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NOMBRE DEL ALUMNO

Leidy Johana Rave Delgado

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO


Óscar Alonso Correa Páez

NOMBRE DE LA ASIGNATURA
Sociología de la Educación

NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
REPORTE DE LECTURA: La investigación educativa en sociología.

FECHA DE PRESENTACIÓN
Septiembre 30 de 2019

INTRODUCCIÓN

Adentrarnos en el mundo de la investigación educativa implica comprender que en


muchas ocasiones ésta no se relaciona con métodos centrados en la objetividad o
resultados exactos que nos lleven a la generalización de teorías, sino que además,
nos permite comprender situaciones particulares que permiten comprender las
dinámicas propias de un contexto, en este caso el contexto educativo.

Desde esta perspectiva, podríamos decir que la sociología, tiene por objeto analizar
una realidad que puede variar dependiendo del esquema conceptual desde el cual
sea abordada, es decir, que para su desarrollo se cuenta con diversos paradigmas
que no necesariamente resultan excluyentes sino que por el contrario pueden
nutrirse entre sí, contribuyendo de esta forma a la comprensión de diversidad de
fenómenos propios del contexto educativo.
DESARROLLO TEMÁTICO

El presente texto tiene como propósito describir las principales corrientes de la


sociología de la educación a partir de la distinción de la escuela como mecanismo
de producción en virtud de su posición ante los binomios estructura/acción social y
armonía/conflicto (Lerena y Fernández, 1998). Enfoques deterministas como el
funcionalismo y las teorías de reproducción, otorgan gran relevancia en el binomio
estructura/acción social al análisis estructural pero dejan de lado aspectos
relacionados al papel de los agentes en el mantenimiento, la mediación o el cambio
de las relaciones estructurales. Enfoques opuestos como el interaccionista y las
teorías de la resistencia, ponen más énfasis en la actividad humana y menos en el
papel de las estructuras sociales, y son denominados, voluntaristas.

Con respecto al binomio armonía/conflicto se pueden identificar las teorías


armonicistas y las teorías conflictuales; en la primera se plantean enfoques como el
funcionalismo o el interaccionismo, que enfocan el análisis de la sociedad
entendiendo a ésta como un sistema en el cual escasean los conflictos por lo que
problemáticas propias de la escuela dejan de ser abordadas, así como diversos
elementos relacionados con el entorno social de la escuela. Por el contrario las
teorías conflictuales, establecen enfoques como el de reproducción y resistencia,
que permiten ver a la escuela como un contexto permeado por los conflictos, los
cuales a su vez conducen a una transformación del individuo. Lastimosamente, esta
visión se simplifica al campo académico, dejando de lado elementos propios de la
época que pueden afectar de diversas maneras esta transformación como lo
pueden ser los nuevos enfoques pedagógicas y las herramientas tecnológicas en el
contexto escolar o problemáticas relacionadas con la cobertura, la equidad y la
calidad de la educación, propias de la agenda educativa latinoamericana que
permea nuestro quehacer educativo.
Es entonces a partir de la discusión, confrontación o complementariedad de las
teorías propias de la sociología de la educación que la investigación en esta área
se reconstruye o reconfigura, permitiendo constantemente hacer confrontaciones
entre sus planteamientos, permitiendo a los docentes reflexionar sobre su trabajo,
que va abarca aspectos desde lo social, hasta lo político y económico, todos ellos
relacionados de manera directa o indirecta con la escuela. Es así como se pueden
presentar las ideas del funcionalismo y en renuencia a ellas las planteadas por la
reacción interaccionista.

El funcionalismo por su parte, asigna un valor importante a la estratificación


planteada en la sociedad en la cual los individuos más capacitados ejercen las
funciones más relevantes dentro de ella, por lo que la función principal de la escuela
consiste en “seleccionar” los individuos mejor preparados o que demuestren sus
capacidades para realizar determinada labor y por tanto su estatus o nivel
socioeconómico. Desde esta perspectiva entonces, la responsabilidad recae
directamente sobre el estudiante, dejando de lado otros factores inherentes a la
escuela y a los procesos educativos como pueden ser la labor y visión del docente,
el entorno social, familiar, entre otros.

En contraposición a estos planteamientos surge la reacción interaccionista la cual


se enfoca en estudiar los procesos que suceden al interior de la escuela, desde una
perspectiva metodológica más cualitativa en la que se resalta el valor de algunos
elementos propios del sistema educativo y de la sociedad en general.

Aparecen también como otra reacción al funcionalismo las teorías de la


reproducción y de la correspondencia, que pese a que también son consideradas
estructuralistas, a diferencia de aquélla, conciben la sociedad y la educación como
escenario y objeto de conflictos irreductibles (Lerena y Fernández, 1998). Estas
teorías permiten establecer una relación directa con el proceso de producción
capitalista, que converge al concepto de capital humano. Desde esta mirada, el
énfasis debe ser puesto en las relaciones sociales materiales del proceso educativo,
que serían una réplica de las relaciones sociales del proceso de producción
capitalista y prepararían a los individuos para la inserción en el mismo y para su
aceptación.

Por último, aparece como enfoque importante en la sociología de la educación las


teorías de la resistencia, éstas aunque difieren en gran medida de algunos aspectos
de las teorías anteriores rescatan los marcos conceptuales del funcionalismo y el
de las teorías de la reproducción puesto que la estructura social es analizada sobre
todo a través de los procesos culturales que le dan vida y sentido; y desde lo
metodológico, como la del interaccionismo, cualitativa, en donde prevalece
fundamentalmente la observación participante o la etnografía.

CONCLUSIONES

La sociología de la educación se haya representada por diferentes corrientes, cada


una de ellas caracterizada por desarrollar un análisis de la escuela con un enfoque
determinado, así, cada una de ellas termina excluyendo de su marco conceptual
aspectos de diversa índole social, académico, pedagógico y metodológico en
diferentes grados, por lo que es común encontrar que unas aparezcan como
reacción a los planteamientos de otras o en virtud de su complementariedad.

Desde este punto de vista, se hace necesario que los profesionales de la educación
analizan y evalúen los aspectos conceptuales y metodológicos de cada una de las
corrientes o teorías antes descritas con el fin de lograr una mejor aproximación a la
comprensión de la escuela y todos los componentes y dinámicas que subyacen a
ella.

Se puede plantear entonces que, la sociología de la educación debe ser entendida


como un sistema abierto que se caracteriza por la interacción que tiene con otros
campos, que aportan lo suyo para determinar lo que sucede dentro y fuera de la
escuela. Es así como al analizarse aspectos de la escuela latinoamericana
contemporánea, como la deserción, el fracaso escolar, entre otros, se obtienen
resultados precarios, pues es claro que no solo debe verse los problemas de la
educación desde la óptica del proceso enseñanza-aprendizaje, sino desde otros
ámbitos, donde los factores sociales, políticos, económicos y culturales tienen gran
influencia en el desarrollo formativo del individuo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Lerena C. y Fernández M. (1988). La investigación educativa en sociología.


Jornadas Nacionales sobre Investigación Educativa en España, I.C.E. de la
Universidad de Cantabria, Santander, España.

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