Sei sulla pagina 1di 3

Psicología de la Vejez Fernández

- Etapa de la vida.
- Envejecimiento: proceso. En la medida que envejecemos, la autora plantea que existen múltiples
diferencias individuales intrapsiquicas. Mayor diferenciación e individual: vejez.
- La psicología evalúa la capacidad motora, cognitiva, personalidad, mente y experiencia. Buscando
establecer las pautas o patrones de los cambios a través del ciclo vital y sus diferencias.

Paradigma de ballesteros: En cualquier comportamiento humano existe una base biológica, pero que se
construye también a través de una transacción entre el individuo y el contexto sociocultural donde lo psicológico
influye extraordinariamente.

Por ejemplo: una fuerte motivación determinará la reinstauración de una habilidad comportamental en ausencia
del sustrato que la hizo posible. El comportamiento explica mucho más el desarrollo o la involución del individuo
que ningún otro factor biológico o social.

Hay factores psicológicos que experimentan ganancias y otros que experimentan pérdidas:

¿Qué facultades emocionales y cognitivas se mantienen y declinan?

El desarrollo, continua toda la vida. Sostenido. Mientras hay intercambio entre individuo y contexto existirá
desarrollo.

¿Es lo mismo declive (1) y deterioro (2)?

- 1. Disminución de la funcionalidad de forma “natural”


- 2. Es más patológico; asociado a una enfermedad. (puede ser físico o mental) Ej.: Alzheimer

Desde las funciones cognitivas:

- Durante el proceso de envejecimiento se desarrolla un declive natural: proceso mental más lento,
menor eficacia en el funcionamiento cognitivo y la capacidad de respuesta.
- Se habla de planes de reforzamiento, estimulación cognitiva. Por lo tanto, la capacidad de aprendizaje
se mantiene

Mientras existen funciones cognitivas que declinan muy tempranamente, y otras aptitudes no lo hacen hasta
avanzada edad:

- Con respecto a la inteligencia, diferencia entre inteligencia fluida (1) y cristalizada (2)
1. También llamado biológica -> Capacidades de razonamiento, de respuesta, capacidad de
asociación, etc. En el envejecimiento esta disminuye. Crece exponencialmente hasta los 30 años y
luego empieza a decaer.
2. También llamada cultural -> Experiencias (adquisición de vocabulario, capacidad de expresarse,
contenidos culturales) aumento y se mantiene.

La teoría de la continuidad establece que existe un escaso cambio por lo que se refiere a preferencias, actitudes,
y actividades de las personas a lo largo de su ciclo vital.

Es un estereotipo que la vejez sea sinónimo de cambios negativos; estos prejuicios tienen efectos prescriptivos
en los propios individuos de edad madura.

Una de las características más notables del envejecimiento es su variabilidad: en la medida que la edad aumenta,
aumentan las diferencias de entre los mismos individuos.

Cognitivamente el ser humano se ve como un procesador activo de información. Durante la vejez se produce un
proceso de enlentecimiento y una menor eficiencia, tardando más en responder. Lo que se relaciona con el
aprendizaje, la retención o memoria de esa información. Sin embargo, los adultos mayores tienen una amplia
capacidad de aprendizaje, solo que necesitan más tiempo de procesamiento.
El declive se da en la memoria de trabajo y la memoria episódica. Pero existen recursos para mejorar estos
sistemas de memorias: actividades estimulantes, juegos, prácticas, repeticiones, ejercicios, atención,
compensaciones (libretas, agendas), organización mental, crear imágenes, etc.

La inteligencia biológica declina desde los 30 años en adelante: velocidad, fluidez verbal, aptitud espacial y
sensorial. Mientras que la inteligencia cultural; información, comprensión, vocabulario, se mantiene constante e
incluso mejora.

El funcionamiento intelectual también se puede compensar. Las personas que realizan actividad intelectual en
su vida cotidiana son menos propensas a presentar demencia. Desde la orilla positiva, el mayor expresa una
forma especial de resolver problemas.

