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Artículo 163°.

- Obligaciones del testigo

1. Toda persona citada como testigo tiene el deber de concurrir, salvo las excepciones
legales correspondientes, y de responder a la verdad a las preguntas que se le hagan.
La comparecencia del testigo constituirá siempre suficiente justificación cuando su
presencia fuere requerida simultáneamente para dar cumplimiento a obligaciones
laborales, educativas o de otra naturaleza y no le ocasionará consecuencias jurídicas
adversas bajo circunstancia alguna.

2. El testigo no puede ser obligado a declarar sobre hechos de los cuales podría surgir
su responsabilidad penal. El testigo tendrá el mismo derecho cuando, por su
declaración, pudiere incriminar a alguna de las personas mencionadas en el numeral 1)
del artículo 165°.

3. El testigo policía, militar o miembro de los sistemas de inteligencia del Estado no


puede ser obligado a revelar los nombres de sus informantes. Si los informantes no son
interrogados como testigos, las informaciones dadas por ellos no podrán ser recibidas
ni utilizadas.

Artículo 164°.- Citación y conducción compulsiva

1. La citación del testigo se efectuará de conformidad con el artículo 129°. Cuando se


trata de funcionarios públicos o de dependientes, el superior jerárquico o el empleador,
según el caso, están en la obligación de facilitar, bajo responsabilidad, la concurrencia
del testigo en el día y hora en que es citado.

2. El testigo también podrá presentarse espontáneamente, lo que se hará constar.

3. Si el testigo no se presenta a la primera citación se le hará comparecer


compulsivamente por la fuerza pública.

Artículo 165°.- Abstención para rendir testimonio

1. Podrán abstenerse de rendir testimonio el cónyuge del imputado, los parientes dentro
del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y aquel que tuviera relación
de convivencia con él. Se extiende esta facultad, en la misma medida, a los parientes
por adopción, y respecto de los cónyuges o convivientes aun cuando haya cesado el
vínculo conyugal o convivencia. Todos ellos serán advertidos, antes de la diligencia, del
derecho que les asiste para rehusar a prestar testimonio en todo o en parte.

2. Deberán abstenerse de declarar, con las precisiones que se detallarán, quienes


según la Ley deban guardar secreto profesional o de Estado:
a) Los vinculados por el secreto profesional no podrán ser obligados a declarar sobre lo
conocido por razón del ejercicio de su profesión, salvo los casos en los cuales tengan la
obligación de relatarlo a la 107 autoridad judicial. Entre ellos se encuentran los
abogados, ministros de cultos religiosos, notarios, médicos y personal sanitario,
periodistas u otros profesionales dispensados por Ley expresa. Sin embargo, estas
personas, con excepción de ministros de cultos religiosos, no podrán negar su
testimonio cuando sean liberadas por el interesado del deber de guardar secreto.

b) Los funcionarios y servidores públicos si conocen de un secreto de Estado, esto es,


de una información clasificada como secreta o reservada, tienen la obligación de
comunicárselo a la autoridad que los cite. En estos casos se suspenderá la diligencia y
se solicitará información al Ministro del Sector a fin de que, en el plazo de quince días,
precise si, en efecto, la información requerida se encuentra dentro de los alcances de
las excepciones establecidas en el texto único ordenado de la Ley de la materia.

3. Si la información requerida al testigo no se encuentra incursa en las excepciones


previstas en la Ley de la materia, se dispondrá la continuación de la declaración. Si la
información ha sido clasificada como secreta o reservada, el Juez, de oficio o a solicitud
de parte, en tanto considere imprescindible la información, requerirá la información por
escrito e inclusive podrá citar a declarar al o los funcionarios públicos que correspondan,
incluso al testigo inicialmente emplazado, para los esclarecimientos correspondientes.

Artículo 166°.- Contenido de la declaración

1. La declaración del testigo versa sobre lo percibido en relación con los hechos objeto
de prueba.

2. Si el conocimiento del testigo es indirecto o se trata de un testigo de referencia, debe


señalar el momento, lugar, las personas y medios por los cuales lo obtuvo. Se insistirá,
aun de oficio, en lograr la declaración de las personas indicadas por el testigo de
referencia como fuente de conocimiento. Si dicho testigo se niega a proporcionar la
identidad de esa persona, su testimonio no podrá ser utilizado.

3. No se admite al testigo expresar los conceptos u opiniones que personalmente tenga


sobre los hechos y responsabilidades, salvo cuando se trata de un testigo técnico.

Artículo 167°.- Testimonio de Altos Dignatarios

1. El Presidente de la República, Presidente del Consejo de Ministros, Congresistas,


Ministros de Estado, Magistrados del Tribunal Constitucional, Vocales de la Corte
Suprema, Fiscal de la Nación, Fiscales Supremos, miembros del Consejo Nacional de
la Magistratura, Jurado Nacional de Elecciones y del Consejo Supremo de Justicia
Militar, Comandantes Generales de los Institutos Armados, Director General de la
Policía Nacional, Presidente del Banco Central de Reserva, Superintendencia de Banca
y Seguros, Contralor General de la República, Presidentes de la Regiones, Cardenales,
Arzobispos, Obispos, o autoridades superiores de otros cultos religiosos, y demás
personas que la Ley señale, declararán, a su elección, en su domicilio o en su despacho.
El Juez podrá disponer se reciba su testimonio por escrito, cursando el pliego
interrogatorio correspondiente, el mismo que se elaborará a instancia de las partes.

2. Se procederá en la forma ordinaria, salvo el caso de los Presidentes de los Poderes


del Estado y del Presidente del Consejo de Ministros, cuando el Juez considere
indispensable su comparecencia para ejecutar un acto de reconocimiento, de
confrontación o por otra necesidad.

Artículo 168°.- Testimonio de Miembros del Cuerpo Diplomático

A los miembros del Cuerpo Diplomático o Consular acreditados en el Perú se les recibirá
su testimonio, si están llamados a prestarlo, mediante informe escrito. Para tal efecto se
les enviará, por conducto del Ministro de Relaciones Exteriores, el texto del
interrogatorio que será absuelto bajo juramento o promesa de decir verdad. De igual
manera se procederá si el agente diplomático o consular culminó su misión y se
encuentra en el extranjero.

Artículo 169°.- Testigos residentes fuera del lugar o en el extranjero

1. Si el testigo no reside en el lugar o cerca de donde debe prestar testimonio, siempre


que resulte imposible conseguir su traslado al Despacho judicial, se podrá disponer su
declaración por exhorto. De ser posible, y 109 con preferencia, podrá utilizarse el medio
tecnológico más apropiado, como la videoconferencia o filmación de su declaración, a
la que podrán asistir o intervenir, según el caso, el Fiscal y los abogados de las partes.

