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Edición: Dominica Diez

Redacción: Marina García


Diseño: Uraberto Pefía yr teatro ^
O
latinoamericano
* 7
dos obras de creación colectiva

¿ L ° h o a CASA d e t& S

CASA DE LAS AMÉRICAS 3HA. Y G , EL VEDADO,

CIUDAD DE LA HABANA, CUBA


Selección del D e p a r ta m e n to de T e a tr o

de la C asa de la s A m é r ic a s el fin del tambo


VOLCAR EN EL PUEBLO UN TRABAJO QUE SURGIÓ DEL PUEBLO

El fin del camino es el resultado de un proceso de trabajos que va desde


septiembre de 1973 en Tucumán hasta octubre de 1974 en Córdoba. Los
protagonistas: nosotros, los integrantes dei grupo Libre Teatro Libre, de
Argentina.
Podríamos resumirlo así: trabajo de campo e investigación, documentación,
estudio, organización del material, relectura, traducción teatral, obra El fin
del camino. Proceso no sin idas y venidas, dudas y confusiones, recesos,
entusiasmos súbitos. Y — como una constante— imágenes en movimiento,
CREACIÓN COLECTIVA DEL asomándose por detrás de cada cosa vista, oída, leída; se piensa en tér­
L ib r e T e a t r o L ib r e / Argentina minos teatrales.

Integrantes: Lindor Bressan / Cristina Castrillo / María Es­ El fin del camino se enmarca, en líneas generales, en la forma y el espí­
ritu del circo criollo; hace la tentativa de rescatar parte de su lenguaje
cudero / Graciela Ferrari / Luisa Núñez / Susana
y su estructura.
Pautasso / Oscar Rodríguez / Roberto Robledo /
Nuestra experiencia fue múltiple, compleja; aportamos algunos elementos
Julio Saldaña / Roberto Videla
para poder acercarse a ella en esa dimensión, con una disposición similar
a la que tuvimos al preponerla: investigativa y creadora.
LIBRE TEATRO LIBRE / A R G E N T IN A . Fundado en 1969, en Córdoba,
como un rechazo a un teatro tradicional ajeno a la realidad, este grupo La nuestra es una obra abierta, que necesariamente debe sufrir el proceso
se planteó una tarea de equipo que lo llevó a la creación colectiva. Entre de su desarrollo posterior en contacto con el pueblo del cual surgió. Así
sus trabajos se destacan El asesinato de X , mención de teatro del Premio la llamamos porque está dispuesta para experimentar todas las modifica­
Casa de las Américas 1972, Contratanto y El fin del camino. Con éstas y ciones necesarias. Su estructura está organizada de manera tal que permite
otras obras, que incluyen el debate y la participación del público, ha re­ la inclusión de escenas nuevas, la exclusión de las ya incluidas, el cambio,
corrido diversos países de América Latina, actuando en sindicatos, aulas, rotación o incorporación de datos, de vivencias, el enriquecimiento y creci­
plazas y barrios. El fin del camino, elaborada de septiembre de 1973 a miento de todo el material que tenemos hasta ahora.
octubre de 1974, y que se inscribe en la estructura y atmósfera del circo El fin del camino no ha pasado aún por la necesaria confrontación, la im­
criollo, es una obra histórica y documental sobre la explotación que sufren prescindible crítica que sobre ella deberán ejercer sus verdaderos protago­
los trabajadores cañeros de Tucumán, sobre sus ludias, tomando como nistas, sus verdaderos autores: los compañeros tucumanos. Vivimos en
centro temático el cierre de los ingenios en 1966, y haciéndolo desde el Argentina, residimos en Córdoba, donde el 11 de octubre de 1974 presen­
pueblo, con un rigor ideológico y político y una habilidad teatral que se tamos El fin del camino por primera vez. N o hemos podido regresar a
insertan en lo mejor del teatro latinoamericano de hoy. Tucumán por las circunstancias políticas actuales.
En la actualidad este grupo se ha transformado para dar lugar, además, Los testos están presentados en dos diferentes formas de escritura: la
_ al Libre Teatro Libre Latinoamericano, con sede en México e integrado teatral y la de guión cinematográfico. Esto surgió por requerimiento de
por actores de varios países del Continente.

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ios propios contenidos, en cada caso. Los juegos didácticos pidieron para
sí la forma de un guión de acciones. Las esees .is en que se desarrollan
climas, personajes, situaciones, fueron objeto de un tratamiento de escri­
tura dramática. D e alguna manera, las acotaciones y señalamientos res­
ponden al carácter que la práctica de las funciones sucesivas fue dando a
la idea que cada uno tenía acerca de todo aquello. Los textos recogen,
también, los resultados de la actuación, los aportes que la personalidad
de cada uno de nosotros — y del grupo— hizo a las criaturas que le
tocó animar.

El fin del camino resultó una obra histórica. Contratanto era un trabajo
documental; se basaba en notas, fichas, apuntes, informaciones, testimonios;
en una convivencia larga con sus ptotagonistas: los maestros. El fin del
camino, ya lo dijimos, también es el resultado de un proceso de integración
al protagonista de ios sucesos que se narran. Pero su temática cronológica
alcanza hasta 1972, el año del «Q uintazo». Es que el centro temático que Usted no ha venido nanea a nuestra provincia pero de un modo
elegimos, el que, para nosotros, sintetiza y resume en sí la historia de explo­ u otro, tiene sana cierta idea de Tucumán. Estoy sejuro que la palabra
tación, de desangramiento de reconstrucción y de lucha de este pueblo, «azúcar» está asociada a la imagen que usted tiene de nuestro suelo.
era un hecho ocurrido hace tiempo: e! cierre de tos ingenios de 1966. Quien También la palabra «independencia», «naranja»... Siempre existe
comprenda lo que ese hecho significa para Tucumán, comprende su pa­ la imagen de que nuestro suelo es una especie de Edén.
sado, su presente, su futuro Porque comprende el origen de la miseria J u l i o A r d il e s G ray, Guía de Tucumán.
y el origen de ia redención pnr medio del combate: comprende la estruc­
turación capitalista de nuestro sistema, comprende las relaciones depen­
dientes que lo determinan, comprende la colonización y el imperialismo,
comprende la lucha de clases. La recuperación de aquellas fechas pasadas, La voz de doña Cleotilde, la curandera, por su bocio, sonó atiplada:
el análisis, la clarificación de acontecimientos sucedidos hace mucho tiempo, — Damián, no rutmpa el
iluminan ahora — nos parece— las leyes, los conflictos, las relaciones que espejito, cuídelo A hí está su alma...
se dan mientras escribimos esto. Por eso hablamos de El fin del camino
como de una obra histórica y documental. A los años, el mozo bajó a Tucumán a la pelada de caña.
La huelga grande fue en los tiempos de Nougués. Cuando tas balas
de la policía volante de Utico abrieron las carnes de Damián, pon el espejo
hecho añicos, su alma saltó en pedazos.

O c t a v i o C e j a s , Una noche el Familiar y otros cuentos.

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k
TUCUMÁN
se encuentra a 1312 km de la
Capital Federal entre los para­
lelos 26° y 28° latitud sur y los
meridianos 64° 30' y 66° 30'
es la provincia más chica del
país: 22 324 km2 y la más den­
samente poblada: más de 750
mil habitantes, fue fundada en
1565.

Hoy, a mediodía, estimado ami­


go, seré su anfitrión. Quiero
que pruebe algunos platos de ¿De qué forma y dónde cocina?
nuestra cocina regional. Iremos — fuera de la casa
a almorzar a cualquiera de los — en el suelo
restaurantes especiales que fi­ — a leña
guran en el área gastronómica. — en fogón elevado
( GUÍA DE TUCUMÁN / U N T ) — con kerosén
( INTA, Encuesta a pequeños
agricultores cañeros)
El suelo de Tucumán presenta,
dentro de sus limitadas super­
ficies, las más variadas posibi­
lidades: nieves eternas, laderas
impenetrables por la densidad
de la selva subtropical, valles
cubiertos de cardones o de sau­
ces, llano verde de caña de
azúcar. Y es el verde el que ¿Por qué quiere irse?
predomina, cualquiera sea la es­ — porque aquí no se progresa
tación del año. — quiero irme a un lugar donde
(g u ía p a r a e l t u r i s t a q u e pueda trabajar (yo y mis
/ Dirección
v is ita tu c u m á n hijos)
Provincial de Turismo) — necesito más tierra
(INTA, Encuesta a pequeños
agricultores cañeros )

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reuniones o conferencias, salo­ -Siete somos.
Edén, jardines, bosques mági­ nes de arte, etcétera. -¿Dónde viven?
cos, pájaros extraños, aire y luz -Aquí, en el rancho, pues.
encantadora... Así han visto a ( g u ía para e l t u r is t a -¿Está hecho de barro?
mi provincia los poetas o los Mortalidad infantil: dpt ) -¿El rancho? De barro, de
escritores de todos los tiempos. paja, de malhoja.
¿Será verdad? en 1966: 64,8%
(Conversación con un obre­
( g u ía d e t u c u m á n / u n t ) CIERRE DE LOS INGENIOS ro de surco, grabada por el
en 1967: 69,9% grupo LTL en Tucumán)
en 1968: 74,7%
Tuberculosis pulmonar:
en 1968: 1471 casos
Chagas: 265 casos
Sífilis: 585 casos
Primeros Auxilios. La Asisten­
cia Pública reporta un afamado
servicio de urgencia, contando
con un numeroso y capacitado t
cuerpo de profesionales, así co­ Villas Miseria:
mo con ambulancias moderna­ 75 de cada 100 niños menores
mente equipadas. Está a dis­ de un año mueren por falta de
posición de la población las 24 atención médica.
horas del día.
( g u ía para el t u r is t a
DPT)

La ciudad de Tucumán dispone


de un total de 4 100 plazas ho­
teleras de las cuales casi 2 000
son de primera categoría.. Ho­
teles dotados del máximo con­
fort, en sus habitaciones cuen­
tan con aire acondicionado,
música funcional, teléfono, te­
levisión, etc. Además otros
complementos tales como pileta — ¿Y ustedes cuántos son aquí,
de natación, solarium, salas de compañero?
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PERSONAJES

d o c u m e n t a l is t a INDUSTRIAL
HOMBRE GOBIERNO
JEFE DE PISTA JUBÓN
ACTRIZ JUGLAR I
PEÓN 1 BRASIL
EUSEBIO H AITÍ
COMISARIO BARBADOS
PEÓN 2 CUBA
MUJER REY AZÚCAR
CURA UNO
CLARISA OTRO
NIÑO BASTONERO
DOÑA MERCEDES REY
EFRAÍN CABALLERO
DON PEDRO MÉXICO
HIJO BOLIVIA
PADRE CHILE
MIGUEL JUGLAR II
CORO JUGLAR III
ACTOR JUGLAR IV
CAÑERO CHICO I UN AVE
CAÑERO CHICO II OTRA
CAÑERO CHICO III GOBERNADOR
PAYASO ESTUDIANTE
TÍA AUDELINA GENERAL
INDUSTRIAL I MINISTRO
INDUSTRIAL II VILLERA

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OBRERO I CAÑERO I
OBRERO II CAÑERO 2
M ILITAR MAESTRA
CORCHO CAÑERO 3
MERCHE CAÑERO 4
MAGO MUJER
MADRE OBRERO 1
PEDRO OBRERO 2
ANTONIO OBRERO 3
FRANCISCO OBRERO 4
RAMIRO OBRERO 5
UIA OBRERA Para presentar este trabajo es necesario un espacio donde la-
CACTU H IJO gente pueda ubicarse semicircularmente rodeando el otro es­
UCIT POLICÍA pacio más pequeño en donde trabajarán los actores. No son
FOTIA CAMPESINO necesarias entradas m salidas pues la acción se desarrolla
OBRERO ESTUDIANTE de manera continua y los cambios necesarios se efectúan ante
CAÑERO el público. Allí donde los actores trabajen se ubicarán varid¡s
zonas: una para la música, otra para los elementos que se
utilizan ( cañas, palos, trapos, carteles), el estrado y la pista.
Cada actor asumirá diversos roles ya que en'cada escena
juegan distintos personajes. Hay dos personajes que se man­
tienen a lo largo de toda la obra: son el Documentalista y él
Jefe de Pista, que igualmente pueden ser asumidos por dife­
rentes actores de acuerdo al curso de la acción. El estrado es
el sitio del Documentalista, y allí están los elementos que lo
caracterizan (anteojos, papeles). La pista es el dominio dél
Jefe de Pista. Los mismos actores pueden hacer la música,
puesto que los instrumentos que se usan son sencillos: per­
cusiones, guitarra, etc., incluso unos cascabeles hechos coft
latitas de cerveza. En los momentos en que es necesario el
uso de sillas, puede usárselas, si las hay; si no, sus sustitutos:
cubos, bancos, cajones. La luz necesaria es la luz ambiente.
Al comenzar la función, con la entrada del Documentalista,
ya deben estar dispuestos dos afiches: uno, turístico, muestra
un actractivo paisaje, debajo del cual se lee: «Visite Ty-
cumán.» El otro, escrito con trazos rápidos y gruesos, re­
clama: «Basta de miseria.»

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in tr o d u c c ió n . LOS AFICHES
DOCUMENTALISTA
¿Y qué le parece?
Entra uno de los actores. Mira al público, mira el lugar;
luego va hacia el estrado. Se sienta, se coloca los anteojos HOMBRE
que están allí, abre una carpeta, la hojea. A partir de en­ Está bien... Es para que Tucumán se conozca... Los turistas
tonces deja de ser «uno de los actores»: Ahora es el Docu­ traen plata.
mentalista. De pronto, entra un hombre.
DOCUMENTALISTA
Y aquel otro, ¿qué dice?
DOCUMENTALISTA
Oiga, usted. Sí, usted. (Imperativo.) ¿Su nombre? HOMBRE
Dice «Basta de miseria».
HOMBRE
(Sorprendido.) Roque Farías. DOCUMENTALISTA
¿Y de quién es?
DOCUMENTALISTA
¿Ocupación? HOMBRE
HOMBRE (Sonríe a causa de lo que está pensando.) Ése del gobierno
Trabajo. En lo que sea. no es.

' DOCUMENTALISTA DOCUMENTALISTA


¿Me puede decir qué es lo que está viendo ató? ¿Entonces?

HOMBRE HOMBRE
(Desconcertado por la obviedad de la pregunta.) Son dos afiches, Es de los obreros.
| dos carteles.
DOCUMENTALISTA
. DOCUMENTALISTA
¿Y qué le parece?
¿Qué dice en el de la derecha?
HOMBRE
HOMBRE
Está bien. En Tucumán hay mucha miseria y mucha protesta.
i Dice «Visite Tucumán». Es un paisaje. Debe ser San Javier,
| ¿no?
DOCUMENTALISTA
| DOCUMENTALISTA ¿Cómo es eso? ¿A usted le parece que está bien ése y el otro
! ¿Y de quién es?
también? No se da cuenta que son dos cosas distintas, que se
HOMBRE contraponen, que son dos intereses distintos, dos Tucumán...
(No entiende.) ¿Cómo?
DOCUMENTALISTA El Documentalista se va poniendo cada vez más frenético
¿Quién lo mandó poner ahí? debido a un carácter de su personalidad que ahora se pone
de manifiesto: es estricto y taxativo. No acepta dudas ni
HOMBRE
Y... el gobierno será. ambigüedades. Su documentación es definitiva e incuestio­
nable. ha imprevisible irritación del Documentalista con­
A continuación, cada integrante de la troupe desfila mos­
funde aún más a Roque Farias. Entonces irrumpe el Jefe trando sus cualidades: algunos hacen graciosas cabriolas de]
de Pista. payasos, otros sostienen en equilibrio sobre el mentón uní
palo lleno de cintas de colores, otros forman con sus cuerpos
I. LA FANFARRIA un elefante con la ecuyere encima, otro gira por el aire como
acróbata. Nuevo toque de silbato, los actores construyen un
En esta primera irrupción ya comienzan a delinearse las ca­ cuadro vivo, una alegoría patriótica donde se ve d pueblo
racterísticas que definen a este personaje. Es autoritario y y los próceres. Una de las actrices recita, con voz de niña
brillante. Su capa roja y ondeante lo hace distinguirse de los aplicada:
demás. Al sonido de su silbato la acción se corta o continúa.
A él le compete todo lo que ocurre en la pista y siempre ACTRIZ
será el encargado de que el espectáculo continúe. ¡Casita de Tucumán,
pequeñíta en tu grandeza,
JE F E DE PISTA en donde un 9 de julio
¡Basta de explicaciones! ¡Las explicaciones las daremos nosotros se juró la independencia!2
en la obra, que comienza va! ¡Adelante!
Nuevo desfile cantando la marcha de la troupe. Se ubican
Entra entonces un grupo de gente. Son los actores, aunque en hilera. Cuando el Jefe de Pista toca el silbato trans­
no lo parecen. Su accionar es natural, despreocupado, libre. forman la hilera en una fila, la marcha de la troupe en una
Mientras se preparan — adornándose con trapos de colores— marcha militar, sus saltos de saltimbanquis en rígida actitud
para trabajar, bromean entre sí y con el Jefe de Pista, se de soldadesca. Otra vez suena el silbato. Otra vez levantan
burlan del Documentalista, observen con interés al público. en vilo a una actriz.
Buscan los instrumentos musicales y por último se colocan
ACTRIZ
en el centro de la pista, en pose, como para una foto de
familia. El Jefe de Pista hace sonar el silbato. Los cárnicos iVisite Tucumán, jardín de la repúb... (El Documentalista, me­
entonan una marchita de circo. A una nueva orden del Jefe tido por momentos a la fuerza en toda esta fanfarrik, y que ha
de Pista desfilan cantando la marchita. Lo hacen lentos, des­ recobrado ya su compostura, alcanza a la actriz un papelito que
ganados, sin ninguna energía. El Jefe de Pista toca el sil­ contiene un dato.) ...blica, con un 66% de deserción escolar!
bato: Eso opera sobre los actores un efecto mágico. Ante cada
toque de silbato se animan y desfilan y cantan con más bríos Al escucharse esto suena el silbato, gritos, los instrumentos^
y alegría. Al terminar la ronda levantan por el aire a una todo junto. Los actores intentan disimular. Desfilan la ronda
de las actrices, como una sirena. Golpes de tambor.
2 El 9 de julio de 1816 un congreso integrado por delegados de laS
Provincias Unidas del Río de la Plata se reúne en Tucumán y declara
ACTRIZ la independencia de la nación. Desde la escuela primaria se les enseñé
¡Visite Tucumán, Jardín de la República!1 a los argentinos a visualizar esta fecha a través de un símbolo: el edificio
donde sesionó la asamblea, conocido ahora oficialmente como «la Casa
1 Esta frase alude a la riqueza, a la fertilidad del suelo tucumano. Es Histórica», y escolarmente como «la casita de Tucumán». E l poema quje
ya un lugar común de la publicidad turística argentina. La provincia de se dice aquí fue elegido por su inevitable frecuencia en los actos escolaras
Tucumán es «el jardín», así como Salta es «la linda», Córdoba «la docta», que conmemoran la fecha patria.
etcétera.

