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GOMEZ BUENDIA, H, PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO,

EDUCACION: LA AGENDA DEL SIGLO XXl


La educación es la clave del siglo que viene. Por eso el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo decidió convocar una Comisión Internacional y un Equipo Técnico de alto nivel, para
revisar la situación y buscar alternativas que permitan el ingreso de nuestros niños y jóvenes a
la sociedad global del conocimiento, donde habrá de vivir, de convivir, de ser felices y de
competir.
El drama de la América Latina en vísperas del nuevo siglo y del nuevo milenio puede resumirse
en un hecho: la continuidad cultural no ha encontrado aún continuidad política y económica
comparable. Una cultura hecha, por lo menos desde hace cinco siglos, por descendientes de
europeos, aborígenes y africanos, carece aún de correspondencias y equivalencias profundas en
el orden económico y político. Sin embargo, la riqueza de nuestro acervo cultural no data tan
sólo de 1942. Se prolonga desde las civilizaciones indígenas del hemisferio, se proyecta desde
las civilizaciones africanas trasladadas en barcos esclavistas a América, y abarca, en su
componente europeo, no sólo a la cultura ibérica, sino, a través de ella, al legado griego y
romano, judío y árabe, del mundo mediterráneo. Estamos hablando de una civilización
inmensamente rica, plural, “cósmica”, como diría José Vasconcelos. Las pruebas de nuestra
cultura están en todas partes y sin fisura alguna. De las construcciones solares de Machu Pichu
y Teotihuacan a la arquitectura moderna de un Luis Barragán en México o un Lucio Costa en
Brasil. De las pinturas murales de Bonampak a los muralistas modernos de México, Rivera,
Orozco y Siqueiros. De las celebraciones poéticas del alba de los tiempos del Popol Vuh maya al
Canto General de Pablo Neruda. ¿Puede la educación ser el puente entre la abundancia cultural
y la plubicidad política y económica de la América Latina? No, no se trata de darle a la educación
el carácter de curalotodo que le dimos a la religión en la colonia (resignaos), a las constituciones
en la independencia (legislad), a los estados en la primera mitad del siglo veinte (nacionalizad),
o a la empresa en su segunda mitad (privatizad). Se trata, más bien, de darle su posición y sus
funciones precisas tanto al sector público como al privado, sin satanizar ni al uno ni al otro, pero
sujetando a ambos a las necesidades sociales manifestadas y organizadas por el tercer sector, la
sociedad civil. Respetemos y aprovechemos las lecciones de los “momentos” anteriores, pero
aceptemos que la continuidad y fuerza de nuestra cultura jamás se ha sometido a un patrón
abstracto y único, sino que ha prosperado dentro de alternativas que hacen de la
heterogeneidad, virtud. Ni geográfica, ni racialmente, ni por tamaño, historia y población, son
iguales Argentina y Bolivia, México y Ecuador, Haití y Brazil. Pero esas diferencias no nos
disminuyen o agrandan en sí, ni nos separan forzosamente, si sabemos hacer de las diferencias,
virtud: virtud de proposiciones plurales, variadas, adecuadas a naciones diferentes y, muy a
menudo, a distancias enormes dentro de cada nación. Brasil es Belindia, las provincias del norte
de Argentina no son Buenos Aires, y el sur indígena y pobre de México no es el norte
industrializado y mestizo que hace frontera con los EEUU. La sabiduría clásica nos dice que de la
diversidad nace la verdadera unidad. La experiencia contemporánea nos dice que el respeto a
las diferencias crea la fortaleza, y su negación, la debilidad. Y la memoria histórica nos confirma
que el cruce de razas y culturas está en el origen de las grandes naciones modernas. No hay una
Francia puramente Gala, ni una Inglaterra nacionalmente feliz porque sólo la habitan los druidas.
¡No tiene la América Latina la inteligencia y la voluntad necesarias para integrar y fortalecer a
sus naciones protegiendo y alentando su pluralismo cultural! Que éste, al cabo, se integre en la
corriente general de nuestro mestizaje, fortalecerá a éste y lo confirmará, además, como el signo
previsor de lo que serán las sociedades mixtas y migratorias del siglo XXI; poseemos esa ventaja.
Quiero decir con esto que no hay educación latinoamericana que no atienda a las
particularidades nacionales y regionales del continente. Podemos confiar en que de nuestra
diversidad respetada nacerá una unidad respetable. La uniformidad conceptual para sociedades
heterogéneas nos ha dañado, nos ha retrasado, y nos ha impedido aprovechar la experiencia y
la sabiduría de las culturas alternativas en el mundo agrario, indígena y, ahora,
proliferantemente urbano, de Latinoamérica.
OBJETIVOS

