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1.

COMPROMISO
La palabra “Compromiso” encierra un gran significado, pero en términos
sencillos se trata de un convenio, de una obligación contraída por medio de
acuerdo, promesa o trato que se hace entre dos o más personas. En la Biblia
encontramos que Dios pactó un compromiso con los hombres, y que su
compromiso con los hombres fueron indefinidos.
La Biblia nos dice que Dios se acordó de su pacto con Israel. “Y oyó Dios el
gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob”, Éxodo
2:24. Dios llamó a Moisés para que liberte a su pueblo que estaba bajo el
yugo de esclavitud en Egipto. Y respondió Dios a ese compromiso con
Abraham, que haría de él una nación grande, que sería bendición a todas las
naciones, y multiplicaría su descendencia y le daría esa tierra (Canaán) en
heredad a su simiente.
Recordemos que José pidió a Faraón que se le concediera a su familia un
lugar en Egipto. Luego surgió el temor en Faraón de que esta gente estaba
creciendo demasiado y creyó que se convertiría en un problema fuerte,
entonces se lanzó un plan para detener el crecimiento. Éxodo 1:12 dice que
“cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían”. Y los
egipcios los esclavizaron y el pueblo de Israel comenzó a quejarse y elevó su
corazón a Dios, acordándose de las promesas que el Señor les había hecho
a sus padres, y Dios determinó darles la salida después de más de 400 años,
parecía que Dios se había olvidado de ellos, pero Dios cumple sus promesas.
En el libro de Nehemías 6:1, leemos: “Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y
Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado
el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había
puesto las hojas en las puertas)”. Ya se había edificado, ya se había
levantado, eso despertó la envidia, despertó la oposición, despertó la
maquinación; y se dieron a criticar, a ridiculizar, a burlarse y a tratar de
detener la obra. La oposición nunca cesará ni se demorará en llegar cuando
se inicia una labor a favor del Señor.
Estos enemigos de la Obra fingen ser espirituales, fingen ser de ellos, de
querer edificar con ellos, pero todo esto no era cierto, ellos querían meterse
dentro del pueblo, querían camuflarse dentro del pueblo, y así comenzar a
hacer daño, a murmurar, a desalentarlos. Nehemías logró mantener el ánimo
y lo transmitió al pueblo; de tal manera que se mantuvo el pueblo, los
ayudantes, y todos, para seguir adelante en este proyecto que habían
comenzado.
Cuando estos enemigos de la Obra ven todo esto le enviaron a decir: “Ven y
reunámonos”. Aparentemente era una reunión de paz, pero ellos estaban
pensando hacer mal. Nehemías dice: “Mas ellos habían pensado hacerme
mal. Y les envié mensajeros, diciendo: Yo hago una gran obra, y no puedo ir;
porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros”, Nehemías 6:3. Este
hombre de Dios demuestra que era uno comprometido con Dios, y con su
Obra, y con su pueblo.
Nehemías se negó rotundamente a ir a esas reuniones porque su
compromiso no era con Sanbalat, ni con Tobías ni con Gesem el árabe, el
compromiso de Nehemías era con Jehová de los ejércitos y con su pueblo,
para él estaba claro con quien era el compromiso. Cuando una persona está
comprometida con Dios y con su Obra, no se distrae, no quita la mirada del
arado, siempre mira al frente y coloca su mirada en el Señor, no coloca la
mirada en los seres humanos ni en las circunstancias. Nehemías era una
persona comprometida con una causa, con una misión, no se deja distraer ni
pierde el objetivo, ni pierde el plan.
Si miramos desde otro ángulo, Nehemías estaba bien al lado del rey, hubiera
podido hacer caso omiso al informe de sus hermanos, pudo ser indiferente.
Pero era un hombre de oración, sensible a la voz de Dios, que estaba en el
palacio de un rey pagano pero vivía con Dios, que no se había desubicado ni
aislado. Cuando alguien tiene un compromiso con Dios, no importa donde
esté, está conectado con Dios, por eso no fue rebelde ni indiferente, atiende
al llamado que le hace Dios a través del informe contado por sus hermanos,
y se llena de compasión, de dolor al ver que sus hermanos estaban en
semejante condición. Y ora a Dios, que si quiere le abra las puertas y que
está dispuesto a ir a ayudar. Y Dios le dio gracia con el rey, y el monarca le
permite ir porque sabía que Nehemías era un hombre de palabra, recto, serio
y confiable.
El compromiso es necesario en la vida, la mayoría de los seres humanos
quieren estar abiertos a toda opción, no quieren comprometerse con nada.
La gente quiere llegar a la Iglesia y al Evangelio pero sin comprometerse. El
Señor le dijo a las multitudes: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese
a sí mismo, y tome su cruz, y sígame… Ninguno que poniendo su mano en
el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios… Así, pues,
cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser
mi discípulo”, Mateo 16:24; Lucas 9:62; Lucas 14:33.

