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Ciudad

de Arena

Malaqa,
medina andalusí
Juan Gaitán. Escritor y periodista
Mónica López Soler. Historiadora del arte
Alejandro Pérez-Malumbres Landa. Arqueólogo y guía oficial de turismo
Antonio Fernández Laporte. Ingeniero

Málaga es una ciudad de arena donde ciudad en deconstrucción que sólo lega dral, puede que ese día, bajo un cielo terso
casi todo es de anteayer. En Málaga cuajan a las nuevas generaciones una ancestral y una luz desnuda y un viento que empe-
las cosas muy poco, quizás porque cual- manía por el cambio y jamás el gusto se- zaba a llegar ardiente, ese día, inaugurase
quier viento o cualquier ola basta para ba- reno por la tradición. Ciudad de oleaje, en- sin saberlo una forma de deshacerse, de
rrerla de una punta a otra. No tantas cosas tregada al albur del viento que toque, en deconstruirse, que los malagueños aún
hay en esta ciudad que podemos señalar Málaga casi nada hace huesos viejos, y lo seguimos practicando. Puede que fuese
como de vieja solera, de cosa antigua y que va quedando permanece olvidado por ese día el que iniciamos la costumbre de
acostumbrada al trajín urbano, a la gente, las esquinas, como si en cada calle hubiera poner las cosas unas encima de las otras,
a la cultura local, porque en Málaga nos un desván donde arrumbar los muebles de de levantar cimientos sobre escombros,
empeñamos sistemáticamente en borrar la historia. Todo lo demás se cambia cada de borrar las huellas de los que estaban
cualquier resto del pasado inmediatamen- temporada, como si fuésemos nuevos ricos antes, como si hubiese vergüenza en ello.
te anterior, en poner justo encima lo últi- o chamarileros de bazar. Málaga se tira Poco queda de la Málaga nazarí que
mo que tenemos. a sí misma por la ventana diariamente, empezó a destruir, a esconder, a camu-
Casi nada perdura en esta Málaga de como una loca, como una niña vieja que flar Pedro de Toledo con su filosofal cruz
las arenas movedizas que todo se lo traga rompe los espejos porque no quiere que de oro que convertía las mezquitas en
y todo lo crea según la moda. En Málaga, nada le recuerde que tiene tres mil años. catedrales. Pero siempre queda algo. La
para darte una dirección, para orientarte, historia es testaruda y perseverante y
te dicen: “Donde estaba tal cosa”, y se uti- Malaqa, medina andalusí va dejando por los rincones rastros que
liza siempre el pasado porque nada está Puede que, ya desde amanecida, el cie- a veces pasan desapercibidos, pequeñas
nunca donde solía, nada aguanta unas lo estuviese muy despejado, intensamente referencias, difusas marcas en las que
cuantas generaciones. azul, con ese brillo pulimentado que tiene el viajero o el aborigen interesado pue-
No se acomoda Málaga a sí misma en los días de terral. No es descabellado de encontrar los rastros de lo que fue, el
ni a un discurrir sereno de ciudad más o pensar que aquel 19 de agosto de 1487 hi- rescoldo aún caliente de otro tiempo que
menos confortable. Se le vienen encima ciese terral, y que cuando Pedro de Toledo, también nos pertenece aunque nos lo ha-
las urgencias de las nuevas olas. Málaga obispo, hizo cargar sobre un carro tirado yan escamoteado.
es así, volandera y despreocupada, siem- por bueyes aquella enorme cruz de oro, y De eso se trata.
pre dispuesta a enterrar un palacio para mandó que la llevaran hasta la mezquita
vitorear unos adosados porque confunde principal de la ciudad recién conquistada, Tierra de paraíso · Vaso de almizcle
la vanguardia cateta con la desmemoria. recién rendida por la traición y por el ham- destapado Estrella polar · Corona de la
En Málaga es difícil que un padre pueda bre, y mandó después que la colocaran en luna · Atalaya de las águilas altivas · Ri-
llevar a su hijo a los mismos sitios que su el lugar más sagrado, y entonces declaró val de los astros del cielo por su brillo ·
padre le llevó cuando chico. Málaga se gusta solemnemente que aquello había dejado Trono de reino antiguo · Venta en que no
más en deshacerse que en hacerse, es una de ser una mezquita y ahora era una cate- cabe pérdida · Ciudad de la salud · Tesoro

