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La psicología del color.

Marketing emocional: las emociones en las


decisiones que tomamos
La visión de Damásio está basada en sus estudios sobre personas que tenían
dañada el área cerebral de las emociones. Estas personas eran capaces de
procesar la información racional relacionada con las diferentes alternativas,
pero eran incapaces de tomar decisiones porque carecían de un anclaje
emocional hacia las opciones sobre las que debían decidir.
La piscología del color es un campo de estudio que está dirigido a analizar cómo
percibimos y nos comportamos ante distintos colores, así como las emociones
que suscitan en nosotros dichos tonos.

No hay que olvidar que pueden existir ciertas variaciones en la interpretación y


el significado ósea El mismo color también puede tener diferentes significados
que dependerán de factores como nuestra educación, valores, sexo, cultura,
etc., a pesar de todo, hay ciertos principios aceptados que vamos a repasar en
este artículo y que se aplican fundamentalmente a las sociedades occidentales.
Te voy a poner un ejemplo:

Si yo me dirijo a un público objetivo de chicas jóvenes españolas, de unos 25


años, en función de lo que queramos hacerles sentir deberemos escoger un
color u otro.

Si yo quiero que estas chicas me perciban como una marca seria, que les va a
proporcionar madurez y elegancia, quizás el negro sea una muy buena opción.
Pero si yo quiero que sientan con mi marca cierta vitalidad, fuerza, alegría,
quizás un tono rosado sea la mejor opción.

Debemos de tratar que nuestro público sienta algo con nuestra imagen, y la
vista es un factor fundamental para ello. La percepción que tengamos sobre ese
color determinará gran parte de la confianza que sientan con nosotros y la
compra, y esto, es un proceso del subconsciente que quizás no tengas en
cuenta.
Influencia en las emociones y el estado mental
¿Sabías que los colores de tu alrededor pueden estar influenciando tus
emociones y tu estado mental?
¿Sabías que ciertas tonalidades pueden irritarte o, por el contrario, relajarte y
calmarte?
Los colores que nos rodean sí que pueden tener un efecto en la psique humana.
Muchas empresas aprovechándose de esto, diseñan sus logos teniendo en
cuenta los colores que emplean, pues de esta manera envían un mensaje u otro
al consumidor; Cuando se decora una tienda también se valora qué colores se
emplean, pues es casi una necesidad que la gente sienta el deseo de comprar
cuando está en el local.
Pero no solo se utiliza la psicología del color para sacar un beneficio económico.
En la arteterapia, el color se asocia a las emociones de la persona y es una
manera de influenciar el estado físico y mental del paciente.
Por ejemplo, los estudios han demostrado que el rojo aumenta el ritmo
cardíaco, lo que, a su vez, provoca un aumento de adrenalina y hace que los
individuos se sientan enérgicos y entusiasmados.

La psicología del color en la vida cotidiana


 Como colores cálidos:
El rojo, el amarillo o el naranja, que pueden suscitar distintas reacciones,
desde positivas (calidez) o negativas (hostilidad y enfado).

 Colores fríos:
El verde o el azul, que suelen provocar una sensación de calma, pero
también tristeza.
Todos estamos familiarizados con estos conceptos, la psicología del color se
emplea en la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando pintas tu casa y consideras
qué colores quieres para tu hogar porque vas a pasar muchas horas allí dentro.
El subconciente confabula para que elijas un color con el que te sientas
agradable o provoque ciertas emociones, calidez, seriedad, alegría, paz.
Un gris elegante para el salón, una cocina verde que se asocie a la primavera y la
frescura.
A lo mejor te gusta el yoga y la meditación y quieres una habitación blanca
porque sabes que tiene un efecto relajante. Esto son solo algunos ejemplos de
cómo empleamos la psicología del color casi sin darnos cuenta.