Si bien la situación varía de país a país, el esfuerzo educativo típicamente nos ha dejado una
población familiarizada con los códigos de la modernidad, un amplio contingente de mano de
obra calificada o semicalificada y unas élites entrenadas en la “alta inteligencia” esto es, en la
creación de saber científico-tecnológico y en su aplicación al progreso de nuestras sociedades.
Tales insumos han sido cruciales para el avance de los países del área en sus procesos de
integración nacional, democratización política, crecimiento económico y superación de la
pobreza. Pero América Latina y el Caribe entran al s. XXI con problemas del s. XIX; así que
nuestros sistemas educativos tienen ahora que responder a una doble exigencia. Por un lado,
acabar de cumplir la vieja promesa de la modernidad: una escuela efectivamente universal y
efectivamente educadora. Y, por otro lado, preparar nuestras sociedades para el desafío
pluralista de la postmodernidad y para su integración exitosa a la “aldea global”, caracterizada
por industrias y procesos productivos cuyos insumos críticos son la información y el talento
creador. Se trata, en pocas palabras, de educar a todos para el s. XXI. El hecho de que ambas
exigencias sean simultáneas - y aún, en cierto modo, excluyentes -, explica la disyuntiva que
suele inspirar tantas controversias acerca de las políticas educacionales en América Latina y el
Caribe: formación “de punta” para unos pocos o formación masiva pero mediocre? Este Informe
reivindica - y cree demostrar cómo es posible - la única respuesta válida en términos de
desarrollo humano: educación universal de calidad, formación buena y para todos. Esa es, en
todo caso, la obligación indiscutida del Estado: asegurar que todos se eduquen, y que se
eduquen bien. La universalidad y la calidad son la razón misma de ser de los subsidios y de la
intervención estatal en materia educativa. Más aún, esta es la nueva “inversión social” por
antonomasia, la función que todos los países desarrollados exceptúan del llamado “desmonte
del Estado”: y es porque la carrera económica y geopolítica del s. XXI es una carrera entre los
sistemas educativos de las distintas naciones. Lo cual por supuesto no implica renegar de la
iniciativa privada, del pluralismo ni de la libertad: al revés, se trata de aprovecharlos para que
todos los ciudadanos accedan a una educación de buena calidad.

La labor educativa no puede ser eficaz sin la colaboración armónica entre estas varias
instituciones, o sin la participación, el apoyo y la supervisión de la comunidad y del Estado. Y,
todavía más, la educación, que es un derecho, también es un deber de todos: Para crecer como
persona y servir como ciudadano. Educar para el cambio. Porque el cambio es la única constante
del siglo en que vivimos, educar hoy es educar para el cambio. No el aprender por aprender,
sino el aprender a aprender. No la solución a los problemas, sino la capacidad de resolver
problemas.

