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Ser anticapitalista en nuestra América

Humberto Trompiz Vallés


El incendio social que hoy afecta al Cono Sur, donde los países tenidos como
modelos triunfantes de los dos paradigmas capitalistas que se disputan los favores
de los habitantes de esta parte del mundo se han venido abajo, Bolivia
(progresismo nacionalista) y Chile (neoliberalismo salvaje), retan al pensamiento
crítico latinoamericano, a buscarle salidas políticas a la menguada situación
socioeconómica de las clases trabajadoras.

Los desposeídos del continente han visto en el progresismo nacionalista desde su


época fundacional con la Revolución Mexicana de 1910, una llamita de esperanzas
para redimir sus carencia sociales; sin embargo, las diferentes versione de este
progresismo siempre terminan siendo repudiados por sus pueblos en la urnas
electorales. "La maldición de la clase media" siempre dicta solución de continuidad
a los gobiernos progresistas de la región (Guillermo Oglietti. ¿La clase media
muerde la mano que le dio de comer? ¿O la mano no
entiende?. https://www.alainet.org/es/articulo/178249)

La deficiencia estructural del progresismo nacionalista creemos encontrarla, entre


otras determinantes, en la ausencia de una economía política que aclarare tanto el
origen como el destino del excedente económico de las economía periféricas del
sistema, en otras palabras, epistemológicamente les ha faltado una teoría de la
renta del suelo internacional que dilucide el desarrollo del subdesarrollo en esta
parte del mundo. La Teoría de la Dependencia fue un serio intento por aclarar esta
cuestión, pero su vertiente marxista se olvidó del IV tomo de El Capital: Teorías de
la Plusvalía, donde Marx dedica gran parte al análisis de la categoría renta del
suelo, clave para descifrar la cuestión económica de los países periféricos primario-
exportadores.

El obstáculo epistémico en comento, más las inexorables tijeras del sistema-mundo


capitalista, determinaron que el modo producción en las economía
latinoamericanas contemporáneas, fuese tipificado como capitalismo dependiente
y/o capitalismo rentístico.

El colapso de este tipo de capitalismo en la región se ha intentado corregir a través


de dos paradigmas: el progresismo nacionalista, de fundamentación keynesiana y
el neoliberalismo salvaje impuesto por el dúo Hayek-Friedman; ambos de recia
estirpe económica neoclásica. Estos recetarios económicos son los que hoy están en
jaque por las masas desposeídas en Latinoamérica.

En atención a lo expuesto, podemos decir que el subcontinente pasara de la


oscilación entre el progresismo nacionalista y neoliberalismo salvaje, a la
emergencia de un neoliberalismo con ropaje izquierdista-progresista, sin desdeñar
una oleada neofascista continental, determinado por la crisis estructural del capital
mundial y por la falta de condiciones objetivas para la implantación de
formaciones sociales socialistas. Tal circunstancia no debe llamar a la
desmoralización de los explotados de estas tierras, pues, imperceptiblemente, nos
movemos hacia la superación de la época del capital. El comandante Chávez nos
alertó que esta transición duraría aproximadamente un siglo; de modo que no hay
que desesperarse. La pregunta científica que surge de estas posible eventualidades
es la siguiente: ¿Cómo combatir al capitalismo decadente desde las entrañas
nuestroamericans?

Ser anticapitalista hoy situado dentro de los linderos de América Latina exige
impulsar movimientos políticos que enarbolen los siguientes postulados:

1.-Defender a ultranza de la soberanía y de la independencia nacional.

La hegemonía estadounidense afincada en su poder atómico y en la entronización


del dólar en la economía mundial, exigen hoy más que nunca el apoderamiento de
los bienes naturales de los países periféricos. El dólar sin el petróleo se
derrumbaría como un castillo de naipes. A fin de evitar que la burbuja de
petrodólares estalle, enterrando a occidente capitalista y propiciando la transición
hacia el mundo euroasiático, el capital va a tratar de imponer la recolonización del
Tercer Mundo. Sin soberano e independencia seriamos pueblos políticamente
castrados.

