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Las Guerras de Expansión

Romana
1. Los etruscos
Las guerras romano-etruscas fueron
una serie de guerras libradas entre la
antigua Roma (durante el periodo
tanto de monarquía como de
república) y los etruscos, desde los
primeros años de la historia de
Roma. La información sobre muchas
de estas guerras es muy limitada,
particularmente sobre las sucedidas
durante los primeros años de Roma,
y en gran medida solo existe
información proveniente de textos
antiguos.

Según el mito de la fundación de


Roma que explica Tito Livio, los
etruscos, liderados por Mezencio y
aliados con el rey Turno de los
rútulos, atacaron a los latinos y a los
troyanos exiliados, que estaban
liderados por Latino y Eneas,
respectivamente. Los latinos y los
troyanos resultaron vencedores, y
Turno murió en combate. La paz
consiguiente estableció las bases
según las cuales el río Tíber sería la frontera común entre los etruscos y los
latinos

Aunque las fuentes discrepan, es posible que Roma fuera sitiada dos veces por
los ejércitos etruscos en este periodo: la primera vez alrededor del 509 a. C. bajo
el recién depuesto rey Tarquinio el Soberbio; y de nuevo en 508 a. C. por el
etrusco Lars Porsenna.

A partir del final de la era republicana (principios del siglo I a. C.), la romanización
de Etruria ya estaba prácticamente completada. En el 89 a. C., los etruscos y las
colonias latinas obtuvieron la ciudadanía romana, pero el período subsiguiente
fue marcado por graves acontecimientos militares: Talamone fue destruida
definitivamente y su puerto, localizado probablemente en Roselle o Ventulonia,
y la destrucción de Populônia está registrada en las fuentes. Los cambios
relatados en el territorio fueron marcados principalmente por la ruina de los
pequeños propietarios y de los asentamientos rurales en favor de las grandes
villas de los ricos romanos.
2. Las Guerras de Expansión
La primera fase de la expansión romana es
por Italia. Será una expansión sistemática,
radiocéntrica, anexionándose a los
vecinos. Primero será el Lacio (340), y
posteriormente Campania, y también
territorios cercanos a éstos, como los
territorios de los Vulscos. A éstos
territorios se les concederá la ciudadana
romana, y sus territorios serán Ager
Publicus. Realmente, será una expansión
que se realizará con cierta facilidad. Son
vecinos tanto geográficamente como
culturalmente, y por tanto, fáciles de
asimilar. Se les concederá el estatuto de
Municipia, perdiendo su autonomía a nivel
de política exterior. Es un tipo de unidad
que asegura la autonomía a nivel de
gestión interna, conservando de esta
forma leyes, tradiciones y costumbres.

La táctica principal consistirá en evitar


cambiar o modificar los patrones
cotidianos. La gente no notará la diferencia
dada la actitud de respeto, y esperarán a
que se romanice con el tiempo.

A la gente del Lacio se le da una


ciudadanía plena, pero a la gente de la
Campania una ciudadanía limitada. No
podrán presentarse a las magistraturas o
asambleas. No tendrán plenos derechos
políticos, y carecerán del Sufragium (votar,
participar activamente en la política).

La segunda fase será ir hacia la Italia


central, región del Samnium, y todos sus
alrededores. Aquí se encuentra con
inconvenientes, las Guerras Samnitas,
sufriendo derrotas importantes. También
supondrá la colisión de la civilización de
Roma y la civilización de este
conglomerado de pueblos de la Italia
central, la Etnia, que será una ciudad
política y cultural que rige a estos pueblos
y que integran un conglomerado de tribus.
Dos maneras distintas de organizarse políticamente.
Finalmente, después de tres guerras, conquista la región, no sin haber superado
la crisis de Aníbal de la segunda guerra púnica. A nivel jurídico, Roma actuará
esta vez de manera distinta, debido a que se trata de pueblos que han impuesto
resistencia y por tanto, son castigados. Mucha población será convertida en
esclava y se impondrán indemnizaciones de guerra. Aquellos nativos que no
caigan en el esclavismo, son obligados a establecer un tratado desigual, donde
renuncian a su independencia y reconocen la hegemonía romana. Se convierten,
de esta manera, en Societates, no concediéndoles la ciudadanía romana, y
siendo aliados forzosos.

En el caso de aquellos pueblos que no interpusieron tanta resistencia como los


samnitas, se les dará la ciudadanía limitada que no incluía el Sufragium, como
es el caso de los sabinos.

3. La Conquista del Mediterráneo

Las primeras conquistas de Roma fueron contra las diversas tribus y las colonias
griegas de Italia, que condujo al control de la totalidad de la península italiana y
convirtiendo a Roma en una de los mas grandes potencias del Mediterráneo.

Luego Roma presto su atención a la otra gran potencia en el Mediterráneo


occidental: Cartago. Roma luchó contra Cartago en 3 guerras largas y inensas y
derrotó a los cartagineses en cada uno, lo que llevó a Roma heredar de Cartago
su gran imperio comerciante del Mediterráneo occidental.