Quienes se desenvuelven en las áreas de salud o un hospital, usan batas o


uniformes blancos (pureza, relajación, limpieza, da confianza y tranquilidad), en
los quirófanos se usan colores azules o verde agua, esto pues el azul parece
darnos un estado mental de relajación y propicia a concentración, cosa
necesaria en un procedimiento quirúrgico.

Marketing emocional y psicológica de los colores


Tal vez el área en el que más se aplique la psicología del color es en marketing.
Es habitual creer que las decisiones que tomamos a la hora de comprar se basan
en un análisis racional, pero, en muchas ocasiones, nuestras emociones son las
que deciden por nosotros, pues somos víctimas de 2 cosas principalmente:
El subconciente.
La programación que recibimos atreves de los medios.

En cuanto a la toma de decisiones se refiere, incluso la neurociencia moderna se


había centrado sólo en los aspectos cognitivos del cerebro, olvidando las
emociones, siendo estas las que a veces desencadenan los procesos de
pensamiento y por ende las decisiones.

Todo esto cambió con el libro de Antonio Damásio llamado "El error de
Descartes". Un texto de psicología altamente recomendado que aporta
evidencia científica sobre la importancia de las emociones en nuestras
decisiones.

¿cómo llegamos al corazón del cliente?


Pues a través de los sentidos, los cuales son el medio por el cual la mente, alma
o psique, interactúa con su entorno.
Principalmente gracias al oído y la vista. (además estos sentidos pueden ser
explotados e influenciadas a distancia).
Por eso, cuando entras a una tienda de moda o una boutique tienen muisca de
acuerdo a la personalidad le ropa que se venda y puedes apreciar un decorado y
un colorido te dice: “compra, compra, compra”. Según Color Marketing Group,
una compañía especializada en el uso de los colores, casi el 85% de las razones
por las que una persona elige un producto sobre otro tiene que con la
percepción del color.
La psicología del color también se aplica en el branding. ¿Sabías que el rojo
estimula el apetito?
Un gran ejemplo del buen uso de la psicología y neurociencia en su marketing es
Burger King, su isologo (texto y el símbolo se encuentran agrupados, uno no
funciona sin el otro), mescla el nombre de su franquicia de comida rápida con
una imagen de su producto (hamburguesa) así las personas al ver una
hamburguesa o antojárseles una pensar en esta franquicia, los colores que usa
son perfectos, pues el nombre es color rojo (generando un estado de apetito y
alerte, activando el sistema reptil del cerebro, zona relacionada con los impulsos
básicos y si comer es una necesidad básica, con esto el espectador a nivel
inconciente compre un el vinculo o relación que se insinúa sibliminalmente,
comer, ambre = Burger King, a donde creen que los llevara su mente al tener un
antojo claro de entre los primeras opciones Burger King si se a estado bajo la
influencia de su publicidad, luego el amarillo, hambre, ansiedad y por ultimo
envuelto todo por una crecinte y curva franga azul, haciéndolo tolerable a la
vista.

Por eso no es de extrañar que cadenas conocidas de comida rápida como


McDonald’s, Pizza Hut, KFC y Wendy’s empleen este color en sus logotipos e
instalaciones.
Los colores para ellos son los gatillos para generar dicha postura de consumidor
al espectador.

Es muy importante que aprendas qué significa cada color, puesto que la
simbología del color será esencial para que nuestro público objetivo capte bien
lo que queremos transmitir y comunicar.
Al generar cercanía con el cliente potencial de manera eficiente, aumentan
sus posibilidades de vender sus productos. Esto es lo que se conoce como
branding emocional o "hacer marca".

En su libro “Branding Emocional: el nuevo paradigma para conectar las


marcas emocionalmente”, Marc Gobé explica: “El branding emocional es el
conducto por el cual la gente conecta de forma subliminal con las compañías
y sus productos de un modo emocionalmente profundo. La innovación de
Sony, la elegancia sensual de Gucci, el glamour insaciable de Vogue, nos
llegan emocionalmente despertando nuestra imaginación y prometiéndonos
nuevos reinos”. Otro ejemplo puede ser Nike, que asocia sus productos a
grandes estrellas del deporte, con la esperanza de transferir al cliente el
apego emocional del deportista con la marca o el producto. Todas estas
marcas llevan una imagen asociada que genera emociones en los clientes.

