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El Romancero Gitano Página 1
EL ROMANCERO GITANO
Diciembre de 2018
Contenido
2.ROMANCERO GITANO 1
2.0. INTRODUCCIÓN 1
2.0. INTRODUCCIÓN
“El libro, en conjunto, aunque se llama gitano, es el poema de Andalucía, y lo llamo gitano porque el gitano
es lo más elevado, lo más profundo, más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el
que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal. Así pues, el libro es un
retablo de la Andalucía, con gitanos, caballos, arcángeles, planetas, con su brisa judía, con su brisa romana,
con ríos, con crímenes, con la nota vulgar del contrabandista, y la nota celeste de los niños desnudos de
Córdoba que burlan a San Rafael. Un libro donde apenas si está expresada la Andalucía que se ve, pero
donde está temblando la que no se ve. Y ahora lo voy a decir. Un libro antipintoresco, antifolklórico,
antiflamenco. Donde no hay ni una chaquetilla corta ni un traje de torero, ni un sombrero plano ni una
pandereta, donde las figuras sirven a fondos milenarios y donde no hay más que un solo personaje
grande y oscuro como un cielo de estío, un solo personaje que es la Pena que se filtra en el tuétano de
los huesos y en la savia de los árboles, y que no tiene nada que ver con la melancolía ni con la nostalgia ni
con ninguna aflicción o dolencia de ánimo, que es un sentimiento más celeste que terrestre; pena
andaluza que es una lucha de la inteligencia amorosa con el misterio que la rodea y no puede
comprender.” FGL.
Federico García Lorca es, sin duda, una de las personalidades más destacadas de la Generación del 27,
tanto por su producción literaria como por su participación en la vida cultural. Su obra poética y teatral es
uno de los referentes más importantes de la historia de la literatura universal.
La Generación del 27 se caracteriza por su integración de la tradición literaria española, tanto culta
(Góngora, Quevedo, Juan Ramón Jiménez, Bécquer, Antonio Machado, etc.) como popular (Romancero y
cancionero tradicional) con las innovaciones vanguardistas. El Romancero Gitano es una de las obras más
representativas de la época porque funde a la perfección tradición y vanguardia. Fue escrita entre 1924 y
1927 y publicada, en 1928 en la Revista de Occidente con gran éxito popular: hubo otras ediciones en
1929, 1933, 1935 y 1936.
Si hablamos de corrientes poéticas, podemos situar la obra dentro del Neopopularismo, el cual trata de
renovar la lírica tradicional, alejándose de la literatura elitista y universalista del Modernismo y de la
frialdad y el hermetismo de las Vanguardias. La elaboración de esta obra coincide en el tiempo con los
movimientos renovadores en la poesía española y europea.
Cabe destacar que ningún libro de poemas en español se ha vendido tanto como éste. Quizá esto se deba
a que la obra ya era famosa antes de ser publicada, pues el mismo Federico García Lorca recitaba sus
poemas en reuniones formales e informales tanto antes como después de publicar la obra y, además,
algunos de los romances ya habían aparecido en varias revistas literarias. El mismo Lorca dijo:
"Es mi obra más popular, la que indudablemente tiene más unidad y es donde mi rostro poético aparece
con personalidad propia, y lo llamo gitano porque el gitano es lo más elevado, lo más profundo, lo más
aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto
de la verdad andaluza y universal"
Pero él consideraba su libro “antipintoresco, antifolklórico, antiflamenco […] donde solo hay un personaje
que es la Pena […]; pena andaluza que es una lucha de la inteligencia amorosa con el misterio que la rodea
y no puede comprender”.
En el Poema del Cante Jondo Federico García Lorca había intentado captar la esencia del cante, del alma
gitana y andaluza. En RG, reviste esas almas con un cuerpo y las dota de individualidad. Porque para el
poeta, lo gitano es equivalente a lo andaluz. No es un libro de gitanos, sino un libro de Andalucía. En
Barcelona, en 1935, lo explicó:
“lo llamo gitano no porque sea gitano de verdad, sino porque canto a Andalucía, y el gitano es en ella la
cosa más pura y auténtica”
También dice: “El libro, en conjunto, aunque se llama gitano, es el poema de Andalucía, y lo llamo gitano
porque el gitano es lo más elevado, lo más profundo, más aristocrático de mi país, lo más representativo
de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza y universal. “ Quiere,
con estas palabras, ampliar el tema hacia lo andaluz general, y aun hacia lo universal, y diluir el gitanismo
en el alma de Andalucía. Si tenemos en cuenta que el libro ha dado la vuelta al mundo, y que su estilo,
independientemente de su tema, vale por sí mismo, lo consiguió. Hay que tener en cuenta que los gitanos
son un tema literario, con pocas connotaciones reales sociológicas y políticas. Y que este tema está
circunscrito a un periodo muy concreto de la obra lorquiana, el que va de 1923 a 1928, Canciones, Poema
del Cante Jondo, y Romancero Gitano. Como hemos dicho al comienzo, las almas descritas en estos
poemas toman cuerpo en el Romancero: Antoñito, Soledad, la monja gitana…
En los poemas del Romancero aparecen dos componentes: uno real y anecdótico y otro mítico. Esta parte
mítica conforma con sus elementos fabuladores una nueva realidad. El Romancero representa la
universalización del gitano o la agitanación del universo. En el centro del mundo del Romancero está el
gitano idealizado, llevado a un plano casi abstracto. Todo está mitificado, Lorca mitifica el mundo
andaluz, y para ello recurre también al pasado mítico andaluz, que él conoce en una doble vertiente tan
frecuente en él. Por un lado, de forma culta, por sus lecturas de tragedias y mitologías, y por otro, de
forma intuitiva, al indagar en el mundo artístico gitano-andaluz. Se mezclan así, en un mismo plano “el
sacerdote de Hércules gaditano y el gitano de hoy” (Fernández Almagro)
Es un mundo misterioso, donde se une lo mítico con lo histórico, y todo ello, agitanado. Personajes
históricos son gitanos: Gitano perfecto es el arcángel San Gabriel, gitanas son las santas paleocristianas,
o los personajes bíblicos Amar y Thamón.
