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● FORMULARIO ANTEPROYECTO

1. INFORMACION GENERAL DEL ANTEPROYECTO

Nombre del Investigador: Katherin Paola Joven Rincon


Correo electrónico: ktyjoven@gmail.com
Teléfono: 3016084305
Dirección de correspondencia: Calle 18 N. 43-38 Apartamento 706 Edificio Torre San Jorge
Nombre de la línea de Investigación: Neurociencia cognitiva
Lugar de ejecución del anteproyecto: Pasto
Ciudad: Pasto
Departamento: Nariño
Duración (en años): 2 años y 6 meses.
Tipo de Proyecto: investigación aplicada.

2. RESUMEN DEL ANTEPROYECTO:

XXXX
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3. DESCRIPCIÓN DEL ANTEPROYECTO:

3.1 Planteamiento de la pregunta o problema de investigación y su justificación en

términos de necesidades y pertinencia; marco teórico y estado del arte.

Planteamiento del Problema

Tensiones geopolíticas en varias regiones del mundo han suscitado confrontaciones

bélicas entre territorios; primera y segunda guerra mundial, revoluciones en asía, rebeliones

en américa latina, cada una de ellas promovió el conflicto interno, generando concepciones

políticas divergentes, contradicciones en los modelos de gobierno, alianzas débiles,

apropiación de territorios, desolación, pobreza desconexión del estado y la nación. Al

profundizar en el posible origen de estos conflictos es común encontrar relación con las

ansias de poder, subyugación, necesidad de controlar y expansión de territorios (Nasi &

Rettberg, 2005).

La historia para Colombia no es muy ajena a esta realidad, desde 1946 cuando uno de

los partidos politicos del momento llegó al poder y distribuyo curules a sus partidistas, los

representantes de la oposición establecieron alianzas, fortalecieron sus mandatos y con el

deceso de un lider representativo los aires de revolución permearon la colectividad,

lastimosamente la revolución no se plasmó en terminos de desarrollo, allí se dio inicio a la

conformación de grupos al margen de la ley, denominados inicialmente guerrillas las cuales

cambiaron las bases de los ideales que les ayudaron a conformarse migrandolas a hechos

violentos, los cuales como consecuencia dejaban desplazados, desolación, muerte y falta

de esperanza (Nasi & Rettberg, 2005).

Al emerger y sucumbir rapidamente la dictadura, surge el frente nacional, quien

promovio la repatición de la burocración durante 16 años equitativamente con la premisa de

disminuir la violencia entre partidos, sin embargo el conflicto en las regiones no finalizaba
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durante la decada del 64 al 74 surgieron las guerrillas del ELN, FACR-EP y M19 su lucha

se fundamentaba en el socialismo, la mitigación de la injusticia, la exclusión politica y el

dominio de territorios, el surgimiento de los cultivos ilicitos permitió grandes fuentes de

financiamiento para el equipamento de armas y entrenamiento militar, los cuales

posibilitaron más actos violentos, los cuales, no solo afectaba la gobernabilidad del estado,

estas influian directamente en la calidad de vida de las personas, pasaron de simples

guerrillas a grupos organizados de terroristas (Niño, 2017).

Para 1990 el primer grupo subversivo (M-19) se desmoviliza, como resultante el país

cuenta con un movimiento politico adicional, Alianza Democrática M-19. Y 26 años despues

precisamente el 26 de septiembre del 2016 con la firma de los acuerdos de paz, la guerra

con las FARC, llegaria a su fin. El conflicto armado cesaria, los vientos de la reconciliación,

el perdón y la reparación demandarian las agendas de nuestro gobernantes y líderes

políticos. A la fecha el pais aportó 8.433.004 victimas al conflicto (Red Nacional de

información, 2019).