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final. Siempre cantando y haciendo piruetas se van quitando Tucumán viene de la palabra quechua tucma. Tucma
tos trapos de colores y saludan al público. significa El fin del camino.
JEFE DE PISTA JEFE DE PISTA
¡Señoras y señores! Esto que ustedes ven aquí es... ¡una capa! Primera escena: «La leyenda del Familiar.»3
Esto que ven aquí es un silbato. A partir de este momento el
que use esta capa, el que haga sonar este silbato, será... ¡el Jefe
de Pista! ¡Es decir, el encargado de dirigir aquí, en este sitio II. LA LEYENDA DEL FAMILIAR
que es la pista, el lugar donde sucederán las escenas de esta obra!
¡En este otro lugar tenemos la música... y los músicos! Las diversas secuencias de esta escena, separadas entre sí por
el sonido de un gong, ocurren en distintos lugares y en una
Los músicos hacen sonar todos los instrumentos a la vez, pro­ sucesión cronológica. Estas instancias están dadas por la en­
vocando un gran ruido. trada y salida de personajes, manteniéndose constante el pro­
tagonista de la historia, Eusebio Peralta. En el ingenio, un
JEFE DE PISTA hombre trabajando. Aparece un peón.
En este otro lugar tenemos... un par de anteojos, una carpeta, un
montón de papeles. ¡Eso significa que allí hay un señor encar­ PEÓN
gado de explicar a los espectadores todo lo que no saben sobre ¿Usted es el nuevo?
Tucumán!; Y de recordarles a los actores todo lo que han olvidado
EUSEBIO
de la investigación. Ese señor se llama... ¡el Documentalista!
Sí. Eusebio Peralta, mucho gusto. Me han dado un puesto aquí,
Se produce el primer cambio del rol del Documentalista me­ en la bomba. ¿Hace mucho que no la usan?
diante un juego que subraya el hecho: el actor que representó PEÓN 1
hasta ahora ese personaje desciende del estrado y comienza (Sombrío.) Y, sí, mucho. Desde que la dejó de usar el Ramón.
a irse. Se encuentra con otro que viene en sentido contrario.
EUSEBIO
De la colisión el que venía sale transformado en Documen­
talista y toma su lugar en el estrado. ¿Y qué pasó con él, se fue para otro lado?
PEÓN 1
DOCUMENTALISTA
No. Lo que pasa es que se murió.
Obra: El fin del camino.
3 «Una vieja leyenda tucumana dice que los dueños de los ingenios
Tema: La vida del pueblo tucumano. deben su fortuna a un pacto con el Diablo. E l Demonio les proporciona
El trabajo del pueblo tucumano. riquezas y poder a cambio del alma y deja como representante suyo a
El cultivo y la producción del azúcar. un enorme perro negro que se llama Familiar. E l perro se alimenta de
vidas humanas y el dueño del ingenio debe entregarle ■— para cumplir el
Carácter: histórico-documental. pacto— un obrero, que es devorado por el monstruo. Este ser maligno
está escondido en el depósito de las bolsas de azúcar; pero algunas noches,
Autor: Grupo Libre Teatro Libre. sobre todo durante la cosecha, se escapa y empieza a rondar por los alre­
dedores. Aquel que se encuentre con el Familiar corre el riesgo de perder
Duración: una hora y cuarenta minutos. la vida.» Diario La Gaceta, Tucumán, 7-10-73.)

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PEÓN 2
EUSEBIO Qué va a ser descuidado el Ramón. Ramón Correa era el más
Ah, falleció el hombre. ¿Y cómo fue? trabajador de todos nosotros.
EUSEBIO
El Peón demora en contestar. Mira hacia otro lado. No ¿Y cómo fue que murió?
quiere hablar de eso.
PEÓN 2

PEÓN 1
(Es evidente que preferiría no contestar.) Fue así nomás... de
Y... esas cosas. golpe. Pero no era descuidado. Era el más trabajador y además
sabía un monión de cosas... del patrón. Nos juntábamos todos
los peones allá atráb, en la piecita, y él nos hablaba y nosotros...
Entra un hombre. Se dirige al Peón. Le habla con -pre­
potencia. (Se detiene bruscamente.i Bueno, m¿’ tengo que ir. Que siga
bien. Hasta luego.
COMISARIO
A ver, usted, deje de andar perdiendo el tiempo y vaya para Suena el gong. En el fogón. Los dos peones conversan.
sus surcos.
PEÓN 2
Entra otro Peón. Se encuentra con el Comisario. Se sa­ Está fría la madrugada.
ludan secamente. peón 1 *
Ya van a estar ios mates.
peón 2
Buenas, Comisario. peón 2
Sí, ya se está calentando el agua.
COMISARIO
peón 1 í
Buenas.
¿Lo vio al nuevo?
Cuando el Comisario se va, el Peón habla con Ensebio. PEÓN 2
¿Eusebio? No, no lo he visto.
PEÓN 2 PEÓN 1
¿Usted es el nuevo, no? Anoche tenía que trabajar en la bomba... y no ha vuelto.
EUSEBIO
Sí, Eusebio Peralta. Para servirlo. Se miran durante un rato, especiantes/ de pronto advierten
la presencia de un tercero.
peón 2
Así que tiene el puesto del Ramón Correa. PEÓN 2
Ahí viene.
EUSEBIO
Sí, la bomba. Está un poco descuidada. Dígame, el Ramón Aparece Eusebio, lentamente.
ese, ¿era muy descuidado?
27
26
EUSEBIO
Buenas. EUSEBIO
Entonces llegué hasta la tapia y me puse a treparla. Dejé el cu­
Los peones evitan mirarlo. chillo sobre la tapia. Cuando trepé el cuchillo no estaba. Pensé
que se había caído. Entonces salté para el otro lado para
PEONES
buscarlo...
Buenas. MUJER
Mejor le preparo el mate, ¿quiere? (Se va.)
EUSEBIO
Es callada aquí la gente, ¿no?
Suena el gong.
PEÓN 2 En la iglesia. El Cura disponiendo sus enseres.
Y... de qué vamos a hablar.

EUSEBIO EUSEBIO

Tampoco le gusta salir. A mí sí me gusta salir. De noche. Y estaba tanteando en el suelo, padre, y alguien me agarró de
Anoche estaba en la bomba. Cuando la apagué escuché ruidos. atrás, por el cuello, me agarraron, yo en ese momento, en ese
¿No los escucharon ustedes? momento encontré el cuchillo y largué un golpe, logré clavarlo
en alguna parte, entonces saltó y se escondió entre los árboles,
PEÓN 2 hasta que se me perdió, pero se veían las manchas de sangre y se
(Confusamente.) ¿Ruidos? No. podían seguir...
EUSEBIO CURA
Sin embargo se escuchaban bien claritos.
(Evasivo.) Tengo que dar la misa. Vuelva el domingo. (Sale.)
PEÓN 1
En el campo siempre hay ruidos. Suena el gong.
En la Comisaria.
peón 2
Claro.
EUSEBIO
EUSEBIO Porque había luna, Comisario. Entonces seguí los rastros de
Pero no eran ruidos de campo. Eran gritos. Venían de la casa sangre, y llegaban hasta la entrada del sótano. Bajé. Y ahí en­
de tapias altas, esa que tienen cerrada, la del patrón. Entonces contré el cuerpo.
me fui, crucé el cañaveral y llegué hasta la tapia... COMISARIO
(Lleva una chaqueta que le cubre un brazo.) ¿Del que usted
PEÓN 1
(Esquivándole a la conversación.) Tengo que hacer. había herido?
EUSEBIO
peón 2
Vamos, lo acompaño. (Salen rápidamente.) No, era de otro hombre. Estaba todo atado con alambre. Un
hombre que había sido torturado. Se me hace que es el Ramón
Suena el gong. Correa.
COMISARIO
En el rancho. La mujer de Eusebio Peralta está en sus tareas.
¿El Ramón Correa? Imposible.
28
29
EUSEBIO
Por qué imposible, si tenía la ropa^sucia de grasa, como la mía, COMISARIO
de un hombre que trabaja en la bomba. A lo mejor también lo atacó a usted. Él siempre elige a Ioí
COMISARIO
hombres bravos.
EUSEBIO
(Aparentemente impasible.) No puede ser. El Ramón Correa
( Lentamente, como mordiendo las palabras.) Puede ser... Pero
murió hace tiempo y fue enterrado. Aquí tengo la partida de
defunción. (Le da un papel.) al Familiar yo lo herí, Comisario. Perdía sangre. (Le tuerce el
brazo con violencia. Lo derriba de su silla.) Y usted también
EUSEBIO está herido. ¿No será que el Familiar es usted?
¿Quién firmó esto?
La imagen queda fija. Comienza la canción. Sobre ésta, se va\
COMISARIO
Yo mismo. desarmando la escena.
EUSEBIO
CHACARERA DEL FAMILIAR
¿Y por qué nadie quiere hablar de esa muerte?
Dicen que aparece siempre;
COMISARIO
en la negra oscuridad.
Para evitar las murmuraciones. Murió de una forma bastante rara. Es como un perro que ataca.
EUSEBIO Lo llaman el Familiar.
i
¿Había tenido alguna pelea? Perro negro, dientes largos,
COMISARIO te llaman el Familiar.
Posiblemente. Sos hermano del infierno.
EUSEBIO
Yo te quisiera encontrar.
Tome. (Le devuelve el papel. Al hacerlo le golpea el brazo Perro negro, perro negro, {
cubierto.) te llaman el Familiar.
COMISARIO
Yo sé que vos tenés nombre.
( Con una reprimida contracción de dolor.) Posiblemente. Usted Sos el patrón, sos el jefe,
ya sabe lo que cuenta la gente en estos casos. Ramón salió de Comisario y capataz.
noche a cruzar el cañaveral.
EUSEBIO III. EL PUEBLO FANTASMA4
¿Usted dice que se encontró con el Familiar?
Se escucha una música de cadencia simple y como viniendo de
COMISARIO lejos. Van entrando los actores y se ubican en distintos lu-
Yo nunca quise decirlo para no alarmar, pero el Ramón se topó
con el Familiar. 4 Cuando se cerraron los ingenios, en 1966, mucha gente se fue de Tu­
EUSEBIO cumán, Los trabajadores perdieron sus ocupaciones; ya nada tenían que
Así que todavía aparece... hacer allí. Partieron hacia la ciudad, llevándose sus familias y algunas
pertenencias. Pueblos enteros quedaron abandonados. Se los llamó «los
caseríos fantasmas».
30
31
¿ ■ EFRAÍN
gares del espacio. Algunos de ellos se desplazan lentamente.
¿Mire, me parece que el pueblo se va acabando de a poco. Pase
Una mujer se sienta y mira el aire, como perdida dentro de
por donde pase, yuyos.
si. El ambiente total es lento y brumoso. Un niño comienza
a dibujar en el suelo. DOÑA MERCEDES
Lleno de yuyos.
CLARISA EFRAÍN
Hola. Yuyos brotando de las paredes y los techos.
NIÑO
DOÑA MERCEDES
Hola.
Ni que los regáramos.
CLARISA EFRAÍN
¿Estás por jugar al tejo?* Mire esa casa. Hasta en las piezas hay.
NIÑO
DOÑA MERCEDES
Sí.
Ésa era mi casa, Efraín. ¿Usted se acuerda? Para el 66, cuando
CLARISA cerraron el ingenio. Vinieron con un papel. Y nos dijeron: pro­
Préstame el palito. Te falta dibujar lo más importante. Mírá. piedad privada del ingenio. Y nos tuvimos que ir. Mi marido
(Dibuja.) se fue a buscar trabajo.
NIÑO EFRAÍN
¿Qué es eso? Me va a decir que consiguió.
CLARISA
DOÑA MERCEDES
El cielo.
No, qué va a conseguir. Treinta años pelando caña. ¿A usted
le parece que le van a dar trabajo en otra cosa? Se fue que­
El niño termina de dibujar el tejo y comienza a jugar. Clarisa dando sin habla, el viejo. Y así despacito, nomás, nos fuimos
lo mira dulcemente. En otro sector, Efraín anda dando de muriendo de pura tristeza, Primero él. Y después yo.
comer a sus gallinas. Pasa cerca de doña Mercedes, que está
sentada. Doña Mercedes queda fija en su ultimo gesto. Efraín sigue
con lo tuyo.
DOÑA MERCEDES
¡Eh, Efraín! ¿Cómo le va? CLARISA
¡Qué lindo jugás al tejo! Pero decime, ¿no es hora de que vayás
5 Tejo: juego infantil arcaico y universal. Se dibuja en el suelo una a la escuela, vos?
estructura de casillas. Se tira una piedrita, o algún objeto similar, a la NIÑO
primera casilla. Hay que saltar, con un solo pie, pisando todas las casillas; (Sin dejar de }ugar.) Yo le ayudaba a mi papá a pelar, en el
luego, recoger la piedrita. Si el jugador pisa el casillero donde está la
piedrita, pierde. E l diseño del recorrido supone un itinerario que va desde
surco. Ni conozco lo que es la escuela.
la tierra hasta el délo. E l nombre «tejo» proviene, seguramente, de la
CLARISA
piedrita u objeto que se arroja. En Buenos Aires se conoce este juego
con el nombre de «tayuela». ¿Y a tú mamá, no le ayudás en la casa?

