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TECNICATURA SUPERIOR EN
“ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO”
MATERIA: Psicofarmacología.
PROFESORA: Dra. Paola Evangelista.
ALUMNA: Marcela Carpentier.
FUNDAMENTACIÓN.
El disparador por el cual decidí realizar este trabajo fue un artículo publicado el
09/06/2019 en el diario La Nación sobre los altos niveles de consumo de alcohol y
cocaína en Argentina. Esto me provocó la inquietud que me llevó a preguntar ¿cómo
estamos posicionados como sociedad ante la problemática del consumo de sustancias
en nuestros adolescentes?
La adicción a las drogas en la población de adolescentes y jóvenes de nuestro país,
constituye uno de los problemas más apremiantes al que nos enfrentamos, lo cual
produce profunda preocupación en la sociedad. Argentina es el país del continente
donde más aumentó el uso de cocaína, mientras se redujo la edad de inicio en el
consumo de alcohol y éxtasis.
DESARROLLO.
El escenario local de uso de sustancias psicoactivas, legales o prohibidas, expuso una
importante curva de crecimiento en los últimos quince años. Esa realidad quedó exhibida
en sucesivas encuestas realizadas por la Sedronar entre la población general y en
grupos focalizados, como los de estudiantes de nivel medio.
La certeza de esos datos no alcanzaba, de todas maneras, para tener una verdadera
dimensión de la situación en el país. La comparación estadística con los países de toda
América aporta una variable hasta ahora desconocida: la Argentina tiene el mayor nivel
proporcional de ingesta alcohólica en la región y se posiciona casi junto a EE.UU. en los
índices más altos de consumo de cocaína, según un relevamiento de la Organización
de los Estados Americanos (OEA).
Los adolescentes en general y los jóvenes escolarizados es la franja en la que los
argentinos traspasan el 50% de consumo de alcohol y superan por más de 10 puntos
porcentuales a todos los alumnos de los restantes países americanos.
La Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) presentó en
Buenos Aires el "Informe sobre consumo de drogas en las Américas 2019".
Para nuestro país no fue buena la comparación con el resto de los Estados Americanos.
Los niveles de consumo de alcohol avanzan aquí por senderos diferentes a lo que
sucede entre los vecinos cercanos y lejanos. Ese documento del organismo de la OEA
marcó que la Argentina es una de las pocas naciones de la región en las que las bebidas
alcohólicas no retroceden. El avance constante del consumo local llevó a que nuestro
país apareciese en el nivel más alto de uso de bebidas alcohólicas. Eso se dio en todos
los niveles analizados, tanto en la población general, entre los 16 y 65 años, como en
segmentos de estudiantes de nivel medio. Los argentinos se mantienen como los
principales consumidores de alcohol del primero al último año del nivel secundario.
Los datos utilizados para la comparación internacional fueron presentados por nuestro
país en 2017, por lo que se apoyan en los datos obtenidos entre 2015 y 2016. Para los
funcionarios de la Sedronar, en los próximos informes podría notarse un cambio a partir
del trabajo de prevención efectuado en colegios, gremio y municipios.
También la irrupción del narcotráfico en la agenda pública puede tener una explicación
en la expansión local del consumo de drogas ilegales. Si se toma en cuenta la población
general, el mercado de cocaína argentino es proporcionalmente similar al
norteamericano.
Es conocido que la población argentina tiene una dimensión ocho veces inferior a la de
los Estados Unidos, por lo que será allá muy superior el volumen del mercado ilegal de
drogas. De todas maneras, la proporción de consumidores es similar: se registró un
1,9% de personas que inhalaron cocaína en el último año en los Estados Unidos y 1,6%
en la Argentina, porcentaje alcanzado también por Uruguay. Muy diferente es el caso
de otros países de la región, que no superan el 0,5% de consumidores de cocaína, como
es la situación notificada por Brasil.
