La paradoja del amor dantesco

Daniel Eduardo Arismendi Rubio

El amor es un sentimiento prácticamente indescriptible, maravilloso y doloroso que alguna vez

llegamos a sentir todos los humanos a lo largo de nuestras vidas. Es tan perfecto, si cabe la

palabra, que es difícil dar con una definición exacta puesto que para cada persona tiene un

significado distinto.

En el siguiente trabajo se tratará de definir, o al menos llegar a un aproximado, del significado

de este sentimiento a través de un escritor y poeta simbólico que hasta el día de hoy es

referencia, Dante Alighieri, debido a su obra maestra la Divina Comedia y lo simbólico que es

dicho escrito.

Otra premisa de este trabajo será relacionar el planteamiento de amor según el poeta italiano, en

la Divina Comedia, específicamente en el círculo de los lujuriosos donde se encuentra con Paolo

y Francesca. Cabe destacar que este momento representa un momento crucial en Dante y en la

obra puesto que él se sentía identificado por su amor hacía Beatriz, su amor de toda la vida.

Dante siempre se destacó por usar mucho la simbología como el lenguaje número uno durante la

mayoría de las obras que escribió. Además, con el poeta italiano nunca se debe tomar todo

literal, siempre hay algo de trasfondo que obligar a cualquier lector a leer dos veces para poder

entender su verdadero significado.

Una cosa sí estaba clara y es que el amor para Dante era fundamental para todo en la vida, este

decía que “para filosofar es necesario el amor”. Es por eso que en las siguientes páginas se

tratará de desmenuzar el concepto de amor y la paradoja que contrae de acuerdo al Alighieri.

Partiendo de la definición más básica de amor tenemos el concepto del Diccionario de la Real

Academia Española y dice: “Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que,

procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir,

comunicarnos y crear”. Ahora bien, podemos decir que existen una larga clasificación de amores

y a su vez dependerá del punto de vista de donde lo veamos para decidir si se está de acuerdo con

un concepto en particular.

Pero hay algo que queda claro y es que en el tema que nos compete, el amor par Dante, la

mayoría de los autores como Sergio Givone, el capítulo Virtudes Teolocales y Filosofía del Amor

en Dante del libro Dante la obra total, define que este tema para el autor es central para todo en

la vida, que sin ese sentimiento no se puede vivir.

Cómo se menciona en la introducción, Dante dijo en el convivio: “para filosofar es necesario el

amor”, cosa que de acuerdo a los catedráticos expertos en el tema, este tema es fundamental para

el poeta italiano que basó su obra maestra principalmente en poder encontrarse con su amor

platónico, ese que le fue negado para toda la vida: Beatriz.

Givone (2009) define que Dante planteó desde el Convivio hasta la Divina Comedia fuertes

pensamientos neoplatónicos con respecto a la filosofía del amor. En su capítulo, el autor habla de

que para el poeta italiano, este sentimiento está relacionado con el sentir supremo, es decir, que

para realmente poder definir lo que es el amor, hay que amar primero. Es una relación simbiótica

donde la mujer, para Alighieri, es ese ser supremo que transmite y permite encontrar el Eros.

La figura de la mujer es tan importante para Dante que durante tres de sus obras las plantea como

el centro de todo y, a su vez, habla en el Convivio y también en el Canto XXIV de la Divina

Comedia: “Damas que tenéis intelecto de amor” no se refiere en sí a las mujeres que tienen el

conocimiento del mismo, sino a aquellas que entiendes y conocen dicho intelecto del amor.

En conversaciones con el profesor Daniel Del Percio, quien es el titular de la materia Obras

Maestras de la Literatura Universal en la Universidad de Palermo, comentaba que para Dante el

amor es: “aquello que mueve desde el hombre hasta las estrellas”. Esto haciendo alusión a que

para el poeta italiano todo lo referido al amor corresponde a algo divino, una cosa solo para los

escogidos.

Givone (2009) nos da un atisbo de lo que, a través de la mirada del poeta, podría definirse como

amor: “el amor es luz. Tiene naturaleza luminosa. Es encendido por la aparición de algo que

tiene el carácter de una epifanía y, es más, de una teofanía”. Continua diciendo: “no hay bien que

haga enamorar que no provenga de Dios”.