32 33

2 — DOS OBRAS DE TEATRO


NIÑO CLARISA
Mi mamá se fue con mi papá a tomar el tren. Lejos de aquí, en el sur, en un lugar que se llama Rawson. Está­
bamos ahí con otros compañeros. Un día decidimos que teníamos
CLARISA
que irnos. Algunos pudieron escapar. Pero a los que quedamos,
¿Y a vos no te llevaron?
nos fusilaron.4
NIÑO
No. Cuando cerraron el ingenio yo me morí de hambre.
Queda fija.
El niño arroja la piedrita y queda fijo. Clarisa levanta la DON PEDRO
piedrita y se va caminando hacia el «cielo». Hacia ella va
Qué cosa... (Se encuentra con Efraín, que sigue persiguiendo sus
acercándose un hombre viejo, que anda envuelto en la nube
gallinas.) Está engordando la gallinita. Está linda para jugár­
de humo de su cigarro.
sela al truco.
CLARISA EFRAÍN
(Reconociéndolo.) Don Pedro... usted es Don Pedro. Ya me hizo acordar a las partidas en el boliche, con el Tomás
DON PEDRO Guerrero y el Juan José.
La Clarisa... DON PEDRO
CLARISA El Juanjo... Usted siempre dijo que era su mejor amigo. ¿Qué
¡Don Pedro, que alegría me da verlo! (Lo abraza.) fue de él? í
DON PEDRO EFRAÍN
¿Cuándo has vuelto? Preso. Anda medio loco.
CLARISA DON PEDRO
¿Medio loco? ^
El 22 de agosto. Me gusta volver a Tucumán, y ver cómo anda
i,
todo. Y aquí me tiene, parada en el cielo. 6 En la madrugada del 22 de agosto de 1972, la dictadura del teniente
general Alejandro Agustín Laausse consumó uno de sus crímenes más
DON PEDRO
horrendos: el fusilamiento de diecinueve combatientes populares. Los
¿Y tus estudios? guerrilleros estaban recluidos en el penal de Rawson, una de las cárceles
CLARISA que en esa época estaban atestadas de presos políticos. E l 15 de agosto
ocupan el penal y organizan una fuga. Luego toman el aeropuerto de
Anda atrasado de noticias, usted.
Trelew, una población cercana; pero solamente siete logran el objetivo
DON PEDRO de la operación: escapar a Chile — donde regía el gobierno socialista
Y... cosas de viejo. de la Unidad Popular— para luego pasar a Cuba. Los otros diecinueve
fueron obligados a rendirse. Les prometieron que los llevarían nueva­
CLARISA mente al penal, pero fueron trasladados a la base aeronaval «Almirante
Zar». El 22, a las 3 :3 0 de la mañana, los masacraron. Casi inexplicable­
Hace ya mucho tiempo que yo no estudio. mente tres de ellos sobrevivieron para contar la verdad, para enfrentarla
contra las cinco versiones oficiales — todas distintas— que dio el gobierno.
DON PEDRO Entre los dieciséis asesinados estaba la tucumana Clarisa Rosa Lea Place.
Ah, sí. ¿Y dónde estuviste? (Comienza a alejarse.) Tenía 24 años.

34 35
EFRAÍN
CANCIÓN DE LA TIERRA
La mujer tuvo un chico. El chango se le enfermó. La mujer
también. Se le juntó todo al pobre Juanjo. Y sin trabajo. Un Por fin este tucumano
día lo encontré chupando fuerte en el boliche. Y le dije: pero consiguió lo que quería.
Juanjo, dejá la botella y volvete para la casa, con tu mujer y los Buscaba la tierra propia.
changos. Me miró como miraba por ese entonces, como desva­ La peleó toda su vida.
riado. Y me dijo: guacho de mierda, quién sos vos para venir a
darme la ley. Y ahí nomás sacó el cuchillo. Y me dio tres puña­ Lo mismo buscó su padre.
ladas. Así me mató.
Lo mismo quiso su abuelo.
Queda fijo. Para el hombre que trabaja
no hay tierra hasta que se muere.
DON PEDRO
La tierra del cementerio
Pucha que estuvo fuerte usted... ( Comienza a irse.) Y yo, yo
me fui para Buenos Aires. Mejor dicho, me llevaron los hijos. es la única madre tierra.
Qué trabajo iba a encontrar aquí, si toda la vida habíamos vivido
del surco. Nos fuimos a vivir a una villa.7 Cuando cobró el La tierra del cementerio
primer sueldo, el Luis compró un televisor y me dijo: viejo, aquí la peleó toda su vida.
tiene para que se distraiga. Y sí, me distraje. Me pasaba el día
mirando. Y así me morí, mirando. Por eso es que de vez en
cuando me doy una vuelta por el pueblo. Fíjese, el otro día una
persona me dijo que la muerte es justa, porque le toca tanto al
rico como al pobre. Pero para que la muerte sea justa, la vida TV. LA ALEGRIA DEL TRABAJO
tiene que ser justa.
Quedan dos actores. El Padre, que en silencio, corta caña
Con sus últimas palabras, Don Pedro detiene su andanza; mecánica, incansablemente. El Hijo, quien comienza su mo­
queda integrado a la quietud definitiva de todos. Comienza nólogo en el piso, jugando con la tierra. A lo largo del monó­
entonces la canción. logo el Padre continuará con su acción. Es una figura traba­
jando, mudo punto de referencia de las palabras del Hijo.

H IJO

Ahí está mi papá, en el surco. Déle cortar caña. Parece una má­
quina. Yo ya me cansé de mirarlo y él sigue. El Pepe está más
7 «Villas Miseria» se llama en Argentina a las poblaciones margi­
nales que se forman en las ciudades. Viviendas precarias, amontonadas allá. Y la Carmen. Pero no cortan tan rápido como mi papá.
en zonas generalmente insalubres; sus habitantes son precisamente la. po­ Él es mucho más grande.
blación marginal, el lumpen-proletariado, los desocupados, los recolec­
tores de basuras, los empleados domésticos. Igual que en todos los Mi mamá también está. Pero de aquí no la veo. Yo soy el único
países coloniales, semicoloniales y dependientes de la América Latina. que no trabaja, porque tengo que ir a la escuela. Todos trabajan

36 37
Yo sé cuándo la tierra está demasiado húmeda y le hace mal a
en la zafra. Me gustaría ser como mi papá. Salí de acá, mocoso
la caña.
de porquería. ¿Ves? Ya te corté por meterte en el medio. To­
davía me duele el tajo. Mi mamá me dijo que voy a quedar mar­ Yo sé si va a llover hoy. Y si va a haber tormenta.
cado para toda la vida. No trabaje más, mamá. Ya está vieja usted. Quedesé en la casa.
Señorita, yo no voy a venir más a clase, porque ahora soy grande Total, mi mujer, la Rosa, ella puede remplazaría. Ya es abuela,
y tengo que ayudar en el trabajo. mamá. El Pepe ya le dio tres nietos. La Carmen, dos. Y yo ya
le di un nieto. Es lindo ei Miguel, ¿no, mamá?
Me hubiera gustado aprender a leer y escribir. Pero no me gus­
taba ir a la escuela. Entra Miguel y se pone a jugar en el suelo como su padre
al comienzo del monólogo.
Es más lindo cortar caña. Pero cansa, y tengo que parar a cada
ratito. Como la Carmen. Y eso que yo me reía de ella. Mi
HIJO
papá dice que es porque soy chico todavía.
Cuando sea grande va a ser como su padre, como yo. Ojalá
Está buena la zafra este año. Vamos a tener un poco más de pueda comer todos los díab y no le falte el trabajo. No te metás
plata. Ojalá dure. Y que el patrón pague. Porque a veces ni eso. en el medio, chango. Sos demasiado chico para trabajar. Te voy
No tengo muchas ganas de trabajar ahora. Si esta tierra fuera a cortar y vas a quedar marcado para toda la vida. Papá, está
nuestra trabajaríamos día y noche. viejo usted. Déme su machete. .

Pero de dónde. Te morís de hambre si ahorrás. Perdone, se­ El Padre deja de cortar caña. Él Hijo toma su acción.
ñora. No quise atropellarla. Me gritó de todo. Borracho, igno­
rante, vago. Y la gente me miró con una cara... Es cierto, el HIJO
domingo nos emborrachamos. Pero qué otra cosa se puede hacer Yo voy a seguir cortando. Como usted. Como una máquina.
aquí. Pura caña, nomás. Como un hombre. ’
Qué voy a ser vago. Si trabajo todo el día, de estrella a estrella.
Se escuchan voces que, dulcemente, entonan una melodía sin
Qué culpa tengo yo si no hay trabajo todo el año. Yo no soy palabras. Sobre ella hablarán el Padre, el Hijo, Miguel.
un ignorante, señora. Yo sé cómo usar el machete. El machete Cuando esas voces cantart la canción de la alegría del tra­
tiene filo, señora. Me costó muchos años aprenderlo. No sé leer bajo aquellos la acompañan con el ritmo de su infatigable
ni escribir. Pero sé cuándo me quieren joder. Y cuánto me labor.
tienen que pagar. Y que tienen que respetar mis derechos. De
tanto que me han jodido lo aprendí ¿Me habrá dicho ignorante PADRE
porque estoy todo sucio de tierra? Yo paso mucho tiempo en la Salí de acá, mocoso de porquería. ¿Ves? Ya te corté por me­
tierra. He aprendido muchas cosas de la tierra. terte en el medio.
Yo sé cuando la tierra está cansada y necesita abono. HIJO

Yo sé cuándo la tierra está seca y necesita lluvia y riego. Salí del medio, chango. Te voy a cortar si te metés en el medio.

38 39
MIGUEL
H IJO
(En su juego con la tierra.) Yo soy el único que no trabaja, Yo sé si va a llover hoy.
porque tengo que ir a la escuela. MIGUEL

CORO Yo sé si viene la tormenta.


Cuando el sol sale ya salen los tres. CORO
El viejo, el hijo y el joven Miguel. Por trabajar en el surco nomás
ésta es la tierra que voy a pelear. r
PADRE
• I
PADRE
No te metás al medio, chango. Sos demasiado chico para tra­
bajar todavía. Yo ya estoy viejo. (Deja de cortar.)
H IJO
H IJO
Déme su machete, papá.
Es lindo el Miguel, ¿no, papá? Cuando sea grande va a ser MIGUEL
como yo, como su padre. Yo voy a seguir cortando.
MIGUEL PADRE
Como una máquina.
(Incorporándose.) Señorita, no voy a venir más a clase porque
H IJO
ahora soy grande y puedo ayudar en el trabajo. (Comienza a
cortar caña.) Voy a seguir cortando.
MIGUEL

CORO Como un hombre.


CORO
Se pone el sol y ya vuelven los tres.
Como los hombres que quieren vivir
Brilla el machete del joven Miguel.
de su trabajo en su tierra por fin.
PADRE
El coro .se incorpora al trabajo. El Padre, el Hijo y Miguel
Si esta tierra fuera mía trabajaría día y noche.
suman sus voces al canto de los demás.
H IJO
TODOS
Trabajaríamos noche y día.
Con la tormenta que quiere Miguel
MIGUEL por nuestra tierra pelear y crecer.
Si esta tierra fuera nuestra. Con la tormenta que quiere Miguel
por nuestra tierra pelear y crecer.
PADRE
Queda fija la imagen de todos trabajando.
Yo sé cuándo la tierra está seca y necesita riego.

41
DOCUMENTALISTA
V. PROPIEDAD DE LA TIERRA
13 000 son cañeros chicos. (Señala a los de abajo.) 3 000 son
cañeros medios. (Señala a los del medio.) Y solamente 1 000
De la imagen fija se desprende un actor que se dirige al es­
son grandes cañeros. (Señala al de arriba.) Los cañeros chicos
trado y toma el rol de Documentalista,
tienen hasta 300 surcos. Los medianos cañeros tienen hasta 1 000
surcos. Y los grandes cañeros tienen más de 3 000 surcos.
DOCUMENTALISTA
¿Pero por qué tierra van a pelear y crecer?
Ha cesado el ritmo y el pase de palitos. El de más arriba,
El cuadro se rompe ante la pregunta. a medida que recibía dos, se ha ido quedando con uno para
él. De esta forma, los tres de abajo quedan con un solo
ACTOR .. palito; los del medio con un palito cada uno, y el de arriba
Por ésta, donde estamos parados. con todos los demás palitos.
OTRO DOCUMENTALISTA
Donde nosotros trabajamos.
Los cañeros chicos producen el 8% de la caña. (Señala el palito
DOCUMENTALISTA de los de la base.) Los medianos cañeros producen el 31% de la
Pero si ni siquiera saben cómo está distribuida la tierra en caña. Y ios grandes cañeros producen el 61% de la caña. ¿Qué
Tucumán. significa todo esto?
\
OTRO
CAÑERO CHICO I
¿Y de dónde saca eso?
Que la menor cantidad de gente tiene la mayor cantidad de tierra
DOCUMENTALISTA
productiva.
Se les nota en la cara.
DOCUMENTALISTA .
JEFE DE PISTA
¿Y qué más? í
(Irrumpiendo.) ¿Cómo que no sabemos nada? Hemos prepa­
rado un juego para explicar precisamente eso. ¡Adelante! CAÑERO CHICO II
Que para vivir una familia necesita más de 300 surcos.
El Jefe de Pista trae los elementos necesarios para el juego.
Seis actores sé disponen formando una figura; golpean palitos DOCUMENTALISTA
entre sí y se los pasan velozmente creando un ritmo ágil. Este ¿Y qué más?
ritmo se mantendrá durante todo el juego.
CAÑERO CHICO III
DOCUMENTALISTA Que, entonces, nosotros no vivimos.
En Tucumán hay 17 000 cañeros que proveen de caña a los in­
genios para hacer azúcar. DOCUMENTALISTA
¿Y qué más?
A una señal del Jefe de Pista y sin cesar el pase de palitos
TODOS
y su ritmo, se forma una pirámide con tres de los actores
en su base, dos en el medio y uno arriba. (Desarmando la pirámide.) ¡Que todo esto es una mierda!

42 43
ESQUEMA PE la ESCENA PE LOS P Q R n F ^ .,rc

©\ , /
Ss utSzon {8 palitos de 30 cm

).. A,B,C,D,E y F son 6 actores.


VI. EXPLOTADORES Y EXPLOTADOS

A, C y E tienen 2 palitos cada une efi la mano deredw


® ©

y—®~—X©
©
8,D y F tienen 4 palitos, 2 sn coda mano.
2_A una señal:
B,D y F golpean los palitos y pasan a A ,C y E «n «I
TEXTO ACCIÓN

Entra un Payaso tonto que


barre los palitos dispersos. En
sentido que indicó a! gráfico, quienes a su vez golpea)
y pasan.
frente esta obra los payasos tienen dos
A,C y E golpean y pasan con la mano deracha.
B ,0 y F golpean y posón con la mano izquierda. funciones: 1) Limpiar todo lo
que los actores dejan en cual­
&. A t C y E miran hada el centro.
B,Dy,F miran hacia afuera. quier parte, sacar los elementos
4_ A una señal: que ya no se necesitan, traer
(2) se retira con 4 palitos. los que hacen falta. Siempre
© ® © miran para el frente y se arrodillan. que aparecen están con sus ele­
® ® miran para el frente y permanecen mentos de limpieza: un enorme
parados abriendo las piernas. escobillón y una minúscula es-
El sentido de pesar los pantos es el que se cobita. 2) Si tienen que actuar
indica. lo harán para dejar bien en cla­
6-. A otro sefiol: ro los conceptos que vierta el
® - ® - © (A) se sube sobre las piernas de (B). y (F ), se Documentalista. Todo lo demás
sostiene, y comienza a apoderarse de uno de que hagan — sus juegos, sus
© — _ ® — ,> © los 2 palitos que (? ) le pasa a (§) , mientras ocurrencias, sus invenciones^—
que el jefe de Pista explica el cuqdro, con la
está librado á su imaginación
cantidad de cañeros existentes.
de payasos, la improvisación de
( j) sigue apoderándose de los palitos hasta., que: cada función. Con el Payaso
tomados de un solo palito entra también una señora aris-
•' ( f ) y © quedan con I palito cada uno • . tocrática y terrateniente — la
(X) queda con el resto (1 5 palitos) ■ T'taAudélina— horrorizada an­
, Quedan dos cuadros con la figura: te tanto desorden,
H jjjg R O JjE ca Hehos e x is te n te s en TUCUMAIé
gOOMgCKjjjJré CASA EN TUC’ WflH payaso ,
Señora, ¿donde está? ..
tía a u d e lin a
-PEQUEÜOS CAÑAROS
¿Qué cosa, joven?
HEDIANOS CAffeftOS

•MWWS CAREROS
45
PAYASO Dos actores.
La mierda, para barrerla. Entran dos actores que se sien­
tan en cada uno de los cubos.
Con un gesto de altanera des­
Una mesa.
aprobación la Tía lo descarta y
Entra el Payaso, trayendo en
comienza a hablar con el pú­
vilo a un actor cubierto por un
blico, buscando su connivencia.
trapo. Lo coloca entre los cu­
TÍA AUDELINA
bos, como mesa. Suena un gong.
¡Qué son esas palabrotas de­ La actriz modifica la actitud
lante de un público tan elegante neutra de los dos actores colo­
f distinguido! Estos jóvenes cándoles elementos. Los trans­
;omediantes siem pre propa­ forma de esta manera en dos
sándose, perdiendo el sentido p e rson ajes: dos industriales.
de la ubicación y olvidando .Durante toda la transformación
riempre el respeto por los de­ se ha escuchado un ritmo per­
más. En realidad, señores, yo sistente, monótono. Suena nue­
estoy aquí para contar que en vamente el gong, cesa el ruido,
:ierta oportunidad, en 1966, los personajes, que han queda­
:reo, en el casco de la estancia do fijos en una posición, se ani­
de mis mayores, se reunieron man inmediatamente y hablan.
INDUSTRIAL I
importantes personalidades.
Estamos pasando por una ver­
Porque sabrán que allá nunca
dadera crisis de superproduc­
llegaba nadie que no tuviera su
ción. Ya no hay donde poner
nombre, su distinción. Ah, las
tanta azúcar.
veladas en nuestra casa sola­
riega... INDUSTRIAL II

Va perdiéndose en sus recuer- El problema será mantener los


doSi La corta el Payaso, que le precios.
pide permiso para barrer debajo INDUSTRIAL I
de sus pies. Y aumentarlos.
Ah, sí. Como les iba diciendo...
INDUSTRIAL II
La actriz abandona en la acción Lo que hay que hacer es cerrar
el personaje de Tía Audelina y los ingenios chicos y viejos, que
se dirige al Payaso. producen poco pero que de to­
Dos cubos. das maneras son competencia.
El Payaso los trae.

