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MALVIAJES

o todo lo que pensaba mientras estabas dormida.


(Recopilación de textos 2005 - 2009)
Este e-book es gratuito para el lector. Se permite la impresión total o parcial del texto
haciendo mención en, cualquier circunstancia, del autor. La comercialización de este pro-
ducto queda estrictamente prohibida.
MALVIAJES o todo lo que pensaba mientras estabas dormida.
Primera edición Julio 2009.
70 páginas.
Derechos Reservados.
ISBN 03-2008-111813535500-14

Autor:
Jorge Plata.
jorgeplata17@gmail.com
http://estoyenelchisteequivocado.blogspot.com

Fotografía de portada:
Max Montalban.
madx_00@hotmail.com
http://alamheda.blogspot.com

Diseño y diagramación:
Lucano Maldonado González.
lepetitlukas@gmail.com
http://capituloveintiuno.blogspot.com
ÍNDICE.

YO ESCRIBO. 11
CIUDAD. 12
ENFERMEDADES. 13
SOY POR MIEDO A NO SER. 14
DARWIN NUNCA INTENTO ESTO. 15
LA MARIHUANA EN EL CONSCIENTE INFANTE. 16
DROGAS; YO, MARIHUANA, UN BONG Y MI OTRO YO. 18
CARTA ABIERTA A LA SOCIEDAD: DROGAS Y LEGALIZACIÓN. 19
MEAR PARADO. 22
SOMOS UNA PELICULA, DIOS ES EL CACARO. 24
DILE QUE NO ESTOY. 25
UN DESPERDICIO DE CHOCOLATE. 26
CUANDO LEVANTAMOS LA MIRADA AL CIELO SOLO VEÍAMOS CINCO ESTRELLAS. 29
BELLEZA = () 30
AMOR. 31
META-AMOR. 32
¿PERO COMO SE SIENTE? ¿ESTÁ CHIDO O NEL? 36
NO AMOR. 37
EL HUMOR ES LA MÁSCARA. 38
OBRA NEGRA PARA ALEJANDRA. 39
PURO RENCOR. 41
¿HABRÁ UN ORGASMO QUE PUEDA COMPENSAR TODO ESTO? 42
LITERATURA: EL ARTE DE PENSAR Y DISCUTIR POR TODOS LOS QUE NO LO HACEN. 44
HOJA EN BLANCO. 45
¿ESTARÁN LOS ESCRITORES DESTINADOS A LA MALDICIÓN? PENSEMOS. 46
RUVALCABA. 48
POR QUÉ LOS LIBROS SALVARON MI VIDA. 52
MI VIDA ES POESÍA BARATA. 53
CUANDO MIENTES MIENTRAS LLORAS, LA GENTE NO SE DA CUENTA. 54
¡INNOVA! 55
DOS INTRODUCCIONES AL TEMA DE LA POESÍA. 56
REFLEXIONES SOBRE LA POESÍA. 58
CÓMO Y PARA QUÉ PUBLICAR LIBROS DE AUTOR. 64
LA INFLUENCIA DE LO FEO. 65
MI ALMA ES UNA HAMACA. 67
YO VUELVO A ESCRIBIR. 68
Si el lector aprende de ti es su pedo.
-Alejandra Maldonado-
NOTA:

Este es un libro que no ensaya sobre nada en particular y quiere abarcar todos los temas que
puedan interesarme. Si de alguna manera se puede clasificar serían opiniones y reflexiones
sobre cosas absolutamente banales que de importancia tienen lo que cada persona les qui-
era dar, y no más. Este libro no te salvará la vida, no te dirá nada que no supieras de alguna
manera u otra y lo más seguro es que, al terminar de leerlo, desprecies un poco más la vida
y sus aconteceres. Si de clasificar se trata, este es un libro de auto-daño. Leer este libro cae
bajo la consigna de que nada bueno puede salir de él, y tu como posible lector deberías
considerar esto antes de comenzar a leerlo. Estás avisado.

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YO ESCRIBO.

1) Yo escribo. Para los que comen enlatados. Para los que comen pan y toman cerveza todos
los días. Para los que siempre tienen la taza del baño fría. Para los que tienen más capacidad
de sufrir que de amar. Para los que viven lejos de los que aman y se pierden valerosos por
las noches. Para los que duermen aferrados de su almohada, esperando que al día siguiente
se convierta en amante. Para los que duermen poco y sueñan mucho. Para los que a pesar
del continuo estómago vacío siempre se las arreglan para alimentar a un amigo cuando lo
necesita. Para los que viven con personas que ni siquiera contemplan pagar la renta. Para
los que están enfermos, y para los que son enfermos. Para los que toman la palabra de Bu-
kowski como si fuera la del mismísimo Jesucristo. Para los que recuerdan mejor su niñez que
lo que pasó hace cinco minutos. Para los que desayunan marihuana, de comida tienen ron
y en la noche hacen recalentado del día. Para el refrigerador descompuesto, mohoso. Para
los que están leyendo esto y piensan que es un anuncio de Tecate. O de Coca-cola. Para los
que aman el arte pero odian los artistas. A los intelectuales. A los mamones. Para los que
comen lo mismo día tras día por semanas. Para los que son capaces de venderse al menor
precio, sólo para descubrirse sus propios límites. Para los que tienen miedo de parecerse
a sus padres. Para las carteras delgadas, vacías, de esas que todos vemos con tristeza. Para
los que escriben poesía a las 12:56 a.m. Para los que dicen conocer a su mujer más que su
propio espejo y a la primera oportunidad, los desmienten. Para los que tienen una vida leve
llena de drogas duras. Para los que entran a mi casa, perdidos, pensando que es la suya. Para
los que, bebiendo con su mujer, les haya tendido una emboscada. Para el derrotado. Para
el ebrio. Para el solitario. Para el que está leyendo y no se detuvo hasta este momento. Yo
escribo.

11
CIUDAD.

1) La ciudad es como un gran vómito.


Como si una mujer,
más grande que el planeta
hubiera derramado sus intestinos y le pusiera nombre.

2) Las sirenas de las ambulancias, patrullas, y camiones de bomberos


son el maullar del animal
agonizante, de la población
al borde del pavimento.

3) No he podido quemarme la pupila con la luz del sol


porque cada vez que intento
voltear hacia arriba son los postes y los cableados,
los edificios y los espectaculares los que me impiden tener un poco de calor.

4) Atardece. El sol rojo nos baña a todos, lo siento en mi cara


aún más fuerte que el viento.
Invade mi cuerpo, alarga las sombras. Yo arrastro la mía por los pies,
caminando lento, cuidándola de que no se ensucie.
La acerco a una pared para que recupere su estado normal,
me siento y espero a que llegue la noche.
En mi mente sólo pasa el deseo de que cuando mi sombra desaparezca
me pueda ir con ella, a mezclarme con la calle, a esperar
que el sol nuevo
traiga nuevas historias, algo que contar.

5) Y también, llueve sobre todo.


Encima de mí, de los demás, del camino.
Como si la misma gran mujer estuviera
llorando por un gran hombre que la dejó en el universo sola.
Así se siente la ciudad.

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ENFERMEDADES.

Habló el equilibrio y dice que va a llegar un poco tarde.


1) He tenido estos pequeños despejes en la cabeza donde de repente siento que ya no vi-
viré más, o que mi cama será mi lecho de muerte... son muchos instantes en el día donde
por un momento me niego a mi estado actual y sólo creo que debo de esperar un poco más
de tiempo para poder fallecer y dejar todos estos dolores y malestares por detrás.

Quien sabe lo que pueda mejorar con el futuro, tal vez vuelva a mi mejor momento en la
vida cuando era alcohólico y me alimentaba de miserias durante semanas, tal vez empeore
mi situación hasta recaer en alguna enfermedad de nuevo, no lo sé, solo quiero que algo
pase.
Como lo he dicho algunas veces, en las pocas cosas que puedo creer es en el equilibrio, si
la vida te trata bien económicamente de seguro socialmente es una mierda (o tal vez en el
amor), lo mismo aplica en viceversa (por eso las familias pobres tienen tantos hijos, no es
que no sepan planificar). El equilibrio, necesito una neutralidad.

2) Cuando estás enfermo el olor de tu sudor se combina con el de las medicinas y pareciera
que uno se puso un perfume de penicilina.

3) ¿Han notado el egoísmo del humano hasta en la muerte? Por ejemplo en las películas,
que dicen “No, no vayas a la luz” cuando alguien se está muriendo. Y si la luz es pureza, ¿por
qué no? La luz es el camino hacia el cielo. Pero ellos quieren que te quedes acá, de este lado
de la oscuridad.

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SOY POR MIEDO A NO SER.

Creo que el primer instinto del humano es el miedo a la soledad. Esto es lo que lo lleva a
hacer cada cosa en su vida y que ello tenga una razón. De este sentimiento inicial desem-
boca todo lo demás. Podemos explicar raciocinio científico, religioso y artístico a través del
miedo a la soledad. No existe la supervivencia por sí sola, es sólo una forma de mantenerse
en vida para no estar solo. Dios es también un pensamiento colectivo, para aliviar la sole-
dad universal donde nos encontramos. Pasen cualquier cosa sobre la historia de la humani-
dad en su cabeza y verán que todo está relacionado con el miedo a la soledad. ¿Qué para
qué estoy escribiendo algo tan obvio? Para publicarse, ser leído y pensado. Me considero
misántropo, pero eso no me impide tenerle miedo a la soledad en mi propio estilo. ¿Habías
pensado en esto?

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DARWIN NUNCA INTENTO ESTO.

1) El hombre suele tener deseos y por ende satisfacerlos a su propio bien, creando así todo
tipo de “diversidad” individualista.
Escribo la palabra de arriba entre comillas ya que, y aquí es donde se desarrolla mi teoría, el
humano al ser el más evolucionado de los animales ha registrado y almacenado todo tipo
de costumbres y acciones ajenas a su género. Para proseguir con el tema, debo de subrayar
que esto se refiere más que nada a los deseos sexuales que presenta la humanidad en gen-
eral. Así menciono a monos que se atraen por el trasero de su amante, lagartijas lesbianas,
arañas masoquistas, serpientes travestis, delfines hedonistas etc...

El ser humano siempre imitando lo que sus co-habitantes en la tierra logran, tiene también
todas estas fases naturales, sólo que en algunos causan más desarrollo y en otros se pueden
ignorar ò hasta suprimir. Todas las parafilias de los humanos son representadas en actos de
apareamiento por diferentes animales alrededor del mundo. Entonces como sello final de
esta entrada, la mayoría de las acciones sexuales no se deberían de tomar como parafilias
sino más bien como una extensión a lo que la naturaleza ya nos ha dado (genéticamente).

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LA MARIHUANA EN EL CONSCIENTE INFANTE.

Fumar marihuana para explotar la creatividad artística de la persona es injusto. La mari-


huana, por sí sola, es poema, y al consumirla hay gente que se aprovecha de la aceleración
de ideas que le provoca. Pero por alguna razón cuando vemos una obra que parece com-
plicada, sin pies ni cabeza, y completamente subjetiva, decimos que es una “pachecada”.
No se debería jugar con este efecto de la droga para poder crear, puesto que es engañoso,
traicionero si así le quieren decir. Piensas que es una excelente idea lo primero que se te
viene a la cabeza, pero no se trata de una buena idea, se trata de que te hiciste más impre-
sionable. La marihuana tiene el poder de regresarte al estado primitivo de la inocencia.
Regresarte al sentir y a los modos que tenías cuando eras niño. Si bien podemos ver los
efectos naturales de la marihuana podemos contar con el antojo insaciable por alimentos
dulces, sensibilidad con las texturas de cualquier tipo de elemento, risa incontrolable y
demás cambios humorísticos que saltan de cuando en cuando. Juntando todos estos sín-
tomas, los podemos colocar ante un niño como parte de su vida diaria. Comer dulces, fácil
admiración por los elementos alrededor, un humor simple y que se puede activar en cu-
alquier momento y los cambios temperamentales con rapidez. Muchas de las personas (y
por personas quiero decir los amigos con quienes he tenido el gusto de fumar marihuana)
al consumir la droga afloran el niño que vive en su subconsciente, y comienzan a actuar de
la misma manera que como hace apenas algunos años. De la gente más cercana a mí puedo
hablar de una amiga que siempre siente la necesidad de acostarse y ver caricaturas, un
amigo que come muchísimos chocolates y cualquier tipo de alimento con altos azúcares y
demás cuestiones. En otro caso, una amiga siempre que fuma marihuana empieza a hablar
sin parar, contando anécdotas de tiempos pasados en donde estaba drogada. Me imagino
que en su niñez era muy dada a contar todas las cosas que hacía a su madre, como suele
pasar cuando salías de la primaria y al ver a tu madre empiezas a contar con punto y seña
todo lo que hiciste en el día. Hablando de lo mismo pero para justificarlo en ambos bandos,
conozco a algunas personas que han fumado marihuana y dicen haberla odiado. Esas perso-
nas, también amigos míos de largo tiempo, tienen historias de infancias no tan agradables,
llenas de opresión por parte de los padres. Las personas que rechazan la marihuana es
porque tuvieron una mala infancia. Viene otro ejemplo, donde Baudelaire en el libro de Los
paraísos artificiales habla sobre el hachís, el único derivado de la marihuana y lo describe
como (palabras más palabras menos) aniquilador de la voluntad, un arma para el suicidio,
inútil, peligroso y creado específicamente para los miserables ociosos. Ahora, ¿Cuántos de
nosotros dudamos que la infancia de Baudelaire haya sido triste, llena de regaños y total-
mente oscura?
Claro, todo esto lo digo en un estado empírico, por lo que me ha tocado percibir a lo largo
de los tiempos. Se necesitarían estudios más serios y con pruebas científicas para que lo
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que digo sea considerado como algo totalmente cierto. Aún así me atreví a decir esto para
ustedes, consumidores de la marihuana, reflexionen sobre esta idea y piensen si es verdad
lo que estoy diciendo o sólo es una situación que por mera coincidencia me está pasando
a mí. En fin, regresando con la premisa inicial de este tema, justifico que la creatividad que
uno puede obtener de la marihuana no es a partir de una droga, es a partir del interior, ex-
plotas la creatividad que tenías cuando eras infante, y por eso te parece asombroso, porque
el que está escribiendo o dibujando esa magnífica idea no eres tú, es tu niño interior quien
te toma la mano y te marca el trazo. Y si has sido lo bastante idiota para dejarte de lado
y te esperas recuperar a base de drogas, entonces no me parece válido cualquier cosa que
pienses crear. Esto sin tomar en cuenta la explotación de menores, aunque el menor sea tu
consciente infante, que es ilegal.