Con el propósito de asegurar las condiciones y el restablecimiento de los derechos de

las víctimas en el marco del proceso de paz y pos-acuerdo se crea el sistema integral de

verdad, justicia, reparación y no repetición es un sistema formado por diferentes

mecanismos judiciales y extra judiciales los cuales tienen como objetivo: “la satisfacción de

los derechos de las víctimas, en particular el derecho a la justicia, pero también contribuir a

garantizar sus derechos a la verdad, la reparación y la no repetición, así como contribuir a

la consolidación de la paz” (Paz, 2019).

En un contexto local durante las dos últimas décadas el Departamento de Nariño ha

estado inmerso en un escenario de violencia en donde el conflicto social y el tráfico de

estupefacientes han generado condiciones no favorables para las comunidades que le


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habitan; la calidad de vida y el bienestar de la población ha sido afectada y vulnerada. (Red

Nacional de información, 2019).

Según la Red Nacional de Información de la Unidad Nacional de victimas el

departamento ha tenido 603.282 eventos (ocurrencia de un hecho victimizante a una

persona) asociados con la violencia, estos eventos están clasificados en abandono o

despojo forzado de tierras, acto terrorista/atentados/combates/ hostigamientos, amenaza,

confinamiento, delitos contra la libertad y la integridad sexual, desaparición forzada,

desplazamiento, homicidio, lesiones personales físicas, lesiones personales psicológicas,

minas antipersonales/munición sin explotar/artefacto explosivo, perdida de bienes muebles

o inmuebles, secuestro, tortura, vinculación de niños, niñas y adolescentes a la guerra

(Red Nacional de información, 2019).

Nariño con un total de 1.744.228 habitantes es el 6° departamento más violento del país

aportando 430.503 víctimas declaradas al conflicto, lo cual permite inferir que cerca de 25%

de la población ha sido víctima directa de hechos asociados con la violencia (Red Nacional

de información, 2019).

Actualmente los reportes e investigaciones relacionados con la salud mental de los

colombianos son mínimos, a la fecha tenemos resultados de tres informes realizados por el

Ministerio de salud y protección social y otros aliados durante los años 2003, 2015 y 2017

no obstante, estos no hacen énfasis sobre los efectos neurocognitivos de las víctimas del

conflicto armado, si bien en el plan decenal de salud pública 2012-2021 (Social M. d., 2013)

se priorizan dos dimensiones asociadas a la sana convivencia y la salud mental a la fecha

los avances en estas dimensiones no son suficientes y no dan respuesta a las necesidades

de fondo.
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Estar expuesto al conflicto armado incrementa el riesgo de presentar un trastorno de

estrés postraumático u otro tipo de trastornos los cuales en cierta medida afectan la salud

del individuo, la guerra en si misma deshumaniza y disminuye las posibilidades de

desarrollo y crecimiento económico en las regiones, en este contexto los procesos

neurocognitivos a nivel individual se ven afectados a mediano y largo plazo, la violencia

política y sus diversas representaciones incrementan las probabilidades de estrés

postraumático y trauma psicológico, los cuales no solo afectan al individuo sino a las

familias, comunidades y sociedad en general, en palabras de (Rodríguez, De La Torre, &

Miranda, 2002):

“Los conflictos armados no sólo generan muertes, heridas y discapacidades

físicas, sino que también dejan huellas en la vida de las personas, las familias y

la sociedad” (p.2), “conjuntamente durante el conflicto armado se trastorna la

vida de las familias y se produce una gran desconfianza entre las personas, la

comunicación es pobre y hay mucho miedo o temor” (p.3) así las cosas no solo

afecta al individuo como habitante, también impacta las comunidades y los

territorios, la confianza y el dialogo se fracturan, imposibilitando quizá la

generación de lazos sociales, la solidaridad y el sentido de comunidad.

Estudiar la mente desde diferentes niveles de funcionamiento podría dar respuesta a las

necesidades de las personas en un contexto que permita la construcción de paz individual y

colectiva, en la medida que se conocen mecanismos cerebrales podríamos intervenir en la

construcción de escenarios de paz, pues si conocemos el impacto de las experiencias

traumáticas en los procesos cognitivos de los individuos podemos entender como cada uno

aporta a la construcción de paz en sus territorios.

