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Gadir, Gades, Qadis, Cádiz: una breve historia

Por Bernardo Ríos - 27 mayo, 2019

C ádiz es una pequeña ciudad de Andalucía, la comunidad autónoma que ocupa el extremo sur de
España. Se sitúa en una pequeña península unida al resto del país por un pequeño istmo de marismas.
Vista desde el aire, parece una islita totalmente urbanizada. C on una población de 117.000 habitantes,
es la capital de su provincia pero no la ciudad más poblada, que es Jerez de la Frontera.

Se trata de una auténtica fortaleza cuyas murallas caen al océano Atlántico, y durante buena parte de
su historia miró tanto hacia América como hacia el resto de España. Ha tenido épocas de auténtico
protagonismo en el país y épocas de la más dolorosa insignificancia.

Cádiz, en el centro. I nmediatamente al oes te, el Río San Pedro (Puerto Real), y al s ur, San Fernando (la antigua I s la de León). Al
norte de la bahía de Cádiz, vis ible, Rota

Los gaditanos nos enorgullecemos, además de la belleza de nuestro casco histórico y de nuestro
carnaval, de que nuestro hogar tenga el título de ciudad más antigua de occidente, según la tradición.
Las fuentes clásicas nos dicen que fue fundada poco después de la guerra de Troya, en viajes realizados
por comerciantes de Tiro, una importante ciudad fenicia, alrededor del -1100.

Contenidos del artículo: [o culta r]


Gadir, la ciudad fenicia
Bajo la influencia de C artago
C omo ciudad romana: Gades
Tras la caída de Roma y la ciudad árabe: Qadis
La ciudad de la C orona de C astilla: C ádiz
La Edad Moderna de C ádiz
Siglo XVI: la época de los descubrimientos
Siglos XVII y XVIII: la época dorada de C ádiz
La Edad C ontemporánea en C ádiz
Siglo XIX: la primera constitución española
El siglo XX: el auge del turismo

Gadir, la ciudad fenicia


Lo primero que hay que tener en cuenta es que C ádiz no era, físicamente, como es ahora. En la
antigüedad era un archipiélago de varias pequeñas islas. Entre ellas destacaba una pequeña al norte,
llamada Erytheia, y otra muy alargada al sur, Kotinoussa.

En esta última se fundó un importante templo al dios Melkart, el principal de la metrópolis. C ádiz fue el
principal centro comercial que tenían los fenicios en la península ibérica, pero no era el único: Lisboa,
Málaga… La población se fundó en Etyrheia y tomó el nombre de Gadir, traducido como “la fortaleza” o
“recinto amurallado”.

La ciudad f enicia de Gadir y la línea de la cos ta en la época (la tierra en


amarillo) f rente a la actual (en líneas azules ) [Rodríguez.Gómez,
Wikipedia]

No tan famosa como la presencia fenicia es la griega. Si bien la ciudad nunca estuvo dentro del ámbito
cultural griego, se han encontrado restos que certifican su presencia comercial durante bastantes años.

Bajo la in uencia de Cartago


C uando la metrópolis cayó en decadencia, probablemente por la conquista Asiria, Gadir entró en la zona
de influencia de C artago, la heredera del emporio comercial fenicio en el Mediterráneo.
Las rutas comerciales de los f enicios . Puede obs ervars e la s ituación de la ciudad que f undó Cádiz: Tiro; y la que heredaría el
emporio comercial de Fenicia: Cartago [Bourrichon, Wikipedia]

Durante la época púnica o cartaginesa, entre los siglos -VI a -III, vivió una lenta decadencia hasta la
época de la familia Barca, en la que se revitalizó un poco el comercio y se convirtió en centro de
operaciones militares. Aníbal, el gran general que hizo temblar la República Romana, fue el primer gran
personaje histórico en pisar la ciudad. Fue al templo del dios Melkart para rezar antes de lanzarse a la
conquista de Italia.
Después de lo que probablemente fue un maremoto, en el -218, y la Segunda Guerra Púnica, la ciudad
se rindió a Roma en -206. Gadir pasó, así, a llamarse Gades, en latín.

Como ciudad romana: Gades


La conquista romana fue, indudablemente, beneficiosa para la ciudad. Se construyeron carreteras que la
conectaban con el norte de la península (la famosa Vía de la Plata) y con Roma a través de la costa (Vía
Hercúlea). La población en Erytheia creció y se comenzó a construir en la orilla más cercana de
Kotinoussa. En algunos documentos romanos, de hecho, se la llama “la melliza”, por las dos partes en
que se dividía.

Territorios romanos y cartagines es j us to antes de la Segunda Guerra Púnica. Cartago f ue derrotada y Roma comenzó la ocupación
de la peníns ula ibérica [Grandios e, Wikipedia]

También se construyeron circos, acueductos, templos… y la localidad alcanzó fama en todo el imperio
por el garum, una salsa que hoy día nos parecería más que poco atractiva, hecha de tripas de pescado
fermentadas, que triunfaba en Roma. Se producía en todo el sur peninsular y su principal puerto de
exportación era C arthago Nova (C artagena). También eran muy famosas sus bailarinas, que se saben
que frecuentaban las fiestas de la misma Roma. No sabemos si eran solo bailarinas.
Los romanos, además, trajeron agua desde la península con un acueducto que venía desde la zona de
Jerez. C uando este cayó en decadencia se inició un sistema de cisternas que estuvo en funcionamiento
hasta el siglo XIX.

La época republicana fue la de mayor esplendor para la ciudad, convirtiéndose en una de las más ricas
del Estado. C ésar fue el segundo personaje ilustre que pisó suelo gaditano. Fue también al famoso
templo de la localidad, que ahora había pasado a honrar a Hércules. Allí, según Suetonio, lloró frente a
una estatua de Alejandro Magno, lamentándose porque nunca podría ser tan gran conquistador como el
macedonio.

C ésar era muy amigo de los Balbo, la familia más influyente de la urbe, de origen fenicio. C uando llegó,
a pesar de que la ciudad le había prestado su ayuda en la guerra civil, exigió grandes sumas de dinero y
prohibió una tradición largamente arraigada en las sociedades fenicias: los sacrificios humanos al dios
Moloch (identificado como Baal).

Lucio Cornelio Balbo, anf itrión de Julio Cés ar


durante s u es tancia en Gades

C on la llegada del imperio la ciudad perdió importancia, aunque siguió siendo relevante en la región. La
crisis del siglo III dio un golpe muy duro a la población, del que ya no se recuperó. De hecho, C ádiz no
volvió a ser lo que fue hasta el siglo XVI, gracias a América.

Tras la caída de Roma y la ciudad árabe: Qadis


Fue saqueada por los vándalos, que se asentaron también durante algunos años. La siguiente presencia
importante fue, nuevamente, la romana, en su versión bizantina esta vez. Gades fue un puerto del
Imperio de Oriente durante más o menos 70 años, hasta principios del siglo VII, cuando la conquistaron
los visigodos.
Gades en la provincia bizantina de His pania [medievalis ta, Wikipedia]

Durante el califato de C órdoba entra en una decadencia muy profunda y pasa a ser la capital de una
comarca de la provincia de Medina Sidonia. Después formó parte de la taifa de Arcos de la Frontera,
unida después a la de Sevilla. En árabe su nombre pasó a ser Qadis (esa Q se pronuncia como nuestra
K pero uvular, o sea, muy posterior, en el inicio de la garganta. Una mezcla entre los sonidos K y G en
<ga, gue>).
En esta época, el canal C aleta-Bahía, que dividía la actual ciudad en dos, había comenzado a taparse
poco a poco, en un proceso que duraría siglos.

La ciudad árabe era más amplia de lo que se pensaba algunos años. Hasta los ochenta se pensaba que
solo había un puesto militar en el antiguo teatro romano, un par de mezquitas y nada más. Sin
embargo, una serie de descubrimientos arqueológicos ha sacado a la luz algunas viviendas y torres,
todas ubicadas en lo que hoy es el barrio del Pópulo, el recinto amurallado.
El teatro romano de Cádiz, pes e a que puede que s ea el más grande la peníns ula, no puede des enterrars e debido a s u s ituación
baj o el barrio de trazado medieval de la ciudad. Duante el período árabe, s e us ó como cantera y como pues to militar permanente

En el año 844 los vikingos saquearon y ocuparon la ciudad durante varios días, que les sirvió de centro
de operaciones para atacar Sevilla y otras poblaciones del curso del Guadalquivir. Se les consiguió
expulsar al poco tiempo, aunque algunos normandos se quedaron a vivir entre C ádiz y Sevilla y se
convirtieron al islam.

La ciudad de la Corona de Castilla: Cádiz


Alfonso X el Sabio la conquistó y la repobló. Parece que la mayoría de la gente que vino del norte era
cántabra, aunque había de todo. Es curioso porque entre principios y mediados del siglo XX la ciudad
recibió otra oleada de cántabros, famosos por montar almacenes de comestibles.

La ciudad empezó a recomponerse poco a poco, sobre todo gracias al monopolio del comercio con
África, lo que atrajo a muchos comerciantes extranjeros y fomentó la creación de un gran sector
comercial.
Localización actual del barrio del Pópulo, que corres ponde aproximadamente con el recinto amurallado medieval

A finales del siglo XV se construyeron los primeros barrios extramuros: el de Santa María y la iglesia de
la Santa C ruz, porque la que había antes se quemó.

C ádiz en la Edad Media, sobre todo al final, fue un puerto comercial importante, al contrario de lo que se
ha pensado tradicionalmente. De hecho, muestra de ello es la relación estrecha que tenía con varias
repúblicas italianas, como Génova o Venecia. Por cierto, que se supone que fueron estos últimos los que
trajeron o impulsaron la tradición del carnaval a la ciudad, uno de sus mayores orgullos hoy día.

La Edad Moderna de Cádiz

Siglo XVI: la época de los descubrimientos


Para el siglo XVI, los mapas de la urbe nos muestran que el canal está totalmente cerrado y el terreno
ya tiene la forma actual.

Dos de los viajes de C olón salen de C ádiz, con muchos gaditanos a bordo. No es de extrañar, pues, que
la primera ciudad española en América fuera Nueva C ádiz.

El pirata Barbarroja intentó hacerse con la urbe, pero se aguantó el asedio con ayuda genovesa. No
tuvo tanta suerte con la escuadra del famoso corsario Francis Drake, que la sitió y saqueó.

El último ataque del siglo fue en 1596, por una escuadra anglo-holandesa. C onsecuencia de este fue su
fortificación.
La bahía en 1625

Siglos XVII y XVIII: la época dorada de Cádiz


El siglo XVII siguió con un aumento de la burguesía comercial y varios intentos de ocupación que se
resistieron.

El siglo XVIII fue, sin duda, su época dorada, o al menos la mejor desde la primera etapa romana. La
C asa de C ontratación se desplazó a C ádiz y el comercio americano pasó a ser su monopolio. Muchos
gaditanos pasaron a formar parte de una rica burguesía comercial, encabezando los negocios de una
ciudad cosmopolita llena de gente de muchos países de Europa en la que las ideas ilustradas se ponían
en práctica y se debatían en tertulias culturales. En esta época era la segunda ciudad más importante
del país, solo superada por Madrid. Fue en la segunda mitad de este siglo cuando La Isla de León se
desgaja de la capital gaditana para pasar a ser otro ayuntamiento (San Fernando).
La bahía en 1705 [milan2.es ]

Solo hay una episodio oscuro en este siglo que para la ciudad fue realmente de las luces: el terremoto
de Lisboa. Azotó la localidad con violencia, pero también toda la costa. Hubo numerosas víctimas no solo
en C ádiz, sino también en Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, C onil (que quedó destruida)…
De este episodio nace la leyenda de Nuestra Señora de la Palma, una advocación de la Virgen que fue
capaz de parar las aguas.

La Edad Contemporánea en Cádiz

Siglo XIX: la primera constitución española


A inicios del siglo XIX se libró enfrente de la costa gaditana la batalla naval de Trafalgar, donde terminó
la consideración internacional de España como potencia naval.

