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CATEGORIZACIÓN, ESTRUCTURA
Y HERRAMIENTAS DE LA
GESTIÓN TERRITORIAL
ADMINISTRACIÓN LOCAL Y DESARROLLO MUNICIPAL
AUTOR: Naidú Duque Cante
ÍNDICE
1. Categorización territorial
1.2. Contenidos de las leyes 617 de 2000 y 1551 de 2012
INTRODUCCIÓN
Los
contenidos
de
esta
unidad
incluyen
varias
temáticas
importantes
a
la
hora
de
considerar
la
organización
de
una
entidad
territorial,
en
especial
de
los
municipios
en
nuestro
país.
La
primera
de
dichas
temáticas
es
la
categorización
territorial.
Para
ello,
se
realiza
una
revisión
normativa
que
busca
mostrar
las
incoherencias
que
existen
entre
lo
que
establece
la
Constitución
y
lo
que
desarrollaron
las
normas
relativas
a
categorización
territorial.
A
continuación
se
analizan
las
características
de
la
estructura
administrativa
a
nivel
territorial,
especialmente
en
relación
con
el
fenómeno
de
la
desconcentración
administrativa.
La
importancia
de
este
fenómeno
radica
en
que
sirve
para
mejorar
el
funcionamiento
de
cualquier
organismo
público
cuando
las
funciones
de
una
entidad
se
distribuyen
entre
sus
diferentes
áreas
funcionales
o
unidades
territoriales.
Finalmente,
se
aborda
el
análisis
de
las
herramientas
más
importantes
de
la
gestión
territorial
y
que
sirven
para
sustentar
el
cumplimiento
de
las
funciones
de
inversión
pública.
En
la
segunda
parte
de
la
unidad
se
revisan
las
autoridades
del
nivel
municipal,
para
lo
cual
se
incluyen
las
responsabilidades
que
le
corresponde
cumplir
a
cada
una
de
ellas
para
garantizar
el
cumplimiento
de
las
funciones
de
la
entidad
territorial.
2 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
RECOMENDACIONES
ACADÉMICAS
Con
el
fin
de
lograr
una
asimilación
adecuada
de
los
contenidos
de
la
unidad
tome
en
cuenta
estas
recomendaciones:
1. Lea
detenidamente
los
contenidos
de
la
cartilla
cada
semana
antes
de
avanzar
con
los
demás
materiales;
en
especial
los
contenidos
de
la
semana
5,
que
se
refieren
a
varios
temas
que,
aunque
son
complementarios,
tienen
cierto
nivel
de
complejidad.
3. En
ese
orden
de
ideas,
para
poder
comprender
mejor
los
contenidos
de
la
semana
5
es
necesario
leer
y
asimilar
adecuadamente
la
información
allí
contenida.
5. Debido
a
que
las
evaluaciones
no
son
textuales,
es
necesario
que
los
contenidos
sean
estudiados
e
interiorizados
lo
máximo
posible.
Las
evaluaciones
buscarán
medir
el
nivel
de
comprensión
de
los
temas;
por
lo
tanto,
su
énfasis
será
el
análisis.
1. Categorización
territorial
Como
veíamos
en
la
unidad
anterior,
en
Colombia
las
entidades
territoriales
tienen
funciones
propias
y
autoridades
para
tomar
las
decisiones
de
su
territorio;
sin
embargo,
en
la
mayoría
de
los
casos
los
recursos
son
insuficientes.
Aunque
la
Constitución
consagra
la
autonomía
territorial,
esta
no
se
encuentra
garantizada
en
la
práctica
debido
al
desequilibrio
entre
funciones
y
recursos,
lo
cual
dificulta
un
cumplimiento
real
de
las
responsabilidades
del
Estado
a
nivel
local.
A
estos
problemas
en
el
diseño
normativo
se
ha
sumado
paulatinamente
el
énfasis
puesto
en
la
gestión
organizacional
que
introdujo
el
paradigma
de
la
nueva
gestión
pública.
En
la
práctica,
los
municipios
se
han
convertido
en
entidades
meramente
ejecutoras
de
políticas
y
programas
nacionales
y
las
autoridades
territoriales
están
más
orientadas
hacia
el
cumplimiento
de
las
obligaciones
administrativas
que
a
la
satisfacción
real
de
las
necesidades
sociales
de
sus
comunidades.
Esta
preocupación
excesiva
en
la
forma
ha
conducido
a
interpretaciones
deformadas
de
la
realidad
con
el
ánimo
de
sustentar
documentos
de
“gestión
eficiente”.
Los
asuntos
propios,
derivados
de
la
dinámica
cotidiana
del
colectivo
local,
pasaron
a
ocupar
un
segundo
lugar
frente
a
la
avalancha
de
requerimientos
burocráticos
que
deben
cumplir
las
administraciones
municipales
en
nuestro
país
para
el
nivel
nacional.