Entre los efectos a la salud mental de las personas expuestas al conflicto armado

encontramos que las funciones cognitivas se ven alteradas. Sin embargo, es necesario
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identificarlas en nuestro contexto, dado que se desconoce si estas personas que pasaron

por eventos suficientemente estresantes fueron impactadas cognitivamente y en ellos hay

comportamientos asociados a cuadros de estrés postraumático.

Pregunta de investigación

¿Cuáles son los efectos del trastorno de estrés postraumático sobre las funciones

cognitivas de personas adultas víctimas de violencia política en el departamento de Nariño?

Justificación:

La OMS, define que la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo es

consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida,

trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”

(OMS, 2013). Cuando un individuo es expuesto a escenarios violentos y bélicos el estado de su

salud mental se afecta, diversas consecuencias psicológicas producto de experiencias

traumáticas influirán a corto, mediano y largo plazo en su vida, diferentes estudios

(Organización Mundial de la Salud, 2019) (OPS, 2019) describen que el impacto psicosocial

asociado al trauma afectará la vida de la persona en términos fisiológicos, psicológicos,

cognitivos, comportamentales y emocionales, y que este impacto no será solo individual sino

colectivo. En este sentido la exposición al trauma producto de hechos violentos hará que el

individuo tenga dificultades para trabajar de forma productiva y relacionarse en comunidad.

En adultos víctimas de violencia política los efectos del conflicto sobre el equilibrio mental

tienen múltiples manifestaciones, las personas pueden desarrollar diversos cuadros clínicos en

donde prevalece reacciones de estrés agudo, trastornos depresivos o ansiosos, trastorno de

estrés postraumático, actuaciones violentas intra e interpersonales y en algunos casos

consumo de sustancias psicoactivas (Castaño, y otros, 2018).


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Es importante precisar que no todas las personas expuestas al conflicto pueden presentar

dichos cuadros clínicos ya que prexisten ciertos factores que incrementan la probabilidad tales

como; edad, sexo, abuso de sustancias, escaso apoyo familiar y social, trastornos del

comportamiento previos al evento, trastorno afectivo, exposición a un evento traumático previo;

sin embargo, si es necesario mencionar que justamente la prevalencia de trastorno de estrés

postraumático tiene un estimado de 37.2% sobre la población expuesta, además que el

desarrollo de los síntomas asociados al TEPT (reviviscencias del evento, ansiedad, patrones

evitativos, pensamientos incontrolables, entre otros) dificultan la reincorporación laboral y social

del individuo (Barrera & Calderón, 2016).

En tiempos de pos-acuerdo y con base a las disposiciones de la justicia transicional, la

reparación de forma integral a las víctimas del conflicto es prioritaria, en el marco de la

reparación, la salud mental es un factor determinante y clave para la reconstrucción del tejido

social, no podemos construir sociedad artificialmente sin tener en cuenta que la víctima fue

quien experimentó la realidad de la guerra, y son ellos la base fundamental para la

reconciliación y construcción de paz territorial. (Castaño, y otros, 2018)

Existen pocas investigaciones en el contexto departamental que proporcionen resultados

sobre la relación entre el TEPT producto de traumas asociados a la violencia política y sus

efectos sobre las funciones cognitivas, por consiguiente, el estudio sobre los efectos del

trastorno de estrés postraumático sobre las funciones cognitivas de personas adultas víctimas

de violencia política en el departamento de Nariño”, permitirá conocer (la relación entre la

neurociencia cognitiva y la construcción de paz) XXXXXX mejorar la salud mental, la calidad de Commented [1]: Idea,,,,
Commented [2]: Enlace con los objetivos
vida de las personas, aumentar la productividad y sostenibilidad del territorio, favorecer

escenarios de convivencia colectiva, fortalecer la construcción de paz en el territorio en un

contexto de pos-acuerdo y en un territorio en donde la violencia tiende a reavivarse.


