Sigamos percibiendo cuál es la voluntad de Jehová (Lev. 19;18)
Hablemos sobre la necesidad de percibir —o tener muy claro— lo que espera
Jehová de nosotros, especialmente cuando tomamos decisiones. Pensé en analizar este asunto puesto que el comentario del texto de hoy comienza así: “Para agradar a Dios, debemos obedecer siempre sus leyes y principios, y nunca restarles importancia ni adoptar una actitud indiferente”. Los mandamientos de Jehová nos dan a conocer su voluntad fuera de toda duda. Por ejemplo, él prohíbe claramente cosas como la idolatría, la fornicación, el adulterio y el robo. Sin embargo, hay muchas situaciones para las que no existe un mandato específico. Y alguien pudiera pensar que, a falta de una ley bíblica clara, uno puede hacer lo que le plazca. Bueno, sabemos que el Diablo saltaría de contento si lograra llevarnos a quebrantar la ley de Jehová. Pero si somos sabios y obedientes de corazón, comprenderemos la necesidad de aferrarnos a los principios bíblicos y aplicarlos en la vida. Sabemos, por experiencia, que quienes se acostumbran a pasar por alto estos principios terminan violando alguna de las leyes de Jehová. Por eso, debemos reflexionar en lo que señala Efesios capítulo 5, versículos 15 al 17. Lo que allí dice nos ayudará a no caer en la tentación de violar principios bíblicos cuando tomemos decisiones. En Efesios 5 encontramos las conocidas palabras de los versículos 15 al 17: “Así es que vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos. Por esta razón dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová”. De modo que es muy importante que el cristiano siga percibiendo cuál es la voluntad de Jehová. Y para lograrlo, primero tiene que aplicar los principios bíblicos en su propia vida. En el pasaje bíblico que leímos, la palabra percibir a veces se traduce como “tener discernimiento” o “tratar de entender”. Pero el término “percibir” es correcto porque significa comprender o conocer algo. Así que necesitamos conocer y comprender claramente la voluntad de Dios. ¿Cómo ADORACIÓN MATUTINA
podemos percibir la voluntad de Dios cuando tomamos decisiones? Analicemos
dos ejemplos: primero, nuestra música preferida. Obviamente, la música de la organización de Jehová siempre es una buena opción. Pero no queremos ser exagerados y decir que no podemos oír otra clase de música. No, Jehová no es dogmático. Sin embargo, al escoger qué música vamos a escuchar, ¿deberíamos decir: “Pues esta es la que más me gusta y punto”? No haremos eso si queremos poner en práctica lo que aprendimos en Efesios 5:17 antes de tomar una decisión cuando no haya un mandato específico sobre ese tipo de canciones o de música. Más bien tomemos en cuenta lo que Jehová piensa y siente. ¿Lo que siente? ¿Jehová tiene sentimientos? Claro que sí, y si realmente lo amamos, entonces procuraremos que Jehová nunca se sienta ofendido por las decisiones que tomamos. Una persona sabia de corazón siempre aplica los principios bíblicos en su vida y no se atrevería a disfrutar de una canción sin reflexionar en cómo se sentirá Jehová cuando la escuche. Por eso, meditemos en estas preguntas antes de seleccionar la música o las canciones que escucharemos: ¿puedo pensar en Jehová mientras escucho esta canción? ¿Puedo oírla sin que me moleste la conciencia? ¿Es apropiada la letra para alguien que asegura amar a Jehová y sus principios? Preguntas como estas nos ayudarán a percibir cuál es la voluntad de Jehová y a mantener una conciencia limpia. Pero si la respuesta es no a cualquiera de estas preguntas, entonces es preferible no violar los principios bíblicos. Pensemos ahora en otro ejemplo: nuestra forma de vestir cuando predicamos. Por supuesto, el modo de vestir varía de una región a otra en todo el mundo. Y así lo vemos en nuestros programas de JW Broadcasting. Allí hemos observado los diferentes tipos de ropa que usan los hermanos en varias partes de la Tierra, y todos son aceptables. Pero siempre es bueno considerar qué principios bíblicos respaldan nuestras decisiones. Veamos, por ejemplo, 2 Corintios capítulo 6; y mientras leemos, pensemos en nuestra apariencia cuando salimos a predicar, que es parte de nuestro servicio sagrado. Segunda a los Corintios capítulo 6, versículo 3: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre falta en nuestro ministerio”. Aquí dice claramente lo que siente Jehová: ¿verdad que él se ofendería si la ropa que usamos en la ADORACIÓN MATUTINA
predicación hiciera tropezar a otros? Cuando predicamos, estamos representando
a Jehová y, sin duda, no querríamos ser una causa de tropiezo para nadie. Si nuestra apariencia no refleja que somos ministros de Dios, podríamos hacer tropezar a quienes nos escuchan. Y eso es lo que queremos evitar. Claro, no necesitamos una larga lista de reglas; solo preguntémonos: ¿es posible que alguien tropiece debido a mi apariencia? Además, a fin de percibir la voluntad de Jehová al tener que decidir sobre asuntos para los que no existe una norma específica, podemos considerar lo que dijo, en 2003, un artículo de La Atalaya titulado “¿Hace falta siempre un mandato bíblico?”. ¡Qué buena pregunta! Bajo el subtítulo “Agudicemos nuestras facultades perceptivas”, encontramos esta pregunta: “¿Cómo podemos desarrollar nuestras facultades perceptivas para saber lo que le agrada a Jehová aun cuando no haya dado directrices específicas sobre un asunto?”. Este artículo nos aconseja leer la Palabra de Dios diariamente, estudiarla con frecuencia y —a esto quisiera darle mucho énfasis— meditar en lo que leemos. Si lo hacemos, el artículo dice que nuestra percepción mejorará. Por supuesto, esto no ocurre de la noche a la mañana: tal como sucede con el desarrollo físico de un niño, el crecimiento espiritual es gradual y no se percibe de inmediato. Por eso, el artículo también recomienda tener paciencia y no frustrarse si no se observa una mejora inmediata. Pero luego advierte: “El simple transcurso del tiempo no agudiza de por sí nuestras facultades perceptivas”. Y añade: “El tiempo debe ocuparse examinando la Palabra de Dios y aplicando su contenido hasta donde lo permita nuestra capacidad”. ¡Qué reflexión tan interesante! Y pienso que aún más profundas son las palabras que encontramos en el siguiente párrafo, pues apelan a nuestro corazón. Allí dice: “Puede afirmarse que, mientras que las leyes de Dios ponen a prueba nuestra obediencia, sus principios ponen a prueba la profundidad de nuestra espiritualidad y nuestro deseo de agradarle”. Eso vale la pena repetirlo: “Mientras que las leyes de Dios ponen a prueba nuestra obediencia, sus principios ponen a prueba la profundidad de nuestra espiritualidad y nuestro deseo de agradarle”. ¡Qué hermoso! Así que una persona espiritual se rige por principios bíblicos y así evita violar las leyes divinas. Por lo tanto, ADORACIÓN MATUTINA
resolvámonos a agradar a Jehová, a percibir su voluntad al mayor grado posible y
a dejarnos guiar por los principios bíblicos cuando tomemos decisiones.