4 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Tabla
1.
Criterios
y
efectos
de
la
categorización
municipal
en
las
constituciones
de
1991
y
1886
CONSTITUCIÓN
DE
1991
CONSTITUCIÓN
DE
1886
Criterio
de
categorización
Efectos
de
la
Criterio
de
Efectos
de
la
municipal
categorización
categorización
categorización
municipal
Población
Población
Recursos
fiscales
Organización
Recursos
fiscales
Gobierno
Importancia
Administración
Importancia
económica
económica
Administración
Situación
geográfica
Fuente:
(elaboración
propia)
1.2. Contenidos
de
las
leyes
617
de
2000
y
1551
de
2012
A
pesar
de
las
distintas
posibilidades
que
ofrece
la
Constitución
de
1991,
en
materia
de
diseño
de
la
categorización
municipal
y
las
alternativas
que
se
podrían
plantear
también
para
el
departamento,
los
desarrollos
normativos
han
sido
lánguidos
y
superficiales
al
reglamentar
esta
materia
para
ambos
niveles
administrativos.
El
interés
por
reconocer
las
diferentes
dimensiones
de
la
realidad
territorial
en
categorías
con
amplio
contenido
cualitativo
se
ha
reducido
a
la
definición
de
categorías
de
carácter
meramente
cuantitativo,
las
cuales,
además,
no
repercuten
en
un
régimen
diferenciado.
Las
normas
sobre
categorización,
tanto
municipal
como
departamental,
no
han
tomado
en
cuenta
la
totalidad
de
los
factores
de
categorización
ni
ninguno
de
los
factores
de
diferenciación
que
establece
la
Carta
Constitucional
para
el
funcionamiento
de
las
diferentes
categorías.
La
norma
principal,
que
es
la
Ley
136
de
1994,
introdujo
las
bases
de
categorización
territorial,
las
cuales,
aunque
han
sido
objeto
de
ajustes
mediante
otras
normas,
no
han
cambiado
el
número,
la
denominación
de
las
categorías,
ni
los
criterios
de
categorización.
Estas
normas,
que
son
la
Ley
617
de
2000
y
la
Ley
1551
de
2012,
utilizan
-‐en
el
caso
de
la
primera-‐
solamente
a
la
población
y
los
recursos
como
criterios
de
categorización,
igual
que
lo
hizo
la
Ley
136,
y
-‐en
el
caso
de
la
segunda-‐
aunque
plantea
que
los
criterios
de
categorización
son
los
cuatro
que
establece
la
Constitución,
al
final
termina
utilizando
los
mismos
que
la
Ley
617.
Ninguna
de
estas
normas
desarrolla
regímenes
diferenciados
para
el
gobierno,
la
organización
y
las
funciones,
ya
que
aunque
la
Ley
1551
abre
la
posibilidad
para
que,
en
el
plazo
de
dos
años,
se
expida
una
ley
que
reglamente
esta
materia,
sus
desarrollos
no
se
han
concretado
hasta
el
momento.
La
Ley
136,
al
igual
que
la
617,
estableció
siete
(7)
categorías
que
permiten
ubicar
a
los
municipios
en:
categoría
especial
y
municipios
de
categoría
primera
a
sexta.
Los
criterios
de
categorización,
medidos
a
partir
de
número
de
habitantes
e
ingresos
corrientes
de
libre
destinación.
permiten
clasificar
a
los
municipios
de
mayor
a
menor.
Tabla
2.
Categorías
municipales
de
acuerdo
con
la
Ley
617
de
2000
Categoría
Población
(No
de
Ingresos
corrientes
de
municipal
habitantes)
libre
destinación
(SMLM)
Especial
>=
500.001
Hab
>
400.000
Primera
100.001
–
500.000
100.000
–
400.000
Segunda
50.001
–
100.000
50.000-‐100.000
Tercera
30.001
–
50.000
30.000
–
50.000
Cuarta
20.001
–
30.000
25.000
–
30.000
Quinta
10.001
-‐20.000
15.000
–
25.000
Sexta
=
<
10.000
=<
15.000
Fuente:
Ley
617
de
2000
Sin
embargo,
la
misma
norma
establece
que
un
municipio
o
distrito
que
deba
clasificarse
en
una
categoría
de
acuerdo
con
su
población,
pero
sus
ingresos
no
correspondan
con
esta
categoría,
deberá
clasificarse
en
la
categoría
correspondiente
a
la
de
sus
ingresos
corrientes.
Es
decir,
que
el
criterio
principal
de
categorización
son
los
recursos,
en
tanto
dicho
criterio
no
está
supeditado
a
la
población,
ya
que
no
se
encuentra
articulado
de
manera
obligatoria
con
esta
para
determinar
la
respectiva
categoría
municipal.