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Marco teórico

El conflicto armado colombiano y sus diversas representaciones de violencia establecen

numerosos factores de riesgo para la salud física y mental de las personas expuestas

directamente, estos factores de riesgo tienen relación con el deterioro de la calidad de vida, el

bienestar y el desarrollo colectivo de las comunidades, las consecuencias de la violencia no

solo generan secuelas en las personas expuestas, sino que indirectamente afectan a la

población en general (MSF, 2013). El conflicto armado cambia la vida de las personas y sus

familias produciendo desesperanza, desconfianza, ruptura de relaciones sociales, ausencia y

dificultad de comunicación entre miembros de la comunidad, lo cual hace muy complejo la

construcción del tejido social y la construcción de sociedad (Rodríguez, De La Torre, &

Miranda, 2002). Para (Aguilera, 2003), “las secuelas emocionales dejadas por la violencia

política reducen la capacidad vital de las personas y la energía necesaria para mantener o

construir el proyecto de vida personal y colectivo” (p.26).

Con la firma de los acuerdos de Paz en el año 2016 entre el Gobierno Colombiano y las

FARC-EP luego de medio siglo de guerra, la esperanza de pos-conflicto permeaba los rincones

más olvidados del territorio nacional, allá donde las víctimas eran el pan de cada día, la

expectativa de la reconciliación tocaba su puerta por primera vez, con la firma de los acuerdos

llegaba la época del pos-acuerdo una época prospera y llena de oportunidades desde la verdad

tanto para víctimas como para victimarios; llegaba entonces el momento de construir la tan

anhelada paz, la paz duradera (Niño, 2017). El despliegue gubernamental liderado por el Alto

comisionado para la paz establece en sus prioridades la función de Promover un Pacto Político

Nacional que busque la reconciliación nacional y la convivencia pacífica entre los/las

colombianos/as, los pactos territoriales de paz y convivencia a través de los Consejos

Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia, así como la Comisión de pedagogía,


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educación, comunicación, arte y cultura de paz, Comisión de Paz Territorial y Comisión de

veeduría y garantías de no repetición (Paz, 2019).

El compromiso con la construcción de la Paz estaba hecho, era necesario pasar de un

contexto negativo, de la crisis permanente, de la vulneración de los derechos humanos, a una

postura positiva, en donde se promoviera el respeto por el otro, la paz sostenible y duradera a

través de procesos trasformadores de conflictos desde la sana convivencia (Paladini, 2011).

Para la construcción de paz y convivencia en los territorios se deben abordar elementos

propios de las competencias ciudadanas y habilidades sociales; por ello es necesario

mencionar que estas dependen de la maduración estructuras del sistema nervioso central y del

sistema nervioso periférico, además están vinculadas directamente con la cognición social, a su

vez la cognición social se relaciona con las funciones ejecutivas las cuales se conciben con

habilidades que facilitan el relacionamiento conductual entre seres humanos (Cárdenas,

Carrillo, Mazuera, & Hernández, 2018).

Luego de la firma los retos para la construcción de Paz en los territorios debían

priorizarse de acuerdo con (Vargas & Hurtado de Mendoza, 2017) el listado de municipios

priorizados por la Consejería de Postconflicto y la Agencia de Renovación del Territorio en

febrero de 2017, comprendía 50 municipios ubicados en 14 departamentos, allí los

departamentos de Antioquia, Putumayo y Nariño tienen la participación más numerosa en ese

listado, teniendo en cuenta el número de víctimas y eventos relacionados con la violencia. (p.8)

Firma, acuerdo, compromisos y priorización; ahora el reto pasaba a los territorios,

específicamente la responsabilidad de la construcción de Paz recaía en cierta medida en

uno de sus actores, en las víctimas del conflicto, se instauró entonces el interrogante de

cómo construir convivencia ciudadana y escenarios de paz sostenibles si en su condición

de victimas experimentaban condiciones no favorables, síntomas disociativos producto de


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la guerra, experiencias traumáticas, deterioro cognitivo (Londoño, y otros, 2013),

alteraciones de su cognición social (Aguilera, 2003).

