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Sumilla: Reconocer la verdadera relación laboral que existió entre las partes, ya que la demandante
al realizar labores de naturaleza permanente, no puede ser cesada ni destituida sino por las causas
previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo Nº 276 y con sujeción al procedimiento
establecido en él, al tener derecho a la estabilidad de salida al amparo del artículo 1 de la Ley
24041.
Corrales Melgarejo
Cristoval de la Cruz
Olivera Guerra
EXPEDIENTE Nº 01787-2010-0-1501-JR-LA-01
PROVIENE : 3° JUZGADO TRANSITORIO LABORAL.
GRADO : SENTENCIA APELADA
JUEZ PONENTE : Edwin Ricardo CORRALES MELGAREJO[1]
RESOLUCIÓN Nº17
Huancayo, 01 de julio de 2015.-
En los seguidos por Miriam Elie Vásquez Inga contra la Municipalidad Provincial de Huancayo
(MPH), sobre Acción Contenciosa Administrativa, la 1ra. Sala Mixta de Huancayo ha expedido en
segunda instancia la resolución siguiente:
I. ASUNTO
I.5 El Juez no ha tomado en cuenta que, la actora a partir de enero del 2009 suscribió,
voluntariamente, el Contrato Administrativo de Servicios N° 001-09, consecuentemente, inicia un
nuevo régimen de contratación especial en el marco del D.Leg. N° 1057 y su reglamento.
I.7 Asimismo, se debe tener en consideración que los servicios prestados por la accionante, a
través de contratos de servicios no personales, en el supuesto que hubiera existido desnaturalización
de contratos, la actora debió reclamarlo en su oportunidad, es decir, antes de someterse
voluntariamente al régimen laboral CAS, en consecuencia, el cambio de régimen laboral ha quedado
consentido y novado, desde enero del 2009, fecha de suscripción del CAS, tal como lo ha señalado el
TC en su sentencia.
II. FUNDAMENTOS
TEMA DE DECISIÓN:
II.1 Determinar si la demandante tiene o no derecho a ser considerada como trabajadora contratada
permanente en mérito a la estabilidad de salida que prevé el artículo 1° de la Ley 24041[2].
LAS RAZONES QUE JUSTIFICAN LA DECISIÓN:
De la sentencia
II.3 El juez de primera instancia ha declarado fundada la demanda interpuesta. La entidad
demandada, argumenta en su recurso impugnatorio, que el último contrato celebrado entre las partes
fue un Contrato Administrativo de Servicios (CAS), declarado constitucional por STC N° 00002-
2010-PI/TC, se habría novado la relación laboral y, por ende, no correspondería analizar sobre la
desnaturalización de los contratos de servicios no personales del periodo anterior, pues en el caso de
que ello hubiese ocurrido, dicha situación de fraude constituye un periodo independiente del inicio
del contrato administrativo de servicios. Por lo tanto, dicha situación habría quedado consentida y
novada con la sola suscripción del contrato administrativo de servicios (STC N° 03818-2009-
PA/TC[3]).
Contrato Administrativo de Servicios
II.4 Ahora bien, la demandada alega que la actora, después de suscribir contratos de locación de
servicios celebró contratos CAS en el régimen creado por el Decreto Legislativo N° 1057. Sin
embargo, debemos tener en consideración que las partes celebraron contratos de locación de
servicios no personales por el periodo indicado en la séptima considerativa de la sentencia materia
de grado, p. 357, y que no ha sido contradicho como agravio en el recurso de apelación. Entonces, la
actora al haber laborado de modo ininterrumpido por más de un año en labores permanentes para la
demandada, ha adquirido el derecho como trabajador permanente conforme lo prescribe el artículo 1
de la Ley N° 24041, antes de proceder a celebrar los contratos CAS; y por ende a no ser cesada ni
destituida sino por causas previstas en el Capitulo V del D.L. N° 276.
II.5 La problemática que denuncia la demandante se originó, a raíz que el Estado permitió que se
contraten a trabajadores para labores permanentes y sin justificación de la causa objetiva de
temporalidad, mediante fraudulentos contratos civiles o modales, lo que motivó la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional, siendo una de la más emblemática la STC N.° 1944-2002-AA/TC, en la que
se aplicó el principio de primacía de la realidad a los trabajadores que laboran en el régimen laboral
público, ya que: “[...] en caso de discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que fluye de los
documentos, debe darse preferencia a lo primero; es decir, a lo que sucede en el terreno de los
hechos” (fundamento 3). Posteriormente, se consolidó dicha corriente jurisprudencial en el caso
Baylon Flores, mediante la sentencia vinculante recaída en el Exp. N° 0206-2005-AA/TC, y que
protegió a aquellos empleados públicos cuyos contratos civiles o modales se habían desnaturalizado.
En ese sentido, de conformidad con lo establecido en el artículo V del Título Preliminar del
Código Civil, la renuncia a dichos derechos sería nula y sin efecto legal alguno.
Javier Neves Mujica [Introducción al derecho laboral. Lima: Fondo Editorial de la PUCP, 2003, p.
