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¿Cuál es la tesis que plantea el texto?

1. Concepciones actuales de teología fundamental, teniendo en cuenta su renovación frente


a las situaciones cambiantes del mundo o contexto.
La revelación como parte fundamental del estudio de la teología, frente a las corrientes
del pensamiento moderno y contemporáneo.

¿Qué argumentos desarrollan dicha tesis?

2. Que en esta renovación, la apologética o la teología fundamental tuvo que basar sus
argumentaciones de manera filosófica e histórica, para que con estas pruebas pueda hacer
frente a las amenazas que desafiaba en cierto tiempo. Pero estas crisis como nos dice el
texto son “un modo de afrontar teológicamente la fe y su situación en el mundo.” (pág.
38) Y es en este reconocimiento del hombre, en donde se da esta aceptación del misterio
y de aquello que se me revela, o como se citara más adelanta se auto revela. “el objeto de
la teología fundamental es, en primer lugar, la revelación.” (pág. 40)

¿Cuáles son las afirmaciones cuestionables del texto?

3. Lo que más me cuestiona, es la manera de presentar el argumento. Si bien se hace un


análisis de todo el desarrollo de la teología fundamental, veo necesario la exposición de un
análisis que proponga una mejores pautas para la ayuda critica no solo del mismo texto,
sino de la realidad que acontece a los problemas actuales del hombre o de las naciones.
Del mismo modo, podría darse el problema de que este estudio o análisis, pueda quedarse
encerada en sí misma, como algo meramente teórico o informativo, olvidando no solo al
hombre de hoy, sino a toda una realidad que está en constante desarrollo y como dice
incluso el texto, en una constante renovación. Me pregunto y pregunto ¿Será suficiente
establecer e identificar las causas de una falta de identidad de una disciplina o manera de
estudio sobre lo revelado, para comprender y experimentar lo esencial de la búsqueda del
hombre?

¿Se puede formular una tesis, contraria o complementaria?

4. Tal vez, pero muchas veces por querer dar una respuesta del mismo nivel o más, que los
otros tipos de conocimiento; se puede encerrar y delimitar a lo que realmente la puede
identificar. De manera que no solo se limita, al usar tipos de conocimiento o de nociones,
sino que a su vez limita a los mismos. Tal como se nos da entender en el texto, cuando
dice que “el consiguiente olvido del sujeto llamado a creer – lo cual conllevaría un riesgo
de extrinsecismo -, la presentación de ofrecer una demostración racional rigurosa, y su
insuficiencia teológica, resultado de su pretensión de no dar juego a la fe ni a la revelación
sino limitarse a un pretendido proceder meramente racional.”(pág. 39) Ahora bien, si se
sabe, que la razón como medio puede ayudar a la fe, no hay que negar que ciertas
concepciones del pensamiento humano, no son suficientes para entablar todo un dialogo
entre lo que nos revela Dios y lo que necesita comprender el hombre. Es necesario por
tanto, algo que nos lleve a encuentro profundamente intimo con ÉL. Algo que no solo nos
haga comprender lo que nos sucede, sino algo que nos ayude a vivir eso que Él quiere.
Cabe recalcar que solo tomo este pensamiento por poner un ejemplo, pero mi interés no
radica en observar solo los peligros que traería este, sino más bien el peligro o riesgo que
traería el apropiar al cristianismo y a la teología, toda la variedad de pensamientos de las
distintas épocas.

¿Qué puedo concluir del texto?

5. Como ya hemos notado el análisis de este texto, no solo se centra en el hecho de dar a
entender las concepciones de la teología fundamental y de su renovación; sino también de
cómo es la dinámica que se presenta entre Dios y el hombre y de como el hombre a través
de la historia y de la tradición se ha ido entregando y abriendo al misterio. Ahora bien,
desde mi experiencia pastoral y desde mi espiritualidad, podría decir que esta invitación
precisamente que se hace presente en el texto “… la revelación… exige al mismo tiempo
que el hombre salga de sí mismo y responda a su vez con la entrega de la fe.” (pág. 49) nos
muestra como los religiosos y los fieles o laicos, están en una constante determinación por
avanzar en un camino que lo van haciendo cara cara y en compañía de por quién se saben
amados y salvados. Esto, lo recalco, al notar el desasimiento que muchas veces nace de un
encuentro sincero y sencillo entre Dios y ellos. Al parecer, la fe del hombre se hace
presente y continua, en tanto este va saliendo de si, para encontrarse con quien ha
tomado la iniciativa y se le descubre su vocación a vivir en común unión con él y con su
prójimo. Tal como se nos cita en la encíclica Dei Verbum, numeral 119, asiendo voz de lo
que se nos presenta también en el texto cunado se llama e invita al ecumenismo y dialogo
“Además, deseo manifestar en esta circunstancia el respeto de la Iglesia por las antiguas
religiones y tradiciones espirituales de los diversos continentes; estas contienen valores u
respeto y colaboración porque pueden favorecer mucho la comprensión entre personas y
los pueblos.” (pág. 165)

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