2. Si el testigo se halla en el extranjero se procederá conforme a lo dispuesto por las


normas sobre cooperación judicial internacional. En estos casos, de ser posible, se
utilizará el método de videoconferencia o el de filmación de la declaración, con
intervención –si corresponde- del cónsul o de otro funcionario especialmente habilitado
al efecto.

Artículo 170°.- Desarrollo del interrogatorio 1. Antes de comenzar la declaración, el


testigo será instruido acerca de sus obligaciones y de la responsabilidad por su
incumplimiento, y prestará juramento o promesa de honor de decir la verdad, según sus
creencias. Deberá también ser advertido de que no está obligado a responder a las
preguntas de las cuales pueda surgir su responsabilidad penal.
2. No se exige juramento o promesa de honor cuando declaran las personas
comprendidas en el artículo 165°, inciso 1), y los menores de edad, los que presentan
alguna anomalía psíquica o alteraciones en la percepción que no puedan tener un real
alcance de su testimonio o de sus efectos.

3. Los testigos serán examinados por separado. Se dictarán las medidas necesarias
para evitar que se establezca comunicación entre ellos.

4. Acto seguido se preguntará al testigo su nombre, apellido, nacionalidad, edad,


religión si la tuviera, profesión u ocupación, estado civil, domicilio y sus relaciones con
el imputado, agraviado o cualquier otra persona interesada en la causa. Si teme por su
integridad podrá indicar su domicilio en forma reservada, lo que se hará constar en el
acta. En este último caso, se dispondrá la prohibición de la divulgación en cualquier
forma, de su identidad o de antecedentes que condujeren a ella. La Fiscalía de la Nación
y el órgano de gobierno del Poder Judicial dictarán las medidas reglamentarias
correspondientes para garantizar la eficacia de esta norma.

5. A continuación se le interrogará sobre los hechos que conozca y la actuación de las


personas que le conste tenga relación con el delito investigado; asimismo, se le
interrogará sobre toda circunstancia útil para valorar su testimonio. Se procura la
claridad y objetividad del testigo por medio de preguntas oportunas y observaciones
precisas.

6. Son inadmisibles las preguntas capciosas, impertinentes o sugestivas, salvo esta


última, en el contrainterrogatorio. El fiscal o el juez, según la etapa procesal que
corresponda, las rechazará, de oficio o a pedido de algún sujeto procesal

Artículo 171°.- Testimonios especiales

1. Si el testigo es mudo, sordo o sordo mudo, o cuando no hable el castellano, declarará


por medio de intérprete.

2. El testigo enfermo o imposible de comparecer será examinado en el lugar donde se


encuentra. En caso de peligro de muerte o de viaje inminente, si no es posible aplicar
las reglas de prueba anticipada, se le tomará declaración de inmediato.

3. Cuando deba recibirse testimonio de menores y de personas que hayan resultado


víctimas de hechos que las han afectado psicológicamente, se podrá disponer su
recepción en privado. Si el testimonio no se actuó bajo las reglas de la prueba
anticipada, el Juez adoptará las medidas necesarias para garantizar la integridad
emocional del testigo y dispondrá la intervención de un perito psicólogo, que llevará a
cabo el interrogatorio propuesto por las partes. Igualmente, permitirá la asistencia de un
familiar del testigo.

4. Cuando se requiere que el testigo reconozca a una persona o cosa, debe describirla
antes de serle presentada. Luego relatará, con la mayor aproximación posible, el lugar,
el tiempo, el estado y demás circunstancias en que se hallaba la persona o cosa cuando
se realizó el hecho.

5. Para la declaración del agraviado, rigen las mismas reglas prescritas para los
testigos.

La Pericia

Es otra de los medios probatorios que esta regulado por el Nuevo Código Procesal Penal
es definido por Asencio Mellado como: “un tercero ajeno al proceso que es llamado al
mismo para que aporte una declaración de ciencia, que nos de conocimiento sobre los
hechos - los cuales no ha conocido directamente por no ser testigo – acerca de materias
propias de su oficio, arte o profesión”.1 En este mismo sentido esta regulado en el
Código en el Artículo 172º que establece que procederá esta prueba siempre que, para
la explicación y mejor comprensión de algún hecho, se requiera conocimiento
especializado de naturaleza científica, técnica, artística o de experiencia calificada.

Esta labor pericial se encomendará el Laboratorio de Criminalística de la Policía


Nacional, al Instituto de Medicina Legal y al Sistema Nacional de Control, así como a los
organismos del Estado que desarrollan labor científica o técnica, los que prestarán su
auxilio gratuitamente. También podrá encomendarse la labor pericial a Universidades,
Institutos de Investigación o personas jurídicas en general siempre que reúnan las
cualidades necesarias a tal fin, con conocimiento de las partes.

Se conceden a las partes señalar sus peritos a lo que el artículo 177º denomina Perito
de parte; los sujetos procesales pueden designar, cada uno por su cuenta, los peritos
que considere necesarios. El perito de parte está facultado a presenciar las operaciones
periciales del perito oficial, hacer las observaciones y dejar las constancias que su
técnica les aconseje.

4.4. El Careo

Conocido en el anterior código como la confrontación es un medio de prueba que


procede cuando entre lo declarado por el imputado y lo declarado por otro imputado,
testigo o el agraviado surjan contradicciones importantes, cuyo esclarecimiento requiera

1
Ibídem p. 164.
oír a ambos. De igual manera, procede el careo entre agraviados o entre testigos o éstos
con los primeros. No procede el careo entre el imputado y la víctima menor de catorce
años de edad, salvo que quien lo represente o su defensa lo solicite expresamente. Las
reglas del careo están reguladas en el artículo 183 del N.C.P.P.

4.5. La Prueba Documental

Siempre siguiendo al maestro Asencio Mellado este define la prueba documental como:
“Toda representación realizada por cualquier medio - escrito, hablado, visionado, etc. -,
de la realidad y que preexiste al proceso y es independiente de él, de manera que se
aporta al mismo con fines esencialmente probatorios”.2 Esta prueba no tiene en materia
penal la relevancia que si tiene en el proceso civil donde es la prueba reina; en el
proceso penal los delitos se comenten buscando desde un principio impunidad, por lo
que difícilmente la acción punible se ve documentada de cualquier forma.

En el Artículo 184º del N.C.P.P. se establece que toda prueba documental se podrá
incorporar al proceso y quien lo tenga en su poder está obligado a presentarlo, exhibirlo
o permitir su conocimiento, salvo dispensa, prohibición legal o necesidad de previa
orden judicial. El Fiscal, durante la etapa de Investigación Preparatoria, podrá solicitar
directamente al tenedor del documento su presentación, exhibición voluntaria y, en caso
de negativa, solicitar al Juez la orden de incautación correspondiente. Se distingue dos
clases de documentos: los documentos manuscritos, impresos, fotocopias, fax,
disquetes, películas, fotografías, radiografías, representaciones gráficas, dibujos,
grabaciones magnetofónicas y los medios que contienen registro de sucesos,
imágenes, voces; y, otros similares.

