Sei sulla pagina 1di 8

Invalidez del CAS por encubrir relación laboral

permanente en la Municipalidad Provincial de


Huancayo
24 de junio de 2015 a las 07:57
PODER JUDICIAL
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE JUNIN
1ra. Sala Mixta de Huancayo
Jirón Parra del Riego Nº 400, El Tambo, Central telefónica (064) 481490

Sumilla: Reconocer la verdadera relación laboral que existió entre las partes, ya que la demandante
al realizar labores de naturaleza permanente, no puede ser cesada ni destituida sino por las causas
previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo Nº 276 y con sujeción al procedimiento
establecido en él, al tener derecho a la estabilidad de salida al amparo del artículo 1 de la Ley
24041.

Colegiado formado por los Jueces Superiores:

Corrales Melgarejo
Cristoval de la Cruz
Olivera Guerra

EXPEDIENTE Nº 01787-2010-0-1501-JR-LA-01
PROVIENE : 3° JUZGADO TRANSITORIO LABORAL.
GRADO : SENTENCIA APELADA
JUEZ PONENTE : Edwin Ricardo CORRALES MELGAREJO[1]

RESOLUCIÓN Nº17
Huancayo, 01 de julio de 2015.-

En los seguidos por Miriam Elie Vásquez Inga contra la Municipalidad Provincial de Huancayo
(MPH), sobre Acción Contenciosa Administrativa, la 1ra. Sala Mixta de Huancayo ha expedido en
segunda instancia la resolución siguiente:

SENTENCIA DE VISTA N° - 2015

I. ASUNTO

Materia del Grado


I.1 Viene en grado de apelación la Sentencia contenida en la Resolución Nº 08, de fecha 23 de
diciembre de 2015, a páginas (pp.) 352 y siguientes, que resuelve declarar FUNDADA la demanda
interpuesta por Miriam Elie Vásquez Inga en contra la Municipalidad Provincial de Huancayo; en
consecuencia DECLARA la invalidez de los contratos administrativos de servicios, suscritos entre
las partes; y desnaturalizados los contratos de servicios no personales celebrados entre las partes y
que la relación habida es de duración permanente; ORDENANDO a la demandada CUMPLA con
incorporar a la planilla de pagos del personal contratado en forma permanente; y NULA la Carta N°
286-2010-MPH/GA-SGP, de fecha 26 de agosto del 2010.

Fundamentos de los Agravios


La mencionada resolución, es apelada por la parte demandada a páginas (pp.) 365 y siguientes,
cuyos fundamentos de los agravios se resumen en lo siguiente:

I.2 Que, la Sentencia Vinculante N° 002-2010-PI/TC expedida por el Tribunal Constitucional


establece que el CAS es un régimen especial de contratación laboral para el sector público, el mismo
que resulta compatible con la Constitución; por lo que se trata de un régimen laboral independiente,
distinta a las ya existentes, con sus propias reglas de contratación, donde los servicios que prestan
deben ser tipo no autónomo (entendiéndose de tipo personal y subordinado), es así, que no cabria la
posibilidad que en una relación laboral sujeta a la modalidad CAS se aplicara alguna norma de los
Decretos Legislativos Nos. 276 o 728; en consecuencia, estamos ante un régimen laboral autónomo,
y no ante una modalidad contractual como incorrectamente ha establecido el A Quo.

I.3 La apelada, oponiéndose a lo establecido por el Tribunal Constitucional, realiza una


interpretación incongruente del artículo 7 del D. Leg. N° 1057 y manifiesta que la intención del
legislador ha sido que sólo se pueda contratar bajo el CAS “servicios administrativos temporales”,
denominación que no existe en dicha norma.

I.4 El Tribunal Constitucional (TC) en la Sentencia Vinculante N° 002-2010-PI/TA el Tribunal ha


considerado que no es posible equiparar el régimen regulado por el D.Leg. N° 276 con los Contratos
Administrativos de Servicio regulado por el D.L. N° 1057, dado que son regímenes o sistemas
laborales que no tiene la misma naturaleza.