46
INDUSTRIAL I
najes: un Industrial y un Mi­
Entonces concentramos nues­
litar, gong, cesa el ruido. La
tros capitales y desarrollamos al
escena se anima.
máximo nuestros grandes in­
genios. INDUSTRIAL
Nosotros llegamos a un acuer­
INDUSTRIAL II do, y estamos dispuestos a ce­
Pero, ¿qué hacemos con esos rrar los ingenios. Pero puede
ingenios que no son tan chicos haber reacciones violentas de
ni están tan viejos? No pode­ parte de los obreros.
mos cerrarlos todos.
MILITAR
INDUSTRIAL I Pero, ¿para qué-cree usted que
Se los pasamos al gobierno. estamos nosotros en el gobier­
Que creen una empresa estatal. no? Tenemos que ser inteligen­
Suena el gong. Los actores que­ tes: si cerramos una fuente de
dan fijos. Se escucha nueva­ trabajo, abrimos otra.
mente el ruido. La actriz vuel­
INDUSTRIAL
ve a desarmar los personajes
que hablaron y, modificando Claro, usted dice hacer un gran
sus actitudes corporales y agre­ operativo.
gando elementos, los convierte MILITAR
en dos obreros. Suena el gong. Sí. El Operativo Tucumán.8
La imagen se anima. Gong. Ruido. Entra la actriz.
obrero i
Retira los elementos que había
Está linda la 2afra, ¿no? Mu­
puesto. A uno de los actores le
cha caña, buen tiempo.
pone ahora la capa y el silbato
OBRERO II del Jefe de Pista. AI otro lo
Esta vez Tucumán se levanta.
- ' 8 E l Operativo Tucumán era la segunda parte del cierre de los ingenios
OBRERO I dispuesto por el gobierno militar en 1966. Su finalidad era frenar las
¿Se fijó qué contenta anda la protestas desatadas por la desocupación masiva, por medio de la aper­
gente? Mire, mirelés las caras. tura de nuevas oportunidades de empleo, que no tuvieran nada que ver
con la industria azucarera. (E l argumento económico era la necesidad
OBRERO II de diversificar la economía tucumana, eliminando el monocultivo y la
Piensan que este año van a te­ monoproducción.) Aquel objetivo no se cumplió: los trabajadores azu­
ner unos pesos de más. careros — obreros muy especializados— rechazaron la posibilidad de con­
vertirse en barrenderos o cuidadores de paseos públicos; las luchas del
Gong, ruido, nuevo cambio. La proletariado no se detuvieron. E l brazo ejecutor del Operativo fue el
actriz arma dos nuevos perso- ministro Salimei, a quien está dedicada la escena siguiente.

48 49
transforma en mesita. Suena el De su turbante hace aparecer
gong final. una pelota.
¡Una magnífica fábrica de pro­
VIL EL GRAN MAGO ductos agrícolas envasados,
donde ustedes podrán trabajar
JEFE DE PISTA y ganar rica platita!
¡Sí, señoras y señores, el Ope­
CORCHO
rativo Tucumán! ¿Y quién está
¿Y qué envasan? ¿Pelotas?
aquí con nosotros? ¡El gran
ministro Cha Li Mei! JEFE DE PISTA
El actor que era mesa en la es­ ¡Aplausos para el gran ministro!
cena anterior sale de debajo de MAGO
sus trapos: es el Mago. Tiene La industria azucarera le deja al
un turbante y expresión de gobierno de la Revolución Ar­
chino. gentina pérdidas por el valor de
¡El gran ministro Cha Li Mei cincuenta mil millones de pe­
que ha venido de lejanas tie­ sos. ¡Cincuenta mil millones
rras del Asia milenaria para so­ que utilizaremos para construir
lucionar todos nuestros proble­ casas para otras tantas cincuen­
mas! ¡Pidan, señores, pidan lo ta mil familias como la suya,
que quieran! por ejemplo! Nada por aquí...
Entran Corcho y Merche, los nada por allá... y aquí están
dos Payasos, limpiando todo las casas!
con su escobita y haciendo mu-’ De alguna parte hocé aparecer
cho barullo. muchas florecitas de colores
CORCHO que arroja por el aire. Los Pa­
A nosotros nos han cerrado el yasos juegan con las flores.
ingenio. ¿No nos podría hacer JEFE DE PISTA
aparecer algún trabajito? ¡Aplausos para el gran minis­
MERCHE
tro Cha Li Mei!
Así dejamos de andar limpian­ MAGO
do tanto. Y ahora... nada por aquí...
El Mago, hace pases mágicos y nada por allá... ¡y aquí está!
adopta actitudes extrañas. Saca dos pañuelos. En realidad
MAGO
es un truco muy visible: El que
Nada por aquí... nada por allá... hace de mesita se los alcanza
¡y aquí está! sin ningún disimulo.

50 51
MAGO ... Aquí dice que hay una escena
¡Una fábrica de fideos donde para explicar eso. ¿Qué espe­
podrá emplearse gran parte de ran para hacerla?
la mano de obra desocupada:
siete personas en total! ¡Y una ACTOR

fábrica de exquisitos tamales, Yo vine para hacerla. Los pa­


verdadero ejemplo de una in­ yasos no están más que moles­
dustria pesada! tando. Déme el pie y la hago.
MERCHE
CORCHO
iSí, para el estómago! ( Con un violento puntapié saca
¿e la pista al Actor.) Tomá
JEFE DE PISTA el pie.
¡Aplausos para el gran mago Recoge el palo que quedó ti­
Salimei! rado.
El Jefe de Pista se lleva, rápi­
DOCUMENTALISTA
damente al Mago. Los Payasos
{ Impaciente.) ¿Q uién va a
recogen los pañuelos.
CORCHO hacer la escena?

Mirá, Merche, ahora los fideos CORCHO


vienen en tecnicolor. Nosotros. ¿Por?
Entra un: actor con üh palo Los Payasos continuamente in­
lleno de cintas de colores. tentan romper la autosuficien­
cia intelectual del Documenta­
lista. Corcho se para en medio
V III: LA BARRERA de la pista con el palo sobre sus
hombros, semejando una barre­
Una de las actrices va hacia el ra levantada. Se acerca Merche
estrado, se coloca los anteojos, e intenta pasar. Corcho baja
asume él rol de Documentalis­ la barrera, interceptándole el
ta. En tanto, Corcho y 'Merche paso.
juegan con el actor que entró MERCHE
con el palo. ¿Qué pasa, por qué han cerra­
DOCUMENTALISTA
do el ingenio?
Señores, esta obra está incom­
pleta; Aquí no se ha hablado CORCHO
de las consecuencias que'.tuvp el Por decreto del gobierno. Para
cierre de los. ingenios de.1966. estabilizar la economía. Dicen.
MERCHE
MERCHE
¿Y qué pasa con mi trabajo? ¿Y yo cuándo cobro?
CORCHO CORCHO
Va a tener que ir a ganarse la Ah, no sé. ¡Siga!
vida a otro lado. ¡Pase! Lo derriba con la barrera.
Lo golpea con la barrera, El DOCUMENTALISTA
otro cae. La falta de trabajo perjudicó a
gran número de artesanos y tra­
DOCUMENTALISTA
bajadores independientes.
Como consecuencia del cierre
de los ingenios en 1966, 45 000 Corcho y Merche hablan a tra­
obreros quedaron sin trabajo. vés de la barrera horizontal.
Si tenemos en cuenta que de CORCHO
cada uno de ellos dependen 4 Una copita, una sola...
personas, 200 000 quedaron sin
MERCHE
recursos. Adelante con la es­
No, no te puedo fiar. Nadie me
cena, por favor.
paga. ¿De qué te creés que voy
Corcho continúa con su barre­ a vivir yo? Si seguimos así,
ra. Desde lejos Merche se acer­ voy a tener que cerrar.
ca con un zapato en la mano.
Al verlo, nuevamente le impide CORCHO

el paso. ¡Otro que cae!


Intenta derribarlo, pero Merche
MERCHE
se agacha y ríe del intento. Se
IJoscccccccé!
distrae y Corcho aprovecha para
CORCHO derribarlo.
S~\ / / / / / / / / / / I
jQueeeeeeeeee! DOCUMENTALISTA
La economía de los pequeños
MERCHE
comerciantes se vio seriamente
Aquí te traigo el zapatito que
resentida, ya que sus ingresos
te arreglé. ¿Cómo no pasaste a
dependen de las entradas de lo1
retirarlo?
obreros.
CORCHO Desciende del estrado, se acerca
No tengo con qué pagarte, me a los Payasos.
quedé sin trabajo. Si me lo que- Yo, en cambio, soy una profe­
rés dejar,, déjalo, pero no te lo sional. He estudiado, he hecho
puedo pagar. mi carrera en la universidad,
me he recibido, tengo un título.
54
55
No dependo de oadie. A mí, IX. LA PLEGARIA
este problema no me toca.
Con la salida de los Payasos la pista ha quedado silenciosa
Corcho la derriba violentamen­
te con la barrera. y vacía. Entra una mujer que comienza a coser a la luz de una
CORCHO vela. De afuera se escuchan las voces de sus dos hijos.
¿Te tocó? Porque en 1966 mu­
chos profesores universitarios MADRE
fueron, expulsados. Chicos, acuéstense de una vez.
MERCHE PEDRO
Y vieron negada su fuente de Es el Antonio, mamá. No quiere apagar la vela.
trabajo. MADRE
CORCHO Antonio, ¿qué hacés? Acostate. Apagá esa vela.
Cerrada.
PEDRO
MERCHE
Está estudiando. ¿No es cierto que no hace falta, si ya nos
Negada.
vamos?
La Documentalista se incorpora
MADRE
y se va, irritada a causa del al­
Antonio, ¿qué estás haciendo? Si mañana no tenés que ir a la
tercado. Uno de los Payasos se
escuela. Dejá de hacer esos deberes.
asoma hacia afuera.
CORCHO PEDRO
Merche, mirá quién vino. ¡Que apague la vela, mamá!
MERCHE MADRE
¿Quién? Bueno, terminen. (Recuerda una perdida costumbre.) ¿Por qué
CORCHO
no rezan?
£1 Familiar. PEDRO
Si no sabemos ningún rezo.
MERCHE
¡Ay! MADRE
Huye despavorido. Riéndose No importa. Yo digo y ustedes repiten. (Monótona.) «Padre
aún, Corcho acomoda el espacio nuestro que estás en los cielos...»
para la próxima escena y luego PEDRO
sale.
Padre nuestro que estás en los cielos...
MADRE
Los dos. Pedrito y Antonio también. «Ayúdanos para que
seamos más buenos...»

56 57
PEDRO PEDRO
Ayúdanos para que seamos más buenos. Para que vuelva a trabajar en el ingenio... ¿Mamá, puedo pedirle
MADRE a Dios que abran el ingenio, así papá vuelve a tener el mismo
(Como para sí.) Para que no nos falte nada en el lugar donde trabajo que antes?
vamos a ir. MADRE
PEDRO Y vos, pedile, pero no creo que Dios te vaya a conceder eso.
Padre nuestro que estás en los cielos... ayúdanos para que ANTONIO
seamos más buenos... para que no nos falte nada en el lugar Mamá, ¿por qué cerraron el ingenio?
donde vamos a ir... Mamá, ¿puedo pedirle para que el Antonio
vaya a la escuela? MADRE

MADRE
(Luego de una pausa.) Bueno, terminemos de rezar. Dios...
Para que el Antonio vaya a la escuela... PEDRO Y ANTONIO
Dios...
PEDRO
Para que el Antonio vaya a la escuela... MADRE
Tú que siempre te apiadas de los pobres...
ANTONIO
(Súbitamente interesado.) Para que yo vaya a la escuela... PEDRO Y ANTONIO
Tú que siempre te apiadas de los pobres...
PEDRO
Para que tengamos una casa en el lugar donde vamos a ir. MADRE
Esperamos que nq sea mucho lo que te pedimos.
ANTONIO
Para que haya muchos chicos como aquí... para que vuelva a PEDRO Y ANTONIO
tener mi banco... un compañero como el Pelado... una señorita Esperamos que no sea mucho lo que te pedimos.
como la señorita Ana... y que otra vez no me tenga que dejar el MADRE
perrito. Amén.
MADRE PEDRO Y ANTONIO
(Se acuerda de lo que más le importa.) Chicos, pidámosle a Dios Amén.
para que lo veamos pronto al papá.
Pausa.
PEDRO
Ah, cierto. Para que lo veamos pronto al papá.
PEDRO
MADRE Mamá, ¿qué es Dios?
Para que encuentre un buen trabajo...
Pausa.
PEDRO Y ANTONIO
Para que lo veamos pronto al papá... para que encuentre un MADRE
buen trabajo... I Dormí.
58 59
Un cantor entona la canción de la quema. Sobre su comienzo RAMIRO
la mujer termina su costura, apaga la vela y sale. ¿Por qué se volvió loco?
FRANCISCO
CANCIÓN DE LA QUEMA
Porque se le murieron los hijos.
Allá en el 66
RAMIRO
ardieron todos los surcos
¿Por qué se volvió loco?
era cosa de no creer
cómo quemaban lo suyo FRANCISCO
Porque la mujer se le fue.
los tucumanos se fueron
detrás de ellos las cenizas RAMÍRO
¿Por qué se volvió loco?
quién sabe adonde irían FRANCISCO
con todo ese fuego adentro
Porque se tuvo que ir a la ciudad.
el corazón tucumano
lloraba RAMIRO
con cada incendia ¿Por qué se volvió loco?
FRANCISCO

X. LA LOCURA Porque tenía que trabajar de barrendero.


RAMIRO
El sjlencio que sobreviene después de la canción es violen­ ¿Por qué se volvió loco?
tamente quebrado por la irrupción de los lóeos. Se enredan
en un juego incansable y tenso. Hablan de sí mismos como FRANCISCO
si se tratara de otras personas. Porque toda su vida había cortado caña,
RAMIRO
FRANCISCO
¿Sabes una cosa? .El Francisco se volvió loco. ¿Por qué se volvió loco?
FRANCISCO
RAMIRO
¿Por qué se volvió loco? Porque no sabía hacer otra cosa.
RAMIRO
FRANCISCO
Porque tomaba mucho. ¿Por qué se volvió loco?
RAMIRO FRANCISCO
¿Por qué se volvió loco? Porque cerraron el ingenio y se quedó sin trabajo.
FRANCISCO
Porque no tenía qué comer. Se miran durante un rato. Repiten el juego.