La hipótesis que maneja Buendía es de acuerdo a en que se basa de discursos de líderes


mundiales donde se dice que la prioridad es educar, donde la educación es un acto de
coraje ya que es un derecho de todos y es un bien para uno mismo o misma done
también la educación con lleva diferentes funciones complejas y diversas como la
circulación de conocimientos y en términos individuales asumir roles donde más allá de
eso se debe ver cuáles son los principales propósitos de la educación no se debe
profundizar en temas teóricos acerca de la educación ya que eso no es vital en este
informe se ve las dos caras de la educación en américa latina y el caribe.
De acuerdo a este informe se da que la educación es tan primordial ya que se puede
lograr que la educación cree naciones y a que este juega importantes papeles
protagónicos en los más conocidos acerca del fenómeno nacional la educación se
encarga de la socialización primaria y la transmisión de los mitos colectivos. Entonces si
la educación es una mera ideológica en un caso se daría el caso de que las ideas de
ideología se propaguen a través de la educación.
La educación también aporta aúna nación es el caso en la lengua propia hablada de la
nación ya que es un elemento propio diferenciado al extranjero .La educación como
proyecto nacional asigna un papel estratégico a la educación e imprimen un perfil
distintivo a la educación con el fin de ahondar a un tema crucial de una nación .
CONCLUSIONES
-La educación es una prioridad con toda y su enorme importancia para la sociedad es un
derecho de todos los seres humanos, para asegurar su desarrollo personal y colectivo
conocimiento, la educación no puede ni debe reducirse a un valor mínimo.

-La educación es el vehículo principal e insustituible para la transmisión de cultura. Por lo cual la
educación es un aspecto muy esencial porque aparte de ser un vehículo de transmisión de la
cultura de una nación también sirve para trasmitir costumbres y de más que identifique a una
nación.

-La educación aparte de ser importante para uno mismo(a) es la clave para el crecimiento y
desarrollo de un país la educación es fundamental no sólo para inventar nuevas tecnologías sino
para que su potencial usuario las adopte el espíritu empresarial, que se alimenta en buena parte
del nivel y contenido de la educación recibida.

-Las formas de la educación deben orientarse hacia cuatro grandes aprendizajes o “cuatro
pilares de la educación a lo largo de la vida”: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a
vivir juntos, y aprender a ser, esto dará como resultado un gran desarrollo personal lo cual
favorecerá un amplio conocimiento para cada individuo y lo cual dará como consecuencia el
crecimiento y desarrollo de la nación donde pertenece y otras en diferentes aspectos
económico, social, cultural, etc.

-En América Latina y el Caribe, el diferencial de género ha tendido a desaparecer en todos los
tramos del sistema educativo. Si se miran los datos agregados, la población femenina registra
tasas de escolaridad similares, e inclusive superiores por el cambio favorable de la cultura.

-América Latina y el Caribe tienen el dudoso honor de registrar las tasas de repitencia escolar
más altas del mundo: de los 75 millones de niños que en 1991 se inscribieron en escuelas
primarias, 22 millones tuvieron que repetir el curso. La repitencia y la deserción no significan
apenas un grave desperdicio económico: son un fracaso personal temprano y cuya marca dura
por toda la vida.

-Las comparaciones internacionales desfavorecen ampliamente a nuestra región más que todo
en América latina y el caribe ya que en Perú en caso de estudios superiores apenas llega al 10%
de inscritos en alguna universidad del país en cambio en Japón llega hasta el 80% una gran
diferencia abismal que se da.
-La educación es la base de un cambio de poder aumentar los índices de educación y desarrollo
de un país ya sea en américa latina que según los resultado estamos por muy debajo de los
resultados del nivel de educación de los países del primer mundo.

PREGUNTAS
1. ¿Cuál es el diagnóstico de la educación en Perú?
Según el informe de Gómez Buendía en el caso de inscritos en alguna universidad
del país representa el 10% una cifra baja pero la educación en país está en camino y
busca una mejor educación que existe programas de becas en el caso de estudios
superiores, en el caso de estudios de educación primaria y secundaria se da una gran
ventaja entre instituciones privadas que con las públicas ,entonces se está
insertando nuevas metodologías a instituciones públicas de la país para la mejora y
lograr buenos resultados .

2. ¿Cuál es el diagnóstico de la educación en Perú?

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