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¿Por qué respiramos?

El aire entra y sale de nuestro cuerpo gracias a los pulmones y a un músculo del
abdomen llamado diafragma. Cuando inspiramos tomamos aire nuevo y cuando
expiramos, eliminamos el aire desechable

¿Por qué respiramos oxígeno?

Según el dicho, «la basura de uno es el tesoro de otro». Para los anaerobios. el
oxígeno no sólo es el desecho de otros organismos; es un veneno mortal. Pero para
los aerobios ocurre todo lo contrario: el oxígeno es un elixir. la esencia que
propulsa el proceso sobre el que depende su propia vida, la respiración aerobia.
¿Cómo funciona y cómo se formó? La respiración aerobia tiene tres partes.

En primer lugar, la glucólisis rompe la glucosa, produciendo piruvato y dos


moléculas de ATP (más agua) por cada molécula de glucosa.

En segundo lugar, se escinde el piruvato en un sistema cíclico (el ciclo del ácido
cítrico), en el que se forman dos nuevos ATPs, electrones y dióxido de carbono.
En tercer lugar, el oxígeno interviene en un proceso por el cual los electrones
provenientes del ciclo del ácido cítrico se conducen por una cadena de
transportadores de electrones impulsados por enzimas.

En este proceso se producen treinta y dos ATPs más. En total, treinta y seis
moléculas de ATP por cada molécula de glucosa.

Respirar oxígeno por esta vía aerobia representa un enorme avance con respecto a
la vía más primitiva de fermentación de la glucosa (que consiste sólo en la
glucólisis).

Por el proceso primitivo se obtienen tan sólo dos moléculas de ATP por cada
molécula de glucosa metabolizada, lo que equivale a un magro 2 por 100 de la
energía almacenada en una molécula de glucosa. Mediante el proceso aerobio se
obtienen treinta y seis, un descomunal 38 por 100 de la energía disponible (y una
eficiencia superior a la de la mayoría de motores de automóviles, que es del 25 por
100).

¿Cuáles son las raíces evolutivas de este proceso vital y tan notablemente rentable?

El origen de la primera parte, la glucólisis, ya se ha explicado. Heredada de


heterótrofos anaerobios primitivos, precede en mucho a la aparición de formas de
vida que respiran oxígeno.
La segunda parte, el ciclo del ácido cítrico, también proviene de otras manos, una
versión invertida del ciclo de «reacciones oscuras» de la fotosíntesis bacteriana.

Y la tercera, la parte que consume oxígeno, es una versión renovada de los


mecanismos químicos que enlazan los dos fotosistemas sensibles a la luz de los
fotosintetizadores oxigénicos.
Con la renovación y reutilización de procesos inventados con anterioridad, la
evolución nuevamente se muestra conservadora y económica. Las raíces evolutivas
de la respiración aerobia pueden verse en los niños cuando juegan. Cuando corren
rápido y con esfuerzo, a veces les dan agujetas y tienen que descansar un
momento para recuperar el aliento. ¿Por qué se ahvia entonces el dolor?

Las agujetas se producen cuando los músculos utilizan el oxígeno tan rápido que no
queda suficiente para realizar la respiración aerobia. A medida que la deficiencia de
oxigeno aumenta, la glucólisis produce más piruvato del que puede metabolizarse y
el exceso se convierte en el ácido láctico causante de las agujetas. Al recuperar el
aliento, se restablece el equilibrio entre el suministro de oxígeno y la producción de
piruvato. Con tiempo suficiente, el ácido láctico acumulado se convierte en glucosa
(por la vía de la biosíntesis de glucosa), que vuelve a entrar en el ciclo de la
respiración.

El ejercicio vigoroso obliga a los humanos y al resto de los animales a volver a sus
orígenes metabólicos primitivos, la glucólisis y la biosíntesis de glucosa, dos
proceso

s inventados por microbios anaerobios en un pasado geológico distante.


Respiración
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Esquema
Introducción; El proceso de la respiración; La respiración en los animales; Respiración
humana

INTRODUCCIÓN
1
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Respiración, proceso fisiológico por el cual los organismos vivos toman oxígeno del medio
circundante y desprenden dióxido de carbono. El término respiración se utiliza también para el
proceso de liberación de energía por parte de las células, procedente de la combustión de
moléculas como los hidratos de carbono y las grasas. El dióxido de carbono y el agua son los
productos que rinde este proceso, llamado respiración celular, para distinguirlo del proceso
fisiológico global de la respiración. La respiración celular es similar en la mayoría de los
organismos, desde los unicelulares, como la ameba y el paramecio, hasta los organismos
superiores (véase Metabolismo). Para más información sobre la respiración en plantas, véase
Fotosíntesis.

EL PROCESO DE LA RESPIRACIÓN
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Los organismos de los reinos Protistas y Móneras no tienen mecanismos


respiratorios especializados, sino que realizan el intercambio de oxígeno y dióxido
de carbono por difusión, a través de la membrana celular. La concentración de
oxígeno en el interior del organismo es menor que la del medio exterior (aéreo o
acuático), mientras que la concentración de dióxido de carbono es mayor. Como
resultado, el oxígeno penetra en el organismo por difusión y el dióxido de carbono
sale por el mismo sistema. La respiración de las plantas y las esponjas se basa en
un mecanismo muy parecido.

En los organismos acuáticos inferiores (más complejos que las esponjas), hay un
fluido circulatorio, de composición similar a la del agua de mar, que transporta los
gases respiratorios desde el exterior de los tejidos al interior de las células. Este
mecanismo es necesario, ya que las células se encuentran alejadas del lugar donde
se realiza el intercambio gaseoso. En los animales superiores, los órganos se
especializan, aumentan la superficie de exposición del fluido circulatorio al medio
externo y el sistema circulatorio transporta este medio líquido por todo el
organismo. El fluido, llamado sangre, contiene pigmentos respiratorios que son
moléculas orgánicas de estructura compleja, formadas por una proteína y un grupo
prostético que contiene hierro.

El pigmento respiratorio más común es la hemoglobina, que está presente en la


sangre de casi todos los mamíferos. Es una proteína globulina con un grupo hemo y
un ion hierro. En algunos insectos, el pigmento respiratorio es la hemocianina, un
compuesto similar a la hemoglobina, pero que lleva cobre en lugar de hierro. La
propiedad más importante de los pigmentos respiratorios es la afinidad que poseen
por el oxígeno. La hemoglobina forma una combinación química reversible con el
oxígeno cuando está en contacto con un medio rico en este gas, como es la
atmósfera. Este contacto tiene lugar en los capilares de los órganos respiratorios,
las branquias y los pulmones. La hemoglobina en combinación con el oxígeno (la
oxihemoglobina) es más ácida y, en consecuencia, provoca la disociación de los
iones bicarbonato y carbonato de sodio del plasma sanguíneo. Cuando la sangre
oxigenada (rica en oxihemoglobina) llega a los tejidos, el balance de oxígeno se
invierte y la hemoglobina libera oxígeno. Al volverse más básica, provoca la
liberación de iones sodio que se combinan con el dióxido de carbono procedente de
los tejidos para formar bicarbonato de sodio. La respiración externa es el
intercambio de gases entre la sangre y el exterior, y la respiración interna es el
intercambio de gases entre la sangre y los tejidos. Ver Aparato circulatorio.

LA RESPIRACIÓN EN LOS ANIMALES


3
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La respiración externa de los animales acuáticos se lleva a cabo por medio de


branquias que, gracias a mecanismos auxiliares, mantienen un flujo constante de
agua. Las branquias están ramificadas en unas extensiones que parecen plumas. En
cada ramificación, los pequeños vasos sanguíneos se subdividen de tal manera que
la sangre está separada del medio acuático por dos capas celulares, una es la que
forma la pared del propio capilar y la otra es el epitelio de la branquia. Los gases se
difunden con facilidad a través del epitelio y, gracias a la gran superficie de
contacto que se logra con la ramificación, se puede oxigenar una cantidad
considerable de sangre en poco tiempo. En algunas formas de respiración aérea,
como en los gusanos de tierra, la respiración tiene lugar a través de los capilares de
la piel; las formas anfibias, como las ranas, respiran por la piel y por los pulmones.
Los insectos respiran a través de tráqueas que tienen una apertura al exterior y se
ramifican en el interior del cuerpo entre los tejidos, transportando aire a los órganos
y a las estructuras internas. Los reptiles y los mamíferos respiran sólo por los
pulmones; no obstante, las aves tienen unos sacos aéreos en el interior del cuerpo y
unos espacios de aire en el interior de algunos huesos; y todas estas cavidades
internas están conectadas con los pulmones y son una ayuda a la respiración
pulmonar.

Los sistemas circulatorio y respiratorio de los animales terrestres se modifican y se


adaptan según sean las condiciones ambientales del medio en que se encuentren.
Por ejemplo, quienes viven en los Andes, a altitudes de 3.000 m o superiores, tienen
los pulmones más grandes, los capilares más ramificados y un ritmo cardiaco más
elevado. Por otra parte, su sangre contiene un 30% más de glóbulos rojos que la de
las personas que viven al nivel del mar, y además son capaces de vivir con un tercio
menos de oxígeno.
Los mamíferos acuáticos, en general, tienen los pulmones grandes y sistemas venosos
complejos para el almacenamiento de la sangre. El volumen sanguíneo de las ballenas y las
focas es un 50% mayor por kilogramo de peso que el de los seres humanos; gracias a ello
pueden mantener oxigenados los tejidos del cuerpo durante mucho tiempo, sin respirar. Las
ballenas pueden permanecer sumergidas desde 15 minutos hasta más de una hora, según las
especies; el elefante marino puede permanecer bajo el agua 30 minutos; en el caso de las
focas, cuando una de ellas se sumerge su frecuencia cardiaca desciende de 150 a 10 latidos por
minuto y el contenido de oxígeno de la sangre arterial es del 20% en ese momento. Cuando la
cantidad de oxígeno está próxima al 2%, la foca sale a la superficie a respirar.

RESPIRACIÓN HUMANA
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En los seres humanos y en otros vertebrados, los pulmones se localizan en el


interior del tórax. Las costillas forman la caja torácica, que está delimitada en su
base por el diafragma. Las costillas se inclinan hacia adelante y hacia abajo cuando
se elevan por la acción del músculo intercostal, provocando un aumento del
volumen de la cavidad torácica. El volumen del tórax también aumenta por la
contracción hacia abajo de los músculos del diafragma. En el interior del tórax, los
pulmones se mantienen próximos a las paredes de la caja torácica sin colapsarse,
debido a la presión que existe en su interior. Cuando el tórax se expande, los
pulmones comienzan a llenarse de aire durante la inspiración. La relajación de los
músculos tensados del tórax permite que éstos vuelvan a su estado natural
contraído, forzando al aire a salir de los pulmones. Se inhalan y se exhalan más de
500 cc de aire en cada respiración; a esta cantidad se denomina volumen de aire
corriente o de ventilación pulmonar. Aún se pueden inhalar 3.300 cc más de aire
adicional con una inspiración forzada, cantidad que se denomina volumen de
reserva inspiratoria. Una vez expulsado este mismo volumen, aún se pueden
exhalar 1.000 cc, con una espiración forzada, cantidad llamada volumen de reserva
espiratoria. La suma de estas tres cantidades se llama capacidad vital. Además, en
los pulmones siempre quedan 1.200 cc de aire que no pueden salir, que se
denomina volumen de aire residual o alveolar.

