Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Se puede resumir parte del pensamiento yo político griego con el siguiente extracto de un
discurso de Pericles: “Nuestra constitución, se llama democracia porque no está en manos
de las minorías, sino de todas las personas. Cuando se trata de resolver disputas privadas,
todos somos iguales ante la ley. Así como nuestra vida política es libre y abierta, también lo
es la vida cotidiana en relaciones con cada uno de nosotros. Es aquí donde el individuo se
interesa, no sólo por sus propios asuntos, sino también por los asuntos del Estado.” Es ésta
la razón por la cual se considera a Grecia la cuna de la democracia, de la filosofía y de la
civilización occidental.
Este ha sido uno de los aportes más importantes que nos han dejado los griegos a futuras
civilizaciones de occidente. Producto de esta sociedad, que ha puesto tanto énfasis en la
racionalidad social, es que llegan al esplendor en épocas tan remotas como el siglo V a.c, las
famosas “polis” o Ciudades Estado, con métodos político-administrativos muy
desarrollados. Esta organización social y motivación intelectual desde lo público, también
derivó en un desarrollo del sentido estético y del arte, como en pocas otras civilizaciones de
occidente de esta época se ha conocido. Las grandes obras arquitectónicas, las famosas
esculturas y tallados sobre piedra, así como el desarrollo de grandes obras literarias, leídas
hasta el día de hoy por millones de personas en el mundo. También desarrollaron disciplinas
de otros ámbitos, no convencionales para la época, como son la organización de
competencias deportivas: las Olimpiadas.
Todo esto se da por un sentido de la estética muy desarrollado en el mundo griego. Una
civilización que no necesitó ser grande por sus conquistas militares, ni por la gloria de algún
déspota, sino por su alto entendimiento de la cultura, el arte y la democracia.
Sin embargo, a pesar de todos estos logros y avances presentes en la civilización griega, hay
que tomar en cuenta que ésta prevaleció por casi 2000 años, y para lograr todos estos
avances tuvo que pasar por épocas de iluminación, así como épocas oscuras.
A Grecia le demoró más de 1000 años el desarrollar su sistema político conocido como
Ciudades-Estado. Estas Polis fueron desarrolladas lentamente durante la edad oscura griega,
hasta convertirse en una institución fundamental y única para la sociedad griega. Éstas
comprendían un pueblo o ciudad, o hasta una aldea, que tenía un punto central donde los
ciudadanos se reunían a realizar actividades políticas, sociales y religiosas.
Otro factor importante del desarrollo de la sociedad fue la variación de la conformación del
ejército. En la Grecia antigua, quienes peleaban eran los aristócratas con caballería. Se
crearon los hoplitas, que eran fuerzas de infantería fuertemente armadas y montadas en
caballería, que no necesitaban ser nobles para pertenecer al ejército. Esto quitó mucho
poder a la aristocracia, y dio paso a la democracia griega.
Esta nueva fuerza militar, junto con una fortaleza política con la que los ciudadanos griegos
de diferentes polis se identificaron dio mucha estabilidad a Grecia, y le dio posibilidades de
expandirse por la costa del mediterráneo hacia occidente y oriente. Esta expansión a oriente
ocasionó que sus fronteras se encuentren con las del Imperio Persa, lo que en el futuro
ocasionaría una serie de refrendas y conflictos bélicos, que terminarían ocasionando la caída
de Grecia.
Sin embargo, lo que realmente afectó a la estabilidad griega fue su creciente rivalidad entre
las polis. Atenas y Esparta fueron las ciudades que más poder llegaron a tener dentro de
Grecia, y esta rivalidad terminó en conflictos armados entre ciudades dentro de la misma
Grecia. Las célebres guerras del Peloponeso entre Atenas y Esparta se dieron en la última
etapa del esplendor griego, después del siglo V a.c.
Atenas quiso conformar un imperio terrestre y naval, para tener así el control absoluto
sobre territorio griego, pero el poder espartano limitó su imperio únicamente al dominio
naval. Décadas de guerras entre estas dos ciudades causaron graves estragos dentro de
Grecia, haciendo de ésta no una nación unida, sino más bien una ubicación geográfica en la
que ocurrían recurrentes refriegas entre rivales en busca de poder. Esto fue visto como una
oportunidad por parte del Imperio Persa, que a pesar de haber sufrido varias derrotas en el
pasado en sus intentos por conquistar Grecia, la situación interna de ésta le permitió en el
año 197 a.c.
Así los griegos nos dejan un legado que ha dado las bases de la filosofía y de la organización
política democrática contemporánea.