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Cecilia Ames

Marta Sagristani
(compiladoras )
Estudios Interdisciplinarios
de Historia Antigua
Volumen II

Compiladoras:
ENCUENTRO
Cc:ctlia lml''
Crupll Editor Alar/a .\''agrl\lani
Comité Editorial:
cornpiladoras: Cristina Di Bcnnardis
Cecilia Ames . Roxana Flamin i
Marta Sagristant Julián Gallego
Marcelo Campagno
Beatriz Ardesi de Tarantuviez
C ecilia Ames
Marta Sagristani

. . Arq Jerónimo Bajo. .


Dtscño de ~~pa: t ·or y cuidado de Ja edición : Prof. Dtego Naselli.
. ramactOn m en
Dtag . d .
. verso de un denario cesanano acuña o en el Norte de A fr ica en
Imagen de tapa. re . d A . e147146
. d E as llevando a su hjjo Ascanto y a su pa re nqutses y el Paladium (A a.c. e,
la hutda e ne tenea l'ro~ "
1ara~

Ames. Cectlla . . .
EstudiOS ~nterd1sciplinanos de h1stona ant1gua vol 11 1 Cecilia Ames ,
Marta Sagnstam , Marta Elena Alesso ; adaptado p or Cecilia Ames y
Marta Sagnstan1. - 1a ed.- Córdoba : Encuentro Grupo Editor, 2009
v. 2, 508 p. ; 24x17 cm.

ISBN 978-987-1432-24-0

1. Histona Anttgua. l. Sagristani, Marta 11. Alesso, Marta Elena 111 .


Ames, Cecilia, adapt. IV. Sagristani , Marta, adapt V T itulo
CDD 909

© Editorial Encuentro
1o Edición.
Impreso en Argentina
ISBN: 978-987-1432-24-0

Queda hecho el depósito que marca la ley 11 .723.

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· ) 606044¡ 4609 261- Pasaje España 1485 Córdoba- f'tJ ~-·
Politai y propietarios.
. Aspectos institucionales de la pr . d d d
1 , . op1e a e 1a
t aerra en a po1ts ateniense del siglo V a.C.

!Jie~o
Palaro
Universidad de Bueno.s Aires-( ONJC'ET

. . un mundo que giraba en tomo de la ci udad. ~s·1n


La Grecia , antiguad ,era
embargo, parecerta para OJICO que en esta civilización ;'donde la vida urbana
ocupaba un Jugar esencial", era la agricultura la que "constituía ]a primera actividad
de la mayoría de los miembros del cuerpo cívico" incluso en póleis tan urbanizadas
1
como Atenas, Corinto, Mileto y Siracusa • De hecho, el vínculo entre ciudadanía y
propiedad de la tierra era tal que en la mayoría de las póleis, entre ellas Atenas, era
un rasgo común que los ciudadanos monopolizaran de modo individual o colectivo
2
el derecho de poseer bienes inmuebles • Mas aún, muchas póleis incluso prohibían
a las familias ciudadanas vender su lote (kléros) recurriendo tanto a la legislación
como a nounas morales o religiosas; a este respecto Esparta constituye un caso
paradigmático3 .
Este vínculo entre el ciudadano (polítes) y la propiedad de la tierra fue, en
ténninos generales, percibido por dos autores clásicos: Karl Marx y Max Weber. :.1
segundo propuso que el ciudadano de pleno derecho de la pólis se caracterizó, en su
origen, por el hecho de ser propietario de un kleros; de allí que se pueda hablar de
él como un "ciudadano labrador',4. Para Marx bajo el régimen de la 'segunda forma
de propiedad" (antigua), "la comunidad -como estado- es, por un lado, la .relación
reciproca entre estos propietarios iguales y libres, su vínculo contra el ext~no_r: Yes,
al mismo tiempo, su garantía" en tanto que el "presupuesto para la ap~opJacton del
suelo" consiste en "ser miembro de la comunidad pero, en tanto miembro de Ja
5
comunidad el individuo es propietario privado" • •
' · ·
En este sentido entonces, el individuo es prop1etano pnva · d 0 d t1
e e?" as pero
sólo como consecuencia de su pertenencia a comunidad cívica; ~ero no ace er a
e d · . ., ·
s ectr, no es por su cond1cton de prop1etano qu· e se le garant1za el acceso a la