2. ¿CÓMO SE LOGRA EL COMPROMISO?


1. Cuando alimentamos nuestra fe (Romanos 10:17). Un error muy
común es comprometerse bien sea con algo que no conoce o con alguien
a quien no conoce; a Dios hay que conocerlo, porque en la medida que
escudriñamos la Palabra, obtenemos una mayor confianza, con aquel que
nos está pidiendo que nos comprometamos con él. Si estudio la Palabra
voy a saber que indudablemente Dios es: bueno, no nos va a dejar
fracasar, pero es preciso conocer quién es Dios y no por lo que me
cuentan, sino por lo que tengo como relación con Él. Si conozco de Él,
entonces entiendo los principios de Su Palabra, de tal forma que cuando
adquirimos un compromiso, debe haber cosas que ya no existan para
nosotros sino solamente lo que tiene que ver con dicho compromiso, todo
aquello que esté por fuera de ello, ni siquiera tengo ya que considerarlo;
porque las decisiones son las que mantienen vigente el compromiso.

2. Evaluando permanentemente nuestras decisiones y lo que estamos


alcanzando hasta el momento. Es necesario estar revaluando nuestra
decisión cada día, para saber qué ha pasado con nuestro compromiso.
En ocasiones evaluamos sobre los resultados, cuando ya no hay nada
qué hacer. Una meta en la cual como iglesia nos hemos comprometido es
llevar este año a quince mil personas para Encuentro; pero si nosotros
nos quedamos hasta fin de año para ver cuántas vamos a llevar,
estaremos echándole la culpa al diablo o a las personas, porque no
logramos la meta propuesta; al tener claro nuestro compromiso,
estaremos evaluándonos constantemente y revisando permanentemente
las metas y orando y con nuestros discípulos revisándonos cómo vamos
respecto de ello. Igual sucede con el llamado de atención que nos tengan
que hacer nuestros líderes, o nuestro apóstol, porque es la única manera
de mantener vigente el compromiso, porque estamos evaluando
constantemente.
En ocasiones queremos, evaluar al final cuando ya no hay nada qué
hacer. Así se logra responder a los compromisos, evaluando
constantemente nuestra vida, o cómo invertimos nuestros recursos,
evaluando como van nuestros compromisos, evaluando nuestros
procesos con respecto a esos compromisos; por eso, es necesario hacer
un alto en el camino, ya terminamos el primer trimestre del año, hay qué
evaluar qué ha pasado en nuestra vida.

3. Quebrantando el emocionalismo. El compromiso es una herramienta


fundamental para quebrantar el emocionalismo, porque esto es lo que
más detiene el fluir de una persona, hay gente que va muy bien, pero se
dejan llevar de repente por sus emociones y éstas le llevan a tomar
decisiones equivocadas, porque se vuelve tremendamente quisquilloso,
ejemplos: ya no quiere perdonar, o no quiere ir a determinado lugar
porque el líder le llamó la atención, empieza a desarrollar una sensiblería
que no le deja avanzar.
Tenemos que considerar que en medio de las relaciones interpersonales
siempre va a haber fricciones, va a haber conflictos, infortunadamente hay
casos en los cuales la gente se adapta a ellos, parecido a los ruidos que
hacen las bisagras cuando pasado el tiempo se van oxidando o carecen
de lubricante, algunas personas se adaptan a dichos sonidos y pasan
inadvertidos, igual suele suceder con algunas personas y por tanto, ya no
prestan atención a las quejas o comentarios de sus discípulos en su
ministerio; así que en lugar de buscar del Señor para solucionar sus
dificultades interpersonales y que Él pueda colocar de su “aceite” en su
vida, prefieren dejar todo tirado y ni el uno, ni el otro se prestan para el
cambio, empiezan a tomar actitudes muy raras, todo debido al
emocionalismo; razón por la cual debemos quebrantar todo
emocionalismo.

