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1) Lírica Popular
Contenido
Resumen
Una muchacha pregunta con angustia por el tipo de agua con qué se lavará. En
contraste con otras, como las mujeres casadas, se siente muy desgraciada. Tras repetir la
pregunta inicial, cuenta cómo abril deja paso a mayo, mes en que los enamorados
cortejan a sus amadas.
Estructura
Comentario estilístico
La comparación entre la joven sin amor y las mujeres casadas, está realizada con
una singular maestría, puesto que en esta comparación se aclara el simbolismo de los
primeros versos. Al igual que los cuatro primeros versos, los cuatro siguientes se
estructuran con otro paralelismo:
Para ahondar más en este simbolismo, es necesario volver al 2º verso del poema.
En él aparece una metáfora, “la flor de la mi cara”, que es el objeto de la acción de
“lavaré”. Podría pensarse que esta imagen es un recurso simple y tópico para ensalzar la
belleza de la joven. Pero su sentido más profundo se aclara en los versos finales, donde
el poeta vuelve a servirse del paralelismo y del hipérbaton para situar el poema en un
marco temporal muy concreto:
Entra (verbo) mayo (sujeto) con sus flores (complemento circunstancial)
sale (verbo) abril (sujeto) con sus amores (complemento circunstancial)
Sorprende, en estos versos, que las “flores” tengan que atribuirse necesariamente
a mayo y los “amores” a abril, puesto que también podía haberse optado por lo
contrario. El florecimiento de la primavera no se da en abril en menor medida que el
nacimiento del amor en mayo. Además, si los “amores” son propios de abril, que “sale”,
no hay un motivo claro para que en mayo “los dulces amadores” comiencen “a bien
servir”, en lugar de consagrarse a esta actividad en abril, salvo que el poeta quiera
establecer una relación entre las flores de mayo y el servicio de los “amadores”. En ese
caso, las flores simbolizarían la madurez para amar de las muchachas.
Localización
Contenido y estructura
Pese a todo, las simpatías de los ciudadanos de Burgos están con el Cid, como
recuerda varias veces el autor: “Lo invitarían con agrado, pero ninguno lo osaba” (v. 1),
“Gran pesar tienen las gentes cristianas” (v.9) o, de nuevo, en palabras de la niña: “mas
el Creador os valga con toda sus virtudes santas” (v.28)
La niña concluye su parlamento con una súplica directa al Cid que tiene la
brevedad de un aforismo y toda su fuerza: “Cid, con nuestro mal, no vais a ganar nada”
Ante semejante muestra de “saña” del rey, el Cid hace gala de su mesura.
Además de fuerte y sabio, el perfecto héroe medieval es un caballero cristiano. El Cid,
ante las dificultades, no reacciona con la violencia o la furia, sino que es capaz de
calmarse y rezar a la Virgen María (“llegó a Santa María, entonces descabalga. / Se
hincó de rodillas, de corazón rogaba. / La oración hecha, entonces cabalga”). El poeta
insiste en el orden de los acontecimientos para recordar que el Cid no ha querido ni
siquiera bajar del caballo en la ciudad para no perjudicar a nadie, de hecho ha pasado
por ella a galope (“Apartóse de la puerta, por Burgos aguijaba”) y sólo ha desmontado
para entrar en la iglesia y rezar de rodillas ante la Virgen.
El poeta recuerda que, pese al castigo del rey, el Cid no está solo, cuenta con la
simpatía de la gente que no le ayuda porque no puede, y con la compañía y la ayuda de
sus amigos “a su alrededor, una buena compaña” (v. 37) que parten con él al destierro.
Forma
El texto contiene dos epítetos épicos (“Ya Campeador, en buena hora te ceñiste
la espada”, v.21 y “Mio Cid Ruy Díaz, el que en buen hora ciñó espada”) que son una
fórmula típica de la épica castellana y que se utilizaban para identificar
inequívocamente a los personajes y como recurso mnemotécnico del juglar.
La transmisión oral por medio del canto o del recitado se muestra en la aparición
de figuras retóricas relacionadas con la repetición que favorecen el ritmo. Es el caso de
los elementos binarios (“los cuerpos y las almas”, “los bienes y las casas”) o la
bimembración (“llegó a Santa Maria entonces descabalga” / “la oración hecha,
entonces cabalgaba”).
Conclusión
Localización
Está claro que, aun escrito en verso, se trata de un texto narrativo que posee
todos y cada uno de sus elementos que quedan reflejados en el resumen efectuado en
líneas anteriores. Los personajes principales son el clérigo, en su calidad de
protagonista, y el obispo, como antagonista. La Virgen es un personaje protagonista
aliado con el clérigo. Entre líneas se puede leer la figura del denunciante entre los
feligreses. Todos ellos son personajes estereotipados: el clérigo representa al devoto
mariano, inocente; el obispo a la jerarquía eclesiástica que vela por un clero formado y
obediente. Por su parte, la Virgen, en una faceta altamente humana, auxilia al clérigo
que le pide ayuda.
Estructura
Berceo usa el verso para contarnos una historia. Se trata, pues, de narración
versificada. La forma métrica utilizada por el autor es la innovadora y desafiante
cuaderna vía, conjunto de cuatro versos alejandrinos monorrimos consonantes o
tetrásforos, forma métrica considerada culta en contraste por la métrica anisosilábica y
asonante empleada por los juglares que recitaban los cantares de gesta; son, pues, 56
versos agrupados en torno a 14 cuadernas. Cada cuaderna supone una unidad de
contenido por sí misma que va enlazando con el resto de las cuadernas gracias al eje
temático.
Forma
Por las formas como por las intenciones, el texto pertenece a la poesía culta
religiosa que nace como alternativa a la lírica popular y a los cantares de gesta.
Conclusión
LOCALIZACIÓN
Este texto corresponde al prólogo de los Milagros de Nuestra Señora, una obra
poética del mester de clerecía que pertenece al género narrativo caracterizado por la
existencia de un narrador que cuenta una serie de acontecimientos que le suceden a unos
personajes en un lugar y tiempo determinados.
ESTRUCTURA
Primera parte: comprende las 4 primeras estrofas en las que el narrador cuenta
que yendo de romería se encontró con un bonito prado y describe todo lo que hay en
este, usando el tópico literario “locus amoenus” ya que hace una descripción de un
paisaje hermoso, de un lugar idealizado.
ANÁLISIS DE LA FORMA
CONCLUSIÓN
LOCALIZACIÓN
El fragmento que vamos a comentar pertenece al Libro de Buen Amor, obra del
mester de clerecía dentro del periodo de la Edad Media.
Parece que la intención del autor era moralizante, enseñar a los hombres que
deben seguir el Amor Divino y no el amor carnal, pero a lo largo de la obra observamos
la ambigüedad en su intención ya que parece ofrecer técnicas para disfrutar de los
placeres carnales más que para evitarlos.
Los autores del Mester de Clerecía eran conscientes de estar escribiendo para la
posteridad y por tanto cuidan el lenguaje.
La finalidad del mester de clerecía era didáctica y, en este sentido, esta obra
pretende enseñar el buen camino a los jóvenes para que no pequen. Esta actitud está
ligada al contexto en el que se inscribe, donde el poder de la iglesia lo abarcaba todo y
amedrentaba al pueblo analfabeto.
TEMA Y ESTRUCTURA
En este fragmento, el autor describe las virtudes de las damas chicas usando la
sátira, para, en la última estrofa, hacerles ver a los que quieran pecar cual es el
verdadero motivo de elegir mujeres pequeñas para amar.
Como texto del mester de clerecía utiliza la cuaderna vía, estrofas de cuatro
versos alejandrinos, monorrimos, con rima consonante que varía de una a otra estrofa.
FORMA
La segunda estrofa empieza con un hipérbaton (Del que mucho fabla rríen) y
encontramos otro en el segundo verso (tyene la dueña chica). También podemos
observar el juego de palabras que realiza el autor con los adjetivos grandes y chicas
hasta el punto de llegar a confundir al lector u oyente.
En la quinta estrofa hay un anáfora en los tres primeros versos (en), además de
realizar un hipérbaton en cada uno de estos versos que comienzan con el complemento
del verbo. En el último verso se utiliza un refrán, lenguaje popular (pocas palabras
cunple al buen entendedor).
Pasamos a la sexta estrofa que se abre con un hipérbaton (es pequeño el grano) y
cuyo último verso es una hipérbole (non ha plaser del mundo qu'en ella non se sienta).
En la séptima estrofa hay dos comparaciones (rosa, oro y bálsamo con la chica)
En la octava estrofa, encontramos otra comparación, entre los rubies y las damas
chicas, para lo que utiliza dos enumeraciones: una sobre las características del rubí
(tyene muncha bondad, color, vertud e precio, noblesa e claridad) y sobre las
características de las damas chicas (beldad, fermosura e donayre, amor e lealtad). En la
enumeración a cerca de las características de la dama observamos que utiliza la
polisíndeton para unir rasgos que tienen una relación más precisa.