1987 13 26
Mossé (1993): 36, 42; en el mismo sentido Burford (1977 8): 162. borne ) - llama
~ to la Paradoja de la ciudad griega". . 1 uet 1986) 96-7· WaJJ
tinley (1986a): 1 13; (1952): 53-4, 77; (2000): 97-8, Austm &. Vllia- aq '
( 997). 377 e lsager & Skydsgaard (1992): 127. . del k/ ro. fanulaar era, ou kalón
•VICial- aquet ( 1992)· 67 destaca que en Esparta la h~:-=) efecto podía llevar a la pérdida de
8
3
100
( poco honorable", según Aristóteles, Políttca. 1270a, 1 - 'en '
!os derechos de ciudadan~ ver Fomis (2003) 245
, ~eber (1944) 943; (1942) 278.
arx (1971)· 437.
opiedad de la ti~r,ra ...
1
·nstituciona/es de a pr
. · s A pecto l
Politai y propu~tano . .
2361 ct"be aquí e s que la proptedad
d lo que se per .
. 1't" a De cualquier m o o.. ·no que se encuentra unida a
co.mumdad po • ·~a· condición jurídica abstracta ~~al estamento de ciudadanos lo
pnvada no es u es la pertenenct 1d
d . antes institucionales ya que . . Posibilidad que, por otro a o, no se
etermhbl~Jita la posibilidad de ser proptetano. ct· a radicar~ ateniense exi stieron
que a 1 d t la "democra ,
realiza siempre ya que u~an eo líticos pero carentes de propiedad (mas no de la
ciudadanos con plenos_ der~c os p
posibilidad de ser propietanos). d b
hacerse de la cuestión un prob.lema de
Si bien creemos que no . de de , y propiedad si se puede dectr que el
. "d d ntre ctu a anta '
anterioridad-postenon a e . d d . . da se encuentra en este contexto en una
punto radica en qu.e la. ~ropie a pn~a a la pertenencia de Jos propietarios a la
0
relación de subordmaczon. con respecl reproducción de las relaciones sociales
comunidad de hombres hbresl dy adeapendían a su vez de la defensa militar del
·t ·as6 Estas por otro a o, , .
comunt an · ' . · mbros del cuerpo c1vtco en tanto
territorio agrícola por parte de los proptos role
. . 7
ciudadanos-soldados-proptetanos .