Los pulmones de los humanos son rojizos y de forma piramidal, en consonancia con
la forma de la cavidad del tórax. No son simétricos por completo, en el pulmón
derecho se distinguen tres lóbulos y en el izquierdo dos, el cual presenta una
cavidad donde se alberga el corazón. En el medio de cada uno de ellos está la raíz
del pulmón, que une el pulmón al mediastino o porción central del pecho. La raíz
está constituida por las dos membranas de la pleura, los bronquios, las venas y las
arterias pulmonares. Los bronquios arrancan de los pulmones y se dividen y
subdividen hasta terminar en el lobulillo, la unidad anatómica y funcional de los
pulmones. Las arterias y las venas pulmonares acompañan a los bronquios en su
ramificación progresiva hasta convertirse en finas arteriolas y vénulas de los
lobulillos, y éstas a su vez en una red de capilares que forman las paredes de los
alveolos pulmonares. Los nervios del plexo pulmonar y los vasos linfáticos se
distribuyen también de la misma manera. En el lobulillo, los bronquiolos se dividen
hasta formar los bronquiolos terminales, que se abren al atrio o conducto alveolar.
Cada atrio se divide a su vez en sacos alveolares, y éstos en alveolos.

Los principales centros nerviosos que controlan el ritmo y la intensidad de la


respiración están en el bulbo raquídeo (o médula oblongada) y en la protuberancia
anular (o puente de Varolio) del tronco encefálico (véase Cerebro). Las células de
este núcleo son sensibles a la acidez de la sangre que depende de la concentración
de dióxido de carbono en el plasma sanguíneo. Cuando la acidez de la sangre es
alta, se debe, en general, a un exceso de este gas en disolución; en este caso, el
centro respiratorio estimula a los músculos respiratorios para que aumenten su
actividad. Cuando la concentración de dióxido de carbono es baja, la respiración se
ralentiza.

Un fallo circulatorio puede provocar anoxia en los tejidos del cuerpo cuando el
volumen circulatorio es inadecuado o cuando la capacidad de transporte de oxígeno
está alterada. Para consultar otras perturbaciones del sistema respiratorio, ver los
artículos sobre las enfermedades en particular, como, por ejemplo, Asma bronquial;
Síndrome de descompresión rápida; Bronquitis; Resfriado común; Difteria; Gripe;
Pleuresía; Neumonía; Tuberculosis.

Respiración humana

Cuando el diafragma se contrae y se mueve hacia abajo, los músculos pectorales menores y los
intercostales presionan las costillas hacia fuera. La cavidad torácica se expande y el aire entra con
rapidez en los pulmones a través de la tráquea para llenar el vacío resultante. Cuando el diafragma
se relaja, adopta su posición normal, curvado hacia arriba; entonces los pulmones se contraen y el
aire se expele.

Eritrocitos
Los eritrocitos, los glóbulos rojos de la sangre, son los transportadores primarios del oxígeno
a las células y a los tejidos corporales. La forma del eritrocito hace que el área superficial, a
través de la cual se intercambia el oxígeno por dióxido de carbono, sea la máxima posible.
Además de su forma, la membrana plasmática del eritrocito, que es muy flexible, le permite
penetrar en los capilares más pequeños. La hemoglobina, presente en los glóbulos rojos, es
esencial para el intercambio de gases, tanto en los tejidos corporales, como en los alveolos
pulmonares.

Los pulmones y la respiración


Los órganos mayores para la respiración son dos pulmones, localizados en la cavidad torácica. Los
pulmones son esponjosos y con forma de cono. Cada pulmón pesa alrededor de 600 gramos. El pulmón
derecho tiene tres divisiones o lóbulos, es un poco mas grande que el pulmón izquierdo, el cual tiene dos
lóbulos. Ambos pulmones están envueltos en una dura membrana que también se alinea en la cavidad
torácica. Esta membrana doble, la pleura, secreta un liquido lubricante que le permite a los pulmones
moverse suavemente. La inflamación de la pleura puede ocasionar el aumento del fluido en la cavidad
torácica. Esta condición es llamada pleuresía.
Pulmones Humanos

La respiración comienza cuando el diafragma, el músculo en forma de domo debajo de la cavidad del
pecho, se contracta y se mueve hacia abajo. Los músculos intracostales entre las costillas también se
contractan, causando a la caja de costillas su movimiento hacia arriba y hacia afuera. Al mismo tiempo,
estas contracciones musculares causan a la cavidad del pecho que se agrande. Cuando el pecho se
expande, la presión del aire en la cavidad del pecho se acaba. La presión de aire por fuera del cuerpo es
mas grande que la que hay adentro de la cavidad del pecho. Luego el aire se va hacia los pulmones desde
afuera del cuerpo, igualando la presión. Esta parte del proceso de respiración es llamada inspiración o
inhalación.

Cuando la presión del aire a sido igualada, causa al diafragma y a los musculos intracostales una
relajación con la cual regresan a sus posiciones normales. Esto en turno reduce el tamaño de la cavidad
del pecho. Mientras el tamaño del pecho se reduce, la presión del aire dentro de la cavidad del pecho va
haciéndose mas fuerte que la presión de aire por fuera del cuerpo. Luego el aire deja a los pulmones,
igualándose la presión de nuevo. Esta parte del proceso de respiración es llamado expiración o
exhalación.
Respiración Humana

Intercambio de gases

Los alvéolos están completamente rodeados de vasos capilares. El intercambio actual de gases ocurre
cuando el oxígeno en el aire de los alvéolos se mezcla en la sangre por medio de los capilares. En
consecuencia el bióxido de carbono en la sangre se disuelve en el aire del alvéolo. El tejido epitelial
formando las paredes de los dos alvéolos y capilares es solo una célula de grueso. Juntas las paredes de
los alvéolos y los capilares miden solo 0.0004 mm. El oxígeno en el aire inhalado se disuelve en la
mucosa en el forro del alvéolo.

En la sangre, la mayoría del oxígeno se combina con la hemoglobina para formar la axyhemoglobina. El
oxigeno de la oxihemoglobina se disuelve en las células del cuerpo y es usado en el metabolismo, las
actividades físicas y químicas entre las células. El metabolismo también incluye el movimiento hacia
arriba y abajo del complejo molecular y la liberación de energía durante el movimiento hacia abajo.
Como un resultado del metabolismo, la concentración de oxígeno en el cuerpo es baja, pero la
concentración de bióxido de carbono es alta. El bióxido de carbono, un biproducto metabólico, se
disuelve de las células del cuerpo a la sangre. El bióxido de carbono es transportado en la sangre.

Cuando la sangre llega a los pulmones, el bióxido de carbono se disuelve de la sangre a los pulmones. El
bióxido de carbono es exhalado junto con el vapor de agua..

Efectos de la altitud

La gente que se mueve de bajas altitudes a bajas altitudes sufren temporalmente de exceso de cansancio y
flojera. La causa de su fatiga se atribuye generalmente al "aire delgado".

Mientras mas altitud haya, existe menos oxigeno en el aire. Al nivel del mar, la hemoglobina esta en un
97% saturada por oxígeno. A una altitud de 3,048 metros esta saturada solo en un 90%, y a 6,096 metros,
solo en un 70%. El cuerpo humano comienza a sentir los efectos de la reducción de oxígeno a una altitud
alrededor de 1,800 metros.

Estudios de la gente que normalmente vive en alto provee información en los efectos de larga duración en
las condiciones en donde los niveles de oxígeno son bajos. Por ejemplo, los Indios Quechua de los Andes,
quienes viven alrededor de los 3,600 metros han desarrollado un pecho muy grande y grandes
capacidades de los pulmones. Esta personas también tienen diferente la composición de su sangre; ellos
tiene una concentración mas alta de glóbulos rojos que la que la gente que normalmente vive al nivel del
mar. Este grupo indio también tiene un rango de respiración mas alta, los capilares en sus pulmones tienen
un diámetro mas grande, particularmente en el lado derecho, la presión sanguínea en los pulmones es
mayor que en cualquier otra parte del sistema circulatorio. Como quiera que sea, el latido del corazón de
los Indios Quechua es mas tenue que los de una persona que vive al nivel del mar.

Juzgando por estos factores, los científicos dicen que un volumen mas grande de sangre es bombeado con
cada latido del corazón en altitud

Introducción

El ser humano vive sumergido en un mar de aire. Sin él, la vida no sería posible
ya que es un recurso natural indispensable para el desarrollo de la vida en la
Tierra. De los gases que lo componen, el oxígeno resulta imprescindible para el
mantenimiento de las funciones vitales del hombre. Por ello, este elemento no
debe faltarle a ningún ser humano, de lo contrario, se vería afectado el buen
desarrollo del individuo.
Los ambientes laborales han cambiado en el transcurso del tiempo con la
mecanización y, los adelantos científicos y tecnológicos. En general, estos
recursos redujeron el trabajo físico que requiere del esfuerzo de los
trabajadores, pero han dado origen a algunas enfermedades relacionadas con
el material del trabajo.

La educación sobre la salud en el ámbito de trabajo deberá orientarse a crear


condiciones más favorables para el trabajo y originar conductas responsables
para la prevención de accidentes, de modo que la empresa, el trabajador y la
comunidad puedan conciliar sus necesidades e intereses.

Aire en la atmósfera

La Tierra está rodeada por una capa de aire llamada atmósfera, que tiene unos
1000 km. de espesor. Si la Tierra no tuviese atmósfera, la vida no sería posible.

El aire es un fluido que forma la atmósfera. Esta constituido por una mezcla de
gases, vapor de agua y pequeñas partículas de polvo (hollín, polen, tierra) que
se pueden dividir en componentes constantes y accidentales. Cuando está
limpio y seco, es decir puro (en este estado solo se encuentra a nivel del mar,
en zonas alejadas de la actividad humana), contiene componentes constantes:
un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y el 1% restante formado por dióxido
de carbono y otros gases, tales como el argón, el neón, el hidrógeno y el helio
(Fig. 1). Los componentes accidentales son aquellos gases y vapores
característicos del aire de una determinada localidad: los óxidos de nitrógeno
procedentes de las descargas eléctricas durante las tormentas, el óxido de
carbono procedente de los gases de escape de los motores de combustión
interna, etc.

Casi todos los seres vivos dependen del aire: el oxígeno es necesario para
respirar y el dióxido de carbono es empleado por las plantas en la fotosíntesis.

Propiedades físicas y químicas del aire

Propiedades físicas:

o Es de menor peso que el agua.


o Es de menor densidad que el agua.
o Tiene Volumen indefinido.
o No existe en el vacío.
o Es incoloro, inodoro e insípido.

Propiedades químicas:

o Reacciona con la temperatura condensándose en hielo a bajas temperaturas y


produce corrientes de aire.
o Esta compuesto por varios elementos entre ellos el oxigeno (O2) y el dióxido
de carbono elementos básicos para la vida.
Oxígeno

Definición: elemento químico gaseoso, incoloro, inodoro e insípido.

Símbolo químico: O

Fórmula química: O2

Peso atómico: 15, 9994

Número atómico: 8

Densidad a 0 °C (temperatura) y 101,3 kPa (presión): 1,429 g/l

Punto de ebullición: 183 °C

Punto de fusión: 218,7 °C

Peso específico del oxígeno líquido en el punto de ebullición: 1,118

Este elemento se encuentra en estado libre como componente del aire, del cual
constituye un 21% en volumen. En forma combinada se lo puede encontrar en
el agua y en numerosos minerales. En total representa el 49,5% en peso de la
superficie terrestre, y por ello es el elemento más abundante. En el cuerpo
humano representa un 60% y se encuentra en todos los tejidos vivos.

El oxígeno del aire es necesario para la combustión y la respiración, por ello,


por ser un gas esencial para la vida humana, debe estar disponible para todos
los individuos.

Su falta es asimilable a la carencia de alimento o agua, por lo tanto es


administrado a personas con problemas respiratorios y también a las personas
que vuelan a altitudes elevadas, donde la baja concentración de oxígeno no
permite la respiración normal.

Combustión

La combustión es un cambio químico en el que un ‘combustible’ (carbón, gas


natural, madera o algún derivado del petróleo) se combina con oxígeno para
producir otras sustancias, denominadas ‘producto de la combustión’, y además
se produce la liberación de luz y energía en forma de calor.

Un ejemplo de combustión sería la del carbón. El carbón esta formado por una
proporción muy alta de átomos de carbono. Cuando éstos átomos y las
moléculas de oxígeno que hay en el aire se encuentran cerca y la temperatura
es suficientemente alta, los átomos que constituyen la molécula de oxígeno se
separan y se unen a los átomos de carbono. El resultado es una nueva
molécula, el dióxido de carbono y energía en forma de calor. (Fig. 2)
Como este proceso se repite miles de veces, el calor que resulta es
suficientemente alto, como para que las restantes moléculas de oxígeno
continúen uniéndose a los átomos de carbono. El proceso se termina cuando
se acaba el carbono o cuando no hay más oxígeno.

Cuando en el ambiente en donde se produce la combustión hay poco oxígeno,


cada átomo de carbono, en lugar de unirse a 2 átomos de oxígeno se une a
uno solo y forma una molécula de un gas diferente al dióxido de carbono, el
monóxido de carbono. (Fig. 3)

Este gas es muy tóxico, al respirarlo, se incorpora a la sangre en lugar del


oxígeno y dificulta la respiración celular. Si un individuo permanece mucho
tiempo en un ambiente con demasiado monóxido de carbono se puede producir
una fuerte sensación de adormecimiento y, por último, asfixia.

No solo es carbón lo que se quema, el alcohol fino que se usa para desinfectar
heridas es un excelente combustible. Cuando éste o los hidrocarburos
presentes en los derivados del petróleo entran en combustión, no solo
producen como resultado monóxido o dióxido de carbono y calor. El hidrógeno
que tienen en sus moléculas también se une al oxígeno y forma moléculas de
agua. (Fig. 4)

La madera, el petróleo y gases son otros tipos de combustibles.

Contaminación atmosférica

La actividad productiva del hombre requiere grandes cantidades de energía


para mover maquinarias, motores y turbinas, para fundir metales, para producir
electricidad, para calentar ambientes, etc. Gran parte de esta energía se
obtiene a partir de la combustión de compuestos orgánicos: leña, petróleo, gas.
Si bien este tipo de combustión genera energía, también produce gases que se
liberan hacia la atmósfera y que alteran la composición de lo que se llama ‘aire
puro’.

La contaminación atmosférica no se debe solo a la actividad industrial, el uso


de ciertos artefactos domésticos es también una importante causa de esta
contaminación.

Los principales contaminantes del aire se clasifican en:

o Primarios: Son los que permanecen en la atmósfera tal y como fueron emitidos
por la fuente. Para fines de evaluación de la calidad del aire se consideran:
óxidos de azufre, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno, hidrocarburos y
partículas.
o Secundarios: Son los que han estado sujetos a cambios químicos, o bien, son
el producto de la reacción de dos o más contaminantes primarios en la
atmósfera. Entre ellos destacan oxidantes fotoquímicos y algunos radicales de
corta existencia como el ozono (O3).

Naturaleza de los contaminantes del aire


Los factores contaminantes que han merecido mayor importancia son los
siguientes:

o Compuestos clorofluorcarbonados (CFC): los equipos de enfriamientos


(heladeras, acondicionadores de aire) utilizan estos compuestos, y cuando los
equipos tienen pérdidas, estos compuestos son liberados a la atmósfera.
o Ozono (O3): los equipos que trabajan con tensiones eléctricas altas producen
descargas sobre el aire, que hacen que las moléculas de oxígeno reaccionen
formando ozono.
o Dióxido de carbono (CO2): la combustión genera grandes cantidades de este
gas.
o La contaminación en ambientes cerrados se produce por mala combustión,
humo de cigarrillos, uso de artefactos eléctricos, insecticidas, adhesivos,
solventes y otros compuestos orgánicos provenientes de artículos de limpieza.
o En el combustible que contenga azufre o nitrógeno se formarán óxidos de
azufre y nitrógeno (también se pueden formar en la combustión a partir del
nitrógeno del aire).
o La combustión incompleta forma monóxido de carbono, polvo de carbón en
forma de hollín y sustancias orgánicas parcialmente oxidadas.

La contaminación atmosférica y la salud

Las sustancias que flotan en el aire en ciertas zonas determinan un grado de


peligrosidad para el ser humano. Muchos de los productos que se consumen
en los hogares son liberadores potenciales de esas sustancias. Por ello, es
importante tener al menos, una información mínima básica que permita actuar
ante la contaminación cotidiana.

Los efectos nocivos (Fig. 5) de la contaminación atmosférica se pueden


diferencias en:

o Muy serios: aquellos que ocasionan una baja calidad de vida, la ponen en
peligro y sus efectos son irreversibles.
o Serios: no comprometen la vida y sus efectos son reversibles.

El riesgo puede estimarse considerando:

RIESGO = PELIGROSIDAD x EXPOSICIÓN

Así, el riesgo para la salud depende de la peligrosidad y la exposición al


contaminante (tiempo, cercanía, forma).

Los aspectos que deben estudiarse para estimar la peligrosidad de un


contaminante con base en la exposición a él son:

o Identificación de los contaminantes presentes en el aire.


o Estimación de la cantidad y concentración de los contaminantes con base en el
conocimiento de las fuentes que los producen.
o Determinación de los contaminantes por área de interés.
o Estimación del número de personas expuestas en diferentes niveles y formas.
o Conocimiento de los patrones regulares que se manifiestan en los
contaminantes (emisiones industriales, emisiones por automotores).
o Previsión de contingencias o accidentes (fugas, incendios, explosiones,
accidentes de transportación).
Los resultados obtenidos son utilizados para determinar la probabilidad de
producir enfermedades según diferentes niveles de exposición.

La estimación de la exposición al contaminante se obtiene mediante diversos


medios como: el monitoreo, que puede ofrecer datos específicos en lugares
bien delimitados y en determinados tiempos, sin embargo, las condiciones
pueden variar significativamente de un sitio a otro, por más cercano que éste
se encuentre, así como, la actividad humana nos lleva a movernos
constantemente, cambiando drásticamente nuestra posición, por lo que a
presencia y concentración de contaminantes se trata; o a través de la
elaboración de modelos matemáticos que simulan y predicen los efectos de la
contaminación.

Tratando el problema a nivel grupal o general, es importante establecer los


parámetros necesarios para determinar el riesgo de un contaminante para la
salud, donde se deben puntualizar diferentes aspectos referentes a los
contaminantes tóxicos. Un contaminante tóxico atmosférico aumenta la
probabilidad de desarrollar una enfermedad o disminuir la capacidad de
defensa del organismo.

Aquellos contaminantes de alto riesgo para la salud son los que:

o Afectan a muchas personas.


o Causan efectos graves a la salud (cáncer, defectos en el embrión,
enfermedades graves y/o la muerte.
o Se liberan a la atmósfera en grandes cantidades.

Cantidad de contaminante en el ambiente

En toxicología industrial se ha establecido una característica de las materias


tóxicas que suele designarse como MAC (concentración máxima posible). La
definición no es sencilla, pues, independientemente de las respuestas alérgicas
y de las diferentes sensibilidades entre los individuos, los sometidos a estas
atmósferas llegan a crear hábito insensibilizándose. Por ello las cifras
adoptadas para el MAC de cada sustancia suele ser tres veces inferiores al
valor capaz de afectar a quienes no están inmunizados por la costumbre.

Concertaciones máximas admisibles (MAC) de varias sustancias en ppm.

Para ocho horas de exposición (un día de trabajo)

Sustancia MAC

Níquel carbonilo 0.001

Bromo 0.1

Cloro 1
Anilina 5

Trietilamina 25

Cloroformo 50

Amoniaco 100

Metanol 200

Etilmercaptano 250

Gasolina 500

Etanol 1000

Dióxido de carbono 5000

Partes por millón (PPM)

Para determinar la concentración de una sustancia química en un volumen se


utilizan las partes por millón de fracciones iguales. Cada millonésima parte de
este volumen, correspondiente a la sustancia de nuestro interés, se considera
una parte por millón de la sustancia.

Partículas suspendidas en su fracción respirable (PM-10)

 Criterios para evaluar la calidad del aire:

150 µg/m³ (microgramos sobre metro cúbico) en un promedio de 24 hs,


significa que el aire es satisfactorio. Para IMECA (Índice Metropolitano de la
Calidad del Aire) esta cifra equivale a 100. (Fig. 6)

 Características del contaminante:

Partícula sólidas o líquidas dispersas en la atmósfera (su


diámetro va de 0.3 a 10 µm) como polvo, cenizas, hollín,
partículas metálicas, cemento o polen. La fracción respirable de
PST (partículas suspendidas totales), conocida como PM-10, está
constituida por aquellas partículas de diámetro inferior a 10
micras, que tienen la particularidad de penetrar en el aparato
respiratorio hasta los alvéolos pulmonares.

