para la realización de la CP la democracia política, la
justicia social y la economía mixta; en la que el Estado guía o comanda
la acción del mercado, pero que claramente no prescinde de él.

Luego de esta exposición de principios el libro se concibe en dos


grandes partes que le permiten plantear una cosmovisión sobre lo
urbano y la ciudad a partir de un esquema epistemológico amplio. El
debate teórico –si bien está bien presente- no es el eje que estructura
la exposición de los temas; la teoría sirve para sostener ciertos puntos
de vista en algunos casos, para confrontarlos en otros. Pero siempre a
disposición de las dimensiones o tópicos que se abordan.

En la primera parte llamada “Los componentes de la ciudad”, bajo las


categorías clásicas de Urbs, Polis y Civitas analiza los componentes
físicos, territoriales, económicos, sociales, políticos y culturales. Esta es
un buen artilugio metodológico para analizar el paquete de “temas”
de la ciudad. Por un lado los temas duros de la planificación como la
estructura urbana, la trama, el tejido, las densidades; el espacio
público, las infraestructuras, la movilidad, el ambiente, la vivienda y el
hábitat, el paisaje urbano; por otro, los temas blandos, aunque tal vez
más complejos ya que responden a la naturaleza de los procesos
sociales: como las economías urbanas, las cuestiones sociales que
prefiguran las opciones o decisiones en la ciudad, la cuestión del
gobierno y las políticas –y opciones- de la descentralización, la
participación ciudadana, los tiempos de la gestión y la cultura.

La segunda parte está dedicada a “La actuación urbana” y responde


fielmente al propósito del libro, es una verdadera guía para la
actuación. Comprende un buen repaso de las claves del urbanismo
desde sus comienzos del plan como trazado del urbanismo
decimonónico al plan como previsión integral, y recala luego en los
instrumentos de la planificación. Esta es una parte particularmente
fecunda del libro, en la que Marcelo hace gala de su vastísimo
conocimiento y experiencia en infinidad de propuestas de
planificación integral y sectorial a lo largo del país.

Tal vez sin planteárselo como objetivo, el libro realiza una crítica a las
metodologías clásicas de la planificación (me refiero a la planificación
racional normativa y a sus recursos instrumentales, o la planificación
estratégica y su “carta a los reyes magos”) un poco por las anteojeras
ideológicas, por las desmedidas pretensiones del método en relación a
sus posibilidades reales, la claudicación de las certezas en que nos
había sumergido la modernidad es una constatación de la importancia
de lidiar con la incertidumbre de lo complejo.

Las limitaciones de la planificación tradicional para abordar la


complejidad, aparece como una preocupación metodológica del
autor al final del libro como última reflexión, cuando refiere a los
sistemas complejos o la teoría de los sistemas. La idea de una visión
integral e integradora de la actuación en la ciudad.

Algunos de los muchísimos hallazgos del libro:

La escritura, es un libro muy bien escrito. Marcelo tiene muy buena


pluma, cosa que se agradece, el vocabulario es rico y plagado de
imágenes sensoriales que hacen la lectura muy llevadera. Las
referencias al cine y la literatura son profusas y le dan un ritmo vigoroso
y florido a la descripción de los innumerables proyectos urbanísticos y/o
arquitectónicos que se presentan (ej. Pp 419).