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DROGAS; YO, MARIHUANA, UN BONG Y MI OTRO YO.

1) La única forma de poder explicar la realidad es saliéndose de su propio contexto, descon-


ociéndola un poco ó más bien, concretando una abstracción. Y es esto, la excusa princi-
pal para drogarse. La abstracción de la realidad, sí, como un suplemento para justificar el
consumo de drogas. Los dramáticos así empiezan, diciendo que está de la verga la vida y
prefieren verla tras la máscara de la excitación, pero el abuso del consumo lleva a que la
distorsión de la realidad deje de existir, siendo que la “realidad” de la “sobriedad” se pierde
dentro de la memoria y es un vago recuerdo. La nueva realidad se convierte entonces en
esto, en nosotros pachecos, borrachos. Dedícate un mes a fumar marihuana y otro mes a
mantenerte sobrio. La percepción de la realidad se pierde tanto que regresas a ver la vida
con el mismo grado de asombro y felicidad que las primeras veces que te drogas.

2) Uno de los puntos más importantes del adicto es cuando ya no puede satisfacerse en
dosis pequeñas. El sólo se auto-engaña al decirse que sólo quiere una copita más, ó una
fumada leve por ejemplo. La verdad es que eso no lo conformará en lo mínimo, y se sentirá
prácticamente obligado a consumir más. Dirá algo como “pues ni siquiera sentí nada” y hará
lo posible para llegar al punto en que lo sienta absolutamente encima de su cuerpo, que
no se pueda librar de la droga. Que alguien ó algo controle tu vida te da cierto estableci-
miento, cierta seguridad. Eso es lo que lo hace feliz, lo que lo hace vivir.

3) La marihuana no sirve para escribir. Ya lo he dicho antes y lo vuelvo a decir. Mucha gente
fanática a la droga dice que le ayuda a pensar y a descubrir verosimilitudes, cosa muy poco
práctica puesto que caen en un juego que sólo ellos comprenden. Están todos los días
drogados esperando a que alguna idea buena pase por la cabeza, y cuando pasa la atrapan
y la glorifican como si de verdad fuera BUENA. Lo que no se toma en cuenta es que si de
todas maneras hubieran pasado el tiempo sobrios o cualquier cosa, a la larga alguna idea
pudo haber llegado, y lo más seguro es que en el mismo tiempo que si estuviera drogado.
Otra cosa muy importante es la expectación generada por la marihuana. Al volverse tan mi-
tológico el hecho de que te sirva para la inspiración, uno en sí empieza a provocar al fumar
marihuana que estas ideas lleguen, invocándolas con la pura ansiedad.

4) Aún así, aunque parezca que sólo encuentro defectos en las drogas, apoyo consciente-
mente el uso de las drogas para alcanzar el abuso del inconsciente. Con qué afán he de
decir esto, se preguntan, con qué cara si acabo de mencionar todo lo que tiene de malo
drogarse. Bueno, es que tengo un dicho que reza “de no hacer nada a drogarse… pues drog-
arse; es como no hacer nada pero más divertido.” Consideren escribir esto en piedra.

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CARTA ABIERTA A LA SOCIEDAD: DROGAS Y LEGALIZACIÓN.

1) Las drogas en sí no son malas, ninguna de ellas, pero hay gente que las toma para justificar
actitudes que de otro modo serían completamente ofensivas. Existe muchísima gente que
sufre de grandes trastornos con el consumo de las drogas, gente que no se sabe controlar.
Gracias a esa gente las drogas son ilegales, ya que usarán cualquier estupefaciente para jus-
tificar su propia idiotez. En realidad, algunas drogas ilegales son prácticamente inocentes.
Me siento muchísimo más seguro en un lugar lleno de gente pacheca que en un lugar con
gente borracha. El primer escenario estará lleno de platicas banales que seguro resultaran
muy chistosas para la gente que esté en el lugar. La segunda se trata sobre pláticas más intro-
spectivas, más dramáticas. La segunda es más probable que termine con gente enojada, con
ganas de mostrarse violenta, o incluso hasta el otro sentido, podría que esta gente termine
llorando. El alcohol es mucho más profundo y extremista en cuanto a los efectos a lograr.
Por el hecho de ser más socialmente aceptado, tiene un mayor desarrollo e intermitencia
entre individuos, lo cual lo hace mucho más riesgoso. La marihuana por otro lado, rara vez
y en casos aislados representa una amenaza. No creo que sea siquiera posible mencionar
un caso de revuelta que involucre a una gran masa de gente fumando marihuana y que haya
sido un momento caótico. Como pasa en Canadá en el día de la marihuana, donde los sal-
dos en cuanto a daños suelen ser mínimos o nulos. Ahora, si mencionamos los efectos del
alcohol en una “porra” o “barra” al salir de algún partido de fútbol notaremos lo altamente
riesgoso que se puede volver estar cerca de estos lugares. La guerra en contra de las drogas
es simplemente un gran desperdicio de tiempo y dinero. Antes de que el gobierno pueda
vencer cualquier tipo de droga (digamos en un caso verdaderamente utópico que logren er-
radicar el consumo de cocaína en todo el país y sea imposible volver a conseguir) tanto los
proveedores como los consumidores tendrán nuevas formas o elementos para drogarse. En
realidad, la droga se encuentra en todas partes, y parece ser muchísimo más asimilada por
la sociedad de lo que algunos gobiernos creen. Tengo tanta seguridad sobre este asunto que
me propondría sin siquiera dudarlo a que me dejen varado en cualquier ciudad de México
y en un rango no mayor de cinco horas conseguir quién me venda alguna droga ilegal. Sin
el comercio ambulante México ni siquiera existiría. Y por comercio ambulante me refiero
desde quien vende helados ó cacahuates hasta la gente que se dedica a la piratería y venta
de drogas.

2) Mientras uno más conoce la sociedad más se puede demostrar los errores y mentiras
en los que ellos creen. Casi todos apoyados por algún tipo de organización o institución.
En el asunto de las drogas, hay cosas que no creo si quiera posible de creer. Digamos, las
drogas que se dicen ser legales (cafeína, nicotina y alcohol) pasan por un largo método de
industrialización en donde se le adjuntan químicos de los cuales ni siquiera conocemos
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su existencia. Muchos de estos químicos transforman los efectos de la droga y la pueden
volver hasta el doble de adictiva y dañina de lo que es en primer lugar. La marihuana es
“ilegal”, significándose esto que está prohibida en cualquier sentido, simple y sencillamente
limitada a la extinción. Ahora, ¿en qué momento decidió el humano cuáles eran las plan-
tas que crecerían en la Tierra? Me parece ignorante que algo que estuvo aquí desde antes
de que los humanos tuvieran siquiera conciencia lógica ahora sea penalizado. ¿Somos los
humanos dueños de la Tierra? ¿De los animales? ¿De las plantas? ¿De la misma humanidad?
¿Cómo? ¿Por qué? Delimitar un proceso que es en sí natural y parte del sistema ecológico
se me hace una de las barbaridades más insulsas y retrógradas que mi mente puede realizar.

3) Al menos con el panorama completo de las drogas más conocidas y distribuidas en el


mundo se ha llevado una guerra que casi alcanza los 100 años. ¿Qué ha pasado? Absolu-
tamente nada. Por cada kilo de cocaína que llega a manos de la policía ya hay otras tres
toneladas produciéndose. Y ni hablar de la marihuana, porque con el sencillo dato de que
el narcotráfico es dueño del 10% de la tierra en México (así es, 10% de todo el campo ter-
restre que ocupa México ha sido adueñado por gente que no paga salarios, impuestos y
que mantienen en su poder cantidades de dinero estúpidamente exageradas) uno se dará
cuenta que hectáreas de plantíos de marihuana sobran, en realidad, el territorio es mayor
que el de las hectáreas de cualquier tabacalera.

4) ¿Cuál es la solución? ¿A qué se enfrenta uno si sigue esta guerra en contra de las drogas?
Este año se han llevado a cabo los asesinatos de al menos cincuenta policías. El gobierno
parece detener a algunos cuantos culpables pero la verdad es que el panorama pinta a
que esta cifra sólo subirá más y más cada año. Siendo apocalípticos en pensamiento, un
futuro probable incluiría a cientos de familias alienándose con respectivos carteles para
protección de su familia y de su tierra. Estoy casi seguro que si el enemigo no ha sido der-
rotado en tanto tiempo no lo será antes de que este pueda producir mayores daños, daños
irreparables. ¿Qué nos queda como solución, en qué podemos confiar? Opino que lo único
aceptable en este caso es legalizar la droga por las buenas. Hacerlo llevaría a que el com-
ercio del narcotráfico desapareciera por completo, dejando de ser una práctica ilícita. La
legalización convendría con penalizaciones para distribución, cuidado y accesibilidad. Las
ganancias millonarias que se lleva el narcotráfico cada año vendrían ahora con un pago de
impuestos suficiente para el apoyo a la educación y cultura de la droga, siendo esta nec-
esaria para la comprensión de futuras generaciones sobre los pros y contras de estos estu-
pefacientes, previniéndolos de ellos y dándoles el privilegio de la elección cognoscitiva. Si
están avisados y conocen los riesgos de estas drogas, una persona podrá impartir su propio
juicio y decidir si quiere consumir o no los estupefacientes. En un tema no muy apartado,
la legalización serviría para defender la economía del país, atrayendo una esperada mejoría

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en el turismo, aparte de todo el dinero que (ya antes dicho) provendrá de lo que antes era
dinero sucio ó lavado. La legalización de la droga no es sólo una opción, es la mejor de to-
das. Claro, no confío en resultados visibles de la noche a la mañana, pero estoy seguro que
si se legalizara tendría una aceptación y asimilación en sociedad en mucho menor tiempo
del que ha estado restringida culpa a esta “guerra en contra de las drogas”.
Mientras un tópico afecte a una gran cantidad de gente es muchísimo más probable que se
tomen medidas en la forma de que estas ayuden a la seguridad de las masas, aunque estas
medidas estén fuera de las normas cívicas y morales del diario. El libertinaje de consumo
ante la droga podría parecer ayudar a muy pocas personas, siendo que no es la gran mayoría
de México la que tiene consumo de ellas. Pero el sólo hecho de la legalización mejoraría a
la sociedad mexicana en muchos y diversos ámbitos, ámbitos que son problemas del pre-
sente pero podrían ser solucionados con esta legalización y desaparecer en un futuro.

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MEAR PARADO.

1) A ver, ¿Cuántos de ustedes creen fielmente en que los hombres que orinan sentados es
porque son maricas? ¿Nueve, diez manos levantadas? , están en un error. Pero no seré como
el clásico maestro que les señala el error y los deja ciegos ante la verdad, he aquí el por qué
lo digo.

1.1) Las mujeres son excelentes receptoras del sonido que provoca uno cuando esta me-
ando. Ese sonido de agua concentrada cayendo en un retrete les rebota por los tímpanos
como murciélagos encontrando su camino. Es por esto que es tan riesgoso hacerlo, porque
verán, no hay sueño más poderoso que ese sonido a lo largo del pasillo y hasta el baño. ¿Por
qué esto es un problema dirán? Fácilmente con tres ejemplos se llegará a esto.

2) Tú, eres un niño de 16 años, tu mamá te dio permiso de salir noche pero no tanto, ella se
quedo dormida viendo alguna película de Hallmark, lo que te dio más tiempo para llegar.
Aun así, son las cuatro de la mañana, caminas chueco porque estás bien pedo (y de seguro
tomaste alguna pendejada, Bacardi o cerveza Sol o ve tú a saber lo que te dará gastritis). El
alcohol hace que tu vejiga se hinche como globo y mueres por ir a orinar. ¿Despertarás a tu
madre para que vea el estado etílico en el que te encuentras y de paso no dejarte salir tan
noche de nuevo? No es opción, tienes que llevar tu pequeño pene hasta el retrete y pegarlo
para que no suene.

¿Suena razonable? Pasemos al siguiente.

3) Ahora ya pasaste los 16, y eres todo un hombre de 17 años, en un año ya aprendiste algu-
nas cosas sobre mujeres y hasta te atreves a desafiarlas. La mamá objetivo en este caso no
es la tuya, es la de tu novia. Crees que puedes quedarte a dormir sin que se dé cuenta. Tu
novia está bastante emocionada por la idea, le encanta que te vayas a quedar a dormir. Son
las doce de la noche y llegan del cine, sumándole las palomitas, el refresco grande y el café
en Sanborns para platicar estás que te orinas. La única opción presente es que vayas a mear
sentado porque su mamá no te daría las buenas noches y un besito si te encuentra, ¿Ok?
Otro año más otra novia más.

4) Que tal, pasaste dos retos y te volviste profesional, pero pequeño problema, no sólo te
sientes victorioso sino intocable. A los 18 años ya no hay mamás que enfrentar, eres tú y ella
en el cuadrilátero. Te quedas a dormir en su departamento, suyo de ella nada más, apenas
la conociste ayer y ya estás bien desnudo en su cama. Cuando se te cerraban los ojos por
lo dormido te estaba diciendo que ya te quería y que ya sentía algo muy fuerte por ti. Yeah
22
whatever. Ahora despiertas y lo primero que notas es el arrastre de maquillaje que dejó
en la almohada. Hasta parece cuadro de Picasso, con líneas de diversas pinturas se forma
su cara. Ahora ella voltea, sigue dormida, descubres que no es tan guapa como pensabas,
ni como en la foto, ni como apenas anoche. Con una mano atrás de la cintura empiezas
a buscar tus pertenencias en el suelo. Puedes dejar los calcetines, los calzones, incluso la
playera, pero nunca tu cartera. Para sobrevivir y contarlo necesitas tu cartera. En fin, ahora
después de coger y dando en cuenta que es la mañana, estás incluso apretándote la punta
del pene, sabes que pronto va a estallar. No deseas que ella se despierte y menos aún que
se dé cuenta que ya te ibas sin despedirte, pero mueres por orinar. Aquí se llega al extremo
amigo, no sólo se exige mear sentado si no que puedes innovar con maneras de silenciarlo,
en el lavabo de la cocina o acostado en la regadera, que se lo lleve la cañería junto a tu
vergüenza porque ahora si te dio lo macho.

PS: Lavarse las manos nunca ha sido importante.

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SOMOS UNA PELICULA, DIOS ES EL CACARO.

1) Somos una película, Dios es el cácaro. El que nos hace rodar, iluminarnos y enseñar lo que
tenemos dentro. Dios es quien ajusta el enfoque y lo acomoda al tamaño de la pantalla.

