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TIPOS DE QUESO
QUESO FRESCO
De acuerdo a la NTE INEN 1528, el queso fresco es el queso no madurado, ni
escaldado, moldeado , de textura Relativamente firma, levemente granular, preparado
con leche entera, semidescremada, con coagulada con enzimas y/ o ácidos orgánicos,
generalmente sin cultivos lácticos. También se designa queso blanco. (INEN, 2012)
QUESO MOZARRELLA
Es el queso no madurado, escaldado, moldeado, de textura suave elástica (pasta
filamentosa), cuya cuajada puede o no ser blanqueada y estirada, preparado de leche
entera, cuajada con cultivos lácticos, enzimas y /o ácidos orgánicos o inorgánicos.
(González, 2014)
QUESO RICOTTA
Es el queso de proteínas de suero no madurado, escaldado, alto en humedad, de textura
granular blanda o suave, preparado con suero o sin suero de leche o suero de queso con
leche, cuajada por la acción del calor y la adición de cultivos lácticos y ácidos orgánicos.
(González, 2014)
QUESO MADURO
El queso maduro o curado es aquel que, a diferencia de los quesos pertenecientes al grupo
de los quesos frescos, no se elabora con la finalidad de ser consumido de inmediato, sino
de someterlo a un proceso de oreo o secado y posteriormente de maduración con un
tiempo variable, donde el queso alcanza un afinado determinado en cuanto a nivel de
acidez, textura, color, olor, sabor, regusto, etc. (MARTNEZ, 2017).
El orégano
CLORURO DE CALCIO
(Martínez, 2017) Menciona que tiene como función darle mayor firmeza mecánica a la
cuajada. Esto es peculiarmente importante al tratar leche pasteurizada ya que durante
la pasteurización, se produce descalcificación parcial de las caseínas.
Estos llamados agentes son los responsables del cambio de la cuajada del queso en su
producto final que son las enzimas que vienen de:
Todos los tipos de queso aportan a nuestra dieta un gran valor nutritivo (González,
2014).El queso contiene por tanto casi todos los principios alimentarios necesarios para
el crecimiento y desarrollo humano, por lo que es muy recomendable su consumo para
todos y en especial en las etapas de la infancia y la vejez.
Está demostrado que el queso puede ayudar a reducir los efectos de las patologías crónicas
como la osteoporosis, cálculos renales y diabetes del tipo 2.El queso también es un
alimento muy bueno para las mujeres embarazadas. Una buena medida es incorporar a su
dieta, una ración de queso de 150 g diarios, repartidos en dos tomas. De esta forma, los
especialistas señalan que se cubren las necesidades de calcio, vitamina D y otros factores
nutritivos. (MARTNEZ, 2017).