Los gitanos conviven en un mundo de constantes transformaciones donde lo natural y lo sobrenatural van
juntos, donde los elementos naturales se personifican y acercan a la mitología y se insertan de modo
esencial en ese mundo natural. La mayoría de los romances tienen dos vertientes, una mítica y una real
y anecdótica. Así, la vida, pasión y muerte del gitano se convierte en mito. Por ejemplo, en el “Romance
de la luna luna”, la anécdota es la muerte de un niño en la fragua. Pero allí aparece el mito, la Luna, y
todos los elementos del escenario se conjugan para crear la atmósfera gitana: el bronce, los nardos, los
gritos, la fragua…
Ya sabemos que nunca poetiza a un gitano ladrón y delincuente, sucio y sin moral. “Los gitanos no son
aquellas gentes que van por los pueblos, harapientos y sucios. Esos son húngaros. Los verdaderos gitanos
son gente que nunca han robado nada y que no se visten de harapos.“, dice FGL. Cuando hay fechorías,
estas fechorías del gitano son el equivalente de los robos y raptos que se dan en las mitologías: de vacas,
de naranjas de oro, de mujeres de carne y hueso…
Los gitanos son tipos individuales, pero representan al colectivo de su raza, la gitana. Los poemas reflejan
los principales componentes de su actitud vital: sentido de la muerte como fatalidad inevitable, como
lazo que se cumple, sentido de la vida como afirmación del propio yo en la fidelidad a una estirpe, a la
propia persona identificada por el nombre, la filiación, y por la adscripción a un lugar geográfico preciso,
confirmación de la persona en su conducta, gestos y actitudes: el garbo, el rumbo, el amor al lujo, a la
belleza de los aparentemente inútil, a la libertad. Son seres instintivos, primitivos. Su instinto, el impulso
sexual desatado, los amores ilícitos, la propia fatalidad los llevan a la violencia y a la muerte, a la tragedia.
Aceptan su destino sin cuestionarlo, con valor. Frustración y destino trágico caracterizan a todos. Las
cabezas levantadas y los ojos entornados de los gitanos en el “Romance de la luna, luna” muestran su
orgullo ante un destino contra el que no pueden luchar.
El gitano vive unido hondamente a una cultura primitiva y natural, con unas leyes y un código propio que
no son los del mundo occidental. Era un marginado de la historia europea de su civilización, que vivía
rodeado y aprisionado por ella, pero a la defensiva, en ósmosis y con la posibilidad de ser asimilado.
Salvando las diferencias geográficas, sociales y de integración, el negro de Poeta en Nueva York cumple la
misma función poética. Los dos libros plantean la dialéctica entre naturaleza e historia, entre una cultura
primitiva marginada y una civilización triunfante.
Representan la libertad, luchan por la libertad de su pueblo y de sus orígenes. Nunca pierden de vista lo
que implican sus raíces. La tradición y la costumbre guían su comportamiento. Son transgresores, están
fuera de la ley, desprecian la autoridad y rompen las reglas. Pero no entran en conflictos morales. La
forma de presentar al hombre y a la mujer gitanas es muy tradicional, influido inevitablemente por la
época en la que fue escrita. El gitano es maduro, sensato, tranquilo, protector.
Antoñito el Camborio es “el prototipo del verdadero gitano”, la mitificación del hombre gitano, es joven,
con buena situación social y económica, proveniente de la aristocracia gitana, un valiente héroe, ec. Por
eso es envidiado por los suyos Es de los pocos gitanos con nombre. Y no solo eso, sino que decía FGL
que era “el único de todo el libro que me llama por mi nombre en el momento de su muerte. Gitano
verdadero, incapaz del mal, como muchos que en estos momentos mueren de hambre por no vender su
Las rivalidades del mundo gitano, la unidad de los clanes, que todavía perdura en la actualidad, se
muestran en los poemas “Prendimiento de Antoñito el Camborio”, y “Muerte de Antoñito el Camborio”.