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Vista de la Alcazaba y Gibralfaro

escondido · Visita amable y consoladora · ríes desde 1296 hasta 1487. Durante más Wadi Malaqa.
Reparo de los contratiempos · Refugio en de siete siglos de vida, Malaqa vistió galas En su medina había mezquitas, ba-
las aflicciones · Frente de mujer seducto- andalusíes. ños, hornos y funduqs. Tenía también
ra no cubierta con velo · Ibn al-Jatib a la Era una de las medinas más ricas y una eficaz atarazana, se celebraban zocos
medina andalusí de Málaga en “Paragón espléndidas de al-Andalus y del Mediterrá- y no faltaban alhóndigas y alcaicerías ni,
entre Málaga y Salé” (siglo XIV). neo. Su exuberancia, su riqueza en produc- por supuesto, la maqbara. Un importan-
El relato histórico de Málaga comien- tos de la tierra, la abundancia de su agua te puerto comercial, de continuo y abun-
za con los fenicios. Detrás llegaron carta- dulce, su benigno clima, la belleza del mar dante tránsito, trajo riquezas a la ciudad
gineses y romanos, la cruzaron oleadas de y la montaña en su singular encuentro, el y exportó sus tesoros, escuchándose el
pueblos que se dirigían a África y estuvie- verde vergel de sus huertas y sus extensos nombre de Malaqa en lugares remotos y
ron los bizantinos y visigodos. Se convir- viñedos, sus alcázares ajardinados y otras ganándose de esta manera su merecida
tió en medina andalusí en el 713, regida tantas magnificencias, le valieron ser con- fama. Eran muy apreciados los productos
por los omeyas durante el emirato y el ca- siderada tierra paradisíaca por viajeros y con denominación de origen Malaqa o
lifato de Córdoba, a excepción del periplo cronistas como Ibn al-Jatib, al-Razi, al-Idri- Maliqa, como la loza de reflejo metálico
hafsuní de finales del siglo IX y principios si, al-Saqundi o Ibn Battuta. o las vestiduras de varios colores que se
del X. Cuando al-Andalus quedó dividido Entonces la ciudad contaba con una tejían en la ciudad, con bordados de figu-
en los reinos de Taifas, Malaqa cayó en sede de gobierno, la alcazaba (al-Qas- ras que representaban califas y otros nota-
manos de los hammudíes en 1031, pero ba), y una ciudad amurallada (madina) bles personajes. Tenían especial fama los
en 1057 la conquistó el emir Badis ibn Ha- que se extendía desde la misma alcaza- higos secos, llamados tin arrayyi, nombre
bus de la dinastía zirí de Granada. A éstos ba hasta el río que hoy denominamos que tomaron de la circunscripción admi-
le siguieron los almorávides y en 1153 los Guadalmedina (Wadi al-Madina, el río nistrativa de la que fue capital Archidona
almohades, hasta su último gobierno en de la ciudad) y que sin embargo en los y después Malaqa: la Cora de Rayya, deli-
manos de los sultanes granadinos naza- documentos andalusíes se cita como cias que se saborearon hasta en Bagdag.