De
igual
manera,
la
norma
establece
como
sanción
descender
la
categoría
para
el
año
siguiente
a
los
municipios
que
superen
los
porcentajes
máximos
de
gastos
permitidos
para
el
funcionamiento
de
la
entidad
en
relación
con
sus
ingresos
corrientes
de
libre
destinación.
6 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Tabla
3.
Límites
de
asignación
para
gastos
de
funcionamiento
con
los
ingresos
corrientes
de
libre
destinación
de
los
municipios
Categoría
Límite
Especial
50%
Primera
65%
Segunda
y
tercera
70%
Cuarta,
quinta
y
sexta
80%
Fuente:
Ley
617
de
2000
Por
su
parte,
la
Ley
1551
de
2012,
que
se
supone
modifica
lo
que
establece
la
Ley
617,
menciona
como
criterios
de
clasificación
de
los
municipios
los
cuatro
que
señala
la
Constitución.
Sin
embargo,
en
la
descripción
de
cada
una
de
las
categorías
incluye
solo
tres
-‐la
población,
los
recursos
y
la
importancia
económica-‐
dejando
de
lado,
aunque
acabe
de
mencionarla,
la
situación
geográfica.
Adicionalmente,
no
queda
claro
a
qué
se
refiere
la
importancia
económica,
ya
que
aunque
la
describe
como
el
peso
relativo
que
representa
el
PIB
de
cada
uno
de
los
municipios
dentro
de
su
departamento,
simplemente
se
dedica
a
asignar
grados
del
1
al
7
a
las
categorías
municipales,
tal
y
como
se
encontraban
planteadas
en
términos
de
población
y
recursos
en
la
Ley
617
de
2000.
Tabla
4.
Categorías
municipales
de
acuerdo
con
la
Ley
1551
de
2012
Además,
esta
ley
incluye
la
misma
directriz
de
la
Ley
617
que
ordena
que
si
un
municipio
o
distrito
que
de
acuerdo
con
su
población
deba
clasificarse
en
una
categoría,
pero
sus
ingresos
no
corresponden
con
ella,
deberá
clasificarse
en
otra
correspondiente
a
la
de
sus
ingresos
corrientes.
Con
esto
se
puede
concluir
que,
aunque
esta
norma
supuestamente
busca
avanzar
en
el
cumplimiento
de
la
Constitución,
en
la
práctica
termina
estableciendo
como
único
criterio
de
categorización
la
disponibilidad
de
recursos
de
los
municipios.
La
consideración
del
municipio
como
una
entidad
que
debe
ser
evaluada
por
su
capacidad
económica,
sin
considerar
sus
demás
atributos,
se
ilustra
también
en
estas
dos
normas
al
endurecer
de
manera
progresiva
los
requisitos
para
la
creación
de
nuevas
entidades
del
nivel
local.
Estos
requisitos
son
los
mismos
que
se
establecen
para
la
categorización
y,
debido
a
las
dificultades
fiscales
que
enfrentan
hoy
día
los
municipios,
las
normas
han
buscado
limitar
al
máximo
la
creación
de
este
tipo
de
entidades.
Ante
una
consideración
de
los
municipios
como
entidades
“ricas”
o
“pobres”
la
mejor
opción
es
limitar
la
aparición
de
más
municipios
“pobres”.
Un
aspecto
importante
a
resaltar
de
la
Ley
1551,
que
la
diferencia
de
las
normas
anteriores
sobre
categorización,
es
que
introduce
de
manera
tímida
una
especie
de
supracategorización,
mediante
la
cual
reúne
a
las
entidades
de
nivel
local
en
grupos
de
municipios
grandes,
intermedios
y
básicos.
El
propósito
de
esta
clasificación
es
el
establecimiento
de
regímenes
diferenciados
en
materia
de
organización,
gobierno
y
administración.
Así,
esta
ley
estaría
estableciendo
en
la
práctica
solo
tres
categorías
de
municipios,
ya
que
como
lo
establece
la
Constitución,
los
regímenes
diferenciados
deben
estar
ligados
a
cada
categoría
municipal
y
no
a
grupos
de
categorías.
8 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
Tabla
5.
Categorías
departamentales
de
acuerdo
con
la
Ley
617
de
2000
Categoría
Población
(No
de
Ingresos
corrientes
de
departamental
habitantes)
libre
destinación
(SMLM)
Especial
>
2.000.00
>
600.000
Primera
700.001
–
2.000.000
170.000
–
600.000
Segunda
390.001
–
700.000
122.001
–
170.000
Tercera
100.001
–
390.000
60.001
–
122.000
Cuarta
=
<
100.00
=
<
60.000
dedicaban
para
estos
propósitos.
Todo
esto
condujo
a
desvirtuar
el
verdadero
propósito
de
las
entidades
territoriales
para
el
bienestar
general.