I.5 El Juez no ha tomado en cuenta que, la actora a partir de enero del 2009 suscribió,
voluntariamente, el Contrato Administrativo de Servicios N° 001-09, consecuentemente, inicia un
nuevo régimen de contratación especial en el marco del D.Leg. N° 1057 y su reglamento.

I.6 Además, conforme se ha mostrado y probado la relación laboral de la demandante no fue en


forma continua, sino con intervalos de días se ha venido renovando los contratos de locación de
servicio cada mes, cada dos meses y cada tres meses, por lo que no ha establecido, fehacientemente,
que haya laborado en forma ininterrumpida por más de un año, además que la labor desempeñada
por la actora es de forma específica.

I.7 Asimismo, se debe tener en consideración que los servicios prestados por la accionante, a
través de contratos de servicios no personales, en el supuesto que hubiera existido desnaturalización
de contratos, la actora debió reclamarlo en su oportunidad, es decir, antes de someterse
voluntariamente al régimen laboral CAS, en consecuencia, el cambio de régimen laboral ha quedado
consentido y novado, desde enero del 2009, fecha de suscripción del CAS, tal como lo ha señalado el
TC en su sentencia.

Del dictamen fiscal


II.8 Mediante Dictamen Fiscal N° 390-2015, a paginas (pp.) 378, el Fiscal Superior de la Fiscalía
Superior Mixta de Junín, ha OPINADO porque se CONFIRME la Sentencia recurrida que declara
fundada la demanda.

II. FUNDAMENTOS

TEMA DE DECISIÓN:
II.1 Determinar si la demandante tiene o no derecho a ser considerada como trabajadora contratada
permanente en mérito a la estabilidad de salida que prevé el artículo 1° de la Ley 24041[2].
LAS RAZONES QUE JUSTIFICAN LA DECISIÓN:

Del petitorio de la demanda


II.2 La actora alega que ingreso a laborar para la demandada desempeñando el cargo de Auxiliar
Administrativo II de la Sub Gerencia de Planes y de Desarrollo Local y de programación e
Inversiones de la entidad demandada a partir del 3 de enero de 2007 y que, posteriormente, en el mes
de enero del año 2009 celebró Contratos Administrativos de Servicios (CAS), hasta la fecha sin
solución de continuidad, teniendo como horario de trabajo de lunes a viernes de 8:00 am a 7:00 am y
los días sábados de 9:00 am a 1:00 pm., así como desarrollar una jornada laboral permanente a favor
de la MPH, habiendo superado lo señalado por el Art. 1 de la Ley 24041.

De la sentencia
II.3 El juez de primera instancia ha declarado fundada la demanda interpuesta. La entidad
demandada, argumenta en su recurso impugnatorio, que el último contrato celebrado entre las partes
fue un Contrato Administrativo de Servicios (CAS), declarado constitucional por STC N° 00002-
2010-PI/TC, se habría novado la relación laboral y, por ende, no correspondería analizar sobre la
desnaturalización de los contratos de servicios no personales del periodo anterior, pues en el caso de
que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituye un periodo independiente del inicio
del contrato administrativo de servicios. Por lo tanto, dicha situación habría quedado consentida y
novada con la sola suscripción del contrato administrativo de servicios (STC N° 03818-2009-
PA/TC[3]).
Contrato Administrativo de Servicios
II.4 Ahora bien, la demandada alega que la actora, después de suscribir contratos de locación de
servicios celebró contratos CAS en el régimen creado por el Decreto Legislativo N° 1057. Sin
embargo, debemos tener en consideración que las partes celebraron contratos de locación de
servicios no personales por el periodo indicado en la séptima considerativa de la sentencia materia
de grado, p. 357, y que no ha sido contradicho como agravio en el recurso de apelación. Entonces, la
actora al haber laborado de modo ininterrumpido por más de un año en labores permanentes para la
demandada, ha adquirido el derecho como trabajador permanente conforme lo prescribe el artículo 1
de la Ley N° 24041, antes de proceder a celebrar los contratos CAS; y por ende a no ser cesada ni
destituida sino por causas previstas en el Capitulo V del D.L. N° 276.

