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entender
la arquitectura
sus elementos,
historia y
significado ·
Leland M. Roth
prólogo de Josep Maria Montaner
Título original
UNDERSTANDING ARC!-1/TECTURE
lts Elements, 1-Jistory, and Meaning

Versión castellana de Ca rio!> Sáenz de Valicourt, arq.


Diseño de la cubierta de Eulalia Coma Spc

1." edición 1999


2.• edició n 2000

Ninguna parle de esta publi cación, incluido el diseño de la cubierta,


puede 1·eproducirse, a lmacena1·se o transmitirse de ninguna forma,
ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecán ico, óptico,
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parte de la Editorial. La Ed itorial no se pronuncia, ni exp resa ni
implícitamente, respecto a la exactitud de la información contenida
en este libro, J"aLÓn por la cual no p uede asumir ningún tipo de
responsabilidad en caso de error u omisión.

© Leland M. Roth, 1993


Publicado de acuerdo con Ha rper-Coll ins Publishers, Jnc.
y para la edición castellana
Editorial Gustavo Gili, SA, Ba1·celona, 1999

Printed in Spain
ISBN: 84-252-1700-8
Depósito Legal: B- 1. 107-2000
Fotocomposició n: ORMOGRAF, SA, Barcelona
Impresión: Gráficas, 92 - Rubí ( Barcelona)
12.24. Termas de Caracalla, Roma. Perspectiva interior. Atmque en la actualidad estén despojadas de los mánuoles de
colores y demás ornamentación, las 1ermas, como otros edificios públicos, estaban lujosame111e coloreadas y
ornamentadas, como sugiere esta reconstrucción de G. Abe/ Blonet.
CAPÍTULO 12

Arquitectura romana

La a rquitectura romana configura espacios. ción de la ciudad de Roma por Rómulo y


H. Ka hlcr, The Arto( Rome and Her Empire, 1965 Remo, e n el 735 a. de C. Los regis tros ofi-
ciales tienen como punto de partida la fecha
de la co ns tru cción del templo de Júpiter
A diferencia de la arqu itectura griega, que - I upiter Optimus Maximus, IOM en las ins-
podría describirse como la d e los volúmenes cripciones, la principal deidad de la religión
escultóricos organizados en equilibrado con- del estado- sobre el monte Capitolio, consa-
traste con el paisaje, la arquitectura romana, grado a la divinidad el 13 d e septiembr e de
como señala Heinz Kahler, es una arquitec- 509 a. de C., justo un año a ntes de la funda-
tura del espacio -del espacio inte rior cerra- ción de la república. Duran te cerca de cinco
d o y d e l espacio ex te rior- a un a escala siglos, los romanos se vanagloriaron del he-
grandiosa. Los egipcios y los griego s confi- cho de ser libres y autónomos, e incluso du-
guraron edificaciones poderosamente evo- ra n te la ép oca del imp erio subsiguiente, los
cadoras, pero rara vez destinadas a contener emperadores que gobernaron con mayor éxi-
a grupos d e gente; la vida públi ca se d esa- to fueron siempre aquellos que man tuvieron
rrollaba al aire libre, entre esos objetos ar- las apariencias exte rnas de la vieja y querida
quitec tónicam ente esculpidos, mien tras que r epúbli ca, p resentá ndose a sí mismos como
los cons tric tivos interio res eran el dominio meros agentes d el senado. Los romanos fue-
d e una élite selecta. Los espacios públicos r on, por usar la expresión a ristotélica, "ani-
sólo com en zaron a ser intencionalmente pro- males políti cos", pero su s polis llegaron a
yectados a partir del período he lenístico. Sin abarcar toda la cuenca medi terránea y gran
e mba rgo, esta deliberada configuración del parte d e Europa.
espacio es precisamente la que constituiría
la esencia de la arquitectura romana. Es di-
fícil encontrar un ejemplo más palpable de Historia de Roma
la s upre m acía del espacio que el P a nteón
de Roma, con su imponente cúpula de hor- Al igual que los egipcios y los griegos, los ro-
migón arqueándose sobre un espacio libre manos fueron configurados en gra n medida
d e 43,4 metros (142 112 pies). por su geografía y también por el impacto
Una de las razones p a ra que los roman os del incesante guerrear a que tal geografía con-
concedieran tal preeminencia a la arquitec- ducía casi inevitable m e nte . La historia de
tura pública, tanto en lo referen te a espacios Roma se divide en tres fases fundamentales,
cerrados como abiertos, fue que la civiliza- a sabe r : el régimen real establecido por los
ción romana, desde sus orígenes, se centró primeros reyes, la república y el imperio.
/ en la ciudad com o ele men to constitutivo bá- Según la tradición , hacia el 1100 a. de C., un
sico. No e n vano, el hito con el que los his- grupo d e e migrantes balcánicos se estable-
toriadores roma nos señalaron el inicio de su ció en la pe nínsula itá lica, e n las riberas del
h istoria n o se corresponde con ninguna ba- Lacio (de a hí el nombre de la tinos). El em-
talla decis iva o con el reinado d e algún rey plazamiento elegido por los latinos era muy
particular, sino precisamente con la funda- bueno, sobre siete coli nas, en un lugar es-
226 La historia y el significado de la arquitectura

tratégicamente situado sobre el río Tiber su- tres fases entre los años 265 y 146 a. ele C.,
ficientemente alejado de la costa como para y terminaron con la total destrucción de la
evitar los ataques por mar, pero con la ven- ciudad de Cartago y la anexión de sus colo-
taja de ser navegable desde é l. Al parecer, nias a Roma. Entretanto, Roma se instala-
unos trescientos años después, los etruscos ba en la cuenca oriental del Mediterráneo,
se trasladaron hacia la región del norte zona en que el acuerdo verbal entre el car-
de Roma conocida hoy con el nombre de taginés Aníbal y Filipo V de Macedonia la ha-
Toscana. 1 Los etruscos, poseedores de una bía obligado a intervenir durante la Segunda
cultura más avanzada, empezaron a domi- Guerra Púnica, enfrentándose a Macedonia
nar gradualmente a las tribus vecinas, in- y Siria, a las que también venció. Con la ane-
cluyendo a los latinos, imponiéndoles un rey. xión de estas nuevas colonias, Roma pasaba
El año 509 a. de C., los habitantes de la ciu- a dominar gran parte de Jo que había sido el
dad de Roma se rebelaron contra la tiranía imperio de Alejandro Magno. Como conse-
etrusca, derrocaron al rey e instauraron la cuencia de las guerras púnicas, hacia los al-
repúbJica, gobernada por un senado de pa- bores del siglo r a. de C., Roma pasó de ser
tricios cüyo poder ejecutivo estaba conferi- una mera ciudad, a convertirse en una se-
do a dos magistrados, o cónsules, que rie de colonias anexionadas y ciudades fe-
ostentaban la suprema autoridad y cuyo ma n- deradas diseminadas entre Gibraltar y Siria,
Clafo duraba solamente un año. Para obtener contando con reinos sumisos en Asia Menor,
la igualdad con Jos patricios, Jos plebeyos re- Armenia y Palestina. No es casual, pues, que
currieron a la secesión, for zando a lo largo los romanos empezaran a llamar al mar
de los siglos siguientes una ampliación de Mediterráneo mare nostrum, nuestro mar.
este sistema de gobierno, que acabó por in- De hecho, Roma se había convertido en
cluir en su seno el concilium plebis o asam- muy poco tiempo en un imperio que trataba
blea de los plebeyos. de gobernarse a sí mismo como si todavía si-
Aparte de los montes Apeninos, que sur- guiera siendo una república. Las recientes
can longitudinalmente la península, en Italia conquistas comportaron una a uténtica re-
no existen, como en Grecia, barreraSfisicas volución económica, en la que los abusos de
de importancia que coarten los desplaza- la clase senatorial, el empobrecimiento
mientos, ni tampoco desiertos que la aíslen del campesinado y la inhumana situación del
del resto del mundo, como en Egipto. Los cada vez mayor número de esclavos, provo-
ciudadanos de la ciudad de Roma tuvieron caron una serie de revueltas. En el año 45 a.
que asegurar, en primer lugar, su libertad, de C., César (Cayo Julio César), victorioso
eliminando la amenaza de los etruscos, y des- tras una serie de campañas en el exterior, re-
pués ocuparse de sus fronteras del sur que gresó a Roma como dueño indiscutible de la
fueron ampliando y reforzando en diversas república. En el 46 a. de C. fue nombrado
fases hasta que se toparon con las colonias dictador por el senado por un periodo de diez
griegas allí establecidas. Para defenderse, los años (y, más adelante, con carácter vitalicio)
colonos griegos tuvieron que recurrir a la ayu- en la esperanza de que pusiera fin al turbu-
da de la metrópoli, hasta que, hacia el 265 a. lento periodo de confrontaciones civiles, pero
de C. y después de una serie d e crue ntas fue asesinado sólo dos años más tarde por
batallas, su s colonias quedaron sometidas una conjuración de ambiciosos republica-
a Roma, que pasaba así a controlar toda la nos, con el pretexto de restablecer la antigua
península. La principal amenaza para su do- legalidad republicana. La muerte de César
minio del Mediterráneo oriental pasaba a ser no salvó la república; antes bien, provocó el
ahora la poderosa Cartago. Cartago era una estallido de la guerra civil. E l 31 a. de C.,
antigua ciudad del norte de África, fundada el sobrino y sucesor de César, Octavio (Cayo
por los fenicios en el siglo IX a. de C. en Julio César Octavio, más adelante llama-
el actual Túnez. A la sazón, constituía el do Augus to), derrotó a Marco Antonio y
centro de un activo comercio marítimo y em- Cleopatra, ganando Egipto para Roma; pero,
pezaba a ver en Roma a una posible com- para entonces, la república ya estaba muer-
petidora. Esta lucha de poder desembocó en ta. Octavio fundó un nuevo régimen, el prin-
las llamadas gu..erras púnicas (del latín pu- cipado, al conseguir del senado el título de
nicus, cartaginés), que se desarrollaron en princeps (voz latina que significa 'primero',
Arquitectura romana 227