Solo la Guardia Civil puede vengar a Antoñito. También en “Reyerta”, la muerte de Antoñito el de Montilla
nos describe un mundo de toros, caballos, sangre, violación y muerte.
El tema social del gitano perseguido aparece en “Romance sonámbulo”, pero también la muerte y la
frustración. Sabemos de un contrabandista herido, que viene de los montes de Cabra, y que busca refugio
en la casa de su amada, muerta misteriosamente en la espera. Los guardias vienen a llevárselo.
La libertad, la necesidad de sexo, maternidad y naturaleza se encuentra en “la monja gitana”, que no
puede ni siquiera bordar con hilos de colores, y a la que la fantasía se le desborda ante los juegos de la luz
que entra por la celosía.
El sexo se mitifica en La casada infiel. Pero también el código de conducta del gitano. “me porté como
quien soy, como un gitano legítimo”.
Hay otro personaje simbólico: Por encima de su idiosincrasia personal, su sexo, Soledad Montoya
representa no solo la frustración personal, sino la pena negra de los gitanos… “¡Oh pena de los gitanos!,
pena negra y siempre sola”
Los gitanos son aventureros, y valientes, eternamente ingenuos, son generosos y alegres. Por eso el poeta
se pone de parte de ellos frente a la Guardia Civil, personaje que también es parte indispensable de esa
visión gitana del mundo. La Guardia Civil no es un mecanismo político-social, sino que está vista de forma
popular, como el poder oscuro que niega la libertad. Confiere rango épico a los gitanos, y crea una nueva
alegoría de las fuerzas naturales en lucha perenne. Se observa en el “Romance de la guardia civil” donde
estos destrozan la ciudad de los gitanos, sus torres de canela, y cambian la alegría de sus vidas por el llanto
y la tragedia.
La fragua, sitúa el poema en el mundo de los gitanos, la relación de estos con la forja es constante.
También los caballos, los toros, las navajas…
La realidad es que el mundo gitano llena todo el libro. Unos poemas son abiertamente gitanos, otros,
pocos, quedan envueltos por la atmósfera gitana del libro. El gitano es, pues, el guardador de las esencias
de la manera de ser y estar andaluzas.
Como hemos visto en la pregunta anterior, en el Romancero aparecen muchos personajes épicos que
crean un universo propio, con una dimensión individual y colectiva, carnal, sensorial, psicológica y
espiritual. Cada figura con peso propio, pero gravitando sobre su entorno, el cosmos, la naturaleza, el
ámbito rural y urbano. Son personajes de vida primitiva, en constante contacto con la naturaleza. El
mundo interior de sus sentimientos exaltados y de sus pasiones, solo se frena con las costumbres y
creencias tradicionales y los elementos cósmicos.
La mujer está movida por el deseo, la frustración y el dolor, Son mujeres que sueñan, aman y viven
intensamente, pero están abocadas a un destino claro: la frustración, la tragedia y la muerte. El hombre
impone su masculinidad quedando esta como ser pasivo y subordinado ante el impulso sexual del varón.
A diferencia del hombre gitano, de la mujer vamos a tener descripciones tanto físicas como psíquicas. Se
caracterizan por su pena o tristeza y su debilidad ante las dificultades, provocando que la figura masculina
tome fuerza y resalte su papel protector. Además las caracteriza como símbolos del sensualismo y el
erotismo. Físicamente Lorca las caracteriza con los rasgos propios de su raza, por ejemplo con melena de
pelo negro. La lectura de los poemas nos da a conocer a estas mujeres:
Preciosa, la gitana de nombre cervantino, cuya inocencia y frescura despiertan el deseo sexual del viento.
La monja gitana, que borda alhelíes, y sueña con la libertad, la maternidad y el sexo, en un juego de
fantasía y realidad, a través de la luz.
La gitana más honda, Soledad Montoya, que simboliza la frustración individual, pero se ensancha hasta
simbolizar la pena gitana. Su nombre es simbólico y nos da clave de lo que le pasa. Su apellido es de clara
raigambre gitana
La niña amarga del “Romance Sonámbulo”, representación de la frustración y de la muerte. La niña tiene
la “cara fresca, pelo negro”, pero la espera y la muerte transforman en “verde carne, pelo verde”. La
gitana se transforma, sus características físicas se amalgaman con los elementos naturales, su pelo es
verde, como los árboles. La gitana, en el intento de fusionarse con la luna, muere.
La única gitana feliz, Anunciación de los Reyes, en “San Gabriel”, por su maternidad; el personaje bíblico
gitanizado, Thamar, que trae el tema del incesto y el sexo prohibido, y la gitana-paleocristiana: Santa
Olalla, martirizada y transformada en naturaleza.
