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Propósito: Enfatizar los desafíos que enfrenta la familia cristiana. Después que Dios creó a
nuestros primeros padres, les concedió dominio sobre el mundo (Gén.1:26; 2:15).
Formaron la primera familia, la primera iglesia, y marcaron el comienzo de la sociedad. De
este modo, la sociedad fue construida sobre la sociedad del matrimonio y la familia. Dios
les mandó que se multiplicasen (Gén.1:28). Creencias de los Adventistas del Séptimo Día.
Introducción: Hoy la familia enfrenta desafíos que socaban los mismos fundamentos de la
familia. Tales como: El divorcio, nuevas formas de matrimonio, homosexualismo,
influencias de los medios de comunicación, rebeldía juvenil, drogadicción, violencia
intrafamiliar, infidelidad conyugal, el satanismo, entre otras. Las familias viven en un
mundo peligroso. ¿Cómo hacer frentes a tales peligros?
Bienvenida: El primer desafío y principal fortaleza de una familia cristiana es: ser
cristiana. “La primera obra que debe hacerse en un hogar cristiano es asegurarse de que
el espíritu de Cristo more allí” (Hogar cristiano p.15).
Nuevo horizonte.: Un desafío importante es realizar el culto familiar; que ha sido por
generaciones un ritual espiritual bien establecido en los hogares cristianos. Sin embargo,
más que un ritual, el culto familiar puede proveer una base sólida para conectar a la
familia con Dios, creando un vínculo familiar duradero y dejando un legado espiritual.
Himno de alabanza o especial. “No olviden jamás que por el aprecio de los atributos del
Salvador deben hacer que el hogar sea un sitio alegre y feliz para ustedes mismos y para
sus hijos. Si invitan a Cristo al hogar, podrán discernir entre el bien y el mal. Podrán
ayudar a sus hijos para que sean árboles de justicia, que lleven los frutos del Espíritu” (HC,
p. 12).
Misionero Mundial: Nuestro hogar debe ser un Modelo de Amor. “El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace
nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia,
más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El
amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará” 1 Corintios 13:4-8.