Dando continuidad a mis recientes publicaciones en este diario me
gustaría dar una última visión sobre lo que para mí supone e
implica la palabra liderazgo, y en esta ocasión, me gustaría analizarlo desde la base, desde el líder, la persona que dirige un equipo. Así terminaba mi anterior artículo, con una reflexión de Stephen Covey que me gustaría volver a recuperar como base para este: “Se puede comprar el trabajo de una persona, pero no se puede comprar su corazón. En el corazón está su lealtad y su entusiasmo. El corazón y su talento lo entregan a quienes ellos eligen. Ser líder es ser una oportunidad”.