6
Godelier ( 1989}: 276-7. . . ,
1 El tema de la guerra y la defensa del territorio agrícola es, sm l~g~r a. dudas, un aspecto un~ortantt-
simo que defme al ciudadano-propietario en el contexto de la polzs, sm embargo, por cuestiones d.e
espacio, no podemos tratar este tema aquí. Para Mar:' ( 1971 ): 436~7 la defensa de los campos con~tl­
tuía "el gran trabajo colectivo" en el cual la comunidad gasta el ttempo excedente para reproduct_r a
sus miembros como selfsustaining peasants. Como plantea Osborne (1 ~87): _13, la base ca~pes~na
de la sociedad determinaría la naturaleza de la guerra, en la cual los proptos ciudadanos-proptetanos
deben costearse su armamento como soldados; Weber ( 1942): 271. De este modo, la concepción de
de Ste. Croix (1988): 243-6 según la cual el servicio en el ejército formaría parte de un tipo de ex-
plotación colectiva e indirecta debería ser desestimada en tanto los campesinos utilizarían ese tiem-
po de trabajo excedente en su propia reproducción y no en beneficio de otra clase social explotadora.
Por otro lado, la propuesta de Jameson (1977/8): 124-5, 140; (1992): 144-5 según la cual la partici-
pación militar (y política) de los granjeros atenienses se daba en virtud de la explotación de la mano
de obra de los esclavos debe ser matizada ya que, por un lado, las acciones bélicas se concentraban
en los períodos de baja actividad agrícola, Osborne ( 1987): 13-4; y, por otro lado, la ausencia de
rentas Y tributos les permitía a los labradores, según la propuesta de Wood ( 1988): 52-63, disponer
del tiemp~ que en otras sociedades se utilizaría para la producción de excedentes para sostener a la
clase rentista y/o al estado para participar en el plano militar (y político). Bryant ( 1990) busca inte-
gr~ los aportes de Marx Y Weber para entender la relación entre la tecnología militar y los cambios
socioculturales desde la Edad Oscura hasta la Época Clásica. A pesar de que algunos de sus postula-
dos puede . ~ ser en·t·acados nos Interesa
· aqut· la Idea
· de que con el desarrollo de la pólis es la defensa
del terntono
, agrícola
. . frente a 1a amenaza de otras comunadades,
· · ·
en un contexto de crectmtento de-
mografico, el ~nnc1pal objetivo de la guerra. Esto explicaría la deficiencia de las comunidades grie-
gas en las técnicas
. • de asedio , Gar1an (2003)·. 107-8. En relacton
. , a la guerra como una tarea esenctal
.
a 1a reproducc1on del pro · t · (y ·
(2 00S)· pae ano como tal Inseparable de la ciudadanía) coincidimos con Gallego
· 157 cuando afirma que "L · · ·
configuraca'ó d &-. a prerrogativa pnnctpal del ciudadano que pone de relieve esta
n es 1a eaensa del terr't1 ·
ducción de la ,1. d . ono, que no es otra cosa que asegurar las condiciones de repro-
po ts. ··.ca a caudadano es a la vez un soldado que debe defender su territorio si quiere
Diego Paiaro
1237
El principal objetivo de nuestro trabajo , .
estos aspectos institucionales de la propiedad sqera, entonces, anahzar algunos de
. ue" en 1a Atenas del siglo V 1
vinculan con los erechos de ciudadanía y la p~rt
d . d . . ' a
.d d 1
comuni a po 1 tea.'t. enencta e1 proptetarto a la
Un buen modo de comenzar es deteniéndonos en 1 l'
, · d d , · as anoma 1as. La cerrada
ligazon entre ctu a anta y propiedad era rota solamente de d ·
. . .. mo o excepctona1 como
recompensa por servtctos mthtares, políticos 0 diplomáticoss E 1 d A
·d d 1, · · n e caso e tenas
solo la comuru
. a po tttca
, a través de la asamblea estaba hab ·¡
1 ·tad
1 _· · '
a para penrnttr a
un no ctudadano (apolztes) obtener tierras de labranza a través de conces·
· d kt"' · Al tones
especiales e en eszs. respecto, la documentación conservada en las
inscripciones áticas ~uestran que tales decisiones eran, en verdad, muy poco
frecuentes en general y menos comunes en el siglo V 10 que en el IV 11 • ve mos por
tanto que muy pocas veces era roto el vínculo entre tierra y ciudadanía pertnitiendo
el acceso a la propiedad a los apolitai. Por otro lado, incluso en estos casos, el
control de la tierra no deja de estar en última instancia bajo la soberanía de la
comunidad en tanto es ella a través de la decisión colectiva la encargada de
establecer las excepciones.
Más aún, también se encontraba bajo control comunitario la capacidad de
confiscar propiedades muebles e inmuebles (entre ellas parcelas agrícolas) a
ciudadanos de pleno derecho en casos especiales que generalmente se relacionan
12
con alguna trasgresión a las norntas o costumbres de la p ólis • Al respecto resultan
interesantes una serie de sucesos que se desarrollan durante la última parte del siglo
V y muestran el control que la comunidad ejercía sobre la propiedad de la tierra. En
las vísperas de la expedición a Sicilia (415), se dan una serie de ofensas.~ las bases
espirituales de la pólis: la mutilación de los Hettnes Y la profanacton de los