Los otros medios de prueba


Luego de establecido los medios de prueba que son los comunes, resulta novedoso en
el Nuevo Código Procesal Penal el desarrollo de otros medios de prueba y los medios
de prueba que restringen derechos fundamentales. Entre los primeros tenemos a los
siguientes:

El Reconocimiento.- Reconocimientos de personas que sirve para individualizar a una


persona, el reconocimiento de voces, sonidos y cuanto pueda ser objeto de percepción
sensorial y el reconocimiento de cosas que serán exhibidas en la misma forma que los
documentos.

2
ASENCIO MELLADO, José María. Ob. Cit. p. 168
La Inspección Judicial y la Reconstrucción.- Que tiene por objeto comprobar las
huellas y otros efectos materiales que el delito haya dejado en los lugares y cosas o en
las personas.

Las Pruebas Especiales.- Entre las pruebas especiales que considera el código se
describe el levantamiento de cadáver y la preexistencia y valorización que resulta
importante en los delitos contra el patrimonio donde deberá acreditarse la preexistencia
de la cosa materia del delito, con cualquier medio de prueba idóneo.

La prueba y restricción de Derechos

La descripción de este tipo de pruebas que restringen derechos fundamentales está


descrita en el N.C.P.P. precedido de preceptos generales y se efectúa en casos
necesarios para lograr los fines de esclarecimiento del proceso, debiendo procederse
conforme a lo dispuesto por la Ley y ejecutarse con las debidas garantías para el
afectado. Estas pruebas son:

1. El control de identidad policial

2. La Vídeo vigilancia

3. Las pesquisas

4. La intervención corporal

5. El examen corporal del imputado

6. El examen corporal de otras personas

7. El examen corporal para prueba de alcoholemia

8. El allanamiento

9. La exhibición forzada y la incautación

10. La exhibición e incautación de actuaciones y documentos no privados

11. El control de comunicaciones y documentos privados

12. La interceptación e incautación postal

13. El aseguramiento e incautación de documentos privados

14. El levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria

15. La clausura o vigilancia de locales e inmovilización.


La valoración de la prueba

Respecto a la valoración de la prueba no está consignada entre los preceptos generales


de la prueba, pero si se lo acoge en el artículo 158º del Nuevo Código Procesal Penal
que señala: “En la valoración de la prueba el Juez deberá observar las reglas de la
lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia y expondrá los resultados obtenidos
y los criterios adoptados”, de esta manera se adopta el sistema de libre valoración de la
prueba, pero con restricciones.

Generalmente sobre la valoración de las pruebas se registra dos modelos principales


de la teoría de la prueba que indican cómo debe razonar el juez cuando valora las
pruebas. El primer modelo es el de la teoría legal (o formal) y el segundo el de la teoría
de la libre valoración (íntima convicción del juez). La teoría legal se cifra en las
disposiciones procesales que prescriben las reglas para valorar las pruebas. Estas
reglas aparecen pues consignadas en los textos legislativos.

La teoría de la libre valoración ostenta una posición dominante en los sistemas


procesales penales contemporáneos acusatorios y es prácticamente exclusiva en lo que
concierne al proceso penal. Se denomina así “libre” porque los requisitos de aceptación
de las pruebas no aparecen estipulados en disposiciones legales. La caracterización de
la “libre valoración” no significa dar al juez facultades amplias para que falle de acuerdo
a su libre conciencia, sino de acuerdo a criterios menos íntimos e intransferibles, pero
más objetivos y vigentes socialmente como la lógica, la ciencia o la experiencia común.

Durante un tiempo considerable se hizo una interpretación literal de la expresión libre


valoración que magnificaba la libertad incontrolada del juez hasta extremos inauditos en
el que se le daba omnímoda y soberana facultad valorativa a las pruebas practicadas,
en las que no se admite jerarquía ni preeminencia de unos medios probatorios sobre
otros, y mediante la cual, el órgano jurisdiccional puede formar libremente su convicción
respecto a los hechos objeto de prueba, sin supeditarla a criterios racionales de sana
crítica, lógicos, o cualquier otro que no sea el de su recta e imparcial conciencia.

Sobre la libre valoración de la prueba que también se le conoce como de “íntima


convicción” “apreciación en conciencia” o con otra denominación similar el filósofo
Juan Igartua Salaverria señala que para entender qué significa la libre valoración de
pruebas se tiene que evocar que las normas jurídicas están encuadradas en un contexto
triple: lingüístico, sistémico y funcional. La norma es una entidad lingüística y se
encuadran en un sistema jurídico no se le puede dar otro sentido que la haga
contradictoria o incoherente con otra u otras normas del sistema; la pertinencia del
contexto funcional viene de las relaciones de interdependencia que el sistema jurídico
mantiene con la sociedad. El derecho se crea, se aplica y funciona en un entramado de
hechos socio – psíquicos, de relaciones sociales, de condicionamientos económicos,
políticos, culturales. Por ello, cuando se interpreta una norma sí tiene relevancia
preguntar quién emanó la norma, cuándo, dónde, cómo, para qué, etc. y cuáles son las
circunstancias socio históricas en las que adviene su aplicación.

SALA PENAL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

CASACIÓN 33-2014, UCAYALI

Lima, veintiocho de octubre de dos mil quince

VISTOS: En audiencia privada; el recurso de casación interpuesto por el


representante del Ministerio Público, contra la sentencia de vista del tres de
diciembre de dos mil trece, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte
Superior de Justicia de Ucayali, que confirmó la absolución a Marco David Ruiz
Flores de la acusación fiscal como autor del delito contra la Libertad – actos
contra el pudor de menores de catorce años de edad, en agravio de la menor de
iniciales V. L. R. B.; con lo demás que al respecto contiene.

Lea también: Casación N° 659-2014, Puno: Desarrollo jurisprudencial sobre


la desvinculación jurídica

Interviene como ponente el señor Juez Supremo José Antonio Neyra Flores.

ANTECEDENTES

Primero. Por disposición del uno de marzo de dos mil trece, el Fiscal emitió
requerimiento acusatorio, obrante a fojas cincuenta y nueve del expediente
judicial, contra Marco David Ruiz Flores por la comisión del delito contra la
Libertad – actos contra el pudor de menor de edad, en perjuicio de la menor
identificada con iniciales V. L. R. B., solicita se le imponga ocho años de pena
privativa de libertad y fije una reparación civil de siete mil nuevos soles.

