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OBISPADO DE JAÉN

Delegación Diocesana de Liturgia

BEDICIÓN DE MINISTROS EXTRAORDINARIOS


PARA LA
DISTRIBUCIÓN DE LA SAGRADA COMUNIÓN

RITO DENTRO DE LA MISA

Alocución después de la homilía


Después de la homilía y del Credo, en la cual se explicará a todos los presentes la razón de este ministerio en
bien de la comunidad de los fieles, el celebrante principal presenta al pueblo a los escogidos para ser Ministros
Extraordinarios de la Sagrada Comunión, con estas u otras palabras:

Queridos Hermanos:
A est@s herman@s se le va a confiar el Ministerio de
poder distribuir la Eucaristía, llevarla a los enfermos y, en
caso de necesidad, administrar el Viático.
Querid@s herman@s, que habéis sido propuest@s
para este servicio en la Iglesia, procurad ser, por vuestra fe
viva y vuestra caridad, modelos para los hermanos y vivir
intensamente este misterio de unidad y de amor fraterno, y
recordad que quienes participamos de un solo pan y de un
mismo cáliz formamos un solo cuerpo.
Al distribuir a vuestros hermanos la Eucaristía
ejercitaréis la caridad fraterna, según el precepto del Señor,
que dijo a sus discípulos, cuando les iba a dar su Cuerpo
como alimento: “Esto os mando: que os améis mutuamente, como
yo los he amado”.
Un ministro

Terminada la alocución, los elegidos se ponen de pie, mientras toda la asamblea permenece sentada.

Pónganse de pie aquell@s que han sido elegid@s para ejercer


como ministros extraordinarios de la sagrada Comunión.
Examen
El párroco los interroga con estas palabras:

¿Queréis recibir el encargo de distribuir a vuestros hermanos


el Cuerpo del Señor, para servicio y edificación de la Iglesia?

Los elegidos responden conjuntamente: Sí, queremos.


El párroco:

¿Estáis dispuestos a procurar diligentemente todo cuidado y


reverencia, al distribuir la Eucaristía?

Los elegidos responden conjuntamente: Sí, estamos dispuestos.

Bendición de los elegidos


Inmediatamente, toda la asamblea se levanta; los elegidos se arrodillan o, si no puedieran, inclinan la
cabeza; el celebrante invita a los fieles a orar, diciendo:

Hermanos: Supliquemos con fe a Dios Padre, que se digne


bendecir a estos hermanos nuestros, que han sido elegidos
para distribuir la Eucaristía.

Todos oran, por unos instantes, en silencio.


Después, el párroco prosigue:

Dios de toda clemencia, Maestro y guía de tu


Iglesia, dígnate bendecir + a estos hermanos
nuestros, para que distribuyendo fielmente a sus
hermanos el alimento de la vida, confortados con el
poder de este sacramento, tengan parte en el
banquete del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

R./ Amén.

En la oración universal o de los fieles, se hace alguna petición por los ministros que acaban de ser elegidos.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Algunos de los nuevos ministros extraordinarios de la Comunión presentan al párroco la patena con el pan
y las vinageras con el vino y el agua.

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