De igual importancia los diferentes efectos neurocognitivos asociados a experiencias

traumáticas de origen violento pueden influir a mediano y largo plazo en el normal

funcionamiento de los procesos cognitivos relacionados con la memoria, la atención, la

toma de decisiones, entre otros. Todas las áreas de funcionamiento estarán en mayor o

menor medida afectadas por el trauma, el organismo sufre repercusiones a corto, medio y

largo plazo en su sistema neurobiológico (Nieto & Lopez, 2016).

Por ello entender elementos claves sobre la salud mental, trauma y estrés

postraumático son trascendentales; en primer lugar y con base en Ley 1616 de 2013, Art. 3 se

entiende como salud mental: “Un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través

del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y

colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida

cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la

comunidad” (Social, 2013), para la OMS es “un estado de bienestar en el cual el individuo es

consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida,

puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su

comunidad”. (OMS, 2013).

En segundo lugar se entiende como trauma a una experiencia que desequilibra al

individuo generando múltiples respuestas para compensar la experiencia vivida, en palabras de

(Martínez, Ucros, & Vanegas, 2016), el trauma representa una situación concreta en la vida de

una persona, quien no podrá integrar este hecho en forma consciente a la experiencia vivida.

(p.3) Este evento traumático repercutirá en el individuo a corto y largo plazo y usualmente

queda instaurado permanentemente en la memoria del individuo.


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En tercer lugar el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un síndrome clínico que

logra desarrollarse después de estrés traumático extremo, según el manual DSM V (APA,

2013), la característica principal del TEPT es la aparición de síntomas particulares que siguen a

la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, donde el individuo

vive hechos que representan un peligro real o cualquier otra amenaza para su integridad física;

la incidencia del TEPT se relaciona con la carga estresora, las vulnerabilidades personales del

individuo, los recursos de protección, la autoestima y el soporte o ancla social (Mingote,

Machón, Perris, & Nieto, 2001) se concibe como una condición incapacitante dado que el

individuo presenta síntomas clínicos, secuelas emocionales, patrones conductuales evitativos,

lo cual hace que la reincorporación familiar, social, académica y laboral sea compleja (Barrera

& Calderón, 2016). Las afectaciones cognitivas más frecuentes durante el proceso traumático y

posterior a él se relacionan con alteraciones a la consciencia, afectaciones a la memoria y

percepción, identidad, alteraciones del estado del ánimo, predisposición consumo de

sustancias psicoactivas (Londoño, y otros, 2013). Para contrarrestar el impacto de los síntomas

asociados al TEPT el individuo emplea mecanismos de defensa asociados con estrategias

evitativas, de aislamiento social, negación, lo cual dificulta su reincorporación a los diferentes

sistemas sociales en los cuales estaba inmerso antes del trauma (Campos, Páez, & & Velasco,

2004).

En último lugar, el proceso de Rehabilitación del TEPT suele diseñarse a través de

diferentes estrategias terapéuticas como la psico-educación, desde la psicoterapia a través de

la terapia cognitiva, terapia cognitivo conductual, terapia de exposición, desensibilización y

reprocesamiento del movimiento ocular, psicoterapia dinámica individual y de grupo y desde la

terapia farmacológica medicamentos antidepresivos tricíclicos (ADT) o inhibidores de la

monoaminoxidasa (IMAOS), ansiolíticos, ISRS para síntomas de embotamiento y de evitación,

agentes antiadrenérgicos para los síntomas de hiperactivización fisiológica, litio,

benzodiacepinas, anticonvulsivantes la carbamazepina (Mingote, Machón, Perris, & Nieto,


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2001). Es indispensable el tratamiento psicológico y psiquiátrico de manera tal que el individuo

regule la sintomatología que altera los procesos emocionales, cognitivos, conductuales y

volitivos (Carbonell, 2002).