Lea también: Casación 657-2014, Cusco: Mediante casación no se podrá


cuestionar reparación civil en el extremo del bien ya restituido, salvo que se
trate de dinero en efectivo
Segundo. Producida la audiencia preliminar, el diecinueve de abril de dos mil
trece, por resolución de la misma fecha, el Tercer Juzgado de Investigación
Preparatoria de Coronel Portillo de la Corte Superior de Justicia de Ucayali,
declara la validez formal de la acusación y dicta auto de enjuiciamiento
contra Marco David Ruiz Flores por la comisión del delito contra la Libertad –
actos contra el pudor de menor de edad, en perjuicio de la menor identificada con
iniciales V. L. R. B., delito previsto en el inciso uno del artículo ciento setenta y
seis – A del Código Penal, el que se declaró nulo por resolución del veintidós de
abril de dos mil trece, de fojas ciento dieciséis, renovándose el acto por
resolución del veintitrés de abril de dos mil trece, de fojas ciento cincuenta y dos,
bajo los mismos términos citados.

Tercero. Mediante resolución del diecisiete de junio de dos mil trece, de fojas
cuatro del cuaderno de debate, el Juzgado Penal Colegiado emite resolución de
citación a juicio oral, el mismo que se fijó para el nueve de julio de dos mil trece,
a las nueve horas.

Lea también: Casación Nº 581-2015, Piura: Excepción de improcedencia de


acción (caso Edita Guerrero)

Cuarto. A fojas veintisiete obra el índice de registro de audiencia de juicio oral


con la fecha indicada, dándose así inicio a las sesiones de la audiencia,
continuándose los días diez, quince, dieciséis, veintidós y veinticuatro de julio de
dos mil trece.

Quinto. Mediante sentencia del veinticuatro de julio de dos mil trece, obrante a
fojas noventa y siete, se resolvió absolver a Marco David Ruiz Flores de la
acusación fiscal como autor del delito contra la Libertad-actos contra el pudor de
menores de catorce años, en agravio de la menor de iniciales V. L. R. B.

Sexto. Apelada esta resolución y concedido el recurso; mediante resolución del


siete de noviembre de dos mil trece, de fojas ciento ochenta, se programó la
audiencia de apelación para el veintiuno de octubre de dos mil trece.

Séptimo. En la fecha indicada se inició, sin actuación de prueba, suspendiéndose


para el tres de diciembre del mismo año.
Lea también: Casación N° 656-2014, Ica: Efectos del incumplimiento de
reglas de conducta no se aplican necesariamente de forma correlativa

Octavo. Por sentencia de vista del tres de diciembre de dos mil trece, emitida por
la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, se
confirmó la absolución a Marco David Ruiz Flores de la acusación fiscal como
autor del delito contra la Libertad – actos contra el pudor de menores de catorce
años, en agravio de la menor de iniciales V. L. R. B.; con lo demás que al
respecto contiene.

Noveno. El representante del Ministerio Público interpuso recurso de casación


contra la sentencia de vista –ver fojas doscientos diez–, el mismo que fue
concedido por resolución del dieciocho de diciembre de dos mil trece, obrante a
fojas doscientos veintiuno.

Décimo. Cumplido el trámite de traslados a los sujetos procesales por el plazo de


diez días, se emitió la Ejecutoria Suprema de calificación de casación del
diecisiete de octubre de dos mil catorce, que declaró bien concedido el recurso de
casación.

Lea también: Casación 822-2014, Amazonas: No se puede imponer una pena


mayor a la impuesta en la sentencia anulada cuando dicha nulidad haya sido
provocada por la defensa

Décimo Primero. Producida la audiencia de casación, deliberada la causa en


secreto y votada el mismo día, corresponde pronunciar la presente sentencia
casatoria que se leerá en audiencia privada -con las partes que asistan-, en
concordancia de los artículos cuatrocientos treinta y uno, apartado cuatro, y
artículo cuatrocientos veinticinco, inciso cuatro del Código Procesal Penal, el día
diez de noviembre dos mil quince, a horas ocho y cuarenta y cinco de la mañana.
CONSIDERANDOS

1. Aspectos generales

Primero. Conforme a la Ejecutoria Suprema del diecisiete de octubre de dos mil


catorce -calificación de casación-, obrante a fojas cuarenta y dos del cuadernillo
formado en esta instancia, el motivo de casación admitido está referido a la
causal de inobservancia de garantías constitucionales de carácter procesal,
derecho a la

motivación de las resoluciones y para el desarrollo de la doctrina jurisprudencial


sobre: i) las reglas de admisión (en etapa intermedia y juicio oral) y ii) actuación
de declaraciones previas (en caso de menores de edad víctimas de delitos
sexuales).

Lea también: Una sentencia que (ojalá) marque un punto de no retorno en la


aplicación de penas arbitrarias

Segundo. Se imputa a Marco David Ruiz Flores, haber obligado a la menor de


iniciales V. L. R. B. poner en su boca el pene del imputado. Siendo las trece
horas, aproximadamente, la menor llegó a su domicilio, ubicado en el
Asentamiento Humano Martín Díaz, manzana F, lote siete-Yarinacocha,
asustada, contó a su madre, la denunciante, que su vecino, el acusado, le había
hecho ingresar al interior de su domicilio y le hizo mamar su “pico” (pene), y lo
pasó por su palomita (vagina), luego, para que no contara nada de lo ocurrido, le
regaló una muñeca de plástico.

Tercero. El Juzgado Penal Colegiado absolvió al procesado sobre la base que:

i) Pese a que en el inicio del juicio oral se admitió la declaración de la menor


agraviada, no fue posible oír su versión de los hechos, toda vez que guardó
silencio y mostró timidez entrelazando sus dedos de las manos, con la cabeza
baja, pese a estar acompañado de su padre, por lo que no fue posible recoger
información y datos sobre la forma y circunstancias de producido los hechos que
acrediten la imputación.
ii) De todas formas se pidió la ampliación de la declaración, pues la parte
acusadora no había pedido la incorporación de la declaración previa al juicio; por
lo que, se dispuso esta actuación mediante video conferencia, similar al de
Cámara Gesell –con la que no cuenta esa Corte–, con el apoyo de una psicóloga
del Ministerio Público. Se llevó a cabo y ante las preguntas formuladas la menor
refirió conocer al “hombre grande que le ha hecho mamar su pico” y le dio una
muñeca. Pero ante la pregunta si conoce a Marco David Ruiz Flores, esta señaló
no conocerlo. Al preguntársele a qué se refiere con “pico” indica “su chiquito
para mamar”, por lo que no fue posible recoger la forma y circunstancias en que
se produjeron los hechos que acreditarían el planteamiento de la Fiscalía.

iii) De conformidad con el Acuerdo Plenario número dos-dos mil cinco/CJ-ciento


dieciséis, el imputado refirió que otro hijo de la madre de la menor le robó sus
bienes. Sobre la verosimilitud, la madre de la menor refiere que ella le dijo que el
imputado le tocó su cuerpo, pero en el juicio oral la agraviada no refirió esto.

iv) No existe persistencia pues la menor en el juicio no ha referido actos contra el


pudor como el roce de pene con la boca de la menor, su cuerpo y vagina, por
tanto, solo se tiene la declaración de la madre, la que no se corrobora.

v) La testigo Jessica Lleny Ríos García indicó que en ningún momento observó
que la menor agraviada haya ingresado al domicilio del acusado, como tampoco
la vio salir del mismo.

