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RESUMEN:
Perú es uno de los países con mayor diversidad biológica y mayores recursos minerales
del mundo, sin embargo, tiene la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica. El
presente trabajo tiene la finalidad de informar las diferentes causas y efectos que produce
esta problemática, basándonos en datos estadísticos y fuentes confiables. Así también, el
incitar a las máximas autoridades a tomar cartas en el asunto de manera inmediata y
también concientizar a los ciudadanos para que denuncien aquellos lugares laborales
donde emplean a menores de edad.
I. INTRODUCCIÓN:
Se conoce como explotación infantil a aquel trabajo realizado por menores de edad en
cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento
económico de un grupo o clan familiar. Asimismo, la Organización Internacional de
Trabajo (OIT), organismo de Naciones Unidas encargado de promover la justicia social,
los derechos humanos y laborales reconocidos a nivel internacional, define el “trabajo
infantil” como toda labor que priva a los niños, niñas y adolescentes de su infancia, su
potencial y su dignidad, perjudicando su desarrollo físico y psicológico. Es por ello que
el trabajo infantil afecta principalmente el disfrute y la vigencia de los derechos a la
educación, la salud y la recreación de los infantes.
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nuestro país debe indignarnos, pues las cifras son enormes cabe recalcar que este informe
fue realizado en el 2014 y hasta la fecha actual se podría afirmar que la cantidad a
aumentado radicalmente. Es más, no podemos considerarnos un país en desarrollo si
tenemos a miles de niños que trabajan, quienes no tienen la edad correcta para hacerlo. A
decir verdad, los infantes tienen la necesidad de abandonar sus estudios, pues consideran
más importante el trabajar, y así mantener a hermanos pequeños o simplemente para
sobrevivir al abandono familiar. Ellos no ven el ambiente peligroso al que están siendo
expuestos, y a las diversas enfermedades severas que podrían adquirir.
Y, aun así, sus “padres” en la mayoría de ocasiones los obligan a realizar estas actividades
laborales, por ejemplo, en talleres informales, micro empresas, servicio doméstico, venta
de periódicos, cuidado de carros, venta de caramelos, cobradores de buses, fábrica de
textiles, tiendas familiares, cargando bultos, lustrabotas, labores agrícolas, prostitución
infantil, etc.
De esta manera, consideramos que está problemática aqueja a toda nuestra sociedad
peruana y por ello creemos exigimos que se debe fiscalizar los diferentes negocios,
talleres, tiendas, etc. Donde laboran dichos menores y son explotados, pues si no podemos
garantizarles a nuestros niños y niñas peruanos sus derechos fundamentales, entonces
estamos fracasando como sociedad y como Estado. Además, el desarrollo económico
debe servir para superar esta realidad y hacer que ellos y ellas puedan dedicarse a estudiar
y jugar. Por tanto, nos toca hacer esfuerzos concretos para revertir esta situación, entonces
se debería enfocar en mejorar aquellas políticas de educación, salud, seguridad y lucha
contra la pobreza, para evitar que nuestros pequeños sigan creciendo en la incertidumbre
o abandonando su niñez. A continuación, presentaremos los diversos argumentos que
respaldarán nuestra tesis, los altos índices que presenta este tema controversial: “La
explotación Infantil”. Y a su vez exhortar y concientizar a toda la población y autoridades
frente a este tema abordado.
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También, la intervención defensorial en materia de niñez y adolescencia se sustenta en
los artículos 1°, 4° y 44° de la Constitución Política de 1993, que consagran la primacía
de la persona humana, el respeto de su dignidad y la obligación del Estado de garantizar
la plena vigencia de los derechos humanos, específicamente de los niños, niñas y
adolescentes en situación de vulnerabilidad, como es el caso de las personas menores de
edad que realizan actividades laborales.
a) Trabajo doméstico: éste tiene lugar en el hogar familiar como fuera de éste, cuando
el trabajo doméstico se realiza fuera del hogar, los niños y mayoritariamente niñas
realizan largas jornadas, no tienen oportunidad de asistir a la escuela y se
encuentran aislados de su familia y amigos.
b) Labores agrícolas: gran mayoría de los niños que trabajan lo hacen en la agricultura
y generalmente trabajan en explotaciones familiares.
c) Trabajo en industrias: esta labor puede ser de manera regular o casual, también
legal o ilegal, dentro del núcleo familiar o efectuado por el niño únicamente y para
un empleador. Incluye aquellas actividades como tejer alfombras, pulir piedras
preciosas, en la fabricación de prendas de vestir, sustancias químicas, vidrio,
fuegos artificiales, fósforos, y numerosos otros productos. Dichas tareas exponen
a los menores a productos químicos peligrosos que pueden ocasionar
envenenamiento, enfermedades respiratorias y de la piel, así como a irradiaciones
de calor, fuegos y explosiones, daños a la vista y al oído, cortes, quemaduras e
incluso provocar la muerte.
d) Trabajo en minas y canteras: los niños trabajan largas jornadas sin contar con la
protección adecuada, además esta labor genera agotamiento físico, fatiga y
desórdenes en el sistema muscular y óseo.
e) Prostitución y trata de menores: es una de las peores formas de trabajo infantil,
pues los peligros a que se enfrentan los niños son extremos y van de la degradación
moral a enfermedades de transmisión sexual e incluso la muerte.
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f) Trabajo en la economía informal: Incluye toda una serie de actividades como
limpiar zapatos o parabrisas de carros, mendigar, vender periódicos o caramelos y
recoger basura, entre otras actividades.
Algunas de estas formas resultan claramente evidentes mientras que otras están
ocultas al público, puesto que dichas acciones suelen ser realizadas en la calle.
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Seguidamente, el Jefe del INEI precisó que el trabajo infantil y adolescente
comprende en la edad de 5 a 17 años que realizan un trabajo al menos una hora a la
semana pues tienen algún empleo fijo o eventual, e incluso un negocio propio.
A su vez, este organismo constitucional autónomo informó que 1 millón 274 mil
cien niños y adolescentes (77,3%) realizaron trabajos peligrosos; de estos, 71 mil
800 (5,6%) hicieron trabajos forzosos. Además, 399 mil 100 (5,3%) infantes
desarrollaron tareas domésticas las cuales fueron de carácter peligroso. Cabe
recalcar, que en el aula rural de cada 100 menores que trabajan, 70 lo hacen en
actividades agrícolas.
En conclusión, el promedio de horas de trabajo infantil a la semana es de 14 horas
con 19 minutos, uno de los aspectos negativos de este problema social es que
perjudica la asistencia y el rendimiento escolar de las niñas, niños y adolescentes;
así, los resultados de la Segunda Encuesta Nacional Especializada de Trabajo
Infantil 2015 indican que los que trabajan registran una asistencia escolar de 93,0%,
en tanto que los que no trabajan 96,5%. Cabe mencionar que son los padres o
familiares los principales beneficiarios del trabajo de los menores (65,4%); mientras
que el 14,2% labora para sí mismo.
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS