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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA: LABORATORIO CLÍNICO E HISTOPATOLÓGICO
CUARTO SEMESTRE “A”

ASIGNATURA: CITOLOGÍA I
DOCENTE: MgS. YISELA RAMOS CAMPI

ESTUDIANTES:
BALDEÓN BARRAGÁN KAREN MARÍA
CÁCERES LOBATO ALEXIS ALEJANDRO
FIALLOS SAQUINGA JOHANNA LIZBETH
MOROCHO CHALAN SHIRLEY LISBETH
MORETA RAMIREZ MARIA FERNANDA
SALGADO MANRIQUE LAURA PAOLA

TEMA:
CRITERIOS DE MALIGNIDAD EN LA CÉLULA COMO UN TODO

FECHA DE ENTREGA:
13 NOVIEMBRE DE 2019
PERIODO:
OCTUBRE 2019 – FEBRERO 2020
CRITERIOS DE MALIGNIDAD EN LA CÉLULA COMO UN TODO
Adaptación, lesión y muerte celular
Las células están sometidas a múltiples estímulos medioambientales (físicos, químicos,
mecánicos, microbianos), ante los cuales desarrollan distintos mecanismos adaptativos para
mantener su medio intracelular constante (homeostasia), pero si el estímulo persiste o la
célula, por distintas razones, es incapaz de adaptarse a esa modificación de su entorno, se
produce una lesión o degeneración celular.
Mecanismos de adaptación celular
Inicialmente, la célula utiliza los mecanismos de hipertrofia, hiperplasia, atrofia y metaplasia
para hacer frente a un estímulo. La puesta en marcha de cada uno de ellos depende del tipo
de estímulo y de la capacidad de la célula para reaccionar frente a él.
A) Hipertrofia; La hipertrofia se caracteriza por un aumento en el tamaño de la célula y
consecuentemente del órgano donde se localiza. Su finalidad es producir un aumento de su
capacidad funcional. Es un mecanismo adaptativo que se observará en aquellas células que
carezcan de capacidad de división, como las células musculares. Se considera fisiológica,
cuando se produce frente a un aumento de la demanda funcional, como sucede en la
hipertrofia de las células musculares de un atleta en respuesta a un entrenamiento exhaustivo.
Se considera patológica cuando las células responden a una situación anómala; el ejemplo
más representativo es la hipertrofia de las células musculares cardiacas ante la existencia de
una hipertensión arterial.
B) Hiperplasia: Es el aumento en el número de células de un órgano y solo se observará en
aquellas células que posean capacidad de replicación. Puede aparecer asociada a fenómenos
de hipertrofia. Existen dos tipos de hiperplasia:
 Hiperplasia fisiológica: puede estar asociada a una estimulación hormonal, por
ejemplo, en la proliferación del endometrio durante el ciclo menstrual, o tener un
carácter compensador, como sucede en la proliferación de hepatocitos ante la
extirpación parcial del hígado.
 Hiperplasia patológica: se observa en la proliferación de células epiteliales, con la
aparición de papilomas, ante un estímulo vírico o en la respuesta de las células
conjuntivas en la cicatrización de heridas.
Atrofia: Se trata de la disminución del tamaño celular por pérdida de contenidos celulares.
Se puede producir por estímulos fisiológicos, como en el envejecimiento, o patológicos,
como consecuencia de la denervación de un órgano.
Metaplasia: Es la sustitución de una célula adulta por otra célula diferente. Puede afectar
tanto a células epiteliales como mesenquimatosas. Es una respuesta adaptativa en la que las
células modifican su morfología para adaptarse mejor a un estímulo traumático. El ejemplo
más representativo es la transformación, en las personas fumadoras, del epitelio cilíndrico
del aparato respiratorio por un epitelio escamoso estratificado.
Lesión celular
En ocasiones, estos mecanismos adaptativos no son suficientes para hacer frente a la
modificación del entorno y la célula sufre una lesión. Esto sucede cuando el estímulo es muy
intenso, se mantiene durante un periodo largo de tiempo o las células presentan alguna
alteración intrínseca que las hace más susceptibles. En la fase inicial los cambios son
reversibles y la célula, una vez que cesa el estímulo, recuperará su normalidad; pero si el
estímulo continúa, los cambios se harán irreversibles y desembocarán en la muerte celular.
Los fenómenos fundamentales que irán asociados a la irreversibilidad de los cambios
degenerativos es la profunda alteración de las membranas celulares que provocará la
liberación de las enzimas autolíticas contenidas en los lisosomas y la gravedad de los cambios
mitocondriales que impedirán la generación de ATP.
Desde un punto de vista técnico es importante determinar si los cambios degenerativos
estaban presentes en los tejidos antes de su obtención o se han producido en el posterior
procesado de la muestra. Si los signos de lesión afectan a la totalidad de las células, se puede
suponer que el daño celular fue producido artificialmente después de su obtención.
Raramente se observará esto en las células procedentes de un tejido enfermo.
Causas de lesión celular: Una célula puede entrar en un proceso degenerativo por diversas
causas, algunas de ellas son de carácter fisiológico, como el envejecimiento, y otras de
carácter patológico, como la acción de agentes traumáticos. Las principales causas son:
 Hipoxia. La falta de oxígeno es una de las principales causas de degeneración celular.
La falta de oxígeno puede ser ocasionada por un insuficiente aporte sanguíneo o por
una mala oxigenación de la sangre. Los centros de la mayoría de los tumores malignos
que crecen rápidamente tienden a degenerar y convertirse en necróticos. Esto ocurre
cuando el crecimiento maligno supera el suministro de sangre disponible, y las células
cancerosas sufren hipoxia. Esto puede dificultar el diagnóstico de malignidad si se
utilizan estas células como muestra.
 Proceso de envejecimiento. En el envejecimiento las células pierden capacidad para
hacer frente a las agresiones y los cambios degenerativos son más frecuentes.
 Agentes traumáticos. La modificación del medio ambiente en el que se encuentra la
célula por la acción de agentes químicos o físicos va a provocar una modificación en
su estructura celular: Entre estos agentes podemos encuadrar los químicos (venenos,
contaminantes o medicamentos) y físicos (calor, radiación, agentes mecánicos,
electricidad)
 Defectos genéticos. Algunas alteraciones genéticas provocan la aparición de
alteraciones en la morfología celular que provocan la muerte celular, como en el caso
de la anemia de células falciformes.
 Reacciones autoinmunitarias. En las enfermedades autoinmunes, la respuesta
inmunitaria se dirige a las propias células del organismo provocando lesión y muerte
celular.
 Microorganismos. Los distintos agentes infecciosos: virus, hongos, bacterias o
parásitos son capaces de ocasionar la aparición de una lesión celular en función de la
magnitud de la agresión y su potencial lesivo.
 Desequilibrios nutricionales. La desnutrición, la obesidad y la hipercolesterolemia
son causantes, por distintos mecanismos, de la aparición de cambios celulares
degenerativos.
Mecanismos de lesión celular
Estos agentes lesivos anteriormente enumerados van a provocar lesión celular a través tres
mecanismos principales:
 Pérdida de ATP. La falta de ATP es secundaria a hipoxia, daño mitocondrial o acción
directa de algunas enzimas. Va a provocar una hinchazón de la célula debido a la
entrada de sodio y agua, pérdida de proteínas, aumento de los niveles de calcio
intracelular que activará distintas enzimas autofágicas y acúmulo de ácido láctico,
que será perjudicial para el funcionamiento celular.
 Daño mitocondrial. Las mitocondrias son muy sensibles a la acción de los agentes
lesivos. Su daño va a provocar, fundamentalmente, una disminución de ATP.
 Aumento de la permeabilidad de las membranas celulares. La membrana celular
puede ser dañada por el déficit de ATP, que produce una disminución en la síntesis
de fosfolípidos o por la acumulación de radicales libres, entre otras causas. La lesión
de las membranas celulares será la causante de pérdida de contenidos celulares,
liberación de enzimas lisosómicas o alteración en la producción de ATP en las
mitocondrias.
Cambios celulares en la lesión celular
Como consecuencia de la agresión de un agente lesivo se van a producir una serie de cambios
en la morfología celular que podrán ser nucleares y citoplasmáticos.
 Degeneración hidrópica. Es la primera manifestación del daño celular y se caracteriza
por la entrada de agua en el interior de la célula que provoca dilatación del retículo
endoplásmico con desprendimiento de los ribosomas y tumefacción de las
mitocondrias. El tamaño de las células aumenta de 2 a 3 veces, el citoplasma aparece
granular, turbio y borroso, la densidad y la intensidad de la tinción disminuye
(cromatólisis) y los bordes celulares se vuelven borrosos, distendidos, suaves, y mal
definidos. En este estadio la lesión celular es reversible, pero si la lesión progresa, el
líquido tiende a provocar un agrandamiento de las mitocondrias que se manifestará
por la aparición de microvacuolas, posteriormente aparecerá una dilatación del
retículo endoplásmico y de los lisosomas con la aparición de vacuolas de mayor
tamaño. Es lo que se denomina degeneración hidrópica vacuolar, y en este caso la
lesión es ya irreversible. Como consecuencia de esta situación el citoplasma puede
romperse para liberar un núcleo aumentado de tamaño, sin prácticamente fragmentos
unidos de citoplasma.
 Cambio graso. Como consecuencia de la dificultad para metabolizar adecuadamente
los lípidos, algunas células, especialmente los hepatocitos, pueden presentar, en fases
tempranas de la lesión celular, acúmulos de estas sustancias en su citoplasma que
provocarán la aparición de vacuolas. Microscópicamente, aparecen vacuolas con
bordes bien definidos en el citoplasma de las células afectadas. Si son de pequeño
tamaño, el citoplasma aparece de aspecto espumoso, pero pueden coalecer y formar
vacuolas de gran tamaño que desplazan al núcleo. En las preparaciones teñidas de
forma rutinaria, los lípidos se pierden, pero se pueden mostrar usando tinciones
especiales, como el Sudán IV o el Rojo Escarlata, en las secciones obtenidas por
congelación.
 Degeneración glucogénica. La presencia de glucógeno en el citoplasma celular pude
observarse en células normales, como sucede en las células naviculares, o ser
consecuencia de un trastorno metabólico asociado, habitualmente, a diabetes mellitus.
Las células que con más frecuencia se afectan son los hepatocitos. Los cambios
microscópicos son similares a los presentes en la degeneración vacuolar, donde se
observan vacuolas claras en el citoplasma celular. Esto es debido a que en las
secciones preparadas de forma rutinaria, el glucógeno no se tiñe, se debe recurrir a
tinciones específicas como el PAS.
 Eosinofilia. Una de las consecuencias de la degeneración celular es la eosinofilia del
citoplasma ocasionada por la desnaturalización de las proteínas y por la pérdida de
ARN (figura 2.4). En fases avanzadas se observa cómo la célula es sustituida por una
sustancia rosada que le da un aspecto vidrioso y configura los llamados cuerpos
hialinos. Sin embargo se debe considerar la posibilidad de que esta alteración tenga
otro origen. Puede observarse seudoeosinofilia como resultado de la mala fijación o
en la inflamación.
 Pigmentación. Distintos pigmentos de origen exógeno o endógeno pueden
acumularse dentro de las células. Por lo general no indican la existencia de un daño
celular irreversible pero proporcionan pistas sobre la existencia y la naturaleza de una
enfermedad subyacente. Pueden tener un origen exógeno o endógeno. Por vía
exógena pueden introducirse en nuestro organismo por inhalación, absorción o
inoculación. Normalmente, los macrófagos eliminan estas sustancias, pero cuando
ven sobrepasada su capacidad de metabolización, aparecen depósitos en su
citoplasma. Por ejemplo, hierro, carbón o sílice Por vía endógena los pigmentos
proceden de una alteración o una saturación en el metabolismo de un producto
endógeno. Este es el caso de la presencia de hemosiderina que se ve, en casos de
trauma, hemorragia excesiva o hemólisis, en las células del sistema reticuloendotelial
del bazo o en las células de Kupffer en el hígado. Por una razón similar se produce
un depósito de bilirrubina, tras una hemorragia excesiva o hemólisis, en los
hepatocitos que no son capaces de conjugarla y producir bilis. Se pueden observar
depósitos de melanina en tumores derivados de los melanocitos (melanoma), la
irradiación excesiva, y los efectos de la luz solar. La lipofuscina es otro pigmento que
aparece en células envejecidas o degenerativas por la dificultad de eliminar residuos
de vacuolas autofágicas.
 Figuras de mielina. Las membranas celulares dañadas se pueden convertir en masas
fosfolipídicas grandes y espirales que sustituyen a la célula dañada.
 Calcificación. La presencia de calcio en las células puede tener dos orígenes. En
primer lugar, puede ser consecuencia de la calcificación de los residuos de las
membranas celulares en células degeneradas. En otros casos es consecuencia de un
exceso de calcio plasmático. En ambos casos la célula adquiere un aspecto
marcadamente basófilo.
 Halo perinuclear. Durante la fijación de las células con degeneración hidrópica se
produce una retracción del núcleo y del citoplasma, que deja un espacio vacío (halo)
entre la membrana y el endoplasma celular. Las fronteras de estos halos son a menudo
confusas y poco definidas. La presencia de halos puede tener otros orígenes. Se
pueden encontrar asociados a atipia celular y a infecciones por el virus del papiloma
humano (VPH). En estas situaciones los límites son generalmente agudos y bien
definidos.
 Pérdida de orgánulos celulares. Muy temprano, en los procesos degenerativos se
puede observar la pérdida de microvellosidades o el desprendimiento de los cilios
(ciliocitoftoria).
 Aumento del tamaño nuclear: Son células sospechosas de malignidad aquellas que
muestran hipertrofia nuclear. Este agrandamiento nuclear es proporcional a la
poliploidía responsable del aumento de ADN, de nucleoproteínas y agua en el núcleo,
se pierde la relación núcleo-citoplasma, aunque hay procesos infamatorios que
también pueden provocarla, como un fenómeno de reactividad frente a la injuria, por
lo que debemos diferenciarlas de procesos malignos.
 Pérdida de la relación núcleo-citoplasma. La relación del volumen nuclear con el
volumen citoplasmático permanece dentro de límites constantes en las células
normales. Un aumento del componente nuclear en esta proporción es uno de los
rasgos más distintivos de malignidad. Puede haber aumento nuclear por irradiación,
agentes alquilantes, infamación y regeneraciones, pero en estas condiciones las
células no malignas revelan un aumento en el tamaño celular completo conservando
la relación núcleo citoplasmática dentro de límites benignos, lo que permite
diferenciarlas sin dificultad de las células malignas. Este factor aisladamente no es
maligno, por lo tanto, debe acompañarse de otros factores para determinar malignidad
 Hipercromasia Nuclear Se produce por un aumento del contenido de ADN en las
células malignas que están activamente dividiéndose. Por tanto, es una concentración
anormal de ADN, acompañada de una distribución anormal (irregular) de la
cromatina. Existen también inflamaciones reactivas que presentan hipercromasia. En
general la hipercromasia es una aumento de la cromatina nuclear, lo que no es
patognomónico de malignidad, sino que debe acompañarse de otros factores. La
pérdida de agua provoca el arrugamiento del núcleo volviéndose oscuro, esto es
normal y se constituye en una falsa hipercromasia.
 Distribución anormal de la cromatina. Es la presencia de grumos gruesos de
cromatina que se distribuyen anormalmente, formando gránulos groseros o hebras
gruesas. El aspecto de grumos gruesos con espacios libres de cromatina son
denominados núcleos en tablero de ajedrez. La cromatina asociada al nucléolo
también está aumentada. Normalmente la membrana nuclear no es observable, pero
se puede adherir la cromatina a la membrana nuclear engrosándola de modo irregular,
lo cual sólo se presenta en cuadros de malignidad. En inflamación puede haber
grumos gruesos, pero suelen ser parejos y normales al contrario de lo que ocurre en
neoplasia donde la aparición de estos grumos gruesos es de tipo irregular
 Irregularidad de membrana nuclear: Se manifiesta con un aumento del grosor de la
membrana con un perfil irregular, se puede observar invaginaciones irregulares o
escotaduras del ribete nuclear. Este signo de malignidad se debe a mitosis anormales.
Se presenta una disgregación, y unas formas “dentadas” características.
 Aumento del tamaño y números de nucléolos: En general el aumento del número de
nucléolos, aumento de tamaño y la forma irregular va a determinar una característica
de malignidad celular. Los nucléolos pueden presentarse en lesiones benignas y
malignas, no es un criterio general, un ejemplo de esta característica son las células
reparativas.
 Bi o multinucleaciones: La multinucleación y pronunciadas escotaduras o
arrugamiento de los núcleos son el resultado de mitosis anormales. La
multinucleación también aparecen en células normales, como por ejemplo en las
células transicionales del urotelio, células cilíndricas de los bronquios, o del
Endocérvix, y también en los histiocitos multinucleados. El diagnóstico diferencial
entre multinucleación de células benignas y malignas debe basarse en la pérdida de
la relación núcleo-citoplasma a favor del núcleo, el aumento de material croma5nico
(Hipercromasia) y la irregularidad en su distribución que son características
distintivas de malignidad. La multinucleación, así como todos los caracteres de
malignidad deben ir acompañados de otros para sugerir malignidad.
 Anisocariosis: Son los cambios de la forma nuclear, se observa más en lesiones de
alto grado e invasoras. Es un criterio muy valioso para indicar malignidad, puesto que
en neoplasia frecuentemente existe una disimilitud entre los núcleos, al contrario de
lo que ocurre en patología benigna en donde los núcleos son parejos
 Anisocitosis: Son los distintos tamaños y formas celulares, muy marcada en lesiones
invasoras por diferenciación anómala del citoplasma. Ejemplo de ello son las células
queratinizadas de un cáncer de tipo epidermoide. En un epitelio maligno, la
exfoliación es muy grande, las células están apretadas y cambian de forma, ejemplo
de ello lo constituyen las Fiber cells y tad pole cells (células "brilares y en renacuajo)
 Células agrupadas con pleomorfismo y anisocariosis: Cuando las células en los
extendidos forman estas placas se puede observar notables variaciones en la forma y
tamaño de los núcleos, siendo este uno de los rasgos más importantes en la definición
de malignidad celular. Este rasgo se presenta tanto en lesiones de alto grado como en
lesiones invasoras, aquí las células están dispuestas de un modo irregular
 Inclusión de células y células apareadas. La inclusión de células o también llamado
canibalismo es un estado en donde la célula cancerosa es incluida en el citoplasma de
otra célula maligna. Se ha explicado como fagocitosis de células malignas. las células
apareadas son 2 células diferentes adheridas en un punto de la membrana celular, se
considera que son producto de una mitosis incompleta.
 Pérdida de la cohesión celular. Sobre todo, en células cancerosas donde hay gran
descamación (por pérdida de desmosomas).
 Fondo rico en fibrina. Por sangramiento antiguo, propio de lesiones invasoras.
 Diátesis tumoral. Propio de las lesiones invasoras; fondo con fibrina, células con
imagen fantasma, hemosiderina, necrosis, infiltrado inflamatorio, glóbulos rojos, etc.
Hay que recordar que las lesiones intraepiteliales generalmente presentan fondo
limpio en los frotis

BIBLIOGRAFÍA:
1- Grimaldo Carvalho. Citología del Tracto Genital Femenino: Primer paso para detener el
cáncer de cuello uterino. [texto impreso] 5a. ed Caracas - Venezuela: Amolca. 2010

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