2) Somos una película, nuestros conocidos y amados son el público. De sus respuestas nos
valemos, si a nadie le gustó la película no será recordada, si todos se rieron al menos recor-
darán un buen momento. Habrá muchos que no nos presten atención por estarse besando
con su novia, que no le entiendan o que se aburran. El espectador que se acuerde del nom-
bre del protagonista, ese es tu amigo.

3) Somos una película. Una mezcla de todos los géneros. Una tragicomedia en primavera, un
drama con la familia, un documental de lo que nos acontece, un thriller de lo que pasará.

4) Somos una película, como muchas otras, a los que hayamos significado nos recordarán y
presumirán ante los otros, pero para muchos sólo llegaremos hasta la sala. Durante algunas
semanas, seremos exhibidos, mostrados para el que nos quiera ver. Después, desaparec-
emos, ni una sola huella de la cinta. ¿Has pensado cuánto quieres durar exhibido?

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DILE QUE NO ESTOY.

1) ¿Has notado como te le quedas viendo al teléfono después de cortar con tu novia? De-
pende de cómo hayan terminado es la cara que le vas a hacer al pobre. Se le ve con miedo
cuando tú vieja estaba loca y la cortaste porque te dijo que estaba embarazada. Lo ves con
esperanza cuando la sigues amando. Miras con desprecio cuando timbra si la odias. ¿Es
cierto que el teléfono tiene la culpa? Yo diría que sí.

2) Hoy es viernes en la tarde, pareciera que no tengo nada que hacer. En verdad espero una
llamada telefónica. Una mujer, a la cual le debo mucho, en especial lo de empezar a escribir,
está en la ciudad. Es un viaje largo de Cuernavaca a Guadalajara, ocho horas en automóvil.
Siempre discutimos, y cuando no lo hacemos, hablamos del pasado, de cómo todo parecía
ser mucho mejor cuando nos amábamos. Ahora no la amo.
Ella dijo que esperara su llamada, y aquí me tienen ocho horas después, acostado en mi
cama con los dos celulares esperando que suenen. ¿Por qué espero que suenen si no la
amo? Tal vez si lo hago, dentro de mí y en lo más profundo de mí ser, pero lo hago.

3) Tengo otra mejor hipótesis. No la quiero ver por qué no la busco, si le marcara yo, enton-
ces significaría que la amo. ¿Pero porque cuando veo el celular me quedo quieto esperando
a que suene? No, ella es la que vino hasta acá, así que es ella la que me quiere ver. Tengo
hambre, debería de comer. Aunque ella tal vez quiere comer conmigo. Pero no me marca.
Spaghetti estaría bien. No, no, debo de esperar a que llame, tal vez vayamos a un restaurant.
Pero si vamos a un restaurant y al mesero se le ocurre llamarla mi “novia” sería bastante
incómodo, y obviamente generaría una respuesta discutible, cualquiera que esta sea. Me
imagino algo como “ No señor, no somos novios “ y ella respondiendo “ porque tú nunca
quisiste” ¡Bam! , así de rápido empezamos a discutir. Una cosa nos lleva a otra y termino
diciéndole que la amo sin querer. Ella me besa, yo no lo rechazo. Rechazar besos es inhu-
mano, solo puedes responder a él, como cuando te enseñan la mano para que la estreches,
simple causa-efecto.

4) Entonces yo le diría que la amo sin sentirlo y la besaría sin quererlo, esto se hace un
desmadre. Tengo hambre. Para dejar las cosas en claro le diría que en verdad no quiero
que regrese a mi vida. Ella me preguntaría porque le dije que la amo y la besé. No sabría
responder, me quedo sin armas. Ahora que me descubrió soy Jorge alias “ El mierda que dice
que ama y besa para arrepentirse el mismo día, creando expectativas y pidiendo perdón
como si eso fuera a arreglar lo que pasó”. No me gusta ese apodo, es muy largo, parece sin-
opsis de telenovela. Bueno, entonces digamos que sería Jorge “ El mierda”. Tampoco quiero
ser EL MIERDA, ese apodo me da asco. No la quiero ver, en serio que no. ¿Qué restaurant
estará barato? No, no la quiero ver, me niego a verla. ¿Sanborns? ¡Que no chingado! ¡No la
veré y punto final!

5)… ¿Y si mejor pedimos pizza?

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UN DESPERDICIO DE CHOCOLATE.

1) ¿Qué diferencia hay entre un vaso de agua medio lleno y uno medio vacío? La misma que
hay entre una mujer semidesnuda y otra medio vestida.

2) Aunque los artistas inspirados se dediquen a describir cuerpos de magnifica silueta y


mágicos encantos, nada de esto sirve si el coño no es atractivo. Y no hablo de un coño que
te pueda hipnotizar con aroma a duraznos, solo se necesita uno que siga lo suficiente joven
para mantenerse apretado y encogido en la piel, Si es una protuberancia que se exalta a
través de la ropa y pareciera que tuviera un par de testículos en penitencia ahí adentro,
entonces no será nada atractivo, y es probable que esa mujer muera soltera.

3) Ella apenas tenía 15 años y llegaba con dos botellas de ron a mi casa. Abrí la puerta de la
entrada y en vez de saludarla solo agarré las dos botellas y empecé a subir las escaleras a
mi cuarto. Mi madre me había dicho en la mañana que usara protección en lo que fuera a
ser, me dio un paquete de condones y un beso en la mejilla. Yo nunca sabré como pudo ad-
ivinarlo, pero ahora se acercaba la hora. Ella prende un cigarro de menta que confundo con
su perfume, le doy halagos por su hermoso aroma y ella me responde “hoy ni siquiera me
bañé “. El primer coqueteo fue un fracaso total, pero que importa , ella sabia a que venía,
así que derramamos alcohol sobre los vasos sirviéndonos grandes cantidades lo que nos
agitó terriblemente por dentro. Llevábamos conociéndonos poco menos de un mes, un par
de semanas saliendo juntos y varios días teniendo relaciones, lo que dimos por hábito dia-
rio. Éramos, obviamente, torpes con nuestros cuerpos, y hacíamos movimientos nerviosos
para simular el sacrificio a la inocencia. Nuestros cuerpos se complementaban como piezas
de rompecabezas, y encajábamos a la perfección. En el momento que sientes un cuerpo
desnudo junto al tuyo, es una obsesión seducirlo y tocarlo, lean lo que digo, nada como la
primera vez que penetras a tu amante.

4) En el tiempo mientras ustedes leyeron esto, ella ya se encontraba sin ropa de nuevo en
mi cama. Y yo, vulgarmente encima de ella.

5) Me di cuenta cuando bajó sus calzones que estaba en su período, pero ni siquiera se
molestó en informarme, pensé que si a ella no le importaba a mi mucho menos. No hubo
control de velocidad, como suele hacerse siguiendo movimientos progresivamente rápi-
dos, no, aquí desde el principio fue toda la fuerza que mis muslos podían dar, hasta sentir
que la fricción iba a ponerme el pene en llamas. Ella gritaba de placer como nunca lo había
escuchado, pero por favor, no lo tomen en el sentido bueno de la pasión, ella gritaba des-
garrando su voz con sonidos guturales fuera de lo que uno se imagina son concebibles para
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la mujer. Como volver a ver El exorcista pero con sonido de teatro en casa. Se nos había
olvidado cerrar las cortinas, así que la gente en la calle pasaba y se aterrorizaba de los in-
fernales alaridos que hacía ella, y por la ventana solo se veían sus brazos estirados como si
sufriera intensamente, entre una de esas personas, una anciana llamó a la policía.

Su cuerpo, mi cuerpo, las sábanas, el piso y hasta el techo, todo el cuarto estaba pintado
con su sangre menstrual. Y ahora que habíamos terminado, estaba decorado alegremente
con un condón usado. Como la cereza encima de un pastel. Ella encendió otro cigarro y
me di cuenta de que no había pronunciado una palabra desde que llegó. Voltea descara-
damente y me dice “gracias, luego nos vemos”. De nada, yo también te quiero se dice el
corazón a sí mismo.
Cuando cierro la puerta de la entrada, voy corriendo a mi cuarto para examinar la situación
y pareciera que hubo un asesinato ahí. Voy a la cocina y me encuentro con que no hay nada
para limpiar, en la alacena, tampoco. Abro el refrigerador y veo una botella de chocolate
líquido.

Diez minutos después tocan el timbre de mi casa. Abro la puerta y me encuentro con dos
hombres uniformados y con una placa en el pecho. “Disculpe joven, nos reportaron que
en esta casa podía haber una mujer en peligro ¿Está todo bien? “ Me hacen dudar por un
momento y les respondo que todo está en orden, para lo que replican que quisieran entrar
a la casa a verlo ellos mismos.
Una vez adentro y después de recorrer toda la casa, se quedan estupefactos al entrar a mi
cuarto “una pregunta joven ¿Cómo es que hay chocolate hasta en el techo? “
Se despiden cobardemente levantando su sombrero y me desean que pase un buen día.
Subo las escaleras y dejo la botella de chocolate debajo de mi cama, tal vez mañana la
pueda usar encima de mi novia. Me he acostado para dormir y después de unas horas mi
madre llega y entra a mi cuarto, lo observa confundida hasta ver el condón usado, ella son-
ríe y me da otro beso en la mejilla.

6) Mi madre siempre fue comprensiva con el hecho de pasar la noche con mi pareja. Cu-
ando tenía 15 o 16 años las tres personas en mi casa (mi madre, mi hermano y yo) teníamos
complot para dejarle la casa sola a alguno el fin de semana. La frase “vamos a ver películas”
era nuestro código para decirnos que no queríamos a ninguna otra persona con el mismo
apellido en la casa por al menos dos horas o más. Mi madre agregaba a eso una sútil bonifi-
cación suficiente para ir a beber y regresar decente a la casa. Mi hermano me dejaba el car-
ro libre, a sabiendas de lo que me gustaba ir a carretera sólo para pensar y escuchar música.
Funcionábamos como reloj, y no recuerdo que alguna vez nos hayamos topado en el mismo
lugar. No mientras los tres teníamos pareja, pero mi madre se hartaba rápidamente de sus

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novios. En ese tiempo fue un dentista a quien eliminó del juego por su pubertad. Era menor
que ella, vivía con sus padres y era estúpido como si le pagaran por ello. Cuando mi madre
lo conoció dentro de un vuelo al D.F. tomó su inocencia por homosexualidad y así se cono-
cieron. Con ella aferrada a pasar el fin de semana en la casa tuve que huir con mi novia en
busca de un hotel.
No le suelo contar detalles a mi madre de mis relaciones, pero ella sabe que los tengo al
igual que yo me doy cuenta de los suyos. Al fin y al cabo, los gatorade que veía en su bolsa
las noches que dormía con su novio no estaban ahí por magia.

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CUANDO LEVANTAMOS LA MIRADA AL CIELO SOLO VEÍAMOS CINCO ESTRELLAS.

Tenemos suerte de que nuestra ciudad es un lugar turístico. Los hoteles y moteles deben
de tener una distancia máxima de 100 metros entre cada uno. Sólo era cosa de escoger el
que se ajustara al presupuesto. Con toda naturaleza podíamos haber estado en mi casa y
crean que lo intentamos pero mi hermano había regresado temprano del trabajo y quedo
dormido en mi cuarto. Apenas había sido mi cumpleaños y aun tenía dinero regalado de
mi tía. Subimos al auto y empezamos dar escalas. En el Posada Primavera el precio era muy
alto (400$ por persona) En el Casa Cuernavaca ya no tenían habitaciones. En el Villas fan-
tasy teníamos que ser mayores de edad. En el Villabejar simplemente se rieron de nosotros.
Siete hoteles después nos acercábamos riesgosamente a la una de la madrugada. La lujuria
se nos había pasado hace ya bastante tiempo, pero ahora no lo hacíamos por eso. Había
dejado de ser una búsqueda por el placer y se convirtió en un reto personal. Creo haber
prometido que había un lugar para nosotros. Ahora me estaba dando por vencido, pensaba
en mi diálogo para consolarla. Decirle algo como:
Sé que no hubo lugar para nosotros pero
¿Por qué esa cara larga?
Digo, tal vez nunca sea algo de lo que podamos recordar y reírnos
pero no pongas esa cara larga,
lo más seguro es que cuando dejemos de ser novios
te olvidarás de este día
y de mí
y de que me decías que me amabas sólo cuando estábamos envueltos entre sábanas,
pero no entiendo porque poner
esa cara tan larga,
con suerte y seré el peor pasado en tu futuro,
pero explícame ¿por qué esa cara larga?

En la recepción del hotel La puerta del cielo nos recibieron con gusto, Nos dieron la llave y
un botones nos enseñó dentro del cuarto. Agua caliente, televisión a color y jabones para
robar.
-¿Es esto lo que buscaban? Preguntó el botones, y yo le contesté con lo que podría ser la
cara más larga que haya tenido:
-Sí, algo así.

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BELLEZA = ()

Muchas de las cosas más hermosas en la


tierra
no son bonitas ante los ojos,
carecen de estética visual.
Las flores
los animales
el mar
nada es elegante, nada crece pensando
en que es bello.
Solamente crecen y desaparecen, sin importarse
de ser preciosos o no.
Pensar que estas cosas son hermosas es
no pensar en general. Se sigue un parámetro
de ideas, y si la mayor parte del mundo
piensa que un bebé es hermoso, entonces debe
de ser.
¿Lo será?
Todo es horrible, mientras más horribles es
mejor se siente.
No es que sea hermoso, es
el placer que puedas recibir lo que te confunde.
El aroma de una flor
El cariño de un animal
La forma en que invade y refresca una ola del mar.
Para mí lo más hermoso es la vagina
de mi novia.
¿Verdad que esto tiene sentido?

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AMOR (algo con lo que siempre estás a disgusto y siempre lo estarás, como los
cortes de cabello).
Dedicado a Lucano Maldonado

1) El amor es una estupidez, pero el que haya muerto sin haberse enamorado es un estúpido.
El primer amor es el único verdadero. La práctica desnuda de lo desconocido, sin previo
conocimiento. En este primer amor se arriesga todo, peor aún es que uno está consciente
de ello y mucho peor que uno piensa que vale la pena. La ingenuidad es lo que hace al
primer amor tan genuino. Después de esto, todo ha acabado. Volver a enamorarse es re-
ciclar sentimientos. Al estar ya practicado y a veces dominado, pierde su calor, queda algo
ensayado, una práctica con otra persona y solo eso.
Por eso, al amor agarrarlo fresco, porque si no el que se pudre es uno.

2) Si le dedico un poema a mi mujer diciéndole que las rosas son rojas y que las violetas son
azules ¿Le aumentará el amor o le disminuirá el daltonismo?