II.5 La problemática que denuncia la demandante se originó, a raíz que el Estado permitió que se
contraten a trabajadores para labores permanentes y sin justificación de la causa objetiva de
temporalidad, mediante fraudulentos contratos civiles o modales, lo que motivó la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional, siendo una de la más emblemática la STC N.° 1944-2002-AA/TC, en la que
se aplicó el principio de primacía de la realidad a los trabajadores que laboran en el régimen laboral
público, ya que: “[...] en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los
documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de los
hechos” (fundamento 3). Posteriormente, se consolidó dicha corriente jurisprudencial en el caso
Baylon Flores, mediante la sentencia vinculante recaída en el Exp. N° 0206-2005-AA/TC, y que
protegió a aquellos empleados públicos cuyos contratos civiles o modales se habían desnaturalizado.

Principio de progresividad de los derechos sociales


II.6 La pretensión de la demandante, de igual modo, debe considerarse en el marco del Principio de
progresividad de los derechos sociales, consagrado en el artículo 26 de la Convención Americana de
Derechos Humanos[4], y en el artículo 2.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales[5]; y, que forman parte del bloque de constitucionalidad de nuestro país a tenor
de lo dispuesto por la cuarta Disposición Transitoria y Final de la Constitución[6]. Puesto que en el
presente caso, mediante el contrato CAS que celebraron las partes se desmejora la situación laboral
de la actora, protegida con el derecho al trabajo que consagra el artículo 22 de la Constitución
Política.

Principio constitucional de irrenunciabilidad de derechos


II.7 El Art. 23 de la Const., señala expresamente que “Ninguna relación laboral puede limitar el
ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del trabajador”,
asimismo, su Art. 26 numeral 2 establece que “En la relación laboral se respetan los siguientes
principios: 2. Carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley.”,
vale decir, todo pacto en contrario es nulo. Tal principio tiene concordancia con lo dispuesto por el
artículo 5.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: No podrá
admitirse restricción o menoscabo de ninguno de los derechos humanos fundamentales reconocidos
o vigentes en un país en virtud de leyes, convenciones, reglamentos o costumbres, a pretexto de que
el presente Pacto no los reconoce o los reconoce en menor grado. Sobre este particular, el Tribunal
Constitucional en la Sentencia recaída en el Exp. N° 0008-2005-PI/TC, desarrolló este principio:

c.3.4.) La irrenunciabilidad de derechos

24. Hace referencia a la regla de no revocabilidad e irrenunciabilidad de los derechos reconocidos


al trabajador por la Constitución y la ley. Al respecto, es preciso considerar que también tienen la
condición de irrenunciables los derechos reconocidos por los tratados de Derechos Humanos, toda
vez que estos constituyen el estándar mínimo de derechos que los Estados se obligan a garantizar a
sus ciudadanos [Remotti Carbonell, José Carlos: La Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Estructura, funcionamiento y jurisprudencia, Barcelona, Instituto Europeo de Derecho, 2003, p. 18].

En ese sentido, de conformidad con lo establecido en el artículo V del Título Preliminar del
Código Civil, la renuncia a dichos derechos sería nula y sin efecto legal alguno.

Así, conforme se desprende de lo previsto en el inciso 2) del artículo 26.º de la Constitución, la


irrenunciabilidad sólo alcanza a aquellos “(...) derechos reconocidos por la Constitución y la ley”.
[…]
Por otro lado, debe precisarse que un derecho de naturaleza laboral puede provenir de una
norma dispositiva o taxativa. En ese contexto, la irrenunciabilidad es sólo operativa en el caso de la
segunda.
[…]
En cambio, la norma taxativa es aquella que ordena y dispone sin tomar en cuenta la voluntad de los
sujetos de la relación laboral. En ese ámbito, el trabajador no puede “despojarse”, permutar o
renunciar a los beneficios, facultades o atribuciones que le concede la norma.

Javier Neves Mujica [Introducción al derecho laboral. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 2003, p.
103] manifiesta que el principio de irrenunciabilidad de derechos es justamente el que prohíbe que
los actos de disposición del trabajador, como titular de un derecho, recaigan sobre normas taxativas,
y sanciona con la invalidez la transgresión de esta pauta basilar.