· JI ·
que la comunidad se perpetúe, dado que, en teona, e o tmp tea e1· onservarse y reproducirse como
"' . .. rx
fropietario". Ver también Fin ley ( 1986b): 104-3 2 quien retoma algunas de las tdeas de Ma · ·
Finley ( 1982): 113.
9
IOFinley ( 1952): 54. .a data del 429 y se relaciona al culto
Para Plácido (1997): 148-9, con reservas, el caso mas~~~(~ rresponde al año 410 a fa,or de
de la diosa Bendis pero el único ejemplo seguro para el stg 0 co
l~ asesinos de Frinico oncesione- de enkté ; de la cuales
t
• Para los siglos V y IV en Atenas. solo se conocen cu~renl ~;?)· 709 quien se basa en los cál ulos
unicamente un tercio son del período 430_-350; ver ~u~~_( indk~ian el comienzo del fin de la _ina-
5 20 5
dePefirka ( 1966)· 122-30 152-6. Para Ftne (19 l). · de pra.. cticas· u tin & V•dal-
. . ' ~ . r d
1•enabilidad del suelo. Acerca de la excepct~na 1 a /S)·d de este ttpo .
_7 que ,¡0 cula al férreo control que
1977 106
Naquet ( 1986): 97 ; Burford ( 1993): 54 Y Dav_tes ( ·
los atenienses llevaban respecto de quien era ciudadano. d las penas má import nte ) e encon-
12 La "derar e una e -6
confiscación de propiedades puede co~s • . de l dere ho eh ico· Le'' i 1990 : - ·
traba asociada con la muerte, el exilio Y la perdtda
in titMcionales de la propiedad d~ la tie"'a ...
2 8 Po lita i J, propidll~io .
. d dano ene ntrado culpables.. entre ello
. no. .
J u 1no ·
r quell ciU a d . d d
fi1 cación ) enta e sus propte a es cuando
1
cibíade . fu r n P n
ad e n la e n bl d 1
. . 1 También lo re pon a es e reg1men de lo ' ·
no con la mue rt o el e "1 h o · 1 fi · '
T . t Tiranos • sufrieron a con Iscacmn y enta de
uatr cie~to del de ~~e ::n :létai11. Estos pocos ejemplos nos sirven para
15
1
us p e 10ne por.~arte 'a la ofestad de alienar los derechos de propiedad sobre
m o trar como. la poh ~ednJ d P que de algún modo habían amenazado a la
]a tie11 a a alguno c1 u 8 ano
• 1
comunidad en su conJunto · 1 · d d
En resumen ..tanto el otorgamiento de paree as a no cltuda anos como la
., de propiedades de ciudadanos son contro a os, en la Atenas
t
con fi scac1on )' ven a ,. , 1 · · · d ,
del siglo v.
por la comunidad pohttca a traves de. as mstttuctones e la polis
"t" Asi' el análisis de estos casos excepciOnales en los que parecería
d emocra tea. , . .
quebrarse el ínculo entre ciudadanía Y propiedad de la tten:a nos penmte en~e~der
que estas excepciones son solo aparentes en tanto estana operando en ultima
instancia el control ciudadano, comunitario y político de la propiedad territorial.
El controvertido asunto acerca de la supuesta inalienabilidad del suelo en la
Grecia antigua, junto con el problema vinculado a ella de la existencia o no de un
mercado de tierras, resultan útiles también a la hora de entender el vínculo entre
ciudadanía y propiedad. Si bien no es nuestro objetivo explorar estas cuestiones
profundidad, pensamos que algunos elementos pueden ser de interés en tanto
mu~stran que 1~ pro~iedad del principal medio de producción en el mundo griego
anttguo, es decir, la tierra, se encontraba sujeta a distintos determinantes políticos e

~~ ~;)~~e;~~~~ es relatada en Tucídides,


14
9 VI, 27-29, para el contexto de los sucesos ver Plácido
Por determinadas fuentes ep · , fi ( p ,1
conocemos fragment . t•grla Jeas ~ue o ux, Onomasticon. 1O, 97 llamó 'AtttKatc; otilA.at;)
' anamen e as propiedade fi d .
en: Pritchett (1953)· ( ¡ 956).
61
(19
) C , s con tsca as; ver el matenal reunido y comentado
(1985 ): 50-1 ; (198'7): _ ' D , Y ortes Copete (ed. 1999): 122-5. Sobre estos sucesos: Osbome
21 2
recibió lo confiscado al re:es:~·~gu~~ Monedero & Pascual González ( 1999): 288-90. Alcibfades
( 1998): 164. e exi 10 por voluntad del den1os: Plutarco A /cibiades 33 3· Cox
15 • ' ' ' '
Co_mo eJemplo ver Lisias VII, 5 donde la h . .
mas Importantes sostenedores de 1 C ~ctenda en cuestión pertenecía a Pisandro, uno de Jos
Mégara la "recibió como regalo deos uatrocientos. Luego de confiscada la ti en a ApoJodoro de
com ·d d manos
, S unt a se reserva con relación a la f
del puebl 0 "· '
· aquí vemos, una vez más el control que la
6
n "obre las propiedades de los Treinta terra. '
Ve.nd~dores", se trata de diez . y sus adherentes, ver Walbank ( 1982)
las adJudicacione 1 . magistrados (uno por t "b ) . . de
nienses 47 2 3 s Y as ventas de las propiedades r/'
u destgnados por sorteo encargados y
t& Resuita ;ev-el. d con Jscadas, Aristóteles, Constitución de los at,.
a or que las 1 b .
( 1990): 247, una raíz e P? a .ras VInculadas a la eo . . .
utilizado para expresar 1: ~ te~mtno demo, por ejem 10n~cactón ttenen generalmente, según LeWIS
ea confiscar", Liddell & P emeuo que es el verbo mas comúnmente
Scott ( 1996): 3 85.
Diego Paiaro 3

in titucit nales . e to es e ""traeconómicos.