61
RAMIRO
FRANCISCO
¿Sabes una cosa? El Ramiro se volvió loco. ¿Por qué se volvió loco?
FRANCISCO RAMIRO .
¿Por qué se volvió loco? Porque no sabía hacer otra cosa.
RAMIRO
FRANCISCO
Porque tomaba mucho. ¿Por qué se volvió loco?
FRANCISCO
RAMIRO
¿Por qué se volvió loco? Porque cerraron el ingenio y se quedó sin trabajo.
RAMIRO UNA VOZ DE AFUERA
Porqué no tenia qué comer. ¡Ramiro! ¡Francisco! ¡Adentro! Terminó el recreo.
FRANCISCO
¿Por qué se volvió loco? Ramiro y Francisco salen, abrazándose a sí mismos como
encerrados en sus chalecos de fuerza.
RAMIRO
Porque se le murieron los hijos. XI. LOS SECTORES
FRANCISCO t’
TEXTO ACCIÓN
¿Por qué se volvió loco?
RAMIRO DOCUMENTALISTA
Porque su mujer se le fue. (Mascullando desde el estra­
do.) La vida no es teatro. El
FRANCISCO teatro no es vida. La verdad
¿Por qué se volvió loco? está en la historia. La verdad
RAMIRO
está contenida pura y exclusiva­
Porque se tuvo que ir a la ciudad. mente en los documentos, en
mis documentos. ¡El teatro ha
FRANCISCO muerto!
¿Por qué se volvió loco? Los actores y el Jefe de Pista
RAMIRO están comentando risueños el
Porque tuvo que trabajar de barrendero. mal humor del Documentalista.
Éste se enfervoriza mucho más.
FRANCISCO
Dirige al público una alocución
¿Por qué se volvió loco? vibrante y elocuente.
DOCUMENTALISTA
RAMIRO
¡En esta obra falta eso! ¡Falta
Porque toda su vida había cortado caña. la precisión que da la historia,
62
63
e ste , lib ro es p r o p ie d a d d e

LJBP.GTt.CA FUNDACION
el documento vivo! Falta por
Soy una organización nacional PRQKISÍOA. SU VENTA
ejemplo ver claramente los sec­
con sede en Buenos Aires. Ten­ EN CASO DE P ÍK D íD Á DEVOLVER
tores sociales que participan en
go ingerencia en la producción A
la producción del azúcar en Tu­
azucarera pero en muchísimas
cumán, qué intereses represen­ Av. Almagro \ 550 y Pradera
otras industrias también. El
tan. Falta ver detalladamente Teíl. 544-178
azúcar es sólo una.de mis ocu­
cómo fijan el precio del azúcar,
paciones.
de la caña, de los salarios. Esta
obra es muy incompleta, ade­ El Jefe de Pista dibuja otro
más no podemos dejar siempre círculo.
de lado, así como así, las con­ JEFE DE PISTA
tradicciones fundamentales que En este otro sector, el CACTU:
a nivel de estructura imple- Centro de Agricultores Cañeros
mentan la... de'Tucumán.
Los actores abuchean al Docu­ Entra la Tía Audelina, la vieja
mentalista, burlándose de sus oligarca que ya vimos aparecer
teorizaciones. en la escena de los explotados
JEFE DE PISTA y explotadores. Tiene puesto un
(Que salva la situación.) ¡Se­ cartel que dice «CACTU». Se
ñoras y señores, ahora con us­ coloca en su círculo.
tedes la escena donde veremos CACTU
los sectores sociales que parti­ Nosotros somos una gran fami­
cipan en la producción del azú­ lia. Estamos unidos por el de­
car en Tucumán, qué intereses recho más noble que puede
representan, cómo fijan los existir: la propiedad privada de
precios! la tierra. Somos pocos porque
Dibuja un círculo de tiza en el el lugar es chico. (A UIA.)
suelo. Usted, joven industrial, me in­
En este sector tenemos a la teresó lo que dijo. ¿Cómo es
UIA, la Unión de Industriales su apellido?
Argentinos.
Entra uno de los actores y se UIA
coloca en el círculo indicado. Zavala.
Lleva un cartel donde se lee: CACTU
«UIA.» ¿Zavala qué?
OTA Jefe de Pista corta el diálogo
Yo represento a los industria­ con el silbato y dibuja otro
les, los dueños de los ingenios. círculo.

64 65

3 — DOS OBRAS DE TEATRO


JEFE DE PISTA
FOTIA
En este otro sector, con no­
Diga también que algunos so­
sotros la UCIT, la Unión de
mos obreros de fábricas y otros
Cañeros Independientes de Tu-
obreros de surco. Algunos tra­
cuman.
bajamos todo el año y otros so­
Entra la UCIT: Es uno de los
lamente en la época de zafra.
actores, que lleva dos carteles Y que estamos nucleados en
con el nombre «UCIT»: Uno sindicatos. Los obreros de cada
en el pecho y otro en la espal­ ingenio forman un sindicato, y
da. El actor dará dos frentes, todos los demás sindicatos for­
lleva — a tales efectos— una man la Federación.
máscara en la parte de atrás de
la cabeza y un vestido de doble JEFE DE PISTA . v
faz. (Dibuja otro círculo.) En este
UCIT círculo, finalmente, tenemos el
(De frente.) Yo represento a sector oficial. (Nadie ocupa el
los pequeños cañeros, que tie­ círculo.) ¿Dónde está el actor
nen menos de 300 surcos, que que representa al sector oficial?
i•
voy a ser yo. (De espaldas y VOZ DE AFUERA
cambiando la voz.) Y a los me­ Se fue. Dice que él no quiere.
dianos cañeros, que tienen has­
ta 1 000 surcos, que también JEFE DE PISTA
voy a ser yo. Bueno, pero necesitamos un
actor que se haga cargo.
JEFE DE PISTA
(Hace sonar el silbato. Dibuja Los demás actores lo chistan.
un nuevo círculo.) En este otro Le señalan un cubo.
sector tenemos a los obreros, JEFE DE PISTA
, que están nucleados en la (Coloca el cubo dentro del
FOTIA. Federación Obrera Tu- círculo.) Ah, claro. Esto es el
cumana de la Industria Azu­ sector oficial. Total, los gobier­
carera. nos pasan, pero las sillas que­
Entran dos actores, cada uno dan. (Hace sonar el silbato.)
con un cartel donde se lee ¡Comienza la escena!
«FOTIA». Se colocan en su
DOCUMENTALISTA
círculo. Cuando habla FOTIA
¡No comienza nada! Voy a ex­
lo hace uno de los dos actores,
plicar la contradicción general
indistintamente.
que subsiste, de manera incues-
66
67
tionable, si analizamos la sub- CACTU
estructura... ¿Usted conoce? Presentemeló.
UIA regresa a su círculo. UCIT
JEFE DE PISTA
de espaldas va a hablar con el
(Toca fortísim o el silbato.) sector oficial.
¡Comienza la escena!
UCIT
UIA sale de su círculo y se di­ (De espaldas.) Venimos para
rige al sector oficial. que se revise el precio por to­
UIA
nelada de caña que se ha fijado.
Señor Ministro, venimos a ex­ Sabemos que los precios inter­
presarle nuestro interés por nacionales han subido. Quere­
mantener los cupos de exporta­ mos ganar más. Queremos ga­
ción. ¡Queremos que haya azú­ nar como los industriales.
car argentina en todo el mundo! Regresa a su círculo. La FO-
Si hay algún problema de des- TIA se dirige a UIA.
abastecimiento del producto no
nos gustaría causarle inconve­ FOTIA
nientes serios... Quisiéramos Los precios aumentan, las ga­
además tener la seguridad de nancias aumentan, nosotros
que los salarios no van a au­ queremos ganar más.
mentar. Ni los salarios ni el UIA
precio de tonelada de caña. El gobierno ha dicho que no va
Muy bien, muchas gracias. a haber aumento de salários.'
Regresa a su círculo. En el ca­
FOTIA
mino, lo intercepta CACTU.
. CACTTJ Además queremos que se con­
¡Zavala, que venga para acá! templen nuestras reivindicacio­
¿Qué es eso del impuesto a las nes: La estabilidad de nuestro
tierras improductivas? He te­ trabajo, las viviendas que nos
nido que bajar a la Capital, us­ prometieron...
ted sabe que en Tucumán las CACTU
noticias siempre llegan tarde... (Interviniendo desde su círcu­
¿Qué es eso de distribuir los lo.) ¡Las viviendas se las piden
ingresos...? al gobierno!
UIA FOTIA
No se preocupe, tía. Eso con ¡Sí, señora, las viviendas que
un buen contador se arregla. nos prometieron!

68 69
CACTU UIA
¡No me levante la voz! ¡Obrero! (Al gobierno.) ¡Usted dijo que
El Jefe de Pista toca el silbato los sindicatos le respondían
para poner orden. pero los obreros no están mo­
FOTIA liendo ni entregando más caña!
Y que cese el desempleo por el UCIT
uso de máquinas. (De espaldas.) ¡Son los peque­
UCIT de espaldas grita desde ños cañeros que se han unido
su circulo. con los obreros!
UCIT
CACTU
(De espaldas.) ¿De qué esta­
(En su círculo.) ¡Dónde se ha
bilidad hablan? ¡Si el trabajo
visto que los obreros participen
en el campo siempre ha sido
inestable! de las ganancias!
FOTIA
CACTU
(A UCIT de frente.) Ustedes,
(Siempre desde su círculo.) los campesinos que trabajan la
Claro, depende de la lluvia.
tierra, y nosotros, los obreros
El Jefe de Pista vuelve a tocar que manejamos las máquinas,
el silbato para poner orden. somos el sostén de la produc­
UCIT ción. Los demás sobran. ¡Pa­
(De espaldas.) Si quieren esta­ raremos la producción!
bilidad que se vayan a la ciudad. Esta última frase desencadena
FOTIA salé de su círculo y va un gran desorden donde se
hacia el sector oficial. mezclan y superponen las voces
FOTIA de todos los sectores que, sin
La zafra ya está terminando y abandonar sus círculos, gritan
nos están pagando el mismo al mismo tiempo. El Jefe de
, precio del año pasado. Lo que Pista, intentando restablecer el
ganamos no nos alcanza. Y orden, hace sonar su silbato re­
además nosotros no tenemos petidas veces.
nada que ver con el manteni­ DOCUMENTALISTA
miento de los precios. No va­ (Desesperado.) ¡Señor Jefe de
mos a cortar ni moler más caña. Pista! ¡Sus actores se han ex­
UCIT tralimitado! ¡Se han extralimi­
(De frente. Desde su círculo.) tado en sus funciones!
Nosotros no vamos a entregar El Jefe de Pista ha logrado por
más caña a ese precio. fin poner orden.

70 ¥
DOCUMENTALISTA
Pero señor Jefe de Pista... Co­ ' DOCUMENTALISTA

mo de costumbre, el teatro pre­ ¡No, señores! El gobierno tam­


tendiendo alterar la realidad. poco los recibió. Los derivó a
Qué vergüenza. ¡Esta escena un delegado del Ministerio de
está mal! Trabajo. _
JEFE DE PISTA JEFE DE PISTA
Está perfecta. Vamos a repetir Ahí está el delegado del Minis­
todo para que vea. terio de Trabajo. ,
UIA Señala un lugár arbitrario.
Yo nunca me salgo del orden. d o c u m e n ta lis ta
Repite lo que hizo al comienzo ¿Y ustedes qué dijeron ahí?
de la escena. FOTIA
DOCUMENTALISTA
¡Pararemos la producción!
La UIA se entrevista con el go-
gierno y se asegura de que no DOCUMENTALISTA
van a aumentar los salarios. Pero no, señores. Ustedes siem­
Muy bien, eso está bien. Des­ pre tan exagerados. Qué es eso
pués la UIA se encuentra con de parar la producción. Las
la CACTU. huelgas de FOTIA nunca han
Se encuentran. sido tan totales.
La tranquiliza con respecto al FOTIA regresa á su sector. El
impuesto a las tierras. Muy Jefe de Pista la reconviene.
bien. Luego, los medianos ca­ DOCUMENTALISTA
ñeros se encuentran con el go­ (A UCIT de frente.) ¿Y uste­
bierno. des, los pequeños cañeros, des­
La UCIT lo hace. de cuándo se han unido a los
Hasta aquí está todo bien. Aho­ obreros? Eso tampoco es. cier­
ra los obreros. to.. Está todo mal, como dije.
FOTIA se dirige hacia UIA. , JEFE DE PISTA
Hace ademán de comenzar a Fuera, fuera de aquí todos. (A
hablar, pero el Documentalista UCIT.) ¡Usted no, venga para
interrumpe. acá! ¿Por qué se fue a unir con
d o c u m e n ta lis ta
los obreros? ¿
¡No, señores! Los industriales
a ustedes no los recibieron. , U C I T ..............

FOTIA se dirige al sector del ■(■De frente.) Porque lo. que


gobierno. gano no me alcanza para vivir,
igual que a ellos.
72
JEFE DE PISTA UCIT
(A UCIT de espaldas.) ¿Y us­ (De frente.) ¡El que decide
ted qué opina? soy yo!

UCIT UCIT
(De espaldas.) Yo no tengo (De espaldas.) ¡No, el que de­
nada que ver con los obreros. cide soy yo!
Ellos desconocen mis intereses. UCIT
Y si no, vea qué es eso de pedir (De frente.) ¡No, yo!
un obrero y medio cada mil
surcos. UCIT
(De espaldas.) ¡No, yo!
JEFE DE PISTA
(A UCIT de frente.) ¿Y us­ JEFE DE PISTA
ted qué opina? (A UCIT de frente.) ¡Usted
no decide nada! Los que deci­
UCIT
den son los que tienen la ma­
(De frente.) A mí eso no me
nija en la UCIT, los medianos
afecta, si yo apenas tengo 300
cañeros. Bueno, por fin, termi­
surcos. Yo tengo que pelear nó la escena.
junto con los obreros.
UCIT Jefe de Pista sale.
UCIT
(De espaldas.) Yo tengo que (Saliéndose de su rol, habla el
llegar a un acuerdo con los actor.) Yo quiero decir algo.
grandes cañeros.
d o c u m e n ta lis ta
JEFE DE PISTA
(Abandonando su personaje.)
¿Pero cuál de ustedes dos de­ ¿Querés decir algo como UCIT
cide? o como qué?
Lo que sigue es un fuego pro­
ACTOR
tagonizado por las dos caras de Como yo, nom ás. Mirá, yo
la UCIT. Cuando habla una, pienso, qué si los campesinos no
la otra intenta impedírselo, y se unen coii los obreros, en la
viceversa. El actor termina por Argentina nunca va a pasar
ser una suerte de molinete que nada.
gira sin que ninguna de sus dos Mientras le dice eso en voz
ACTOR
caras logre imponerse sobre la baja, el Exdocumentalista se
Calíate, loco. Estás apresuran­
otra. do el curso de la historia. lleva al Excampesino, rápida*
mente.

74
ESQUEMA DE LA ESC.ENA DE LOS SECTÓRFS
■u
íi;
0 ® O
«"
ucrr mctu A r uc n % o
CACTU '
WTU / m
<£? / /
XII. LA BUROCRACIA SINDICAL
¿OÍR JOEP i /
(Pantomima)
/ /

1ooe «0 8 FOTIA
4 (¡f}
ooc. 008. FOTIA
DOCUMENTALISTA
Todo esto está muy bien, pero
aquí falta un personaje. Vea­
mos:

0 0 ®
UCfT \ CACTU
<SM
«rr
(<0?
c a c tu uiA
Su primer trabajo.
Entra un grupo de gente que da
a trabajar. En otro sector está
¿2 \ <£B \ \ el patrón. Se diferencian así dos
ÍX* \ J D£ P \ \
\ \ campos.
\ \

4 te
® DOC. GOB
\ \
Su primer herramienta.
Uno de los trabajadores entrega
a otro, que está un poco sepa­
rado de los demás, un palo ( una
herramienta).
UCCT CACTU La primera injusticia.
CACTU
•*A\A\ Otro de los trabajadores sufre
&
J-DCR ^ ^\ un accidente que interrumpe la
J.DEP.
producción. Los demás lo ro­

ooc. « ob.
6 OOC.
®
606-
■VK

" ' t
FOTIA
Su primera lucha.
dean. El patrón lo expulsa; el
trabajador se aleja, vencido.

El trabajador que lleva el palo


(desde ahora, el sindicalista) se
interpone y lo defiende ante el
patrón.
Su primera conquista.
El trabajador regresa, feliz, al
grupo.