En este punto, Roma había transformado de una de las grandes potencias en el


Mediterráneo, a la unica gran potencia en el Mediterráneo. No pasó mucho
tiempo antes de que Roma comenzó a expandirse en el mundo helenístico del
Mediterráneo oriental, con la conquista de Grecia en 133 aC el Reino Seleucid
en el Cercano Oriente en 63 aC y finalmente, los Ptolomeos de Egipto en 30 aC
.
Después de la derrota de la última monarca Ptolemaica en Egipto: Cleopatra VII,
Roma llegó a controlar prácticamente todo el Mediterráneo. Este momento
también vio la sustitución permanente de la República Romana con el Imperio
Romano cuando Augusto fue proclamado el emperador de Roma.
4. Las Guerras Púnicas

Por guerras púnicas se denomina la serie de tres guerras libradas entre Roma y
Cartago en el período que va desde el año 264 hasta el 146 a.C. Para cuando
se produjo el conflicto, este fue el mayor enfrentamiento bélico que había tenido
lugar hasta la fecha.

El término púnico deriva del latín punicus o poenicus e identifica a los


cartaginenses, en referencia a los ancestros fenicios de estos. Por su parte, los
cartagineses denominaron los conflictos como guerras romanas.

La principal causa de las guerras


púnicas fue el conflicto de intereses
entre el Imperio Cartaginense y la
por entonces República de Roma,
en plena expansión y camino de
convertirse en el vasto imperio en
que se convirtió.

Inicialmente, los romanos estaban


interesados en expandirse vía
Sicilia, parte de cuyo territorio estaba
bajo control cartaginés que, al
iniciarse la primera guerra, era el
poder dominante al oeste del
Mediterráneo con un gran dominio
marítimo. Roma era una fuerza que
ascendía rápidamente en Italia, pero
carecía del poder marítimo de
Cartago.
Primera Guerra Púnica. Enfrentamiento entre romanos y cartagineses por el
dominio de Sicilia que se decantó en favor de los primeros. Desarrollada entre
264 y 241 a.C.

Segunda Guerra Púnica. Los cartagineses se expanden por la península ibérica


hasta que llegan al límite marcado por los romanos en el río Ebro, atacan
Sagunto, aliada romana y Roma les declara la guerra que se dividió en dos
frentes. Por un lado la guerra en la península ibérica y por otro la heroica marcha
del general cartaginés Aníbal a través de los Pirineos y los Alpes hasta llegar a
las puertas de Roma. Por su parte el general romano Escipión venció a los
cartagineses en Hispania y se dirigió hacia la capital Cartago. Finalmente la
victoria cayó del lado romano. Desarrollada entre 218 y 201 a.C.

Tercera Guerra Púnica. Ataque de Roma a la capital cartaginesa. Derrota


definitiva de Cartago, Roma se convierte en la principal potencia del
Mediterráneo. Desarrollado entre 149 y 146 a.C.

5. Otras Conquistas Militares


Bajo emperadores sin el peligro de enemigos internos, como Augusto o Trajano,
los militares consiguieron grandes aumentos territoriales tanto en el este como
en el oeste. En el oeste, tras una derrota a manos de las tribus de los sicambros,
tencterios y usipetos en 16 a. C., los ejércitos romanos hicieron ofensivas hacia
el norte y el este, fuera de la Galia, subyugando gran parte de Germania hasta
el río Elba.

La sublevación de Pannonia en 6 d. C. obligó a los romanos a cancelar su plan


de cimentar su conquista de Germania invadiendo Bohemia, por el momento.
141 A pesar de perder un gran ejército en la famosa derrota de Varo a manos
del líder germánico Arminio en la batalla del bosque de Teutoburgo en 9 d. C.,
Roma se recuperó y continuó su expansión más allá de los límites del mundo
conocido.
Los ejércitos romanos
de Germánico hicieron
varias campañas más
contra las tribus
germánicas de los
marcomanos,
hermunduros, catos,
queruscos, brúcteros,
y marsos. Tras superar
varios motines en los
ejércitos a lo largo del
Rin, Germánico venció
a las tribus germanas
de Arminio en una serie
de batallas que
culminaron en las batallas de Idistaviso y del Río Weser,. No obstante estas
victorias, el entonces emperador Tiberio, desconfiado con las victorias de su hijo
adoptivo, decidió abandonar el territorio y establecer las legiones sobre el Rin y
el Danubio.

La primera guerra judía-romana, a veces llamada la gran revuelta judía, fue la


primera de las tres rebeliones importantes que protagonizaron los judíos de la
provincia de Judea contra el Imperio romano. Judea ya era una región
problemática con una encarnizada violencia entre varias sectas judías
enemigas309 y tenía una larga historia de rebeliones La furia de los judíos se
dirigió hacia Roma tras unos robos en sus templos y ante la insensibilidad de
Roma —Tácito dice repugnancia y repulsión — hacia su religión.
Los judíos empezaron a preparar una sublevación armada. Éxitos anteriores,
incluyendo el rechazo con el primer asedio a Jerusalén y la batalla de Beth-
Horon, sólo atrajeron una
mayor atención de Roma y
el emperador Nerón
designó al general
Vespasiano para que
aplastara la rebelión.
Vespasiano condujo sus
fuerzas a una limpieza
metódica de las zonas
sublevadas.

En el año 68, la resistencia


judía del norte había sido
aplastada. Unos cuantos
pueblos y ciudades
resistieron algunos años
más antes de caer en
manos de los romanos,
llevando al asedio de
Masada en 73 y al segundo
asedio de Jerusalén.

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