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¿QUÉ HARÁS CON TU HERENCIA?

INTRODUCCIÓN

En el A.T los padres heredaban a sus hijos con sus bienes materiales y riquezas, pero también los
hijos heredaban las consecuencias que traería el pecado que sus padres cometieron, es decir, no
solo se heredaban propiedades, terrenos y dinero, sino también la desobediencia de sus
antecesores las cuales podrían traer consecuencias nefastas.

Ez 18:1-4 “Los padres comieron uvas agrias y a los hijos se les destemplaron los dientes”.

Ex 20:5 “Que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen”.

DEFINICIÓN

Herencia: Conjunto de bienes y derechos transmitidos cuando una persona muere, a sus
respectivos herederos.

DESARROLLO

Para poder acceder a una herencia se requería el cumplimiento de dos requisitos:

1. Ser pariente cercano: en términos Genéticos con el mismo tipo de sangre.


2. Figurar en el testamento: en este documento figuraba la voluntad del testador.

La herencia que nos proporcionó nuestro padre terrenal Adán fue desastrosa, Sal 51:1 “he aquí en
maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre.”

La herencia de nuestro padre Adán: Desobediencia, rebelión, muerte y pecado.

Por eso nuestro Padre celestial se manifestó en carne para romper definitivamente la maldición de
herencia pecaminosa de nuestros antecesores y liberarnos a través del potente mensaje del
evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Y para hacernos herederos cumplió los dos requisitos:

1. Pariente cercano: Se hizo hombre para ser el primogénito entre muchos hermanos, ahora
somos genéticamente compatibles pues poseemos la preciosa sangre del cordero de Dios
que se derramo en nosotros.
2. En el testamento que es la palabra nos declara: “porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo que por amor de vosotros se hizo pobre siendo rico para que nosotros
con su pobreza fuésemos enriquecidos.

Nuestra herencia es la salvación, la presencia de Dios, el Espíritu santo, el evangelio, la sangre de


Cristo y todo el paquete de bendiciones de nuestro Señor para nosotros sus hijos y sus herederos.

CONCLUSIÓN

Conquistadores ¿qué haremos con nuestra herencia?

 Esaú la cambio por un plato de lentejas, pero luego lloro amargamente.


 Sansón la cambio por los placeres de la vida
 Y tú ¿qué harás con tu herencia?
 Valoremos la herencia que hemos recibido de nuestro Padre celestial Jesucristo y no la
negociemos, ni permutemos, ni vendamos guárdenosla para toda la vida y Dios nos usara
poderosamente.

Por
JULIO CÉSAR SEVERICHE
Secretario C.P.

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