La sabiduría es un nuevo constructo como tiene como atributo se dé con mayor probabilidad en la vejez. No
quiere decir que depende de esa edad, pero hay una prevalencia que apunta a los años mayores. La sabiduría
se define por Bales como un conjunto de conocimientos de experto en la pragmática de la vida. La sabiduría no
es un componente exclusivamente cognitivo, sino también emocional, afectivo e intelectual.

Funciones afectivas

Los sentimientos y las emociones conforman la afectividad como ámbito psicológico. A pesar de que la vejez
lleve varias situaciones conflictivas (jubilación, marcha de los hijos, pérdida de seres amados, enfermedades
crónicas). Pero al contrario de lo que se cree, las mayores personas no expresan menor felicidad, cuando se les
compara con las más jóvenes, sino al contrario. No existe una influencia de la edad en la expresión verbal de la
experiencia de felicidad. La paradoja de la felicidad es el hecho de que haya justamente una falta de incidencia
de la edad en la percepción de bienestar.

1) Cuando se es mayor, se experimentan emociones con la misma intensidad que cuando se es joven y
los mayores sienten emociones positivas con igual frecuencia que las personas más jóvenes.
2) La experiencia emocional negativa se da en mucha menor frecuencia a partir de los 60 años. Así, a
esas edades, existe más expresión de felicidad, gratitud por ejemplo, que expresiones negativas.
3) En la vejez existe una mayor complejidad y riqueza emocional. En la vejez se incrementa el manejo
adecuado de los afectos, y existe por tanto una mayor madurez afectiva.

La edad es una variable vacía. Es mejor predictor la personalidad, educación y funcionamiento intelectual.

La teoría de la selectividad socio-emocional indica que el rol del afecto y la cognición van reestructurándose con
la edad. Lo que permite mayor regulación de la emoción bajo una maximización de los aspectos positivos y una
minimización de los negativos, cuyo producto es una mayor satisfacción o bienestar.

Estereotipos de la vejez

Desafortunadamente hay una mayor inserción de una vejez conceptualizada negativamente en nuestra cultura.

Un estereotipo es un cliché o modelo fijo compartido y son aprendidos a través del proceso de socialización.
Estas imágenes o clichés tienen un poder causal, y son la causa de la conducta tanto individual como social
referida a ese objeto de conocimiento, terminando incluso en profecías auto cumplidas. Los individuos no son
conscientes de que algunas de sus formas de conceptualización sobre la vejez son extraordinariamente negativas
e influyen en comportamientos edaístas discriminatorios.

Los estereotipos desencadenan actitudes negativas que a veces provocan desigualdades sanitarias o sociales.
Es un cliché muy común que la gente mayor está deteriorada, es incapaz de aprender nuevas cosas, no pueden
cuidarse a sí mismo, y son desagradables y regañonas. Todas esas afirmaciones son falsas.

Los datos con los que se cuentan no avalan la existencia de un momento puntual en el que la salud se deteriore;
a todo lo largo de la vida existe una amplia capacidad de aprendizaje, y la gente no cambia su personalidad
cuando llega a la vejez sino que, muy al contrario, se envejece como se ha vivido y aún se tiene la oportunidad
de cambiarse, aunque dependerá su dificultad del tipo de personalidad (BigFive). Existe una extraordinaria
variabilidad en la vejez. Las diferencias entre las personas mayores superan las de cualquier otra edad. El declive
es tremendamente variable, inclusive en algunas personas simplemente no hay declive. Y que por lejos la
práctica es más importante que el declive convenido.

En múltiples aspectos la edad no es más importante que la práctica o la experiencia, sino que la experiencia o
la práctica tiene mayor influencia sobre la edad.

Los estereotipos negativos sobre la vejez influyen en su memoria, causan estrés y peores formas de combatirlo,
incluso, predicen menor sobrevivencia.

Conclusiones

La vejez es una etapa de la vida y el envejecimiento un proceso que ocurre a lo largo de la misma. Ambos
objetos de conocimiento son multidisciplinares. El proceso de envejecimiento psicológico no ocurre
isomórficamente al envejecimiento biofísico. Existen funciones psicológicas que declinan muy tempranamente
una vez llegadas a su máximo desarrollo, y otras que se mantienen incluso a lo largo de toda la vida.

Potrebbero piacerti anche