Resultados del compromiso (Colosenses 3: 24); es decir que el Señor no


te va a dejar sin recompensa, porque cuando creemos que Dios no nos
va a dar recompensa, entonces nos desesperamos y nos vamos, no
seguimos asumiendo el compromiso porque creemos que como Dios ya
no hizo nada, entonces ya no va a hacer nada y resulta que justo en el
momento en que todo lo dejamos tirado, en ese preciso momento Dios ya
venía con su recompensa.
Por eso, es necesario ser paciente, perseverante, constante y
perseverante, porque tenemos promesas de Dios, por ejemplo aquella
que dice que Él va a sanar tu pan y tus aguas y que va a quitar de tu tienda
la aflicción; si Él lo dice, no debemos nunca ponerlo en duda; porque Dios
nos da privilegios a todos aquellos que adquirimos responsabilidades. Hay
gente que quiere privilegios sin responsabilidad; pero cuando se es una
persona de compromiso, se aprende a disfrutar absolutamente todo lo que
Dios pone a su alcance, de tal modo que aunque sea muy duro tú lo
disfrutas. Si Dios nos da el privilegio de ir a ministrar a las naciones,
entonces procuremos disfrutar el privilegio de hacerlo. El disfrute
solamente viene como un resultado de afrontar correctamente el
compromiso.

4. El compromiso te genera sentido de pertenencia. Cuando no hay


sentido de pertenencia, la gente asiste a la iglesia y no se identifica con
ella, ni siente que esté en su casa o que el hecho de que tenemos un lote
para construir, no lo sentimos como nuestro para participar, por eso, es
necesario desarrollar compromiso, para poder desarrollar sentido de
pertenencia; de igual forma hay personas que no tienen sentido de
pertenencia con su familia. Quien no tenga sentido de pertenencia con la
casa de Dios, debe pedirle al Señor que le quebrante, para que pueda
aprender a comprometerse con el Señor en primera instancia; porque una
persona que no desarrolle este sentido, tiene serias dificultades y nada le
va a parecer o gustar.
Cuando hay sentido de pertenencia con la iglesia, uno no llega a criticar,
sino a ayudar y aprendemos a amar la familia de fe tal y como son;
solamente cuando esto hacemos, entonces le tomamos afecto a todo lo
que sucede en nuestra familia y queremos asistir a los congresos y a
cuanta reunión seamos convocados; aprendemos a estar pendientes de
nuestros hermanos, al igual que lo hacemos con nuestra familia biológica;
por eso es necesario que nos sintamos parte de esta casa y sentir que
somos todos Misión Paz a las Naciones.
Hay personas que no se les da nada cambiar de iglesia, y resulta que ese
es un reflejo de lo que pasa con su familia, porque le da lo mismo estar
en casa, que no estar. Cuando es importante saber que podemos contar
con nuestros hermanos y que ellos, pueden contar con nosotros también
y que todos necesitamos de todos. Debemos ser recíprocos con el
compromiso que nuestros hermanos en la fe, han adquirido con Dios y
con nosotros, por lo cual trabajan en diferentes áreas para que todo salga
bien en cada reunión.

3. PARA LLEGAR A SER LA PERSONA QUE DIOS QUIERE QUE SEAS,


NECESITARÁS COMPROMETERTE. ¿QUE POR QUÉ? PORQUE:
(1) comprometernos con Dios puede cambiar nuestra vida
Frederic F. Flach escribió: “La mayoría de nosotros puede mirar al pasado e
identificar un momento o lugar cuando nuestras vidas tuvieron un cambio
significativo. Ya sea por casualidad o a propósito, éstos son los momentos en
que, debido a nuestra buena disposición y ayudados por las circunstancias,
somos impulsados a revaluar nuestra vida y tomar decisiones que nos
afectaran para siempre”.

(2) tu compromiso será probado diariamente


Muchos de nosotros vemos un compromiso como un evento aislado, como
diciendo: “Sí, quiero” durante la ceremonia nupcial, o dar la mano para cerrar
un trato. “En enero compramos una cinta andadora, pero en febrero la
dejamos de usar por falta de disciplina”… Cuando haces un compromiso, el
reto para cumplirlo se manifiesta cada día.

(3) el compromiso ayuda a vencer obstáculos en la vida


Maltbie Babcock dijo: “Un error muy común y uno de los más caros en la vida
es el creer que el éxito viene debido a algún talento natural o atractivo que no
poseemos. No, generalmente el logro es debido a la perseverancia y al no
rendirse. Es tu decisión de aprender un idioma, dominar un instrumento
musical, tomar clases de lectura, entrenarte físicamente, etc…. Si estas
actividades serán un éxito o un fracaso depende de ti, de tu perseverancia y
de cuánto valor le das a la palabra ‘decisión’. El éxito consiste en dos cosas:
que nada se interponga a tu determinación ni a tu perseverancia.