'principal'), con lo que reunía e n sus manos la muerte de Domiciano, el senado proclamó
los derechos inherentes a varias magistratu- emperador a Nerva, dando comienzo a la era
ras, y el mando del imperium, lo que le con- de los cinco primeros emperadores Antoni-
vertía en dictador y jefe supremo de las nos (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino y
cohortes pretorianas; e n el 27 a. de C., el se- Marco Aurelio), a veces llamados los Cinco
nado le conñrió el título religioso de Augusto, Emperadores Buenos; sus r einados, com-
que imprimía a su persona un carácter sa- prendidos entre el 96 y el 180 d. de C. , se ca-
crosanto. Aunque Augusto fuera, de hecho, racterizaron por ser el periodo de paz y
un emperador, conservó todo el aparato del prosperidad más dilatado de todo el imperio
régimen republicano, evitando así el enfren- romano, y coincidieron, durante el m anda-
tamiento con e l sector más fervientemente to de Trajano, con la máxima expansión del
republicano del senado. Su reinado de 41 poder imperial y la época de mayor floreci-
años estuvo marcado por la pacificación del miento del derecho; esos años de eficiente
mundo mediterráneo y por el establecimiento administración dieron como fruto los años
de una maquinaria burocrática imperial que dorados de la paz y del orden civil, la Pax ro-
funcio nó muy b ien, pese al menosprecio de mana y la Lex romana. Buena parte de la me-
las dos ramas rivales de la familia imperial jor arquitectura romana se edificó en los
(Ju lia y Claudia) que le sucedieron, incluidos periodos de paz y expansión del desarrollo
e l depravado Calígula y e l extravagante económico, es decir, durante los reinados de
Nerón. Augusto, los Flavios y los cinco primeros
Varios a ños después de la muerte de Antoninos.
Nerón , Vespasiano (Tito Flavio Vespas iano) Tras la muerte de Marco Aurelio, que ce-
fue e legido emperador por e l ejército de rró la época conocida como del Alto Imperio,
Oriente, con lo que se inició la dinastía Flavia, el Bajo Imperio se inició con una crisis in-
que gobernó con éxito durante el periodo terna profunda y con la presión de los inva-
69-81 d. de C., terminando con tres lustros sores germanos (en el Rin) y persas (en el
de terror bajo el reinado de Domiciano. Tras Éufrates), hasta que, a finales del siglo m, se

EL IMPERIO ROMANO
c. 211 d. de C.
OCÉANO
ATLANTICO

IJ

...................________________ . __...
....
----\.._.

o 500 km ··. ..
' .........
o 300mi
ÁFRICA '•
- Vías romanas
--- Ámbito Imperio Romano ··········-----------·--------·----
228 La historia y el significado de la arquitectura

p.-odujo un resurgimiento co n Diocleciano. Lo que resulta verdaderamente paradójico


Éste asoc ió en e l Imperio a un segundo em- es que un pueblo que, como el romano, se
perador que, como é l, ostentó e l títul o d e e ntusiasm a ba con los deportes en que se ver-
Augusto. Pa ra evitar las intrigas s uceso ri as, tía sangre humana, fuera el m ismo que c reó
cada u no de los Augustos elegía u n herede- y p rop agó a lo la rgo de ci nco siglos un có-
ro, que tomaba el títu lo de César : era el sis- d igo legal un ive rsal que es tablecía y defen-
te ma de la tetrarquía. El 305 d. de C., Dio- día los derechos d e los ciudadanos por todo
clecia no abdicó, re tirá ndose a su palacio for- el Mediterrá neo. Los romanos pugnaban por
tificado de Spalato (actual Split, Croada), en conseguir la universalidad y establecer un or-
la costa dál mata. Pero el sistema tetrárquico den clara m e nte definido en todos los actos
fracasó ya en vida de su creador; d espués de d e la vida. En es te se ntido, su log ro urba-
u na ser ie de gu e rras civ iles, e n e l a ti o 324 nístico más singu lar fue infu ndir ese o rden
d. de C. el Imperio fue recompuesto una vez cívico a los espacios urbanos que proyecta-
m ás, e n esta ocasión por Constantino. ron; unos espacios qu e solían enmar car en
Constan tino creó una nueva capital en la em- o rd enadas disposicio nes de edificios po rt i-
bocadura de l ma r Negro, e n el emplaza- cados ali nead os ax ia l mente.
m iento de la antigua B izan cio, Constan- Los romanos era n pragmáticos y realis-
tinopla ('Ciudad de Constantino'), actua l tas por naturaleza, a diferencia de l carácter
Estambul, desde en tonces ri val de Roma. especulati vo e idealista de los griegos. A pe-
sar de la co ntinu a d a propagación de sus
avances tecnológicos a medida que fueron
El carácter romano dominando todo el Medite rráneo, los ro ma-
nos no tuviero n gra ndes teóricos de la cie n-
El carácter rom a no se forjó durante los p ri- cia. Lo que sí tuvie ron, y en a bunda ncia, fue
m eros años republicanos de lucha, c ua nd o gra ndes ingenieros y construc tores, capaces
la constante amenaza de las tribus vecinas de desarroll a r las f01·mas arqu itectónicas a
obligaba a los granje ros a es tar siempre dis- una escala tal que los griegos n o pudieron ni
puestos a tomar las armas. Tal situación de siquiera soñar, como señalaba StJ·abo en su
ale rta contin u a desarrolló e n aquellos pr i- Geography. Los ingeni e ros romanos co ns-
m eros romanos u n arraigado sentido de la truyeron u na extensa red de calzadas que lle-
disciplina y de la responsabi lidad patrió tica, gaba a todos los puntos del imperio, desde la
y un temperame nto serio y circu nspecto que costa portugu esa o r ie ntal hasta los confi-
queda m ucho mejor englobado e n la palabra nes de Turqu ía y S iria; c ua ndo topaban con
la ti na gravitas ; es deci r, sen tido po nde rado una montaña rocosa e n su recorrido, la cor-
de la importanc ia dl! las cosas, tendencia a ta ban, sin m ás. Podía n buscar un a tToyo y
la a us te r id ad, co nservadur is mo, y profun- reconducir el agua hacia una ciudad a lo lar-
do respeto por las tradiciones ancestrales que go de un recorrido de más de cinc uenta ki-
se adquirían en el interior d e la fam ilia. Un lómetros, a travesa ndo mon tañas por med io
buen romano se regía por una moral es tri c- de tú ne les o salvando batTa ncos y valles me-
ta, era un buen servidor del estado, tenía un diante acueductos sostenidos sobre arcadas.
intac ha b le sentido d e l ho nor y practica ba La mis ma Roma tenía 14 acueductos, con
un riguroso ascetismo físico y espiritual; ras- un recorr ido total de más de 426,5 kilóme-
gos, todos ellos, ejemplificados en la figma tros (265 millas ) y un volumen de 757.000
del propio Augusto. m e tros cú bicos (200 millones de galones) de
A medida que la ciudad de Rom<~ iba ex- agua tra nsportada diariamente a la ciudad.
tendiendo su co ntrol a toda la p enínsu la, se En muc h as c iudades de Eu ropa, los s iste-
fu e generando e n los romanos una enérgica mas d e a bas teci mi e n to d e ag u as y de al-
de te rmi nació n de propagar por el resto de l cantarillado eran muc ho mejores en tiempos
m und o las ventajas d el de rech o ro ma no y de los romanos de lo q ue son en la actua li-
del gobierno republicano. Este imperativo ya dad y, en el caso concreto de la ci udad cas-
había sido expresado por el propio Júpiter, tal tella n a de Segovia, el abastecimiento de
como recogió Virgilio en la Eneida: "No esta- agu as se s ig ue realizando parcialmente a
blezco fronteras físicas ni temporales a los ro- través de su famoso acueducto roma no (véa-
manos. A ellos he otorgado un dominio sin fin".2 se fig ura 2. 15).
Arquitectura romana 229

La religión de Roma y e l templo dioses; estos ritos corrían a cargo de los sa-
romano cerdotes, quienes tenía n escaso o nulo con-
tacto con el artesano o el comercia nte o rdi-
E n la antigua Roma, la religión estaba cen- nario. El pueblo romano seguía haciendo sus
trada e n la casa o domus . Primitivam e nte, ofrendas a los numina, los espíritus divinos
fue una religió n animista, caracteri zada por ho nrados e n los santuarios de su s casas,
la creencia e n la actividad de los set·es o rgá- mientras que los sacerdotes de l estado se ocu-
nicos e inorgá ni cos y d e los fe nómenos de la paban de la religión oficial.
natUJ·aleza, en la que se hacían ofrendas a El templo romano, templum, derivado ele
unos espít·itus impersonales qu e regían so- los prototipos etmscos, era similar al templo
bre todos los aspectos d e la naturaleza: los griego y con el tiempo sería decorado con los
árboles, las rocas, el agua y e l fuego d el ho- órd e nes y detalles arquitectónicos griegos. 3
gar domés ti co. E n todas las casas había pe- Las princ ipa les difere ncias que presenta el
qu eños santuarios dond e se reali za ba n las templo romano con respecto a aquél, residen
ofrendas a esos espíritus. Fueron los e t rus- e n el trata mi ento qu e recibe el recinto sa-
cos qu ienes introdujeron un panteón d e dio- grado ped me tral, que aquí se subordina a un
ses a la manera de los griegos y qu ie nes eje que domina la orientación del templo y
comenzaron la construcción de templos con e l espacio s it uado frente a é l, y en la im-
fac hadas p01·ticadas, er igidos sobre plata- pla n tación de l propiO templo con respecto a
formas e levadas. Pero a medida que se iba ese espacio. Cuando se decidía dedicar un es-
deja ndo sentir la in Oue ncia he lé nica, los ro- pacio a la construcció n de un te mplo, un sa-
manos come nza ron a infundir a sus dioses, cerdote, o augur, se e nca rgaba de estudiar el
cívicos o estatales, buena medida del ca rác- terren o y trazat· los linderos. El augur tra-
ter de los di oses d el Olimpo . Así, por ejem - za ba un círculo sobre la tie rra, d ivid iéndo-
plo, Júpiter, homólogo de la divi nidad etmsca lo med iante dos líneas ortogona les para
Tin ia, fue asimilado más tarde al Zeu s grie- m arcar los cuadrantes d el recinto del tem-
go; Júpiter, e n pa rticul a t-, llegó a ser consi- plo, marcaba un eje frente a él y un eje trans-
d e rado por los romanos como el protec tor versal, determ inando así la parte frontal y la
del Estado. Los roman os, qu e siempre gus- posterior, la derecha y la izquierda. Mie ntras
taron de la claridad de procedimie nto, desa- que el templo griego se emplazaba en un te-
rrolla ro n ritos específi cos para honrar a sus n·e no abierto y se accedía a él por sus cuatro