Por
este
motivo,
a
finales
de
la
década,
se
expidieron
varias
leyes
que
se
orientaron
al
saneamiento
fiscal
del
nivel
territorial.
Una
de
estas
fue
la
Ley
617
de
2000,
la
cual
revisamos
en
el
punto
anterior,
referida
a
la
categorización
territorial.
El
principal
propósito
de
esta
ley
era
el
saneamiento
fiscal,
para
lo
cual
se
establecieron
límites
a
los
gastos
de
funcionamiento
con
los
ingresos
de
libre
destinación
de
las
entidades.
Como
pudimos
observar
en
la
tabla
3,
entre
mayor
es
la
categoría,
mayor
es
el
porcentaje
de
los
ICLD
de
los
municipios
que
se
pueden
destinar
a
gastos
de
funcionamiento.
Esto
significa
que
cuando
el
número
de
la
categoría
es
mayor,
más
pequeño
es
el
municipio
tanto
en
población
como
en
recursos.
Por
esta
razón,
a
las
entidades
locales
que
se
ubican
en
las
primeras
categorías,
en
tanto
disponen
de
mayores
recursos,
se
les
permite
asignar
un
menor
porcentaje
de
sus
recursos
propios.
La
razón
para
establecer
esta
limitación
era
dejar
un
margen
de
recursos
para
asignar
a
la
inversión
social.
En
cuanto
a
la
estructura
administrativa,
si
bien
las
entidades
territoriales
deben
consultar
sus
particularidades
y
sus
recursos
para
definirla,
existen
algunas
autoridades
establecidas
constitucionalmente
que
deben
ser
las
mismas
para
todos
los
municipios,
distritos
y
departamentos,
y
que
introducen
inflexibilidades
dentro
de
la
estructura
administrativa.
Estas
autoridades
son
el
concejo
municipal
o
distrital,
el
alcalde
o
gobernador,
los
personeros
y
los
contralores.
Sin
embargo,
las
entidades
territoriales
pueden
decidir
el
número
y
clase
de
secretarías,
departamentos
administrativos
e
institutos
descentralizados
por
servicios
que
requieren
para
cumplir
sus
funciones.
La
misma
Ley
617
de
2000
autorizó
a
los
municipios
para
eliminar
la
contraloría
en
los
casos
en
que,
por
razones
de
capacidad
económica,
se
requiera.
No
obstante,
el
control
social
le
corresponde
hacerlo
a
la
contraloría
departamental.
Las
demás
oficinas
son
las
mismas
para
todos
los
municipios;
solo
cambia
el
número
y
clase
de
unidades
administrativas
correspondientes
a
secretarías,
departamentos
administrativos
e
institutos
descentralizados
por
servicios.
Como
veíamos
en
la
unidad
anterior,
todas
las
entidades
territoriales
del
mismo
nivel
territorial
tienen
asignadas
las
mismas
funciones.
Estas
funciones
deben
ser
distribuidas
entre
las
unidades
administrativas
de
la
entidad.
En
ese
sentido,
puede
haber
municipios
que
tengan
más
unidades
administrativas;
la
mayoría
tiene
la
posibilidad
de
constituir
pocas
de
estas,
pero
las
funciones
de
la
entidad
son
las
mismas.
Es
decir,
que
si
una
entidad
territorial
tiene
pocas
secretarías
y/o
departamentos
administrativos
a
cada
uno
le
corresponde
cumplir
más
funciones
que
otra
entidad
con
un
número
mayor
de
unidades.
A
esto
se
debe
que,
en
la
práctica,
las
funciones
asignadas
a
los
municipios
pequeños
estén
desbordadas
frente
a
sus
capacidades,
tanto
administrativas
como
fiscales.
El
proceso
de
distribuir
las
funciones
de
la
entidad
territorial
entre
sus
unidades
administrativas
se
conoce
como
desconcentración
administrativa,
tal
como
lo
describe
la
Ley
489
de
1998.
El
10 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
proceso
para
modificar
la
estructura
administrativa
se
conoce
como
reestructuración,
el
cual
puede
generar
un
aumento
o
una
reducción
en
su
tamaño.
Cuando
la
entidad
territorial
ha
experimentado
un
incremento
de
su
capacidad
económica,
se
puede
ampliar
el
tamaño
mediante
la
creación
de
más
secretarías,
departamentos
administrativos
o
institutos
descentralizados
por
servicios.
Esto
normalmente
sucede
cuando
la
dinámica
económica
ha
mejorado
y
deriva
en
una
mayor
generación
de
recursos
por
el
recaudo
de
impuestos.
También
se
puede
reestructurar
una
entidad
para
generar
una
reducción
en
el
número
de
unidades
administrativas,
eliminando
secretarías,
departamentos
administrativos
o
institutos
descentralizados
por
servicios.