Hacer marca no es únicamente idear un logotipo, un nombre o el uso de


determinados colores. Una marca supone la creación de una identidad, de
una personalidad, la creación y promoción de unos determinados valores
que la hacen deseable desde un punto de vista emocional.

La publicidad emocional: vendiendo emociones


El branding es solo un ejemplo de cómo se pretende llegar al consumidor a
través de la generación relaciones afectivas. Pero el concepto de marketing
emocional no solamente incluye hacer marca a través de las emociones, sino
que también implica la generación de sentimientos en sus productos o hacer
la marca visible. Esto se consigue con la publicidad, que es un punto de
contacto con el cliente. Ejemplos de publicidad son: el entorno de retail,
el merchandising, los edificios de la compañía, el entorno digital o los
anuncios en medios de comunicación. Lo ideal es que la creación de una
marca y gestión de la misma, debe partir desde el branding, y proyectarse a
través de la publicidad.

Ante el surgimiento del marketing emocional, se queda atrás la publicidad


basada en resaltar los beneficios de lo que se pretende vender, ya que hoy
día casi todos los productos ofrecen ventajas similares. Por esta razón se ha
dado paso a la proliferación de la publicidad emocional, destacando ante
todo valores asociados a los deseos, anhelos y aspiraciones internas de los
posibles consumidores.

Lo que proponen las estrategias de marketing emocional es que para dejar


huella en el consumidor hay que proporcionar redes estimulantes basadas
en el placer y en el bienestar, acompañando al individuo en momentos y
situaciones especiales y únicas, o bien, provocar reacciones emocionales de
culpa a través de emociones desagradables. Para el neurólogo Donal Caine
“la diferencia esencial entre emoción y razón es que la emoción incita a la
acción, mientras que la razón solo a conclusiones”. Es decir, el ser humano es
un ser emocional, lo que se traslada a sus decisiones de compra. Cuanto más
intensa sea la emoción (positiva o negativa) que se asocie al producto o la
marca, más profunda será la conexión neurológica conseguida en el cerebro
del consumidor en potencia.

Es por eso que las campañas de publicidad refuerzan esta asociación entre
redes neuronales, ya que son las que finalmente motivan la compra
impulsiva de determinados productos. Un anuncio puede hacerte sentir más
atractivo, más sofisticado o, por el contrario, te puede hacer sentir culpable
para que te dejes dinero en caridad. A través de la marca, te puedes llegar a
creer que eres un tipo duro porque bebes Jack Daniels o conduces
una Harley Davidson.

El uso de la felicidad en tiempos de crisis


Las empresas arriba mencionadas saben cautivar al cliente a través de los 5
sentidos. Al trasmitir emociones y sentimientos, estas empresas han creado
una conexión especial con el cliente y han logrado que sus productos tengan
un significado especial para ellos.

Una de las compañías que mejor ha utilizado el marketing emocional es


Coca-cola. Este refresco no seduce ofreciendo agua carbonatada llena de
azucares y colorantes, en cambio, vende felicidad. Es curioso como un
refresco que podría asociarse tranquilamente a la obesidad se acaba
convirtiendo en sinónimo de sentirse “happy”. Por si fuera poco, en su
campaña “Comparte la Felicidad”, colocó decenas de nombres en sus
envases y latas, con el objetivo de que la gente supiera que ese producto
había sido creado específicamente para ellos.

También creó “el cajero de la felicidad”. Un cajero que podría parecerse al de


un banco cualquiera, pero que en realidad, era un cajero en el que la gente
sacaba 100€ gratis con la única condición de compartirlos con alguien. Ya se
sabe: en tiempos de crisis, la felicidad vende.

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