12. 1. Maison Carrée,


Ni m es (colonia romana
de Nem ausus, las Galias)
(Francia), iniciada ca. / 9
a. de C. Este edificio, w w
de los templos ronumos
'"ejor cot1sen 'ados. nlues-
tra el alto basam ento, la
en fática rachada principal
.1' las colwlmas adosadas
a las fachada., laterales,
todos ellos ra sgos t fpicos
de los templos m ma110S.
230 La historia y el significado de la arquitectura

costados, el templo romano se ubica al fon-


do de un espacio abierto claramente defi-
nido y se alinea con el eje del espacio. El tem-
plo romano se erige adosado a la parte tra-
sera de tal espacio, elevado sobre unpodium
o basamento, de paredes verticales, que sólo
tiene gradas de acceso en el frente de su fa-
chada anterior, a diferencia del estilóbato
griego, que estaba compuesto de tres gradas
perimetrales. Sin embargo, al igual que el
griego, el templo romano tiene colum natas
-siendo lo más frecuente que las laterales y
la trasera se adosen al muro de la celia-, para
sostener la cubierta a dos aguas que protege
la entrada a la cella . Así pues, lateral y pos-
ter iormente domina el muro, con la sola ex-
cepción de los salientes de las columnas
adosadas a los paramentos de la cella.
Entre los ejemplares mejor conservados
de esa tipología de templo romano se halla
el construido hacia el año 19 a. de C. en la
colonia romana de Nemausus (hoy Nimes,
Francia), en las Galias, que actualmente re-
cibe el nombre de la Maison Carrée, Casa
Cuadrada, debido a su nítida geometría or-
togonal [12 .1]. Pese a estar construida du-
rante la época de Augus to y ser, por lo tanto,
un edificio imperial, repite la forma trad i- 12.2. Santuario de la Fortuna Primigenia, Preneste
cional de los templos de la era republicana (Palestrina, Italia), ca. 80 a. de C. Este complejo conjunto
a n terior. Sin embargo, el espacio rectangu- de rampa s y terra zas muestra claramente la organización
dpica del espacio romano en tomo a un eje dominante.
lar cerrado situado ante la Maison Carrée ha
sufrido profundas alteraciones desde la épo-
ca en que se construyó el edificio.
El ejemplo más espectacular del sistema antiguo santuario de Fortuna, lo que permi-
de diseño axial del espacio permaneció en- tió a los arqueólogos recomponer su com-
terrado durante muchos siglos; se trata del plicada planta y estudiar los detalles d e las
santuario de la Fortun a Primigenia en terrazas y columnat as subsistentes. En el ni-
Preneste (Palestri na, Italia) [1 2.2], construi- vel inferior aparecieron unas naves cubier-
do probablemente por Sila, quien había con- tas con bóveda de cañón que conducían a tres
quistado Preneste para Roma en el 82 a. de C. terrazas. De ahí arrancaban dos rampas cu-
El templo se emplazó sobre varios antiguos biertas que convergían en un eje, marcado
parajes sagrados y su construcción formaba por una escalinata central que conducía al
parte de la política de Sila sobre el restable- cuarto nivel. En esta terraza había unas gra-
cimi ento de los a nti gu os cultos locales. ciosas columnatas que configuraban un agra-
Aunque se sabía de su existen cia a través de dable paseo cubierto. De la terraza d el nivel
las descripciones de Cicerón en De divina- superior arrancaba una escalera axial que
tione, Jo cierto es que permaneció oculto du- conducía a la sexta ten·aza, la más amplia de
rante muchos años por las sucesivas todas, tres de cuyos lados estaban delimita-
construcciones realizadas sobre sus restos dos por es toas. Una nueva escalera axial su-
durante el medioevo. bía a un espacio rodeado por una serie de
Sin e mb argo, durante los trabajos de gradas semicirculares concéntricas, a la ma-
desescombro reali zados e n Palestrina tras nera de un teatro, que culmin aba en una
los fuertes bombardeos sufridos durante la columnata semicircular. Detrás de la co-
Il GueJTa Mundial, aparecieron los restos del lu mnata, y elevado sobre ella, estaba el foco
Arquitectura romana 231

de toda la composición: el templo circular. rústicos, y el término empleado por los pri-
Desde el templo y la logia situada a nivel in- meros cristianos urbanos para designar al
ferior, se podía gozar de una magnífica vis- que no vivía en las ciudades (es decir, al que
ta sobre el valle, con el m ar al fondo. En esta no había abrazado la fe) era el de paganus,
ocasión, los romanos, tal vez inspirados en pagano, 'persona del campo'.
las terrazas del conjunto funerario de la rei- Las primeras ciudades romanas y las sur-
na Hatsepsut [10.12, 10.13], al oeste de Tebas, gidas a partir de colonias griegas, como el
transformaron una coli na entera, acomo- centro comercial y de recreo de Pompeya, al
dando la naturaleza a su singular diseño axial sur de Neopolis (Nápoles), tenían tramas de
y geométrico. El santuari o de la Fortuna calles en forma de rectángulos más o menos
Primigenia, hecho de hormigón y toba cal - irregulares [12.3j. Probablemente, con el cre-
cárea, abrió una vía para futuras realizacio- cimiento de la ciudad, esas manzanas se fue-
nes d el Imperio, que aún superarían a ésta ron haciendo más regulares, aunque en esos
en tamaño y complejidad. asentamientos primi tivos no existía necesi-
dad ni urgencia alguna de alinear las calles
con los puntos cardinales. En el corazón (cul-
Urbanismo romano tural. aunque no siempre geográfico) de esas
an tigu as ciudades estaba el forurn o foro,
Como en Grecia, la vida de la antigua Roma un espacio cívico al aire libre, delimitado
se cen traba en la ciudad. No obstante, a me- por estoas y edificios públicos. Así pues, el
dida que el imperio fue c reciend o, las ciu- foro romano cu mplía aproximadamente la
dades más remotas se constituyeron en parte misma función que e l ágora de la ant igua
de una federació n de participantes en el au- G1·ecia. 4 Sin embargo. lo que distingue al foro
togobi erno. Las ciudades anexionadas tu- del ágora, es su clara definición arquitectó-
vie ron una capita l importancia en la pro- nica y su forma generalmente rectangular,
pagación de la romanitas, e l compendio de dominada por el templo de Júpiter, empla-
los valores y la cultura de Roma. Para e l si- zado en un extremo de su eje (en Pompeya,
glo n de la era cristia na, los que vivían fue- e l extremo norte). Alrededor del foro, ence-
ra de las ciudades eran cons iderad os como rrándolo y dándole forma, estaban los edifi-

m O 100 200 300 400


r-====1===--=L==-=J
11 o 500 1000 1500

lmr 17

12.3. Pompeya, Italia. Pla11o de la ciudad. El 11tícleo de la ciudad arcaica, fundada el siglo vra. de C. está situado al
sureste. Las ampliaciolleS pooteriores presentan un sistema de calles más reticular.
232 La historia y el signil1cado d e la arquitectura

Desde ese punto se traza ban las dos calles


principales: la longitudinal, que seguía el eje
norte-sur, se llamaba cardo, mientras qu e
la calle transversal, o decumanus, seguía la
di rección del eje este-oeste. Este siste ma se
exte ndía, a mayor escala, hasta más allá de
las murallas del ca mpamento (en ocasiones
con ligeras modificaciones para adaptarse a
la pe ndie nte del terreno), en forma de man-
\
za nas llamadas cenluriae, que m edía n 2.400
pies ro manos d e lado. 6 Estas amplias m an-
zanas tenían una superficie equivalente a cien
granjas p equeñas, de ahí su nombre de cen-
turiae.
Los campam e ntos militares se convirtie-
ron, a su vez, en la base p ara la planificación
de innumerables poblaciones a través de todo
el Imperio. En muchas c iudades eu rop eas,
es tas retículas urbanas subsisten a ún en di-
ve¡·sos grados en la forma del tejido de calles
medieval. El recuerdo del campamento ro-
mano ha perdurado hasta la actualidad, es-
pecialmente en lngla te1Ta, pues la voz chester,
m O 50
~.---. que interviene e n el no mbre de muchas po-
11 oF==t~'~oo=====·~o;o==~·~o~o====~·oo blaciones, no es sino un derivado de la pala-
lmr 87
bra la tina castrum; Le ices te r , Chi c hester,
12.4. Plano del {oro, Pompeya. El foro, el espacio público Silchester, Worchester y Chester, son sólo al-
principal de las ciudades romanas, estaba delimitado por gunos ejemplos de esa pervivencia. Una im-
la curia, o conjunto de edificios de la administracióll portante colonia militar que ha subs istid o
pública, y una o 111ás basrlicas(edi{icios techados donde
se despachaban pleitos), y dominado por el templo de
e n no table buen estado es la d e Thamuga-
Júpiter, emplaz.ado en 11110 de los extremos de Sil eje. di (Timgad ), en la provincia romana de
A = Temp/o de Apolo J = Templo de Jú{Jiter
Numidia, en la zona orien tal de la Argelia ac-
B = Basflice L = Lararium tual [ 12.5]. Fundada el a ño 100 de la era Ciis-
e = 0na !olidnas administrativas) M=Mecellum
tiana co mo colonia de militares veteranos
Co = Comicios m= Mercado
E = Edtficio Eumachia V= Templo de Vespasiano para defender un estratégico puesto de avan-
zada, su trazado obedecía a una dgida retícu-
la ortogonal; no o bs tante, a med ida que se
cios d e la curia, edificios de la administra- iba extendiendo más a llá de los límites de las
ción pública, y una basflica, un gran edificio murallas, se fue a bandonando la rigidez del
techado donde se despachaban ple itos lega- orden rectilíneo. El foro es taba e mpl azado
les, así como varios temp los y otros edificios inmediatamente a l s ur de la calle decuma-
públicos. El foro de Pompeya ilustra acerca nus, con la curia al oeste y una gran basílica
de todos estos componentes [12.4]. e n el lado este. Justo a l sur del foro esta ba el
Los romanos apre ndi eron la téc ni ca del teatro principal de la ciudad. Los baños pú -
p laneamiento ortogonal por inAuencia hele- blicos más importantes estaba n s ituados a
nísti ca y pronto, durante el s iglo 11 a. de C., extramuros, al norte y al sur de la ciudad.
la convirtieron en el ele mento vertebrador de De todos los foros romanos, los más im-
sus campamentos militares. 5 Al igua l que portantes fueron los de la propia Roma, em-
ocu1Tía en el emplazamiento de un templo, pezando por la p laza primitiva de la ciudad,
el te rreno destinado a un campame nto mili- e l Forum Roman um o foro R epublicano, si-
tar, o cas/rum, se m edía me ticulosamen te y tuad o e n el estr ec ho valle al pie del monte
las líneas rectoras bás icas, o límites, se es- Palat ino y con siderado como la "cabeza del
tablecían en e l centro del ca mpame nto, por mundo", caputmundi [ 12.6]. Como este foro
medio de un instrum e nto llamado grama. fue creciendo poco a poco a lo la rgo de va-
Arquitectura roma na 233

12.5. Plano de Tha11wgadi (acwal


Timgad, Argelia), fundada er1 100 d.
de C. Esta ciudad, fundada como co-
lonia para militares veteranos, te11fa
un traz.ado de castrum (campamemo)
militar. La calle principal trazada e11
la dirección norte-sur, es el cardo, y
la calle principal en la dirección
este-oeste, es el decumanus.

12.6. Plano de Roma, siglo 111 d. de C.


Plano de la Roma Imperial, con
indicación de los edificios
pri11cipales y foros .