“…YO DE ESTA MANERA CORRO, NO COMO A LA VENTURA…” (1


Corintios 9:26)

Cuando te comprometes, tu compromiso será probado de tres maneras:

(1) Sufriendo dificultades


El reto más grande en cuanto a un compromiso son las dificultades. Mary Lou
Retton, medallista olímpica de oro dijo: “Alcanzar el objetivo final es
emocionante, pero antes de llegar allí debes pasar por muchas derrotas.
Tienes que ser capaz de levantarte y seguir adelante”.

(2) Soportando soledad


Cuando vas en pos de tu sueño, te encontrarás a personas que tratarán de
distraerte, hacerte dudar, o convencerte de que te conformes con menos.
Puede que no sean mal intencionados o que teman que si te amplías y tienes
éxito, se sentirán dejados atrás. Cuando esto suceda, debes preguntarte: ‘¿A
quién estoy tratando de agradar, a Dios o a los hombresí Cuando esté delante
del Señor, ¿qué es lo que me encantará de haber hecho ahora?’.

(3) Enfrentar decepciones


Cuando las cosas se pongan mal, cuando la vida se haga difícil, cuando el
enemigo empiece a atacarte, ¿serás capaz de seguir adelante? Todo
depende. “¿De qué?”. De tu voluntad de reanudar diariamente tu
compromiso. Para mantenerte enfocado en la meta, copia las palabras de
William H. Murray y llévalas contigo siempre: “En el momento que nos
comprometemos de modo definitivo con Dios, la Divina Providencia se activa
también. Muchas cosas que de otra forma no habrían ocurrido, suceden para
ayudarnos. Por causa de tu compromiso, una abundancia de eventos se
genera, resultando en incidentes, reuniones y asistencia material en beneficio
de tu iniciativa como nunca pudieras haber imaginado”.
Antes de hacer un compromiso, asegúrate de conocer cuál será el costo, o
no perseverarás (lee Lucas 14:28). Cuando Francia se rindió a los Nazis,
éstos creyeron que la victoria estaba cerca; pero no contaron con la
determinación de Winston Churchill y del pueblo británico. Él sabía lo que
estaba en juego, y lo demostró cuando dijo: “La Batalla de Inglaterra está a
punto de comenzar. De esta batalla depende la supervivencia de la
civilización cristiana… Hitler sabe que tiene que derrotarnos en esta isla o
perder la guerra. Si lo resistimos, toda Europa podrá ser liberada… pero si
fallamos, entonces todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos y todo lo
que hemos conocido y amado, se hundirá en el abismo de una nueva era de
oscuridad… Así que, aferrémonos a nuestro deber y comportémonos de tal
modo que si el Imperio Británico y su comunidad duran un milenio, el mundo
aún dirá: ‘éste fue su momento más glorioso’…”.

PROPOSITO
El propósito es la determinación que tiene una persona por hacer o dejar de
hacer una acción, para lograrla se necesita de ciertos sacrificios y de la fuerza
de voluntad para realizar el cometido que se planteo. Normalmente este significa
la culminación del objetivo o meta que una persona se planteo realizar. De forma
habitual este término se encuentra muy relacionado con los propósitos que las
personas se plantean para el año nuevo, esto se vincula directamente con la
frase “propósito de enmienda” que significa cambiar acciones o actitudes
realizadas en el pasado para mejorarlas en el futuro inmediato.
Por otro parte en el lenguaje más coloquial a propósito se refiere a la acción de
hacer una cosa adrede o con intención. Esto quiere decir que hubo una intención
consiente de realizar lo que se está haciendo, también puede representar el
negativo cuando se dice no lo hice a propósito, en este sentido sería que no hubo
una intención para realizar la acción.
Esta palabra también es una forma para tratar una materia o tema que se va a
hablar en un discurso, como una forma de relacionar una oración. A propósito,
del caso de los niños desaparecidos, tenemos que decir que las autoridades
están tomando cartas en el asunto para atrapar a los delincuentes. En este caso
también se puede hablar de que la palabra funciona como un conector para
relacionar dos ideas dentro de una oración.
Desde un ámbito más personal, se puede hablar de los cuestionamientos que
puede hacerse el individuo sobre la búsqueda de su camino en la vida, con los
cuestionamientos de qué propósito tiene que alguien realice una acción
determinada, preguntándose, quién soy, a dónde voy, de dónde vengo. En este
caso sería verlo como un propósito de vida, de que ruta seguir y de qué acciones
son las mejores para ser una buena persona, productiva para la sociedad y para
la comunidad. Los propósitos que una persona tenga en la vida pueden ir
cambiando y modificándose de acuerdo a las necesidades e ideas que un
individuo tenga sobre los objetivos que desea lograr.
Cuando nace una persona, nace con un propósito, tu vida no es un accidente,
no es un error, no es un mal cálculo, no es casualidades de la vida, ni porque se
equivocaron en la cuenta.

EL PROPOSITO SEGÚN LA BIBLIA


La búsqueda del verdadero propósito de la vida
“Toda cosa que respira... alabe a Jah.” (SALMO 150:6.)
1. ¿Cómo trató cierto hombre de hallarle un propósito a su vida?
“ESTUDIÉ medicina porque quería dedicar mi vida a ayudar al prójimo —
comenta Seung Jin, que se crió en Corea—.* También pensaba que el prestigio
y los ingresos que me reportaría esa profesión me harían feliz. Pero cuando me
di cuenta de que, en realidad, era poco lo que podía hacer por mis pacientes,
perdí la ilusión. Así que me dediqué al arte, pero me sentía egoísta, porque mis
creaciones artísticas no contribuían mucho al bienestar de los demás. Entonces
decidí hacerme maestro, pero enseguida descubrí que lo único que podía
transmitir a mis alumnos era una serie de datos; no podía impartirles una
educación que los ayudara a ser verdaderamente felices.” Al igual que les
sucede a muchas personas, Seung Jin trataba de hallarle un propósito, un
sentido, a su vida.
2. a) ¿Qué significa tener un propósito en la vida? b) ¿Cómo sabemos que
el Creador tenía un propósito al poner al hombre en la Tierra?

2 Tener un verdadero propósito en la vida significa tener una razón para vivir,
unas metas claras y algo por lo que luchar. ¿Es eso posible? Claro que sí. El
hecho de que estemos dotados de inteligencia, conciencia y raciocinio muestra
que el Creador tenía un propósito definido para nosotros: nos puso en la Tierra
para algo. Por eso, solo quienes viven conforme al propósito del Creador pueden
encontrarle verdadero propósito a la vida.

3. ¿Qué abarca el propósito de Dios para el hombre?


3 La Biblia nos revela que el propósito que Dios tiene para el hombre abarca
muchas cosas. Por ejemplo, sabemos que Dios nos ama desinteresadamente,
como lo prueba el maravilloso diseño del cuerpo humano (Salmo 40:5; 139:14).
Por tanto, si queremos vivir de acuerdo con el propósito divino, tenemos que
imitar a Dios y amar desinteresadamente a los demás (1 Juan 4:7-11). Otra cosa
que también tenemos que hacer es obedecer sus mandamientos (Eclesiastés
12:13; 1 Juan 5:3).

4. a) ¿Qué dará verdadero propósito a nuestra vida? b) ¿Cuál es el


propósito más importante que puede haber en la vida?
4 Dios también se propuso que los seres humanos vivieran felices y en paz entre
sí y con el resto de la creación (Génesis 1:26; 2:15). Pero ¿qué necesitamos
para sentirnos felices, seguros y en paz? Igual que un niño necesita la presencia
de sus padres para sentirse contento y protegido, nosotros necesitamos tener
una buena relación con nuestro Padre celestial. Dicha relación dará verdadero
sentido y propósito a nuestra vida (Hebreos 12:9). Dios hace posible esa relación
permitiendo que nos acerquemos a él y escuchando nuestras oraciones
(Santiago 4:8; 1 Juan 5:14, 15). Si nosotros, por nuestra parte, ‘andamos con
Dios’ fielmente y llegamos a ser sus amigos, podremos darle alabanza y alegrar
su corazón (Génesis 6:9; Proverbios 23:15, 16; Santiago 2:23). No puede haber
otro propósito más importante en la vida. El salmista lo expresó con estas
palabras: “Toda cosa que respira... alabe a Jah” (Salmo 150:6).
¿Qué propósito tiene usted en la vida?
5. ¿Por qué no es sensato poner los intereses materiales en primer lugar?
5 Veamos ahora qué más abarca el propósito de Dios para el ser humano. Él
quiere que cuidemos bien de nosotros mismos y de nuestras familias, tanto en
sentido físico como espiritual. Ahora bien, necesitamos equilibrio para que los
intereses materiales no eclipsen los intereses espirituales, que son los más
importantes (Mateo 4:4; 6:33). Lamentablemente, muchas personas centran su
vida casi por completo en adquirir cosas materiales. Pero no es sensato pensar
que las cosas materiales pueden satisfacer todas nuestras necesidades. Una
encuesta reciente efectuada entre millonarios asiáticos revela que muchos de
ellos “viven preocupados y no se sienten seguros a pesar de la posición social y
el sentido del logro que les ha proporcionado su riqueza” (Eclesiastés 5:11).

6. ¿Qué consejo dio Jesús sobre la búsqueda de riquezas?


6 Jesús habló del “poder engañoso de las riquezas” (Marcos 4:19). ¿En qué
sentido son engañosas? Porque parece que dan felicidad, pero no es así. “El
que ama el dinero nunca se satisface con lo que tiene”, reconoció el sabio rey
Salomón (Eclesiastés 5:10, La Palabra de Dios para Todos). Ahora bien, ¿es
posible ir tras metas materialistas y al mismo tiempo servir a Dios de todo
corazón? No, no es posible. Jesús explicó: “Nadie puede servir como esclavo a
dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y
despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las
Riquezas”. De ahí que exhortara a sus seguidores a que en vez de acumular
bienes materiales en la Tierra, acumularan “tesoros en el cielo”. En otras
palabras, debían hacerse un buen nombre ante Dios. Jesús les dio esta garantía:
“Su Padre sabe qué cosas necesitan ustedes hasta antes que se las pidan”
(Mateo 6:8, 19-25).

7. ¿Cómo podemos aferrarnos a “la vida de verdad”?


7 El apóstol Pablo incluyó una enérgica recomendación sobre este asunto en
una de las cartas que dirigió a su colaborador Timoteo: “A los que son ricos [...]
da órdenes de que [...] cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino
en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos
de ellas; [...] que sean liberales, listos para compartir, atesorando para sí con
seguridad un fundamento excelente para el futuro, para que logren asirse
firmemente de la vida que realmente lo es”, o “la vida de verdad”, como dice el
Nuevo Testamento de José María Valverde (1 Timoteo 6:17-19).

¿Qué es “la vida de verdad”?


8. a) ¿Por qué lucha tanta gente por conseguir riquezas y una buena posición
social? b) ¿De qué no se dan cuenta muchas personas?
8 La expresión “la vida de verdad” pudiera transmitirles a muchos una imagen de
placeres y lujos, como cuando se dice: “¡Esto sí que es vida!”. Una revista de
noticias asiática señala: “Quienes ven películas o programas de televisión
aprenden a desear lo que ven, a soñar con lo que podrían tener”. Muchas
personas solo viven para conseguir riquezas y una buena posición social,
aunque para ello tengan que sacrificar su juventud, su salud, su familia y sus
valores espirituales. Pocos se paran a pensar que esa buena vida que fomentan
los medios de comunicación no es más que un reflejo del “espíritu del mundo”,
la forma de pensar que impulsa a la mayoría de la gente a actuar en contra del
propósito de Dios (1 Corintios 2:12; Efesios 2:2). ¡Con razón hay tantas personas
que no se sienten contentas! (Proverbios 18:11; 23:4, 5.)

9. ¿Qué no lograrán hacer nunca los seres humanos, y por qué?


9 ¿Y qué hay de las personas que luchan por el bien de los demás, tratando de
erradicar el hambre, la enfermedad y la injusticia? Sus nobles y sacrificados
esfuerzos suelen hacer mucho bien. Pero por más que lo intenten, nunca
lograrán cambiar este sistema de cosas por uno que sea justo y bueno. ¿Por
qué? Porque “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, Satanás, y él no
quiere que este mundo cambie (1 Juan 5:19).

10. ¿Cuándo disfrutará de “la vida de verdad” la humanidad fiel?


10 ¡Qué triste sería que nuestra única esperanza fuera la de vivir en este mundo
de Satanás! El apóstol Pablo escribió: “Si solo en esta vida hemos esperado en
Cristo, de todos los hombres somos los más dignos de lástima”. El lema
“comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir” refleja la actitud de
quienes piensan que esta vida es todo lo que hay (1 Corintios 15:19, 32). Pero
sí que hay algo más: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos
según [la] promesa [de Dios], y en estos la justicia habrá de morar” (2 Pedro
3:13). Cuando llegue ese momento, los cristianos podrán disfrutar de “la vida de
verdad”, “la vida eterna” en perfección, ya sea en los cielos o en la Tierra bajo el
amoroso gobierno del Reino de Dios (1 Timoteo 6:12).

