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Ensayo sobre la violencia en Colombia (2017)

artbyflow.blogspot.com

"Antes, mucho antes de que me prendara de mujer alguna, mi corazón ya había


sido ganado por la violencia.” -ANDRÉS CAICEDO-

“Somos un Pueblo Violento, por genes, como lo digo yo” –G. A. Gardeazábal-

“Machete desvainado, dando Luz de Independencia” –Yuri Buenaventura-

Se necesitarían otros 100 años para que se pudiera llegar a comprender a


cabalidad la complejidad del conflicto de violencia en los colombianos, puesto que
aún con PROCESO DE PAZ a bordo y con Premio Nobel de la Paz y todo, no es
fácil de resolver. Cuando se analiza a fondo el problema y cualquier otra crisis
armada o de índole similar; se encuentra en el fondo, que el combustible que
mueve todo, es un primitivo estado de evolución en que se encuentran muchos de
los involucrados en los conflictos (ya sean personales o colectivos).

Estudiosos del comportamiento humano, aclaran que hay 4 niveles de consciencia


humana. T0, T1, T2 y T3. Dicen que la mayoría de la población humana aún anda
por el estado ultra primitivo del T0. La gente que se encuentra en nivel T1, es mas
que todo aquellos que se preocupan por el medio ambiente del planeta con
honestidad y por el bienestar propio y de los demás con grandes dosis de respeto.
En el nivel T2, estarían aquellos pocos que mueven su ser entre energías de Amor
que comparten, y que transmiten Pensamientos Positivos entre los conductos
invisibles de comunicación y alimentación energética. En el nivel T3, estarían los
pocos capaces de llevar la mente y su ser integral entre comunicaciones con la
Galaxia y el Sistema Solar, contactando pensamientos y sentires con seres que
están a millones de años de civilización mucho más avanzada que la nuestra.

A veces la pregunta se podría diferir entre la siguiente observación: Cuantos años


lleva nuestra raza humana navegando entre las ramas de nuevas tecnologías y
descubrimientos avanzados de desarrollo para el progreso de las comunicaciones
y afines. No mas de 100 años. ¿Y cual es la forma en que podríamos
comunicarnos con civilizaciones que llevan mucho millones de años entre ese
caudal de progreso tecnológico?. Y Por otro lado: ¿Cómo hace una civilización
que lleva millones de año desarrollándose tecnológicamente, para comunicarse
con una que no lleva ni 100 años?...

Ahí esta la parabólica de las dudas sobre que es la violencia y que es la paz. Por
un lado, para una civilización tan primitiva como la terrestre, y por otro lado para
civilizaciones mas avanzadas en poder comprender nuestros métodos de
acercamiento a explorar dichas metodologías. Pero claro, para ellos es mucho
mas fácil de entender, si se tiene en cuenta que ellos pueden haber pasado por
nuestras experiencias hace millones de años. Es en perspectiva, un poco, en
compararnos: de como hacemos para comunicarnos con una comunidad de
simios africanos entre hermosas selvas, cuando estos están plantados en lucha
sin cuartel con otra tribu de primates de diferente raza.

Volviendo a Colombia, primero se tendría que levantar el invisible y alienante


escudo de la anti-propaganda en forma de anatema colocado por los EEUU como
instrumento protocolario para bregar con los vecinos en el patio trasero de su
casa, porque siempre seremos: LATINO AMÉRICA: EL PATIO TRASERO DE
EEUU. Como un estado anexo incluido en sus decisiones unilaterales escondidas.

El gobierno de los EEUU ha educado desde la fundación de su república a todos


sus habitantes a través de la educación pública, el cine y la publicidad, de una
forma que lo fantástico y sorprendente, lo mismo que lo bueno y lo heroico, solo
puede venir desde dentro de sus propias fronteras. Me atrevo a decir que por ello
le dicen a su país: América… lingüísticamente pretenden absorber así al resto del
continente hacia él; previniendo en caso contrario, a que cuando se escribiera la
palabra América afuera del continente, se pensara solo en ellos como cabeza
representativa del continente… y sucede en muchos casos. Claro que el país en
mención, se puede dar el lujo que se dan las civilizaciones que están al comando
como imperios de una población mundial, ellos dirían: Nosotros de forma
UNILATERAL (pasando por encima cualquier organización global como la ONU o
la OEA), podemos decidir a quien atacar, a quien derrocar, a quien apoyar, a
quien colocamos en nuestras listas negras… y quien no cumpla nuestras
condiciones, entra en conflicto con nosotros. Para ello ha utilizado procedimientos
ya conocidos como el sistema de control y la manipulación mediática en medios
de comunicación masiva pública y en formas cinematográficas como por ejemplo
con la utilización de los estudios de cine en Hollywood, que manejan los hilos de
toda una historia a color de lo que es la utopía de un sueño “americano” ideado en
el consumismo y el endeudamiento, apoyado por una bolsa de valores corrupta.
Lógicamente que todo es orquestado por una Elite Mundial que es la que dirige los
guiones de existencia en la Tierra, desde la Pirámide de comando que mantienen.