La irrenunciabilidad de los derechos laborales proviene y se sujeta al ámbito de las normas taxativas
que, por tales, son de orden público y con vocación tuitiva a la parte más débil de la relación
laboral. [….]” (Lo destacado es nuestro)

II.8 Obviamente, el derecho a la estabilidad laboral establecido por la uniforme y reiterada


jurisprudencia del Tribunal Constitucional, es irrenunciable no susceptible de despojo o novación
cuando ya pertenece al patrimonio del trabajador, por el hecho de verse obligado a celebrar el CAS.

Situación laboral de la demandante


II.9 La demandante, antes de celebrar el CAS, tenía un record laboral superior a un (01) año, y
como quiera que realizaba un trabajo permanente, subordinado, dependiente, personal y sujeto a un
horario de trabajo, en observancia del principio de primacía de la realidad, estuvo vinculada a un
contrato de trabajo, habiendo adquirido el derecho laboral de no ser despedida sino por las causas
previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo Nº 276 y con sujeción al procedimiento
establecido en él, en razón a la estabilidad de salida que le brindaba el artículo 1 de la Ley 24041.

Ponderación de Principios
II.10 Para la demandada, la actora al haber celebrado el CAS regido por el D. Leg. N° 1057, a partir
de setiembre de 2008, habría renunciado al derecho a la estabilidad de salida y a su régimen laboral,
lo que violenta el Art. 26 de la Constitución, numeral 2, el cual establece que “En la relación laboral
se respetan los siguientes principios: 2. Carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley.”, en consecuencia, dicho contrato es inválido, y debemos preferir la relación
laboral a plazo indeterminado que une a las partes, y que se pretendió encubrir con el referido
contrato CAS, el mismo que es contrario no sólo al dispositivo constitucional citado, sino a la
interpretación que sobre él ha realizado el Tribunal Constitucional y que vincula a todos los poderes
del Estado, motivo por el cual interesa al orden público, ya que el trabajo, en sus diversas
modalidades, es objeto de atención prioritaria del Estado, principio tuitivo laboral consagrado en el
artículo 23 de la Constitución.

Sentencias del TC sobre el CAS


II.11 En primer lugar, no se cuestiona la constitucionalidad del régimen de contratación laboral
independiente instaurado por el D. Leg. N° 1057, que por lo demás así lo declaró el Tribunal
Constitucional en la sentencia recaída en los Exps. Nos. 0002-2010-PI/TC y 0035-2009-PI/TC,
menos aún se inaplica dicho dispositivo legal, únicamente, se está declarando la invalidez del CAS
celebrado entre las partes.
II.12 Con relación a la sentencia recaída en el Exp. N° 03818-2009-PA/TC, sexto fundamento[7], y
en el Exp. No. 03995-2010-PA/TC, segundo párrafo de su cuarto fundamento[8] y, que se repiten en
las considerativas pertinentes en las sentencias recaídas en los expedientes Nos. 00690, 943[9],
1006, 1486, 1371, 1447, 1381 y 1702-2011-PA/TC, entre otros, pronunciamientos sobre el servicio
prestado de naturaleza permanente y subordinada, bajo la desnaturalizada modalidad de contratos
civiles, anteriores a la celebración del CAS, que estableció el criterio que dicho periodo es
independiente al periodo servido bajo el régimen del CAS, que es constitucional. Es decir, según el
máximo intérprete de la Constitución, con la celebración de este contrato, obviamente, presionado
por su necesidad alimentaria, el trabajador renunciaría a su derecho a la estabilidad laboral de salida,
no obstante que tenga años laborando para el Estado, bajo una modalidad contractual desnaturalizada
o fraudulenta.