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calles como Santa María, Granada, San
Agustín o Compañía, incluso Andrés Pé-
rez o San Juan, nos podrían hacer volver
a ese recorrido inesperado del trazado de
las calles andalusíes, cuyos nombres, es-
critos en la arena de la urbe, borraron las
olas de la historia. La confluencia de algu-
nas de estas calles confluían en el corazón
de la ciudad, un ensanche que hoy recibe
el nombre de plaza de la Constitución.
Entonces como ahora, además de eje arti-
culador de las calles que conectaban todas
las direcciones de la ciudad, era lugar de
encuentro, donde se celebraba el zoco.
Aún, con un poco de empeño y para
aquellos viajeros del tiempo de romántica
imaginación, se puede pasear descubrien-
do el rastro de la Malaqa andalusí.
Recinto amurallado de la Alcazaba
La muralla y sus puertas
También era extraordinario y único de memoria de Malaqa, pero la historia (que La muralla de la medina
esta ciudad el xarab almalaqui o vino persevera) revela su rastro a través del ur- arranca desde una torre de la alcazaba,
malagueño, tal como elogiaron los viaje- banismo. Diseños de calles como Álamos que se aso- ma poderosa hacia el moderno
ros Almaccari, Ibn Sa´id o AbuI - Walid o Carreterías evidencian el trazado de la túnel. Baja muy arrasada, dejando ver la
Isma´il. antigua muralla, o el camino de ronda in- base de otra torre, y comienza su
“Malaqa es una de las capitales de al- tramuros se recorre en Arco de la Cabeza y recorrido escondida, aprovechada como
Andalus y de las más hermosas, aúna Muro de San Julián. En estas vías, tramos muro medianero de las casas, que no
las ventajas de mar y tierra y abunda en de muralla asoman queriendo afirmar su pudieron encontrar mejor lugar para
productos y frutos. En sus zocos se vendía presencia aunque, a pesar de su empaque, apoyar que su maciza y gruesa fábrica.
-atestiguo- la uva a razón de ocho arreldes se vuelven difusos entre medianerías y fa- Continúa su trayectoria paralela a las
por un dirham pequeño, las granadas di- chadas, como si fuesen una simple amal- actuales calles Álamos y Carretería,
chas murcianas y de color de jacinto, no gama inacabada de ladrillos y mamposte- hasta que el río Guadalmedina frena su
tienen igual en el mundo, y los higos y ría que ocupan fortuitamente cualquier desarrollo oeste, virando en dirección sur
almendras se transportan desde la ciudad trayecto de la ciudad. Algún triste adarve hasta el mar, el mar que entonces alcanza-
y su alfoz hasta los países del Magreb y que se siente solo encontramos en la ca- ba el actual mercado de Atarazanas. Final-
el oriente árabe. En Málaga se fabrica la lle San Juan y Andrés Pérez. Su presencia mente se extendía en la linde sur, salpica-
maravillosa cerámica dorada que se lleva refiere la concepción del urbanismo islá- da por el Mediterráneo, hasta encontrarse
a los países más remotos.” Ibn Battuta, en mico, que se genera desde el espacio lleno, de nuevo con la alcazaba.
“La Rihla” (siglo XIV). priorizando la importancia de lo privado Se puede hacer una lectura de sus
Junto a la medina, que tomó forma seme- frente a lo público. A partir de la casa se muros a través de las técnicas constructi-
jante a la de una almendra, otro de los ricos origina la manzana y luego la macla y el vas empleadas, que varían a lo largo del
productos que esta tierra producía, había dos entramado, donde surgen ensanches y tiempo. La fase más antigua se reconoce
arrabales (rabad): Funtanalla al norte y al- vías principales que comunican la ciudad por los aparejos de sillares o sillarejos. La
Tabbanin en la orilla izquierda del río. y concentran la vida pública en los zocos. época almohade por los muros de tapial de
De éstas parten ramificaciones y pequeños tierra o de calicanto, aunque en muchas
I. La huella andalusí: un rastro perdido, adarves de uso particular, calles sin salida ocasiones estas obras anteriores fueron
una memoria olvidada cuya función es dar acceso a las viviendas. forradas en época nazarí con aparejo de
Apenas quedan destellos de la loza do- Esta forma de entender la ciudad origina piedra encintada con ladrillo. También
rada o colores de mosaico andalusí en la una trama orgánica e irregular. Pasear por las torres son de formas variadas, por lo