11. ¿Por qué no hay mejor labor en la vida que la de promover los intereses
del Reino de Dios?
11 El Reino de Dios es el único gobierno capaz de resolver definitivamente todos
los problemas. Por ello, no hay mejor labor en la vida que la de promover los
intereses del Reino (Juan 4:34). Al hacerlo, cultivamos una hermosa relación con
nuestro Padre celestial y tenemos el placer de trabajar lado a lado con millones
de hermanos espirituales, los cuales tienen el mismo propósito en la vida que
nosotros.

Sacrificios que sí valen la pena


12. ¿En qué se diferencia la vida en este sistema de “la vida de verdad”?
12 “El mundo va pasando, y también su deseo”, dice la Biblia. En otras palabras,
todo lo que el mundo de Satanás ofrece —incluidas la fama y las riquezas—
desaparecerá. “Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”,
añade la Biblia (1 Juan 2:15-17). A diferencia de las riquezas, la gloria y los
placeres de este sistema, que son de carácter pasajero, “la vida de verdad” —la
vida eterna bajo el Reino de Dios— es permanente y merece que nos
sacrifiquemos por ella. Esos sacrificios sí valen la pena.

13. ¿Qué sacrificios hizo cierto matrimonio?


13 Veamos el caso de Henry y Suzanne. Este matrimonio tiene plena fe en la
promesa de Dios de que él ayudará a todo el que pone el Reino en primer lugar
en su vida (Mateo 6:33). Así que decidieron vivir en una casa modesta, pues de
esta manera no tendrían que salir a trabajar los dos y podrían dedicar más tiempo
a actividades espirituales con sus dos hijas (Hebreos 13:15, 16). Una amiga
bienintencionada, que no podía entender por qué lo hacían, abordó a la esposa
y le dijo: “Suzanne, querida, si algún día quieres vivir en una casa mejor, no vas
a tener más remedio que sacrificar algo”. Pero Henry y Suzanne sabían que
poner a Jehová en primer lugar “encierra promesa de la vida de ahora y de la
que ha de venir” (1 Timoteo 4:8; Tito 2:12). Con el tiempo, sus hijas llegaron a
ser celosas evangelizadoras de tiempo completo. Al mirar atrás, los miembros
de esta familia consideran que sus sacrificios valieron la pena y que, en realidad,
no se han perdido nada. Al contrario, todos ellos reconocen que salieron
ganando al hacer que su propósito en la vida fuera alcanzar “la vida de verdad”
(Filipenses 3:8; 1 Timoteo 6:6-8).

‘No usemos el mundo a plenitud’

14. ¿Qué puede pasarnos si perdemos de vista el verdadero propósito de


nuestra vida?
14 Ahora bien, si perdemos de vista el verdadero propósito de nuestra existencia
y dejamos de aferrarnos a “la vida de verdad”, corremos un serio peligro.
Pudiéramos “ser arrebatados por las inquietudes y las riquezas y los placeres de
esta vida” (Lucas 8:14). Si no dominamos nuestras “inquietudes en cuanto al
sustento” y nuestros deseos de obtener bienes materiales, estos podrían
llevarnos a estar demasiado absortos en las cosas de este mundo (Lucas 21:34,
nota). Lamentablemente, debido a que se han dejado arrastrar por el afán de
hacerse ricos, algunos “han sido descarriados de la fe y se han acribillado con
muchos dolores”, llegando incluso a perder su valiosa relación con Jehová. ¡Qué
precio tan alto han pagado por no ‘asirse firmemente de la vida eterna’! (1
Timoteo 6:9, 10, 12; Proverbios 28:20.)

15. ¿Qué buenos resultados obtuvo cierta familia al ‘no usar el mundo a
plenitud’?
15 Pablo anima a “los que hacen uso del mundo” a “que no lo [usen] a plenitud”
(1 Corintios 7:31). Keith y Bonnie siguieron ese consejo. Él explica: “Me hice
testigo de Jehová cuando estaba terminando mis estudios de odontología. Tenía
la posibilidad de obtener elevados ingresos si atendía a muchos pacientes, pero
como eso reduciría mi tiempo para las actividades espirituales, opté por atender
a una cantidad limitada de personas. Eso me permitió dedicar más tiempo al
bienestar espiritual y emocional de mi esposa y de las cinco hijas que llegamos
a tener. Aunque raras veces nos sobraba el dinero, aprendimos a ahorrar, y
nunca nos faltó lo necesario. Éramos una familia unida, cariñosa y llena de
alegría. Con el paso de los años, todos emprendimos el ministerio de tiempo
completo. Nuestras hijas ya se han casado (tres de ellas incluso tienen hijos), y
sus familias también son felices gracias a que siempre ponen el propósito de
Jehová en primer lugar en su vida”.