tra' é de la supue ta definición de propiedad dada por ri tót 1 19..
Finle , plantea que la enajenación de la tierra era en la Grecia clá ica .; hel ni tica..
una condición jurídicamente aceptada del derecho de propi dad ma allá de la
re triccione legales a la enta del lote ligado a la familia que lo protegían .
ju~tamente de las frecuentes enajenacionest0 • Esta po tura es ho: en día
an1plian1ente aceptada para el para el período que abarca nuestro trabajo .. ' re ulta
inaceptable la tesis de la inalienabilidad total del suelo ático en el iglc - 1• in
en1bargo creemos que se puede postular que a pe ar de que la ti rra pudiera
can1biar de manos .. y estos cambios se van a dar de un modo mucho n1a fTecuente
al concluir la Guerra del Peloponeso la ~"enajenación no significa nece ariament
22
23
conu.-:rcialización"" ni que el propietario pueda disponer a su capricho de la
24
propit:dad haciendo de ella una mercancía más • Destacar esto pern1ite entend r
que si bien la tierra no era inalienable . esta~ por otro lado . no se convirtió jamás n
una n1ercancía plena y. como consecuencia . nunca fue considerada como un valor
de compra-venta aislada de su contexto sociaL político e institucional. Lo anterior
implica que .. como reconocen diversos autores . nunca se constituyó en tenas un

19
¡\ristóteles, Retórica, 1361 a, 19.
2
°Fin le) ( 1977): 23 7.
21
Propuesta hace mas de medio siglo por Fine ( 1951 ): 197-208 para el suelo ático hasta la Guerra
del Peloponeso. Gernet ( 1980): 316-22~ vincula el ocaso de la inalienabilidad a la aparición de los
horoi hipotecarios a fines del siglo V. La prohibición legal de alienar hasta fines del siglo V atenien-
c;e es sostenida también por Burford ( 1977 /8): 167. Sin embargo, en la actualidad la mayoría de los
investigadores la descartan aunque reconocen~ como lsager & Skydsgaard ( 199-): 125, 1... 8, que
habría ciertos Hmites a la venta de propiedades. Gallant ( 1991 ): 128-9 propone que a pesar de que el
mantenimiento del oikos ancestral era algo esencial para la psicología y la estructura social del mun-
do antiguo, en casos de extrema necesidad la venta (o la hipoteca) era la única posibilidad de sub is-
tencia de la familia campesina. Para Plácido ( 1997): 148 no es seguro que la tierra haya sido inalie-
r~able hasta la Guerra del Peloponeso. Algunos autores como Hanson ( 1995): 108 plantean la t~taJ
hbcrtad (solo obstaculizada por la presión familiar y social) de comprar, vender, arrendar y alqut~ar
la parcela desde por lo menos la época de Hesfodo, Trabajos y días, 341; Burford ( 1993): 50 re lacto-
na ec;te pasaje con las deudas surgidas de malos aftos agrícolas. Sin embargo, ver también Rihll
~~ 991 ): l 06 n.28.
~ Sólo como ejenlplo, la parcela propiedad del acusado en Lisias~ VIl, 4, 9-1 O tuvo, entre Jos aftos
41 ~ Y396, cuatro diferentes propietarios (uno de los cuales Jo fue p~r sólo dos meses) y tres ar:en~a­
tanos (entre ellos un esclavo liberto). Otro ejen1plo de venta de taerras en Jenofonte, Econonuco,
.,XX,
'\
22-6 .
~ 4 ~U<)tin & Yidai-Naquet ( l Q86): 99- JOO. . . . .
Est~ es la postura dt: Asheri ( 1963) que ve una tendencia evol~hva de~de un momento lntctal ca-
ractenzado por la tenencia colectiva 0 patriarcal hacia una propaedad pnvada ab oluta del suelo; a
ello c;e debe oponer que incluso en la Atenas clásica existían ciertos lín1ites a la venta de parcelas,
l~agcr & S~ydsgaard ( 1992): 128.
· titucionales de la propiedad de la tiert'Ja ...
240 Politai J' propieta~io . Aspecto ¡ns