Un ejemplo entre un breve análisis histórico a películas hollywoodenses se puede


ver -aun en pleno siglo XXI, que durante el casting y la coreografía artística
diseñada para escoger locaciones o personajes que representan a una cultura
latinoamericana determinada, tienden mucho al error étnico y ambiental. De ello se
puede desprender en pocas palabras, de que les es difícil aun asimilar el hecho de
que de una raza “inferiormente fea”: puedan salir héroes, galanes, princesas o
magnates decentes. Anexo la perspectiva de amistades de países primer
mundistas, que cuando visitan a Colombia, dudan del porque hay tanta camioneta
y vehículos grandes y de lujo, piensan que todos son adquiridos por el producido
del narcotráfico o la corrupción. No encuentran lógica a que un apartamento en un
barrio de estrato 1 de una ciudad colombiana, pueda costar mas de 1 millón de
dólares. Y no es por sentires de culpa de la desigualdad social local que se palpa,
sino por un sentido de envidia disfrazada y acomplejada que no pueden ocultar.
Dichos formatos culturales erróneos perduran aún hoy en día en los estudios
cinematográficos californianos. Y en un volumen menor en la consciencia
educativa de muchos europeos, por solo concentrarnos en el eje occidental.

La complejidad de la violencia incluiría entre otros también la mentalidad tercer


mundista con énfasis en complejos de superioridad e inferioridad mezclados que
los gobernantes latinoamericanos han venido exponiendo a través de las épocas
al debatir temas internacionales, lo que ha interferido con la capacidad
latinoamericana de encontrar una personalidad propia en lo que respecta a su
identidad propia ante las potencias mundiales dominantes.

Lógicamente que el factor económico es indispensable para adquirir una


personalidad dominante y atractiva, siempre ha sido determinante al querer asumir
una identidad; como sabemos, el desarrollo de la prosperidad viaja en paralelo con
la historia y está ligada a muchos otros ingredientes que sujetan lo complejo de
una región, incluidos en este caso: nuestra idiosincrasia humana, cultural, social,
etc. Algo que el traductor al francés del libro “Que viva la Música” de Andrés
Caicedo, el señor Bernard Cohen, lo pone hace 40 años de una forma peculiar al
referirse a lo que llamamos “chibchombiano” y que nos gusta absorber como
“normal”. El dice: “Ambos soñábamos con publicar pronto nuestro primer libro;
admirábamos y saboreábamos la cultura anglosajona —su cine, literatura y
música— con más intensidad que la anquilosada cultura colombiana”.

Devenires que van desde una cultura primermundista hasta los limites
fronterizos culturales de otras culturas tropicales como la colombiana.
Sangre dispersa entre diferentes orígenes de ADN que se mezclan en el
trópico salvaje de Latinoamérica y dan como resultado sorpresivas filosofías
o ideologías que pueden en apariencia, contradecir el origen de definición de
cualquier concepto en su comienzo iniciado en países del “primer mundo”.

Entre los ingredientes básicos latinoamericanos, no se podría excluir la corrupción


gerencial, la ambivalencia moral, la despersonalización cultural debida esta a la
mezcla de diversas culturas sin una directriz con fundamentos por la conservación
de identidades, abandonada a su libre albedrio heredado de una maltratada África
de una América indígena violada y la invasión caótica y agresiva desde Europa. Y
a un ingrediente típico del siglo XXI, que es la búsqueda de personalización de
razas súper mescladas que no tienen ni identidad indígena o africana o europea o
asiática. Está tan mezclada en estos países latinos, que ellos buscan
desesperadamente con esfuerzos chimchombianos, de encontrar una identidad.