Dante es interrogado en el canto XXVI del Paraíso por San Juan sobre el amor y la caridad,

bases fundamentales para que el hombre, de aquel entonces, pudiera subsistir desde un punto de

vista moral, el poeta respondió: «Que el bien, en cuanto bien por tal se entiende, encendiendo el

amor, más lo sublima, cuanto mayor bondad en sí comprende; «y pues, la esencia es la que todo

anima, que fuera de ella, el bien que se promueva, no es sino un rayo de su lumbre prima; «os

necesario, que a ella más se mueva la inteligencia, amando, y que discierna, la verdad, que se

funda en esta prueba”.

En la cita anterior podemos identificar que para Dante una máxima a nivel moral no era solo el

hecho de tener el intelecto de amor y caridad, sino de también irradiarlo para que así los demás

puedan contagiarse y conocer ese sentimiento tan puro y divino como lo es el amor y compartirlo

con alguien más.

Aunque Dante hable sobre el amor y la mujer como la luz de todo, el centro de lo intangible,

tiene una premisa fundamental que se presenta como una paradoja en la Divina Comedia: cuando

el poeta comienza a pasar el círculo de los Lujuriosos en el infierno, este se consigue con Paolo y

Francesca con los que se identifica por su amor hacia Beatriz.

Pero este encuentro significa mucho más para el poeta, puesto que aunque muestra

condescendencia con estas dos almas, estas son castigadas por Dante. Del Percio da una razón

exacta para esto: “el amor debe corresponder al intelecto del corazón, es decir, siempre se debe

ser sincero, fiel a la verdad”.

Partiendo del punto de vista planteado y analizando las distintas obras de Dante, podemos

entender que, junto con el amor, la fidelidad es una cuestión clave para él. Además, el poeta

busca redimirse de sus pecados en la Comedia, y si para él lo máximo era el amor junto con la

sinceridad del sentimiento, cómo iba a traicionar la emoción más pura que puede sentir un

hombre y a un ser tan virtuoso como la mujer desde la mirada dantesca, por eso es que los

enjuicia de esta forma en su obra.

Tras dar muchas explicaciones, Givone da una explicación del amor dantesco desde su mirada:

“el amor, por lo demás, tiene naturaleza ambigua y conoce tanto el dolor como la alegría, a veces

al mismo tiempo”. El autor habla de cómo Beatriz era fuente de inspiración para Dante y cuando

supo de su muerte este solo veía oscuridad, ya que su amor había fenecido, pero luego aparece

una mujer misteriosa que le ayuda en el duelo y a raíz de ese momento inicia en el poeta un

proceso de conversión de la muerte, buscando la forma de embellecer la muerte de Su Dama.

Planteados, pues, los distintos conceptos de amor de los autores citados sobre Dante y explicado

por qué este castiga a los lujuriosos en la Divina Comedia, podemos dar una aproximación del
amor a través de Dante: sentimiento que solo es capaz de ser entendido, sintiéndolo. Es una

capacidad superlativa del ser que permite amar a una musa, moviendo el cielo y la tierra por

darle todo a nuestra dama.

Aunado a esta definición, aupamos a los demás investigadores y aficionados de Dante a explorar

esta rama de la literatura Dantesca, bien abordada por muchos, pero que tiene mucho campo para

investigar. Cómo quedó claro durante todo el escrito, definir a ciencia cierta que es el amor para

el poeta italiano es algo bastante complicado y difícil, sin embargo se puede llegar a una

aproximación de concepto a través de sus obras y los estudiosos dedicados al tema.

Fuentes bibliográficas:

Barja, J., De Tudela Velasco, J. P., & Givone, S. (2009). Dante. La obra total (Ed. rev.).

Recuperado de

https://books.google.com.ar/books?id=b1SFvAjtFQYC&printsec=frontcover&hl=es&source=gb

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Real Academia Española. (2001). Amor. En Diccionario de la lengua española (22.a ed.).

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Alighieri, D., & Reyes, A. R. Traductor. (1990). DIVINA COMEDIA 2a. Ed. (2ª ed.).

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Fuentes vivas:

Del Percio, D (2019). Obras Maestras de la Literatura Universal. Universidad de Palermo,

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.