77
Su primer premio. volveres y muestra una inequí­
La masa saluda y felicita al sin­ voca actitud de matón.
dicalista. Su primer automóvil.
Su primer cargo sindical. Entre dos forman un autito. El
Uno de los trabajadores mues­ sindicalista trepa. Pasea, saluda.
tra un cartel: «Delegado.» Su primer depósito bancario.
Su primera huelga. El auto se transforma en mos­
El sindicalista levanta su herra­ trador: una empleada le entre­
mienta. La masa en actitud de ga su libreta de cheques. El
apoyo y lucha. sindicalista abandona con des­
precio su herramienta.
Su primer triunfo. Su primer whisky.
La masa levanta en andas al sin­
dicalista. El sindicalista va hacia, el pa­
trón: éste le alcanza un vaso.
Su primer plenario. La masa, reticente.
El sindicalista diciendo un dis­ Su primer chalet.
curso.
Entre dos arman una casita. El
Su primera foto en el diario. sindicalista recibe las llaves y
Pose de todos aclamando al sin­ va a entrar; el guardaespaldas
dicalista. se le adelanta para controlar el.
Su primer escalón. lugar.
Uno de los trabajadores mues­ Su primer congreso inter­
tra un segundo cartel: «Secre­ nacional.
tario General.» La casita se transforma en
Su primer antesala. avión. El sindicalista sube. Sa­
El sindicalista se pasea nervioso luda. Las mujeres lo despiden.
ante el patrón. La masa, a la Su primer amante.
espera. El avión se transforma en di­
Su segundo escalón. ván. El sindicalista detrás. Una
El sindicalista se dirige hacia el mujer avanza, se sienta, fugaz­
patrón, quien le entrega — pa­ mente, en el diván, pasa, se
ternalista— un tercer cartel: para detrás del sindicalista.
«Supervisor.» Su segunda amante.
Su primer guardaespaldas. Otra mujer rep ite el mismo
El sindicalista, de frente. A sus juego.
espaldas uno que empuña re- Su tercer amante.
Otra repite el juego.
78
79
bolsillo del sindicalista y le in­
Las tres rodean al sindicalista, dica que los trabajadores deben
insinuantes: : contentarse con el pedazo que
resta.
Los trabajadores se reúnen; for­ La traición.
man un círculo; gesticulan. El El sindicalista regresa y, ante
círculo, se abre. El sindicalista la mirada atónita de los traba-
se acerca, le entregan un pliego ' jadores-, arroja por el aire el
de reivindicaciones. El sindica­ resto de pliego y regresa junto
lista lee la petición, se niega: al patrón.
la considera excesiva. Los tra­ La gran huelga.
bajadores, firmes, le exigen que Los trabajadores recogen la he­
lo entregue al patrón. Resig­ rramienta que abandonó el sin­
nado, el sindicalista se dirige al dicalista. Asumen una sólida,
patrón y le entrega el pliego. decidida, actitud de lucha.
Éste se niega a aceptarlo: El La entrega.
sindicalista regresa, indica a los El sindicalista y el patrón se
trabajadores que rebajen su pe­ abrazan.
tición y les entrega el pliego. El nuevo delegado de base.
Estos se consultan. Cortan un Uno de los trabajadores surge
pedazo del pliego, le entregan entre los demás, se yergue, le­
el resto y en la misma actitud vanta la herramienta.
decidida vuelven a indicarle que
El peligro.
lo presente ante el patrón. El
El nuevo delegado de base y los
sindicalista va otra vez hacia el
trabajadores avanzan hacia el
patrón, entrega el pliego, el pa­
otro sector.
trón vuelve a negarse. Regresa,
indica que es necesaria otra re­ El gran miedo.
ducción. Los trabajadores cie­ Avanzan otro paso. Patrón y
rran el círculo, se consultan, lo sindicalista comienzan a reple­
garse.
abren. En actitud vencida, des­
pojan nuevamente el pliego e El gran miedo.
indican al sindicalista que lo Los trabajadores avanzan más.
presente. Éste va otra vez hacia . Patrón y sindicalista retroce­
el patrón, que toma lo que den.
queda del pliego y lo parte en El gran miedo.,
dos. Guarda un pedazo en el Avanzan: Retroceden: 5:'

81
el sector cañero,
El gran miedo.
Foto fija de los trabajadores Entra otro, también saltando.
avanzando, del sindicalista re­ Su cuerda es más gruesa que la
trocediendo, el patrón prote­ anterior.
el sector industrial,
giéndolo.
Entra un tercer actor y saluda
elegantemente. Su cuerda es
X III. LA CINCHADA9 más gruesa que las dos an­
teriores.
Una de las actrices se trans­ y el sector oficial, el gobierno.
forma en Jefe de Pista. Al El cuarto actor muestra su soga
hacer sonar su silbato, la escena (la más gruesa) en actitud dis­
se desarma. plicente.
Y finalmente, el invitado espe­
JEFE DE PISTA cial de esta noche: ¡el Asesor
¡Atención, señoras y señores! Deportivo Internacional!
Para producir azúcar es nece­ Entra el quinto actor, que sa­
sario que haya créditos. Pero, luda con deferencia ¡al indus­
¿qué hay detrás de los crédi­ trial y al gobierno. Tiene pues­
tos? Lo veremos ahora en este ta una galera y lleva una soga
juego que hemos llamado... ¡la extraordinariamente gruesa.
gran cinchada tucumana! Estas sogas que ustedes ven re­
Toca el silbato. presentan el dinero. Sector
Con nosotros los participantes: obrero, ¿qué significa su soga?
el sector obrero,
Entra uno de los actores sal­ OBRERO
tando con una cuerda muy del­ Salario.
gada. JEFE DE PISTA
Sector cañero, ¿qué significa su
9 «Las cinchadas se concertaban pata dirimir la fortaleza y resistencia
de dos animales [ ...} los dos caballos están unidos por un lazo sujeto
soga?
a las respectivas monturas y hacen fuerza en sentido contrario, cada uno CAÑERO
en su rumbo [ ...] memorables cinchadas entre carros o chatas playeras, Cosecha.
con apuestas fuertes y menudeo de latigazos propinados desde el pes­
cante por carreros de lengue y alpargata bordada.» («D el truquiflor a la JEFE DE PISTA
rayuela», La historia popular, Centro Editor de América Latina, Buenos Señor industrial...
Aires, 1971.) En esta escena se parodia esc juego del siglo x v m y las
versiones «humanizadas» del mismo, donde grupos de niños tiran de INDUSTRIAL
u n a soga, y la diversión consiste en que una numerosa cantidad de con­ Producción.
tendientes se resbale y caiga al suelo.

82 83
JEFE DE PISTA
empresarios que se han unido,
Sector oficial, ¿su soga? además, con. el gobierno! ¿Pero
GOBIERNO qué pasa ahora? Los industria^
Presupuesto. les y el gobierno están pidiendo
ayuda. ¿Quién aparece ahora?
JEFE DE PISTA ¡El Asesor D ep ortiv o Inter­
Muy bien, señoras y señores. nacional!
Va a comenzar la Gran Cincha­ Entra el Asesor. Pone su enor­
da. Tensa expectación. El sec­ me soga.
tor obrero y el sector cañero
comienzan. ¡Sigue la puja! Tiran, tiran,
pugnan, se cansan, aflojan,
El sector obrero y el cañero en­ vuelven a pugnar, ¿y ahora,
lazan sus sogas y tiran cada uno señoras y señores, qué vemos?
para su lado. Forcejean. El Asesor Deportivo Interna­
La situación está pareja, seño­
cional sale cómodamente, lle­
res. ¡Entra ahora el sector in­
dustrial! vándose consigo a todos los par­
ticipantes enlazados en su gran
El Industrial pone su soga. Ti­ soga.
ra para su lado. El Cañero y
Se llev ó todo para afuera,
el Obrero unen sus fuerzas para
señores!
derrotar al Industrial. El In­ Entra el Industrial, poniéndose
dustrial se desespera. Llama al
su soga como cinturón.
Gobierno.
¡El industrial está pidiendo ¿Cómo, no se llevó todo para
ayuda al sector oficial! ¡Esto afuera? ¿Qué es esto? ,
se pone emocionante, señoras y INDUSTRIAL
señores! Mi ganancia, querida, mi ga­
Entra el Gobierno en la puja. nancia.
Se equilibran las fuerzas de
JEFE DE PISTA
Obrero y Cañero por un lado e ¿Y qué hace con ella ahora?
Industrial y Gobierno por el
otro. Tero Obrero y Cañero, INDUSTRIAL
juntos, son más fuertes. Indus­ Cualquier cosa menos invertirla
trial y Gobierno piden ayuda. en Tucumán.
¡En un supremo esfuerzo, el JEFE DE PISTA
sector cañero y el sector obrero Y ahora, la segunda parte de
están venciendo a los poderosos este juego.

84 í m
Entra el Asesor Deportivo In­
XIV. EL REY AZOCAR
ternacional con las sogas que
se llevó.
Al son de tambores y panderetas entran los jugares. Han
Ahí viene, señoras y señores, el
venido a contar una historia. Jubón se encargará de narrarla:
crédito para financiar la indus­
los demás la representarán.
tria azucarera.
El Asesor entrega todas las so-
JUBÓN
gas el Gobierno,
¡Silencio, silencio, presten atención
El gobierno destina una parte
que ahora, señores, viene lo mejor!
para esta industria...
¡Lo mejor es... Su Excelencia!
El Gobierno se queda con su
¡Dueño de todos los mares,
soga y le da las otras al Indus­
dueño de todas las rutas,
trial. El Industrial se queda
dueño de los capitales!
con la suya y le entrega la soga
delgada al Cañero, y al Obrero
Entra el Rey sobre los hombros de otros cuatro que, pesa­
la más delgada de todas.
damente, lo transportan.
¡Y así, señores y señoras, us­
tedes pueden ver, si agudizan
¡Observen! Mostrad, señor ,
su mirada, las sutiles diferen­
— Rey Azúcar poderoso—
cias de tamaño que hay entre
vuestra grandiosa riqueza,
soga y soga!
tu resplandeciente empresa.
El Obrero y el Cañero tratan
de saltar con sus sogas, como al JUGLAR I
comienzo de la escena: pero Con tan grande admiración,
son tan pequeñas que no pue­ oye, no sigas hablando.
den. El Industrial y el Gobier­ Si aplaudes al que está arriba
no exhiben sus grandes sogas fíjate quién está abajo;
con orgullo. que el que está arriba lo está,
¡Y aquí termina este juego! sobre nosotros; ¡carajo!
¡No vale la pena repetirlo por­ JUBÓN
que el año que viene será exac­ Está bien, que ya lo sé.
tamente igual! Todo llegará a su tiempo.
El Jefe de Pista toca el silbato Que estoy aquí para contar
y todos salen. nada más que la verdad.
BRASIL
¿La verdad? Yo soy Brasil
y este Rey Azúcar pesa...
Se aparta.
86
87
H A ITÍ
Aparece corriendo a gran velocidad y juega una broma a
Yo soy Haití, por tu reino Jubón trepándose a él como si fuera un barco.
pobre soy, pobre nací.
JUBÓN
¡Qué tierra! ¿Qué loco es éste?
Se une a Brasil.
BARBADOS otro

Yo soy Barbados, la isla No soy loco. Es que vos hablabais


de las Sugar Islands. ¡Ay! de ese siglo xvi,
y es que en ese siglo España
Va junto a los otros dos. conquista América, ¿veis?

CUBA
Hace una reverencia y se aleja.
Yo soy Cuba, ¡y me cansé
JUBÓN
,, de estar sosteniendo a un rey!
Precisamente de eso
Lo arroja violentamente de sí. quería hablarles.
BASTONERO
REY AZÚCAR . ¡Silencio! El Rey de España
( Orgulloso y magullado.) ..
en su corto.
¡Ah, malditos, traicioneros! Lo visita un Caballero.
¡Regresad y sostenedme!
JUBÓN Lleva un báculo ceremonial que golpea antes de hablar. Con
¡Un momento!. ¡Aprovechemos este retumbo de tambores se hace presente el Rey de España en
penoso incidente, pues antes de con­ su carruaje. Se instala en el trono que, no demasiado con­
tinuar mi deber es-informar! , , vencidos, forman con sus cuerpos, los jugares. Otro, el más
Todos sabéis que en la historia pequeño, es el felino preferido del Rey, que ora se enrosca
a un pie sigue el otro .pie. a los pies de su señor, ora ronda al astuto Caballero.
Pata entender el presente
hay que volver al pasado. REY
Volvamos entonces, púes, ¿Qué se te ofrece, señor?
hasta el siglo xvi. CABALLERO
■ UNO ¡Mi Rey! Me voy hacia América,
Oye, tú, ¿pero qué pasa esas tierras fabulosas
en el siglo, xvi? que encierran grandes riquezas.
Allí hay oro, plata, cobre,
otro '
minerales por millones.
¡Tierra, tierra, tierra, tierra!
89
88
Como esas tierras son vuestras venimos todos encerrados
solicito tu permiso en las bodegas de los barcos
para poder conquistarlas. esclavo esclavo
REY
¡Conquistarlas y esquilmarlas! nos sacan de nuestra tierra
para vendernos en América
CABALLERO
Tu comprendes. Y más os digo: esclavo esclavo
además del mineral esclavo esclavo
hay extensas tierras fértiles esclavo esclavo
donde azúcar cultivar. esclavo esclavo
REY
¡Perfecto! Negocio hecho. JUBÓN
Y ya llega a nuestra América
CABALLERO
este Rey grande y malvado.
Recibirás barcos llenos... Por conseguir capital
REY va a arrasar, matar, robar.
¡Un momento! Me preocupa... i

¿A quién harás trabajar? Enredando la soga en el cuerpo del déspota, han transformado
CABALLERO
a éste en el centro de un descomunal insecto tentaculado. Al
¡Ya está pensado! Ahora paso extremo de cada una de sus patas se enreda cada uno de los
por África y ya allí sojuzgados. Van girando en una ronda lenta, temerosa y
expectante.
recogeré a los esclavos
que trabajarán por mí.
REY AZÚCAR
REY ¿Y tú quién eres?
¡Bien resuelto! Ve con Dios.
MÉXICO
Los juglares forman con una gran soga un barco al que co­ ¿Yo? México.
manda, munido de pavoroso látigo, el Caballero-Rey Azúcar. REY AZÚCAR
Al son de tumbas ancestrales cantan la canción de los esclavos. ¿Y tú qué tienes?
CANCIÓN DE LOS ESCLAVOS MÉXICO
esclavo esclavo Oro.
vivíamos en grandes praderas JUBÓN
esclavo esclavo ¡Pobre!
y ahora nos atan con cadenas REY AZÚCAR
esclavo esclavo ¿Y tú?

90
BOLIVIA Rey de todo y Rey Azúcar!
Bolivia. La plata brota de mí. Donde él está nada queda.
REY AZÚCAR Para abrir los nuevos surcos
i ¿Plata?! está quemando los bosques,
JUBÓN está quemando la tierra.
¡Pobre! JUGLAR I
REY AZÚCAR;
¡Está por quemar el monte
¿Y ustedes? y se irán los animales!
CHILE
Chile. Rey Azúcar castiga al osado.
REY AZÚCAR
¿Qué tienen? REY AZÚCAR
CHILE ¡A un rey rio debe importarle!
El cobre. ¡Azúcar ya bien lo sabe!
JUBÓN JUGLAR II
¡Más pobres, de nuevo pobres! ¡La tierra quedará muerta!
' REY AZÚCAR
JUGLAR III
¿Y todos ustedes- juntos? ¡Y los hombres desnutridos!
TODOS JUGLAR IV
i ¡Tenemos fértiles tierras! ¡Sólo darán de comer
JUBÓN los carbones a sus hijos!
¡Pobres, pobres y más pobres!
Se redoblan los castigos.
Caen, reptando y murmurantes.
JUBÓN
Porque sabrán ya sin duda, Ya ven, ya estamos llegando
mientras más rico un país al comienzo de la historia.
más rápido es saqueado Brasil, Barbados, Haití
y sus riquezas Europa y Cuba lo sostenían.
en barcos va amontonando. Sólo Cuba lo ha dejado
¿Para qué las amontona? sin sustento y mal parado.
¡Para industrializarse!
En tanto América toda Los juglares han subido nuevamente en andas al Rey, como
desangrarse, desangrarse. al comienzo del cuento. Al apartarse Cuba los demás apenas
¡Y ya llegó este señor, si pueden con el peso.

92 93
AVES
REY AZtfCAR ¡Un cubano!
(Malpuesto, resbalándose a causa del ineficaz sus­
tento, sin abandonar su látigo ni su poderío.) Huyen a refugiarse en el abyecto monarca.
¡Un momento! En este momento CUBA
mas que europeo soy yanqui. Sí, soy cubano y les digo
Además ya mis riquezas que lo estuve sosteniendo,
en bancos tengo guardadas. pero el machete en mi mano
¡Y tengo más: en las tierras arma se me convirtió
donde yo sembré miseria y eso sí, no fue milagro,
tengo mis buenos sirvientes que fue la Revolución.
que controlan la pobreza!
Las Aves graznan y se sacuden de terror. El Rey Azúcar
Aparecen, graznantes y revoloteadoras, las aves de rapiña. pierde pie, boquea, se tambalea.
UN AVE
JUBÓN
iAquí estamos los señores*. ¡Y así, señores, termina
OTRA . esta historia sin igual!
¡Los dueños de los ingenios! Seguimos bien explotados...