Dicha identidad la buscan ansiosamente e inconscientemente, los individuos


desclasados, entre reflejos de telenovelas, de lo que ven en el cine hollywoodiano,
en las calles de los barrios gigantes estrato 1 de las grandes urbes, donde ellos
trabajan totalmente despersonalizados; atados a puestos de obreros y de oficina
que los mantiene pensando en su identidad de forma inconsciente… lo que los
arrima a suponer que decisiones como enrolarse en la policía o el ejercito o en
una multinacional, es lo mejor, o si no: la única opción… al escoger un equipo de
futbol de su predilección y cosas por el estilo que hacen de forma repetitiva como
cuando van a los bancos o a los inmensos centros comerciales modernos;
movimientos que les mantiene una personalidad viva e importante al poder
definirse de forma colectiva con algo del común de una gran mayoría. Terminan
acoplándose ahí, después de esa búsqueda fallida, a culturas tropicales de
representación musical que les identifica el esquema del vacío, arrejuntadas a
grupos sociales modernos con acentuación superficial, entre chistes vulgares y
morbos entre videos permitidos, ricos en pensamientos de pobreza mental
heredada, en formatos de funcionamiento folclórico por excelencia, etcétera, etc.

Esta despersonalización cultural al ser liderada por una gerencia política


despersonalizada y ligeramente apartada de una realidad integral latinoamericana
en su época, destruye lazos de unión en las mezclas y genera una agresividad
entre los actores comprometidos. Entre los dueños de todo y los dueños de la
nada. Dando nacimiento a grupos delincuenciales y de guerrilla que representa a
los que nada tienen que perder. Despersonalización convertida en personalización
actualizada a lo que dio la evolución de mezclas folclóricas dentro una licuadora.
Para aclarar semejante afirmación, emprendemos un viaje a través de la historia,
en este caso la de Colombia, donde los primeros dirigentes permanecieron
absorbidos en laureles o agrupados en clanes familiares o sociales donde
acrecentaron una mentalidad latifundista en sus propiedades adquiridas desde un
expansionismo codicioso de unos pocos entre una tierra baldía donde los otros
“inferiores” no llegaban a entender en la época dichos ajenos conceptos sociales.

La mentalidad latifundista que en principio domino en América colonial, genero un


descomunal apropio de tierras que vinieron a ser llamadas haciendas donde sus
dueños desinteresados por lo que sucedía a su alrededor en lo referente a si
existía o no una forma cultural de alguna clase en los otros seres vivientes
invisibles de la América, dieron pie y fundaron así un mito al que los EEUU se
acostumbro utilizar para describir a América latina. Ellos consideraron el concepto
como una identidad que fue luego impresa en los textos y distribuida a sus
escuelas públicas y universidades estatales, y afirmada visualmente en el cine.

La realidad Latinoamérica para EEUU se convirtió así en un folclor peculiar de


pueblos sin progreso económico donde era bien ir a explotar su tierra, dado que
no entenderían nada sobre desarrollo económico y democrático y menos del
consumo imperialista con el que estaban tratando a sus propios ciudadanos. Los
EEUU solo tenían que lidiar en las transacciones económicas, con los que ellos
consideraban los terratenientes de su patio trasero que eran fáciles de conquistar
o convencer al ellos mantener un orden en las directrices de gerencia impuestas.

Todo este breve comic simplificado de observación al comportamiento social de la


clase dirigente colombiana, se ajustaba a guiones elementales grabados en varias
películas de Hollywood. Al tiempo que se fue generalizando un concepto objetivo
en la mentalidad de las “masas sociales sobrantes” de la república de Colombia en
forma de antipatía por la clase dirigente y sus aliados comerciales los EEUU.

Dicha antipatía se fue extendiendo a medida que los títeres gobernantes de la


época dejaron traslucir sus secretos en las metodologías y protocolos de los
EEUU en su política exterior con Colombia. Protocolos que se iban filtrando y los
líderes populares captaban y explicaban en voces a las masas del pueblo, pero al
mismo tiempo iban siendo asesinados buscándoles permanecer en el silencio
alrededor de la lógica cultural pretendiendo así guardar un secreto importado de
Europa para la perpetuidad de un colonialismo al servicio de los EEUU.

Todos los informes que se iban filtrando hacia el conocimiento popular, los líderes
que gobernaban a Colombia, los pasaban por alto o los ignoraban, o los alteraban
al ser ellos gerentes alquilados para cuidar los intereses de futuras multinacionales
en progreso. Y para ello importaron medios y metodologías de cómo mantener las
masas populares y sus líderes en silencio. Más adelante se perfecciono la técnica
al mantenerlos “ocupados” o “distraídos” con los cientos de malabarismos
mediáticos y comerciales usados en las masas sociales para lograr tal efecto.

