Sei sulla pagina 1di 3

PSICOANÁLISIS III - Clase del 27.06.

2017

ALEJANDRO RUIZ - Psicoanálisis y ciencia.


Hoy vamos a hablar sobre ciencia y psicoanálisis. Siempre aparece la idea de que la ciencia cuestiona al
psicoanálisis. Convengamos también, que el psicoanálisis igualmente cuestiona a la ciencia.

Partimos de la idea de que son cosas distintas, en realidad, opuestos, que tienen distintos parámetros y que
uno cuestiona al otro. Vamos a desarrollar estas cuatro ideas.

SON COSAS DISTINTAS.

Tenemos el “sujeto de las ciencias” y el “sujeto del psicoanálisis”. La primera diferencia son las concepciones
del sujeto.

Empecemos por Freud. Él manifiesta un fuerte deseo de reconocerse como científico aunque rompe con todos
los paradigmas científicos de su época. Freud descubre el inconsciente, que viene a dar cuenta de un sujeto
descentrado en relación con su yo. Freud rompe con la idea de un individuo como unidad indivisible y plantea
la existencia de un sujeto dividido. Hegel (como antecedente de Freud) con su “Conócete a ti mismo” plantea
que el yo es lo más superficial y engañoso del sujeto.

Toda la teoría de Freud gira en torno al concepto de castración, el cual nos permite conceptualizar un sujeto
que es en falta y dividido entre su yo y su deseo, entre yo, ello y superyó, entre el yo ideal y el ideal del yo, en
autoerotismo, narcisismo y narcisismo secundario, entre pulsión de vida y de muerte, en pulsiones de
autoconservasión y sexuales, en sistema consiente y sistema preconsciente e inconsciente… está dividido por
donde se lo mire, somos una pluralidad. Freud rompe, con estas ideas, el paradigma científico de su época. Y
nuevamente, nos encontramos con una nueva paradoja. Freud intenta introducir al psicoanálisis en el campo
de las ciencias y a la vez, sospecha fuertemente, que esto es imposible.

Freud, por un lado, reconoce estar haciendo un trabajo científico (Proyecto de una psicología para neurólogos)
y por otro, expresa que quizás se va a demorar (… a lo mejor, con el paso del tiempo, la ciencia podrá llegar a la
conclusión de que…) pero, mientras tanto, no podemos afirmar. Esta es la paradoja en la que Freud se
encuentra.

Por otro lado, duda de poder integrar al psicoanálisis al campo de la ciencia. Por momentos, se encuentra
convencido de que se encuentra en un campo que jamás va a poder responder a las exigencias de la ciencia.
Entonces, Freud se encontraba con esta ambigüedad, por un lado el ideal científico y por otro el deseo de
saber (pulsión epistemofílica) que lo impulsa más allá. Va para otro lado, que no tiene mucho que ver con la
ciencia como campo epistemológico.

Freud, con su método psicoanalítico, se sostiene en una triología, en una suerte de trípode psicoanalítico. Por
un lado el eje terapéutico (la metodología de la cura), que está planteado desde la perspectiva del paciente
(viñetas clínicas) y del analista; por otro lado el eje psicopatológico, donde Freud hace un importante
desarrollo gnoseológico, categorizando las distintas neurosis y psicosis; y finalmente el eje teórico
propiamente dicho. Mientras realiza su práctica clínica va construyendo teoría. Freud trabaja todo el día, cena
con su familia y después escribe teoría.
Freud intenta hacer modelos que fundamenten los descubrimientos que va haciendo. Modelos conceptuales
con invención de enorme cantidad de conceptos. Lacan, por ejemplo, toma los conceptos freudianos.
Podríamos decir que su gran aporte es la cuestión de los tres registros y el objeto a. Y también la acepción
que la da al goce.

Entonces, podemos decir que tenemos un método de investigación, que tenemos un método terapéutico y
que tenemos la teoría. ¿Cuál es la particularidad de la práctica freudiana? Que el método de investigación y el
terapéutico se funden porque aquello que se está investigando habla, no es un objeto mudo. No son ratas de
laboratorio. Entonces, podemos decir, que el problema se sitúa en el campo del sentido. Hay una disputa de
sentido y ustedes saben que esto no tiene mucho que ver con la ciencia, porque la ciencia no disputa sentidos,
las cosas son así y punto.