Esto
ocurre
cuando
la
capacidad
económica
de
la
entidad
se
ha
visto
reducida,
normalmente
por
una
afectación
de
la
economía
en
su
territorio.
En
estos
casos,
las
funciones
que
le
corresponden
a
las
unidades
administrativas
que
se
eliminan
deben
ser
asignadas
a
las
unidades
que
se
conservan,
las
cuales
normalmente
reciben
una
denominación
diferente,
con
el
fin
de
integrar
las
funciones
asignadas.
El
proceso
de
desconcentración
administrativa,
de
acuerdo
con
la
Ley
489
de
1998,
es
el
proceso
a
través
del
cual
las
funciones
de
una
entidad
son
distribuidas
entre
sus
áreas
administrativas
o
unidades
territoriales
(Hernández,
1999).
Esta
distribución
se
hace
con
el
fin
de
garantizar
el
adecuado
cumplimiento
de
las
funciones
de
la
entidad.
Como
se
puede
ver,
la
desconcentración
administrativa
no
es
un
proceso
exclusivo
de
las
entidades
territoriales,
sino
que,
de
acuerdo
con
la
norma,
está
presente
en
todos
los
organismos
y
entidades
públicas
en
Colombia
que
tengan
personería
jurídica.
En
ese
sentido,
se
pueden
desconcentrar
administrativamente
los
departamentos,
los
distritos,
los
municipios,
la
Nación,
las
áreas
metropolitanas,
las
asociaciones
de
municipios,
las
empresas
industriales
y
comerciales
del
Estado,
los
establecimientos
públicos,
las
sociedades
de
economía
mixta,
los
entes
universitarios
autónomos
(universidades
públicas),
las
empresas
sociales
del
Estado
(hospitales
públicos),
etc.
El
caso
de
la
Nación
como
figura
jurídica
es
especial,
ya
que
sus
unidades
administrativas
exceden
las
dimensiones
de
cualquier
otra
persona
jurídica,
pues
terminan
siendo
otras
entidades,
aunque
sin
personería
jurídica.
Como
sabemos
por
el
curso
de
organización
del
Estado,
la
Nación
se
compone,
en
el
sector
central,
de
la
presidencia,
la
vicepresidencia,
los
ministerios,
las
superintendencias,
las
unidades
administrativas
especiales,
y
los
consejos
superiores
de
la
administración.
Estas
entidades
son
la
manifestación
de
la
desconcentración
administrativa
del
nivel
nacional,
pero
cada
una
de
ellas,
a
su
vez,
se
encuentra
desconcentrada
internamente.
La
desconcentración
administrativa
por
funciones
se
configura
por
la
existencia
de
áreas
funcionales,
las
cuales
pueden
recibir
diferentes
denominaciones
dependiendo
del
tipo
de
entidad.
En
el
caso
de
los
municipios,
estas
son
las
secretarías
y
los
departamentos
administrativos.
Otras
entidades
pueden
asignarles
denominaciones
diferentes
como
direcciones,
subdirecciones,
gerencias,
vicepresidencias,
oficinas,
etc.
Algunas
entidades
también
pueden
tener
unidades
territoriales,
es
decir
oficinas
que
pertenecen
a
la
entidad
pero
que
se
12 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
social
y
las
funciones
de
apoyo
a
la
gestión
pública.
Por
su
parte,
las
funciones
asignadas
a
las
unidades
desconcentradas
no
les
pertenecen
a
estas,
sino
a
la
entidad
a
la
que
pertenece
la
unidad.
Este
es
el
caso
de
las
secretarías
en
un
municipio,
las
cuales
asumen
funciones
que
le
pertenecen
a
la
entidad
territorial.
Por
ende,
el
proceso
de
toma
de
decisiones
cuando
se
trata
de
la
entidad
territorial
municipio,
que
le
corresponde
al
alcalde
y
al
concejo,
se
ejerce
dentro
de
un
marco
de
autonomía
territorial,
lo
cual
implica
que
se
realiza
sin
la
injerencia
de
ninguna
autoridad
externa
a
la
entidad
territorial.
Pero
las
decisiones
que
toman
las
autoridades
de
las
unidades
desconcentradas,
como
las
secretarías,
se
enmarcan
en
una
relación
de
subordinación
de
los
secretarios
frente
al
alcalde.
Es
decir,
que
deben
sujetarse
a
las
directrices
y
órdenes
que
emite
éste
último.
Finalmente,
los
recursos
propios
de
las
entidades
territoriales
se
generan
por
los
impuestos
que
legalmente
se
les
han
asignado
como
propios.
De
acuerdo
con
el
marco
normativo,
las
entidades
territoriales
tienen
autonomía
para
la
asignación
de
estos
recursos
y
está
prohibido
que
autoridades
externas
entren
a
decidir
sobre
su
uso,
ya
que
son
la
base
para
garantizar
la
ejecución
de
las
decisiones
tomadas
por
las
autoridades
territoriales.