La antropomorfización que Lorca concede a los elementos naturales convierte en mujer a la luna, blanca,
con su polisón de nardos, anhelante también de niños. La Luna en el RG es el arquetipo de la feminidad,
ejerce fatales influencias, los acerca al ritual del sacrificio, manifiesta la interacción entre lo cósmico y lo
humano. (también sucederá con los personajes masculinos, como el viento de Preciosa)
Los pechos de las mujeres son recurrentes en la poesía de Lorca. Son símbolo de fecundidad de
sensualidad, de erotismo, pero también de vida e instinto maternal. (Soledad, Tamar) Todas las mujeres
están relacionadas con el amor.
Una serie de personajes femeninos secundarios contribuyen a crear el ambiente adecuado: “las tristes
mujeres del valle” de Reyerta, el desfile de mujeres en S. Miguel “las manolas gitanas “de culos grandes y
ocultos”, las “damas de triste porte, morenas por la nostalgia”. También en el “Romance de la Guardia
Civil española”, aparecen la Virgen gitana, las gitanas viejas, una doncella, la “Rosa de los Camborios” y
otras muchachas.
Del físico poco podemos decir, pues a lo largo de la obra apenas nos vamos a encontrar descripciones
físicas. Uno de los gitanos más representativos es Antoñito el Camborio. Éste es la mitificación del hombre
gitano: joven, con buena situación social y económica, proveniente de la aristocracia gitana, un valiente
héroe, etc. Es por esto por lo que es muy envidiado entre los suyos y es esta envidia la que lo lleva a ser
asesinado por sus propios primos. (Zapatos color corinto,/medallones de marfil,/y este cutis amasado/con
aceituna y jazmín.) Este personaje, en su vaivén de valentía y cobardía, es el que dialoga con su creador
Federico García, quien llega a exhortarle para que se acuerde de la Virgen. El gitano, al final, rechazando
una premisa de su raza, le pide a Federico que llame a la Guardia Civil.
Los gitanos se relacionan con los metales: son bronce, son cobre, son verdes, son pues, eternos, pero
también relacionados con la muerte.
El Amargo, del Romance del Emplazado, ya había aparecido en el Poema del Cante Jondo. Los personajes
violentos de “Reyerta” representan aquí el universo trágico, “esa lucha sorda latente en Andalucía y en
toda España de grupos que se atacan sin saber por qué, sin causas misteriosas.. “
El bandolero del “Romance Sonámbulo”, cuya leve trama se diluye en la atmósfera mágica y simbólica.
Un contrabandista perseguido por la Guardia Civil acude desangrándose a casa del padre de su amante
para morir dignamente en su cama. Todos ellos son seres movidos por la fatalidad, el fatum, como los
personajes de las tragedias griegas, que les lleva a la muerte.
La Guardia Civil: Lorca muestra una actitud cercana y benévola a los gitanos y de rechazo a la Guardia
Civil. Recordamos que no son vistos como un mecanismo políticosocial, sino como representación de la
represión, de la oscura violencia frente a la libertada humana, generosa y alegre, del antagonista sin el
cual no hay dimensión heroica en el protagonista. No obstante, no tienen un protagonismo negativo
fundamental en el libro, ya que aparecen en seis romances, y en casi todos de forma secundaria.
Aparece en “Preciosa y el aire”, solo como elementos pasivos que presencian el ataque (“carabineros que
guardan las blancas torres/donde viven los ingleses”); al igual que en Reyerta (señores guardia civiles,
/aquí pasó lo de siempre…”en “Romance sonámbulo, la Guardia Civil persigue a los compadres, guardias
borrachos en un ambiente de misterio y tragedia.
El “Romance de la Guardia Civil española” es el único romance que tiene como personaje principal a la
Guardia Civil, representados como la destrucción y la muerte, (“los caballos negros son/las herraduras son
negras… tienen, por eso no lloran/de plomo las calaveras”)
Otro grupo de personajes significativos son los religiosos. Los arcángeles, prototipos de las tres ciudades
andaluzas. San Miguel, San Rafael y San Gabriel, es decir, Granada, Córdoba y Sevilla.
La Pena negra: Evidentemente, no es un personaje propiamente dicho, pero toda la crítica destaca la
plasmación de este sentimiento en los personajes y los romances. No tiene que ver con ningún
sentimiento de melancolía ni nostalgia, es una pena andaluza. El mundo en el que vive cada personaje es
En este Romancero gitano, clásico y moderno al mismo tiempo, encontramos temas llanos como en otros
poemas del autor, y, junto con ellos, temas de raíz trágica como:
EL MUNDO ANDALUZ. EL GITANO Y LA ANDALUCÍA DEL LLANTO: el poeta recrea la realidad andaluza: tipos,
costumbres y actitudes de los gitanos en su paisaje andaluz. Se inspira en la infancia, en sus experiencias
y en las leyendas de la tierra. El elemento gitano es el común denominador de todo el libro y representa
la libertad, la aventura, la fantasía, la ensoñación pero también lo que está al margen de la ley. Hay en
todo ello un componente antisocial si tenemos en cuenta que para Lorca lo gitano es un ideal de conducta:
el instinto sexual, el primitivismo, la fatalidad, la violencia, el desprecio a la autoridad, la ruptura de reglas,
el amor ilícito.