103] manifiesta que el principio de irrenunciabilidad de derechos es justamente el que prohíbe que
los actos de disposición del trabajador, como titular de un derecho, recaigan sobre normas taxativas,
y sanciona con la invalidez la transgresión de esta pauta basilar.
La irrenunciabilidad de los derechos laborales proviene y se sujeta al ámbito de las normas taxativas
que, por tales, son de orden público y con vocación tuitiva a la parte más débil de la relación
laboral. [….]” (Lo destacado es nuestro)
Ponderación de Principios
II.10 Para la demandada, la actora al haber celebrado el CAS regido por el D. Leg. N° 1057, a partir
de setiembre de 2008, habría renunciado al derecho a la estabilidad de salida y a su régimen laboral,
lo que violenta el Art. 26 de la Constitución, numeral 2, el cual establece que “En la relación laboral
se respetan los siguientes principios: 2. Carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la
Constitución y la ley.”, en consecuencia, dicho contrato es inválido, y debemos preferir la relación
laboral a plazo indeterminado que une a las partes, y que se pretendió encubrir con el referido
contrato CAS, el mismo que es contrario no sólo al dispositivo constitucional citado, sino a la
interpretación que sobre él ha realizado el Tribunal Constitucional y que vincula a todos los poderes
del Estado, motivo por el cual interesa al orden público, ya que el trabajo, en sus diversas
modalidades, es objeto de atención prioritaria del Estado, principio tuitivo laboral consagrado en el
artículo 23 de la Constitución.
II.13 Al respecto, cabe traer a colación el análisis sobre la sentencia emitida en el Exp. N° 03818-
2009-PA/TC, en la que el Tribunal Constitucional convalida el cese del trabajador por vencimiento
del CAS, pese a que éste venía laborando con anterioridad a la creación de este Régimen de
contratación temporal en el sector público, veamos:
“[…] en un reciente pronunciamiento emitido por la Sala Primera del TC bajo expediente N° 03818-
2009-PA/TC se señaló que la eficacia restitutoria no procedía en el Régimen CAS, por que atentaba
contra la esencia eminentemente temporal del Régimen. El demandante pretendía que se declare la
desnaturalización de su vínculo laboral y se ordene su reposición en su centro de trabajo porque
consideraba que la no renovación de su último contrato equivalía a un despido incausado. Del texto
de la sentencia se desprende que el demandante estuvo contratado bajo SNP desde el 1 de agosto de
2001 hasta el 30 de junio de 2008 y que posteriormente prestó servicios bajo CAS desde el 1 de julio
de 2008 al 30 de septiembre de 2008 en que finalizó su último contrato sin que se lo renovaran. El
Tribunal señaló que no cabía analizar la etapa en que estuvo bajo contratos SNP ya que la
celebración del CAS convalidaba su relación. A pesar de dicha salvedad, el Tribunal señaló que
debía analizarse el tipo de protección contra el despido arbitrario que correspondía aplicar en el
régimen laboral especial del contrato administrativo de servicios. Para ello se refirió al caso Llanos
Huasco y mediante un razonamiento similar al presentado anteriormente, concluyó que
correspondería brindar una protección restitutoria propia de los procesos de Amparo. Sin embargo,
señaló que ello no era posible en el Régimen CAS porque se “desnaturalizaría la esencia especial y
transitoria del contrato administrativo de servicios, por cuanto los contratos de trabajo en este
régimen son a plazo determinado y no a plazo indeterminado” negando así la tutela restitutoria para
el Régimen CAS[10]
II.16 Cabe agregar que, el Tribunal Constitucional cambiando de criterio expuesto en la sentencia
recaída en el Exp. N° 03818-2009-PA/TC, emitió la sentencia expedida en el Exp. 01154-2011-
PA/TC, reconociendo los derechos laborales obtenidos por aquel trabajador que, posteriormente,
celebró un CAS, reponiéndolo en el trabajo, a saber:
9. Así las cosas y atendiendo al carácter irrenunciable de los derechos laborales que preconiza el
artículo 26º de la Constitución, resulta relevante destacar la continuidad en las labores
administrativas realizadas por la demandante independientemente de la modalidad de su
contratación, hecho que permite concluir que los supuestos contratos de locación de servicios y
contratos administrativos de servicios encubrieron, en realidad, una relación de naturaleza laboral y
no civil, por lo que la actora solamente podía ser despedida por causa derivada de su conducta o
capacidad laboral que lo justifique, lo que no ha ocurrido en el presente caso.
II.20 Finalmente, respecto al agravio de la indebida motivación de la apelada, ello no se condice con
los fundamentos fácticos y jurídicos que ha desarrollado la impugnada, y que contiene una
motivación suficiente y adecuada al caso, por lo que el agravio en este extremo debe desestimarse.
Conclusión
II.21 Debemos confirmar la apelada a fin de reconocer la verdadera relación laboral que existió entre
las partes, pues la demandante al realizar labores de naturaleza permanente, debe ser considerada
como trabajadora permanente al estar acreditado su labor ininterrumpida por más de un año y en una
labor de naturaleza permanente por lo que se ya se encontraba protegida por lo previsto en el artículo
1 de la ley 24041.
III. DECISIÓN