Quizá el momento más importante de su historia fue la aprobación de la primera constitución española
en 1812, llamada la Pepa por firmarse el día de San José, en el oratorio de San Felipe Neri. Esta
constitución se redactó y firmó en San Fernando, pero los diputados se desplazaron después a la más
segura y aislada C ádiz.
La bahía en 1820 [milan2.es ]

La urbe se convirtió en un baluarte para los liberales, así que el ejército de los 100 000 hijos de San
Luis, que había entrado a restaurar el absolutismo, acudió a la ciudad en su persecución. Sitiaron y
bombardearon C ádiz. El resultado, se calcula, fue devastador: 20 000 personas asesinadas y 30 000
detenidas. La isla de Trocadero, en Puerto Real, donde se asentaba el ejército francés, ha dado nombre
al barrio de la torre Eiffel.
La revolución que echó a Isabel II y trajo a Amadeo I de Saboya comenzó en C ádiz. Fue llamada la
Gloriosa y aconteció en el año 1868. Tras la proclamación de la Primera República, Fermín Salvochea,
alcalde de C ádiz, proclamó el C antón Independiente de C ádiz, que duró desde el 19 de julio hasta el 4
de agosto de 1873.

La decadencia se fraguó en dos partes. La primera, en el primer cuarto del siglo XIX, cuando se
independizaron la mayoría de las colonias americanas. La segunda, a finales del mismo siglo, cuando se
independizaron las últimas y Filipinas.

El siglo XX: el auge del turismo


C on el cierre de astilleros a principios del siglo XX por falta de trabajo, se intentó impulsar la actividad
turística para paliar la crisis en que estaba inmersa. Se abre el hotel Atlántico, el baluarte de la C aleta,
el balneario de la Victoria, se ensancha el puerto…

En 1947 explotó un polvorín del ejército. El accidente se cobró 157 muertos y más de 5000 heridos,
además de destruir una buena parte de la ciudad. Según todos los testigos y fuentes alternativas, las
cifras, tanto de heridos como de muertos, era muy superior. El Régimen autoritario quiso ocultar los
números reales, no se sabe aún por qué. Parece que podría haber sido un ataque terrorista, pero todo
esto no son más que teorías sin fundamento por el momento.

El gobernador para el Régimen, con el fin de levantar el ánimo de la ciudad, permitió que se celebrara
una fiesta parecida al carnaval (que estaba prohibido desde la Guerra C ivil) en verano: las Fiestas
Típicas Gaditanas. En 1977, tras la muerte del dictador fascista, el carnaval volvió a ser legal y se
devolvió a su fecha original.

C ádiz es hoy una pequeña ciudad que se distingue, ante todo, por el carácter alegre de sus habitantes,
que saben ver la parte positiva de la vida como en ningún otro sitio y que han tenido que trabajar
mucho por levantar un rincón de la península olvidado por las administraciones durante décadas. Aun
así, después de las privatizaciones de las empresas nacionales de astilleros y tabacalera, tiene una de
las tasas de paro más altas de Europa y la emigración es muy común.
Repres entación de Gades , alegoría de la ciudad

La Tacita de Plata, epíteto de la ciudad, es un navío de tierra en el océano, quizá mirando a aquella
América que tan buenos días le dio y a la que añora en sus palacetes coloniales alzados en estrechas
callejuelas, donde los rayos de sol, amarillos por la intensidad única de su luz, marcan un camino por el
que deambular sin rumbo para disfrutar de una belleza abandonada por la historia de riquezas, en todas
sus acepciones, que se respira a cada paso.

Es bastante curioso que la ciudad de Tiro sea ahora una península, tal y como lo es C ádiz, y que hoy día
tenga alrededor de 117 000 habitantes, como C ádiz. C asualidades del destino.

Bernardo Ríos
Be rna rd o e s tud ió Filo lo g ía R o m á nica e n la U nive rs id a d d e Sa la m a nca . De s p ué s curs ó e l m á s te r d e
Es p a ño l co m o Se g und a Le ng ua e n la U nive rs id a d C o m p lute ns e d e Ma d rid . T ra s un a ño e n Ma d rid
ha cie nd o d ife re nte s tra b a jo s , vo ló ha s ta Sing a p ur p a ra d a r cla s e s d e e s p a ño l d ura nte un a ño . Vo lvió
a Ma d rid y d io cla s e s e n una a ca d e m ia d e e s p a ño l p a ra e x tra nje ro s y a ho ra e s tra d ucto r y
co m m unity m a na g e r p a ra una e m p re s a d e b icicle ta s d e p re s tig io inte rna cio na l. Aunq ue e s tud ió
filo lo g ía p o r p ura vo ca ció n, s us inte re s e s s ie m p re ha n a b a rca d o to d a s la s hum a nid a d e s , s o b re to d o
la his to ria , e l a rte , la g e o g ra fía o la filo s o fía .

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