II.13 Al respecto, cabe traer a colación el análisis sobre la sentencia emitida en el Exp. N° 03818-
2009-PA/TC, en la que el Tribunal Constitucional convalida el cese del trabajador por vencimiento
del CAS, pese a que éste venía laborando con anterioridad a la creación de este Régimen de
contratación temporal en el sector público, veamos:

“[…] en un reciente pronunciamiento emitido por la Sala Primera del TC bajo expediente N° 03818-
2009-PA/TC se señaló que la eficacia restitutoria no procedía en el Régimen CAS, por que atentaba
contra la esencia eminentemente temporal del Régimen. El demandante pretendía que se declare la
desnaturalización de su vínculo laboral y se ordene su reposición en su centro de trabajo porque
consideraba que la no renovación de su último contrato equivalía a un despido incausado. Del texto
de la sentencia se desprende que el demandante estuvo contratado bajo SNP desde el 1 de agosto de
2001 hasta el 30 de junio de 2008 y que posteriormente prestó servicios bajo CAS desde el 1 de julio
de 2008 al 30 de septiembre de 2008 en que finalizó su último contrato sin que se lo renovaran. El
Tribunal señaló que no cabía analizar la etapa en que estuvo bajo contratos SNP ya que la
celebración del CAS convalidaba su relación. A pesar de dicha salvedad, el Tribunal señaló que
debía analizarse el tipo de protección contra el despido arbitrario que correspondía aplicar en el
régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios. Para ello se refirió al caso Llanos
Huasco y mediante un razonamiento similar al presentado anteriormente, concluyó que
correspondería brindar una protección restitutoria propia de los procesos de Amparo. Sin embargo,
señaló que ello no era posible en el Régimen CAS porque se “desnaturalizaría la esencia especial y
transitoria del contrato administrativo de servicios, por cuanto los contratos de trabajo en este
régimen son a plazo determinado y no a plazo indeterminado” negando así la tutela restitutoria para
el Régimen CAS[10]

II.14 En ese sentido, respetuosamente, no compartimos el criterio del Tribunal Constitucional,


referido a que con la celebración del CAS la situación anterior del trabajador vinculado a contratos
desnaturalizados o fraudulentos habría quedado consentida y novada, puesto que tal razonamiento
no es conforme con el principio de irrenunciabilidad de derechos que consagra la Constitución a
favor del trabajador protegido. Por el contrario, tal contrato CAS sería inválido, por contravenir al
referido principio constitucional, como se ha motivado precedentemente, y así lo ha reconocido el
propio guardián de la Constitución en el citado fundamento 24 de la sentencia emitida en el Exp. N°
0008-2005-PI/TC.
II.15 Ahora bien, siguiendo el criterio establecido en la Casación N° 07-2012-La Libertad, las
sentencias citadas a partir de la emitida en el Exp. N° 03818-2009-PA/TC, sólo constituyen doctrina
jurisprudencial y no son precedentes vinculantes, además en ella no se discute la desnaturalización
contractual anterior al CAS, por lo que prevalecería en la realidad un contrato laboral blindado por el
artículo 1 de la Ley N° 24041, por lo que dicho precedentes no es antecedente para discernir sobre la
materia controvertida. Tal como también ha razonado dicha Casación en el fundamento noveno,
veamos:
Noveno.- […], la recurrente denuncia como causal casatoria el apartamiento del precedente
vinculante recaído en el Expediente N° 03818-2009-PA/TC; […] ésta no […] aborda en específico
el periodo previo al Contrato Administrativo de Servicios – CAS, en donde se discuta la
desnaturalización de una contratación fraudulenta y se predique respecto de la misma la existencia
de un contrato laboral, razón por la cual no constituye antecedente para la aplicación del régimen de
contratación administrativa de servicios.

II.16 Cabe agregar que, el Tribunal Constitucional cambiando de criterio expuesto en la sentencia
recaída en el Exp. N° 03818-2009-PA/TC, emitió la sentencia expedida en el Exp. 01154-2011-
PA/TC, reconociendo los derechos laborales obtenidos por aquel trabajador que, posteriormente,
celebró un CAS, reponiéndolo en el trabajo, a saber:
9. Así las cosas y atendiendo al carácter irrenunciable de los derechos laborales que preconiza el
artículo 26º de la Constitución, resulta relevante destacar la continuidad en las labores
administrativas realizadas por la demandante independientemente de la modalidad de su
contratación, hecho que permite concluir que los supuestos contratos de locación de servicios y
contratos administrativos de servicios encubrieron, en realidad, una relación de naturaleza laboral y
no civil, por lo que la actora solamente podía ser despedida por causa derivada de su conducta o
capacidad laboral que lo justifique, lo que no ha ocurrido en el presente caso.