 Fuentes principales:
Combustión industrial y doméstica del carbón; procesos industriales; incendios;
erosión eólica y erupciones volcánicas.

 Efectos principales

Salud: Irritación en la vías respiratorias; su acumulación en los pulmones


origina enfermedades como silicosis y la asbestosis. Agravan el asma y las
enfermedades cardiovasculares.

Materiales: Deterioro en materiales de construcción y otras superficies.

Vegetación: Interfieren en la fotosíntesis.

Otros: Disminuyen la visibilidad y provocan la formación de nubes.

Procesos que hacen posible las funciones vitales del hombre

Funciones respiratorias

El sistema respiratorio realiza dos funciones fundamentales para la vida: el


transporte de oxígeno del ambiente hasta la sangre y el del dióxido de carbono
desde la sangre al exterior del cuerpo. Estas dos funciones son inversas. (Fig.
7)

En la respiración de un organismo, el proceso comprende 3 etapas: la primera


corresponde a la ventilación pulmonar, es decir, entrada y salida del aire; la
segunda hace referencia al intercambio gaseoso que ocurre en los pulmones,
entre el aire que proviene del exterior y los gases que llegan a los pulmones
acarreados por la sangre (resultantes de la actividad celular); la tercera etapa
corresponde a la respiración celular, proceso en el que el oxígeno permite la
degradación de nutrientes, y en consecuencia, se produce dióxido de carbono.
Este proceso proporciona la energía necesaria para mantener las funciones
vitales del organismo.

Inspiración y espiración

Se denomina inspiración al ingreso del aire en el organismo. Esto es posible


gracias a los músculos diafragma e intercostales, que al contraerse provocan la
elevación de las costillas, es decir el aumentan del volumen de la caja torácica.
Esto provoca una diferencia entre la presión atmosférica y la del medio interior;
por lo tanto, el aire que es una mezcla de gases, pasa del lugar de mayor
presión al de menor presión. (Fig. 8)

La espiración se produce cuando se relajan estos músculos, disminuyendo así


el volumen de la caja torácica, lo cual provoca la salida del aire. (Fig. 9)

Órganos del sistema respiratorio

El sistema respiratorio humano está formado por una sucesión de órganos


huecos que constituyen una especie de tubería ramificada. El extremo de cada
ramificación es cerrada pero está en contacto con el sistema circulatorio (Fig.
10). Los órganos que componen este sistema son:

 Nariz: la inspiración o entrada del aire en un organismo y la espiración o salida del


mismo, se hace principalmente a través de la nariz, aunque en menor proporción también
puede hacerse por la boca.
 Fosas nasales: están tapizadas por una membrana muy delgada y húmeda llamada
mucosa nasal o pituitaria.
 Faringe: estructura musculosa, de unos 14 cm., tapizada por una mucosa. Es una vía
común al sistema respiratorio y al digestivo.
 Laringe: interiormente está atravesada por una serie de ligamentos que se mantienen
tirantes: las cuerdas vocales, lo que permite la producción de sonidos.
 Tráquea: tiene de 15 a 20 anillos de cartílago incompletos hacia la parte posterior del
cuello, que permiten la dilatación del esófago durante el paso de los alimentos. La tráquea esta
cubierta internamente por cilias que continuamente empujan las partículas extrañas hacia la
faringe, de manera que puedan ser expulsadas al exterior.
 Bronquios: formados por anillos cartilaginosos completos que evitan que se aplasten e
impidan el pasaje de aire. Dentro de los pulmones, los bronquios se subdividen en tubos cada
vez más delgados, despojados de la cubierta cartilaginosa. Cuando los bronquios llegan a tener
un milímetro de diámetro reciben el nombre de bronquiolos.
 Pulmones: constituidos por los sacos alveolares, especies de bolsas en las que
terminan las ramificaciones bronquiales.

Capacidad pulmonar

La máxima cantidad de aire que puede llenar las vías respiratorias y los
pulmones de un adulto humano, denominada capacidad pulmonar total es de
aproximadamente 5 o 6 litros.

De esa cantidad, 150 mililitros se ubican en las vías respiratorias superiores.


Esta porción de aire es denominada aire espacial muerto, ya que no es
aprovechado en la respiración. El resto del aire se ubica en los alvéolos, en
contacto con la sangre, con una verdadera función de intercambio de gases,
por lo que recibe el nombre de aire alveolar.

Durante una respiración normal, el volumen de aire inhalado y exhalado es de


500 mililitros. De esta cantidad, solo 350 abandonan los alvéolos, y los 150
restantes son aire espacial muerto.

Siempre hay una reserva de 2, 5 litros de aire que permanecen dentro de los
pulmones.

El volumen máximo de aire que puede ser incorporado por una inspiración
forzada es aproximadamente de 3 litros, si se suma este valor al medio litro que
se inhala normalmente y a la reserva de 2, 5 litros obtenemos 6 litros que
constituyen la capacidad pulmonar total. (Fig. 11)

Vasos por donde circula la sangre

 Arterias: Conducen la sangre que sale de los ventrículos. Poseen gran cantidad de
tejido elástico, que les permite dilatar sus paredes, aumentar la luz del tubo durante la sístole
ventricular y recibir la sangre del corazón, resistiendo la gran presión sanguínea. Durante la
diástole, las arterias retoman su tamaño normal. (Fig. 12)
 Venas: No soportan presiones elevadas, porque la sangre que regresa al corazón tiene
una presión mucho menor que la arterial. Sus paredes son más delgadas y menos elásticas
que las de las arterias. Casi toda la sangre venosa circula hacia el corazón, en contra de la
fuerza de gravedad. En este caso, la circulación es favorecida por las paredes delgadas, que
ofrecen menos resistencia al flujo sanguíneo; por las contracciones de los músculos
esqueléticos que rodean a las venas y por las válvulas semilunares de las venas, que
imposibilitan el retroceso de la sangre, ya que una vez que asciende, las válvulas se cierran
automáticamente e impiden su regreso. (Fig. 13)
 Capilares: Los capilares arteriales y venosos unen las arterias a las venas y forman
inmensas redes alrededor de los tejidos. Están constituidos por una sola capa de células, y en
ellos a circulación es muy lenta (0, 5 mm/s). Estas características constituyen una gran ventaja
para el intercambio de nutrientes y de gases. Las moléculas pequeñas y los iones atraviesan el
capilar, mientras que las proteínas y otras moléculas grandes no pueden hacerlo. (Fig. 14)

Aparato respiratorio y circulatorio

El aparato respiratorio aporta el oxígeno que necesitan las células del


organismo y elimina el dióxido de carbono de desecho. El aire inhalado pasa
principalmente por la nariz, donde los pelos filtran el aire, impidiendo que
partículas extrañas entren en el aparato respiratorio. Luego el aire pasa por la
cavidad nasal, la cual se calienta con el paso del aire. Después de allí, el aire
viaja por la faringe, hacia la laringe, para continuar pasando por la tráquea. En
este sector, a la altura de la cuarta vértebra dorsal, la tráquea se divide en dos
tubos más estrechos, llamados bronquios, que conducen hacia los pulmones.
Cada pulmón está formado por múltiples conductos pequeños ramificados,
denominados bronquiolos, que finalizan en reducidas cámaras arracimadas
llamadas alvéolos. (Fig. 15)

La presión total del aire (presión atmosférica) es la suma de las presiones


parciales de los gases que lo componen. En una mezcla gaseosa, la presión
parcial de cada uno de los gases es directamente proporcional a la
concentración en la que se encuentra. Por lo tanto, la presión total del aire
inspirado y espirado dependerá de las concentraciones de O2 y CO2.

El aire espirado contiene más CO2 y menos O2 que lo que tenía al llegar a los
pulmones, mientras que la cantidad de N2 no varía.

El intercambio gaseoso es posible gracias a la diferencia de concentración de


gases, que se encuentran tanto en los alvéolos como en los capilares que lo
rodean.

En consecuencia, el intercambio de gases se produce por difusión, es decir, el


pasaje de moléculas de una zona de mayor concentración a otra donde ésta es
menor. En este proceso interviene la sangre, por ello se lo denomina
hematosis.

Esta difusión comprende dos etapas:

o Entre los alvéolos y los capilares sanguíneos, donde la presión parcial del O2
en el aire inspirado (105 mm Hg) es mayor que en la sangre de los capilares alveolares (40 mm
Hg). Por lo tanto, el O2 se difunde desde los alvéolos hacia los capilares venosos, para ser
distribuido a todas las regiones del cuerpo por la arteria aorta. El CO2, por otro lado, es
transportado por la arteria pulmonar y los capilares arteriales, y se difunde a partir de estos
hacia los alvéolos, desde donde es expulsado al exterior. (Fig. 16)
o Entre los capilares sanguíneos y las células, donde el O2 es distribuido por
medio de la hemoglobina hacia todas las células del cuerpo. La sangre oxigenada contenida en
los capilares mantiene una presión parcial de O2 mayor que la que existe en las células (40
mm Hg). Por esta diferencia de presión, es que el O2 se difunde desde los capilares arteriales
hacia el líquido intestinal intersticial, y luego a las células. Como producto de este metabolismo
celular se produce CO2. Como la presión parcial de este gas en las células (45 mm Hg) es
mayor que en los capilares venosos (40 mm Hg) el CO2 sale desde la célula, hacia el líquido
intersticial e ingresa en los capilares venosos, que lo transportan hacia los pulmones, para ser
liberado en la espiración. (Fig. 17)

Los componentes celulares de la sangre, los glóbulos rojos, blancos y las


plaquetas, tienen cada uno funciones específicas que cumplir dentro del
universo corporal. Los glóbulos rojos son los más numerosos de los tres
componentes celulares y normalmente suman casi la mitad del volumen
sanguíneo. Están llenos de hemoglobina, la cual tiene una gran afinidad por el
O2, es decir, se combina fácilmente con él y esta unión es reversible. Cuando
el oxígeno ingresa a los capilares, inmediatamente se une a esta proteína y
cuando ésta se encuentra en contacto con los tejidos, les cede el oxígeno.

Respiración celular

Mediante la respiración celular, los organismos vivos, los organismos vivos


obtienen la energía necesaria para realizar todos los procesos vitales. Esta
energía proviene de la transformación química que se produce entre la glucosa
de las células y el oxígeno que les suministra la sangre.

Aunque los productos que se obtienen son los mismos que en la combustión,
durante la respiración, la energía liberada no se disipa en forma de luz y calor,
una gran parte es aprovechada por el organismo para producir otras
transformaciones químicas necesarias para la vida. Solo la energía ‘sobrante’
se disipa como calor. (Fig. 18)

Calidad del aire en ambientes interiores

La función primaria de un edificio en el que se desarrollan actividades es


proporcionar a los ocupantes un ambiente confortable y saludable en el que
trabajar. Esto depende, en gran medida, de que el sistema de
ventilación/climatización tenga un diseño, un funcionamiento y un
mantenimiento apropiados.

Se prohíbe la realización de trabajos, sin la protección personal


correspondiente, en ambientes en que la atmósfera contenga menos de 18%
de oxígeno. Por lo tanto, se deben proporcionar unas aceptables condiciones
térmicas (temperatura interior y niveles de humedad), y una calidad de aire
interior, así mismo, aceptable; es decir, deben procurar que la mezcla del aire
exterior con el interior sea la adecuada, y deben disponer de sistemas de
filtración y limpieza del aire capaces de eliminar los contaminantes presentes
en el mismo.
La calidad del aire en ambientes interiores, tales como edificios de oficinas,
naves industriales, locales públicos, etc., es un problema que ha generado en
los últimos años una creciente preocupación tanto por las situaciones de
disconfort que se originan en no pocos casos, como por las consecuencias
negativas para la salud que pueden padecer los ocupantes de estos inmuebles.
Se ha descrito incluso el llamado "Síndrome del edificio enfermo" para aquellos
locales más afectados por el problema que presentan una serie de
características comunes que la OMS define como las siguientes:

o Tienen, casi siempre, un sistema de ventilación forzada de aire común a todo el


edificio o a amplios sectores del mismo y existe recirculación, como mínimo parcial, del aire
interior. Algunos edificios tienen la localización de la toma de aire en lugares inadecuados
mientras que otros usan intercambiadores de calor que transfieren los contaminantes desde el
aire de retorno al aire de suministro.
o Con frecuencia la calidad de la construcción, ligera y poco costosa, es
deficiente.
o Las superficies interiores están en gran parte recubiertas con material textil,
incluyendo paredes, suelos y otros elementos de diseño interior, lo cual ocasiona una elevada
relación entre superficie de dicho material y volumen del edificio.
o Practican el ahorro energético y se mantienen relativamente calientes o fríos
buscando un ambiente térmico homogéneo.
o Se caracterizan por ser edificios herméticos en los que las ventanas no suelen
ser practicables.

Carga térmica ambiental: calor intercambiado entre el hombre y el ambiente.

Carga térmica: suma de la carga térmica ambiental y el calor generado por los
procesos metabólicos.

Desde el punto de vista de las condiciones de confortabilidad térmica el 25 %


del calor producido por metabolismo en período de descanso, es transferido
desde la superficie de la piel al aire por convección, la mitad es perdido por
radiación al entorno y el 25 % restante es cedido por calentamiento del aire
inspirado (el calor eliminado por la respiración es del orden del 8 al 10 % del
producido por metabolismo, en una persona media, sana y en condiciones
normales) y por evaporación de la transpiración de la piel expuesta (desnuda),
unos 20 a 30 gr/h, para una persona media, sana, y en condiciones normales.

Factores que afectan la calidad el aire en un ambiente laboral

 Una ventilación inadecuada:

Generalmente es debida a:

a) Un insuficiente suministro de aire fresco, como consecuencia


de una elevada recirculación del aire o de un bajo caudal de
impulsión.

b) Una mala distribución y, consecuentemente una mezcla


incompleta con el aire exterior, que provoca estratificaciones del
aire y diferencias de presión entre los distintos espacios y zonas
del edificio.
c) Una incorrecta filtración del aire debido a un mantenimiento
incorrecto o a un inadecuado diseño del sistema de filtración.

d) Una temperatura de aire y humedad relativa extremas o fluctuantes.

 La contaminación interior

Puede tener como origen al propio individuo, al trabajo, a la


utilización inadecuada de productos (desinfectantes, limpieza,
abrillantado) a los gases de combustión y a la contaminación
cruzada procedente de otras zonas poco ventiladas que se
difunden hacia lugares próximos y los afectan.

 La contaminación exterior

Entrada en el edificio de humos de escape de vehículos,


productos utilizados en trabajos de construcción, etc. Otro origen
puede ser la infiltración a través del basamento (vapores de
gasolinas, emanaciones de cloacas, etc.).

 La contaminación debida a materiales empleados en la construcción

- La fibra de vidrio: La fibra de vidrio está formada por material


amorfo vidrioso. Se usa como aislante térmico en los sistemas de
aire acondicionado, su instalación y utilización incorrecta, como la
degradación de los materiales que la contienen, es uno de los
peligros principales de la mala calidad del aire interior, y es una
fuente potencial de enfermedades.

- El formaldehído: se emplea extensamente en la formulación de


plásticos y como aislantes térmicos y barnices. Puede ocasionar
irritación en las vías respiratorias y alergias y está considerado
como una sustancia sospechosa de inducir procesos
cancerigenos.

- Los disolventes: son otro material de construcción que puede


ser fuente de contaminación por generación de compuestos
químicos en el aire del interior de un edificio como los muebles y
elementos de decoración de madera y caucho, los agentes
sellantes, colas, barnices y materiales textiles.

 La contaminación biológica

- El dióxido de carbono: es un gas que se forma por combustión


de sustancias que contienen carbono. La principal fuente está en
la respiración humana y el fumar. Es un asfixiante simple cuya
presencia a concentraciones altas provoca falta de oxígeno.

- El monóxido de carbono: su presencia es debida a la toma


inadecuada de aire fresco exterior y el fumar.
- El humo de tabaco: El hecho de fumar representa la liberación
en el aire de una mezcla compleja de productos químicos.
Además de monóxido de carbono, dióxido de carbono y
partículas, se producen óxidos de nitrógeno y una amplia
variedad de otros gases y compuestos orgánicos. Su presencia
en el aire del interior de un edificio es un problema que afecta
tanto a fumadores como a no fumadores.

Básicamente los efectos que pueden causar los distintos


contaminantes biológicos presentes en el ambiente interior de un
edificio sobre los ocupantes son:

o Virus y bacterias: infecciones


o Polen y hongos: alergias.

Consecuencias de una mala ventilación

La sintomatología presentada por los afectados por falta de oxigeno no suele


ser severa y, al no ocasionar un exceso de bajas por enfermedad, se tiende a
menudo a minimizar los efectos que, sin embargo, se traducen en una situación
general de disconfort. En la práctica estos efectos son capaces de alterar tanto
la salud física como la mental del trabajador, provocando un mayor estrés.

En general, los contaminantes presentes en el aire ambiente penetran en el


organismo por inhalación y por tanto afectan inicialmente al tracto respiratorio,
pudiendo también ser absorbidos y afectar a otros órganos o acumularse en
distintos tejidos.

Una mala ventilación produce hipoxia, que quiere decir que la cantidad de
oxígeno en el organismo disminuye por debajo del nivel de concentración
normal.

Los cuadros de anoxia y de hipoxia reflejan una dificultad total o parcial en el


suministro de oxígeno a los distintos tejidos del organismo. El cerebro, el
corazón y los riñones son los órganos que sufren más la falta de oxígeno, y en
los que los daños suelen ser irreparables.

La anoxia y la hipoxia son dos fenómenos relacionados, que se diferencian en


el grado de severidad. Ambos se refieren a la capacidad del organismo de
proveer oxígeno a los distintos tejidos del organismo, y por lo tanto, al
contenido de oxígeno que se encuentra en dichos tejidos.

La diferencia entre anoxia e hipoxia es una cuestión de medida: cuando la


cantidad de oxígeno disminuye por debajo del nivel de concentración normal el
cuadro se denomina hipoxia, mientras que cuando el oxígeno está
completamente ausente pasa a llamarse anoxia.

La anoxia es la ausencia de oxígeno que requieren los tejidos para mantener


activo el ciclo celular, particularmente el ciclo de Krebs; la hipoxia es la
disminución del oxígeno y la hipoxemia es la caída de la concentración del
oxígeno en la sangre (donde se transporta el oxígeno unido a la hemoglobina
contenida en los glóbulos rojos).

El cerebro y la falta de oxígeno

Todos los tejidos del organismo pueden verse afectados por un cuadro de
anoxia o por uno de hipoxia; todos, en mayor o en menor medida, sufren dicha
situación y pueden verse dañados en forma a veces irreversible e irreparable,
dependiendo el daño siempre del grado de dificultad en la llegada del oxígeno y
en el tiempo que dure el cuadro. Es por esto último que las distintas
intervenciones médicas capaces de revertir estos cuadros de insuficiencia en el
transporte de oxígeno deben ser implementados lo más rápido que sea posible,
para evitar secuelas.

Pero sin lugar a dudas, es el tejido neurológico el que sufre con mayor
severidad estos cuadros ya que, por su carácter inherente de ser irreparable,
cualquier obstrucción en la llegada de oxígeno al mismo puede dejar secuelas
irreparables. El daño que ocasiona la anoxia en el cerebro puede traducirse en
la pérdida de aquellas funciones cognitivas, motoras o del lenguaje, cuyo
sustrato orgánico se encuentra en la región cerebral afectada por el cuadro
particular de falta de suministro de oxígeno.

Otros tejidos que sufren en gran medida la falta de oxígeno son el corazón y el
riñón.

Problemas vasculares y pulmonares

Desde el punto de vista cardiovascular, cualquier segmento vascular que tenga


dificultades en el flujo de la sangre, provocará inmediatamente una caída en el
aporte de oxígeno al tejido que éste alimenta normalmente. En el ejemplo
mencionado, la caída del aporte de oxígeno al músculo cardíaco se traduce
habitualmente en dolor de la zona afectada (el pecho).

Este tipo de síntomas no debe ser ignorado y debe motivar una consulta
médica inmediata. Asimismo, una anemia brusca, con la consiguiente caída de
la concentración de la hemoglobina, puede ocasionar cuadros similares sen
aquellos casos en que existen obstrucciones previas. Otras veces, la dificultad
de unir las moléculas de oxígeno a la sangre induce hipoxemias; esto suele
suceder en los distintos trastornos en el transporte del oxígeno en los
pulmones: llegado el oxígeno a los alvéolos pulmonares, no consigue alcanzar
la sangre al hallarse edematizada (hinchada) la pared alveolar, y esto puede
dar lugar a una insuficiencia cardíaca.

La hipertensión pulmonar también puede inducir cuadros de insuficiencia del


transporte de oxígeno. Esta puede ser de origen desconocido (hipertensión
pulmonar primaria) o puede ser secundaria a distintas circunstancias
patológicas, como las embolizaciones trombóticas que responden a numerosas
causas. En estas ocasiones, la presión pulmonar que normalmente traslada la
sangre hacia el pulmón, a fin de que pueda oxigenarse, se encuentra tan
elevada que dificulta el proceso de oxigenación.
Asimismo, puede haber contaminantes que provoquen irritación en los ojos o
que generen problemas dérmicos (erupciones y picores). Los efectos sobre el
tracto respiratorio son irritación de nariz, garganta y bronquios, con posibilidad
de provocar cambios en la reactividad bronquial, o liberación de un mediador
inducida por alérgenos que conducen a la aparición de rinitis, asma o
neumonitis hipersensitivas. Por otra parte los contaminantes microbianos
pueden provocar enfermedades infecciosas.