3) Cuando se está enamorado, nada de manejar ni operar maquinaria pesada. El riesgo para
los demás es muy alto.

4) Parece que uno sólo puede llegar a amar con intensidad en la juventud, después de esos
años algo se empieza a perder...no sé si es la ilusión, los sueños ó las esperanzas... ò tal vez
se gana la costumbre (no lo sé). La felicidad comienza a decaer, y el “te amo” se convierte
en un frase sosa y aburrida. Decir “te amo”, algo que se supone es especial de repente lo
empezamos a repetir como pericos esperando de recompensa su galleta.

5) Los problemas amorosos me encantan. Los vivo hasta como un oficio. Cita con Alejan-
dra a las tres para que me mande a la chingada. Apuntado en la libreta y ahora espero con
ansias.

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META-AMOR.
Dedicado a León y Berenice, mis amigos.

1) El ensayo nos sirve para ocupar muy bien cada palabra por su verdadero significado, en-
tonces vayamos diciendo que amor no es como muchos piensan sinónimo de posesión ó
costumbre. Posesión es una palabra aclamada en el capitalismo y que, por lo tanto, mucha
gente piensa que el amor también debe de ser relacionado con sus posesiones materiales
(al igual que uno compra un reloj ó un auto, uno puede comprar el amor de una mujer o
hasta el resto de su vida en matrimonio). Costumbre por otro lado no habla del costo de la
posesión, sino de su longevidad y constante repetitividad en un individuo. Si el amor no es
lo que uno posee y tampoco a lo que uno se acostumbra, ¿entonces qué es? Bueno, dentro
de este ensayo discutiremos sobre el amor y también sobre uno de sus poco prestigiosas
variantes, el meta-amor.

2) La infidelidad, bien jugada, puede tomar tanta motriz del psique como elaborar compli-
cadas operaciones físicas. Para poder ser infiel se necesita de alguien muy sagaz y de alguien
muy esperanzado. En realidad, la infidelidad no es una cosa de inteligencia ya que se puede
dar en cualquier escala socio-cultural; Desde el maestro académico hasta el albañil pueden
tener la habilidad de ser infieles. Lo que es recalcable de la infidelidad es que encuentra
deficiencias ó fallas de las reglas regidas en la relación y los usa a su beneficio. La persona
infiel crea complicados planes en su cabeza para poder disimular “neutralidad” en una rel-
ación. Se crean situaciones que nunca pasan (“estaba en casa de mi amigo”), se posee una
coordinación casi exacta con el tiempo-espacio (“¿Segura que me marcaste a mi oficina a
esa hora? Debió de haber sido un poco después”) y se crean trastornos en la otra persona
para desviar sus sospechas (“La verdad no creo que me sigas teniendo la misma confianza
que antes ¿qué he hecho yo para merecerme este trato?”) El infiel es, si logra su cometido,
una persona que está en dos lugares al mismo tiempo (algo que de cualquier otro modo, es
físicamente imposible). Dentro de un espacio se encuentra el amor que DEBE y dentro de
otro el que DESEA. Deber y deseo son palabras que se piensan alejadas, pero dentro de la
dinámica contemporánea del amor se creen como sinónimos.

Yo debo de hacer porque yo deseo. Si no tuviera deseo, no tendría responsabilidades ha-


cia él y si no tuviera deberes me vería falto de deseo. Esto traducido significa que como
dice Laura Kipnis, el amor toma una ética laboral a partir de cierto tiempo. Si bien vemos
un adulto común este responde tanto a horarios de oficina como a horarios de amor. El
camino casa-trabajo-trabajo-casa es una rutina que no sólo consta en practicar algún tra-
bajo para el beneficio económico, sino que llegando a casa se elabora otro trabajo (trabajar
la relación) para el beneficio conyugal.
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Pero si hay un horario y un trabajo que hacer, entonces también debe de haber un jefe.
¿Quién es el jefe en una relación de pareja? Pienso que es quien pueda infundir mayor mie-
do a la otra persona. Una parte de la pareja está contenta de ser sumisa y otra parte esta
consciente de que es el capataz. La parte sumisa tiene claro que su relación no está muy
bien que digamos, pero, y he aquí la parte del miedo, sabe que podría estar peor. Que si se
separa de esta persona que sí conoce tendría que empezar con un completo desconocido
los mismos rituales amorosos y tal vez estos no terminen tan bien o no se ajusten tanto a
la costumbre de ambos. La solución del sumiso es la de quedarse dentro de su sumisa con-
ciencia, aceptar lo que tiene y ya, eso mantiene el miedo un poco dormido. Por otro lado,
¿el capataz llega a tener miedo? Sí, pero su solución es diferente, inclinada a la violencia.
Puede esta ser física o psicológica, pero violencia al fin de cuentas. El miedo del capataz se
refleja cuando la persona sumisa empieza a perderle el miedo, y entonces recurre a técni-
cas nuevas para mantener ese miedo vivo.

3) El meta-amor es un término que decido inventar en este mismo momento (la verdad no
sé si es invento mío, si ya lo habían escrito antes háganmelo saber). Se explica como el amor
que existe pero es imposible de consumarse. El amor que, aunque nosotros lo sintamos
palpable, está lejos de nuestro poder por elementos externos de los que no podemos (o
no pensamos que podemos) tener el control. El meta-amor provee efectos similares al del
amor universal, pero estos vienen con una advertencia de no-ser-posibles en un terreno
socio-mortal (esto es, en la sociedad contemporánea de convivencia diaria, que al paso
del tiempo envejece junto con nosotros), el meta-amor sólo es posible de consumarse en
un plano espiritual, en un realidad alterna a la presente. El amor convencional cumple con
las expectativas de la sociedad, mientras que el meta-amor cumple con las expectativas
de felicidad propias, las cuales desde remontados tiempos se inclinan hacia el riesgo del
conocimiento (en este caso, el conocimiento del amor).

Una persona considerada “infiel” es una persona que experimenta de dos tipos diferentes
de amores. Piensen en un hombre adulto que está casado y a su vez mantiene una amante.
Su esposa le brinda amor y su amante meta-amor. La esposa cumple con las demandas de la
sociedad, cumple con las expectativas de todo lo que nos rodea desde nuestras costumbres
y familia hasta los deberes gubernamentales. La amante por otro lado cuenta con la satis-
facción hedonista y la liberación espiritual ante el deseo. El éxito social se centra comple-
tamente en la consumación del matrimonio para dar por hecho el haber tenido una “vida
plena”. El éxito personal se reduce al goce supremo, el goce que todos esperamos tener
para sentir que consumimos nuestros cuerpos de forma plena y satisfactoria.

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4) El amor abarca tiempo, el meta-amor abarca espacio. El casado tiene clausulas tempora-
les por las que se tiene que regir en orden de que su relación se mantenga pertinente y no
salte a la vista ningún desperfecto; esto se hace mediante la costumbre la cual como expli-
qué no define el concepto del amor, pero hay que reconocerlo como una de sus herramien-
tas básicas. La repetición de rituales entre la pareja se encuentra en principio extasiadas de
valor simbólico mismos que se van diluyendo hasta saberse como una pérdida de tiempo
(aquí un pequeño ejemplo: el esposo que suele ir a casa a comer todos los días encuentra
que puede ganar más tiempo ó hasta comer más sabroso si se queda cerca de la oficina. La
pérdida de esta costumbre podrá y a la larga causará problemas en la relación).Los amores
van y vienen, son perecederos, es el tiempo quien lo manipula.
El meta-amor existe en otra forma, una forma de espacialidad. El amante está en constante
juego del espacio, manipulando sus estadías para poder mantenerse avivado de meta-amor.
El amante conoce el arte de la discreción porque de este mismo se valdrá para conciliarse
con la pareja. Hará llamadas de forma precavida, visitará lugares de encuentro con sobrio
entusiasmo, vivirá la cercanía de su pareja con extrema pasión y sufrirá su partida del mis-
mo modo. Los amantes no forman parte de la espacialidad porque pueden aparecer en
cualquier momento, formar parte de uno en cualquier espacio sin importar la fecha.

5) ¿Por qué parece el meta-amor más excitante que el amor? La vieja regla dice que al
tener posesión de un objeto este deja de perder su valor. Al empujar una relación hasta su
consumo marital la pareja desea una posesión mutua, algo que entre ellos se podría definir
como “dueños uno del otro”. El matrimonio se encuentra ironizado dentro de sus propias
reglas. Al casarse uno piensa que se está adueñando del amor de una persona y correspon-
diendo (en forma de intercambio) con el amor propio, pero el mismo acto de la posesión
genera a su mismo tiempo la pérdida del valor sentimental. El amor es, en otras palabras,
una ilusión mental. Es un castillo de arena que es fácilmente borrado por las olas. El amor
de la pareja desaparecerá mientras más tiempo se encuentren juntos y seguros que se cor-
responden. Con el meta-amor pasa exactamente lo contrario. Nadie posee a nadie, así que
la fase del enamoramiento puede perdurar durante muchísimo más tiempo. El meta-amor
permite el fantaseo exagerado del deseo, deja a la persona soñar e imaginar sabiendo que si
nada está concreto entonces todo puede ser posible. El amor es una ilusión, el meta-amor
un alucinógeno.

6) El amor es la atracción y comunión de dos sexos a través de un acuerdo para procurar


la felicidad mutua. El meta-amor proporciona dicha felicidad (en la mayoría de los casos
aún más felicidad) pero sin poder permitirse la parte de la comunión y el acuerdo (común-
mente porque ya se hizo con una persona distinta en tiempo pasado). El meta-amor es el
amor de los amantes.

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Al hablar de amantes e infidelidad estamos corrompiendo uno de los grandes estigmas de
la sociedad. Nuestro régimen de comportamiento y de involucración cultural siempre nos
ha dicho que el matrimonio es nuestra más importante institución. Eso es muy cierto, la
familia es la mejor herramienta para construir sociedades, pero no por eso significa que sea
la mejor herramienta para construir individuos. El éxito de un individuo no debería radicar
en si logra formar una familia, sino más bien en si logra obtener felicidad, ya sea esto a
través del amor tradicional ó del meta-amor.

A final de cuentas, el amor y el meta-amor siempre estarán relacionados. El amor llena


vacíos sociales mientras que el meta-amor llena vacíos espirituales. Aceptemos al meta-
amor como una opción y empecemos a sentirnos satisfechos y libres de culpa si de él
disfrutamos.

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¿PERO COMO SE SIENTE? ¿ESTÁ CHIDO O NEL?

Pues mira que vivir con tu pareja es algo raro. Es a todo lo que aspiraba antes y ahora que lo
tengo parece ser suficiente. No es exactamente felicidad ya que, como había dicho antes,
el amor es una mezcla e intercalación de todos los demás sentimientos. Puedo decir que en
los tiempos que he vivido con una pareja, las pocas semanas o cortos meses he visto cosas
como llorar por desesperación un día y por alegría al siguiente. Aún así el estar emparejado
se siente tan normal y corriente como cualquier otra pareja debe de sentirlo. Al terminar
cada pedido se debe de decir “cariño” ó “amor”. Cocinamos juntos y lavamos los platos
después, Vemos televisión y compartimos opiniones sobre Niurka. NORMAL. Completa-
mente PROMEDIO. Y a esta palabra quería llegar; Estar con ella fue todo lo que mis sueños
se dignaron a explorar y ahora soy promediamente feliz, lo cual me mantiene tranquilo, con
el control de mi vida palpable en mi mano, y no puedo aspirar a más.

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NO AMOR.

De niños nos señalan las cosas y nos repiten como se llaman para que las recordemos. Pero
nadie nos ayuda a identificar donde está el amor, o el desamor, o el amor que después se
convertirá en desamor (y viceversa) Simplemente no pasa porque entonces tendrían que
señalar dentro de uno. Dentro de ellos mismos.

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EL HUMOR ES LA MÁSCARA.

1) ¿Cuál es el estado normal de uno? ¿Es el sentimiento con el que pasa la mayor parte del
tiempo o con el que se siente más cómodo? Dudaría en saber cuál es cual, porque depri-
mirse es natural y delicioso. El deleite de sentirse cómodo dentro de tu propia tortura, te
acuestas a la mitad de la sala, pensando que nada te podrá reanimar de nuevo. Nada en ab-
soluto, ni unos nuevos tenis ni que tu madre se comporte como lo que debería de ser. Una
madre. A la depresión se le olvida por un tiempo, la dejamos de lado, pero no desaparece,
la materia no se destruye, se transforma, la depresión cambia de forma según el material
que tenga que encarnar. Un día la depresión será esa vieja película que describía tu niñez y
al otro día será tu novia que se va de viaje de nuevo. Florece en todos, el musgo que crece
en nuestras ramas, el pantano del que nos alimentamos.

2) El humor es la máscara. Cuando sonrío me desconozco. No digo que tenga nada de malo,
solo que no es real. Hace mucho tiempo, cuando existían los reyes, contratan bufones para
la corte, alguien que los hiciera reír. Los reyes no contratan a alguien para hacerse sentir
mal porque eso ya lo tenemos arraigado, es parte de todos nosotros, queramos o no. La
tristeza nos viene incluida gratis. Todos los humanos podemos crearnos nuestros propios
malestares, sin necesidad de ayuda alguna. Cuando somos bebés, el último gesto que apre-
ndemos es el de la risa que definitivamente es por imitación. Recuérdenlo, cuando nac-
emos, lloramos, desde ahí sufrimos. El ser feliz se desarrolló a través del tiempo, el gesto
es propio de los mamíferos, solo nosotros estiramos la cara y damos a entender amistad y
unión. Nacemos y alguien nos golpea. Alguien nos esclaviza de por vida a cierto nombre.
Nos bautizan, sin pedirnos permiso ó perdón. Al nacer nace con nosotros la derrota.

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OBRA NEGRA PARA ALEJANDRA.

Mis libros nacen sin dedicatoria. Y no es por egoísmo, aunque tengo mucho de ello. Pero
veo que a los demás escritores les gusta que se sepa a quien va dedicado su escrito. “Para
fulanito” dice el poema, “Para menganita” dice la novela. Pienso que si me pusiera a dedicar
todo lo que escribo a aquellas personas en las que pienso en ese momento se sentirían tan
avergonzados, tan culpables de encontrarse entre las letras más crudas y groseras que sus
ojos hayan leído que rápidamente me quedaría sin gente para dedicar el siguiente relato.
Por eso, y con el sólo afán de hacerlo como un estudio, pienso decir abiertamente a quién
van dedicados los siguientes párrafos (cuando tenga respuesta, si es que la llego a tener, se
los haré saber, lo prometo).