A = Anfiteatro
8 = Basl7ica de Majencia (Constantino)
8C = Termas de Caracalla
80 = Termas de Diocleciano
8T = Termas de Trajano
C = Monte Capitalino
CM = Circo Máximo
CN = Circo de Nerón
F = Foro Romano
IF = Foro Imperial
M = Teatro Maree/o
=
MH Mausoleo de Adriano m O 50 100 150
P =Panteón FL'""""LF"l r=====¡
Pa = Monte Palatino rt o 100 200 300 400 5 00
PC = Campo pretoriano
SO = Estadio de Diocleciano • •· lm r 85 · 87

.
\ %
.......·'
~

lm r 87
234 La historia y el significado de la arquitectura

Foro M Trajano

FO<O de
Julio CMar : : F-'-"-'-'-'-''-'-'==.......,_......_...,__"-'-''411"1111

m o 50 100 200
A='"=L::.~='=L:::F'L::J 1

lt o 100 200 300 400 500 800


r===L==~=t-=:=J
lmr 87

12. 7. El Foro Rommro y los {oros imperiales, Roma, ca. 54 a. de C. ltas1a 117 d. de C. Los diversos foros imperiales
romanos i111erconec1ados e111re sf, fueron conslruidos por los sucesivos emperadores de Roma, apoyándose en una serie
de ejes ortogonales emre sf y oblicuos al del anliguo Foro Romano adyaceme, el cenlro de la vida cfvica y polrlica de los
rof1lanos.

BA = Basflica Amelia L = Biblrotecas TJ = Templo de César divinimdo


BJ = 8asr11C8 Ju/18 TCa = Templo de Cástor TS = Templo de Saturno
C =Cuna Ju/18 TCo = Templo de la Concordia 7V = Templo de Vespa.srano
Arquitectura romana 235

rios siglos, su plan ta no era rigurosamente t io, estaba emplazada la gran basílica Ulpia,
ortogonal, a diferencia de la de los foros de la m ayor de Rom a.
las ciud ades de nuevo trazado, pero al norte
y al este del original se fueron construyendo
nuevos foros, e mpezando por e l de Juli o El cierre y la manipulación
César [ 12.7]. El foro de Julio César, el Forum del espacio
Iulium , empezad o e l año 54 a. de C., pro-
porcionó el modelo para todos los demás: de El é nfasis en la vid a urba n a de la antigua
pla nta estri c tamente rectangular, jalonado Ro ma fomentó el d esarrollo de n uevos tipos
por estoas y dominado por un templo d edi- de ed ificació n para ce rrar los espacios de
cado a la Venus Genetrix, en el extremo de uso público. Aunque las cellas de los templos
su eje principal. Perpendic ularmente a éste, romanos te nían varias cámaras para alojar
Augusto construyó su Forum Augustum (año la image n de l dios y los tesoros, sólo los sa-
2 a. de C.), presidido por un templo de m a- cerdo tes te nían acceso a ellas. Sin embargo,
yor tam a ño, el te mpl o d e Martis Ultori o había otras actividades cívicas, como los pro-
Marte Ultor (di os vengador), cuya parte pos- cesos legales, que requerían de un gran es-
terior lindaba con una de las murallas d e la pacio cubierto, para que los jueces pudieran
ciudad. Los e mperadores siguientes fueron a te nde r a los juicios mientras los litigantes
a ñadiendo sucesivos foros, cada uno de ellos esperaban su tumo y para que el público pu-
en conmemoración de algún acontecimiento diese asistir a las audiencias. Precisamente,
m ilitar significativo y dedicado al dios cuyos el objeto de la basílica fue el de cubrir esta
a tributos merecían la máxima consideración necesidad.7 La basílica era un anejo casi obli-
para el e mperador. Estos espacios están en- gado del foro. Consistía en una gran sala con
trelazados e ntre sí por medio de ejes per- techumbre, sostenida generalmente por co-
pendiculares, formando un conj unto com- lumnas que dividían el espacio interior en
plicado aunque coherente. naves, encabezad as, a veces, por un peque-
Los foros imperiales cu lminaron con e l ño ábs ide e n su cabecera (en uno o en am-
grandioso foro de Trajano, situado al pie de l bos extremos), donde se sentaban los jueces.
Capitolio, justo al norte del foro d e Augus to. En el cen tro geométrico del ábside semicircu-
Fue proyectado por Apolodoro de Damasco lar h abía un altar, para simbolizar la pre-
y cons truido en 98-117 d. de C. para conme- sencia espiritual del emperador, sin la cual
m orar sus victoriosas campañas en Dacia, al no se p odía administrar la justicia. La
norte del Danubio. Este foro era mucho m ás basílica Ulpia (Trajano p ertenecía a la gens
complejo que los anteriores. Constaba de un romana de los Ulpia) ilustra sobre este tipo
gran patio d escubierto flanqu eado por es- de edificación, en esta ocasión a gran escala
toas, de 200 por 120 metros (660 x 390 pies) [12.8, 12.9]. El edificio medía 11 7,4 por 55,5
sin incluir las dos exedras semicirculares que m etros (385 x 182 pies) de pared a pared, sin
asom aba n a ambos lados por detrás de las contar los ábsides, con dos columnatas inte-
estoas. En e l flan co de la colina que domi- riores concén tricas abiertas a un gran espa-
naba la exedra septe ntrional estaban los m er- c io ce ntral a tod a altura qu e, por sí solo,
cad os públicos, con s truidos también p or medía 80 me tros (260 pies) de largo. E l vas-
Trajano como parte del conjunto del foro. En to espacio central estaba cubierto por u na te-
el ex tre m o más septe ntrional del conjunto c humbre sostenida por cuchillos de madera
estaba el templo a Trajano divini zado, Divus d e 25 m etros (80 pies) de luz.
Traiani, construido por el sucesor de Trajano, A partir del siglo u d. de C., empezó a ex-
Adriano y, frente a él, las dos bibliotecas, una tende rse e ntre los co nstructores romanos el
para los manuscritos griegos y otra para los u so d e la a rgamasa roma na (opus caemen-
latinos. Entre ambas bibliotecas se alzaba la licum), en especial en los muros y bóvedas
gran columna de Trajano, con una altura de d e los edi fici os públicos. Esa argamasa no
38 m etros (! 25 pies), cuyo fuste está escul- e ra ni cem en to ni hormigón, sino un mate-
pido con una banda espiral de bajorrelieves rial compuesto de elementos pétreos (cae-
con escenas de las campañas del emperador menta), form a ndo un m ortero denso (no
con tra los dacios. El templo a Trajano que- líquido, como el hormigón moderno) de una
daba ocul to , ya que e ntre él y el amplio pa- calidad tal que podía emplearse no sólo como
236 La hlstoria y e l sign ificado d e la arqu itectura

,
••••• •1 •• • • . • ••

r~~J .. .
• • • • • • • • • • •
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m O 10 20 30 40
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11 o 50 10 0 150

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12.8. Apolodoro de Damasco, basílica Ulpia, (oro de Trajaow, Roma, ca. 98-117 d. de C. Planta. Esta basílica, la mayor
de Roma, tenía dos cámaras judiciales en sus extremos, co11 1111 imuenso espacio incennedio destinado a la circulación
pública.

12. 9. Basílica Ulpia. Vista it1terior.


Arquitectura romana 237

relleno inerte, sino como material de cons- gran basílica de Majencia, de.-ivada de esos
trucció n e n sí mismo. o obstante, los cons- baños y cuya imponente nave central estaba
tructores romanos, sabedores de oídas de que cubierta con bóvedas por arista de hormigón
el hormigón visto no envejecía bien, gusta- y se contrapesaba media nte las bóvedas de
ban de dobla r el mu ro así construido con una cañón de las n aves laterales. Empezada por
capa exterior de ladrillo o de piedra. Entre el empe rad or Majencia en el año 307 de la
los años 200 y 100 a. de C., aprox imada- era cristiana, fue terminada por Constanti no
mente, este revestimiento era una mampos- el año 325 [2 . 18, 12. 10]. E l espacio central
tería ordinada a base de gra ndes bloques de de circulación medía 80,8 por 25,3 metros
piedra de aparejo irregular, opus Íllcertum, (265 x 83 pies) y estaba cubierto por tres bó-
pero durante los dos siglos siguientes se im- vedas por arista, con una exedra semicircu-
puso e l empleo de ladri llos o sillarejos ta- lar e n el extremo noroeste y tres grandes
llados en forma cúbica o romboidal y cá m aras a ambos lados, c uyas gruesas pare-
dispuestos de modo que sus juntas quedasen des servían para con trat-restar el empuje de
en di agona l, con lo que e l paramento seme- la bóveda de la nave ce ntra l. Tales cámaras,
jaba u na red; era el aparejo opus reticulalllm, de 23,2 por 17, 1 metros (76 x 56 pies), esta-
hoy lla mado oblicuo o de rombo. Más o me- ban cubi ertas por bóvedas de cañón y e ran
nos a pati:ir del año 100 d. de C., se e mpezó capaces de dar cabida a otros procesos ju-
a generalizar el uso de ladrillos planos, ora- diciales; actua lmente, lo único que queda
sillas, como revestimie nto, el opus testaceum. de la basílica son tres de esas cámaras late-
La co nstru cción con argamasa romana, u rales.
horm igón , alcanzó su apogeo en las grandes E l edificio que mejor simboliza el co n-
termas imperiales o bai'los públicos, y en la cepto romano de cierre de l espacio y el po-

12.10. Basílica de Maje11cio, Ro111a, 307-325 d. de C. Vi.,¡a de las cmjfas laterales que perma11ecen en pie.
238 La historia y el significado de la a rquitectura

m O 5 10 20 30
r===L:::::::l 1
fl o 10 50 100
Fr=l~~~~=4~~=Fr=l~==========~l
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12. 11. Pa11teón, Roma, 1/8- 128 d. de C. Pla nta.

m o 5 10 20 30
r====L=::J 1
11 o 10 50 100
F=L_.. - ......___F=I 1
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12.12. Pallleón, /loma. Seccití11.