Los síntomas que se relacionan con una deficiente calidad del aire en el interior
de un edificio son: dolor de cabeza, mareos, náuseas, fatiga, piel seca,
irritación de ojos, congestión de senos nasales y tos. Es a menudo difícil
diferenciar entre los causados directamente por el medio ambiente y los de
origen psicológico. No hay que olvidar que un aire de pobre calidad provoca
disconfort, pudiendo desencadenar reacciones psicológicas complejas,
cambios de humor, de estado de ánimo y dificultades en las relaciones
interpersonales.

Medidas preventivas

 Ubicar la toma de aire exterior de modo que se impida la reentrada de los aerosoles.
 Suministrar suficiente aire fresco de ventilación. Los sistemas de ventilación están
diseñados para conservar la energía y no para mantener puro el aire en ambientes cerrados.
Aún si se utilizara un sistema de ventilación muy costoso y con seis cambios de aire por día,
nada se podría hacer para combatir el humo de segunda mano. Para proporcionar una
ventilación lo suficientemente segura como para mantener el humo pasivo al margen de los
niveles de peligro, se calcula que habría que invertir unos 300.000 dólares por fumador.
 Accesos adecuados a los diferentes componentes del sistema para su inspección,
reparación y limpieza.
 Colocar filtros adecuados para el control de la entrada de materia particulada.
 Prevenir la acumulación de agua estancada bajo los sistemas de refrigeración.
 Seleccionar humidificadores que utilicen vapor de agua como fuente de humedad.
 Mantener la humedad relativa del aire por debajo del 70% en los espacios ocupados.
 Establecer programas de mantenimiento que contemplen la inspección, la limpieza y la
desinfección.
 Sistema de evaluación del calor.
 Ventilación general.
 Ventilación localizada (extracción).
 Acondicionamiento del aire.
 Reducir la cantidad de trabajos corporales.
 Establecer medidas de alternancia (permitir a los trabajadores cambiar la zona de
trabajo en forma preestablecida y de tarea).
 Dar al personal elementos de protección personal.
 Cambiar el proceso de trabajo, por otro de distinta tecnología (que no posea carga
térmica o esta asea menor.)

Más allá de tener todas las medidas preventivas posibles, tiene mucho más
sentido eliminar la fuente de contaminación en el ambiente, que tratar de
purificarlo después.

Protección

Cada edificio donde se realice un trabajo debe contar con el equipamiento


necesario para proporcionar protección respiratoria adecuada. Antes de utilizar
máscaras y filtros, el usuario debe saber que ésta protección no le aísla
totalmente de su entorno, ya que, depende de un porcentaje de oxígeno en el
ambiente.

Es necesario conocer en todo momento las condiciones del ambiente


incluyendo la concentración de oxígeno, que no debe ser nunca inferior al 18 %
en volumen. Antes de comenzar el trabajo deben conocerse otras
concentraciones de gases o vapores nocivos. La selección de cualquier
máscara facial y de filtros, depende principalmente del tipo de trabajo a
realizar, las condiciones ambientales y otros factores que pueden ser
calculables.

Se puede ofrecer una selección de máscaras diseñadas bajo un esquema


donde la seguridad, calidad y ergonomía juegan un papel principal. Por
ejemplo:

Máscaras:

Mascarillas Autofiltrantes (respiradores),

Máscaras de media cara, y

Máscaras Panorámicas de cara completa.

Elementos filtrantes:

Filtros para polvo, partículas y humos,

Filtros para gases orgánicos e inorgánicos, ácidos, amoníaco, y

Filtros combinados para gases, vapores y partículas.

Para situaciones de peligro, donde la presencia de gases tóxicos ó la falta de


oxigeno hace indispensable la protección para poder realizar el escape o la
evacuación de forma exitosa, evitando así el peligro de no poder escapar sano
y salvo; se podrían ofrecer soluciones muy interesantes en cuanto al
equipamiento de equipos de escape, clasificados en: equipos de escape de
aire comprimido y equipos de escape dependientes del oxigeno, con la
utilización de un filtro determinado para cada caso.

Conclusión

El hombre desde siempre se ha abastecido del aire para poder vivir. Sin él, los
seres humanos no podrían obtener energía para realizar ningún trabajo. Por
ello, todos los ambientes de trabajo deben contar con una buena ventilación,
para que todo individuo que tenga que desempeñar cualquier tarea, ya sea
sedentaria o activa, pueda realizarla con total libertad y desenvoltura.
El oxígeno es un compuesto indispensable para el ser humano, por ello se lo
debe cuidar adecuadamente. Lamentablemente también puede transformarse
en el enemigo mas temible si no se tiene prudencia.

Toda empresa debería tener buenos métodos preventivos para que nunca le
falte oxígeno a ningún trabajador, y así poder encontrarse en armonía el
ambiente laboral, los trabajadotes y el ambiente.

Bibliografía

Enciclopedia Clarín

Clarín

Tomos 1, 6 y 19

Año 1999

Colección Billiken

Billiken

Fascículo 7

Año 1993

Diccionario Visual Clarín

Clarín

Tomo 1

Año 1991

Enciclopedia Escolar

Billiken

Fascículos 14, 16 y 17

Año 2000

El libro de la naturaleza y la tecnología

Estrada

Año 1999

Los grandes temas escolares


Billiken

Fascículo 10

Año 1996

Super Cole

Billiken

Fascículo 24

Año 1998

Enciclopedia Escolar ilustrada

Billiken

Año 1994

Biología Polimodal

Santillana

Año 1999

Ciencias Naturales 8 EGB

Santillana

Año 1997

Biología Polimodal

Aique

Año 2000

Educación para la salud Polimodal

Santillana

Año 2000

Internet:

www.monografias.com

www.google.com
www.yahoo.com.ar

Gráficos

(Fig. 1) Componentes del aire.

(Fig. 2) Formación del dióxido de carbono.

(Fig. 3) Formación del monóxido de carbono.


(Fig. 4) Formación de dióxido de carbono y agua.

(Fig. 5) Daños en el organismo por contaminación atmosférica.

Satisfactorio No Satisfactorio No Satisfactorio Malo


IMECA
0 - 100 100 - 150 150 - 200 200 - 300

(Fig. 6) Escala de la calidad del aire según IMECA


(Fig. 7) Funciones respiratorias.

(Fig. 8) Inspiración.

(Fig. 9) Espiración.
(Fig. 10) Sistema respiratorio.

(Fig. 11) Capacidad pulmonar.


(Fig. 12) Arteria.

(Fig. 13) Vena.

(Fig. 14) Capilar.


(Fig. 15) Alvéolos.

(Fig. 16) Intercambio gaseoso desde el alvéolo a los capilares.


(Fig. 17) Intercambio gaseoso entre los capilares y las células (tejidos).

(Fig. 18) Respiración celular.


Cerebro
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Esquema
Introducción; Anatomía del encéfalo; Nervios craneales; Vascularización; Funciones de la
corteza cerebral; Química y Fisiología; Enfermedades cerebrales; Evolución; Investigación

INTRODUCCIÓN
1
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Cerebro, parte constitutiva del encéfalo, el cual a su vez es la porción del sistema nervioso
central de los vertebrados contenida dentro del cráneo. El cerebro está en íntima relación con el
resto de las partes del encéfalo, esto es, cerebelo y tronco cerebral. El cerebro en la especie
humana pesa aproximadamente 1,3 kg y es una masa de tejido gris-rosáceo que se estima está
compuesta por unos 100.000 millones de células nerviosas o neuronas, conectadas unas con
otras y responsables del control de todas las funciones mentales. Además de las neuronas, el
cerebro contiene células de la glía o neuroglia (células de soporte), vasos sanguíneos y órganos
secretores (véase Neurofisiología). Es el centro de control del movimiento, del sueño, del
hambre, de la sed y de casi todas las actividades vitales necesarias para la supervivencia. Todas
las emociones humanas, como el amor, el odio, el miedo, la ira, la alegría y la tristeza, están
controladas por el cerebro. También se encarga de recibir e interpretar las innumerables
señales que le llegan desde el organismo y el exterior.

ANATOMÍA DEL ENCÉFALO


2
Versión para imprimir la sección
Desde el exterior el encéfalo aparece dividido en tres partes distintas pero conectadas: el
cerebro, el cerebelo y el tronco cerebral. El término tronco o tallo cerebral se refiere, en
general, a todas las estructuras que hay entre el cerebro y la médula espinal, esto es, el
mesencéfalo o cerebro medio, el puente de Varolio o protuberancia y el bulbo raquídeo o
médula oblongada. El encéfalo está protegido por el cráneo y además cubierto por tres
membranas denominadas meninges. La más externa, la duramadre, es dura, fibrosa y brillante,
está adherida a los huesos del cráneo, por lo que no aparece espacio epidural, como ocurre en
la médula; emite prolongaciones que mantienen en su lugar a las distintas partes del encéfalo y
contiene los senos venosos, donde se recoge la sangre venosa del cerebro. La intermedia, la
aracnoides, cubre el encéfalo laxamente y no se introduce en las circunvoluciones cerebrales.
En la membrana interior, la piamadre, hay gran cantidad de pequeños vasos sanguíneos y
linfáticos y está unida íntimamente a la superficie cerebral.

Cerebro
2.1
El cerebro se origina a partir del prosencéfalo o cerebro anterior, que después, en
una nueva división, dará lugar al telencéfalo y al diencéfalo.

El telencéfalo está formado principalmente por los hemisferios cerebrales (corteza


cerebral y ganglios basales). Los hemisferios cerebrales ocupan la mayor parte del
cerebro humano y suponen cerca del 85% del peso cerebral. Su gran superficie y su
complejo desarrollo justifican el nivel superior de inteligencia de los seres humanos
si se compara con el de otros animales. Una fisura longitudinal los divide en
hemisferio derecho y hemisferio izquierdo, que son simétricos, como una imagen
vista en un espejo. El cuerpo calloso es un conglomerado de fibras nerviosas
blancas que conectan estos dos hemisferios y transfieren información de uno a otro.

Los ventrículos son dos espacios bien definidos y llenos de líquido que se
encuentran en cada uno de los dos hemisferios. Los ventrículos laterales se
conectan con un tercer ventrículo localizado entre ambos hemisferios, a través de
pequeños orificios que constituyen el agujero de Monro. El tercer ventrículo
desemboca en el cuarto ventrículo, que se localiza delante de la médula y el
cerebelo, a través de un canal fino llamado acueducto de Silvio. El líquido
cefalorraquídeo que circula en el interior de estos ventrículos y además rodea a la
médula espinal sirve para proteger la parte interna del cerebro de cambios bruscos
de presión y para transportar sustancias químicas. Este líquido cefalorraquídeo se
forma en los ventrículos laterales, en unos entramados vasculares que constituyen
los plexos coloideos.