Nos muestra al gitano idealizado, convertido en mito, y materializa en él el prototipo de hombre libre que
trata de afirmar su individualidad frente al mundo y que sucumbe ante el destino trágico e
implacable del que no puede escapar.
Dentro de este mundo andaluz se refleja la Andalucía del llanto, refleja el conflicto que vive la raza gitana
porque si se integra en el mundo “payo” desaparecería como raza y, si no lo hicieran, estarán siempre
marginados. Todo esto unido a la tradición del cante jondo, muestra una imagen del pueblo andaluz
traspasada por la pena. No nos habla de la pena negra como tal, sino que esta se extrae de los personajes,
y en especial, del personaje de Soledad Montoya, en el “Romance de la Pena negra”. “La pena de Soledad
Montoya es la raíz del pueblo andaluz. No es angustia porque con pena se puede sonreír, ni es un dolor
que ciega puesto que jamás produce llanto; es una snsia sin objeto, es una amor agudo a nada, con una
seguridad de que la muerte está respirando detrás de la puerta”
DENUNCIA SOCIAL: Presente a través de la figura del gitano y de la Guardia Civil, figuras opuestas que
establecen dos extremos del mundo lorquiano .Romances como el del Camborio y el de la Guardia Civil
son la expresión más clara de esta denuncia social. En el romance de “La monja gitana” manifiesta otra
denuncia: la represión religiosa de los instintos. Otros ejemplos de denuncia los encontramos en el
romance de “San Miguel” con una crítica a la sociedad de Granada; “Muerto de amor”, denuncia ante la
desigualdad social; en “San Rafael” aparece la marginalidad que produce la homosexualidad.
EL AMOR, EL EROTISMO Y EL SEXO. Podemos encontrar diferentes conceptos del amor: amor frustrado, amor
ansiado, amor prohibido, amor imposible, amor incestuoso.
El sexo y el erotismo están presentes en varios poemas: “La casada infiel”, (sexo superficial y físico);
“Romance de la luna, luna” (esa luna desnuda que seduce al niño con una posesión mortal; “Thamar y
Amnón” la luna presencia un violación sexual incestuosa; en “Preciosa y el aire”, el viento céfiro arremete
contra una delicada doncella.
En el romance de “La casada infiel”, de sexo superficial y físico, sin implicaciones, sin trascendencia ni
repercusión alguna para el espíritu de los actores y, en especial, para el espíritu del gitano que en primera
persona hace la narración un tanto exhibicionista del suceso sexual; en el “Romance de la luna, luna”, con
esa luna-mujer-bailarina desnuda, lúbrica y pura, que seduce y posee al niño con posesión mortal. Y la
tónica seguirá hasta el romance último, en el cual aquella luna que en el primero tenía senos de duro
estaño, se transforma en pechos durísimos de la hermanastra de Amnón, en el romance decimoctavo, el
de “Thamar y Amnón”, en que la luna preside una bíblica y agitanada violación sexual entre hermanastros.
En “Preciosa y el aire” se narra la agresión sexual de un viento hipermasculinizado sobre una grácil
doncella, etc. De hecho, la obra de Lorca es el documento literario más impresionante de la literatura
española en todos los tiempos creado sobre la realidad amorosa frustrada en sus raíces más íntimas y
fundamentales.
El individuo de Lorca está marcado por el instinto, el erotismo y el sexo .La energía sexual se materializa
junto con el dolor y el sufrimiento en varios romances: el martirio de Santa Olalla, en el ahogamiento de
la niña en el pozo; en las puñaladas de Juan Antonio de Montilla, en Thamar y Amnón.
Podríamos hablar de una dualidad sexo-muerte, lo que es símbolo de vida será precisamente lo que
amenaza y anuncia la muerte.
Lorca desafía a toda una ideología considerando al homosexual como el individuo más liberado y más
reprimido, a la vez, de la humanidad. El homosexual es la figura del dolor (romances como San Miguel,
San Gabriel, Muerto de amor, Romance del emplazado o incluso el de Antoñito el Camborio; en todos
ellos el amor se vincula con el dolor y la muerte. Es un amor frustrado que lleva a la destrucción.
Quizá la figura del homosexual está más estigmatizada que la del gitano porque el homosexual no
encuentra apoyo sino que está condenado al aislamiento, a la frustración, a la soledad, a la marginación
y al dolor.
VIOLENCIA Y MUERTE. La violencia dirigida hacia los marginados irrumpe todo el tiempo en el paisaje poético
lorquiano.
En el último romance, junto a la violencia de los esclavos negros del rey David, que quieren matar a Amnón
(negros le dirigen flechas/ desde muros y atalayas), y junto a la violencia de otra índole del propio rey, y
del propio Lorca, que mata el libro que escribe, poniendo fin terminante a esta subespecie poética que
está cultivando: David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa
Señores guardias civiles: /aquí pasó lo de siempre./Han muerto cuatro romanos /Y cinco cartagineses.