1) Nunca supe por qué quisiste estar conmigo en primer lugar.


Si alguno de los dos hubiera sido más inteligente
de lo que somos
hace tiempo que ya hubieras metido en tu maleta
tu pasión por amar
y se la hubieras llevado a alguien que de verdad le importe.

2) Te pregunto por qué casi no nos bañamos juntos


dices que no es una idea que te fascine
pero que tampoco te molesta.
Claro, lo importante no es como nos limpiamos
sino cuanto tiempo pasa hasta que volvemos a estar sucios.

3) Le sigues diciendo a la gente


que soy tu amante
cuando en lo que menos he pensado
en todo este tiempo contigo
es amarte.

4) Por ejemplo, yo sé que a Alejandra le molesta


las veces que me despido de ella
y le digo que si no me vuelve a ver
le ponga mi nombre.
Seguramente es porque sabe que en parte
es una broma y en parte
realidad.
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5) Me da mucho orgullo y alivio
que ahora veo una cicatriz
entre tu vientre y tu pierna
donde antes estaba escrito
mi nombre.

6) Un consejo para la próxima vez:


Nunca te decidas por amar a un
hombre que no tenga nada que perder.

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PURO RENCOR.

Mentira. Mentira que el hombre, el puto animal más egoísta en la historia de los putos ani-
males egoístas extrañe a una mujer, lo que extraña es cómo era o como se sentía ÉL cuando
estaba con ELLA.
Si vendieran ese sentimiento de comodidad y compañía en cápsulas, los hombres no ten-
drían ninguna otra necesidad para buscar una mujer que alimente su ego y le diga que lo
quiere mucho, que es la mejor persona que ha conocido, que nunca había tenido un novio
tan (sensible, carismático, gracioso, vergudo, nalgudo, cogelón…) .Es que no es ELLA lo que
lastima, lo que en verdad hiere eres TÚ cuando estabas con ELLA. Por que cuando ves su
foto saliéndote de brinco en la ventana de msn y sientes ese leve apretujón que da por el
pecho es que te acuerdas el estilo de vida que llevabas con ella. Te acuerdas de las cosas
que hacías, por que las hacías, y como te dedicabas con tanto interés a esa persona. Ándale,
eso es lo que duele, la dedicación. El proyecto que salió mal, matarse para que dentro de
unos dos años le digan tu nombre y se la tenga que pensar dos veces para acordarse de
quién eres. Entonces el apretujón en el pecho no es un dolor en tu corazoncito partido,
más bien es como tu cuerpo te recuerda lo viejo que te hiciste y el tiempo que perdiste
en esas estupideces del amor (para más información véase el capítulo AMOR) Ya cuando
se termina una relación siempre está esa lucha de orgullos que puede durar tanto o más
tiempo que la relación misma.

Está el clásico drama de:

ELLA: Es que ya no me hablas


YO: Claro que si, eres tú quien no me habla.
(Defensiva, pelea, echar bronca, armar desmadre, entretenerse un poco)
ELLA: No es cierto, yo el otro día te hablé y no me contestaste.
YO: Si pero estaba dormido, te marqué al día siguiente y tampoco me respondiste.
(Más defensiva, nunca ceder, no dar nada, parecer ganador aunque por dentro tus tripas se
retuerzan)
ELLA: Mira, no voy a estar para cuando TÚ quieras que esté, ese día me acordé de ti y por
eso te marqué.
YO: ¿Piensas en mí?
(Silencio incómodo)
ELLA: ¡Ja ja! Claro que no.
YO: Pffff, Yo tampoco.
Aún así, después de todo esto, aliento a todas las personas a que busquen la venganza en
sus antiguas parejas, sea justo o no, porque la venganza es una de las acciones más satisfac-
torias: vives la felicidad propia y la que le arrancaste al otro.

41
¿HABRÁ UN ORGASMO QUE PUEDA COMPENSAR TODO ESTO?

1) -Yo creo que mejor deberíamos de ser amigos- Y colgué.

1.1) Sentía tanto miedo de lo que acababa de hacer, como si por mis venas pasaran caballos
salvajes en vez de sangre. Era imposible regresar el tiempo, cambiar lo dicho, arreglar el
pasado. Déjenme explicar que, ella se lo gano a pulso, no fui yo el malo de la historia. Jamás
traté de hacerla sufrir. Durante tres largos -que digo largos, MARATÓNICOS- meses todo lo
que podía hacer era estar a su merced, ser presa de sus garras. Dudaba que se tratara de algo
normal, toda esa energía como para alimentar de luz una ciudad entera metida en mi novia.
Era insaciable de un modo tal que la economía no me permitía mantenerle el paso, gastaba
doscientos pesos en condones cada fin de semana. Para una época donde prácticamente
me seguían dando la mesada, crean que es mucho dinero. Decidí ir al IMSS, estaba nervi-
oso, sentía que iba a ser catalogado y me iban a tener que hacer firmar algo donde dijera
que yo era fiel servidor de una ninfomaníaca. No importaba, eso era lo de menos, si querían
una foto con mi tira de condones al estilo Zapata no me importaba. Cuando me dieron los
condones (en otras circunstancias, suficientes para sobrevivir una guerra nuclear) estaba
satisfecho, listo para probarlos.

1.2) -Mi amor, no te vayas a preocupar, pero creo que se rompió el condón- Ella gritó y saltó
alejándose de mí, como si le acabara de destrozar el futuro. Su prima no tardó ni 5 minu-
tos en llegar con pastillas anticonceptivas, sin darme tiempo para terminarme de vestir.
Le dije que no se preocupara porque yo iba a estar a su lado, en las buenas y en las malas,
le dije también que lo enfrentaríamos juntos, que contara conmigo en todo lo que llegara
a necesitar. Qué ingenua. Después de hacer la llamada donde dejaba en claro que ya no
quería nada que ver con ella, corrí como si acabara de robar un banco. Me mantuve en refu-
gio con diferentes personas en la ciudad, y después salí a despejar la cabeza a Michoacán.
Dos semanas habían pasado, era justo y necesario que regresara a mi casa. Fue un cansado
viaje donde involucré una pequeña dosis de amigos, una gran dosis de alcohol y un chor-
rito de egocentrismo. El alivio me invadía al tocar la suave tela de mi cama, descansaban
los huesos, hartos de saber que no podían estar quietos, que el músculo los empujaba a
nunca detenerse, seguir con el ritmo de la vida de un prófugo. Todo fue hermoso durante
tres minutos.

1.3) Tocan a la puerta y con duro esfuerzo me levanto para ver quién podrá ser. ¿Será posible
que haya estado todo este tiempo espiando fuera de mi casa para saber cuándo me iba a
aparecer? No lo dudo. Y no sólo eso, sino que viene armada, con paños en la mano por si
tiene que llorar y condones en la otra por si tiene que consolar. La veo a los ojos y no puedo
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creerlo, en realidad está frente a mí, con todas las molestias que me tomé aun así ella ganó.

Primero me dice “Tenemos que hablar” y seguido de eso “¡POR QUE ME DEJASTE SOLA?!”
Se trata de su verdad contra la mía, el hombre contra la mujer, siempre ha sido así. Nos
hemos quitado los guantes, la bondad y los buenos tratos están a nivel cero. Pelearemos,
eso es obvio. Discutir hasta que alguien rinda una disculpa y la cara baja. ¿Habrá un orgasmo
que pueda compensar todo esto? ¿Qué te corras lo suficiente como para querer tener un
hijo? ¿Como para decirle que la amas? Ni siquiera creo que haya tanto semen en el mundo
para eso.

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LITERATURA: EL ARTE DE PENSAR Y DISCUTIR POR TODOS LOS QUE NO LO HACEN.

En nuestra sociedad uno como escritor se puede aprovechar fácilmente de la ingenuidad


colectiva, lo cual es un arma de dos filos. Por un lado nadie se dedica a leer libros, todos los
clasifican como un gasto de tiempo tedioso y poco práctico; Más que nada, algo aburrido
en donde nada tienen que ver sus gustos propios. Pero por el otro lado la literatura se res-
peta muchísimo más por este síntoma de lo ajeno. Recuerdo (y no soy el único caso, cuento
con amistades que narran la misma historia) que en la preparatoria no le ponía ni un gramo
de atención a lo que el maestro decía en clase, y suele pasar que a gente como yo nos sacan
del salón, o nos mandan a dirección, cualquier cosa. Eso pasaba con mis compañeros que
tenían puestos sus discman, o los que estaban platicando entre ellos, pero no a mí. ¿Por
qué? Bueno, a diferencia de ellos, yo estaba leyendo un libro. UN LIBRO. Sí, de esos que se
venden en librerías. Los maestros me dejaban y no me decían ni pio, es más, me presumían
ante los otros entes de mi salón “… Por ejemplo como Plata, que está leyendo un libro, eso
les debería de decir algo”. Puedo decir que pasé la preparatoria más por ese respeto que
mantenían los profesores por el hecho de que estuviera leyendo un libro por propio gusto
que por conocimientos en las materias. Les decía que como escritor esto puede y no ser-
vir, ya que cargas con una responsabilidad mucho mayor. Habrá personas que sólo leerán
un libro, tal vez dos en todo el año, y puede que ese libro sea el tuyo. Ahora, esta persona
le tendrá tanto respeto al LIBRO que creerá en todo lo que ello dice, no importándole la
estructura, el estilo o cualquier problema similar a los que uno se enfrenta al pensar un
párrafo. La persona absorberá esta información y la dará por verdadera, sea cual sea. Es un
riesgo ya que libros como El código Da vinci se pueden presentar a desmoronar creencias
y alterar cabezas antes de que uno pueda si quiera parpadear los ojos. Lo que más me da
terror de este concepto del libro en México es que es muy similar al que se tiene de los
políticos o cualquier otra autoridad, siendo así No lo comprendo, no lo quiero entender
pero lo respeto, y lo que esa cosa diga yo la creeré como verdad. ¿Qué habremos hecho,
Dios mío, para que la literatura mereciera tan tremendo castigo?

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HOJA EN BLANCO.

1) Nadie siente más horror al ver una hoja en blanco que un escritor. Simplemente por ser y
estar ahí, se convierte en un reto.
Es una tortura tenerla ahí, esperándote con los brazos cruzados mientras acomodas tus
ideas.
Lo más fácil es tomarla desprevenida y atacar, sea este un golpe certero o no; siempre se
tendrá tiempo después para re-matar al animal (ósea, corregir el texto) pero sólo así se le
quita al miedo.

2) El otro demonio, más grande que el pasado es no tener una puta idea de qué escribir.
Tienes las ganas, el material, el tiempo. Tú casa completamente silenciosa ó con Sigur Rós
tocando de fondo y tratas de pensar en algo, lo que sea, cualquier cosa será buena para ini-
ciar, sólo buscar la mecha que te explote en letras. Se pasa así un máximo de una hora, hasta
que llega el inevitable suspiro. Todo este tiempo y ahora sueltas un aire denso. Vacío de
ideas. Estar seco impacienta y desespera. Siendo que algunos vivimos de nuestra creativi-
dad (ó queremos hacerlo) a veces llegan momentos en el que el cerebro te dice basta, y no
te suelta una nueva idea hasta que quiera. Primero lo tomas tranquilo, hasta te piensas en
dar un descanso, pero a las semanas empiezas a dudar si se te ocurrirá algo de nueva cuenta.
¿Será que fui artista por sólo un tiempo? ¿Qué ya se acabó todo lo que tenía que decir? Se
piensa de todo, pero todo es malo, nada da una solución. Te piensas ya pidiendo trabajo
en Ghandi o en Cinépolis, te ves de uniforme. ¿A dónde se fueron las ideas? Ese es nuestro
demonio, nuestro dolor fantasma. ¿Qué hacer? Creerán que porque yo saqué el tema a re-
lucir tengo una respuesta, pero la verdad esto es una pregunta abierta para que ustedes me
digan, ¿qué hacer? Pero le podrías hacer la misma pregunta a Dios y no sabría qué decirte.
¿Y ahora qué debo hacer Dios? ¿Qué sigue?

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¿ESTARÁN LOS ESCRITORES DESTINADOS A LA MALDICIÓN? PENSEMOS.

1) Qué joven era yo cuando empecé a escribir, tan inocente que no me daba cuenta que
estaba escribiendo mi propio testamento. Ahora hago versos en el supermercado, en la fila
del banco y en la regadera mientras me baño. Al vicio de hacer poemas se le agrega como
fiel compañero el vicio de tener una mujer a quien dárselos.

1.1) Antes de morir me dijo mi tío Benito: Con grandes escritos viene una gran responsabi-
lidad.

1.2) Mi tío también dijo (y juro que este fue su último aliento): Lo único más importante que
leer libros es escribirlos.

2) Es una pena que de todos los astronautas ninguno haya sido poeta.
¿Quién más podría describir la luna más que el que está parado encima de ella?

2.1) Me retracto, mi error. Gagarin, el primer astronauta ruso dijo “Aquí no veo ningún Dios
“al llegar fuera de órbita. Eso sin duda es poesía.

3) A veces, cuando estoy leyendo, tengo una idea y la dejo para después, pero el después
me hace olvidar. Luego trato de buscar mi idea páginas atrás y no está. Mi idea ni siquiera
tiene que ver con el libro, no le he prestado atención, solo lo tengo en mis manos para que
nadie me dirija la palabra.

3.1) Cuando uno ya se dice a si mismo ¿En qué estaba pensando? Es que ya se le olvidó por
completo la idea que estaba creando, igual y era buena o mala o Dios se la quitó porque
era una verdad riesgosa, quién sabe. A mí a veces me pasa, más que nada cuando me hace
falta una pluma para escribir. El papel no importa, me podría escribir en el pene si tuviera
la necesidad de hacerlo, si es algo erótico, mejor.

3.2) Otra recomendación para escribir: Sobriedad en tus palabras, ebriedad en tu cuerpo.

4) TÚ no puedes hacer una obra maestra. Pensar así sólo te puede llenar de decepciones.
Uno crea y espera. Para que el significado de la palabra “maestra” cobre sentido, necesita
tener alumnos. El público son tus alumnos, sólo que en este caso ellos deciden por sus pro-
pios conocimientos y revelaciones si han aprendido de ti o no. Una obra maestra se hace
por aquellos que no la hicieron, irónicamente.