La corteza cerebral presenta una capa superficial denominada sustancia gris, de


unos 2 o 3 mm de espesor, formada por capas de células amielínicas (sin vaina de
mielina que las recubra) que envuelven una sustancia interior de fibras mielínicas
(con vaina blanca) denominada sustancia blanca. Las fibras mielínicas unen la
corteza cerebral con otras partes del cerebro: la parte anterior del cerebro con la
posterior, las diferentes zonas de la misma cara de la corteza cerebral y un lado del
cerebro con el otro.

Los hemisferios cerebrales están divididos por una serie de cisuras en cinco lóbulos.
Cuatro de los lóbulos se denominan como los huesos del cráneo que los cubren:
frontal, parietal, temporal y occipital. El quinto lóbulo, la ínsula, no es visible desde
fuera del cerebro y está localizado en el fondo de la cisura de Silvio. Los lóbulos
frontal y parietal están situados delante y detrás, respectivamente, de la cisura de
Rolando; la cisura parieto-occipital separa el lóbulo parietal del occipital; y el lóbulo
temporal se encuentra por debajo de la cisura de Silvio.

El diencéfalo origina el tálamo y el hipotálamo.

Tálamo
2.1. 1

Esta parte del diencéfalo consiste en dos masas esféricas de tejido gris, situadas
dentro de la zona media del cerebro, entre los dos hemisferios cerebrales. Es un
centro de integración de gran importancia que recibe las señales sensoriales y
donde las señales motoras de salida pasan hacia y desde la corteza cerebral. Todas
las entradas sensoriales al cerebro, excepto las olfativas, se asocian con núcleos
individuales (grupos de células nerviosas) del tálamo.

Hipotálam
.1. 2
o

El hipotálamo está situado debajo del tálamo en la línea media en la base del cerebro. Está
formado por distintas áreas y núcleos. El hipotálamo regula o está relacionado de forma directa
con el control de muchas de las actividades vitales del organismo y dirige otras necesarias para
sobrevivir: comer, beber, regulación de la temperatura, dormir, comportamiento afectivo y
actividad sexual. También controla funciones viscerales a través del sistema nervioso
autónomo, interactúa junto con la hipófisis y actúa en coordinación con la formación reticular
(véase médula oblongada, más abajo).

Cerebel
2.2
o
El cerebelo (metencéfalo) se encuentra en la parte posterior del cráneo, por debajo
de los hemisferios cerebrales. Al igual que la corteza cerebral, está compuesto de
sustancia gris con células amielínicas en la parte exterior y de sustancia blanca con
células mielínicas en el interior. Consta de dos hemisferios (hemisferios
cerebelosos), con numerosas circunvoluciones, conectados por fibras blancas que
constituyen el vermis. Tres bandas de fibras denominadas pedúnculos cerebelosos
conectan el cerebelo con el tronco cerebral. El cerebelo se une con el mesencéfalo
por los pedúnculos superiores, con el puente de Varolio o protuberancia anular por
los pedúnculos medios y con el bulbo raquídeo por los pedúnculos inferiores.

El cerebelo resulta esencial para coordinar los movimientos del cuerpo. Es un centro reflejo que
actúa en la coordinación y el mantenimiento del equilibrio. El tono del músculo voluntario, como
el relacionado con la postura y con el equilibrio, también es controlado por esta parte del
encéfalo. Así, toda actividad motora, desde jugar al fútbol hasta tocar el violín, depende del
cerebelo.
Tronco cerebral
2.3
El tronco cerebral está dividido en varios componentes, que se describen a
continuación.

Cerebro medio o
2.3. 1
mesencéfalo

El mesencéfalo se compone de tres partes. La primera consiste en los pedúnculos cerebrales,


sistemas de fibras que conducen los impulsos hacia y desde la corteza cerebral. La segunda la
forman los tubérculos cuadrigéminos, cuatro cuerpos a los que llega información visual (dos
engrosamientos superiores) y auditiva (dos engrosamientos inferiores). La tercera parte es el
canal central, denominado acueducto de Silvio, alrededor del cual se localiza la materia gris. La
sustancia negra también aparece en el mesencéfalo, aunque no es exclusiva de él. Contiene
células que secretan dopamina y se cree que está implicada en la experiencia del dolor y quizá,
en estados de dependencia. Los núcleos de los pares de nervios craneales tercero y cuarto (III
y IV) también se sitúan en el mesencéfalo.

Protuberancia anular o puente de Varolio


2.3. 2

Situado entre la médula espinal y el mesencéfalo, esta protuberancia está


localizada enfrente del cerebelo. Consiste en fibras nerviosas blancas transversales
y longitudinales entrelazadas, que forman una red compleja unida al cerebelo por
los pedúnculos cerebelosos medios. Este sistema intrincado de fibras conecta el
bulbo raquídeo con los hemisferios cerebrales. En la protuberancia se localizan los
núcleos para el quinto, sexto, séptimo y octavo (V, VI, VII y VIII) pares de nervios
craneales.

Médula oblongada o bulbo


.3
raquídeo

Situado entre la médula espinal y la protuberancia, el bulbo raquídeo (mielencéfalo) constituye


en realidad una extensión, en forma de pirámide, de la médula espinal. El origen de la
formación reticular, importante red de células nerviosas, es parte primordial de esta estructura.
El núcleo del noveno, décimo, undécimo y duodécimo (IX, X, XI y XII) pares de nervios
craneales se encuentra también en el bulbo raquídeo. Los impulsos entre la médula espinal y el
cerebro se conducen a través del bulbo raquídeo por vías principales de fibras nerviosas tanto
ascendentes como descendentes. También se localizan los centros de control de las funciones
cardiacas, vasoconstrictoras y respiratorias, así como otras actividades reflejas, incluido el
vómito. Las lesiones de estas estructuras ocasionan la muerte inmediata.
Sistema
2.4
límbico
Formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala, cuerpo calloso, septum y
mesencéfalo, constituye una unidad funcional del encéfalo. Estas estructuras están integradas
en un mismo sistema que da como resultado el control de las múltiples facetas del
comportamiento, incluyendo las emociones, en situaciones de crisis, la memoria y los
recuerdos.

NERVIOS CRANEALES
3
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Hay doce pares de nervios craneales, simétricos entre sí, que salen de la base del encéfalo. Se
distribuyen a lo largo de las diferentes estructuras de la cabeza y cuello y se numeran, de
adelante hacia atrás, en el mismo orden en el que se originan. Todos contienen fibras sensitivas
y motoras, excepto los pares I, II y VIII, que son sólo sensitivos. Las fibras motoras controlan
movimientos musculares y las sensitivas recogen información del exterior o del interior del
organismo.

VASCULARIZACIÓN
4
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El oxígeno y la glucosa llegan a las células nerviosas por dos pares de arterias
craneales. Justo debajo del cuello, cada una de las dos arterias carótidas comunes
se divide en una rama externa, la carótida externa que lleva sangre a la parte
externa craneal, y una rama interna, la carótida interna, que lleva sangre al polo
anterior del cerebro. Las dos arterias vertebrales, que se unen junto con las dos
carótidas internas en la base del cerebro formando una estructura llamada polígono
de Willis, irrigan la parte posterior del cerebro. Éste es un dispositivo que sirve como
compensación si se obstruyen algunas de las arterias. El 25% del gasto cardiaco
llega a los tejidos cerebrales a partir de una enorme red de arterias cerebrales y
cerebelosas.

FUNCIONES DE LA CORTEZA CEREBRAL


5
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Fisiólogos y neurólogos han cartografiado áreas de la corteza cerebral para localizar


y definir las regiones responsables de los movimientos motores, procesos
sensoriales, la memoria y otras funciones cognitivas.

La corteza se subdivide en distintas áreas funcionales que, en realidad, están


interconectadas entre sí. Por ejemplo, el área somatomotora, localizada justo
delante de la cisura central, es responsable de todos los movimientos voluntarios de
los músculos del cuerpo. Las células nerviosas que controlan el movimiento de los
dedos del pie están en la parte superior de la cisura, mientras que los movimientos
faciales se controlan desde la parte inferior del girus angularis.

Justo detrás de la cisura central está el área somatosensorial que recibe impulsos
desde la superficie cutánea, así como de las estructuras que se encuentran debajo
de la piel. Sensaciones como el tacto y el gusto también se procesan aquí. Una vez
más las células nerviosas que reciben la sensibilidad de los dedos del pie están en
la parte alta de esta región, mientras las provenientes de la cara están en la base.
La zona de la corteza relacionada con la audición, el área auditiva, se encuentra en
la parte superior del lóbulo temporal; el área relacionada con la vista, la corteza
visual, se localiza en la parte posterior o lóbulo occipital, y el área olfativa se
localiza en la parte anterior, en la parte interna del lóbulo temporal. Una sola zona
controla el lenguaje, el área de Broca, situada justo debajo del área motora; es la
responsable de los movimientos musculares de la región faríngea y de la boca
implicados en el habla. El entendimiento del lenguaje, hablado y escrito, es
delegado a regiones situadas entre el área auditiva y el área visual.

Una parte importante de la corteza cerebral, el área frontal, interviene en el


conocimiento, la inteligencia y la memoria. Por ejemplo, después de un estímulo
sensorial como la visualización de un nuevo objeto, éste es archivado y almacenado
por la memoria durante un corto periodo, o a veces de forma más permanente en
determinadas células nerviosas del cerebro. Cuando el objeto se ve de nuevo, la
memoria se activa y el objeto es reconocido. El que un anciano pueda recordar
hechos de la infancia es un ejemplo de la extraordinaria capacidad de
almacenamiento del cerebro. Los neurólogos estudian hoy el mecanismo celular por
el cual las células nerviosas almacenan la memoria. Una teoría para explicarlo se
basa en los cambios que ocurren en el ácido ribonucleico (ARN) de las células de la
corteza, que codifican señales en forma de material proteico. Otra teoría es que los
neuropéptidos (sustancias proteicas que actúan como mensajeros, de igual forma
que las hormonas) del cerebro se activan cuando un suceso se almacena en forma
de memoria. Una tercera teoría supone que neurotransmisores (sustancias químicas
que actúan en la transmisión de impulsos nerviosos entre dos o más neuronas) se
modifican cuando se almacenan impulsos.