Estado del arte

La ciencia cognitiva provee un sin número de datos e información que permite entender la

dinámica entre el desarrollo del individuo los modelos asociados al trauma, memoria y

disfunción emocional (Brewin, 2001). Cuando un individuo es expuesto a un trauma sus áreas

de funcionamiento cognitivo estarán expuestas y afectadas en menor o mayor proporción

teniendo en cuenta factores propios del individuo, la tipología del trauma, así como el impacto

del mismo, un episodio traumático representa para la salud mental una alteración de las

dimensiones psicobiológicas influyendo en el relacionamiento social y la construcción colectiva

(Nieto & Lopez, 2016), comprender la conducta del individuo que ha experimentado episodios

traumáticos permitiría despejar varios interrogantes asociados a la consciencia, la

personalidad, relación entre la concepción del hombre y su relacionamiento social (Slachevsky,

Silva, Prenafeta, & Novoa, 2009; Husain, y otros, 2011).

Entre los problemas asociados al estrés postraumático en victimas adultas de conflicto

armado son frecuentes: síntoma de reviviscencia, síntoma de evasión, síntomas de

hipervigilancia y reactividad, síntomas del estado del ánimo (Barrera, Calderón, & Aguirre,

2017; Londoño, y otros, 2005) deterioro cognitivo, síntomas disociativos que reflejan

alteraciones de la consciencia, la memoria, la identidad y la percepción (Londoño, y otros,

2013), consumo de sustancias psicoactivas (Howard & Breslau, 2000; Najavits, Weiss, & Shaw,

2002) , modificaciones comportamentales (Barrera & Calderón, 2016; Richards, y otros, 2011;

Londoño, y otros, 2005).


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Otros autores como (Martín & De Paúl, 2004), presentaron resultados sobre la frecuencia

de los síntomas por estrés postraumático TEPT y las consecuencias psicológicas que padecen

las victimas en diversas situaciones traumáticas, analizando otros determinantes como el

género, la edad, tipología del trauma (Ojeda & Garcia, 2011), tiempo de exposición,

diagnósticos previos asociados a la salud mental, concluyendo que; experimentar una situación

traumática establece un factor de riesgo determinante para la sintomatología postraumática,

sumado a ello la tipología del trauma aumentaba el riesgo de presentar síntomas asociados al

TETP, conjuntamente la combinatoria de variables como edad, genero, situación traumática

aumentaba el riesgo de diagnóstico.

Por otra parte (Sarmiento, 2016), concluyó en su investigación que la población con mayor

riesgo de experimentar TETP es la población desplazada “el doble y seis veces más

comparado con la población vulnerable sin aseguramiento y la población asegurada,

respectivamente” es importante entonces mencionar que a nivel nacional el conflicto armado

registra una cifra de 7.478.723 de personas desplazadas de las cuales 388.496 corresponden

al departamento de Nariño (Red Nacional de información, 2019).

De igual importancia respecto al deterioro cognitivo resultados de investigaciones

concluyen que individuos con TEPT presentan dificultades en procesos como la atención

(Daniels, Frewen, McKinnon, & Lanius R, 2011), alteraciones en la memoria (Berthier,

Kulisevsky, Fernández, & Gironell, 1998), compromiso en el funcionamiento ejecutivo, dificultad

en actividades que requieren flexibilidad cognitiva (Barrera, Calderón, & Aguirre, 2017), así

como alteraciones de la consciencia, la percepción y la identidad (Londoño, y otros, 2013).