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de planta semicircular (calle Alcazabilla,
Puerta de Buenaventura, Carretería), que
aparecen envueltas en ocasiones con alza-
dos cuadrados o rectangulares. Delante de
la muralla se sitúa el antemuro o barbaca-
na, que se realizó mayormente en tapial, y
cuyo diseño a veces sigue los quiebros de
murallas y torres y otras es más rectilínea.
En la muralla se abrían varias puertas
que daban a importantes vías de comuni-
cación y a espacios singulares. En la docu-
mentación escrita de la época y referencias
posteriores cristianas, citan otras puertas
cuya localización no se sabe con seguri-
dad. En este recorrido de noreste a sureste,
además de descubrir algunos tramos aun
visibles de la muralla, se localizan algu-
nas puertas: 1. Bab Funtanalla (o Puerta
de Granada), 2. Bab al-Jawja (Puerta del Puerta de las antiguas Atarazana, hoy acceso pincipal al mercado de Atarazanas
Postigo), 3. Bab al-Malab (o Puerta de
Antequera), 4. Bab al-Qantara (Puerta del
Puente), 5. Bab al-Bahr (Puerta del Mar),
6. Bab al-Faray, 7. Puerta de los Siete Ar-
cos, 8. Bab al-Aqaba (Puerta de la Cuesta).
En calle Alcazabilla se destaca en el
pavimento el trazado de muralla y bar-
bacana. Sería interesante que se indicase
para que la gente interprete esa clave.
Mientras, en el sótano del edificio que hace
esquina entre dicha calle y la Plaza de Ma-
ría Guerrero se puede ver un torreón.
En el arranque de calle Granada, al
noreste, se encontraba Bab Funtanalla o
Puerta de Granada, de planta en recodo,
cuyo trazado puede corresponderse con el
quiebro de la actual calle Medina Conde,
en la que se ha dejado a la vista una frag-
mento de muralla en una reciente restau-
ración en el edificio número 3. Esta puerta
comunicaba con el arrabal de Funtanalla
y el camino norte que llevaba a la ciudad
de Granada. En su entorno extramuros
estaba la musalla o saria, rodeada por la
muralla del arrabal, ocupando la actual
Plaza de la Merced. La saria servía de ora-
torio al aire libre cuando el número de
fieles excedía la capacidad de la mezquita
aljama en el rezo de los viernes. También
se celebraban rogativas pidiendo lluvia y Tramo de muralla en el Hotel Vincci Posada del Patio

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Decoración geométrica de la mezquita funeraria de la calle del Agua