Arquitectura romana 239

tente efecto d el volumen así definido es el Bonifacio IV como iglesia de Santa Ma ri a ad


Panteón de Roma, reconstruido enteramen- Martyres.
te desde los cimientos por Adriano entre los Anti guamente, la r o tonda d el Panteón
años 118 y 12 8 de la era cris tiana [12.11 , quedaba casi oculta por otros edificios hoy
12.12, 2.19]. El Panteón era un templo dedi- día demolidos, impidiendo que desde el ex-
cado a todos los dioses (del griego pan, todo, te rior se pudiese apreciar e n toda su mag-
y theos, dios), incluyendo al divinizado em- nitud el espacio encerrado entre sus paredes
perador Augusto. Dado que los romanos con- cilíndricas [.12.13]. Desde el foro de enfrente
cebían la ti erra como un disco cubierto por sólo se veía poco más que el consabido aspec-
una cúpula celeste, el edificio acometido to del amplio p órtico octástilo con frontón, sos-
por Adriano pretendía s imbolizar ese uni- tenido por columnas corintias monolíticas de
verso de la tierra y los dioses. No se sabe con granito egipcio, con basas y capiteles de már-
exactitud quién fue su proyectis ta, aunque mol blanco. E l pronaos con frontón seguía
parece que el propio Adriano debió desem - siendo una concesión necesaria al convencio-
peñar un papel importante en la con cep ción nalismo. La rotonda no podía ocultarse d el
global del proyec to. 8 Su construcción se rea- todo a la vista, pero quedaba convenientemente
lizó con una extrema selección del hormigón , alejada al fondo, entre los edificios vecinos. Al
manifiesta en la gradación escrupulosa de la parecer, el exterior d el Panteón sie mpre fue
densidad de los caementa empleados, desde liso, pero el interior estuvo en su día recubierto
el basalto volcánico de los cimie ntos hasta la de mármol de color. Las paredes y e l suelo es-
piedra pómez de la clave de la cúpula. Esta taban acabados con un revestimiento de már-
media naranja se apoya sobre un tambor ci- mol, granito y pórfido, traído a Roma de todos
líndrico d e 43,4 metros (142 1/ 2 pies) de diá- los confines del Imperio, una prueba más de
metro, con la particularidad de que la altura la extensión d e la red comercial, hecha p osi-
de la clave de la cúpula es exactamente igual ble por la Pax Romana, la situación de paz vi-
a su diámetro; o , lo que es lo mismo, e n e l gente en el mundo meditetTáneo durante los
volumen interior d el Panteón podría inscri- dos primeros siglos del Imperio.
birse una esfera perfecta. La úni ca fuente de El Panteón tal vez sea el ejemplo d e edi-
luz natural (aparte d e la escasa que pueda ficio aislado que m ejor ha logrado compen-
entrar por la puerta) es la a b ertura redonda diar todos los logros de Roma. En él se
del ápice de la c úpula, e l oculus, de 9,1 me- explotan al máximo las p osibilidades del hor-
tros (30 pies) de diámetro. Su h az luminoso mi gón; el edificio define, sen cilla pero po-
resbala suavemente sobre el mármol del sue- d erosamente, una nítida geome tría capaz de
lo y va ascendiendo lentamente por el m uro, asumir significados universales y cósm icos,
marcando inexorablemen te los ciclos sola- a u na escala que evoca una admiración re-
res, como un gigantesco reloj de sol. Como verente. Es ilustrativo sobre lo avanzado de
ya se observó en el capítulo 2, el h ormigón las técnicas constructivas e mpleadas y el alto
de la cúpula d e case ton es ejerce u nos em- grado d e organización a lcanzado, com o en
pujes descomunales que son contrarrestados la cons trucció n de los encofrados, en la co-
por medio de ocho bóvedas de cañón inser- ordinación de la circulación de los ma teria-
tas e n la imponente masa d el muro, de 6, 1 les de construcción y en los plazos d e puesta
metros (20 pies) d e espesor, y dirigidas hacia en obra de l hormigón. Todo ello es expresi-
ocho grandes p ilares. Entre esos pilares hay vo del potencial d e ingenio y aliento hu-
ocho nichos profundos (donde antiguamen- ma nos. Pero, sobre todo, evidencia que la edi-
te se colocaban l as estatu as d e los dioses), ficación puede trascender del á mbito pura-
cuyos penumbrosos inte riores qu edan se- m ente utilitario, no en van o el Panteón se
miocultos a la vist a por u nas esb eltas co- convierte en "el símbo lo y la consecue ncia
lumnas corintias. De esta forma, e l enorme de una comunión inmutable entre los dioses,
peso de la cúpula parece descargar sobre un la naturaleza, el hombre y el estad o". 9
muro perforado por unas incorpóreas cavi- El Panteón supuso la culm inación de toda
dades. Una de las cau sas que hacen de este una serie de importa ntes experimen tos lle-
edificio uno de los m ejor conservados de toda vada a cabo a lo largo de dos siglos. Su ras-
la antigua Roma hay que atribuirla a que, en go distintivo es tuvo, por s upuesto, en su
el año 609, fue consagrado por e l p ap a escala, pero de n o m enor importancia h.te la
240 La historia y e l significado de la arquitectura

12.13. Foro del Panteón, Roma. Originalmente, el Pallleón, como otms templos, daba {i·e111e a 1111 foro abierto, cm·as
colu nmaW.\ de cierre ocultaban parcialmente el tambor de la ciÍpula. reahando ostia senmci611 de sorprna del Pi.\ita11te
al penetrar en el edificio.

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m 5 10 20 30
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lt o 10 50 roo
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mb 85

12.14. SePem y Celer, casa d e Ner611, ltt Domu' Áurea (casa de Oro), Roma. Plallla parcial. 1':11 posici611 domi11m11e
sobre el lujuriallte paisaje creado e11 el coraz611 de la ciudad, esta casa co111e11ía ww serie de depende11cias c11biertas
por b61•e<las de homtigó11 de di1•ersas formas. Muchas lwbitaciolle., 'e ilumi11aban media11te 1111 i11genioso siste111a de
\'ell/anas abonrtadas \' paredes reflecta l//es de la luz.
Arquitectura romana 241

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12.15. Do111us Aurea. Vista it~terior del octógono.

labor experimental llevada a cabo en la cons- una esta tua d e Ne rón e n bro nce dorado, de
trucción d e la Do mus Áurea (casa de Oro), 36,6 m e tros 120 pies) d e a ltura , llamada El
la suntuosa villa de Nerón erigida entre el 64 Coloso.
y el 68 d. de C. En el año 64 se desató un de- La Domus Áurea era un conjunto de vo-
sastroso incendio en las cercanías del Circo lúmen es geom étricos con ectados entre sí, cu-
Máximo, arrasando buena pa r te de l corazón yas habitac iones esta ba n cubiertas p or todo
de la antigua Ro ma. Nerón aprovechó la oca- tipo de bóved as y cúpulas [12. 14, J 2. 15]. En
sión para culpa r del mism o a la nueva secta el ala norte ha bía una sala central baja, cu -
re lig iosa recie nteme nte a pa recida, los cris- bierta con una bóveda oc togonal que se fun-
tianos, da ndo comienzo así a la primera de día imperceptible mente con una túpul a con
una larga serie de persecuciones contra ellos. cla raboya ci rcula r . Es tas cámaras, de mayor
De los 14 distritos administrativos de Roma, altura que la centra l y cubiertas con bóvedas
tres quedaron literalm ente a rrasados y o tros de caiió n y de crucero, esta ba n il umina das
diez sufr ie ron graves da ños. Neró n recla m ó con un ingenioso sis tema d e ventanas a bo-
rá pidamente los distritos arrasados, expr o- cinadas abiertas h acia un pozo de luz poco
pi a nd o y apropiándose d e la zona c il·cun - profundo, e ntre el extra dós de la cúpula cen -
da nte a l monte Esquilino. Allí, é l y s us tral y la extensión vertical superior de los mu-
arquitectos, Severo y Celer , crearon un com- ros del octógo no interior.
plicado y lujoso parque residen cia l sobre un
te r re no de 141 ,7 hectáreas (350acres), s i-
tuado e n e l ce ntro de la c iudad, Ue ná ndolo Arquitectura doméstica
de ja rdines, fuentes, juegos de agua y un lago
artificial con vistas desde el palacete. La en- Los escri tores ro m a nos, co mo demuestr a
trad a es ta ba s ituad a junto a l Forum Roma- Virg ilio e n s us Geórgicas, tenían una sensi-
num y d a ba paso a un p a tio dominado por bilida d sin precedentes hacia el paisaje na-
242 La historia y e l significado de la arquitectura

12.16. Bloques de casas de alquiler (insulae), O.wa, (Italia), hacia final del siglo 1 v siglo 11. Esta maqueta muestra las
galerias y los balcones que rodeaban algunos de los bloques. En ciertos lugares, estas galerias ¡•o/aban sobre la calle,
para facilitar los desplazamiento.; entre edificios, ;in necesidad de tener que bajar a las atestadas calles.

tural, interés que a parece reOejado en lascar- truirl os qu e le resarciría de sus pérdidas. 10
tas de Ciceró n y Pl inio el Joven , e n las que Au gusto firmó un d ecreto prohibiend o la
tan d eliciosam e nte se describen s us\ illas constmcción d e i11sulae de más de 21,3 me-
campestres. Sin embargo, a pesar de este nue- tros (70 pies) de altura y, d esp ués del in-
vo a precio por e l pa isaje campestre, la cid- cendio del a ñ o 64 d. d e C., Nerón a p robó
li zación romana fue esencia lmente urbana. numerosas ordenanzas municipales de la edi-
Las ciudades eran la representación cons- fi cación, en las que se requería, entre o tras
truida del l mperio, los centros de negocio y cosas, el u so d e materiales incombustibles.
comercio. La propia Roma era e norme, con- Las insulae de R oma han desaparecido pero
tando con un m illó n d e a lmas hacia el re i- en Ostia, el puerto de la ciudad de Roma, to-
nado de Augus to. Eran corrientes las quejas davía se conservan muchas, algunas de ellas
sobre la escase.-: de\ iviendas, lo exorbitad o de h asta cuatro p isos de altura [12 . 16].
de los alqu ileres, la co ntam inació n, la peli- Construidas con ladrillo y horm igón , tenían
grosidad de las calles y el elevado coste de balcones corridos a lo largo de toda la fa-
la vida. Du rante e l día, estaba prohibido chada, y muchas de ellas se comunicaban con
el paso de carruajes y o tros vehíc ulos por el las insulae vecinas m ediante puentes que cru-
centro de la ciudad por los problemas d e zaban por encima ele las estrechas calles, per-
conges ti ón, lo que implicaba que gran par- mitiendo a los vecinos transitar por la ciudad
te del tráfico comercial tuvier a lugar duran te sin necesidad d e bajar a las abarrotadas ca-
la noche. lles.
La mayoría de los ciudada nos vivía en ca- En Pompeya, ciudad que quedó sepulta-
sas de alquiler; se trataba de casas de tres o da por la lava duran te e rupción del volcán
cu atro pisos, cu bie rtas con azotea, con nu- Vesubio e n el año 79 d. de C., se conserva n
merosos balcones y ventanas a la calle o a los una interesante gam a de casas de diferentes
patios interiores aja rdinados. Estas insulae tipos, que abarcan desde las p equeñas vi-
(islas) llenaban man zanas enteras. A me nu- vie ndas de artesanos, hasta las grandes resi-
d o, por su carácter especu lativo, es ta ban dencias de patricios, pasando por las a mplias
constmidas precipitadamente y con mate- villas ca mpestres. 1 1 En el extremo noroeste
r iales de baja cal idad y no e ra infrecue nte de Pompeya hay varias manzanas de casas
que se vinieran abajo. Cicerón, en una car- qu e d a tan de cuando se realizó el último en-
ta que escribió a su amigo Atlicus, explicaba sanche de la ci udad; estas m anzanas, de geo-
que dos de su s ed ificios se habían detTum- metría más ortogo nal que las de épocas
bado, pero que tenía un plan para recons- anteriores, contien e n vari os tipos de casas
Arquitectura romana 243

de distintos tamaños. Una de las manzanas netraban el a ire y la lu/. Las aguas de lluvia
está casi enteramente ocupada por la gran se recogían en un pequeño estanque, el im-
mansión de Pansa [ 12. 17]. Con la sola ex- pluviwn, situado en el ce ntro de la habi ta-
cepción de su gran jardín del extremo norte, ción. Al otro lado de l atrio según e l eje de
esta casa bien podría considerarse com o un entrada, y separado de aq uél mediante cor-
eje mplo típi co de casa urbana romana de tinas o una celosía de madera, se encontra-
un solo piso, por su relativo aislamiento con ba elt ablinium, originariamente arc hivo
respecto a la calle y por su enfoque hacia el familiar abovedado y , qu izá también, la al-
interior. Casi todas las casas tenían plantas coba del dueño, pe ro que con el tiempo pa-
si m ét ri cas, en la m edida de lo posible. La saría a ser sala de recepción. Detrás de éste
puerta de la calle daba al vestíbulo, el vesti- había un pe ristilo abierto, mdeado de una
bulum, desde e l que se accedía al atrio, el columnata. En torno al peristilo había varias
atrium, un patio porticada rodeado de habi- cámaras y el triclinium, o comedor, así lla-
taciones y con la parte central al descubier- mado por la presencia de tres sillas largas
to. Llamábase compluvium a la abertura del para reclinarse dispuestas en he1Tadura, con
tejado inclinado hacia dentro, por donde pe- un pasillo en el centro para servir. En algu -