1 de las sociedades cap1ta. ¡·1stas mo demas25


0
d d do de tierras como e d ·
'er a ero merca t 1 s derechos de propieda no eran un elemento
podía ser de otra man~ra en tan °°mo venimos observando, se encontraban
0
jurídico abstract~ ~m: que,ta:to se subordinaban a la posesión de derechos
es~_ctu~lmente 11~:. ~~ ~;hemos olvidar que una importante ~roporción de las
~ohttcos. P~r otro b ~al ,~ ercado'' (o mejor dicho que eran alienadas en tanto
t 1erras que Ingresa an
· d d
m 1 d 1 '/"
a otro 0 de uno de estos al contro e a po lS y VIceversa)
·
pasaban de un c1u a ano . , · · .
, · ·
Jo bacJan prtnctpa1men te no a causa de mecamsmos
. . economicos
· sino a parttr de
.,
· · ·tan· a y política en tanto tmpltcaba, como vimos, 1a confiscacton
una 1og1ca comun1 , . _26 b" · , ·
de aquel que vulnera las leyes o cos~bres de la p~bs . E 1 o ~~ttvo ultimo ~e
t Co nfiscaciones era reintegrar esas tierras a un polztes o a la polzs (en cualquier
es as
caso a la comunidad) y no dinamizar el supuesto merca o " d " d e compra-venta de
tierras.
A su vez, es válido pensar que, en tanto era muy fuerte la relación entre
posesión de la tierra y hacienda familiar, algunos lotes podrían circular a lo largo
de las generaciones al interior de una red bien definida de oikoi pertenecientes una
misma familia extensa, especialmente cuando se daba la situación de que el jefe de
un oikos carecía de herederos varones. En ese caso, existían distintos mecanismos
de transmisión de la propiedad, todos ellos circunscriptos al interior del grupo de
los ciudadanos: adopción de hijos, hijas herederas (epikleros) que se casan con el
pariente mas próximo, concesión del beneficio de la herencia a otros familiares,
27
etc • Por ello, creemos que no debe pensarse el problema de la inalienabilidad
como el derecho eterno sobre un lote de tierra detern1inado sino como el derecho
del miembro de la comunidad a cierta tierra necesaria para sostener a la familia
ciudadana28 •
. Por ende, tanto en el caso de las confiscaciones como el de los distintos
mecants~os de_ transmisión, queda claro que no estamos ante una tierra
mercantthza~a smo_ q~e las parcelas que se alienaban y pasaban de manos lo hacían
e? u~ espaciO dehmttado por la comunidad política o la familia extensa. En
stntests, creemos que la posibir1d d d 1. ., ,
a e a tenacion de la tierra no implico que se
25
Ver Finley (1986a): 143· (1977)· 239 .
9 2
"vendedor de tierras"; Burford ( 19 3)· q uten ~estaca, ( 1952): 270 n.46 la inexistencia de la palabra
38 68
234. · "· , Dom•nguez Monedero & Pascual González (1999),
26
27
Burford ( 1993): 50 .
La ley de Solón sobre adopciones busca 1, .
Cox ( 1998): 148-51. Burford ( 1977/S): ~ .a conse~ar los oikos sin herederos, Asheri ( 1963): 7-9,
queda claro que los diferentes meca ·
16 '( 1993 ). 33-48. En Isager & Skydsgaard (1992): 127-S
dadanos sino que también impiden lnatsm.ofis de. ~ransmisión no solo se circunscriben al círculo de ciu-
d fi ·r unt •cac 1on d 01.k01. .
28a am•. •ar, Foxhall (1989): 25-32. e · Sobre la relación entre posesión y bacten-
Esta Idea esta tomada de Rihll ( 1991 ): 105.
Di~oPaiaro
241

rompa eJ est~echo vínculo entre ciud~danía (y familia) y propiedad.


