ENSAYO

Hablar de asistencia social, es enfocarlo en la política social, que se entiende como “el
conjunto de medidas e intervenciones sociales que se impulsan desde el Estado, que
tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de la población y lograr crecientes
niveles de integración económica y social, especialmente de los grupos socialmente
excluidos, en las diversas dimensiones en las que se expresa su exclusión (económica,
política, territorial, social y cultural).

Por su parte el Banco Mundial define a la exclusión social como: “Una escasez crónica
de oportunidades y de acceso a los servicios básicos de calidad, a los llamados laborales
y de crédito, a condiciones físicas y de infraestructura adecuada y al sistema de
justicia”.

Escuchar las definiciones puede parecer algo desde una perspectiva simple fácil, sin
embargo, en la práctica requiere muchos medios y mecanismos para poder cumplir de
forma satisfactoria con los objetivos planteados.

El principal objetivo es localizar a los sujetos que se encuentran en estado de

vulnerabilidad, entendiendo que esto significa prevenir de la pobreza. La preocupación
se centra en el grave deterioro de las condiciones de vida de las mayorías, esto ha
implicado el surgimiento de nuevos estilos y modalidades en la formulación e
implementación de las políticas públicas.

La asistencia social no debe considerarse como una categoría aislada, porque está
dentro del proceso socio-político-económico, que se vive hoy en día, por lo tanto se le
debe explicar como un todo.

El autor plantea que a la asistencia social, debe transformarse y consolidarse

jurídicamente como un derecho social, esto se debería de reforzar con la idea que las
personas tienen derecho a tener derechos.
Los cambios en los modelos económicos, como es el neoliberalismo considera en hacer
creer al individuo que además de ser el centro de todo, cada uno debe ver, desde lo
privado, la construcción de su presente y su futuro, considerando como un eje central
incentivar el rendimiento y hacer económicamente eficiente todo proceso y tipo de
producción, desapareciendo de hecho todos los apoyos económicos o subsidios
anteriormente otorgados.

Qué es lo que pasa en México, en ese sentido; se ha pasado de una política centrada
en los derechos sociales, como carácter universal, distributivo y basada en el principio
de justicia social, a una política focalizada de combate a la pobreza, donde la
vulnerabilidad y la exclusión social pasaron a formar parte de las prioridades de la
asistencia social.

Entonces se puede reconocer que la vulnerabilidad dentro del marco de las políticas
sociales se puede ubicar en tres aspectos: primero identificar los grupos que se
encuentran en situación de riesgo, tomando en cuenta sus diferentes conductas y
esferas claves; posteriormente se segmenta para detectar cuáles están en condiciones
de ser vulnerables a ser manipulados generando con ello una afectación directa a su
entorno y su vida; y finalmente la identificación de colectivos en los que por ciertas
características que comparten pueden generar ciertas situaciones de riesgo.

En México, existe un factor clave en el desarrollo social. Nuestro país se ha

caracterizado por su profunda desigualdad en la distribución de la riqueza, factor
importante para dar cuenta en términos explicativos de lo anterior, puede ser la
predominancia de una racionalidad instrumental que desde la centralidad de lo
económico y lo político, ha subordinado y postergado la atención social.

Esto no es reciente, es un problema que se viene arrastrando desde hace décadas,

porque gobernabilidad y democracia, están en una fuerte crisis. Lo decimos porque los
niveles de pobreza y pobreza extrema, con sus inherentes secuelas, están llegando al
límite de lo humanamente creíble.
Pero que a pasado con la exclusión social, ha dejado de ser un lugar destinado para
ciertos grupos, convirtiéndose en un proceso en el que pareciera ser inevitable el arribo
de cada mayor sector de la población.

Por ello, la propuesta del derecho social, resulta factible, ya que es compensador de las
desigualdades sociales y la colectividad y la universalidad son sus principios básicos,
siendo un patrimonio inalienable de la sociedad y de cada país en particular. Hoy en
día, la vida social gira en torno al individuo y no de la colectividad; hoy las sociedades
son vistas como conjunto de individuos más o menos vinculados entre sí y
supuestamente con derechos comunes, pero finalmente con logros basados en esfuerzo
y habilidad.

Cuando se habla de política social y necesidades sociales en México, se abre un abanico

de grandes oportunidades para el estudio del trabajo social. Sin embargo, debemos
entender lo social “como pertenencientes a la sociedad y a lo colectivo; en este sentido
lo económico es parte de lo social”.

La evolución del desarrollo social debe verse como protección del trabajador asalariado,
como una consecuencia del desarrollo económico y como elemento central del
desarrollo.

Dentro de estos conceptos entra el estado de bienestar que plantea la intervención

activa de un Estado que desarrolle una política social integrada a la política económica,
hacia un modelo en el que no existe una preocupación por la distribución del ingreso y
de la riqueza, a través del cual se enfatiza a las políticas sociales focalizadas en los
pobres y grupos más vulnerables, con un uso marginal y transitorio de los subsidios y la
puesta en práctica de reformas a favor del mercado.

Los derechos sociales en nuestro país están cuatro ejes: derecho al trabajo, al salario
mínimo, derecho a la dotación de tierra para núcleos campesinos y protección de los
menores.
De acuerdo con Julio Boltvinik el modelo de bienestar social tiene como objetivo lograr
el reconocimiento y práctica de los derechos sociales, utiliza como instrumentos para
operar la política fiscal y la seguridad social para hacer llegar los beneficios a toda la
población. En nuestro país el estado de bienestar tiene como misión llegar a los
sectores vulnerables que más lo necesitan y que por sus características, presentan
ciertos riesgos sociales.
CONCLUSIÓN

El aporte que realiza esta lectura al trabajo social, es muy interesante, porque plasma
un análisis muy claro de la situación que prevalece en las políticas sociales de otros
países con características muy similares al nuestro. La exclusión social, no es un
problema de error del trabajador social, ni es un olvido que se puede dar al momento
de identificar ciertos riesgos y priorizarlos. El problema no está ahí, el problema es que
las políticas públicas en México, están diseñadas para satisfacer más allá de las
demandas de los sectores vulnerables, a construir una imagen política del gobierno en
turno, con el fin de mantener el poder. Desde el momento, en que estas características
poco productivas, se tomaron dentro del desarrollo social, el trabajador social, debe
cumplir con los lineamientos planteados, aunque queden ciertos sectores excluidos; no
es que se quiera dejar, es que los programan establecen que se deben dejar fuera.

Por eso, la necesidad de ver a la asistencia social como un derecho que deben tener los
individuos, porque ahí entraría esa factibilidad de poder acceder a programas que les
favorezcan sus condiciones de vida.

La asistencia social debe ser integral, incluyente, sin distinción de raza, sexo ni
ideología política; tampoco debe afectar el área geográfica en la que se encuentre.
Todas personas deberían tener el derecho a la asistencia social y el gobierno, deberá
proveer los mecanismos que faciliten el acceso a poblaciones lejanas. Muchas de ellas
en situaciones precarias de vida, con cientos de personas que viven en condiciones
deplorables y que nadie los atiende.

El bienestar social es una de las políticas que se escucha en los mensajes de los
gobiernos, dicho concepto tiene una relación directa con la asistencia social, pues de
ésta, dependerá que se logre resultados positivos, a través de la obtención de datos en
los que se presenten las estadísticas y características de los sectores vulnerables, se
logra bienestar social, siempre y cuando no se haga exclusión de ningún sector; si esto
no sucede estaríamos hablando de un bienestar social con cierto grado de deficiencias
en lo que el trabajo social no cumpliría con su misión que se tiene de forma general.