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5) Recuerdo que cuando iba en el kínder hubo un día donde te tenías que vestir según
el trabajo que desempeñaba tu padre. Hubo varios doctores, abogados, ingenieros y yo,
un pequeño policía. Todos nos paseamos dentro de pequeños carros, simulando llegar a
nuestros trabajos, hacer lo que ellos hacían. Mi padre me dijo que se sintió muy orgulloso
de mí ese día, el único en el que porté un uniforme fuera del escolar. Si eso llegara a pasar
en algunos años cuando tenga mis propios hijos, solo me podría llenar de vergüenza. ¿De
qué se disfrazará mi hijo? ¿De amante? ¿De pervertido? ¿De escritor? Sin duda alguna ten-
dría que estar completamente desnudo, sin ocultar nada, dándole la libertad que su cuerpo
le vaya exigiendo. Tendría que tirarse a sus compañeritas, escupir al maestro, llorar hecho
un caracol. Dejar que mi hijo repita mi pasado sería el peor de sus presentes.

6) Debes de pensar que eres el mejor poeta que ha existido. Esa es tu fuerza.

6.1) CUIDADO, pensar en ser el mejor poeta no significa que actúes como tal. Ante todo,
humildad con la gente.

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RUVALCABA.

“Pero hay otra cosa y es que nunca tengo un maldito libro que leer. Cuando has leído una
cierta cantidad de literatura decente, simplemente no hay más. Tenemos que escribirla
nosotros mismos. No queda jugo en el aire. Pero siempre espero despertarme por la ma-
ñana. Y la mañana que no lo haga, muy bien” –Bukowski

1) A la fecha hay muchos escritores que me han gustado pero pocos con los que me sien-
to conectado de alguna manera u otra. Entre ellos están estos dos: Eusebio Ruvalcaba y
Charles Bukowski. Se preguntarán por qué, y yo también me lo pregunto, pero creo que ya
lo he resuelto. Es porque les vale verga el arte, ellos escriben. Ser escritor no te lleva de la
mano a ser artista, eso es algo que hay que tener en mente. El artista explora una realidad
propia, el escritor puede ver la realidad de todos, que estamos sumergidos en una alberca
de mierda y nadamos sin darnos cuenta. Es facilísimo, y esto se lo expliqué a un amigo hace
poco. El artista busca reconocimiento por su obra, que aclamen lo brillante e interesante
que es su trabajo. A la mierda, el escritor se basta con sí mismo. Eusebio no se mantiene fiel
a ningún género, en realidad se prostituye con todo lo que encuentra a la mano. Es hábil en
las palabras y por ello se le puede leer en poesía, novela, ensayo, artículo entre otras curio-
sidades. Aún así, su trabajo más amplio es el de la novela y el cuento corto, siendo estos la
mayoría de publicaciones que se encuentran. Hablaré sobre diferentes títulos tratando de
abarcar la mayoría de los géneros en los que el escritor se ha involucrado dando algunos
detalles sobre género, estilo y temática.

2) Acabando de leer la novela Un hilito de sangre (Planeta 1993) se me presentó la cuestión


sobre lo poco informado que está México sobre la literatura contemporánea. Empiezo por
hablar de esta novela por que fue su ópera prima y la temática es muy importante: las
historias de un niño. Puede parecer un detalle sin importancia pero cuando los escritores
empiezan a tener personajes que sean más jóvenes que ellos se remiten directamente a
sus recuerdos, a su forma de ver la vida en ese momento, a las cuestiones que lo hicieron
crecer y lo marcaron para un después. Así Ruvalcaba se marca en el contexto literario de su
personaje principal y sería más fácil analizar este autor desde el contexto del consciente
infante que nos desprenda, casi como si fuera un psicoanálisis para poder hablar de su obra
literaria. Les aviso que mi adoración por este escritor nada tiene que ver con que sea sub-
lime. En realidad, no esperen mucho, no no, mejor no esperen nada. El único consuelo que
procura Ruvalcaba en sus escritos es el sabor de que existe gente tan miserable y derrotada
como tú y encima de ello le pagan por decirlo. Es lo que los mortales solemos llamar jus-
ticia divina.

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3) La narrativa de Ruvalcaba es atrapante. Mantiene una fluidez constante en sus libros,
exigiéndole al lector que lo lea todo de una sola sentada. Digamos, en su novela Un hilito
de sangre logra hacer esto haciendo que cada capítulo esté conectado dejando palabras a
medias que terminan en el siguiente capítulo, respuestas de los personajes y otras formas
de mantener la atención constante. Mientras leía esta novela (y otros libros de Ruvalcaba)
siempre me atreví a pensar que mucha de su narrativa estaba influenciada por J.D. Salinger,
quien, así como Kafka y Edgar Allan Poe lo fueron en su tiempo, también marcó una etapa
en cuanto a lo que se conoce como literatura moderna. En una parte del libro el mismo
protagonista nos dice que El guardián entre el centeno es uno de los mejores libros jamás
escritos. Esto viene a que, poca gente se ha dedicado a investigar y hacer un análisis sobre la
literatura de este autor en particular y me he tenido que abrir paso con las puras menciones
que él mismo hace, por lo que a conclusiones he llegado que la mayor influencia de Eusebio
Ruvalcaba es Charles Bukowski, va en ejemplos: En primer lugar, Ruvalcaba no sólo postulo
en el libro del premio Charles Bukowski realizado por editorial Anagrama, aparte ganó el
primer lugar siendo que había mandado el cuento en total anonimato. Otro ejemplo sería
que en el libro Una cerveza de nombre derrota (Almadía 2005) tiene un capítulo llamado
Un poema para Bukowski, en donde hace una introducción de por qué le escribe un poema
cuando él más que nadie sabe que es lo que menos desearía. Y por último, en la manera
de escribir poesía es muy similar al estilo que manejaba Bukowski, donde más que una
narración de algún drama interno (como la mayoría de la gente piensa que es la poesía) se
cuentan historias y reflexiones personales sobre ellas, siendo estas como pequeños aforis-
mos explicados dentro de su contexto. Algo también muy común en la literatura de Eusebio
Ruvalcaba es que el texto empiece con gente bebiendo, brindando o apenas pidiendo su
primera copa, se desarrolla en una historia de recuerdo que cualquier borracho te podría
contar y termina cuando se acabe la botella o en el último trago del vaso.

4) El brindis (Sansores y Aljure 1998) por ejemplo sigue este lineamiento. Empieza con un
simple “Salud por el amor” el cual hará que los personajes echen remembranza de todo los
que les ha pasado en esta vida hasta el momento mismo donde se brinda. Es una novela cí-
clica, termina justo donde empezó pero en todo el camino te hace entenderte con los per-
sonajes, tomarles cariño. Todos los recuerdos serán desde el Zirahuén, su lugar de trabajo y
por los años que llevan ahí, su único modo de vida. El mismo título del libro y el comienzo
de la historia no es más que una excusa para adentrarse en las fauces del México sucio y
deplorable. Los personajes encuentran comodidad dentro de su propia miseria, misma que
algunos han cosechado y a otros simplemente se las trajo el destino. Cabe denotar que las
descripciones de particulares momentos siempre derivan hacia la narrativa poética. El es-
tilo de Ruvalcaba denota esa forma tan singular de expresarse donde un momento puede
detenerse y detallarse hasta extraer todo el contenido posible de una escena. Pongo por

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ejemplo un pedazo de su libro El brindis, donde a manera de excusa nos cuenta la historia
de dos personas que la única pasión con la que cuentan son los recuerdos que se han plan-
teado entre los dos:

Dispuesto a asumir la belleza. Eso era todo. Dispuesto a asumir la belleza. Cinco palabras. Vi-
vir para tener esas cinco palabras en la mano. Por una sola vez. Por un solo instante. Ella era
bella. La música era bella. Bach era bello. Se dio cuenta de que estaba rodeado de belleza.
De que todo a su alrededor era bello, profundo, inmensamente humano. Y su corazón pal-
pitó a un ritmo inusitado. Rápidamente, velozmente. Como si no fuera ese el corazón suyo.
Su corazón. Había platicado tantas veces con su corazón. Le había hecho las confesiones más
extrañas, las más hondas. Le había hablado de sus debilidades, de sus miedos, de sus comple-
jos. Le había confesado el pánico que le producían las mujeres. Su vaciedad. La vaciedad
que él sentía que lo rodeaba. Nadie en quién vaciar tanta ternura. Nadie en quién depositar
tanto amor. Le había hablado de eso a su corazón. Y lo había sentido palpitar. Con un ritmo
propio, con una sonoridad propia, con un volumen propio. Pero no como ahora. Nunca como
ahora. En que parecía que se le saldría del pecho. Ese corazón, que no parecía ser el suyo.

5) Ya entrados en esto, me dirigiré hacia la poesía de Eusebio Ruvalcaba como tal. Que con-
ste que el poeta en la actualidad se ha resignado a la búsqueda de lo sublime. Ahora se da
cuenta que nada de verdad importa. Que, como dijo Burroughs, No existen las reglas ni las
normas, todo se vale. Y esas pueden ser apenas unas cuantas palabras juntas, pero explica
perfectamente lo que le pasó al arte en el último siglo. Si tú quieres que ese cuadro en la
pared con manchas de pintura sea considerado un lienzo, lo será. Si quieres que esas líneas
divididas en espacios sean un poema, lo serán. Y tal vez, si corres con mucha suerte, lo que
tú crees que estás haciendo sea considerado por otros humanos y todos concuerden que
eso escrito entre sus manos es un poema. Sólo ten claro que no siempre se gana. Y más que
eso, acostúmbrate a ello.

6) El frágil latido del corazón de un hombre. (Editorial Nula 2006) deja entrever muchos
de los temas que ya sabemos degustan a Ruvalcaba, pero podemos leer con claridad que
en este libro es donde más se le levantan alabanzas a las cantinas. Sobre toda las cosas,
se busca dejar en claro lo hermoso y divino que contiene cada cantina en su corazón. Me
imagino que así como la escuela se convierte en el segundo hogar mientras se es adoles-
cente, cuando uno ya empieza a trabajar y mantener pasa lo mismo con la cantina. Es donde
uno va a aprender, porque los borrachos siempre dicen las netas, se pidan o no. Es donde se
comienzan nuevas amistades y se visitan a las viejas. Se cambian los juguetes por piezas de
domino y barajas arrugadas. La torta del recreo por la botana del medio tiempo en un par-
tido de México contra USA. Todo es diferente pero todo es lo mismo, sólo que se perdieron

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los uniformes por unos trajes percudidos y sin corbata. Eso es lo que yo me imagino pues,
de la cantina como segundo hogar, pero cuando sea adulto se los compruebo. Aquí escribo
uno de los poemas que demostrarán por sí mismo el gran amor a la cantina titulado “Ten
piedad y misericordia de nosotros”

Me gustaría compartir este trago


con alguien.
Pero todos los que están aquí,
esta noche,
tienen la mirada como yo.
Que apunta al suelo.
No hay honestidad posible.
Una palabra que pueda servir
de comprensión.
De misericordia.
Una sola jodida palabra que pueda sonar
a honestidad.
Que salve a alguien.
Cualquier cosa es mentira.
Esta noche.
No sé el día de mañana.
Esta noche el mundo está concentrado aquí
Hoy.
Cinco mesas.
Ocupadas por hombres que vienen del
trabajo
y van rumbo a su casa.
Hombres que se detienen unos segundos.
Para beberse un trago.
Un trago para enfrentarse a su mujer.
A los gritos de los hijos.
A las quejas de todos los días.
Hombres de la misma pasta que el lodo.

7) Pero bueno, me he separado demasiado de mi premisa inicial, donde hablaba de mis


escritores favoritos. Regresando a Bukowski y Ruvalcaba, la conexión que he sentido no es
nada del otro mundo, se declaran fracasados y bebedores, al igual que mi padre.

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POR QUÉ LOS LIBROS SALVARON MI VIDA.

1) La soledad que se plantean los escritores es visible pero no palpable. Te sientes rodeado
de tus libros y cada uno es una puerta hacia otra cabeza. Entras y te empapas de sus jugos,
de sus pensamientos. Tomas un poco de ellos y en parte terminas teniendo de su per-
sonalidad. Como Kirby cuando chupa a los enemigos (ok, mal ejemplo, sólo generaciones
modernas podrán entenderlo ¿y los demás? ¿Qué hay del viejo señor que compró este
libro esperando que sea el nuevo Dostoievsky? Bueno, sí lo compró fue por morbo y si
ha seguido leyendo es por morbo. O tal vez espere que su dinero valga la pena, para lo
que le mando un mensaje personal: pierde su tiempo). Recuerdo que terminando de leer
De a perrito de Fernando Nachón no pude ver a mi mujer con los mismos ojos. Mantenía
una depresión constante y una ansiedad por marihuana más grande que en cualquier otro
tiempo. A la larga se fue quitando al empezar a leer otro tipo, a quien le fui tomando su
personalidad también, y así consecutivamente. Los libros son almas temporales que te atas
al cuerpo y puedes ver la mierda del mundo desde otros ojos, tras otra boca. Es abusar de
lo mucho que tardó en hacerse una persona y pertenecer a él a deseo. Confortarse con sus
frases como si fueran propias, corroerse con su ira y con su alegría, chuparse sus aventuras,
más que nada, chuparse sus aventuras y su vida y su locura para volverte a través de libros
más interesante tu propio existir.

2) Cada portada de libro es una puerta hacia un mundo diferente. Así es como me imagino a
los escritores, me llego a sentir a su costado mientras narran la historia. A veces, cuando el
libro es bueno y te gusta mucho, dejas el papel de espectador y te conviertes en protago-
nista. Ese de la historia eres tú, y eso te hace sentir más vivo aún. Mis puertas son muy dife-
rentes una entre otra. La primera que me llega a la cabeza es la de Fernando Nachón, hecho
la raya en alguna autopista cercana al D.F. fumándose un churro de doble hoja. Enorme. O
a Burroughs , vestido de comboy con una casa en medio de la nada, sentado en una silla
mecedora con escopeta en mano.
Me imagino a Kathy Acker en blanco y negro, soltada en llanto en un callejón de los sub-
urbios, tirada al lado de un contenedor de basura. ¿Quién más? A Carver lo veo sentado
en una pequeña casa de Wisconsin, en la sala de su casa, vestido impecablemente con la
mirada hacia el suelo mientras su mujer le ruega de rodillas que la disculpe, que le de una
segunda oportunidad. Etc etc. Los veo a todos perfectamente acomodados en su mundo
y a cada uno con características propias. Como ir cambiando de canal en la televisión. Así
los mantengo vivos todo el tiempo, con imágenes en mi cabeza de lugares más interesantes
que este (para quienes quieran imaginarme a mí en mi mundo, les doy un adelanto: uso
pantuflas de oso, mi novia lee a Kiko Amat a un costado mío y mientras me describo pienso
en lo aburrido que soy. ¿Qué se le puede hacer? Lo soy, si querían riesgo deberían de estar
leyendo a alguno de los antes mencionados).