En
las
unidades
desconcentradas,
como
una
secretaría
o
un
departamento
administrativo
en
un
municipio,
o
las
localidades
en
Bogotá,
los
recursos
los
genera
la
entidad
territorial,
es
decir,
el
municipio
o
el
distrito
para
los
ejemplos
planteados.
Por
lo
tanto,
las
unidades
desconcentradas
carecen
de
recursos
propios,
ya
que
los
recursos
que
les
corresponden
son
asignados
por
las
autoridades
centrales
del
organismo.
Estas
particularidades
descritas
en
relación
con
la
desconcentración
administrativa,
sea
por
funciones
o
por
territorio,
son
las
mismas
para
cualquier
tipo
de
entidad
pública
en
Colombia.
• Plan
de
Ordenamiento
Territorial
(POT)
para
el
caso
de
los
municipios
con
más
de
100.000
habitantes
• Plan
Básico
de
Ordenamiento
Territorial
(PBOT)
para
los
municipios
que
tienen
población
entre
30.000
y
100.000
habitantes.
• Esquema
de
Ordenamiento
Territorial
(EOT)
para
los
municipios
que
tienen
menos
de
30.000
habitantes.
Estos
instrumentos
tienen
una
vigencia
de
tres
periodos
de
gobierno,
o
12
años
en
su
contenido
estructura;
sin
embargo,
también
hay
contenidos
urbanos
de
mediano
plazo
cuya
vigencia
mínima
será
de
dos
periodos
de
gobierno.
Asimismo,
hay
contenidos
urbanos
de
corto
plazo
que
rigen
como
mínimo
durante
un
periodo
de
gobierno
municipal
o
distrital.
14 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
3.2. Plan
de
desarrollo
El
plan
de
desarrollo
es
la
carta
de
navegación
de
los
mandatarios
de
elección
popular
en
Colombia.
El
presidente,
los
gobernadores
y
los
alcaldes
deben
formular
un
plan
de
desarrollo
cuando
llegan
al
cargo.
Estos
planes
de
desarrollo
tienen
una
vigencia
de
4
años
y
su
formulación
se
debe
realizar
durante
el
primer
año
de
gobierno,
cuando
se
está
ejecutando
el
último
año
del
plan
de
desarrollo
del
gobierno
anterior.
Esta
herramienta
se
debe
articular
al
Plan
de
Ordenamiento
Territorial
o
a
la
herramienta
de
ordenamiento
territorial
correspondiente
al
tamaño
de
la
entidad.
En
este
sentido,
el
POT
deberá
servir
como
referente
para
la
formulación
de
tres
planes
de
desarrollo.
Además
de
tomar
en
cuenta
lo
que
se
encuentra
establecido
en
el
POT,
el
plan
de
desarrollo
debe
incluir
las
promesas
realizadas
por
el
mandatario
electo
durante
su
campaña,
y
que
plasma
inicialmente
en
su
programa
de
gobierno.
De
igual
manera,
tiene
que
considerar
las
políticas
y
planes
de
desarrollo
nacionales
y
departamentales,
los
objetivos
de
desarrollo
sostenible
del
PNUD
y
las
propuestas
presentadas
por
la
población.
Aunque
en
teoría
el
insumo
principal
para
la
formulación
del
plan
de
desarrollo
son
las
iniciativas
ciudadanas
recogidas
por
las
administraciones
locales
mediante
ejercicios
de
participación
popular,
en
la
práctica
hay
que
considerar
una
gran
cantidad
de
insumos.
En
los
ejercicios
participativos,
la
sociedad
debe
tener
la
libertad
para
realizar
los
aportes
y
sugerencias
necesarios
para
resolver
las
problemáticas
o
necesidades
de
la
población,
o
para
mantener
o
mejorar
las
condiciones
de
vida
de
las
personas.
Independientemente
del
nivel
del
Estado
al
que
pertenezca,
el
plan
de
desarrollo,
de
acuerdo
con
la
Ley
152
de
1994,
se
compone
de
dos
partes:
una
general
y
un
plan
de
inversiones.
En
la
parte
general
se
deben
incluir
los
objetivos,
las
metas,
las
estrategias,
y
las
políticas
del
nivel
respectivo.
El
plan
de
desarrollo
es
la
herramienta
más
importante
a
través
de
la
cual
se
planea
el
cumplimiento
de
las
funciones
asignadas
a
los
municipios,
en
especial
las
correspondientes
a
la
inversión
pública.
En
este
sentido,
en
el
hay
que
indicar
los
programas
y
subprogramas
relacionados
con
la
educación,
la
salud,
el
ambiente,
las
vías,
la
cultura,
el
deporte,
los
jóvenes,
las
mujeres,
la
infancia
y
la
adolescencia,
el
desarrollo
agropecuario,
el
desarrollo
económico,
etc.