. Otro e_lemento que pone en. pnmer plano lo comunitario como un límite a la
prop1edad pnvada ple?a de la tJerra se relaciona con el carácter "público · 0
. sagrado de algunos arboles a pesar de encontrarse estos en parcelas c. ·¡·
. 29 G . L" . tamt 1ares
pr1vadas . ractas a tstas VII sabemos que a principios del siglo IV 1
. . d fi 130 c. • e
propietario e una Inca rura 1Ue JUZgado por el Areópago por un delito vinculado
a los .olivos sag~ad~s. Acus~do por un sicofanta de arrancar un sekós (tronco que
aún sin ramas ni hoJas seguta consagrado a la diosa Atenea), al cliente de Lisias le
podría corresponder como pena la confiscación y el exilio, la pérdida de ""patria y
hacienda'".
El elemento que nos interesa destacar es el hecho de que el olivo se
encontraba en la parcela privada del propio acusado, "un olivo de mi finca"' dirá31 .
Se aprecia así la existencia de un límite comunitario a la propiedad privada plena de
la tierra pues el propietario no puede disponer de su parcela de modo absoluto
32
debiendo respetar al olivo y entregar sus frutos a la pólis • La distinción entre lo
sagrado y lo privado en los lotes de los ciudadanos propietarios aparece de modo
, cuando es descripta la situación previa a la guerra que devastó los campos
tajante
del Atica: " ... muchas fincas se encontraban, en aquel tiempo, tupidas tanto con
olivos sagrados como privados [ioíat~ Ka~' J!Opíat~ ÉA.á.at~]'' . Por otro lado, si
33

bien el acusado afirtna que en su propiedad no había olivos sagrados desde la


34
adquisición , nunca en el discurso se cuestiona la prohibición de arrancar la moría

29
Burford ( 1993): 24. Diseminados por el territorio ático y rodeados por un sekós que los destacaba
Yprotegía se encontraban los olivos sagrados (n1oríai) de Atenea cuyo origen residiría en un antiguo
ejemplar de la Acrópólis. Su producción de aceite era regulada por C()~~lej.as ~ormas en tanto .~e
ellos procedía el premio a los atletas victoriosos de las Panatenea~. La fobs eJercia un ~,~ntrol pen~:
dico de estos árboles a través del consejo del Areópago que recibía mformes de los. Inspectores
acerca de su estado y era este consejo el encargado de juzgar los casos en los que ~e tmpu~aba. a al-
guien la destrucción de una n1oría ya que tal acción era cat~logada entre lo.s d~~ttos de Impte~ad
(asébeia) y podía ser castigada con la pena de muerte, ver Artstóteles, Constttucron de los atenren-
ses, 60, 2· Aristófanes Nubes 1005· Platón, Patnlénides, 127a. .
Jo
Es muy' probable que' '
el acusado,' • •
de quien no conocemos siqutera su nom bre, haya stdo un . gran
propietario ya que, además de pagar al más prestigioso logógrafo de.su época, afirm~ poseer dtferen~
tes fincas, una cantidad indeterminada de esclavos y haber pagado hturgtas como tnerarca Y corego.
~isi.a~, VII, 24, 31, 34.
Listas, VII, 2. .
32 Lo mismo sucedía con los metales de las minas: si bien estas se encontraban en Jotes pnvados, el

mineral extraído se consideraba propiedad de la pólis, ver Millett (2002 ); 46 ·


33 L ..
34
~s~as, VII, 7.
L1s1as, VII, 5.
. d la p~opiedad de la tierra ...
. ectoJ in tifuctontlles e
Polil»iJ propietano p
2 2
. en la propiedad. .
_ ~ de que e to e tu~ teran es facetas del vínculo extstente entre la
o eJ b" 8
p r de la diferent . 05 analizando nos indican que no
ra 1 n. . d ía que en1m . .
o •d 1 uelo ) la ctuda an .
r d . existencia de la proptedad pnvada
apropia • n . le idea e Jn . d"
n dem O quedar e n la. - 1mp bl
. 0 pro ema
algo compleJO para ser enten tdo a
de la tierra: ello imphfaca_n~ u . . Los planteos de Burford permiten
p na
1 . 10ex 1stencia. .
artir de la dicoton1ía ex1st~nc! ~ t a destaca el hecho de que no extste en
p 1 estlón La au or A s·
· . . os landolvner y lanuow,nzng. 1 ten la b"
e har algo de luz obre· a cu t a Jos
o