2.-Defender la Democracia participativa/protagónica y el estado de derecho.-

La crisis estructural del capital demanda a nivel planetario, la implantación de la


teología neoliberal, con la finalidad de recolonizar el planeta, buscando la
desvalorización de las riquezas naturales y de la mano de obra, para de esta
manera contrarrestar la caída tendencial de la tasa de ganancia a nivel céntrico. La
globalización del capital y la agenda económica neoliberal, más el predominio del
capital financiero, resultan así, antagónicas con la democracia tanto representativa
como participativa. La cadena de golpes de estado propiciados por USA en
Latinoamérica para derribar a los gobiernos progresistas de la región, son prueba
indiscutible de esta aseveración. La implantación del credo neoliberal reclama
dictaduras militares neofascistas como la de Pinochet en Chile. El capitalismo y la
democracia están hoy en acelerado proceso de divorcio. (Marc Vandepitte. El
neofascismo va de la mano del neoliberalismo: Golpe de Estado en Bolivia y
noticias falsas- -12-11-2019-Rebelión-
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=262361)

Defender la democracia en sus formas más radicales es una manera de enfrenar al


capital tanto en el centro como en la periferia del sistema, pues es con la
democracia y el estado de derecho que se logran concretar todos los postulados del
anticapitalismo que aquí proponemos.

3.-Defender el empleo y la revalorización salarial de la fuerza de trabajo.

Uno de los grandes aportes de la Teoría de la Dependencia para el entendimiento


del subdesarrollo latinoamericano, ha sido su tesis sobre la super-explotaion del
trabajo, donde los trabajadores de este subcontinente reciben entre diez y quince
veces menos salarios que los de sus pares en los países desarrollados.(Marini Ruy
Mauro. Dialéctica de la Dependencia. México. ERA. 1973)

Los países que viven de una copiosa renta internacional del suelo como Venezuela,
vieron malograr su futuro industrialista que se había iniciado con la sustitución de
importaciones en los años cincuenta del pasado siglo, por no tener claro el papel de
los salarios en economías dependientes de ese emolumento internacional (Baptista
Asdrúbal. Teoría del capitalismo rentista. Caracas. Caracas. BCV. 2010)

La redención salarial de los trabajadores tercermundistas es la clave para provocar


la agudización de las contradicciones en la acumulación del capital mundial,
mejorando el nivel de vida de los asalariados y propiciando la solidaridad de clase
entre el mundo de trabajo del Centro y el de la Periferia. Este sería el terreno
abonado para el surgimiento de la V Internacional del Trabajo propuesta por el
Comandante Chávez. Sin esta mejora salarial en Latinoamérica, la transición al
socialismo será un sueño de virgen loca en estos linderos.

4.-Defensa patriótica de la revalorización de la naturaleza exportable

A parir de los años setenta de la pasada centuria, el capital decidió darle carta de
retiro al keynesianismo y en su lugar, le abrió las puertas al neoliberalismo como
teología económica legitimadora de las medidas económicas que se tomarían tanto
en el centro como en la periferia, para amortiguar la caída tendencial de la tasa de
ganancia del capital. En tal sentido, las elites gobernantes del capital se
propusieron la desvalorización del salario y de las materias primas. De esta
manera los tanques pensantes del capital idearon la doctrina del “Patrimonio
Común de la Humanidad” y el Régimen Legal Ingles y los Tratados Bilaterales de
Inversión (TBI), para esquilmarle al mundo periférico toda su naturaleza
mercantilizable. La reprimerizacion de Latinoamérica a partir de esos años, si bien
en un primer momento provocó al auge de las comodities, en en largo plazo
apunta a condenar a la región a seguir presa de la división clásica internacional
delas trabajo y a entregarle gratuitamente al capital imperial su riqueza natural.
Así, es comprensible que detrás del Neoliberalismo Salvaje y de los procesos de
neofascistizacion que se están dando en esta parte del mundo, tienen como telón
de fondo la aspiración imperial por apoderarse de los recursos naturales
latinoamericanos. Los casos de la Venezuela petrolera y la Bolivia del litio son
indicadores fehacientes de lo que aquí aseveramos. Por consiguientes, la lucha
contra el capital en estos linderos debe centrarse también en una defensa a ultranza
de nuestros bienes naturales, en el entendido que dichos bienes valorizados, nos
generaran renta del suelo internacional, y como ya lo demostró Carlos Marx, la
renta del suelo es una categoría económica anticapitalista.