Es
decir,
que
el
plan
debe
señalar
acciones
de
la
administración
como,
por
ejemplo,
si
planea
mejorar
los
niveles
de
cobertura
y
de
calidad
de
la
educación
y
en
qué
proporciones;
cómo
disminuirá
los
niveles
de
deserción
escolar;
qué
vías
construirá,
a
cuáles
se
les
hará
mantenimiento;
cuántas
viviendas
de
interés
prioritario
y
de
interés
social
se
construirán,
etc.
Como
veíamos
arriba,
en
el
caso
de
los
municipios
y
distritos,
el
presupuesto
público
sirve
para
garantizar
la
concreción
de
los
propósitos
establecidos
también
en
el
POT,
PBOT
o
en
el
EOT.
Dichos
propósitos
están
referidos,
principalmente,
a
garantizar
la
satisfacción
de
las
necesidades
más
importantes
de
las
poblaciones,
a
resolver
problemas
de
provisión
y
cobertura
de
bienes
y
servicios
públicos
y,
en
general,
a
contribuir
al
desarrollo
económico
y
social
de
los
territorios.
En
cuanto
a
los
demás
organismos,
el
presupuesto
sirve
para
sustentar
y
garantizar
la
ejecución
de
sus
propios
procesos
de
planeación
y,
por
ende,
cumple
con
la
misma
función
en
las
entidades
de
nivel
territorial
en
términos
organizacionales.
En
cuanto
a
la
relación
de
esta
herramienta
con
las
dos
descritas
anteriormente,
es
necesario
tomar
en
cuenta
su
vigencia;
decíamos
que
el
POT
tiene
una
vigencia
de
12
años
y
el
Plan
de
Desarrollo
de
4
años,
mientras
que
en
el
caso
del
presupuesto
público
la
vigencia
es
anual
y
coincide
con
el
año
del
calendario.
Es
decir,
que
a
cada
plan
de
desarrollo
le
corresponden
4
presupuestos
públicos.
En
términos
generales,
se
puede
considerar
el
presupuesto
público
como
una
proyección
o
programación
de
los
ingresos
que
va
a
recibir
la
entidad
durante
el
año
y
los
gastos
en
que
va
a
incurrir.
Es
decir,
cuántos
recursos
le
van
a
ingresar
y
en
qué
se
los
va
a
gastar.
Por
este
motivo,
el
decreto
111
de
1996
dividió
el
presupuesto
en:
1)
presupuesto
de
rentas
y
recursos
de
capital,
y
2)
presupuesto
de
gastos
o
ley
de
apropiaciones.
El
presupuesto
de
rentas
incluye,
básicamente,
los
ingresos
corrientes,
los
cuales,
en
lo
que
se
refiere
a
las
entidades
territoriales,
provienen
de
diferentes
fuentes,
y
son
los
que
percibe
el
respectivo
nivel
territorial,
y
también
la
Nación,
por
ingresos
tributarios
y
no
tributarios,
que
se
explican
a
continuación:
1. Ingresos
tributarios:
son
los
ingresos
que
percibe
el
nivel
territorial
por
los
impuestos
que
cobra.
En
el
caso
de
los
municipios
y
distritos,
los
impuestos
que
más
recursos
generan
son
el
predial
y
el
de
industria
y
comercio.
También
hay
otros
impuestos
municipales,
como:
circulación
y
tránsito,
avisos
y
tableros,
delineación
urbana,
sobretasa
a
la
gasolina,
espectáculos
públicos,
sobretasa
ambiental,
ocupación
de
vías,
entre
otros.
En
los
departamentos
los
impuestos
se
conocen
como
impuestos
a
los
vicios,
ya
que
la
mayoría
provienen
de
cobros
por
consumo
de
cervezas,
licores
y
cigarrillos,
y
loterías.
También
se
incluyen
otros
impuestos
como
sobretasa
a
la
gasolina,
degüello
de
ganado
mayor
y
juegos,
entre
los
más
importantes.
16 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
2. Ingresos
no
tributarios:
son
recursos
que
se
reciben
por
fuentes
diferentes
a
los
impuestos.
Por
ejemplo:
las
tasas
que
se
generan
por
la
prestación
de
un
servicio
público
o
por
la
explotación
de
bienes
de
propiedad
pública;
las
multas
por
el
pago
de
sanciones
monetarias
establecidas
por
la
administración
territorial,
siendo
las
más
comunes
las
de
tránsito;
y
las
contribuciones
que
pagan
las
personas
beneficiadas
por
una
obra
pública,
como
es
el
caso
de
la
valorización,
la
cual
se
cobra
por
una
sola
vez
por
parte
del
contribuyente.