El Antoñito que en el romance undécimo provocó el lamento lorquiano por el ocaso de una raza violenta
(Se acabaron los gitanos / que iban por el monte solos), en el romance siguiente, el duodécimo, tributa
con sangre y vida a la muerte voraz y grande que domina el microcosmos del Romancero gitano,
congraciándose así con el favor del poeta que puede ya sublimarlo hasta hacerlo morir de perfil viva
moneda que nunca / se volverá a repetir.
Son poemas de muerte también “Muerto de amor”, el decimotercero, y “Romance del emplazado”,
decimocuarto del libro, el emplazado es un hombre al que la muerte enamorada le ha dado cita exacta
desde dos meses antes, para cerrarle los ojos el 25 de agosto, en proximidad de fechas con el propio
asesinato de Lorca. Tanta violencia aislada, tanta muerte individual halla su eclosión natural en un
pletórico asesinato colectivo, en una orgía desenfrenada de violencias, de saqueo a sable, fusil y fuego,
en el romance decimoquinto, el de la Guardia Civil Española.: aquel en el que los sables cortan las
brisas/que los cascos atropellan; aquel en el que tercos fusiles agudos / por toda la noche suenan/.... / en
un aire donde estalla/rosas de pólvora negra; aquel en el que joven y desnuda/la imaginación se quema.
Así es el final, coherente, macabro y definitivo de los poéticos gitanos de Lorca, proyección de su yo más
íntimo. Todo cuanto ha cantado, cuanto de sí mismo ha cantado, es estúpidamente destruido y arde por
la voluntad ajena y asesina de las fuerzas de la represión, de las fuerzas que están para exterminar
cualquier forma de heterodoxia. En definitiva en el romance decimoquinto, el Romance de la Guardia
Civil, arde inmotivadamente la lorquiana ciudad de los gitanos en uno de esos tétricos amaneceres en que
el poeta acostumbra a situar los puntos culminantes de sus relatos trágicos:
El alba meció sus hombros/en largo perfil de piedra. Arde esa ciudad que existió sólo en el sueño
misterioso y mágico de quien construyó una imposible ciudad hecha de inconsistente arena: Que te
busquen en mi frente./Juego de luna y arena.
Cuerpos heridos, mutilados que manifiestan esta violencia física son también violencia represiva contra
una ideología cultural. La sangre es la esencia de la vida y su derramamiento es la esencia de la muerte.
DOLOR Y FRUSTRACIÓN. Lorca transmite el dolor y la frustración a través de la palabra y nos muestra el
conflicto entre las instituciones opresivas, por un lado, y el deseo de libertad del individuo, por otro.
El dolor de los personajes que Lorca nos muestra a través de su poesía manifiesta la opresión y la soledad
del individuo. Presenta un mundo donde los personajes van perdiendo su identidad, son despojados de
lo material y también se pierden o buscan sin encontrar sentimientos.
Si en el “Romance sonámbulo” aparecía el tipo mítico femenino, ahora aparece el tipo mítico masculino.
Antoñito el Camborio representa la dignidad gitana herida por la historia, el tiempo y las circunstancias.
“Gitano verdadero, incapaz del mal como muchos que en estos momento mueren de hambre por no
vender su voz milenaria a los señores”. Antoñito es el representante de la aristocracia gitana, un ser nacido
para la perdición o para la gloria, pero nunca para la humillación y la mediocridad. “Muerte del
emplazado” y “muerto de amor” son los romances de la fatalidad inminente.
“Reyerta”(Lucha y violencia entre gitanos). A través de un suceso trivial transluce una historia mítica (una
historia realista y cotidiana que pasa a tener un significado general): la presencia de seres extramundanos
como los ángeles, las características cristológicas de la pasión de Juan Antonio de Montilla, la insistencia
sobre la sangre derramada... El tema de la lucha de personas que se atacan sin saber por qué; la violencia
como otro impuso vital.
“Romance de la guardia civil española” (La represión de la Guardia Civil; destrucción del mundo mítico
gitano actual). La Guardia civil (creada para perseguir a los delincuentes en las zonas rurales) representa
la dura realidad frente a la fantasía, la fuerza del mal que va a destruir el mundo de los gitanos; de ahí el
color negro que califica a todo lo relacionado con los guardias civiles.
Puedes consultar una presentación muy clara sobre los símbolos en el RG. Tienes acceso también desde
Moodle.
Los símbolos son el elemento clave del universo mítico lorquiano. Sus significados múltiples y no
racionalizados permiten al lector una libertad interpretativa que enriquece el poema con infinitas
connotaciones: “cuando llegaba la noche/noche que noche nochera,/los gitanos en sus fraguas/ forjaban
soles y flechas./ Un caballo malherido/llamaba a todas las puertas”. ¿qué es el caballo malherido? No lo
sabemos, pero sí que entendemos que es un funesto presagio. No se justifica racionalmente, pero nos
llena de intuiciones.
El poder maléfico de LA LUNA domina toda la poesía lorquiana. A veces es sólo una presencia mágica que
hechiza, pero casi siempre actúa como precursora de la muerte, o preside las escenas en que ella aparece.
Otras veces, por el contrario, se le asigna una función fecundadora, engendradora o de agente erótico.
Sintetiza los dos planos en los que se mueve la poesía lorquiana: la vida (el sexo, la fecundación) y la
muerte.
El color VERDE como símbolo de la vida, se asocia con elementos sexuales, con el deseo prohibido que
conduce a la frustración y a la infertilidad; así, es símbolo de vida, pero también de muerte.
EL ESPEJO es un símbolo polivalente: significa el hogar y la vida sedentaria, y recoge valores cromáticos,
acústicos… Reproduce las imágenes y las contiene. El espejo proyecta la realidad vivida, refleja las cosas
y también instintos, sueños, recuerdos…La atracción que siente por el espejo proviene del ambiente
granadino, los ríos, aljibes… Los ojos aparecen en más de una ocasión en estos romances como
representaciones metafóricas del espejo, la luna, finalmente, es el gran espejo sobre el que se refleja el
mundo.
EL NEGRO (las mariposas negras), las HIERBAS significa verde y muerte. Por ejemplo cicuta y ortigas, la
amarga adelfa… El musgo refleja el paso inexorable del tiempo. La SOMBRA, el mundo nocturno, todos
ellos nos remite a la muerte, lo oscuro es lo estéril.
EL AGUA, símbolo erótico y de fecundación, pero también agente de muerte: agua en movimiento que
mata y agua parada de la existencia sin salida a través de pozos, aljibes, estanques, fuentes y acequias. El
mar es símbolo sexual, el mar es lo azul, que representa la masculinidad, frente a la tierra que es lo
femenino. El mar y el río ahogan al amante lorquiano.
LA SANGRE, que es vida (generación, sexualidad, fertilidad) y puede ser asimismo sufrimiento (sangre
negra)
EL CABALLO, muy rico en significaciones. Aparece ligado a la figura del gitano. Lo masculino y viril se
expresa a través de los atributos del caballo y a menudo tiene claras connotaciones eróticas. También los
instintos y pasiones se representan por medio de un caballo sin freno que se encamina hacia su perdición.
No menos aciaga es la imagen del caballo y del jinete al que acecha la muerte o que ya es cadáver,
convertida en auténtico leit motiv lorquiano. El caballo negro es siempre portador de malos augurios.
EL TORO tiene una clara significación trágica. Puede definirse como símbolo del truncamiento de la vida.
Asociado a la fiesta taurina, evoca con su sola presencia la sangre y la muerte. En medio de la lucha mortal
que sostienen dos grupos enemigos, el poeta introduce su figura para reflejar expresivamente la violencia
de su situación.
EL VIENTO sería el símbolo del erotismo masculino, pero también tendrá tintes fatídicos. EL POZO como
expresión de la pasión estancada, sin salida, LA FRAGUA, que nos remite al mundo gitano ya que la de
herrero es la profesión gitana por excelencia.
El gitano simbolizaría el conflicto entre primitivismo y civilización, entre instinto y sociedad. El gitano
fracasa en sus intentos de adaptación a la sociedad y sucumbe a su ‘fatum’ o destino trágico. LOS
ÁNGELES, seres intermedios entre lo espiritual, Dios, y el hombre, mensajeros y conductores.
En El Romancero gitano aparecen SÍMBOLOS ERÓTICOS como los MUSLOS, la CINTURA, los PECHOS… La
mutilación de los pechos es un sacrilegio de la fecundidad. Hasta el GITANO es un símbolo en sí mismo
del hombre primitivo, de la fuerza de la naturaleza, de lo antisocial. Expresa el alma de Andalucía, y el
dolor y la tragedia.
Los espacios se hacen simbólicos: Andalucía es el gran ESPACIO MÍTICO de Lorca. Romana y vieja,
musulmana y sabia, dionisiaca y trágica, tierra de la pena oscura y del amor que desemboca en la muerte.
Esta Andalucía, como Grecia, se eleva a un rango superior, se aleja del costumbrismo, de todo acento
regional, es la Andalucía de los perseguidos, del amor de la muerte, de la comunión con la naturaleza, del
misterio…
El Romancero es el punto culminante de una etapa estética en la que los temas y formas tradicionales se
transforman por el neogongorismo o la vanguardia y por su propia personalidad, dan como resultado algo
completamente original, en donde resulta difícil deslindar unos rasgos de otros. Además de esta mezcla
de elementos vanguardistas, tradicionales populares y tradicionales cultos, hay que remarcar algunos
elementos muy característicos de Lorca: la personificación de lo inerte o animal y el sensualismo y la
atención a lo concreto.
