UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUETAMALA

FACULTAD DE INGENIERÍA

II SEMESTRE 2019

ÉTICA PROFESIONAL

NOMBRE: LIZBETH IVANNOVA GÓMEZ GONZÁLEZ

R.A.: 201801053

GUATEMALA, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2019

 ENSAYO: MINDHUNTER

Mindhunter es una serie de televisión estadounidense y nos sitúa en la década de

1970, se centra en los primeros pasos que dio el FBI hacia el estudio de en
profundidad de la psicología criminal y la inclusión de esta en los programas de
formación de sus agentes. Tiene como protagonistas a dos agentes del FBI: Holden
Ford y Bill Tech, quienes, junto con la psicóloga Wendy Carr, se dedican a
entrevistar a asesinos seriales para desarrollar perfiles que permitan al FBI poder
enfrentar a este tipo de perturbados criminales que cometen asesinatos sin motivo
aparente. Holden Ford es el individuo que más evoluciona a lo largo de los diez
episodios de los que consta la primera temporada. Es un agente especializado en
negociar con rehenes, además imparte clases a las nuevas generaciones que
entran al FBI. Al comienzo de la serie podríamos definirlo como un personaje
curioso, reservado y algo inocente. Sin embargo, según se va desarrollando la
temporada vemos como la curiosidad desborda los límites sanos y la inocencia para
convertirse en un gusto macabro por el asesinato y la mente del que lo comete.
Cuantas más entrevistas realiza con su compañero Bill, más se involucra
psicológicamente en el cometido de la investigación sin saber que, tarde o
temprano, terminará pasándole factura. A diferencia de este, Bill es un agente más
mayor. Supone el perfecto contrapunto para equilibrar las decisiones de Holden.
Está casado y tiene un hijo adoptado al que trata con distancia, dados los problemas
para relacionarse que muestra el chico. Se rige ante unas normas éticas muy rígidas
que le permiten tomar decisiones con mayor perspectiva que Holden; además, sus
límites afloran bastante antes que los del joven.

Hay bastantes discusiones sobre ética y moralidad en la serie, y sobre si se puede

ser objetivo dejándose llevar por las propias convicciones morales. Ford y Tench
establecen una especie de cortejo con el sujeto que tienen que extraerle
información, haciéndole creer que empatizan con él, que lo entienden, a tal punto
que empiezan a idealizarse que son víctimas, ya que cada sujeto entrevistado tiene
un pasado que puede explicar el comportamiento de sus actos y eso lleva a
adentrarse en algunos territorios bastante oscuros de su propia personalidad.