Los instrumentos evaluativos empleados para la medición del TEPT en un contexto

nacional e internacional se encuentran, Listado de situaciones traumáticas y estresantes, la

Evaluación de Trauma para Adultos (TAA) Revisada, la Entrevista Estructurada para TEPT,

Checklist of Stressful and Traumatic Events (Black, 1984), Trauma Assessment for Adults

(TAA) Revised (Resnick, Best, Kilpatrick, Freedy, Falsetti y Dansky, 1997), Structured Interview
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for PTSD (SIP) (Davidson, 1997). Para el deterioro cognitivo se han empleados instrumentos

como; Mini International Neuropsychiatric Interview M.I.N.I., Cuestionario de contenidos

esquemáticos de los trastornos de la personalidad CCE-TP, Escala de Estrategias de Coping

Modificado EEC-M.

3.2 Objetivos:

General: Identificar los efectos del trastorno de estrés postraumático sobre las funciones

cognitivas de personas adultas víctimas de violencia política en el departamento de Nariño.

Específicos:

I. Describir las características psicosociales de los participantes de la investigación.

II. Describir la prevalencia del TETP en personas adultas víctimas de violencia política

en el departamento de Nariño.

III. Determinar el nivel de deterioro cognitivo en personas adultas víctimas de violencia

política en el departamento de Nariño.

IV. Determinar los factores de riesgos socio-demográficos relacionados con el trastorno

de estrés postraumático y deterioro cognitivo en personas adultas víctimas de

violencia política en el departamento de Nariño.

3.3 Metodología Propuesta

El diseño de esta investigación está sustentado en el paradigma cuantitativo, según el

método de investigación el estudio será de tipo exploratorio para la identificación de los

efectos del trastorno de estrés postraumático sobre las funciones cognitivas de personas

adultas víctimas de violencia política en el departamento de Nariño y descriptivo transversal


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para la determinación de la prevalencia del TEPT, así como el nivel de deterioro cognitivo.

Este estudio es de tipo no experimental, se realizará en el ámbito social.

Población: adultos víctimas de violencia política residentes o procedentes del

Departamento de Nariño (Colombia). Como criterio de inclusión se tendrá en cuenta el

Departamento de origen, edad entre los 18 y 65 años, ausencia de enfermedad mental

grave (diagnóstico clínico por psiquiatría) y el consentimiento informado.

Muestra: será escogida por medio del muestreo aleatorio simple, estará comprendida por

541 adultos de ambos sexos, los cuales serán seleccionados de las 21 mesas de victimas

del departamento de Nariño.

Instrumentos:

▪ Instrumento ad hoc para datos sociodemográficos y clínicos.

▪ Entrevista semiestructurada SCID-IV para confirmar TEPT.

▪ C.I.T, Cuestionario impacto del trauma: instrumento de evaluación autoaplicado,


destinado a la evaluación de la sintomatología postraumática, la sintomatología
general, la alteración de las creencias y el deterioro del funcionamiento
experimentados a raíz de la vivencia, directa o indirecta, de cualquier tipo de
acontecimiento traumático. Si bien la prueba toma como referencia los criterios
diagnósticos DSM-5 y CIE-11 para TEPT, también incorpora las aportaciones de los
estudios recientes sobre la estructura latente de la sintomatología postraumática, así
como aportaciones clínicas y experimentales sobre otras áreas afectadas por el
trauma.

▪ El SCIP-S: prueba de screening cognitivo específicamente desarrollada para


detectar y evaluar el estado cognitivo de adultos. Está compuesta por 5 pruebas
breves que exploran la memoria, la atención, la función ejecutiva y la velocidad de
procesamiento.

▪ Procedimiento:

1) Visitar a los líderes de las 21 mesas departamentales de víctimas en Nariño.


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2) Reunión con líderes y participantes de las 21 mesas departamentales de


víctimas en Nariño (MVDN) para socialización del proyecto y firma de
consentimiento informado.

3) Realizar acuerdo para la ejecución de cronograma de aplicación de


instrumentos en las MVDN.

4) Fase de campo (aplicación de instrumentos), revisión de datos.

5) Carga y envío de datos.

6) Análisis e interpretación de datos.

7) Envío de resultados preliminares.

8) Estructuración de resultados.

9) Elaboración de productos de transferencia de conocimiento.

10) Presentación de resultados a las MVDN.

3.4 Cronograma de Actividades:

NOMBRE DE MES
LA
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2
ACTIVIDAD 1 2 3 4 5 6 7 8 9
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
Visita a los líderes
de las 21 mesas
departamentales X X
de víctimas en
Nariño.
Reunión con
líderes y
participantes de
las 21 mesas
departamentales
de víctimas en
Nariño (MVDN)
X X X X
para socialización
del proyecto y
firma de
consentimiento
informado
Acuerdo para la
ejecución de
cronograma de
aplicación de X
instrumentos en
las MVDN
Fase de campo
(aplicación de
instrumentos),
X X X X X
revisión de datos
Carga y envío de
datos
X X
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Análisis e
interpretación de X X X X X
datos
Envío de
resultados X
preliminares
Estructuración de
resultados
X
Elaboración de
productos de
transferencia de
X X X X
conocimiento
Presentación de
resultados a las X X X X
MVDN

4. Resultados/Productos esperados y potenciales beneficiarios:

Resultado/producto esperado Beneficiarios


Incremento del conocimiento sobre estrés Victimas.
postraumático en victimas adultas del Sociedad civil.
conflicto armado. Investigadores científicos.
Líderes comunitarios.
Psicólogos clínicos.
Incremento en el conocimiento la relación Instituciones constructoras de paz.
del estrés postraumático y las funciones Entes gubernamentales.
cognitivas.
Construcción de referentes teóricos y Comunidad académica nacional e
generación de conocimiento de alto nivel internacional.
para los Investigadores de nuestro medio.
Fortalecimiento del Plan y acuerdo Victimas.
estratégico Departamental en CTeI – PAEDs Sociedad civil.
del Departamento de Nariño. Foco Investigadores científicos.
estratégico N. 5 Desarrollo Humano y Social: Líderes comunitarios.
proyecto titulado: “el estudio de correlación Psicólogos clínicos.
y el alcance de las acciones comunitarias e Instituciones constructoras de paz.
institucionales en nombre de la construcción Entes gubernamentales.
de paz territorial en el departamento de
Nariño.
Socialización y divulgación de la Victimas.
investigación en varios sectores Sociedad civil.
institucionales. Investigadores científicos.
Líderes comunitarios.
Fortalecimiento de la línea de investigación Comunidad académica nacional e
de la Universidad Autónoma de Manizales; internacional.
Neurociencia Cognitiva.
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Participación en eventos locales, nacionales Comunidad académica nacional e


o internacionales, con la propuesta o internacional.
resultados de la investigación.
2 Publicaciones en revistas internacionales Comunidad académica nacional e
y nacionales de alto impacto. internacional.

Vinculación de estudiantes de pregrado y Estudiantes de los programas de Derecho,


posgrado en el semillero de investigación. Psicología y Maestría en Derechos Humanos y
Gobernanza.

5. PRESUPUESTO

Rubros Inversión

BIBLIOGRAFIA $

DESCRIPCION EQUIPOS $0

MATERIALES E INSUMOS El SCIP-S: prueba de $2.600.000


screening cognitivo
PERSONAL CIENTÍFICO $

PUBLICACIONES Y PATENTES $

SALIDAS DE CAMPO $

SERVICIOS TECNICOS $

SOFTWARE $0

VIAJES $

Total $

Bibliografía

Aguilera, T. A. (2003). Las secuelas emocionales del conflicto armado para una política pública
de paz . Convergencia, 11-37.
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postraumático agudo en una muestra de personas, víctimas de un atentado con carro-
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