En
estos
ingresos
también
se
incluyen
los
que
reciben
las
entidades
territoriales
por
transferencias
y
regalías.
El
presupuesto
de
gastos
se
compone
de
los
gastos
de
funcionamiento,
los
gastos
de
inversión
y
el
servicio
de
la
deuda.
Aunque
se
esperaría
que
los
gastos
de
la
entidad
territorial
se
orienten
principalmente
a
la
inversión
social
y
con
ello
al
mejoramiento
de
las
condiciones
de
vida
de
las
poblaciones,
también
es
necesario
que
las
entidades
destinen
recursos
para
pagar
sus
burocracias.
Por
eso,
lo
que
se
refiere
a
gastos
de
funcionamiento
incluye
los
gastos
de
personal,
que
es
el
gasto
burocrático,
y
los
gastos
generales,
que
son
los
que
garantizan
el
normal
funcionamiento
de
la
administración,
como
los
servicios
públicos
que
se
pagan
por
el
funcionamiento
de
las
oficinas
públicas,
la
vigilancia,
los
servicios
generales,
el
papeleo,
etc.
Los
gastos
de
inversión
son
los
que
se
destinan
al
cumplimiento
del
plan
de
desarrollo
en
relación
con
los
diferentes
sectores
asignados
como
responsabilidades
públicas,
como
la
salud,
la
educación,
la
cultura,
el
deporte
y
el
ambiente,
entre
otros.
Finalmente,
el
servicio
de
la
deuda
también
forma
parte
del
presupuesto
de
gastos,
ya
que
en
la
actualidad
todos
los
municipios
han
adquirido
obligaciones
que
deben
ser
cubiertas
por
cada
administración.
Tabla
6.
Relación
de
las
vigencias
del
POT,
el
Plan
de
Desarrollo
y
el
presupuesto
público
Vigencia
12
años
Vigencia
4
años
Vigencia
anual
Presupuesto
Público
Presupuesto
público
Plan
de
desarrollo
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Plan
de
desarrollo
Plan
de
Ordenamiento
Presupuesto
público
Territorial
(POT),
Plan
Básico
de
Presupuesto
público
Ordenamiento
Territorial
(PBOT)
o
Esquema
de
Presupuesto
público
Ordenamiento
Territorial
(EOT)
Presupuesto
público
Plan
de
desarrollo
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Plan
de
desarrollo
Presupuesto
público
Presupuesto
público
Fuente:
(elaboración
propia)
18 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO
REFERENCIAS
Textos
2. Acto
legislativo
01
de
1968.
Reformatorio
de
la
Constitución
Nacional.
Diario
Oficial.
Año.
CV.
N.
32673.
17,
diciembre,
1968.
p.
641.
4. Decreto
111
de
1996.
Por
el
cual
se
compilan
la
Ley
38 de
1989,
la
Ley
179 de
1994
y
la
Ley
225 de
1995
que
conforman
el
estatuto
orgánico
del
presupuesto.
Diario
Oficial
42692
del
18
de
enero
de
1996.
6. Ley
136
de
1994.
Por
la
cual
se
dictan
normas
tendientes
a
modernizar
la
organización
y
el
funcionamiento
de
los
municipios.
Diario
Oficial
No.
41.377
de
2
de
junio
de
1994.
7. Ley
152
de
1994.
Por
la
cual
se
establece
la
Ley
Orgánica
del
Plan
de
Desarrollo.
Diario
Oficial
No.
41.450
del
19
de
julio
de
1994.
8. Ley
388
de
1997.
Por
la
cual
se
modifica
la
Ley
9
de
1989
y
la
Ley
2
de
1991
y
se
dictan
otras
disposiciones.
Diario
Oficial
No
43.091.
Julio
18
de
1997.
9. Ley
617
de
2000.
Por
la
cual
se
reforma
parcialmente
la
Ley
136
de
1994,
el
Decreto
Extraordinario
1222
de
1986,
se
adiciona
la
Ley
Orgánica
de
Presupuesto,
el
Decreto
1421
de
1993,
se
dictan
otras
normas
tendientes
a
fortalecer
la
descentralización
y
se
dictan
normas
para
la
racionalización
del
gasto
público
nacional.
Diario
Oficial
No.
44.188
de
9
de
octubre
de
2000.
10. Ley
1454
de
2011.
Por
la
cual
se
dictan
normas
orgánicas
sobre
ordenamiento
territorial
y
se
modifican
otras
disposiciones.
Diario
Oficial
No.
48.115
de
29
de
junio
de
2011.
11. Ley
1551
de
2012.
Por
la
cual
se
dictan
normas
para
modernizar
la
organización
y
el
funcionamiento
de
los
municipios.
Diario
Oficial
No.
48.483
de
6
de
julio
de
2012.
20 POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO