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El Derecho Procesal, contiene las normas a las que deben ajustarse los procedimientos
a seguirse en el ejercicio de una acción ante los tribunales judiciales, como modos de
presentación o plazos, y aquellas reglas a las que los jueces deben ajustarse para
aplicar el Derecho en sus sentencias.
El Derecho Civil, regula las relaciones entre particulares, ya sean personas físicas o
jurídicas, o el propio estado, cuando no lo hace en ejercicio de su poder como autoridad
pública. Es la más utilizada entre las ramas del derecho ya que comprende las
relaciones patrimoniales, personales, de vecindad, de familia, de derecho sucesorio,
etc.
El Derecho Comercial, o Mercantil, se encarga de regular la actividad de los
comerciantes, y sus relaciones comerciales, denominadas actos de comercio.
El Derecho Laboral es el que se refiere a las relaciones entre los patrones y sus
empleados, fijando sus deberes y derechos recíprocos, así como la protección de la
parte más débil de la relación: el trabajador.
El Derecho Internacional Privado trata de la regulación de las relaciones entre
particulares, con domicilios en diferentes países, o hechos acaecidos en diferentes
estados.
El Derecho Internacional Público, rige las relaciones entre distintos estados u
organizaciones internacionales.
EL DEREHO PUBLICO
Se conoce como derecho público a una parte de los ordenamientos jurídicos cuyas
normas atañen al poder público y sus relaciones con los individuos, las organizaciones
y consigo mismo, siempre que éste se ejerza como representación de los intereses del
Estado.
Dicho en otras palabras, se trata de la rama del derecho positivo que ordena las
relaciones de subordinación y supraordenación entre el Estado (representado por la
Administración Pública) y los particulares, así como entre los distintos organismos que
componen al Poder Público.
Junto con el derecho privado, compone la rama del derecho positivo, es decir, aquel
que se encuentra contenido en una legislación por escrito (Constitución, Ley, etc.) y de
acuerdo y aceptación por la comunidad en la que rige.
Por lo tanto, el derecho público es también parte del ordenamiento jurídico construido
por las sociedades para regir su propio funcionamiento, y al que toda ella elige
someterse.
El derecho público puede variar enormemente de acuerdo a la nación que rige, pero en
líneas generales se rige por dos principios rectores:
Principio de legalidad. Establece que toda acción de los poderes públicos debe estar
inscrita necesariamente en el orden jurídico vigente, es decir, debe contar con
seguridad jurídica, conforme a su jurisdicción y naturaleza. Es decir: el Estado no puede
violar las leyes.
Principio de imperio. Establece que toda relación entre el Estado y los particulares se
ejerce desde una situación de desigualdad en la que el primero tiene el dominio
(imperium) por lo que estará ejerciendo una potestad pública. Es decir: el Estado es la
autoridad.
El derecho privado se distingue del derecho público, que se ocupa de las relaciones del
Estado, aunque también le atañen las situaciones en que la administración pública
actúe como un particular más (y no como el Estado normativo). Esta distinción entre
ambas corrientes del derecho data de tiempos antiguos (la jurisprudencia del Imperio
Romano) y es fundamental para la sistematización del derecho como lo entendemos
hoy día.
Esta rama del derecho se rige por dos preceptos fundamentales, que son:
Autonomía de la voluntad. Estipula que las interacciones entre las personas, en la
búsqueda de sus propios intereses, se llevan a cabo de propia y libre voluntad, sin
presencia de coacciones, engaños, violencia u obligación. Sólo así podrán tener
vigencia legal, siempre que no contradigan lo establecido en ningún ordenamiento legal.
Igualdad ante la ley. En los actos privados los sujetos de derecho se someten al mismo
marco jurídico y se encuentran en un punto de igualdad ante la ley, es decir, ninguno
escapa a los designios de ésta ni puede exigir del otro nada sin un acuerdo de
voluntades.
Ver también: Derecho Mercantil.
Ramas del derecho privado
El derecho privado comprende las siguientes ramas o categorías:
Derecho civil. Llamado también “derecho común”, regula las relaciones y transacciones
jurídicas entre las personas, así como lo que involucre a sus derechos, libertades,
patrimonios o transmisión de éstos.
Derecho comercial. Rige las transacciones comerciales y los intercambios de bienes y
servicios por dinero.
Derecho laboral. Controla y ordena las relaciones entre patrones y trabajadores.
Derecho rural. Regula los asuntos de la vida en el campo y la producción agropecuaria.
Derecho internacional privado. Regula las transacciones comerciales que se producen
entre Estados y particulares de otras naciones, o entre dos Estados actuando como
particulares.
Diferencias entre derecho público y privado
La diferencia fundamental entre derecho público y privado, como dijimos, estriba en la
presencia del Estado. En principio, si las acciones atañen al Estado o a la
administración pública, se tratará de un acto de derecho público; mientras que si
involucran a dos o más particulares, asuntos de índole personal o patrimonial de
terceros, se tratará de un acto de derecho privado.
Esto significa, en términos concretos, que las normas promulgadas por el derecho
público son normas de subordinación, ya que el Estado es el garante del pacto social y
es quien debe velar por el cumplimiento de las leyes y de lo establecido en la
Constitución Nacional, incluyendo vigilarse a sí mismo.
En cambio, las normas del derecho privado son nombras de coordinación, pues sirven
para poner de acuerdo o regular las negociaciones entre dos partes independientes e
iguales ante la ley, para garantizar que ninguna ejerza acciones indebidas sobre la otra.
También existe la posibilidad de que el Estado mismo actúe como un particular,
comprando o vendiendo bienes y servicios, negociando con otros Estados o con
particulares internacionales, etc. En esos casos, también, hablaremos de derecho
privado, ya que el Estado se someterá como una persona cualquiera a los términos de
igualdad ante la ley y de autonomía de la voluntad.