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MI VIDA ES POESÍA BARATA.

La verdad no he tenido nada bueno que escribir por estos días. Me han pasado muchas co-
sas interesantísimas, se los juro, un tiempo de joda, pero la verdad es que no me vuelve loco
hablar de ello aún. Por lo general no puedo escribir sobre las cosas que me pasan hasta un
tiempo después, cuando ya pude digerirlas. Es algo chistoso, el tiempo te vuelve objetivo
hasta de ti mismo. En el tiempo de vacaciones que tuve me regalaron un montón de sepa-
radores. También es chistoso que la gente me vea leyendo todo el tiempo pero no sepa una
paja sobre lo que me gusta leer, por eso sólo me dan separadores. Además de que sale más
barato. Me pasaron bastantes cosas asombrosas, en serio, cuando me las paso por la cabeza
de vuelta me suenan a versos de poesía barata, pero no lo son. Son cosas que simplemente
me pasaron, creo que todos tenemos vidas llenas de poesía barata, clicheada, de esa que
uno siente ya haberla leído en algún lado pero no sabe exactamente donde. Por ejemplo, y
como varias veces en este libro, estaba con mi novia y ella parecía estar enfadada, de mala
gana. Tomó su celular y con la antena empezó a atizarme una y otra vez en las piernas. En
cierta forma parecía de juego, pero ella lo hacía con intención de lastimarme. Después en
ese día me dijo que ya no podía seguir conmigo, y me fui de su casa como un rayo, más enfa-
dado que mil demonios. Al otro día Alejandra me había invitado a dormir en su casa, como
le es costumbre. Pues no tenía novia y eso, y sabía que por las noches definitivamente iba
a estar bastante solo, pensando en eso. Ya no era algo que me volviera loco de depresión,
pero me daría vergüenza por un tiempo estar en mis zapatos. En fin, la cosa es que fui a su
casa y me quité la ropa ya dentro de su cama. Estábamos viendo una de esas películas inge-
niosísimas sobre estafadores profesionales que son ridiculizados por niños. Ella me pasaba
la mano por la pierna, como para entretenerse mientras veía la película, pero llegó a una
parte de mi pierna donde la doblé de instinto y porque me dolía mucho. Ella me preguntó
que me había pasado y fue ahí donde encontré esa cicatriz hinchada que me había dejado
mi novia. Jo, ¿Qué poético no? Pónganlo así:

Ella toca heridas abiertas de una mujer que me ha lastimado el cuerpo y el corazón.
No se siente nada hasta que Alejandra toca mis cicatrices
El único recuerdo que me llega es sobre el dolor que me provoca haberla amado.

¿Ven? Mi vida es poesía barata, si lo leen, les aseguro que parece algún poema viejo que
les hizo leer su amigo de un blog hace mil siglos, pero no lo es. Para este punto del escrito
han de creer que tengo algo interesante que decir, ¿No es así? Pero no lo tengo, como ya
les había avisado, no he tenido nada que escribir lo suficientemente bueno por estos días.

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CUANDO MIENTES MIENTRAS LLORAS, LA GENTE NO SE DA CUENTA.

1) Hay un cierto número de mentiras a las que uno accede a creer. La cantidad puede variar
dependiendo de la persona, su esperanza, cuanto le conoce a uno, su estupidez... etc.
Por eso uno tiene que aprovechar muy bien la mentira que está a punto de decir, porque
una mentira desperdiciada puede que le cueste muy caro en un futuro.

2) También tenemos una cantidad de lágrimas dispuestas a gastar para cada persona. Cada
uno llega a un límite distinto. Unos no llegan a conocer su límite, hasta el momento de la
muerte. Es por eso que en los funerales se les llora tanto, porque se tienen que derramar
todas esas lágrimas guardadas que ya no sirve que uno las mantenga. Se tiene que limpiar el
cuerpo de lo que había reservado para otros en nuestros sentimientos. Verán en cualquier
velorio, que los que menos lloran es la gente que ya le había sufrido con anterioridad, y por
lo mismo, tienen menos lágrimas para gastar. Por eso el límite del llanto es tan importante,
en un momento después de la última gota nuestra actitud empezará a cambiar, y seremos
otros.

54
¡INNOVA!

Sé diferente a los otros: Ahoga tus dichas en alcohol, así le ahorras el trabajo a Dios de qui-
tártelas y hacerte sentir miserable de nuevo.

55
DOS INTRODUCCIONES AL TEMA DE LA POESÍA.

1) La poesía tenía un importante legado que iba más allá de la comprensión verbal. Su
importancia se inclinaba hacia la fonética de las palabras para crear hilares melódicos y
rítmicos a través de los versos. Esto, sin duda, fue necesario para sus tiempos, no tenían que
hacer MÚSICA específicamente, pero si llevaban la melodía consigo por la dificultad de en-
contrarla en otros lugares, dígase de otra manera, por la falta de distribución de la música.
Este caso tiene similitudes con el de la pintura, donde se especificaban en comprender per-
fectamente la anatomía humana para poder hacer RETRATOS de ella. No eran imágenes fid-
edignas, pero al menos eso era lo que se trataba. Al llegar el momento de la invención de la
fotografía y algunas décadas después, la del cinematógrafo, estos elementos fueron los que
se encargaron en llevar el retrato a sus espaldas. Ya no más se necesitaba a la pintura para
ello, por lo cual pudo empezar a evolucionar y es como a principios del siglo pasado los
géneros y estilos de pintura se hicieron cada vez más experimentales y propositivos. ¿A qué
vamos? La poesía tomó por esos tiempos la misma libertad cuando la música comenzó a ser
mucho más reproducible gracias al vinil y el cassette y en últimas fechas el mp3 y demás.
Ahora la poesía ha dejado de cargar con la fonética y puede ser lo que siempre tuvo que
haber sido. Simplemente poesía. Antes no importaba la poca cordura de la poesía mientras
esta mantuviera un ritmo, pero ahora ese ritmo es insulso e innecesario por lo que la poesía
tiene que decir ALGO. Tiene que defenderse por sus propias palabras, por su contenido.
Poetas, tomen esto a consideración para sus trabajos y digan algo, algo lo suficientemente
fuerte para manifestarse en las cabezas de los lectores y mantenerse ahí, sin la necesidad
de que esto tenga una melodía. Esos tiempos están ahora acabados.

2) La poesía es un verdadero problema social. Ha sido atacada y torturada por tanta gente
que muere por el exceso de farsantes que repiten lo mismo una y otra vez. ¿Cuántos po-
emas habré escuchado que me hablen sobre lunas, sobre labios y sobre oscuridades? Yo
como simple lector puedo afirmar que al menos un 70% de la poesía juega el mismo papel
y sólo cambia unas palabras por otras o los versos de lugar. Se dice que existe muchísima
más gente que escribe poesía a la que lee poesía. ¿Cómo es esto posible? ¿Y los que no leen
poesía bajo que régimen se basan, qué influencias? Me sorprende pensar en gente con más
libros publicados que los que haya leído, diciendo que nunca ha leído y tiene bajo su brazo
su propio poemario. De verdad, poetas ¿qué pedo? Podría mencionar con los dedos de mis
manos los pocos poetas mexicanos que he leído de verdad interesante. Jorge Dorantes, Neri
Tello, Rafa Saavedra, Paco Viveros y Eusebio Ruvalcaba. Eso es todo, cinco personas, y se los
juro fuera de mamada que habré leído al menos unos treinta libros de poesía mexicana y
escuchado a por lo menos 50 poetas en presentaciones y mesas de lectura, lo cual me lleva
a otro punto, LA LECTURA. ¿A quién pitos se le ocurrió que leer en público con el mismo
56
tono monótono sus poemas de mínimo 10 cuartillas de extensión va a incitar a la gente a
que empiece a leer? ¡Hazme el puto favor! Siempre siempre siempre siempre es lo mismo
con estas cosas. Los poetas bajan su tono de voz a un nivel de trance como si estuvieran
jugando a los cantos gregorianos y hablan con esa voz semi-seductora que en verdad no se
entiende para nada y el que entiende poco descubre de interesante. Por favor señores, hay
que estar serios, NADIE LEE EN MÉXICO, NADIE, y si escriben las mismas pendejadas que
otros ya han escrito antes y todavía al presentarlas queman más su trabajo al decirlo en ese
tono grave y desesperante, ¿quién putas va a querer leer? Si no ayudan no estorben, la neta,
sean sinceros con su trabajo y denótense a ustedes mismos por lo que son y por lo que dan
sus capacidades. Pueden tener mucho más éxito armando presentaciones en power point
con imágenes cursis y mandarlas como mail cadena a sus compañeros de clase o trabajo.
Puede sonar embarazoso o degradante, pero pruébenlo si no me creen y yo prometo que
su público de lectores aumentará por lo menos el triple.

57
REFLEXIONES SOBRE LA POESÍA.

1) El mismo hecho de hablar de poesía me hace hablar poéticamente. Daré detalles disec-
cionando este arte hasta la médula de la contemporaneidad; denotar cómo son los estilos
más propositivos de poesía de estos últimos años, y por supuesto, defenderla e identi-
ficarla en el contexto que me parece más adoc con lo que podemos llamar poesía. Más
que nada, explicar el porqué la técnica, si es que debió de haber existido alguna, sólo sirve
para escudarse cuando se acaba la verdadera pasión por escribir. Poetas respetando reglas
siempre se me ha hecho como ver punks trabajando de policías, algo totalmente fuera de
contexto. El problema con la poesía es la sobrecarga de elementos. Algunos autores pi-
ensan que tienen que llenarse de múltiples palabras, colocando una tras otra, para que el
poema sea más llamativo. Estas mismas personas suelen ser los mismos que usan palabras
fuera del vocabulario de a diario para que, aparte de todo, su poesía se límite a algunos
cuantos intelectuales de diccionario. Me gustaría aclararles a todos esos poetas de la “gran
esencia” que hacer poemas no es como llenar un arbolito de navidad, con esferas brillantes
y llamativas por fuera pero por dentro totalmente vacías. Huecas. Los poetas deben saber
limitarse a escoger este tipo de lenguaje pretencioso y confuso para los lectores principi-
antes, porque en un principio parece ser multi-colorido y esplendoroso pero después de
muy poco tiempo la magia se pierde y el significado también. Empezamos a denotar cómo
es que la poesía podría ser concebida.

1.1) Construyendo poesía.

Sobre el arte de esta época caen tres estigmas que lo marcan fuertemente: la parodia, el
absurdo y el humor negro.

La poesía debe de ser construida con el exacto de palabras que necesite. Estas palabras
serán intransferibles y pertenecerán a una forma de construcción, a formar los cimientos. Si
estas palabras no son las indicadas, el poema puede caerse dentro de sus propias fauces: ser
tragado por lo mucho que exigía el trabajo y no lograrlo ó dejar ideas inconclusas y más que
nada, un espectador que no se pudo percibir en el texto (las palabras son importantísimas
para todo esto de la poesía. Una palabra más o una palabra menos, y toda la composición
podría desmoronarse sin siquiera dar un aviso. La elección de palabras es primordial dentro
del poeta, pues tienen que ser las justas y necesarias para que, en primera, digan algo que
no se haya dicho antes, y en segunda, lo digan como sólo ellos pudieron haberlo dicho).
Con la poesía moderna y en general el arte que ahora se está propagando podemos darnos
cuenta de una cuestión: antes, los artistas le dedicaban su vida a su obra. Pero ahora en
estos tiempos de globalización donde todo lo que se hace es una pauta para formar parte
58
de algo los artistas han dado un vuelco a esa cuestión. Su obra de arte ahora es su vida.
Estoy hablando de que ahora nos hemos metido dentro de lo más subjetivo y personal del
arte, sin valores añadidos para la sociedad. Si alguien se llega a identificar, bien, y si no, no
hay problema (tenemos que notar que mucha de la poesía de tiempos pasados, hasta la
romántica con dedicatoria, se narra en un tipo de exclamatoria, como si el artista estuvi-
era recitando a un conjunto de gente, como si pudiera pregonar su palabra hacia la gente
que lo necesita. Era un grito de ayuda a la sociedad. Ahora, la poesía y los poetas, son un
susurro de consuelo al amigo. Los poetas de esta nueva era fundamentan su poesía en una
derivación de una plática, se tiene un comienzo, una forma fluida de motivar la prosa y al
final, alguna pequeña forma de aforismo, dando conclusiones que sean impactantes). Las
obras de arte están siendo tan personalizadas que no consumimos un producto solamente,
consumimos la biografía del autor y sus experiencias. Ahora es muy difícil que los artistas
busquen regirse por normas para poder fundamentar lo que ellos creen que es su arte, en
cambio, se muestran en un estado empírico al modo de comentar sobre sus historias y los
respectivos aprendizajes en forma de prosa. Para hablar de la poesía y cualquier otra forma
de arte tendríamos que hablar de la composición. La poesía moderna, como ya habíamos
dicho, se trata mucho sobre el autor y su propia introspección. Por eso la mayoría de la poe-
sía comienza con lo personal y termina con lo general. El final tiene un dejo de aforismo,
algún tipo de contundencia dependiendo de lo requerido: puede significar el todo, o puede
significar la nada.

1.2) Necesitar hacer poesía.

La poesía son momentos. Se habla de que para poder llegar a obrar con la poesía, antes
tuvo que haber existido algo, algún acontecimiento que tuviera que ser imprescindible para
el artista. Este momento detonante, único por el sólo hecho de la subjetividad, será quien
active esa fuerza de creatividad que de repente nace como una chispa dentro del cerebro.
La claridad ó en otra forma, la oscuridad, abarcará tantísimo a la persona en cuestión que
no tendrá otra opción más que explotar de forma artística. Es como estigmatiza Bukowski
en uno de sus poemas, el cual titula “Así que quieres ser escritor, ¿Eh?”(Visor Libros 2005):
si no brota de ti a borbotones
a pesar de todo,
ni lo intentes.
a menos que te salga por voluntad propia
del corazón y la mente y la boca
y las entrañas,
ni lo intentes.
si tienes que permanecer horas sentado

59
mirando la pantalla del ordenador
o encorvado sobre la máquina de escribir
en busca de palabras,
ni lo intentes.
si lo haces por el dinero o
la fama,
ni lo intentes.
si lo haces porque quieres
mujeres en la cama,
ni lo intentes.
si tienes que sentarte y
rehacerlo una y otra vez,
ni lo intentes.
si sólo pensar en ello ya te cuesta trabajo
ni lo intentes.
si quieres escribir como algún
otro,
olvídalo.