UN AVE Azúcar y sus secuaces se animan y alcanzan a retomar mal­


¡Los consorcios de las fábricas! dades, mostrando garras, dientes y siniestros picos.
OTRA
Pero hay a quien imitar.
¡Los patrones de las tierras!
UN AVE Muestra a Cuba que, unida a los demás, ofrece limpio frente
¡Los militares tiranos! a los malvados.
' OTRA
CUBA
¡Los dueños de las empresas!
¡Compañero americano,
compañero de Argentina,
De un salto se impone Cuba al siniestro revuelo.
no necesitamos reyes
CUBA
en Arrjérica Latina!
¡Un momento, compañero!
Sepan lo que me pasó. Suena la fanfarria. Los cómicos saludan al público. Varten
al son de sus cascabeles rumbo al próximo poblado que segu­
JUBÓN ramente está esperando ansiosamente a los comediantes.
¿Y ése quién es?
95
94
ESTE i m o ES PROPIEDAD DE

tante de disparar sobre el Estudiante, eLh'ñérpó ^b-éste''ék'Vf'^’'l‘^ ^


piso, los demás escapando o atestiguando p.y VENTA
XV. LAS LUCHAS r ., , , , m ílk m DEVOLVER
La acción queda en foto fija.
El Documentalista toma su lugar.
DOCUMENTALISTA 1 5 5 0 lf f«o ;3s&¡í¡S¡
DOCUMENTALISTA Habla el señor Gobernador de la provincia' cié y®
A continuación veremos una secuencia de tres momentos dife­ GOBERNADOR
rentes, que llamaremos «Las luchas». Acaba de morir un estudiante. Hay versiones contradictorias
sobre su muerte. Podría ser un abuso policial... (El Gobernador,
Se escucha una percusión. Es un ritmo tenso, premonitorio. que mientras habla ha entrado a la foto-fija, saca el arma con que
Uno a uno los actores recogen hojas de diario. Se ubican en el Policía ha asesinado al estudiante.) Pero también podría ser v
diferentes planos y despliegan ante sí el papel, como quien lee. un hecho provocado. (Coloca el arma en las manos del Estu­
diante que está al lado del caído.) Una víctima propiciatoria...
Estamos en junio de 1972, en la ciudad de San Miguel de Tu­ (Ubica a otro Policía, que está golpeando a un Estudiante, e»
cumán. Estudiantes se unen a empleados públicos en una mani­ actitud más inocente) para precipitarnos a todos en el caos y en
festación y enfrentan a las fuerzas represivas.
el desorden. (Cambia la actitud de un Estudiante que se cubre
la cara con las manos.) Yo no sé quién lo ha muerto. (La foto
Caen las hojas de dos de los actores, que toman actitud de
vuelve a armarse como era. Es decir, la Policía asesinando al Es­
policías.
tudiante, y reprimiendo.) Pero ahí está la justicia... (Conster­
nado, el Gobernador vuelve a cambiar la foto mucho más rápi­
Pero logran, rechazarlas y avanzan.
damente que antes.) ...y yo creo en la justicia! ¡Comprendo el
dolor de los que sufren, comprendo la valentía de los que luchan,
Los demás dejan caer sus hojas. Imagen fija de manifestantes
pero que me comprendan también a mí!
que arrojan piedras y gritan. Uno queda en el centro de la
escena, cubriéndose aún con el diario.
La foto vuelve a armarse como en la realidad. Se mantiene
así durante un momento. El tambor golpea persistentemente.
La prensa oral y escrita informa de los hechos. Habría muerto
Los estudiantes, estáticos, rodean al muerto. Éste se levanta
una persona.
Se quita la chaqueta que lleva puesta. Dos de sus compa­
ñeros se acercan, recogen la chaqueta. Se rinden: desfilan
El que quedó solo, deja caer su hoja y se desploma lenta­
lentamente, con los brazos en la cabeza.
mente. El ritmo se redobla. En el momento de la muerte
la escena fija se anima: los policías reprimen, los estudiantes ESTUDIANTE
huyen, ven caer a su compañero. La acción se detiene un Lo han muerto a Víctor Villalba. Les va a doler. Les va a costar
segundo y luego vuelve atrás, como cuando una película es
pasada al revés. La represión y asesinato se ejecuta entonces Un militar camina por entre la fila de estudiantes que se
en cámara lenta. Se ve así, claramente, al Policía en el ins- rinden.

96 97

4— DOS OBRAS BE TEATRO


DOCUMENTALISTA todo hasta que se vayan. Lástima que aceite no les vamos a
General, ¿ve usted muy politizada a nuestra juventud? . poder tirar: está tan caro...
GENERAL
El ritmo se detiene bruscamente. Desde el sector de la mú­
En buena hora que lo esté. Eso significa que hay libertad para sica se escucha un grito de baguala.u
ejercer las ideas políticas.
DOCUMENTALISTA voz
¿Podría informarme acerca del número de detenidos? Lo han muerto a Víctor Villalba.
Les va a doler.
GENERAL Les va a costar.
300. Pero tenemos listas parciales.
Los estudiantes y la V¡llera levantan la honda, lentamente.
La marcha termina. Los estudiantes entregan la chaqueta al
militar. Dos actores forman un equipo móvil de televisión. DOCUMENTALISTA
El Ministro se dirige a la cámara. Esto; ocurrió en Tucumán en junio de 1972 y es conocido con el
nombre de el «Quintazo».12
MINISTRO
Yo, como Ministro del Interior, declaro que los disturbios se Imagen fija de la enorme honda.
deben al activismo estudiantil^ que resiste el proceso de institu- t

cionalización. Su filosofía es atacar al sistema, sea justo o injusto. Pasemos ahora a junio de 1961.
Yo no tengo la culpa y no voy a renunciar.
Los actores rompen la imagen anterior, dejan la honda, se
Los estudiantes han armado una gran honda, utilizando la hor­ dispersan.
queta de un árbol y trapos. Una Villera, mientras recoge los
diarios que han quedado tirados por el piso, habla. A los cañeros se les adeuda las cosechas de los dos años ante­
riores: 1959 y 1960. Los pequeños y medianos cañeros deciden
VILLERA
entonces hacer la Marcha del Hambre.
Nosotros estamos con los estudiantes. Esto ya no parece un
barrio de gente decente sino una cámara de gas, como había en
Los actores, ahora los campesinos, van de un lado a otro,
la guerra, ¿vio? Me parece que vamos a tener que hacer como
arman banderas con trapos y cañas, conversan.
en las invasiones inglesas.10 Subirnos a los techos y tirarles de
11 Música popular del norte argentino. La gente del pueblo las canta
10 En 1807 los ingleses invadieron a Buenos Aires por segunda vez.
en un tono de voz muy agudo, acompañándose con percusión. Aunque
Las fuerzas militares de resistencia fueron derrotadas. Entonces el com­
a veces describe situaciones alegres, su tonalidad es la de un lamento,
bate lo continuó el pueblo, que salió a luchar a las calles. La. gente
profundamente dolido, desgarrado. Proviene seguramente dé formas mu­
cavaba pozos, armaba barricadas; desde los techos tiraban piedras y
sicales indígenas.
todo lo que tenían a mano contra los invasores, incluso aceite hirviendo
(lo que .más recuerda del hecho). Aunque este episodio ha pasado 12 A este levantamiento popular se le llamó así porque se originó en la
a formar parte de la mitología escolar, el pueblo lo asocia, también, con Quinta Agronómica, una dependencia de la Universidad Nacional de
las luchas callejeras de los últimos tiempos, como el «Quintazo». Tucumán.

98 99
CAÑERO 1 . Nos vamos a Tucumán.
Nos vamos a Tucumán. ¿Usted de dónde es? Mucho debemos andar.
cañero 2
Yo soy de Famaillá. Nosotros vendimos las sillas para comprar Si mis hijos pasan hambre
carne. Pero ya se nos han acabado las sillas. no les puedo dar discursos.
Nuestros hijos son los hombres
MAESTRA
que se alzan para el futuro.
En la escuela todos los días se nos desmaya un chico de hambre.
CAÑERO 2 Por hambre quieren vencemos.
Mire, ésa es la maestra. Yo ia conozco, Por hambre vamos andando.
cañero 3 El hambre no nos detiene.
Eh, Juan, ¿y los zapatos? Nuestra lucha ha comenzado.
cañero 4
Hoy me toca usarlos a mí. CAÑERO 1
¡Somos más de 30 000!
MAESTRA
¿Y cuántos hermanos son ustedes? CAÑERO 2
CAÑERO 3
La plaza está llena de canas.
Cinco. ¿Se da cuenta? Un solo par de zapatos para todos. CAÑERO 3
MAESTRA ¡Cuidado!
Fíjese.
MUJER Fuerte ritmo de percusión, en incesante crescendo. Dos de
El Gobernador ha dicho que nos van a pagar. Eso dicen. los actores asumen la figura de la represión. De pie, hacen
ondear' violentamente sus ponchos. Los cañeros caen, se re­
cañero 2
¿Y la FOTIA? tuercen, gritan, se abrazan a sus hijos, &sus banderas. Luego,
CAÑERO 1
un gran silencio. Se escuchan las quejes. Los cañeros co­
La FOTIA no se ha adherido a la marcha. Ni la CGT tampoco.13 mienzan a reincorporarse, ayudándose entre sí, recompo­
niendo sus cosas. Se agrupan. Extrañados, expectantes.
Comienza la marcha. Las voces se van sumando. La fuerza
CAÑERO 1
de la canción va creciendo a medida que caminan. Hacen
ondear las banderas, se dan voces de ánimo. Cantan la marcha Nos han pisoteado... Han pisoteado nuestras mujeres, nuestros
del hambre. niños. Gente venida de lejos. Gente indefensa. Que nuestros
MARCHA DEL HAMBRE ponchos les sirvan de trofeo de guerra. Ahora, si no nos pagan,
Ésta es la marcha del hambre. quemaremos los cañaverales. Que nos vayan a buscar ahí.
Ya no nos para nadie.
Primero lentamente, luego con fuerza, ios cañeros vuelven a
13 Confederación General del Trabajo. Nudea a los sindicatos. levantar sus banderas y a cantar,

100 101
TODOS
OBRERO 5
El hambre queda en nosotros. Compañeros, nosotros somos de aquí, de Bella Vista. Tenemos
El hambre no es sólo queja. hondas y piedras para defendernos.
Al hambre hay que derrotarlo.
¡Firmes en la resistencia! OBRERA
Las mujeres estamos en el sindicato haciendo de comer para todos
Imagen fija de los cañeros. los compañeros que llegan.
Un poncho queda en el suelo.
En la caña han quedado atados todos los carteles. Los obreros
DOCUMENTALISTA
inmóviles. Tensa expectación.
Estamos ahora en enero de 1967. Para protestar por el cierre
DOCUMENTALISTA
de los ingenios, ocurrido el año anterior, la FOTIA llama a con­
centrarse en el interior de la provincia de Tucumán, en el lugar La policía comienza a tirar gases lacrimógenos y carga contra el
local sindical.
llamado Bella Vista.
La guitarra comienza un ritmo de chaya, que va creciendo.14
Uno de los actores, de pie, sostiene horizontalmente una larga
Los obreros, tomados de la caña, comienzan a girar vertigino­
caña. Los demás entran y atan a la caña los carteles que
samente. Uno a uno van cayendo. Por último se .escuchan
traen. Son los obreros, y en sus carteles está escrito el nombre
dos gritos:
del ingenio donde trabajan.
OBREROS
OBRERO 1
¡El pueblo está en nuestras manos!
Yo soy de San José. Nosotros hemos tenido que recorrer 45
¡Éramos como mil!
kilómetros a pata por las rutas laterales, para que no nos de­
tengan.. Si no, no podíamos llegar.
Todos se levantan y vuelven a agarrarse de la caña. Se es­
OBRERO 2 cucha la baguala.
Nosotros venimos de Santa Lucía. De allá hasta acá, son 20
kilómetros. Salimos a las 7 de la mañana para poder llegar. ¿A voz
usted le parece? La han muerto a Hilda Guerrero.
. Les va a doler.
OBRERO 3
Les va a costar.
Ingenio San Pablo, ¡presente! Es la una de la tarde. Con no­
sotros y los demás, ya somos como 200. El acto tiene que em­ Dos hombres se adelantan y se enfrentan. Son el hijo de
pezar a las 5. . Hilda Guerrero de Molina y la policía. Los obreros se re­
OBRERO 4 pliegan con gran lentitud, llevando la caña con los carteles
Yo soy de Amalia. Hemos visto que a cuatro cuadras de aquí
14 Forma musical del norte argentino, de ritmo violento y misterioso,
están acuartelados más de 40 canas. que remite a los carnavales, fiesta de antiguo, sagrada y ocultista.

102
103
atados como si fuera el cadáver de ¡a compañera caída. Lo retrato de mi madre, que dice: H il d a G u e r r e r o de M o l in a
que dicen el Hijo de Hilda Guerrero y la Policía se intercala MURIÓ LUCHANDO POR SU CLASE, SU TIERRA Y SU PAN.
con la chaya de la justicia.
Todos junios vuelven a cantar, con fuerza, la chaya de la jus-
H IJ0 ttcia. Cuando termina, el Documentalista baja del estrado.
El día anterior a mí madre la habían herido en el ingenio Santa
Lucía. Un milico le había querido arrancar la bandera que ella
DOCUMENTALISTA
llevaba. Pero ella a la bandera la transformó en una lanza y lo
obligó a retroceder al milico. Y después se envolvió con la ban­ Perfecto. Lo que acaban de hacer es de un estricto rigor docu­
dera y marchó hacia adelante. mental. Muy bien. Muy bien. A ver, por qué no ponemos un
poco de orden en todo esto. ¿De quién es ese poncho?
CHAYA DE LA JUSTICIA
CAMPESINO V
No me persiga no tire De nosotros, los cañeros.
le va a doler
le va a costar
Levanta el poncho que quedó de la marcha del hambre.
Tenga andado no pegue
le va a doler DOCUMENTALISTA '
le va a costar
¿Y esa caña con esos carteles?
No escape cuando lo sigan
le va a doler OBRERO
le va a costar De nosotros, de los obreros.
Mite que el pueblo no olvida
le va a doler Recoge la caña.
le va a costar
DOCUMENTALISTA
POLICÍA Muy bien. ¿Y esa honda?
Con motivo de una crónica publicada en la fecha, en la que se
ESTUDIANTE
acusa al oficial Gabriel Felipe Figueroa como autor de la muerte
Nuestra. De los estudiantes.
de la sefiora Hilda Guerrero de Molina, la Jefatura desmiente
esa acusación, dado que el oficial Figueroa salía de esta capital Recoge la honda del «Quintazo».
integrando un contingente de refuerzo en momentos en que la víc­
tima ya ingresaba al hospital. DOCUMENTALISTA
h ij o Vamos a ver. Estas tres luchas se dieron en tres años distintos.
Al día siguiente comenzó la represión en Bella Vista. Cuando 1972, 1961 y 1967. Es decir, separadas. Ahora bien, hay un
cruzaba la calle, a mi madre la mataron de un balazo. El asesino dato que yo no tengo en mi documentación, y que rogaría a
fue el oficial Gabriel Felipe Figueroa, aunque la Policía lo des­ ustedes que me lo proporcionaran, si es que lo tienen. ¿Qué
mintió. Hoy, en el local de la FOTIA en Tucumán, hay un gran hubiera pasado si estos tres luchas se hubieran dado juntas?

104 105
Suena muy fuerte el ritmo de la chaya de la justicia. El cam­ FÁTIMA
pesino, el obrero y el estudiante unen el poncho, la caña y Cincuenta años. Endurecida por las privaciones, es capaz dé ines­
la honda, y le muestran todo al 'Documentalista, como res­ perada ternura.
puesta. Éste, entusiasmado, intenta recomenzar su discurso, LAUCHA
pero es interrumpido por el Jefe de Pista. Quince años, hijo de Fátima. El loquito del pueblo. Su picardía
suple su deficiencia mental.
JEFE DE PISTA
FABIÁN
f Interviniendo para que la situación no pase a mayores.) ¡Basta Joven, rebelde. Está dispuesto a todo.
ya! La función debe continuar.
SOLDATI
Sacerdote. Capaz de cualquier sacrificio por amor a su pueblo.
XVI. EL CALVARIO DEL CURA SOLDATI15' No tiene una edad definida. El relampagueo de su mirada es
(Drama rural en dos actos.) el de los revolucionarios o los profetas.
RELATOR
De la troupe del circo. Con su sonrisa constantemente colgada
PERSONAJES:
delante de la cara, y gestos ampulosos, se dirige al distinguido pú­
blico, seguro de conquistar la atención de los presentes con su .
ADMINISTRADOR
voz meliflua y su simpatía profesional.
Hombre cruel y despiadado, con un abusivo sentido de la auto­
ridad. Lascivo y cobarde. PEONES

JACINTO COMISARIO
Peón, alrededor de treinta años. Agobiado por la desgracia, pero
Va a comenzar la gran función.
no sumiso.
ROMUALDA ¡Atención, atención! Por fin ahora, en esta pista, y como sin­
Esposa de Jacinto. Joven y bella, pura en su inocencia. cero homenaje a las señoras y señoritas aquí presentes, la com­
pañía de artistas de este gran circo va a téner el honor de
1S En Simoca, una población de Tucumán, alguna gente recuerda aún presentarles, como estreno exclusivo, la famosa obra intitulada...
, la historia del cura Soldati. Llegó a la zona alrededor de 1911 y se
acercó a los campesinos. Aprovechaba su prédica religiosa para con-
El fantasma de los cañaverales o El calvario del curita Soldati.
cientizar en ellos su condición de oprimidos, la naturaleza de la desi­ El conocido cómico, el payaso Merche, hará el papel del mal­
gualdad que sufrían. Fundó entre d ios un incipiente, primitivo Movi­ vado administrador, ¡con la gracia que le es conocida! El payaso
miento campesino; organizó las «bandas de rotosos», encargadas de hacer Corcho será el rebelde curita..'. la maga Zoraida será Romualda,
justicia. La historia que aquí se cuenta rescata algunos hechos que la
la esposa del Jacinto, y... Tony González, el Rey del Trapecio,
memoria popular conserva como verdaderos: las oraciones transformadas,
adaptadas a la realidad del pueblo, que el cura enseñaba, y el juicio hará el papel de Jacinto, el peón. Todos los demás artistas del
popular a un, administrador abusivo y cruel, en el cual la conciencia del circo harán papeles acordes con su físico y personalidad, pero
rol social jugado por el acusado es más fuerte que la venganza contra de gran dramatismo y emoción. ¡Con ustedes, los artistas!
sus atíócidades. Transformada en leyenda, la historia del cura de los
pobres consigna que Soldati «regresa en los remolinos, y galopa con la Los artistas saludan al público y reciben los aplausos con apa­
cabeza; gacha porque aún hay injusticia en este mundo». ratosa humildad. A continuación, se retiran.