Antes de ser concebida la idea de un complot para quitarle la vida, Bolívar había
también descifrado las intensiones imperialista que los EEUU venían calibrando en
contra de los países latinoamericanos cuando dijo algo como: “Es como si los
EEUU hubieran sido escogidos por el destino para destruir explotar y
despersonalizar a los países latinoamericanos” no hago una cita, sino un recuerdo
de la esencia a una cita de él impresa en un afiche colgado en una pared de
alguien perteneciente a una generación posterior a la época libertadora.

La generación de esa época creció entre la ambivalencia heredada que desgajo


una dualidad partidista entre la dirigencia, para hacernos creer que existían dos
partidos políticos colombianos, pero que en realidad eran la misma perra con
distinta guasca. Ellos alimentaban el odio de clases heredado en sus partidos para
distraer la realidad de lo que podría originar un conflicto diferente y mayor.

El odio partidista que representaba el distanciamiento entre los líderes ideológicos


de la época libertadora, desarrollaron un antagonismo entre sus nuevos “héroes” y
culminaron con el derrame de otro florero de Llorente dando inicio a la época de
violencia cruda en Colombia entre simpatizantes de los partidos políticos recién
instaurados.
Hoy en día dichas corrientes políticas, se han desmembrado en varios brazos
como la cabellera de Medusa con “diferentes” posiciones ideológicas y entre ellas
se alcanza a diferenciar un poco más lo que son las oposiciones políticas en una
idea dividida entre un arenal de votación presidencial, para una nueva Colombia.

Luego de la calma viene la guerra y luego de la guerra viene la calma. Pero en


Colombia, luego de la guerra partidista, lo que llego fue un tsunami mundial que
arraso todo el planeta desde Irak hasta el Choco. Fue el fenómeno hippy de los
años sesenta que llego acompañado de olas de rebeldía que pretendían clavarle
un tornillo gigante al sistema social existente. En unas partes geográficas del
mapa con mayor ímpetu que en otras. Daban la impresión que contenían los
ingredientes necesarios para lograr un cambio, pero dicha generación bañada por
las aguas del tsunami, no tuvieron la dirigencia ni los fundamentos claros políticos,
culturales y económicos para darse cuenta de los que les estaba aconteciendo, y
así fue como fueron destruidos o absorbidos por el status quo del momento.

La inconsciencia de los movimientos de esa fuerza cruda y poderosa que trajo el


tsunami, solo opero transformaciones aceleradas en las generaciones de la época
y las por venir. Pero siempre dentro los funcionamientos evolutivos de una
civilización dentro de la dualidad y el consumo de los valores de lo que llamaron
democracia, para poder ocultarse de todos de temores a lo que es un cambio real.

Un virus posterior al tsunami ataco con fuerza la generación de las flores,


desparramando aun más sus fortalezas y transformando sus ideales, fue el virus
de la droga. Ingresado por curiosidad, provisto por los ángeles de la muerte y
auspiciado bajo el ojo visco de las autoridades del momento para cumplir con el
objetivo de acabar con el ímpetu generacional al que se enfrentaba el status quo.

En consecuencia en Colombia, mientras sufría su tsunami generacional y debido


al ingrediente desatendido hacia las razas “inferiores” por los terratenientes en
poder. Descargo un vigor frustrado que venía de la época libertadora castrada en
su esencia; y la herencia de todo esto, en los genes de las nuevas generaciones
atiborradamente desatendidas y se fue desencajando un nuevo virus nacional que
fue utilizado inconscientemente como arma mortífera para acabar con lo más
preciado de la clase media y alta de Colombia y de sus aliados ricos en los EEUU.
Y se disparo automáticamente la ametralladora de la muerte con una serie de
conflictos en serie de violencia cinematográfica no hollywoodense -por aquello de
lo latinoamericano, alrededor de lo que llamaron el narcotráfico.

Un grupo paralelo envuelto en este salpicón violento emerge al ser planteadas una
serie de ayudas que habían sido proyectadas para lograr cubrir necesidades
vitales en una zona campesina, y que al ser desatendidas por un gobierno de
turno de los años cincuentas en el área de Marquetalia, Caldas en Colombia,
generó en consecuencia en la conciencia de muchos colombianos del sector un
desencanto por lo establecido de forma tenaz y radical.