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vinculante para casos de violación

Cuarto. La Sala de Apelaciones para confirmar la absolución indicó que:

i) La declaración referencial que rindió la menor agraviada a nivel de


investigación no ha sido oralizado por el Fiscal en el acto oral, por lo tanto, no se
puede valorar, la única declaración referencial que se podría es la efectuada en el
acto del juicio oral, en la que manifiesta que la persona a la que conoce como: “el
hombre grande”, fue quien le hizo “mamar pico” y le regaló una muñeca.
Asimismo, en ningún momento manifestó que el acusado le haya efectuado
tocamientos indebidos en sus partes íntimas, como en su cuerpo.
ii) El examen psicológico, que concluye que la menor presenta indicadores
emocionales asociados a indicios de estresor de tipo sexual fue materia de
valoración.

iii) La absolución no se sustentó en el hecho que se haya acreditado la existencia


de problemas del acusado con la madre de la agraviada.

iv) La amenaza del procesado a la madre de la agraviada no acredita su


responsabilidad.

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enriquecimiento ilícito debe corresponder al funcionario o servidor público

Quinto. El señor Fiscal Superior al interponer su recurso de casación, alega que:

i) No se consideró que el delito imputado protege la indemnidad sexual y que la


menor no comprende la naturaleza y consecuencias de un acto sexual. Asimismo,
existe error en la apreciación de la prueba, pues no se tomó en cuenta la
declaración testimonial de Marcelina Brito Maynas, madre de la menor, así como
el examen del perito.

ii) No se siguieron los lineamientos de la Ejecutoria Suprema vinculante número


tres mil cuarenta y cuatro-dos mil cuatro, del uno de diciembre de dos mil cuatro
y del Acuerdo Plenario número uno-dos mil once/CJ-ciento dieciséis, que
establecen los criterios para tener por válidos los cambios de versión de la
víctima, pues la primera versión fue espontánea, objetiva y corroborada con el
protocolo de pericia psicológica y la declaración de Marcelina Brito Maynas, por
lo que no se podía calificar como válida la retractación de la víctima en juicio
oral. Sin embargo, esta Corte Suprema consideró que existían serias
irregularidades que afectarían el derecho a la motivación de las resoluciones,
parte del derecho a la tutela judicial efectiva, que se protege en vía casatoria
mediante el inciso primero del artículo cuatrocientos veintinueve del Código
Procesal Penal, por lo que de conformidad con el inciso cuarto del artículo
cuatrocientos veintisiete del Código Procesal Penal se admitió el recurso para que
se desarrolle doctrina jurisprudencial.
2. La admisión de la declaración previa de la víctima menor de edad en delitos
sexuales

Sexto. La admisión es una etapa de la actividad probatoria por la cual se decide


qué actos ingresaran al juicio oral y se constituirán como medios de prueba que
acrediten los hechos. Para ello deben cumplir los requisitos del apartado b) del
inciso cinco del artículo trescientos cincuenta y dos del Código Procesal Penal
que señala que requiere: […] que el acto probatorio propuesto sea pertinente,
conducente y útil.

Séptimo. La sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente


número seis mil setecientos doce-dos mil cinco-HC/TC, caso Magaly Medina,
señala que será inconducente o no idóneo aquel medio probatorio que se
encuentre prohibido en determinada vía procedimental o prohibido para verificar
un determinado hecho. En el mismo sentido, el inciso uno del artículo ciento
cincuenta y siete del Código citado, señala que los hechos objeto de prueba
pueden ser acreditados por cualquier medio de prueba permitido por la Ley.
Excepcionalmente, pueden utilizarse otros distintos, siempre que no vulneren los
derechos y garantías de la persona. Para Gonzalo del Río por efecto de la
conducencia es posible que las partes objeten medios probatorios ilícitos.[1]

Octavo. La Convención sobre los Derechos del Niño, de mil novecientos ochenta
y nueve considera al niño como sujeto de derechos y ordena al Estado asegurar
su protección y el cuidado necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los
derechos y deberes de los padres, tutores u otras personas responsables de él ante
la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas
adecuadas. El artículo cuatro de la Constitución Política del Estado señala que la
comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al adolescente […]. En el
aspecto de la legalidad ordinaria el Código de Niños y Adolescentes señala que el
Estado tiene el deber de garantizar el respeto de los derechos de la víctima en
todos los procedimientos policiales y judiciales.

Noveno. En este marco, frente a delitos sexuales, el Tribunal Constitucional, en


la sentencia recaída en el expediente número cinco mil seiscientos noventa y dos-
dos mil ocho-PHC/TC, ha señalado que:
i) Afecta irreversiblemente el ámbito espiritual y psicológico de los menores, en
cuanto resultan ser víctimas de episodios traumáticos que determinaran sus
personalidades y la manera en que se relacionarán con otros individuos.

ii) En algunos casos los menores se ven expuestos a enfermedades de transmisión


sexual quedando sometidos a las graves consecuencias. En tal sentido, resulta
evidente que el Estado actúe y legisle tomando en cuenta las particularidades de
este tipo de delito, como es la situación de vulnerabilidad e inmadurez de la
víctima, el contexto en el que se producen, la estructura procedimental con la
cual el Estado pretende castigar este tipo de delitos y las medidas de apoyo al
menor agraviado. De igual forma, es importante que los operadores jurídicos
apliquen la legislación de conformidad con el principio de supremacía del interés
del niño (artículo cuarto de la Constitución), tomando en cuenta precisamente la
fragilidad de la personalidad de estos. En el mismo sentido, realza las Leyes
número veintisiete mil cincuenta y cinco y veintisiete mil ciento quince que, con
la finalidad de evitar la revictimización[2], resalta la implementación de las
cámaras Gesell o Salas de Entrevista Única, con las que se pretende que los niños
y adolescentes no relaten reiteradas veces la traumática situación por la que
atravesaron. Indicando que este tipo de prácticas deben ser generalizadas y
potenciadas, ya que constituyen la materialización del interés superior del niño.