5.-Promover la fundación de implantes socialistas en las entrañas del


capitalismo periférico.

Uno de los aprendizajes que no debemos desdeñar para empujar nuestros países
hacia el socialismo es el aportado por el llamado constitucionalismo revolucionario
que tuvo su origen en las primeras constituciones haitianas del siglo XIX y llega
hasta la Constitución Bolivariana de 1999. Mediante este expediente, se le pueden
abrir troneras al estado liberal que permitan la erección de implantes socialistas en
formaciones sociales dominadas por el modo de producción capitalista. Se pueden
crear empresas de propiedad colectiva pertenecientes a los trabajadores y
demostrar con ellas que las nuevas relaciones sociales allí concretada, son más
beneficiosas para el trabajo que las dominadas por el capital. Un implante
socialista nos ahorraría millones de horas dedicadas a la teoría de la transición al
socialismo.

6.-Impulsar la implantación de un Programa de Investigación que genere la


episteme de la transición al socialismo.

El derrumbe del Socialismo Real y la mengua del Progresismo Nacionalista


latinoamericano, nos están indicando que la teoría alimentadora de tales procesos
históricos, presenta baches profundos que deben ser superados, si queremos
abrirle paso a la economía política del trabajo y enterrar la economía política del
capital. La entronización del capitalismo en Rusia y en China es prueba fehaciente
de que la concepción materialista de la historia reclama varios ajustes. La tardía
llegada de la categoría Renta Internacional del Suelo para el análisis de las
economías primario-exportadoras, también nos alerta que el legado teórico del dúo
Marx-Engels, no ha sido digerido en su totalidad por el pensamiento crítico que
enfrenta al capitalismo.. Por consiguiente, se trata entonces de darle la vuelta a la
Tesis Once de Feuerbach propuesta por Marx en los siguientes términos: Los
filósofos se han dedicados hasta ahora a la interpretación del mundo, de lo que se
trata es de transformarlo. Creemos que el mismo Marx le dio la vuelta a su tesis
cuando en su intento por sepultar al capitalismo, consumió su vida en la
interpretación del mismo y nos legó El Capital. En otras palabras, urge un proceso
de interpretación de la realidad nuesatramericana, para poder llegar a un proceso
de transformación radical de la misma. Hoy los términos anti-imperialismo,
izquierdismo, anti-neoliberalismo, socialismo del siglo XXI y revolución entre
otros, deben ser deslastrados de su raigambre burguesa, para evitar confusiones
teóricas que lleven a trágicos errores de praxis política.

La tarea política que nos conduzca por la expedita transición al socialismo, necesita
nuevos conocimientos sobre el origen y destino del excedente de las economías del
subcontinente; así como también, se necesita teoría sobre el Estado periférico, los
movimientos políticos, la estructura de clases, el poder obediencial y tantas otras
parcelas de la ontología social de estas tierras.

Este programa de investigación, inspirado en el formulado por Marx, debe ser


desarrollado tanto por las universidades como por las organizaciones del poder
local/comunal. De lo que se trata es de parir la episteme, los cuadros, la
organización y el mensaje que necesita la clase trabajadora nuestroamericans para
tomar el cielo por asalto.

En conclusión, ser anticapitalista nustroameicnano del presente significa


matrimoniarse con el pensamiento marxiano, con la teología de la liberación, con
los saberes ancestrales de los pueblos originarios, la epistemología del Sur, más los
movimientos identitarios que el capitalismo intenta domesticar. Este maridaje debe
conducir a la erradicación de la división social del trabajo, como determinación
fundacional de la alienación y del régimen del capital; desmarcándonos de las
versiones edulcoradas del reformismo, tales como el capitalismo popular, el
capitalismo con rostro humano y el capitalismo amazónico.
¡Alienígenas del mundo unios ¡

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