Los dos hemisferios cerebrales suelen funcionar en conjunto, pero cada hemisferio
está muy especializado. Una característica notable es que el entorno que rodea a
una persona se representa de forma especular en la corteza. Una sensación en el
lado derecho del cuerpo, por ejemplo, se percibe en el área somatosensorial
izquierda. De forma similar, el movimiento del brazo derecho determina la
activación de neuronas de la corteza motora izquierda. En la mayoría de los
individuos el hemisferio izquierdo es dominante; esto explica que la mayoría de la
gente sea diestra (véase Ambidextro). Si parte del lóbulo temporal izquierdo se
lesiona, la comprensión del habla se deteriora. Si la parte derecha del lóbulo
temporal se daña, los objetos no pueden reconocerse. En general, la lesión de un
lado del cerebro causa la pérdida de todas las funciones sensitivas y motoras del
lado opuesto del cuerpo.
QUÍMICA Y FISIOLOGÍA
6
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Los procesos metabólicos del cerebro dependen de un suministro continuo de


glucosa y oxígeno a cargo de la sangre arterial. Las células nerviosas requieren
grandes cantidades de estas sustancias para su continua actividad fisiológica, día y
noche. Muchas sustancias que circulan en la sangre no llegan al cerebro porque
pequeños elementos actúan como filtro molecular e iónico; se cree que las uniones
entre las células de los capilares cerebrales son las responsables de este descenso
de permeabilidad. Este sistema de filtración recibe el nombre de barrera
hematoencefálica. Muchos componentes biológicos de alto peso molecular, como
las hormonas de la corteza adrenal o los aminoácidos, no pasan a través de esta
barrera; las pequeñas moléculas tampoco atraviesan la barrera debido a su
polaridad (carga iónica). De esta manera, la composición química del cerebro se
mantiene en equilibrio y bien protegida de los cambios químicos relacionados con la
alimentación.

Las células nerviosas o de glía de las distintas áreas del cerebro se clasifican no sólo
por su forma (piramidal o en estrella), sino también por su estructura química. Cada
una de las neuronas contiene un neurotransmisor diferente que interviene en la
interrelación de unas células con otras. Por ejemplo, la serotonina se encuentra en
muchas células nerviosas del tronco cerebral; en conjunto, estas neuronas
constituyen la vía serotoninérgica. La noradrenalina se encuentra en otras células
nerviosas y el conjunto de ellas constituye la vía noradrenérgica. De forma similar,
las células nerviosas que contienen acetilcolina constituyen la vía colinérgica.
Investigaciones recientes constatan que la temperatura corporal, la dieta y quizá el
sueño dependan de forma significativa del equilibrio entre estas vías.

Ciertas enfermedades psiquiátricas pueden estar causadas por alteraciones en la


producción y en la actividad celular de los neurotransmisores del sistema límbico.
La acción fundamental de un tranquilizante o de otra droga que actúe sobre el
cerebro es restaurar el equilibrio entre los distintos neurotransmisores o la
alteración de un determinado sistema neurotransmisor. Los aminoácidos y otras
sustancias hormonales encontradas en las células nerviosas, por ejemplo
neuropéptidos, desempeñan también un papel importante en la regulación de la
actividad de las células nerviosas y en la transmisión de sus impulsos.

Miles de neurólogos se dedican al estudio de estos sistemas químicos. Comprender


el funcionamiento del cerebro, desde su fisiología básica a su papel en el
aprendizaje y en las emociones, proporciona unos conocimientos cada vez mayores
de la química cerebral en condiciones tanto normales como anormales.

ENFERMEDADES CEREBRALES
7
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Lesiones físicas o desequilibrios químicos complejos pueden producir diferentes tipos de


alteraciones y lesiones cerebrales graves.
Lesiones
7.1
cerebrales
Después de un golpe en la cabeza, una persona puede quedar aturdida o
conmocionada o permanecer inconsciente por un momento. Esta lesión recibe el
nombre de contusión y no suele provocar un daño permanente. Si el golpe es más
fuerte y se produce una hemorragia o un edema, puede dar lugar a un fuerte dolor
de cabeza, vértigos, parálisis, convulsiones o una ceguera temporal, según el área
del cerebro afectada. En el encéfalo, una infección bacteriana (véase Encefalitis) o
en las membranas externas (véase Meningitis), tumefacción (véase Edema), o un
crecimiento anormal del tejido cerebral sano (véase Tumor) pueden ocasionar un
incremento de la presión intracraneal originando un problema muy serio. Aunque
hay excepciones, un tumor localizado cerca de la superficie puede normalmente
extirparse mediante cirugía, mientras que uno situado a más profundidad, sólo es
posible tratarlo por radiación o crioterapia.

Una lesión que afecte al hipotálamo puede ocasionar síntomas muy diversos: pérdida de apetito
(anorexia) con gran pérdida de peso; incremento del apetito que conduce a la obesidad; sed
muy intensa con pérdida excesiva de líquido por la orina (véase Diabetes insípida); fallo en el
control de la temperatura corporal que produce tanto una bajada de la temperatura (véase
Hipotermia) como una subida de la misma (véase Fiebre) y un estado de mayor sensibilidad, así
como explosiones incontroladas de ira. Si el mecanismo hipotálamo-hipófisis sufre una lesión
(véase Sistema endocrino), otras funciones vitales del organismo pueden resultar alteradas;
entre los efectos posibles se incluyen alteraciones de la función sexual normal y de las
actividades metabólicas y cardiovasculares.

Lesiones del tronco


7.2
cerebral
Una lesión en el cerebro medio o mesencéfalo, la protuberancia anular o el bulbo raquídeo tiene
peor pronóstico. La extensión y el lugar del daño suelen determinar las posibilidades de una
recuperación.

Apoplejía
7.3
Una apoplejía se produce cuando un tronco arterial principal del cerebro se
obstruye. Esta obstrucción puede estar causada por un coágulo de sangre (trombo),
la constricción de un vaso sanguíneo o una ruptura del vaso acompañada de
hemorragia. Una expansión de la pared del vaso sanguíneo, llamada aneurisma,
puede ceder y reventar durante un incidente, por ejemplo, de presión sanguínea
alta. Cuando se interrumpe el suministro de sangre a una pequeña parte del
cerebro (isquemia), las células de esa zona mueren (necrosis o infarto) y la función
del área se pierde. La parálisis de un lado del cuerpo (hemiplejia), acompañada de
una pérdida sensorial, ocurre en la parte opuesta al hemisferio cerebral afectado
por la apoplejía. Un cirujano puede, a veces, extraer un coágulo de sangre de una
arteria ocluida o hacer un bypass con un vaso sanguíneo artificial. Un
anticoagulante consigue, a veces, disolver el coágulo y un vasodilatador facilitará
su paso por el vaso sanguíneo. La fisioterapia ayuda con frecuencia a pacientes
apopléjicos a recobrar muchas de las funciones perdidas.
Otras enfermedades
7.4
importantes
Existen otras enfermedades cerebrales que pueden aparecer como consecuencia de
una lesión local, de alguna sustancia química u otros productos tóxicos como el
alcohol o el plomo, de una infección bacteriana o de un defecto anatómico
congénito. La enfermedad de Parkinson aparece en los adultos, es una enfermedad
degenerativa y se caracteriza por lesiones en áreas cerebrales que coordinan los
movimientos. En estas zonas disminuye el número de células nerviosas y, por tanto,
la cantidad de neurotransmisores (dopamina) que producen. Debido a ello aparecen
temblores, rigidez muscular y escasez de movimientos. La parálisis cerebral suele
tener un origen congénito y es el resultado de la falta de desarrollo o la
degeneración de las vías motoras; los miembros se vuelven rígidos y los
movimientos son espasmódicos y poco coordinados.

La epilepsia puede originarse por un daño directo en el cerebro durante el nacimiento o por un
fallo metabólico del mismo. Cuando se produce una convulsión o una crisis tipo gran mal , la
persona pierde la consciencia mientras sufre rigidez y espasmos musculares. Otras veces se
sufren crisis menos graves, como la llamada pequeño mal u otras crisis parciales. Estos ataques
pueden registrarse en un electroencefalograma o EEG, mediante la colocación de electrodos
sobre la piel; éstos registran un patrón eléctrico específico que refleja la actividad eléctrica de
las células nerviosas cerebrales.

EVOLUCIÓN
8
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La mayor parte de las formas de vida primitiva carecen de cerebro, pero la ameba
más simple tiene un sistema sensorial primitivo que le permite evitar estímulos
dañinos. El desarrollo del cerebro en los primates, grupo más evolucionado, en el
que se incluyen los seres humanos, ha sufrido un gran proceso de evolución. Sin
embargo, todos los vertebrados (animales con columna vertebral), incluidos peces,
reptiles y aves, tienen un cerebro formado por las mismas tres subdivisiones
básicas encontradas en el cerebro humano: cerebro anterior, medio y posterior.

En los vertebrados más primitivos el cerebro es alargado y estrecho, con un tracto


olfatorio muy desarrollado. En los pájaros, los lóbulos olfatorios son más pequeños,
pero los lóbulos ópticos son muy grandes y están muy desarrollados. A medida que
se asciende en la escala evolutiva, los hemisferios cerebrales aumentan su tamaño,
se cubren los tractos olfatorios y se repliegan en recovecos y fisuras. Ciertas
estructuras cerebrales de los animales más primitivos como el cerebelo (que
interviene en el equilibrio) y el bulbo raquídeo (que controla la respiración y la
presión sanguínea) tienen funciones casi idénticas a las que desempeñan en el ser
humano.

El tamaño del cerebro no determina el grado de inteligencia; un deficiente psíquico puede tener
un cerebro de mayor tamaño que el de un genio. Se cree que el grado de inteligencia está
determinado por el número y tipo de neuronas en funcionamiento y el modo en que están
conectadas unas con otras.

INVESTIGACIÓN
9
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Los científicos utilizan hoy multitud de técnicas para descubrir cómo funciona el
cerebro: una técnica llamada ablación (lesión) destruye distintos grupos celulares
cerebrales con el objeto de determinar para qué sirve esa región. La gran
desventaja de esta técnica de investigación es que produce una lesión irreversible.
En las técnicas basadas en la estimulación química o eléctrica, se aplica una carga
eléctrica o una sustancia química a un área determinada del cerebro para excitar el
tejido cerebral y estudiar los efectos que produce. En los registros eléctricos se
utiliza el EEG a gran escala para obtener registros de los potenciales eléctricos
cerebrales. Con mayor precisión se utilizan microelectrodos para medir potenciales
eléctricos de muy baja potencia registrados en las neuronas. La técnica llamada
perfusión cerebral se basa en múltiples procedimientos de intubación; los científicos
pueden localizar así el lugar de liberación de neurotransmisores de ciertas zonas o
introducir fármacos en el cerebro durante largos periodos. Por último, en los
estudios anatómicos con microscopio electrónico y con tinciones de neuronas se
pueden identificar partes y funciones de elementos individuales del cerebro.

A medida que la tecnología avance, se irán clarificando las funciones de las


distintas partes del cerebro. De esta manera se podrá llevar a cabo el tratamiento
de las enfermedades más raras con nuevas terapias químicas y procedimientos
quirúrgicos cada vez más precisos.

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