DEL ROMANCERO toma el fragmentarismo: Los poemas empiezan “in medias res”, o con la conjunción “y”
o “que” (como si fuera el fragmento de una composición previa: Y que yo me la llevé al río de “La casada
infiel”) y a veces tienen el final truncado, sin que sepamos qué fue lo que pasó: Violador
enfurecido,/Amnón huye con su jaca./Negros le dirigen flechas/en los muros y atalayas./Y cuando los
cuatro cascos/eran cuatro resonancias,/David con unas tijeras cortó/las cuerdas del arpa. (“Thamar y
Amnón”)
A veces, las frases no van introducidas por verbo, y hay enumeraciones y condensaciones por
yuxtaposición. También hay expresiones tomadas de romances medievales (Míralo por dónde viene. Que
es aquello que reluce…)
HAY OTRAS INFLUENCIAS TRADICIONALES fundamentalmente toda la tradición oral que vivió en su pueblo; y la
del cante jondo por su componente musical.
Por otro lado encontramos la presencia de lo tradicional culto. El influjo de Góngora es notable. Lorca ve
en él el padre del sentido moderno de la metáfora, que le sirve para conciliar mundos opuestos. Defiende
el hermetismo gongorino y el uso de la mitología como componente esencial de su dificultad. El lector
debe ser receptivo y abierto, para poder comprenderlo. La poesía de Góngora es la poesía pura, porque
traslada al lector la esencia de las cosas, y es la esencialidad uno de los rasgos de la poesía de Lorca.
C) EL VANGUARDISMO
1
Una vez Lorca dijo: “¿Poesía?: es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran
juntarse, y que forman algo así como un misterio; y cuanto más las pronuncia, más sugestiones
acuerda; por ejemplo, ... poesía es: ‘ciervo vulnerado’ ”. Y más adelante: “Si me preguntan
ustedes por qué digo yo: ‘Mil panderos de cristal / herían la madrugada’, les diré que los he visto
en manos de ángeles y de árboles, pero no sabré decir más, ni mucho menos explicar su
significado”. El Romance Sonámbulo o los poemas dedicados a los Arcángeles son de los
romances más herméticos del libro
La personificación es un recurso constante en el Romancero gitano. A través de él, Lorca intenta dar vida
a lo inerte, humanizando animales, animalizando objetos, situaciones, etc. Con esto consigue dramatizar
la acción, activar el fatum (anticipaciones, premociones, etc.). Acaba por gitanizar el universo para hacer
universal al gitano. La luna es una mujer, la tarde cae desmayada sobre los muslos de los jinetes, el mar
baila en la playa, el viento-hombrón persigue a Preciosa, la tarde da una torera…
Lorca es realista, a pesar de mitificar los acontecimientos reales (la muerte de un niño en ausencia de
sus padres, en el “Romance de la luna luna”; la joven gitana que tiene miedo a la tormenta, en “Preciosa”
etc.) Sin embargo, no sólo estos hechos tienen una base realista, también es identificable la base real de
cada metáfora. A esta mitificación ayuda el simbolismo. Son los elementos naturales los símbolos más
utilizados por el autor y siempre están concebidos como realidades con sentido maléfico (la luna, los
metales, la cal, etc.). Pero no vamos a hablar aquí de ellos, porque ya lo hacemos en un apartado propio.
Su poesía es también un discurso de lo concreto: se especifican las horas concretas; a las nueve de la
noche, se dan detalles de número: cinco tricornios…
Y además, destaca el sensualismo, porque la poesía de Lorca se dirige a los sentidos. La sinestesia, la
adjetivación, las imágenes, metáforas y expresiones nos transmiten un sin fin de imágenes visuales, de tal
forma que pareciera que estuviésemos delante de un cuadro más que de una composición poética, pero
no sólo eso, sino también sus versos nos despiertan sensaciones auditivas, olfativas, gustativas e incluso
táctiles: toqué sus pechos dormidos/y se me abrieron de pronto, /como ramos de Jacinto. (táctil, olfativo,
visual) La sinestesia contribuye a esto. Así se visualizan y se hacen tangibles los sentimientos, las
sensaciones: lloras zumo de limón, agrío de espera y de boca
TÉCNICAS NARRATIVAS
Todos los romances tienen como punto de partida un hecho o anécdota, pero García Lorca reduce la
anécdota y la condensa, elimina detalles y destaca solo lo que tiene virtualidad poética. Los antecedentes
del suceso carecen de importancia. La historia se interrumpe y hay saltos en el tiempo. Utiliza estas
técnicas según las considera necesarias para su finalidad estética. Esto ocurriría en los romances populares
y tradicionales de la Edad Media y el Renacimiento. Solo “La casada infiel “ y “Preciosa y el aire” tienen un
desarrollo más lineal.
Los romances están envueltos en una atmósfera lírica (exclamaciones, estilo del texto, etc.) y, además,
algunos romances aparecen escenificados (diálogos, cambios de escenario, etc.) Así se suma a la narración
se suma la descripción y el diálogo, y todo se intercala en el romance.