Décimo. Sin embargo, la Defensoría del Pueblo determinó que, en el proceso


penal, en un veinticinco punto seis por ciento de los casos se formularon
preguntas prejuiciosas o impertinentes a las víctimas, como aquellas vinculadas a
su vida sexual, así como que el sistema en su conjunto no les ofrece una eficaz
protección, debido a la excesiva carga procesal, la corrupción, la falta de
capacitación, y la insensibilidad de los operadores. Por ello recomienda a los
jueces y juezas penales que, en atención a lo dispuesto en la Ley número
veintisiete mil cincuenta y cinco la declaración preventiva de las niñas, los niños
y los adolescentes víctimas de delitos contra la libertad e indemnidad sexuales
sea excepcional, con la finalidad de evitar los perjuicios de una victimización
secundaria y exhorta a estos funcionarios a que, de acuerdo con el inciso cinco
del artículo ciento treinta y nueve de la Constitución Política del Perú, que, en
razón de una especial consideración al principio del Interés Superior del Niño,
motiven y fundamenten debidamente los autos que ponen fin al proceso o las
sentencias emitidas en los procesos sobre delitos contra la libertad e indemnidad
sexuales cometidos en agravio de niñas, niños y adolescentes[3].
Décimo Primero. Por ello, el Acuerdo Plenario número uno-dos mil once/CJ-
ciento dieciséis, señaló que el Estado ha de mostrar una función tuitiva respecto a
la víctima que denuncia una agresión sexual, como criterio de justicia y por fines
de eficacia probatoria. En ese sentido, se debe evitar la victimización secundaria,
que hace referencia a la mala o inadecuada atención que recibe por parte del
sistema penal, e instituciones de salud, policía, entre otros. En efecto, el trauma
de la víctima del abuso sexual se prolonga cuando debe enfrentarse a los
interrogatorios que contempla el sistema de justicia.

Décimo Segundo. En atención a estos efectos secundarios evitables se


dispusieron las siguientes reglas: a) Reserva de las actuaciones judiciales. b)
Preservación de la identidad de la víctima. c) Promover y fomentar la actuación
de única declaración de la víctima. Indicándose que esta regla es obligatoria en el
caso de menores de edad, valiéndose para ello de las directivas establecidas por
el Ministerio Público en la utilización de la Cámara Gesell, especialmente
respecto a la completitud, exhaustividad y contradicción de la declaración[4].
Incluso, tal técnica de investigación deberá estar precedida de las condiciones
que regula la prueba anticipada del literal a del inciso uno del artículo doscientos
cuarenta y dos del Código Procesal Penal.

Décimo Tercero. Por ende, en el acto oral solo se deberá actuar esta prueba
excepcionalmente si: a) No se ha llevado conforme a las exigencias formales
mínimas que garanticen su derecho de defensa. b) Resulte incompleta o
deficiente. c) Lo solicite la propia víctima o cuando ésta se haya retractado por
escrito. d) Ante lo expuesto por el imputado y/o la declaración de otros testigos
sea de rigor convocar a la víctima para que incorpore nueva información o aclare
sectores oscuros o ambiguos de su versión. Además, debe evitarse el contacto
entre víctima y procesado, salvo que el proceso penal lo requiera y siempre que
la defensa expresamente lo pida.

Décimo Cuarto. Es claro que estas reglas deben considerar la edad de la víctima,
mientras menor sea, mayor será la restricción para que declaren en el juicio oral.
Por ende, será obligatorio que sobre esta base, en la etapa intermedia, el Fiscal,
en casos de delitos sexuales, solicite que se escuche el audio, se visione el video
o se oralice el acta donde se registra esta primera declaración, la cual se debe
constar en un soporte que permita su incorporación como medio de prueba
completo.
Décimo Quinto. Si, por error, el Fiscal no lo hiciera, sobre la base del interés
superior del niño, el papel de garante del juez de los derechos de los ciudadanos
y el artículo trescientos ochenta y cinco del Código Procesal Penal, este lo
incorporará de oficio en la etapa respectiva. En caso exista retractación por parte
de la víctima, también será posible incorporarla, así, el Fiscal, de conformidad
con el inciso uno del artículo trescientos setenta y ocho del citado Código, pedirá
que se le confronte con su declaración previa.

Décimo Sexto. De la revisión en autos, se advierte que el Fiscal en su acusación


no ofreció la declaración preliminar, sino su declaración testimonial en el juicio
oral, como órgano de prueba, sin considerar que la menor víctima contaba con
tres años de edad, ni la normativa y jurisprudencia citada.

Décimo Séptimo. Asimismo, en la audiencia de primera instancia, de quince de


julio de dos mil trece, ante el pedido del Fiscal para que se admita la declaración
de la menor de nivel preliminar, la Sala la declaró improcedente, afectando su
derecho de defensa y prueba, asimismo, señala nueva fecha para la actuación de
esta testimonial en el acto oral, sin tomar en cuenta lo referido en el Acuerdo
Plenario número uno-dos mil once/CJ-ciento dieciséis y la normativa citada. Se
toma la declaración de esta en la audiencia del veintidós de julio de dos mil trece
por intermedio de una psicóloga, acto en el que el Ministerio Público no hizo uso
de las declaraciones previas, de conformidad con el inciso sexto del artículo
trescientos setenta y ocho del Código Procesal Penal, por lo que la anterior
versión no fue valorada al no ser introducida válidamente en el juicio oral, tanto
por error del Fiscal como del órgano jurisdiccional que no la admitió y, por ende,
no pudo ser analizada de conformidad con la jurisprudencia vinculante citada.

Décimo Octavo. En estas vulneraciones se sustentó la Sala de Apelaciones para


confirmar el fallo absolutorio sin advertir que en realidad debería declarase nula
la recurrida, lo que invalida su decisión.

3. La motivación de la resolución materia de grado

Décimo Noveno. La motivación de las resoluciones judiciales implica un


ejercicio de justificación de la decisión que ha tomado el juez penal; en ese
sentido, este debe seguir unos pasos para cumplir este mandato constitucional.
Entonces, es importante advertir las cuestiones controvertidas y la ratio
decidendi sobre el particular de las sentencias.

Vigésimo. Estando a que la cuestión controvertida del presente proceso es


determinar si es que el imputado agredió sexualmente a la menor agraviada,
como ratio decidendi la resolución de primera y segunda instancia fundamentan
su absolución en que: la menor señala en el acto oral que fue el “hombre grande”
quien la agredió, no manifestó que le hayan efectuado tocamientos indebidos y
que por “pico” se refiere a su “chiquitito para mamar”.

Vigésimo Primero. Sin embargo, en el acta de audiencia del veintidós de julio


de dos mil trece de fojas setenta y cinco, no se indica claramente esto y no obran
los CD’s con las respectivas actuaciones que darían fe de estas afirmaciones.
Asimismo, se señala que esta toma de declaración se llevó a cabo en un lugar
aparte con ayuda de una psicóloga que recibía las preguntas por nota, pero no hay
datos que corroboren esta información.

Vigésimo Segundo. Sobre la declaración de menores, los niños pequeños, en


comparación con niños más grandes, carecen de los conocimientos apropiados
para reconstruir el pasado, por lo que, en algunos casos, dependen más de las
preguntas de los adultos, para que les guíen en el recuerdo[5], las que deben ser
adecuadas y siguiendo pautas que la hagan fiable.

Vigésimo Tercero. Se trata de una diligencia especial pues tal menor de edad no
puede declarar con la misma facilidad como un adulto o un adolescente, la
capacidad de relatar un acontecimiento vivido o experimentado en el pasado
como requisito de la capacidad para ser testigo se desarrolla en los niños
alrededor de los tres a cuatro años de edad. Sin embargo, a esa edad necesitan
todavía el apoyo de adultos que hablen con ellos o les interroguen, porque
todavía no disponen de la capacidad de presentar un relato independiente[6].

Vigésimo Cuarto. Para que el recuerdo de un suceso del menor sea más exacto
se hace necesario que la entrevista se efectúe lo más pronto posible. A su vez, se
sugiere realizar una mínima cantidad de entrevistas, ya que entrevistas repetidas
pueden incluir preguntas o términos que conduzcan a una distorsión del recuerdo,
con lo cual el relato del niño(a), se hace cada vez menos fiable. Se debe evitar
preguntas victimizantes o sugestivas para el niño(a), dado que la capacidad de
negarse activamente a las declaraciones del adulto, surge tardíamente en el
desarrollo infantil. Se recomienda la utilización de preguntas abiertas en la
indagación con el niño(a), sin embargo, dado que en el contexto judicial es
relevante tanto la calidad como la cantidad de información, se hace necesario en
un segundo momento recurrir al recuerdo guiado, que consiste en utilizar
preguntas aclaratorias no inductivas para aumentar el monto de información
recordada por el menor[7].

Vigésimo Quinto. De ahí que en el proceso penal sea necesario que la


declaración de menores sea guiada por un tercero especializado[8], como un
psicólogo, por lo que se deberán seguir los pasos de una toma de declaración en
Cámara Gesell (ver Guía de Procedimiento para la Entrevista Única de Niños,
Niñas y Adolescentes víctimas de abuso sexual, explotación sexual y trata con
fines de explotación sexual del año dos mil diez), de no ser posible, por el juez.

Vigésimo Sexto. Siguiendo la guía citada debe considerarse que la entrevista sea
realizada en los ambientes adecuados y con los artefactos de captación de imagen
y sonido en perfecto funcionamiento, a fin que sea preservada. Antes de la
entrevista, las partes y el entrevistador se deben reunir con los padres o
responsables del niño, niña o adolescente, con la finalidad de obtener sus
generales de ley, información preliminar del suceso, las condiciones familiares
de aquella y demás información que resulte pertinente para la realización de la
entrevista. El entrevistador debe saber los puntos sobre los cuales debe versar la
entrevista, los cuales son propuestos por las partes con la intervención del juez.

Vigésimo Séptimo. Si al inicio o durante la entrevista surgen motivos


justificados que impidan su desarrollo, se suspende y reprograma la diligencia lo
más pronto posible, a fin de asegurar la uniformidad y espontaneidad de la
información a ser proporcionada por el niño, niña o adolescente.

Vigésimo Octavo. Durante la entrevista se debe tener en cuenta al menos: i)


Abordar en la narración de los hechos: fecha, hora, personas que se hallaban
presentes, descripción del lugar del hecho y de la agresión sexual, si en ésta hubo
acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o si se realizaron otros actos análogos
introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías o si
se produjeron tocamientos indebidos en sus partes íntimas, etc. iii) Identificación
del imputado, señas particulares: tatuajes, cicatrices, cortes, quemaduras, etc.,
discapacidad física o mental, lenguaje, actitud, etc. iv) No mencionar el nombre o
apellido del procesado antes, durante o después de la entrevista, salvo que el
entrevistado lo mencione. v) Evitar inducir la descripción de la persona. vi) Las
circunstancias vinculadas al acercamiento y abordaje del investigado. vii) No
formular preguntas que atenten contra la dignidad del niño, niña y adolescente.
viii) Otros aspectos que sean pertinentes. [Nota del editor: falta el ítem II en los
originales de la Casación. Véase el formato PDF].

Vigésimo Noveno. También debe atenderse a: i) La edad, las necesidades y el


nivel de desarrollo del niño, niña o adolescente, de acuerdo con su contexto
socio-cultural. Debe propiciarse la espontaneidad del relato. ii) Estructurar
preguntas que puedan comprenderse fácilmente. iii) Permitir que el niño, niña y
adolescente cuente con tiempo suficiente para responder las interrogantes que se
le formulan. iv) Formular preguntas que no sean ambiguas, capciosas o
sugestivas y evitar aquellas que induzcan a eludir la respuesta y adoptar actitudes
negativas. v) Evitar hablar de sí mismo. vi) Evitar expresar verbal o gestualmente
acuerdo o desacuerdo con la declaración efectuada por el niño, niña o
adolescente. vii) Evitar comparaciones. viii) Se abstendrá de interrumpir al
evaluado sin justificación (sólo se acepta la interrupción si tiene un fin
específico). ix) No usar terminología que el niño, niña o adolescente no pueda
comprender. x) Evitar hablar de temas irrelevantes para el caso.

Trigésimo. No obstante, lo expuesto se le preguntó a la menor agraviada por el


nombre del acusado –y esta dijo no conocerlo–, como si pudiera responder con
exactitud al igual que una persona adulta, adolescente o púber[9], siendo un error
usar la respuesta a esta pregunta como argumento principal de su absolución, sin
tomar en cuenta los aspectos esbozados en los considerandos vigésimo quinto a
vigésimo noveno. Lo que implica una motivación aparente, pues a partir de datos
sin sustento se toma una decisión.

Trigésimo Primero. En conclusión, estas actuaciones implican una falta de


motivación interna del razonamiento, pues existe invalidez de una inferencia (la
absolución) a partir de las premisas que establece previamente el Juez en su
decisión, las cuales serían inexistentes u obtenidas de forma tendenciosa, debido
a que no se pudo analizar la declaración previa de la menor y la actuación de la
declaración en juicio oral es inválida.
Trigésimo Segundo. Es claro que la sentencia recurrida y la de primera instancia
afectaron el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, por lo que
corresponde realizar nuevamente la audiencia de juicio oral desde la primera
instancia, con la integración de un nuevo Colegiado, puesto que la estimación del
recurso de casación solo trae consigo un juicio rescindente –inciso primero del
artículo cuatrocientos treinta y tres del Código Procesal Penal–.

DECISIÓN:

Por estos fundamentos:

I. Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el representante


del Ministerio Público, contra la sentencia de vista del tres de diciembre de dos
mil trece, emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de Ucayali, que confirmó la absolución a Marco David Ruiz Flores de
la acusación fiscal como autor del delito contra la Libertad-actos contra el pudor
de menores de catorce años, en agravio de la menor de iniciales V. L. R. B.; con
lo demás que al respecto contiene.

II. En consecuencia: NULA la citada sentencia de vista del dieciséis de


diciembre de dos mil trece, obrante a fojas doscientos setenta y nueve y la
sentencia de primera instancia del veinticuatro de julio de dos mil trece, obrante a
fojas noventa y siete.

III. ORDENARON que el juzgado correspondiente, integrado por otro


Colegiado, cumpla con dictar nueva sentencia, previa audiencia con las
formalidades correspondientes, atendiendo a la parte considerativa de la presente
Ejecutoria.

IV. DISPUSIERON que la presente sentencia casatoria se lea en audiencia


privada por intermedio de la Secretaria de esta Suprema Sala Penal; y, acto
seguido, se notifique a todas las partes apersonadas a la instancia, incluso a las no
recurrentes.

V. ESTABLECER como doctrina jurisprudencial vinculante el sentido de los


fundamentos décimo cuarto, décimo quinto, vigésimo quinto al vigésimo noveno
de la parte considerativa de la presente ejecutoria.
VI. ORDENAR se transcriba la presente Ejecutoria a las Cortes Superiores en
las que rige el Código Procesal Penal, para su conocimiento y fines, y se
publique en el diario oficial “El Peruano”.

VII. MANDARON que cumplidos estos trámites se devuelvan los autos al


órgano jurisdiccional de origen, y se archive el cuaderno de casación en esta
Corte Suprema. Interviene el señor Juez Supremo Príncipe Trujillo por licencia
del señor Juez Supremo Pariona Pastrana.

S.S.
VILLA STEIN
RODRÍGUEZ TINEO
PRÍNCIPE TRUJILLO
NEYRA FLORES
LOLI BONILLA

[1] DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. La etapa intermedia en el nuevo proceso


penal acusatorio. Ara, Lima, 2010, p.188.
[2] Para mayores detalles vid.: LANDROVE Díaz, Gerardo. Victimología. Tirant
lo Blanch, Madrid, 1990, pássim; DE LA CUESTA AGUADO, Paz.
“Victimología y victimología femenina: las carencias del sistema”. Disponible en
línea aquí.
[3] DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Informe Defensorial Nº 126. La aplicación
de la justicia penal ante casos de violencia sexual perpetrados contra niñas,
niños y adolescentes. Defensoría del Pueblo. Lima, 2010, pp. 37-50.
[4] La sentencia 57 de 11 marzo de 2013 la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional español señala que si bien en los delitos relacionados con abusos
sexuales, usualmente la declaración del menor es la única prueba directa sobre
los hechos, atendiendo que las demás suelen apuntar a lo narrado por la víctima,
es admisible en atención al “interés del menor”, adoptar medidas de protección,
“incluso rechazar su presencia en juicio para ser personalmente interrogada”
(citado por la sentencia C-177/14 del Tribunal Constitucional colombiano).
[5] MANZANERO, Antonio. Psicología del testimonio. Ediciones Pirámide,
Madrid, 2006, p. 121.
[6] SCHADE, Burkhard. “La declaración de niños menores de edad
(preescolares) como testigos en casos de un supuesto abuso sexual”. En: Política
criminal. Vol. 8, Nº 16, diciembre de 2013. Disponible aquí.
[7] UNIDAD ESPECIALIZADA EN DELITOS SEXUALES Y VIOLENTOS
FISCALÍA NACIONAL DEL MINISTERIO PÚBLICO. Evaluación Pericial
Psicológica de Credibilidad de Testimonios. Unidad Especializada en Delitos
Sexuales y Violentos Fiscalía Nacional del Ministerio Público. Santiago de
Chile, 2008, pp. 72-85 chile. la utilización de un lenguaje no apropiado puede
interferir seriamente con la comprensión que el niño(a) tiene de las preguntas
formuladas. Por este motivo, para que el niño(a) pueda comprender preguntas, es
necesario emplear un lenguaje simplificado. Las indagaciones que contienen
negación (¿no te fuiste?), o doble negación (¿no dejaste de ir?), resultan terreno
fértil para la confusión y el error. Las preguntas que contienen más de una
interrogante resultan más difíciles de comprender, así como las frases
extremadamente largas. El uso del pronombre de personas favorece la confusión.
Para los niño(a)s es más fácil referirse al sujeto (quién), objeto o al lugar de los
acontecimientos, que responder preguntas acerca de la ubicación temporal de los
hechos, del cómo sucedieron las cosas o acerca de las causas de los eventos,
capacidades que resultan adquisiciones posteriores en el curso del desarrollo.
[8] Las entrevistas, interrogatorios o contrainterrogatorios que se efectúen a un
menor de edad, particularmente cuando sea víctima de un delito sexual,
atendiendo su corta edad deben ser realizadas por especialistas de la ciencia del
comportamiento humanos, psicólogos, quienes deben evaluarlo en un ambiente
relajado, informal, incluyendo incluso actividades lúdicas apropiadas para la
edad del menor, generando confianza para que el deponente se exprese con
espontaneidad y naturalidad, sin presiones que conlleven re victimizar al
afectado. En síntesis, resulta imperativa la intervención de un profesional no solo
para (i) fortalecer la fiabilidad de las manifestaciones del menor, sino para (ii)
disminuir el impacto emocional de la entrevista y favorecer la adecuación del
lenguaje empleado a una comprensión lingüística propia del entrevistado. Este
criterio es seguido por las sentencias C-177/14 y T-117/13 del Tribunal
Constitucional colombiano y 57 de 11 marzo de 2013 de la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional español.
[9] La sentencia C-177/14 del Tribunal Constitucional colombiano ha señalado
que la protección de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes, se
materializa evitando que el menor de edad reciba el mismo trato que un adulto al
interior del proceso penal, lo cual no sólo afectaría su dignidad e intimidad, sino
que constituiría una mayor afrenta a sus derechos fundamentales.

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