Freud desde el inicio está utilizando de un modelo que representa otro paradigma con respecto a la ciencia de
su época. En este modelo pone el acento en la escucha, mientras que en el tradicional se ponía en la mirada.
Cuando Freud tiene que dar cuenta del “sueño” como objeto de estudio, se pregunta cómo hacer para que
ese objeto soporte una teorización científica. Freud recurre a otras ciencias, como por ejemplo la óptica, pero
como va más allá, podemos decir que no se queda en el campo de la ciencia. Queda, en todo caso en la
pretensión de ideal científico al cual nunca accede.

Un sueño, por ejemplo, es evanescente, contradictorio, con dificultades de transmisión, extraño, raro,
impreciso; todo esto no tiene nada que ver con la ciencia. Es más, está en las antípodas de la ciencia.

Como vimos en “El sueño de la inyección de Irma”, Freud nos va a decir, lo que nos interesa del sueño es su
relato. Lacan dice sobre el sueño que hay un doble juego de simbolizar lo imaginario e imaginarizar lo
simbólico. Lacan explica que uno viene preocupado, pensando en algunas cosas y a la noche sueña. Los restos
diurnos brindan el escenario y lo que uno sueña tiene que ver con esas preocupaciones con las que viene todo
el día. Es decir, imaginarizamos lo simbólico. Es decir, dar un escenario, una imagen a todas esas cuestiones
que se vienen rumiando durante todo el día anterior y desde hace un largo tiempo. Algunas imágenes se
condensan, otras se desplazan. Pero, como lo que importa es el relato, después se produce la operación
contraria. Simbolizamos la imagen (es el relato del sueño). Hablamos sobre lo que recordamos de esa imagen
que tuvimos. Lo que recordamos, porque el sueño verdadero es uno de los nombres de lo real, es eso que está
eternamente perdido porque es eso a lo cual nunca tenemos ni vamos a tener acceso. De eso que recordamos,
a partir de la operación de la represión, construimos un relato, una versión de eso que soñamos y eso es lo que
le interesa a Freud. Y no sólo le interesa el relato sino, la diversidad de relatos. Y no sólo eso, sino que en la
diversidad de relatos, especialmente eso que hace la diferencia. Y no sólo eso… le interesa lo que se le escapa,
entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con la ciencia?

En la ciencia el objeto es mudo y anónimo. La que habla es la ciencia. Aquí el objeto es siempre objeto.

En el psicoanálisis el objeto habla y al hablar, deviene el sujeto. Podemos agregar entonces que nos sólo son
campos distintos sino contrarios.

¿Por qué, entonces, Freud insiste con el tema del ideal científico? Dice que el niño es un perverso polimorfo,
que la homosexualidad no es una enfermedad, que el humano atenta contra sí mismo, y después quiere que lo
tomen como científico.
El tema es que él no advierte en su momento lo subversivo de su posición. Lacan es el que viene a rescatar lo
de la subversión del sujeto. Freud, en ese sentido, es más ingenuo… piensa ¿por qué no? Ya va a llegar el
momento en que la ciencia va a poder contener estas cuestiones. Pero, pensaba esto, en medio de esta
ambigüedad, de esta paradoja. En otros momentos, afirmaba que el psicoanálisis, por su espíritu nunca va a
poder ser contenido en el campo de la ciencia. Nunca va a poder responder a los requerimientos de la ciencia.

Como no advierte, en un principio al menos, lo subversivo de su posición, esto le permite insistir en esta idea
de avanzar sobre el campo de la ciencia.

Freud toma nociones de la física de su época. Va a hablar de mecanismos, va a hacer argumentaciones


explicativas, a través de aparatos y leyes, que rigen los movimientos del aparato psíquico. En “el proyecto…” el
lenguaje es propio de la física.

Este léxico, como lenguaje científico, es en realidad muy pobre. Es como tocar de oído de la física. No tiene
nada que ver con la refutabilidad de Popper. Este autor dice: “no podemos desprender del psicoanálisis
proposiciones que sean refutables en determinadas condiciones”. Popper dice que el psicoanálisis no es una
ciencia.

Potrebbero piacerti anche