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m O 10 20 30 40
r=L=~-~==F=l

" o 50 100 15 0 h = casas de alquiler


FL:FLFl 1 s = tiendas de alqwler
lmr 87

12. 17. Alansión de Pm rsa, l'o111pera (ludia), siglo 11 a. de C. Plan/a. E ~ta casa, de di111ermones ba>tallle supetrmes a
otras de la ciudad, comiene. si11 c111bmgo, los 111iS IIIO~ co111po11e11tes que aquéllas (elle' te caso, la mamr difúellcia es el
gra11 imdf11 de/lado 1101/e de la /l 11ca). Como otras ca\11.\ w btlllll\ I'OIItallas, estaba rodeada de peqrrellas casa~ 1 tit•11dn.s
abiella>a la calle.
244 La historia y el significado de la arquitectura

12.18. Tea/roMarcelo, Roma,


acabado el atio 12 a. de C.
Perspecliva. Es/a sección e11
perspectiva m uestra el sistema de
circulaciones empleado para el
acceso de los espec1adores a SLI S
asien/os. El piso má> allo fue
elimi11ado en la edad media, pero
subsis1e11 las columnas adosadas
sobrepues/as (eslilo iónico
sobre dórico) de las plamas
i11{eriores.

nas casas, el p eri s tilo era s uficie ntem e nt e en e l s iglo XVIII, fue d escubierta la c iudad y
grande com o para te ner un jardín, con o tro se iniciaron las excavaciones en 1748, salie-
impluvium e n el centro. De trás de l peristilo, ron a la lu z las primeras noticias detall adas
axial mente situado, estaba el oecus, o sala de sobre la vida cotidi a na d e los ro manos.
rece pción. Alrededo r de la casa de Pansa y
completa ndo la manzana, en el lado este se
ha llaban varias reside ncias individuales, e n Edificios públicos
el lado sur había seis pequeñas tiendas qu e
da ba n a la calle y, e n el lado oeste, un a va- Como consecu e nc ia de su inte nsa vida ur-
quería y o tras dos ti e ndas. E sas ti e ndas y bana, los romanos desaJTollaron un a va ri a-
a pa rta men tos circundantes proporcionaban da tipología de ed ific ios públicos. Los de
una renta al due ño de la casa principal, la m ayores dimens iones, es decir, los d estina-
c ua l ocupaba el cen tro de la manzana. dos al recreo público, eran descubiertos, pero
Las casas, villas y edifi cios públicos e n- también reali zaron una vad edad de grandes
contrados en Pompeya han adquirido una re- edificios públicos c ubiertos por bóved as de
levancia especial, dado que toda la ciudad , ho rmi gón de di versas fo rm as.
así co mo las vec inas He rcu lano y Stabias, Los tea tros ro man os de rivan del mode-
quedaron sepultadas por una ca pa de hasta lo gri ego, del que difiere n , no obsta nte, por
nueve metros d e lava, du ra nte la e ru pción ser gen eralmente de mayores proporcio nes
d e l Vesubi o del 24 de agos to del año 79 de que éste y porque el graderío (cavea) se dis-
nuestra era . La e mpc ión fue rápida y si n pone en for ma ~e mi c ircu l ar y no de hen·a-
grandes ex plos io nes, con lo cual los destro- dura. En ellos se representaban adaptaciones
zos fueron mínimos. Las pertenencias de sus de las obras clásicas griegas y ta mbién obras
hab ita ntes apareciero n a llí d onde las aban- nuevas romanas, pero nunca tuvieron la fun-
d o n a ron s us due ños y hasta e l pan d e las ción sem irre ligiosa que c umplía n su s mo-
panad e rías qu edó sobre los mostradores, delos gri egos. De a hí que no es tu viese n
mie ntras que los residentes que se negaron emplazados cerca d e los templos, como los
a hui r d e s us casas murieron de a s fi xia y griegos, s ino en las cerca n ías del centro de
quedaron e nterrados por las cenizas e n los negocios de la ci udad. Adem ás, como no es-
mismos lugares e n que caye ron m ue rtos. ta ba n empotrados en las ladet·as de las acró-
Gradualmente, las casas se fueron llena ndo polis sagradas, sus gradas se disponían sobre
con las ceni zas q ue caían, cubri endo el mo- bóvedas inclinadas levantadas sob re pilares
bilia rio y los fTescos de las pa redes . Cuand o, d e piedra. La forma básica d el teatro roma-
Arquitectura romana 245

10 20 JO 40

lt O 20 40
R:J""""""""~
60 10 tOO

.,
110

12.19. Teatro Maree/o, Roma. Plama.

n o quedó crista lizada e n e l teatro Marcelo terior curvo tenían forma de arquerías de tra-
de Roma, proyectado por el propio Augusto, vertino superpuestas y adornadas con diver-
erigido bajo la dirección de Marcus Agrippa sos órdenes con a rreglo a su resistencia, es
e inaugurado hacia el año 12 a. de C. decir, dórico (sin estrías) en la planta baja
[12. 18]. 12 La pendiente de la gradería (cavea) y jónico en el primer piso (se desco noce el
se conseguía mediante un sistema radial de orden d el segu ndo piso ya que fue
bóvedas de hormigón inclinadas, a poyadas reconstruido totalmente durante la edad me-
sob re pilares d e piedra dispuestos ¡·adia l- dia). Como se ha dicho, a diferencia de los
m e nte, en tre los cuales se disponían las es- teatros griegos, los romanos eran perfec ta-
caleras y rampas que co nducía n a los mente semicirc ula res, con una orchestra (or-
distintos sectores de asientos (prima, media questa) semicircul ar llana para uso del coro
y summa cavea). Las aber·turas del muro ex- y donde, a menudo, se sentaban los senado-

12.20. Zenón de Teodoro, teatro, Aspendos, provincia romana de Pamphylia (Turquía). ca. 155 d. de C. Interior.
E11lugar de la scaenac temporal griega, el teatro romano ten fa como foco de atención wta ~caenae frons pennaneme
que se alzaba hasta una t~ftura igual a la de la fila más elevada de asie11tos.
246 La historia y el significado de la arquitectm·a

res; el e~ca~o papel que tenía el coro en el tea- pularmente conocido como el Coliseo [12.21,
tr o rom ano explica la reducción de la or- 12.22]. Fue con str u ido por el e mperad o r
que~ta con •·especto a l modelo gri ego. El Vcspasiano el 80 d. de C., t•·as la era del im-
teatro Marcelo tenía un diámetro de 111 me- popular emperador Nerón, aprovech and o
tros (365 pies ) [12.19]. Com o rasgo típico del pa tte de los tet-renos de la Domus Áurea in-
tea tro romano, la sce1w (escena) estaba ce- cau tados para la con strucción de edificios
rrada por detrás por una scaenae frons per- públicos; de h echo, el anfiteatro de Flavio se
manente, es decir, una pa red adornada con construyó en la depresión dejada por el lago
d ecoraciones, de igual altura que la última a rtificial de Nerón y cerca de su colosal es-
fila de asientos. Con sus tres sectot-es de tatua (la propia Dom us Áurea de Nerón se-
asientos, cada uno de ellos con una pendiente rfa cub ierta más tarde por las te rmas de
más acu~ada que el inmediatamente inferior, Trajano). El arquitecto anón imo que cons-
e l teatro Ma rcelo a rrojaba una cabida to tal truyó el anfiteatro debió de ser un m aestro
de 1 1.000 espectado res. de la logística y del despliegue del personal,
Cualquier ci udad roma na tenía uno o más ya que la construcción del edificio se reali zó
teatros, pero el que mejor se h a conservado trabajando en varias zon as a la vez y con dis-
es el de Aspendos, en la provincia romana de tin tas cuadrillas de obreros. So bre el anillo
Pa mphyl ia, no lej os de la costa ttn·ca de cime ntación de hormigón , se levan taron
[ 12.20]. 13 Proyectado por Zenón de Teodom, los pilares de toba calcár ea y travertino, para
está e mpotrado e n la ladera de una monta- sostene r las bóvedas de hormigón que for-
ña, a unque los latera les d e s u graderío se- maban la cáscara de apoyo de las gradas. Las
m icircular se apoyan e n bóvedas y a rcadas. medidas globales del a nfiteatro son de 188
Con sus 96 metros (3 15 pies) de diámetro, por 156 metros (61 5 x 510 pies), con una su-
tie ne una cabida para 17.000 espectadores. perficie libre de arena de 86 por 54 m e tros
La scaene y la ~caene {rons permanecen en (280 x 175 pies). El suelo de tablones de ma-
pie, pero ha desaparecido la visera inclinada dera se extendi ó sobre una laberínti ca serie
de madera reflectante que, con un voladizo de de cavidades y pasajes subterráneos, a tra-
8,1 metros (27 pies), cubría el escena rio. En vés de los cuales los leones y otros animales
su ti empo, la scaene {ro115 estuvo pród iga- acced ía n a la a re na; e n el momento oportu-
mente ado rnada con dos pisos de órdenes su- no del espectáculo se levantaban las escoti-
perpuestos, formad os cad a uno d e ellos por llas que cu brían esas celdas para d a r salida
dobles columnas que sos ten ían, alternati- a las fieras. De hecho, en caso necesario po-
vamente, frontones tria ngu lares y circulares día re tirarse todo el suelo e inundat- e l ruedo
rebajados. Para proteger al público, se podía de agua para las contiendas de ba rcos (nau-
desplegar sobre la aud iencia un toldo o ve- maquias ). Lo~ asientos se alzan hasta una al-
lariwn, sostenido por 58 mástiles empotra- tura d e 48,5 metros (1 59 pies) de l suelo, con
dos detrá~ del graderío. una pared e xterior cu rva d e c uatro pisos
La principal innovación de Roma en e l de arcadas superpuestas. Como en el teatm de
proyecto de teatros fue la c t-eación del anfi- Marcelo, l a~ arcadas de piedra tienen dobles
teatro (del griego amphi, 'alrededor' y thea- colu mnas de di\'e t·sos órden es: de a bajo a
tron , 'teatro'), un do ble teatro que presenta a rriba, dórico sin estrías, jónico, corintio y
una escena elíptica y un graderío continuo, compuesto [según algunos autores, el cuar-
de planta más o menos ovalada [las plazas de to piso pudo ser una adición realizada e n
toros vienen a ser una interpretación de aque- ti empos de Domiciano]. En el c uarto piso,
llos ed ificios romanos]. El anfiteatro estab a había unos manguitos p a ra sostener los más-
dedicado a las luc has entre gladiadores, a las tiles del toldo, el cual podía extenderse, en
luc has con fieras y a o tros espectáculos a ná- caso preciso, sobre la zona d e público. Los
logos. El eje mplo más a ntiguo que ha su b - diversos secto res de asientos, en fo rma de
sistido es e l de Pompeya, construido hac ia el cuña, esta ba n divididos en 76 bloques inde-
año 80 a. de C. Con unas medidas de ISO por pendientes, cada uno de los cuales gozaba de
1OS metros (500 x 350 pies) y un aforo de sus pmpias escaleras y rampas de en trada y
20.000 esp ectad ores. Sin e mba rgo, la pala- salida, di~puestas en lps pasadizos a boveda-
bt·a an fiteatro casi ha llegado a ser sinón ima dos situados bajo los asientos; un s is te m a
del gran Anfiteatro de Flavio, en Roma, po- prácticamente idéntico al que se s igue utili-
Arquitectura romana 247