Siempre demos prioridad al propósito de Dios

16, 17. ¿Qué ejemplos de personas con talento presenta la Biblia, pero qué
fue lo más sobresaliente de su vida?
16 En la Biblia encontramos ejemplos de quienes amoldaron su vida al propósito
de Dios, y de quienes no lo hicieron. Tales ejemplos son útiles para personas de
todas las edades, culturas y circunstancias (Romanos 15:4; 1 Corintios 10:6, 11).
Nemrod edificó grandes ciudades, pero estaba en oposición a Jehová (Génesis
10:8-12). No obstante, hubo muchos otros que sí vivieron en conformidad con el
propósito de Dios. Por ejemplo, Moisés no permitió que su posición como
miembro de la nobleza egipcia fuera lo primordial en su vida. Al contrario, él
consideraba las responsabilidades que Dios le había asignado “como riqueza
más grande que los tesoros de Egipto” (Hebreos 11:26). El médico Lucas
probablemente ayudó a Pablo y a otras personas a combatir sus problemas de
salud, pero la labor más importante de su vida fue la de evangelizador y escritor
bíblico. A Pablo no se le recuerda como experto en la Ley, sino como misionero,
“apóstol a las naciones” (Romanos 11:13).

17 David fue comandante militar, músico y compositor, pero lo más notable es


que fue “un hombre agradable [al] corazón [de Jehová]” (1 Samuel 13:14). A
Daniel no lo conocemos por su trabajo como funcionario del gobierno babilonio,
sino por su servicio leal como profeta de Jehová. Ester, más que por ser reina
de Persia, sobresale por su fe y valor. Pedro, Andrés, Santiago y Juan fueron
hábiles pescadores, pero los recordamos más como apóstoles de Jesús. Y el
mejor ejemplo de todos es el propio Jesús, quien para nosotros no es “el
carpintero”, sino “el Cristo” (Marcos 6:3; Mateo 16:16). Todos estos siervos de
Dios tenían bien claro que su vida no debía girar en torno a sus talentos, sus
bienes o su posición social, sino en torno a su servicio a Dios. Sabían que el
propósito más noble y más gratificante que existe es el de ser siervos de Dios.
18. ¿Cómo decidió utilizar su vida cierto cristiano, y a qué conclusión
llegó?
18 Seung Jin, mencionado al principio, también llegó a reconocer que tenía que
dar prioridad a su servicio a Dios. Él explica: “Decidí que, en lugar de usar todas
mis energías en la medicina, el arte o el magisterio, debía usarlas tal como se
espera de un siervo dedicado de Jehová. Ahora estoy sirviendo en un lugar
donde hay mucha necesidad de maestros de la Biblia, y ayudo a las personas a
tomar el camino que lleva a la vida eterna. Solía pensar que el servicio de tiempo
completo no supondría ningún reto para mí. Sin embargo, mi vida ahora presenta
más retos que nunca: a diario trato de mejorar mi personalidad y mis aptitudes
para enseñar a personas de otras culturas. He llegado a la conclusión de que la
única manera de que nuestra vida tenga sentido es haciendo que el propósito de
Jehová sea también nuestro propósito”.

19. ¿Cómo conseguimos que nuestra vida tenga verdadero propósito?


19 Los cristianos tenemos la bendición de haber recibido el conocimiento
salvador de la Palabra de Dios y tener la esperanza de la vida eterna (Juan 17:3).
Pero nunca demos por sentada “la bondad inmerecida de Dios y deje[mos] de
cumplir su propósito” (2 Corintios 6:1). Más bien, alabemos a Jehová todos los
días de nuestra vida. Difundamos el conocimiento que nos reporta verdadera
felicidad ahora y que nos permitirá alcanzar la vida eterna. Al hacerlo,
comprobaremos lo ciertas que son estas palabras de Jesús: “Hay más felicidad
en dar que en recibir” (Hechos 20:35). Y por fin habremos hallado el verdadero
propósito de la vida.

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