1 81
termtn
3

la lengua griega el equ '. e? e: hallar no ocurre lo mismo con la de posesión


idea de propiedad e ~¡fiel! de . t ~rminos que llevan el prefijo k/ero y que se
landholder que .e 'enfic~ e\va~l?S d~ las tierras de la pólis a las familias que la
rclac ionan con la idea de d¡stn u~IO~a tierra era explotada de forma privada por
p een . De hecho. gran parte \an de generación en generación mientras que,
familia ciudadanas que 1a traspasa bd" . . )
. 1 ente por la pólis (o algunas de sus su tvtstones a
el re to era contr 1ado dJrec am
tra\ ~s del arriendo. d · d d · d" ·d 1
Todo lo anterior no supone desestimar los derechos e propte a In_ IV~ ua
sino que. desde nuestra perspectiva, estos solo existen .en el conte~to comunztarzo de
Jn aldea 0 la ciudad-estado en tanto es la comurudad la entidad mentalmente
37
representada como la absoluta propietaria de la tierra • Lo. analizado hasta aquí nos
lle\ a a la conclusión de que estamos frente a una sociedad en la que no hay
propietarios de tierra individuales, abstractos y separados de la pó/is, de las
relaciones sociales comunitarias, familiares, de la defensa del territorio rural, etc. Si
bien ello no nos habilita a hablar en sentido estricto de propiedad comunal absoluta
de la tierra, sin lugar a dudas, la apropiación y utilización del principal medio de
producción estaba sujeta a fuertes determinantes políticos e institucionales, es decir,
extraeconómicos. De este modo se podría pensar a la comunidad como la
~ropictaria en úl~ima instancia siendo los ciudadanos poseedores privados de sus
tie~as Y casas Siempre Y cuando mantengan su relación con la pó/is 38 • Pudimos
venficar que. en el context0 atentense,
· ·
prtmero se encuentra el derecho político el
dcrecho de ctudadanía y sól 0 t · '
pos enonnente se es (aunque no necesariamente en la
35 D h -
e . cc,ho~ reconoce que en otras fincas de su . , .
ca rectbto nmguna multa por parte d . proptedad SI hay ohvos sagrados y sin embargo nun-
36 Rihll ( 1991 ): 105 lo vincula 1 de 1os mspectores, Lisias, VII, 25-26.
. a a emanda de red· t "b . ,
~~catea. •s n ucton de tierras en los conflftictos de la era
Burford ( 1993): 15-55; ( 1977/8)· 166· .
vocabl · ·1 · en el mt ·
° astmt able a real property· Rjhit ( 1991 ) smo sentido, para Fin ley ( 1952): 54 no existe UD
1
t
ksa.ger S~ydsgaard (1992): 12 1: koine (e , , 104. Los diferentes status de la tierra son, según
3i)~~~ ~w•ds 0 990): 245) luera (sagrada) ~7:t~n)(, d~mosia (pública o estatal, en general sinónimo de
mas e 1a postura de Burford . ta pnvada).
me son ( 1990) L ya cttada ve . p·
' ewts ( I990); lsagcr ( 1992). ' r. tnley ( 1952): 74-8; Os borne ( 1985): 47-63; Ja-

Di~go Paiaro 1243

Atenas democrática) propietario de una parcela; no es la propiedad de la tierra la


que hace al ciudadano sino que _es el ciudadano el que deviene en propietario. Es
decir . que los derechos de propiedad no podían ser divorciados de las relaciones
39
socio-políticas e incluso las familiares del mismo modo que la "economía" de las
ciudades-estado no se puede analizar separadamente de sus implicancias políticas e
. . 1 40
instttuctona es .
Para el caso ateniense, entonces, hemos comprobado que, en térrninos de
Maurice Godelier, las relaciones políticas funcionaban como relaciones de
producción en tanto al reservar la propiedad de la tierra a los ciudadanos
establecían una primera Y fundamental división del trabajo social41 • Sin embargo,
esta subordinación de la propiedad a los aspectos institucionales de la pólis no
implica una relación de contradicción entre la propiedad comunitaria (o estatal) y la
42
propiedad privada • Por el contrario, creemos que la apropiación privada por parte
de los ciudadanos es el modo histórico en que se realiza concretamente la propiedad
comunitaria que la pólis mantiene sobre la gé politiké ("tierra cívica',43).

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Para Rihll ( 1991 ): 104-1 O en Grecia los derechos sobre la tierra se encontraban mas cerca de los
derechos condicionales de las sociedades "primitivas" que de donziniunl romano.
:: Millett (2002): 34.
42
Godelier ( 1989): 242, 251, 266. .
Es importante diferenciar la relación de subordinación por nosotros planteada de la tdea de con~-
dicción entre la propiedad privada y la estatal postulada hace algún tiempo por algunos. autores tn-
nuenciados por el marxismo: Parain ( 1978): 258-67; Vernant (1982): 8-9; Padgug (1981). 75-80.
Will ( 1997): 376.
• 1•1ucionales de la propiedad de la tierra ...
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