12.21. An{iteal/o de los Flavios (el


Coliseo), Roma, iniciado ca. 80 d. de C.
Perspectiva. Los anfiteatros romanos es-
taban destinados a diversiones populares
y acontecimientos deportivos. El Coliseo,
el de mayor tmnario de todos ellos, ter1fa
una capacidad de 55.000 personas
semadas \' disponfa de 76 \'OIIIIIorios
rrulependientes para la entrada .1'
(!\'liCUación del p1íb/ico.

12.22. Coliseo, Roma, interior del


a11{iteatro. Origirwlmente, el suelo del
auflteatro estaba (onuado por pesados
tabloues de madera recubiertos de arena,
para las pelea< de gladiadores. Debajo de
los tablones habfa w1 auténtico
laberimo de pasajes y celdas donde se
alojaban las fieras. En las oca\IOiles
especiales en que se realizabm1 corllierulas
de barcos (naumaquias), se retiraban los
tablones y se i111mdaba el medo de
a~ua.
248 La his to ria y el s ignificad o d e la arquitectura

za ndo hoy día e n m u chos esta dios moder- s imultá nea men te m ás de 1.600 ba ñ is tas d e
nos. E l Coliseo tenía u na capacidad de entre un mis m o sexo, di s tribuidos po r su s m ás
45.000 y 55.000 espectadores. d e 13 hectá reas (33 acres). E l conju nto com-
Aún mayores era n los estad ios, o circos, ple to ten ía u n a n c ho de 35 1 m etros (1. 152
destin ados a las carre ras d e cab allos y cuá- pies ), excluyendo las exedras c urvas, y un lar-
d ri gas. En Rom a, e l d e mayor tamaño era el go de 378 me tros (1 .240 pies), incluyendo los
Circo Máx imo, Circus Maximus, e mplaza- d epósitos del sector sur, los c uales, por cier-
do en el va lle comprendido entre los mo ntes to, se ali me n ta b a n a través d e l acu educ to
Pala tino y Aven tino, y c uya construcción co- Marc ia no. Las tie ndas esta ba n situad as a lo
m e n zó e l 329 a . d e C. [ 12 .6]. Con u na fo r- la rgo de l lad o no rte, y en las exedras la te ra-
m a pa rec ida a la d e lo s ca mpo s d e fú tbol les había bibliotecas y salas de lectu ra ; a am-
actua les, pero más larga, el Circo Máximo te- bos lados d e los de pó sitos había o tras
nía unos 555 metros (1 820 pies) desde los es- bibliotecas. El espacio res ta nte li mitado po r
tablos, en un ex tre mo, hasta la curva del otro los m u ros esta ba sombreado por bosqu eci-
extre mo, a rroja ndo una anch ura ap•·oxima- llos d e árboles. El edificio princip a l d e ba-
d a d e 11 5,8 m e tros (380 pies). E l Ci rco ños, de 228 por 11 6 m etros (750 x 380 pies ),
Máx imo ha desa pa recido, pero e l Circo Do- esta ba ubicado e n la m itad norte de l recin-
m icia no, de me nor tamai'ío, subsiste todavía to. En la pa rte sur de ese ed ificio, y centrada
e n e l á mbi to de la Piazza Navona com o un a e n su eje, ha b ía una cá ma ra circula•· a bove-
imagen fa ntasmagóri ca, ya que los m uros de dad a de 35 m e tros (1 15 pies) de d iá me t ro ,
cie rre del ant iguo circo fu er on re utili zados e l calidariun1 , o sala de baños de agua caliente,
en edifi cios med ievales, los cuales, a su vez, va por y masaje, con piscin as calientes a loja-
fue ro n sus titu id os po r nuevos edifi cios du- das en nichos perimc trales a lo largo del ta m-
ra nte el re nac imiento [1 7.19]. bo r . Jus to al no rte de la anterior, esta ba el
El avance técnico más s ingular de la a r- tepidariu m , la sa la te mplad a, co n dos pisci-
quitectura roma na fue la cobertura de gra n- nas simé tri came n te dis puestas r es pec to a l
des espacios de uso público, como en el caso eje de la ha bitación ; esta sala estaba do tada
de la creación de la basílica como trib unal de d e ca lefacció n de a ire cali ente bajo el pavi-
jus ticia. Otra c reació n original de los roma- me nto. Del tepidarium se pasaba a l gran sa-
nos fu e la de las te rm as (thermae ) o ba- lón frío o {rigidarium , una habitació n de 55,7
ños públicos, de los cuales, dura nte el siglo por 24 me tros (1 83 x 79 pies) que ocupaba el
11 d . d e C., se construyeron innum erables corazón del edificio y estaba cubierta con tres
eje mplos p o r todo e l Im perio. En la catalo- e no rm es bóvedas por a ris ta que, recibidas
gació n realizad a e n e l 354 d . d e C., se c ifró por columnas adosadas, sobresalían 32,9 me-
en 952 el núme m de termas d e dis tintos ta- tms (JOS pies ) po r encima de la cu bierta, pe r-
maños, sólo en la ciudad de Roma. 14 Las ter- mi t ie ndo la e n trad a d e lu z na tural a la
mas ro ma nas a ba rcaban una ga ma de u sos estancia, a t ravés de sus oc ho lunetos semi-
muc ho m ás a m plia q ue la m era función de ci rcula•·es [ 12.24]. Siemp1·e e n dirección nor-
baln eario o de bañarse. De h ech o, sa t is fa- te, se pasaba a la piscina o natatio, un recinto
cía n m uc hos de los a sp ec tos que hoy día d escubi e rto a u nque, a pa ren te me n te, ilumi-
cumplen los modernos clubs deportivos, com- nad o p o r esp ej os de bronce fijad os a ni vel
biná nd olos con las fu nciones de biblioteca superior a unos eleme ntos me tálicos. El con-
pública y escuela, y co mplementándolos con junto, incl uye ndo los ja rdines y las instala-
se rvic io s co m o los del es tadio y de al oja- cio nes de cierre, esta ba construido sobre u na
mi e ntos para los at le tas. E n las term a s d e pla ta forma de 6 me tros (20 pies) de altura que
Caracalla e n R o ma [12 .23], h abía tie nda s, propo rcio naba las salas abovedadas de a l-
res ta urantes, pales u·as, bib lio tecas, salas de mace namiento y Jos hornos que calen ta ba n
co nferen cias y de lec tura (gy mnasia ), todo el tepidariwn y e l calidarium, por m ed io de
ello organi zado en torno a esp aciosos jard i- co nducciones de aire caliente que d iscurrían
nes lle nos de escul turas (en realidad , m uchas a través de suelos y pared es.
de las imi taciones roman as de esculturas glie- Cu alquier ciud ad romana qu e se precia-
gas se ha lla ro n en los ja rdines d e esas te r- ra tenía un teatro y u nas termas. Timgad lle-
mas). En las te rmas de Caracall a, las m ayo- gó a te ne r 14 te rm as, co n dos gra nd es
res de R o m a a la sazón , podía n baña rse co njuntos situados e n los extremos norte y
Arquitectura romana 249

..........................................................

11 o 100 200 300 400 500 600


r====L::===L====--=L==::J
lmr 87

12.23. Ten nas de Caracalla, Ro111a, 212-216 d. de C. Plan/a del conjwllo de los bar1os, con los jardines circundan/es y
las salas de lec/U ra.

A = Acueducto marciano L ; Bibliotecas R ; Cisterna de agua


C ; Calidarium (baños de agua caliente) T ; Tepidarium (baños templados) S; Estadio
F; Frigidarium (baños de agua fria) N ; Natatio (piscina)

s ur de la c iud ad [ 12.5], construidos e n el s i- intacta. En la lejana B ritannia, los romanos


glo m y a mediados del siglo 11 de nuestra era, construyeron termas aprovechando las fuen-
respectivamente. En la remo ta colonia de tes terma les naturales que brotaban cerca del
Augusta Treverorum (Trier, Aleman ia) , a ori- río Avon y fundamn la c iudad de Aquae Sulis,
llas del Mosela, los espaciosos baños calien- hoy conocida como Bath (I nglaterra).
tes construidos d uran te e l siglo lV debieron Aunqu e los grandes baños y circos fue-
ser especialmente bien recibidos. Trier tenía, ran construidos con el erario público, tam-
además, otros importantes ed ificios públi- bién hubo en todo ello much o d e filantropía
cos; la basíl ica, por ejemplo, subsiste hoy casi particu lar. Un buen ejemplo de esto es el de
250 La historia y el significado de la arquitectura

..