106 107
ADMINISTRADOR
PRIMER ACTO ¿Qué se te ofrece a vos? Habiá rápido que no estoy aquí para
perder el tiempo escuchanJolós a ustedes.
Comienza la música. Se acallan los aplausos. Bajan las luces. JACINTO
Nada, señor. Es que le quería pedir permiso para no trabajar
El clima se hace propicio para que el juego de esta tormenta hoy día. Es que me corté con el machete, señor...
de pasiones humanas comience a desencadenarse. Con la sola
intención de ayudar a este clima, el Relator ha desenrollado, Jacinto muestra su herida, malamente vendada con unos
casi imperceptiblemente, un telón pintado. Representa un día trapos sucios.
cálido del bochornoso verano. Al fondo se ven los ranchos
del pobrerh, cddnados por el sol. Algún perro husmeando ADMINISTRADOR
entre los restos, las siluetas brumosas del cdñaveral, las Así que no querés ir a trabajar, ¿no? (Hace restallar su látigo
nubes. en el suelo, dejando entrever por primera vez su verdadera con
dación.) ¿Te creés que no los conozco a ustedes? ¡Son todos
Escena I iguales, vagos y mentirosos! A ver, ¿acá es donde te has herido?
Administrador, Chinita (Le retuerce brutalmente el brazo lastimado.)
JACINTO
RELATOR ¡Ay! ¡Ay!
Era en los pagos de Simocá, allá poi 1911. En la finca de don ADMINISTRADOR
Robustiano Terán Posse... ¡Si no tenés nada, mujerata! (Ríe sádicamente.) ¡No tenes
nada, gaucho hijo de perra! ¡No querés trabajar y que te paguen
Pasa úna Chinita, igual, eso es lo que pasa! Poné la mano, a ver. (Lo golpea con
el látigo.) ¡Así vas a aprender a mentir, malparido!
ADMINISTRADOR
(Palmeándole las migas, lujurioso.) Adiós, moza. Escena III
CHINITA
Mismos y Romualda
(falsamente tímida.) jAy, patronato! (Vase.)
ROMUALDA
ADMINISTRADOR (Que pasa por allí y se d¿ tiene con un gesto de sorpresa al es­
Ja... estas dimitas. (Endureciéndose.) A ver, che, ustedes. cuchar los gritos de dolor.) ¡Jacinto! (Corre a atender a su
¡Traiganmeló al rotoso ese! marido.) Jacinto... (Se interpone tntre éste y el Administrador J
¿Qué le está haciendo usted a mi marido, señor Administrador?
Escena II Dejeló, por Dios se lo pido. ¡Si no ha hecho nada, no le pegue
Administradory Jacinto, Hombres más, por favor!
ADMINISTRADOR
Entran dos hombres, arrojan a Jacinto a los pies del Admi­ Brava la moza... querendona con su hombre. (Se acerca a Ro­
nistrador y se vm. mualda.) Pero yo también soy querendón... (La manosea.)

108 109
SOLDATI
ROMUALDA
¡Hable, cobarde! Se aprovecha con ellos porque en esta finca
No, no, ¡déjeme...! (A su marido, desesperada.) ¡Jacinto!
los tienen sudando sangre en el surco... y con eso les pagan, ¡con
¡Jacinto!
latigazos! (El Administrador deja caer el látigo.) Pero conmigo
ADMINISTRADOR no va a poder, señor Administrador.
¡Ja, ja, ja! ROMUALDA
(Se arrodilla a los pies de Soldati, besa su mano, refugiándose
Escena IV en él.) ¡Padrecito, no nos abandone, por el amor de Dios!
Mismos, Fátima, Fabián, Laucha
SOLDATI

ADMINISTRADOR
(A los peones, duramente.) ¡Y ustedes ahí, callados y aguan­
(A Fátima, Fabián y Laucha} que han entrado temerosamente.) tando! ¡Este hombre es fuerte porque ustedes son débiles! ¡Qué
lindo, ¿no?! Les están quitando la tierra, los tratan como a
A ver ustedes, ¿qué están haciendo ahí? Van a aprender quién
perros sarnosos. Y ustedes, calladitos. Alzan los trapos y se van.
manda acá, gauchos rotosos. Ya sé quién es el que los solivianta
¡A dejar cruces por los caminos! (Los peones agachan la cabeza.)
a Ustedes. Es ese cura, venido de la ciudad. A ver si escar­ ¿Acaso no tienen rabia cuando se les mueren los changos de
mientan de una buena vez y se dedican a trabajar sin levantar hambre, porque no tienen ni un pedazo de caña para morder? ¿Y
la voz. Al primero que se queje le va a ir peor que a este gaucho para qué tienen esos machetes? ¿Para adornarse?
revoltoso. Así que vayan aprendiendo, ¿eh?
FABIÁN ;
(Lanzándose contra el Administrador, con el machete en alto.)
Los campesinos han formado un grupo amedrentado por las
¡Lo vamos a hacer cagar!
risotadas y los denuestos del Administrador. En ese mo­
SOLDATI
mento, intempestiva y providencialmente, aparece el cura ( Interponiéndose.) ¡Un momento! ¡Qué van a hacer!
Soldati.
FABIÁN
Escena V (A quien los demás intentan retener.) ¡Lo vamos a hacer cagar
por hijo de puta!,
Mismos y Soldati JÁCINTO
¡Hijo de puta, alcahuete del patrón!
' SOLDATI
LAUCHA
¡Qué es lo que pasa aquí!
(Inocente.) E un mentiroso, e...
CAMPESINOS
SOLDATI
(Con murmullos esperanzados.) jEl curita!... ¡El curita!...
(Complacido.) Está bien. Lo vamos a castigar. (El Adminis­
SOLDATI trador retrocede, aterrado.) Pero antes le vamos a decir unas
¡Usted, ¿qué le ha hecho a ese hombre?! cuantas cositas para que escuche.

ADMINISTRADOR ROMUALDA
(Amilanado.) Nada, padre cura... ¡Sí, las verdades!

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SOLDATI ROMUALDA
Él tiene que saber por qué lo castigamos. (Imperativo.) ¡A ver, (Radiante.) Padrecito cura, todos los reunidos aquí presentes,
que se arrodille ahí! hemos decidido que el de un común acuerdo que el Adminis­
ADMINISTRADOR trador es...
¡Clemencia, clemencia! ¡Yo soy bueno! ¡Tengo familia! TODOS
(Señalándolo con la alegría de la justicia recobrada.) ...¡culpable!.
Jacinto y fabián lo obligan a arrodillarse.
El Administrador intenta escapar. Soldati lo impide.
JACINTO
,Por robarnos en el peso! ROMUALDA .

FABIÁN
Y como castigo, todas las mujeres y niños aquí presentes vamos
¡Por pagarnos con vales! a darle cada uno dos varillazos de mimbre por el... ¡culo! (Gritos
de aprobación de todos.) ¡Y después lo vamos a largar desnudól
JACINTO ¡Que se presente así en la casa del patrón!
¡Por violar a nuestras mujeres!
ADMINISTRADOR
ROMUALDA ¡No, no! ¡Piedad!
JACINTO
¡Por golpear a nuestros hombres!
¡Vamos, Laucha!
FÁTIMA FÁTIMA
¡Por ser amigo del patrón! ¡Usted primero, m’hijo!
LAUCHA
Laucha, feliz, le pega al Administrador con un pedazo de caña.
¡Ños roba ’ a plata del pasaje, nos roba...!
FÁTIMA TODOS
,Por mentimos que nos dará casa que nunca nos da! ¡Uno...! ¡Dos...!
JACINTO
Gran algarabía. Vanse.
,Por no dejarnos protestar!
FABIÁN SEGUNDO ACTO
¡Por no dejarnos reunir!
JACINTO RELATOR
¡Por acusarnos de ios robos que él hace! Y desde ese día el cura Soldati anduvo por todos los rincones
de esta patria chica, reparando la injusticia, castigando a los po­
FABIÁN derosos, dando de comer a sus rotosos y a los campesinos pobres
Reunamonós y decidamos el castigo. de esta zona de Simoca, los desposeídos de esta tierra nuestra.
Y un día Soldati hizo un alto en el camino y les habló a sus.
Se reúnen. Discuten un momento. Luego... rotosos...

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Escena I FÁTIMA
¡En parte tiene razón la Romualda! ¿Quién nos va querer ;
Soldati, Romualda, Jacinto, Fabián, Fátima, Laucha comprar? ¿El Administrador? ¡No!

Soldati predicando. Los campesinos lo escuchan con devoción JACINTO


y recogimiento. Si no la compran, la queman. Y se vienen al monte con nosotros.
FÁTIMA
SOLDATI
¡Como bestias hemos de andar! ¿Y qué comemos?
El Señor les decía a los pobres: «Más fácil es que pase un camello
por el ojo de una aguja que un rico por la puerta del cielo.» ROMUALIJA
¿Y por qué los ricos no entran? Porque lo pudren todo con su (Súbitamente iluminada.) Ña Fátima... comeremos lo que haiga,
avaricia, y con su querer tener más plata y más tierra. Y no te lo que comamos todos, y si no... (Con picardía.) ya nos apropia­
pagan nada por la cosecha, ¿no? ¡Y ellos sí tienen de todo! Y remos de lo que nos pertenece... los chanchos, las gallinas...
el Administrador... el Administrador es un sirviente del patrón. FÁTIMA
¡Y está podrido como él! ¡Ja! ¡Eso me gusta!
ROMUALDA SOLDATI
¡Padrecito... el Administrador ha olvidado que sus padres han ¡Bien dicho! (Vamos, entonces!
sido trabajadores, como nosotros!
Todo está decidido. Sobrevienen las desgarradoras despe­
SOLDATI
didas. Los adioses.
¡Cierto! ¡Ese hombre es un canalla! ¡Ahora lo hemos hecho
sonar... pero él va a querer volver a pisotearnos! ROMUALDA
FABIÁN Jacinto... (Cae en los brazos de su marido.)
¡Nunca! LAUCHA
SOLDATI Me voy, mama...
¡No nos-va a encontrar así, con las manos peladas! ¡Teinemos FÁTIMA
lps machetes! ¡Que nos sirvan para defendemos! ¡Nos vamos a Hijo mío...
ir al monte y lo vamos a esperar a él, al patrón y al que sea!
¡Vamos a perder la vida si es necesario! Con emoción sublime, Soldati bendice a los campesinos.
ROMUALDA
(Temerosa.) "Peto padrecito... ¿y quién va a cuidar por nosotros? Escena II
JACINTO Dichos, Administrador, Comisario
(Qué se impone al inesperado temor de su mujer.) Usted ya se
me está callando, ¿no? Acá van a quedar los changos y ustedes. Se escucha un galope de caballo que se acerca, un relincho.
Entre todos terminan de cortar. Entra violentamente el Administrador, seguido del Comisario.
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ADMINISTRADOR FABIÁN
¡Detenga a ese hombre, Comisario! ¡Está soliviantando a los (Con la voz quebrada por la indignación, repentinamente.) ¡No­
rotosos! sotros nos vamos al monte, como dijimos!
CAMPESINOS
¡El Administrador...! ¡La autoridad...! SOLDATI
( Forcejea con sus captores. Se suelta.) Recuerden lo que siempre
COMISARIO les he dicho... «más fácil es que pase un camello por el ojo de
¡Dése preso, Soldati! una aguja que un rico por la puerta dél cielo»...

La gente de Soldati lo rodea y cubre, defendiendo a su emita. Fátima besa el poncho de Soldati.

ADMINISTRADOR LAUCHA
¡Ja, ja, ja! ¡He venido con la justicia! ¡Usted no puede hacer ¡Suelte, mama!
nada, ni sus hediondos tampoco! jAcá tengo la orden del obispo SOLDATI
de San Miguel (Muestra un papel amariUento.) que lo manda Recemos... (Avanza, sereno en la fortaleza que da la lucha.) Creo
llamar! Lo van a mandar a las salinas... en Dios Padre Todopoderoso...
FÁTIMA CAMPESINOS
A las salinas... ¡no! (Transidos de dolor y esperanza, y con la conciencia de que viven
ADMINISTRADOR un momento supremo.) Creador del cielo y de la tierra, y en
...a que se pudra ahí hasta que se lo coman los caranchos. ¡Aquí... Jesucristo, su único hijo, que padeció...
aquí se acabó la revolución! ¡Ja, ja, ja!
SOLDATI
JACINTO (Desgarrado pero inquebrantable.) ...¡como nosotros, hijos de
{Se lanza contra el Comisario con el machete en alto.) ¡Al cu- esta tierra nuestra! ¡Fue azotado, humillado y torturado! Murió
rita no lo van a tocar! a golpe de machete. Bajó de la cruz...
CAMPESINOS
Suena un estampido. Jacinto cae.
Bajó de la cruz y al tercer día...
COMISARIO SOLDATI
¡Atrás! ¡Nadie se mueva! (Señala al Administrador, que retrocede como fulminado.) ...¡se
encontró con los mercaderes y los castigó! Creo en mi tierra, mi
ROMUALDA
surco y mi machete...
¡Jacinto! ( Corre hacia su marido y alcanza a sostenerlo mientras
CAMPESINOS
va cayendo, muerto, mira sus manos tintas en sangre y luego a su
Creo en mi trabajo, en mi vida y en mis hijos...
pequeño hijo.) ¡Huérfano...! (Comienza como a despertar de
una pesadilla. Advierte a sus espaldas la presencia muda y horro­ SOLDATI
rizada de sus compañeros.) ¡Cobardes...! ¡Gallinas! Se lo llevan ¡Creo en la justicia! ¡Quiero nuestro pan! ¡Creo en la vida del
al curita y nos están matando! (Cae desplomada, llorando, sobre hombre! (Como iluminado, más allá de la vida y de la muerte.)
el cuerpo inerte de Jacinto.) Hágase nuestra voluntad... y la de nuestro Señor.

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CAMPESINOS y su exultancia; el Documentalista ya no es más un teórico
(Sobrecogidos.) Amén. con anteojos. Son los actores que han representado la obra.
El fin del camino. Ahora se arman con una caña cada uno.
El Administrador y el Comisario se llevan a Soldati. Están frente al público, despojados, y comienzan el final dé
la obra, el principio de la historia. Frente al público, abar­
COMISARIO cándolo, cada uno con su caña empuñada con decisión, con
¡Vamos, Soldati! ¡Terminemos esta fantochada! serenidad, con sencillez; como hombres, como actores, comQ
trabajadores. Empiezan entonces a cantar.
FABIÁN
(Repentinamente.) ¡Vamos! ¡Al monte! TODOS

FÁTIMA Qué dulce la caña


¡Fuerza, m’hijo! qué amargo es el surco
pero hay que seguir y seguir.
Queda fijo el cuadro final de la tragedia: a un costado, Ro­
mualda llorando sobre el cadáver de Jacinto. En otro rincón Qué duro el destino;
la autoridad llevándose a Soldati. Más allá, Fátima, dando qué dulce la caña
ánimos a los hombres que parten a la lucha. Detrás yéndose, qué amargo es el surco y seguir.
los peones.
Es largo el camino !
RELATOR es duro el camino
Fue en los pagos de Simoca, allá por 1911... ¡Cuentan las gentes el fin del camino y seguir.
que en las noches de viento como ésta, en los remolinos anda
galopando el curita justiciero... que aprovecha los remolinos para Las voces se callan bruscamente. Comienza un ritmo lento
volver y volver a irse... y que galopa con la cabeza gacha, porque y simple dado por uno que golpea su caña contra el piso.
todavía hay injusticia sobre el mundo! ¡Con ustedes... los Luego se agrega otro, y otro, haciendo el ritmo cada vez más
artistas! complejo y rico hasta lograr un ritmo único y total que va
creciendo. Cuando todas las cañas suenan juntas sobre el
Los artistas se disponen por orden de importancia. Reciben fuerte redoble recomienza el canto.
los aplausos del público, saludan. Salen.
TODOS
Es duro el camino
XVII. EL FIN DEL CMAINO es largo el camino
pero es el camino a seguir.
Todo el grupo de actores que ha. intervenido en la represen­
tación deja ya sus trapos y sus disfraces. Abandonan los ins­
trumentos musicales, dejan de lado todo aquello que han uti­
lizado para representar la ficción y los juegos. Los payasos
ya no son payasos; el Jefe de Pista olvida su capa, su silbato

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