10. En consecuencia, se ha vulnerado el derecho constitucional al trabajo, por lo que, en mérito de la


finalidad restitutoria del proceso de amparo, procede la reposición de la demandante en el cargo que
venía desempeñando.

Jurisprudencia de la Corte Suprema sobre el CAS


II.17 La independencia judicial en la función jurisdiccional consagrado en el artículo 139.2 de la
Constitución[11], sustenta que nuestro Supremo Tribunal haya emitido las Casaciones Nos. 07-
2012-La Libertad[12] de fecha 11 de mayo de 2012, 038-2012-La Libertad del 6 de junio del mismo
año, y 628-2012 La Libertad del 13 de agosto de dicho año, en las que establece criterios
jurisprudenciales acordes con la Constitución, respecto a que la irrenunciabilidad de derechos y
vocación de continuidad de los contratos de trabajo a plazo indeterminado, prevalecen al contrato
CAS celebrado con posterioridad, y que este y ningún otro contrato fraudulento y desnaturalizado
puede encubrirlo, por lo que el trabajador tiene la protección prevista en el artículo 1 de la Ley N°
24041, por ello, este sólo puede ser cesado o destituido por las causales previstas en el Capitulo V
del Decreto Legislativo N° 276 y con sujeción al procedimiento establecido en dicha norma.

II Pleno Supremo Laboral


II.18 Dicha corriente jurisprudencial en la Corte Suprema quedó consolidada, a partir del II Pleno
Jurisdiccional Supremo en materia Laboral que abrió las vías procesales para demandar la invalidez
del CAS, cuando el trabajador prestó servicios antes de su celebración mediante fraudulentos
contratos civiles o modales.

Sobre la Nulidad de la Carta N° 286-2010-MPH/GA-SGP


II.19 De acuerdo a lo expuesto, La Carta N° 286-2010-MPH/GA-SGP, de fecha 27 de agosto de
2010, incurre en causal de nulidad, por haberse emitido en contravención al artículo 10° numeral 1)
de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, habiendo afectado y denegado
indebidamente al margen de la Constitución y la Ley, un derecho que le asiste a la demandante en su
condición de trabajadora pública y ha ser considerada como tal, bajo la protección del articulo 1 de
la Ley 24041, esto es, su derecho a la estabilidad laboral, al trabajo, al debido proceso y la
protección contra el despido arbitrario.

II.20 Finalmente, respecto al agravio de la indebida motivación de la apelada, ello no se condice con
los fundamentos fácticos y jurídicos que ha desarrollado la impugnada, y que contiene una
motivación suficiente y adecuada al caso, por lo que el agravio en este extremo debe desestimarse.

Conclusión
II.21 Debemos confirmar la apelada a fin de reconocer la verdadera relación laboral que existió entre
las partes, pues la demandante al realizar labores de naturaleza permanente, debe ser considerada
como trabajadora permanente al estar acreditado su labor ininterrumpida por más de un año y en una
labor de naturaleza permanente por lo que se ya se encontraba protegida por lo previsto en el artículo
1 de la ley 24041.

III. DECISIÓN

De acuerdo a los fundamentos expuestos, esta Sala ejerciendo justicia a nombre de la


Nación RESUELVE: CONFIRMAR la Sentencia contenida en la Resolución Nº 08, de fecha 23 de
diciembre de 2015, a páginas 352 y siguientes, que resuelve declarar FUNDADA la demanda
interpuesta por Miriam Elie Vásquez Inga en contra la Municipalidad Provincial de Huancayo; en
consecuencia DECLARAR la invalidez de los contratos administrativos de servicios, suscritos entre
las partes; y desnaturalizados los contratos de servicios no personales celebrados entre las partes y
que la relación habida es de duración permanente. ORDENANDO a la demandada CUMPLA con
incorporar a la planilla de pagos del personal contratado en forma permanente; y NULA la Carta N°
286-2010-MPH/GA-SGP, de fecha 26 de agosto del 2010. NOTIFÍQUESE y DEVUÉLVASE.

Potrebbero piacerti anche