Efecto que albergo el nacimiento a otro estilo de rebeldía cuando los


desencantados escucharon teorías que venían de diferentes bloques comunistas
del este, acobijándolas como posibles soluciones alternativas contra la establecida
bipartidista. Los nuevos grupos ensayaron algunos métodos impetuosos a la
colombiana, que en unión con los genes de violencia heredada, explotaron en
átomos violentamente y con odio, fundando algo que llamaron guerrilla.

Hoy en día frente a un siglo XXI a veces lleno de alucinaciones económicas y


paranoias de guerras inconclusas, crece una generación nueva y también
desencantada dentro de una sociedad colombiana que aun refleja, dentro de su
carrera por la identidad, miedos, temores y terrores en los corazones de los
habitantes metropolitanos, reflejada en la mediocridad minimal del arte plástico
actual. Esta generación esta mas entendida del significado de la palabra
RESPETO y de lo que significa la TOLERANCIA. Porque saben que por falta de
estos ingredientes, es que se ha llegado al estado de violencia tan profundo
que tiene el ser humano del siglo XXI.

…cuando se sale a caminar por entre la ciudad cosmopolita de sur a norte y de


oriente a occidente; un aire de desconfianza se palpa entre los transeúntes.
Cuando se cruza con un hombre se refleja desconfianza, un aire de duda dejan las
miradas el pasar cerca de celadores y guardas de seguridad propiamente
armados; y de un gran terror al robo o violación cuando se pasa junto a una mujer.

Todos y cada uno experimenta los temores de acuerdo al grado de conocimiento


en sus memorias, reflejado sobre sus experiencias vividas junto a la violencia
experimentada en su propia sangre o a través de inyecciones noticiosas o de otros
medios de comunicación, o simplemente sugestivada en una psiquis asimilativa.

Mi inquietud final es tan cercana a la incertidumbre porque no se sabe cuál será la


proyección que los niños del hoy le den al mañana incierto en Colombia, dado que
ella aun depende de tsunamis económicos globales, de cambios sorpresivos en
las reacciones de los dirigentes de los aún grupos marginados al borde de la ley,
de oleadas mundiales minimalistas culturalmente desencantadas que hablan de
temas superficiales porque es todo lo que pueden absorber como si vivieran entre
un choque de identidades, pero con un poder adolescente en la sangre que los
hace sentir que están haciendo lo correcto.

Estas nuevas corrientes generacionales hablan dentro de sus superficialidades


temas que les aflora una luz entre sus oscuridades; como la del suicidio, la
drogadicción y una sexualidad desbalanceada que aflige a la larga sus mentes,
convirtiendo así su realidad en un evento social cultural y modernamente aceptado
no solo entre ellos, sino ante la comunidad que los observa, o que los mantiene.

Aun no se ha comprobado la influencia de los juegos de violencia, aunque en los


EEUU ya se han materializado efectos colaterales a ellas en adición a sus
métodos de educación agresiva y cerrada, materializando efectos sociales
interesantes sociológicamente hablando como el caso del colegio en Columbine.

Colombia aun se baña en actos de violencia a veces materializados en eventos


internos de menor envergadura como la guerra de pandillas, las estrategias
invisibles o sus nuevas metodologías usadas por muchos sujetos herederos del
fenómeno narcotráfico y mafiosi que actualmente aún perdura a bajo perfil y desde
tiempo á, usando diferentes técnicas de corrupción y violencia empleadas muchas
veces por los gerentes de corbata. Sin incursionar a fondo en los nuevos
protocolos paranoicos anti-terrorismo importados por los gobiernos de turno. Ni la
violencia “legal” y camuflada generada por la gerencia de saco y corbata.

Que se esconde detrás de las fronteras suramericanas? Que influencias


heredaran y absorberán los nuevos gobernantes al enfrentar la nueva Colombia
del siglo XXI? Que inventará la nueva generación desencantada? ¿Será que nos
adaptaremos todos a las nuevas revelaciones de los documentos ocultos sacados
a luz?: primero como solo info, luego fotos, luego videos y luego… un contacto ET
de tipo III… y todo saliendo a flote desde la lejana y misteriosa Antártida.

No se sabe nada aun… esta todo en tus manos, decídelo, convierte o re invierte el
proceso evolutivo de violencia, asegura tu integridad dentro de un panorama sin
miedos ni temores y menos los terrores que trasnochan. Siente el nuevo fluir que
llega desde el universo que simplemente busca llenarnos de una nueva actitud en
torno a la autodestrucción. Amate primero antes de ir a amar a alguien, y rompe la
cadena de la esclavitud. Descubre tu memoria celular y no dejes de sentirte
desencantado, adquiere la nueva identidad… FIN

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