La poesía ha estado cambiando constantemente. Como ya dije antes, los poetas de litera-
tura clásica se identifican por tener una admiración al exterior, por saber describir la vida
como una joya preciosa, encontrarle la beatitud de los elementos. Los poetas modernos
son exactamente eso pero al revés: tienen una admiración a su interior, a como sienten
las cosas, a cuestionarse por su entorno rural ó urbano, por bosquejar cuestiones sobre la
cruda realidad. A tal punto llegan los poetas modernos que no sólo hablan de ellos, sino de
sus herramientas y de su misma profesión. Tomemos de muestra un poema de Boris Vian
que se titula “Si fuera poeta” (EDICIONES HIPERIÓN 2003):

Si fuera poeta
Sería un borracho
Tendría una nariz roja
Una gran caja
En la que apilaría
Más de cien sonetos
En la que apilaría
Mis obras completas.

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En este poema, Boris Vian se hace una burla personal. Habla de sí mismo y de cómo él es
en realidad pero dicho como si fuera una hipótesis. La mención sobre los cien sonetos es
un chiste oculto sobre su primer libro de poesía publicado, lo que en su tiempo debió de
haber sido gran parte de su obra. Otro ejemplo a dar sería este poema, en realidad parte de
un libro objeto, que escribió Bartolomé Ferrando en 1989
(http://www.bferrando.net/og_libros.html):

Le ruego
Que no de
ningún tipo
de opinión
sobre mí.

el poema.

Por otro lado, Se trata de concientizar a la gente sobre la poesía que los rodea. Que la poe-
sía no se reduce a instantes de lucidez oníricos, que se puede encontrar en cualquier lado,
como bien lo diría Paco Viveros en “El poeta verdadero”:

El poeta verdadero
ve poemas,
en las nubes,
en los sueños,
y aún en la sopa de letras
ve poemas.

1.3) Las herramientas del poeta.

El poeta cuenta con tres herramientas principales: su mano derecha, su mano izquierda y la
percepción. La poesía lo es todo, ya que hablando de su significado en el griego la palabra
es CREACIÓN. Y crear no se limita a lo que un papel y una pluma puedan lograr, se limita a
lo que una persona no pueda elaborar. La poesía tiene sus límites dentro del poeta, y nada
más. Uno no es bueno o malo siendo poeta, sólo es poco poeta o más poeta que los otros,
porque los poetas somos todos.

La percepción es la otra herramienta más importante del poeta. Con la percepción, el poe-
ta tiene las virtudes para lograr notar percepciones diferentes sobre una misma cuestión,
poder hablar de lo que todos hablan pero desde un punto de vista diferente, del cual nadie

61
haya visto antes. Describir con sagacidad situaciones de la vida diaria que la gente no sabe
precisar en sentimientos, pero cuando lo lee y se identifica justo en lo dicho, logra tener
una comprensión más amplia de sí mismo.

1.4) Hacer poesía es destino.

Así como enmarca Pura López Colomé en el Anuario de poesía mexicana 2006 “La histo-
ria de la poesía resulta, entonces, la historia de la influencia, del fluir uno en el otro y de
los ríos artísticos y escriturales”. Uno nunca puede negar sus influencias, el hecho de sólo
intentarlo es vergonzoso. Simplemente para la creación de poesía existe un antecedente
histórico (el momento del que hablábamos hace tiempo) y un antecedente artístico, al-
guien que le haya marcado y por lo mismo la persona se haya decidido expresar en forma
de poesía en vez de cualquier otra forma. Contaré la historia de un amigo que escribe poe-
sía pero sin haber leído nunca un poemario. Le pregunté por qué lo hacía y me contestó que
escribía así porque era la manera más pura sin que ninguna influencia contamine su esencia
primaria. Buena respuesta, pero de lo que no se daba cuenta mi amigo era que la única
poesía que estaba leyendo era la mía, y sus poemas se querían parecer a los míos. Dentro
de cada poema debe existir una justificación del porqué trabajar las cosas de este modo en
específico. Debe de existir una justificación, sí, pero debe de existir para el poeta. Para que
sepa exactamente lo que quiere demostrar.

Justificar su trabajo habla de la desconfianza que tiene el artista con su propio trabajo, y por
ello, busca explicarlo para que todos entiendan lo que quiso decir. La justificación debe de
ser para el poeta y nada más. Él es el que debe saber lo que busca y teniendo esa seguridad
ante su obra, crearla. No importa si el público no entiende, no se le debe de explicar nada.
Los lectores no deben de buscar poesía para comprender al autor, debe de ser para que se
comprendan a sí mismos. Si el poeta decidió tener una narrativa llena de semiótica, signos
y metáforas sabrá también que el lector no podrá fluir tan fácilmente con lo que escribe.
Tampoco se está diciendo que al hacer esto por fuerza el escrito se vuelva confuso, lo que
digo es que el poema debe de tener varias capas de lecturas. Una primera lectura donde el
lector se comprenderá con el poema y otras lecturas secundarias para propósitos diversos
como puede ser analizar el estilo, buscar la semiótica, examinar específicamente la propu-
esta, etc.

1.5) El poeta no busca explicar la realidad, sólo la expresa.


Para concebir la poesía tienes que aprehender de tu propia persona. Así, escrito con H,
porque te tienes que palpar dentro de ti y explorar tu unicidad que te convierte en alguien
irrepetible en la historia. No tratar de copiar tus grandes influencias, sino alimentarte de

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ellas para crear algo que te identifique a la perfección.
El poeta no debe buscar complacer a alguien más, por más egoísta que esto suene. No
confundan, estoy al tanto de que la mayoría de la poesía recibe dedicatoria, pero eso no
significa que la poesía deba de complacer a la persona a quien va dedicada. Es una mera
expresión de sentimientos, una expresión personal y el poeta debe de tener esa sinceridad
consigo mismo. El poeta no busca tener una expresión generalizada de algo, en verdad
su vista es limitada hacia su interior, pues una poesía constituye entregarse uno hacia el
mundo. Es más, para un trabajo en verdad excelso el poema no se debe de atener a nadie
ni a nada, tiene que ser libre del autor, libre de temática, libre de géneros, libre de la misma
poesía. El poema debe de vivir solo, como un ser aparte.

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CÓMO Y PARA QUÉ PUBLICAR LIBROS DE AUTOR.

Seamos realistas. La importancia de los libros se está desvaneciendo y pronto quedarán


como un simple recuerdo, una reliquia del pasado. Los escritores ya no se deben de preo-
cupar sólo por escribir, también ahora toman un papel muy importante como publicistas
de su propio trabajo. Más cuando trabajas como yo lo hago (haciendo libros de autor y
publicándote solo) debes de tener pensado en cómo es que vas a competir en un stand de
libros para que escojan el tuyo por encima del de Saramago o Benedetti. Estos son algunos
tips que les puedo hacer notar:

1) Sé preciso. Libros pequeños son precios pequeños, y para publicarte solo eso es algo muy
importante. Los libros pequeños al igual son más llamativos por la practicidad y poco reto
que le pide a una persona.

2) Sé barato. No sé porque pero muchos fallan a la hora de los precios. Suelen poner precios
muy elevados defendiéndose de que “no es el material lo que se compra, sino el contenido”
bueno, si el contenido fuera tan bueno estarías publicado en Random house ¿qué no? Man-
tener tus precios bajos incitan siempre a la gente a comprarlo, en cuestión a retribución
piénsalo de esta manera. Es mucho mejor vender 10 libros a 25 pesos que 1 libro a 200. Lo
que buscas no es solventarte económicamente, buscas que te LEAN, y mientras más lecto-
res, mejor la cosa.

3) Sé propositivo. Si eres editor, productor y autor de tu libro, significa que tienes TODO
bajo tu propio control, y puedes hacer lo que se te de la regalada gana. De la vista nace el
amor y qué mejor encontrarse con un concepto diferente de libro para llamar la atención.
Créeme, darles un empujón a tu libro haciéndolo diferente a los demás aumentará la curio-
sidad y el grado de pregnancia en el consumidor final.

4) Sé buen escritor. Sí, aunque lo haya dejado al último esto es lo más importante de todo.
Los libros de autor no son el final del camino, considéralo siempre como tu punto de par-
tida para una tirada más grande, además al buscar quien te publique nada habla mejor que
entregar una obra ya realizada, eso significa en la mayor parte de los casos que tú también
le has chingado y que al menos ya empiezas a tener un público que degusta de tu trabajo.
Es más fácil que un editor se lance a editar un libro sabiendo esto de antemano a que ponga
sus esperanzas en un total desconocido.

64
LA INFLUENCIA DE LO FEO.

Un amigo me dijo que no creía necesario


leer poesía
para poder escribirla.
Y no escribía tan mal, pero de seguro
no iba a poder escribir mejor.
Las influencias
son inminentes para saber por dónde
va la poesía que uno acomoda línea tras línea.
El problema con la poesía en general
es que todos tienen las mismas influencias
por que leen a los mismos escritores
una y otra vez.
No se debería de llamar literatura clásica
más bien
literatura trillada.
Hay que saber escoger los libros
y no tenerle miedo a los nombres que no
te suenen
o no hayan sido multi-premiados.

Esos poetas
los de tres pesos
son los que de verdad valen la pena.
No buscan quedar bien, ni ganar nada
sólo quieren escribir y si te gusta
bien y si no,
también.
Para darse cuenta si la poesía que estás leyendo
es la correcta
sólo fíjate en la cara del escritor
Los galardones y los best-sellers
siempre van para los escritores de traje casual
(o guayabera)
que tienen pinta de intelectuales
y se toman fotos con un dedo rascándose
la quijada.
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Como si en ese mismo momento estuvieran pensando
algo que cambiará la faz de la tierra.

Si el escritor es feo, vas por buen camino.


No es una regla general, (es más, la mayoría no son feos
pero al menos no parecen modelo de papá
contemporáneo
como ese cabrón de Paulo Coehlo)
pero ve quienes son
los escritores de esta época que han
cambiando la forma de la literatura.
Jean Paul Sartre por ejemplo
tenía un ojo chueco
El bigote de Nietzche
parecía un cepillo para lustrar zapatos
Kathy Acker con su cabeza rasurada
mientras le grita a la gente
puede ser confundida fácilmente por la loca
que habla sola en Avenida Chapultepec.
Salinger y Boris Vian con esa mirada de fetichista
Thompson y su look de abuelo sureño.
En fin, el punto aquí es que
el hecho de que sean escritores bien vestidos
bien alimentados
y bien pagados
no es equivalente
a que sus libros estén buenos
o tan siquiera
pasables.

66
MI ALMA ES UNA HAMACA.

Me siento cómodo por ser quien soy. Nunca he aspirado a nada grandioso, ni siquiera a ser
buen escritor. No soy como esos tipos que se piensan revolucionarios y no hacen nada por
tenerle más cuidado a su persona que a sus ideales. Nada de eso. Desde un principio me de-
claré fracasado, derrotado. Como dice Ruvalcaba, la derrota soy yo. Teniendo esa concien-
cia de que mis errores son parte de mí, como algo que tenía que vivir, todos los accidentes
que pueda llegar a tener en la vida se convierten en incidentes, pues me involucro en ellos
al menos a conciencia, lo cual me convierte en cómplice. La miseria es un sentimiento bas-
tante justo, agradable, no esperas nada de ti ni de los demás, sabes que toda la humanidad
es una farsa, un simple circo. Como empecé a escribir desde adolescente he dado varios es-
tatutos de los que después me arrepiento, o dejo de defender. Uno de ellos fue declararme
escritor, ya que de todo lo que hago lo que menos concibo es escribir. Si llego a sentir algo
sobre todo esto, suele ser deficiencia. Debería de ser más sincero conmigo mismo, decirle
a mi padre que lo odio. O consumir más drogas, cometer más faltas a las leyes. Debería de
pasar algunas noches en los separos, tener amigos vagabundos y destructivos. Debería pero
no lo hago, y no me siento capaz de hacerlo pronto. Me gusta tender hacia lo permanente,
no hacer cambios bruscos en mis días. Tal vez uno o dos al año, pero fuera de eso, prefiero
sentir el timón de mis aconteceres palpable en la mano. Pienso esto en parte para justificar
mi falta de trabajo y mis pocas ganas por tener uno (conste que escribo todo esto sin espe-
rar una aceptación de parte del lector).

67
YO VUELVO A ESCRIBIR.

Yo escribo porque es lo único que me justifica mi propia existencia. Si valoro todo en


mi vida, lo único que me importaría perder serían las ganas de escribir. Sería como aca-
bar con el sentido, hacer que las agujas del reloj den vueltas al revés. La primera vez que
me decidí a escribir algo fue adentro de un antro en Cuernavaca. Me habían arrastrado
al lugar y no tenía cómo regresarme a casa, así que esperé a los idiotas con quienes iba
mientras se emborrachaban y bailaban con sus golfas. Yo acerqué al mesero y pedí servil-
letas y una pluma. Escribí un cuento sobre un grupo de asesinos que mataban a todos los
que estaban dentro del antro, metiéndoles sables por la vagina y sandeces por el estilo.
Muy a la Tarantino. Tardé horas escribiendo el cuento, hasta que llegaron los amigos y
me dijeron que era tiempo de irnos ((de algo me acabo de dar cuenta hace poco, empecé
primero a escribir por el odio que me causaba las cosas alrededor mío, pero ya para el
tiempo en que decidí publicar un libro (siendo este 17 años de misantropía) lo hice por el
amor que le había tenido a una mujer que fue y dejo de ser mía en un pequeño lapso de
tiempo. Por ende, Empecé a escribir por odio y empecé a publicar por amor, ¿paradoja?)).
La verdad es que no hubo encanto al primer contacto con la pluma. Me gustó escribir en
ese momento pero si me hubieran dicho que cinco años después estaría rodeado de libros
y escribiendo esto que están leyendo, los hubiera llamado locos.
¿Qué les justifica a los otros estar aquí? ¿Su trabajo? ¿Sus estudios? ¿Su propia vida? Como
ninguna de las tres me terminó de satisfacer escogí mi propio camino. Mi existencia está
justificada por las noches que paso moviendo el pie sentado enfrente de mi computadora,
estructurando pensamientos como si fueran piezas de rompecabezas. Esas noches pasan
lentas como la baba de un árbol sudando por un tronco. Empiezas a escribir y platicas con
la hoja, te pone entre signos de interrogación cualquier idea que tengas, para lo que tienes
que responder con más palabras, más ideas, hasta que llega el punto donde la baba toca el
suelo; es decir, se te acaba el diálogo y concluyes por fin.
Esas noches preciosas me dan razones para esperar la siguiente luna.
El demás tiempo no valgo nada, mi presencia se vuelve relativa.

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