El hecho de que la demanda local de drogas tenga proporciones parecidas al que se
suponía el "gran mercado del Norte" es una de las posibles razones del traspaso, visible
en el campo policial, de delincuentes comunes hacia el narcomenudeo. Para Adam
Namm, el secretario ejecutivo de la Cicad, "las drogas se expanden como mancha
venenosa" por el cambio de táctica de los traficantes, que pagan en mercancía por el
traslado, acopio o seguridad de sus embarques, situación que coloca más sustancias
en las calles locales.
Solo en el caso de la marihuana, la droga ilegal más consumida en nuestro país y en la
región, la Argentina no aparece en los primeros lugares de consumo. Sin embargo,
también frente a esa droga se evidenció un ascenso importante en el porcentaje de
quienes fumaron cigarros armados con cannabis. "En la Argentina se observó un leve
cambio del consumo al inicio de la serie, con 3,7% en 2008 y 3,2% en 2010; sin
embargo, hacia 2017 la prevalencia del último año de consumo de marihuana registró
7,8%. El cambio se observó tanto en hombres como en mujeres", se consignó en el
documento de la Cicad-OEA, que esta vez desarrolló su reunión anual en el Palacio San
Martín.
"La percepción del riesgo, ya sea para la salud de una persona o en general, se
considera un factor importante en la decisión de consumir drogas. Los datos han
demostrado que a medida que disminuye la percepción del riesgo, el uso de drogas
tiende a aumentar. En la mayoría de los países donde el 20% o menos de los
estudiantes de enseñanza secundaria percibieron el uso ocasional de cannabis como
riesgoso, la prevalencia de consumo en el último año superó el 15%. Por lo tanto, los
países que observan una disminución en la percepción del riesgo a lo largo del tiempo
deben estar alertas ante posibles aumentos en el consumo de cannabis en el futuro", se
definió en el documento hemisférico usado como sustento para analizar los nuevos
escenarios de la demanda de drogas.
El alcohol fue uno de los ejes tomados en cuenta. La situación argentina muestra en ese
rubro retrocesos importantes. La Sedronar busca hoy emitir un mensaje diferente sobre
los problemas ocasionados por el consumo de alcohol, especialmente por el abuso de
esa sustancia psicoactiva. Se desarrollan trabajos especiales con escuelas, municipios
y gremios para revertir el ciclo de aumento de consumo, un ascenso que, sobre todo
entre estudiantes, se mueve en sentido diferente al resto de la región.
Se determinó que poco más de la mitad de los alumnos argentinos de nivel medio
consume alcohol. En los restantes países americanos no se alcanzó el 40%. Los
norteamericanos no llegaron, siquiera, a cruzar el 20%. Mientras aquí el alcohol es
tomado como una posible diversión, en los Estados Unidos se logró bajar 20 puntos
porcentuales entre 1991 y 2015. En Perú se bajó el consumo de alcohol juvenil de 27,4%
a 8% entre 2015 y 2017. Si se compara la franja etaria de 12 a 17 años, sin tomarse en
cuenta la escolaridad, se visualiza aún más la diferencia. En ese caso, la Argentina tiene
al 34% de los adolescentes como consumidores de alcohol, mientras que en los Estados
Unidos no se alcanza al 10%.
La Academia Nacional de Medicina expresó su "preocupación por la problemática del
alcoholismo en niños y adolescentes". Se advirtió en los últimos siete años un
crecimiento de 50% en el consumo de alcohol entre menores de 14 años, situación que
llevó a los académicos a exponer la posición institucional mediante un documento en el
que se solicita "el cumplimiento de las leyes vigentes relacionadas con la venta y
consumo de bebidas alcohólicas (prohibición de venta a menores, control de horarios);
la prohibición de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de bebidas
alcohólicas". ¿Por qué algunos equipos de fútbol son patrocinados por empresas de
bebidas alcohólicas?
La Academia de Medicina pidió tomar en cuenta el daño que produce el alcohol en los
jóvenes (comportamientos riesgosos que pueden derivar en accidentes o abusos
sexuales). "La ingesta de alcohol habitual puede predisponer al consumo de otras
drogas".