También en esto de la escritura, muchos pasajes del libro aparece la


mirada del flanneur que tanto le gusta a Marcelo Corti y que sin dudas
ejerce en primera persona, por caso, bellamente retratada en el
análisis del proyecto Fórum de las culturas de BCN (pp 427 y 428).
El carácter forzado de este nuevo Fórum (una especie de celebración de la
corrección política) se reflejó en su concreción física sobre el territorio, una gran y
descorazonadora colección de explanadas de cemento expuestas al sol y las
inclemencias del tiempo. La experiencia de su re-corrido es similar a la de acercarse
a un estadio por entre avenidas y parkings, solo que en este caso el caminante ya
está “adentro”. En algún borde se descubre una panorámica atractiva, con playas,
o chimeneas, o algún edificio interesante; pero todo está tan lejos que la sola idea
de llegar y tener que emprender nuevamente la caminata (¡y además, cuesta
arriba!) disuade de seguir caminando. Un aire general de parque de diversiones mal
resuelto acompaña todo el recorrido por lo que en su momento fue la segunda plaza
más grande del mundo, luego de la de Tiannamen en Beijing, ¿aunque… a quien le
importa este dato estadístico? ¿Qué le agrega de bueno a Barcelona? Parece una
frase de tour de compras en un mall de los Estados Unidos, pero no un orgullo
barcelonés... La Barcelona que atrae al mundo tiene plazas, placitas que a duras
penas pueden registrarse en un mapa, pero donde toda la complejidad de la vida
urbana es posible, donde puede uno quedarse diez minutos o toda una tarde. En el
ámbito del Fórum, en cambio, se han perdido las reglas del arte urbano, los secretos
compositivos del espacio público. En el Ensanche, en Gracia, en los mejores espacios
recuperados de la Ciudad Vieja, en las Ramblas, en la misma Villa Olímpica, cada
espacio es una certeza de haber llegado y una invitación a seguir paseando. El
paseante se pierde gustoso en su recorrido con la seguridad de una ciudad legible,
donde en realidad nunca se pierde, porque cada barrio tiene su secreto y su
identidad, y en todo caso siempre quedará buscar la pendiente de las calles para
saber cuál llega al mar, o guiarse por las cumbres de las montañas. Cada lugar es un
lugar para quedarse y un lugar para seguir.
En cambio, en el Fórum, todo está demasiado lejos y cansa antes de partir. No hay
etapas, no hay sorpresas, no hay recorridos: hay llenos demasiado llenos y vacíos
demasiado vacíos; no hay historia (lógico, porque el lugar es nuevo) pero parece
que nunca la habrá, que todo es efímero y será desmontado el lunes que viene, con
lo cual tampoco hay futuro. El tiempo en el Fórum es solamente efímero, el espacio
es solamente vasto; la ciudad, en cambio, y Barcelona en especial, es a la vez
efímera y eterna, amplia y reducida, amable y perturbadora.

En cuanto al uso del libro. A lo largo del texto hay referencias a los
temas tratados, se sugiere dónde encontrar el desarrollo de los mismos
(con número de páginas indicados).

Sobre los propósitos del libro. De la lectura surge que el propósito no es


no marcar la “teleología del método” como suele pasar en la literatura
sobre este tema, por el contrario se aboga a evitar las rigideces de las
prácticas aceptadas, enfatizando en la necesidad de adaptación a
las circunstancias. La CP no es un estereotipo sino un modelo para
armar atravesado por las singularidades del contexto, una forma de
operar sobre “la ciudad realmente existente”. Adicionalmente repasa
los principales errores de las actuaciones que se analizan.

La idea no es retratar solamente “buenas prácticas” a las cuales critica


como tales, ya que como dice Raúl Fernández Wagner muchas veces
se aprende mucho más de las prácticas fallidas.

La función didáctica del libro, de nuevo el amplio abanico de temas y


problemas que se abordan, así como la forma en que están escritos y
fundamentados da cuenta de una gran capacidad didáctica del
autor.

Sin dejar nada al azar al comienzo y al final el libro aporta un par de


perlas muy interesantes: un glosario de términos de urbanismo y un
aparato crítico amplio que incluye desde los orígenes del urbanismo
con Ildefons Cerdá hasta las referencias a la ciudad global de Saskia
Sassen, a las principales revistas digitales y en papel, y las tecnologías
2.0.
Quedan pendientes para futuras ediciones (que seguramente las
habrá):

- el urbanismo que fue posible por la aplicación del DL 8912 en la


provincia de Buenos Aires y con la reciente Ley 14449 de acceso justo
al hábitat.

- un análisis sobre cómo funciona el régimen de la propiedad del suelo


en Argentina, las posibilidades que abre la función social de la
propiedad (instituida en Brasil y Colombia) y el enfoque excesivamente
patrimonialista del suelo que complejiza su gestión.

- la consideración sobre las formas de articulación entre el estado y el


mercado, me refiero a la capacidad de lobby de quienes son los
actores más dinámicos en la gestión de la ciudad. Las decisiones que
se toman en el territorio suelen estar atravesadas por
condicionamientos, presiones y otras conductas propias de la “arena
de disputa del poder local”. Muchas veces no se planifica, porque
planificar impone límites a la discrecionalidad de las decisiones
territoriales.

Recomiendo fervientemente su lectura. Este es un libro de consulta


para docentes universitarios de grado y posgrado, sin dudas pasará a
formar parte de la bibliografía de las materias de urbanismo y
planeamiento. Ya le prometí un ejemplar a mi amiga Alejandra Sgroi
para que lo incorpore en las cátedras de Planeamiento Físico y Teorías
Territoriales de la carrera de arquitectura en la UNLP.

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