12.24. Tc1·mas de Caracalla.


Perspectiva iwerior. Aunque en
la actualidad estén despojadas de
los mdrmoles de colores y
demds oma111entaci6n, las
ten nas, como otros edificios
públicos, estaban lujosamellle
coloreadas y omamemadas,
como sugiere esta
reconstrucción de G. Abe/
Blonet.

la biblioteca de Éfeso, en la costa occidental porcionaba trabajo a toda la gente relacio-


de la actual Turquía, constmida el año 135 de n ad a con la construcción, mientras que, por
la era c ristia na por el hijo y el nieto de Caius otro, los con stantes juego s de todo tipo (a
Julius Celsus Polemaea nus e n su ho nor. Se que ta n aficion ados eran los romanos) y los
trataba de un bloque de planta rectangular y placeres d e los ba1ios servían pa ra divertir
dos p isos de altura, de 16,8 por 10,9 metros y distraer al populacho. Asimis mo, el g rano
(55 x 36 pies), en el que alternan frontones se distribuía gra tuitamen te; la política im-
tria ngulares y curvos sobre columnas exen- perial en las ciudad es pasó pron to a ser la d e
tas. La bibl ioteca tenía nic hos e n tres d e sus pa11 y circo gratis. Naturalmente, tal genero-
lados para alojar los armarios de los libros sidad es ta tal había de pagar algún día un alto
(o, mejor dicho, de los rollos de pergamino). precio: el a umen to creciente de los impues-
En el centro d e la pared pos terior ha bía un tos e n tod o el Imperio. Para la época d e
nic ho semicirc ula r que, probable me nte, de- Diocleciano, años 284 a 305, las restr icciones
bió alojar e n su tiempo una estatua de Celsus. a ta ba n a los hijos al negocio de su s padres y
Los teatros, circos y termas fueron cons- a los granjeros a la tierra, poniendo las bases
truidos y man tenidos con fondos imperiales pa ra el sistema de servidumbre medieval.
y su uso e ra gratuito . E l objetivo últim o ele
tan generosas empresas debió ser e l de man-
te ne r a la levantisca ple be ocupada, ya que Arquitectura romana 'barroca'
sólo e n la ciudad de Roma había decenas de
miles de p er sonas sin e mpleo. Con la cons- Durante la últim a fase d el Imperio Romano
trucción ele tales obras públicas se m a taban las formas arquitectónicas alcanzan un pro-
dos pájaros de un tiro: por un lado , se pro- gresivo embellecimie nto y se va n haciendo
Arquitectura romana 251

más y más elaboradas y complejas. Esta ten- sobre las columnas formando grandes en-
dencia a una mayor elaboración y compleji- trante~ curvos, el edificio recuerda más a una
dad formal fue especialme nte acusada en g•·an masa moldeada escul tóricamente que
provincias, donde la influencia de los a uste- a una disposición estructural de columnas y
ros modelos de Roma era más remota. En las dinteles.
zonas distantes de la metrópoli, como Sida, De la mi~ma form a que la arquitectura
la re ligió n oficial de Roma se fusionó con los hcle nbtica se fue d esprendiendo de la clari-
cultos locales, circu nstancia que, lógicame n- dad forma l característi ca de la era clásica
te, tenía que acu sarse en la constru cción de de Pe•·icles, la arquitectura tardorromana de
sus templos y conjuntos religiosos e n forma provincias tamb ién se fue inhibiendo paula-
de variaciones s ignificativas respecto a los de tina m ente d e la austeridad d e la era augús-
la capita l. En la ciudad de Baalbe k (antes, tea. En su lugar, se puso un énfasis creciente
Heliópolis), la antigua ciudad fenicia que pasó e n la experimen tación y e n llevar la piedra
a ser colonia romana hacia el año 16 a. de C., hasta sus lfmites plásticos.
se encuentran algunos ejemplos sorprenden-
tes de esta amalgama. Su templo principal es-
taba dedi cado a Baal, la an ti gua divinidad Una arquitectura de la universalidad
fenicia d e las tormentas que había pasado a
asimilarse a J úpiter; junto a él, hallábase el Mientras se mantuvo la Pax Romana, es decil-,
templo dedicado a Tam muz, asim ilado al dios durante la era de paz y prosperidad que, gros-
mmano Baco. Aunque la construcción de este so 111odo, a ba rcó los ¡-einados de Augusto, los
vasto conjunto religioso em pezase poco des- Flavios y los llamados Cinco Emperadores
pués d e la fundació n de la colonia, lo cierto Buenos del siglo 11 , los romanos perfecciona-
es que estuvo en obras duran te casi 250 a ños. ron y exp01taron por todo el Mediten-áneo una
En el g igantesco templo d e J úpiter, el ar- arquitectura s in precedentes hasta la época.
quitecto dispone, en primer término, un pór- En esta arqu itectura grecorromana, la ele-
tico de entrada con c uerpos la terales, a la ma- gancia del detalle y el refinamiento formal de
nera d e propileos y, a continuación , dos la Grecia Clásica se hallaban sabiam ente com-
patios, hexagonal el primero (de 58,5 m etros binados con el funcionalism o pragmático, la
- 192 pies- de m edida transve rsal) y rectan- escala cfvica y el sentido del poder de Roma.
gu la r el segundo (de 115,8 metros -380 pies- Era una arquitectura universa l que e ncar-
de lado), al fondo del cual se levan ta e l gran n a ba orgullosamcnte la esen cia de la roma-
templo perfptero, sobre un inmen so basa- nilas a llá donde era constru ida, fuese en
me nto de J 2,2 metros (40 pies) d e a ltura. En la propia Roma, e n la s iria Palm ira, en la
el templo de Baco, además de la rica orn a- Alejandría de Egipto, en la noraf.-icana
m entación de los intercolumnios de la celia Ti mgad, en la germánica Trier, en la lusita-
inte•-rumpidos rftmi camente por columnas na Oli~ipo (Lisboa) o en la remota Londinium
corintias adosadas, destaca la multiplici- (Lond res) en Brita nnia. A diferencia de la ar-
dad de frontones con fines puramente deco- qu itectura egipcia, que estaba centrada en el
rativos. mundo de ultratumba, la romana fue una ar-
Para d esignar esta a rquitectura caracte- quitectura de este mundo; los edificios ro-
rizada por la co mplejidad espacial, hoy em- manos, a l igual que los edificios gliegos más
pleaJiamos la palabra barroca, un neologismo e lemen ta les que influyeron en e llos, no pre-
que habitua lme nte se u sa p a ra describir la tendían desentrañar los misterios del más
arquitectura exquisi ta m ente mod elada y de- allá, si no más bien resolver los problemas del
sarrollada du ra nte el siglo XVI I en Ita lia. Otro presente. Eran fácilmente apreh endibles, vi-
de esos edificios de l imperio tardorromano, sual e intelectualmen te, esta ban compuestos
aún m ás interesante que los anteriores, p ese de partes con relaciones de proporcionalidad
a sus red ucidas proporciones, es e l templo bien reconocibles y con conexiones claras en-
de Ve nus e n Baalbe k, construido en e l siglo tre ellas. Con el hal lazgo de un nuevo mate-
111 d. de C. Se tra ta de una sorprendente com- rial fácil mente m a leable, e l concreto, los
binación de un templo de planta circular con a rquitectos romanos desvelaron nuevas for-
u n pórtico corint io rectangular que sostiene mas de configurar y jugar con el espacio, de
un fro ntó n . Como el en tablamen to avanza moldear luces y sombras, un legado que ha
25 2 La hist o ria y e l s ignificad o de la arquitectu ra

inspirado desde e ntonces a sus colegas de to- llegándose a produci r e l vi rtua l colapso de la
das las gene rac iones poste ri ores. au toridad central, hasta que Constan ti no Tel
A p a rtir d e l s iglo 11 de la er a c ristiana, la Gra nd e consigu ió res ta b lecer un cierto o r-
Pax Ro ma na se fue desintegrando gradua l- de n. Pero cua ndo el p ropio Consta ntino tras-
m e n te an te la pres ió n d e las trib us bá rba - ladó la cap ita l del l mperi o a la a nt igu a
ras sobre las fron teras del Im pe rio . En el 285 Biza ncio, la te nue lu z del clasic ismo ro ma-
d. d e C., Dioclecia no inten tó facilita r la ad- no occiden ta l qued ó casi extinguida. La glo-
min istració n del Jmpe ri o, es ta blecie ndo un ria de lo que ha bía s id o la R o m a im perial
s is te ma de d esce ntra li zación cuyo e fíme ro pagana, se desplazó a Consta ntinopla, actual
éxito quedó oscu recido por la cnteldad polí- Esta mbul, Turquía, la nueva Roma cristiana
t ica d e s u ma nda to. La d esin teg rac ió n de l de Co ns ta n t ino, edifi cad a sob1·e la vieja
Imperio p ros igu ió a la muerte de Dioclecia no, Bizancio.

NOTAS

l. Éste podd a ser el origen de la leyenda, trans- 10. Cicerón, Ad Allicum , X IV.9, carta a
crita por Virgil io en la Eneida, segú n la cual Roma Atticus, fechada el 17 de ab•·il del 44 a. d e C.; tra-
fu e fun d ada po1· un grupo de troyanos que, clil"igi- ducción ing lesa de Winsted t, E. 0., Londres, 19 18,
dos por Eneas, huyó por mar de T roya de~ p ué~ p. 23 1.
de la toma de la ciudad por parte de los griegos. 1 l . Vitruvio tJ·a ta sobr e el modo idóneo de
2. Virg il io, La Ene ida, 1.278; trad ucción in- proyectar casas en De Architectura, Tl.i y Vl.i-vi ii.
glesa de Jackson Knigh t, W. f ., Harmondsworth, 12. Vitruvio u ·a ta sobr e el m odo idóneo de
Inglater ra , 1956, p . 36. proyecta r teatros e n De Archilec/Ura, V.i ii-vi ii.
3. El proyecto con·ec to del templo rom ano se 13. Sobre el teatro de Aspendos, véase lzenour,
describe en Vitruvio, De Architectura, 11 1 y IV; ver- George C., Thea/er Design, Nueva York, 1977, p p.
s ió n castellana: Los diez libros de arquilectura, 182- 183, 263-264.
Ed itor ial Iber ia, Barcelo na, 1970. 14 . Ci tado e n Boeth iu s, Axel, y J . B. Wa rd
4. Vitn .Jvio s ugiere qu e las proporcione!> ide- Pe rki ns, Elrttsca/1 all(/ Roman Arch ilecture,
a les de u n foro recta ng ular están en la relación de Ba ltimore, Marvla nd , 1970, p. 27 1. Vitru \'io estu -
dos a tres; par a el p royecto de u n fom , véase d ia el d iseño de las termas en De Archi!eclllra, V.x .
Vitruvio, De Archilecl!tra, V. i.
S. Vitru vio tra ta sobre el planeamiento urba-
no en De Architectura, l. iv-vii.
6 . Willi am L. Mac Do nald o bserva que el p ie BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
ro mano era a lgo más corto que el pie actual; me-
dia u nos 29,5 centímetros (1 1,625 pulgadas). Po r Barrow, R. H., 1'l1e Romans, Baltimon:, Maryland,
lo ta nto, 2.400 pies romanos equivaldrían a unos 1949.
70 8,7 m etros (2.325 pie!> acwales); véase Mac- Boe t h ius, Axel, E1ruscan and Early Roman
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pa nteón, ya que el ele Agri pa desapareció en gran Brown, Fnmk E. , Ro111a11 Architect11re, Nueva York,
pa1·te en el año 80 el. ele C. debido a u n incendio, 196 1.
Ad r ia no conservó la inscripción que figUJ·aba en Kah le•·. Hei n /, Tit e Arlo( Ro me and Her F.mpire,
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