ceremonias funerarias. Hacia el interior apariencia se oculta el lienzo de muralla Río), también conocida como al-Qantara o
de la medina esta puerta se abría a una de y una torre que conserva una cámara en Puerta del Puente tras la construcción de
las calles principales de la ciudad, antiguo su adarve. un primer puente en 1194 que comunica-
cauce de río, en el que se encontraba una Hacia el interior de la medina, en calle ba la medina con el arrabal de al-Tabanin,
mezquita en el lugar que hoy se levanta la Muro de Santa Catalina, antiguo camino actual zona de El Perchel, y que tras su de-
parroquia fundacional de Santiago. de ronda de la muralla, se puede observar rrumbe fue reconstruido.
A lo largo de calle Álamos la cerca ur- el aparejo de mampostería mixta. Con- En la cara sur, la muralla desentie-
bana fue nuevamente aprovechada como tinuando intramuros, en la actual plaza rra su alma marinera y mercantil. Entre
medianería de las casas. En el Museo In- de la Virgen de las Penas, se aprecia otro las atarazanas, la alhóndiga y la Puerta
teractivo de la Música se puede ver un pe- paño de muralla. En ese trayecto, se abría del Mar (Bab al-Bahr) se aglutinaban los
queño recorrido, cerca de su salida hacia a la actual calle Arco de la Cabeza, frente mercaderes que, desde la costa, subían sus
calle Cárcer. al pasaje Gordón, la Babal-Malaq oPuer- productos hasta el norte de la ciudad por
Bab al-Jawja o Puerta del Postigo ta de Antequera. la estrecha calle de la Mar (actual calle
(posteriormente de Buenaventura), comu- El restaurante La Barbacana (en calle San Juan). Desde esta puerta se accedía a
nicaba con el arrabal de Funtanalla y era Carretería 6) toma el nombre de ese ele- la alhóndiga y a una segunda puerta que
la conexión con el camino de Casabermeja mento defensivo, también conocido anti- daba acceso a calle de la Mar, creando un
hacia el norte y el de Antequera hacia el guamente como acitara, falsabraga o, sim- paso intermedio que servía de aduana. La
este. Su presencia queda constatada desde plemente, antemuro, que se ha integrado actividad portuaria se centraba a lo largo
el siglo XI. Su pista se puede seguir en la en el establecimiento. de todo el perímetro costero de la medina,
Librería Proteo y en el Centro de Estudios En el Pasillo de Santa Isabel encontra- entre el arenal, las atarazanas y el puerto.
Hispano-Marroquí, lugares donde se han mos en el sótano del Hotel Vincci Posada Atravesando la Puerta del Mar, el nombre
integrado las dos caras del mismo tramo del Patio el tramo visible de muralla más de la ciudad recorría los mares llegan-
de muralla. Al visitante le impone la cerca- largo. Una interesantísima visita (que hay do hasta oriente y Malaqa enriquecía su
nía de este muro y su notable altura. que reservar con antelación en el mismo existencia con el género y los productos
En calle Carretería 62-64 la muralla hotel) en la que se recorren unos 50 me- llegados de peregrinos lugares del mundo.
ha sufrido una polémica restauración en tros entre dos paramentos de muralla Era una puerta abierta a los sueños que el
su paramento exterior. Se ha imitado el árabe que concluyen en otros restos de mar traía.
tapial con los mechinales de las agujas muralla romana. Otra puerta vecina Bab al-Faray, cono-
de sus cajones de encofrado con técnicas Vecino a este tramo, a la altura de cida también como Puerta de Esparteros,
actuales que desvirtúan las texturas y rea- la plaza Arriola con el Puente de Santo se abría a la costa, y a pocos metros, la
lidad de su presencia. Bajo esta insensible Domingo, estaba Bab al-Wali (Puerta del Puerta de los 7 Arcos comunicaba con el

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Castillo de los Genoveses, nombre dado en El templo principal del culto cristiano en la cabecera), queda a la vista una menuda
época cristiana a una especie de almacén Málaga, la Catedral, está en el lugar donde reminiscencia de paramento de la mezqui-
portuario fortificado construido por geno- se levantó la Mezquita Aljama o Mezquita ta. También el alminar se encontraría en
veses en época nazarí. Del tramo de mura- Mayor de la medina (Yama’a al-Kabir). Más este frente norte. Y el último suspiro ma-
lla que protegía ésta edificación se pueden allá de los motivos de ocupación o construc- terial del templo andalusí es un arco que
ver restos en el aparcamiento subterrá- ción de un templo sobre otro, la realidad es se encuentra bajo la escalera de acceso al
neo de la Plaza de la Marina. que este espacio sacro se ha dedicado al cul- museo catedralicio.
Pasando Cortina del Muelle (clara alu- to religioso, en el que por siglos se escuchan Otra serie de mezquitas y oratorios
sión a la línea divisoria entre la tierra firme oraciones y plegarias, la llamada del muecín repartidas por la ciudad permitían el
y el mar), en algún lugar entre el edificio y el repicar de campanas. cumplimiento del precepto de los cin-
de la Aduana y la sede del actual Rectora- La hermosa mezquita fue alabada por co rezos diarios, que durante el periodo
do de la Universidad, el mar llamaba a otra viajeros como Ibn battuta. Pudo ser fun- nazarí alcanzaron el número de 21, con
de las puertas de la muralla, Bab al-Aqaba dada en el siglo IX y ampliada en el XII, y nombres como la mezquita de los Per-
o Puerta de la Cuesta (posteriormente de ella se sabe que poseía 117 esbeltas co- fumistas (Masyid al-Attarin), la del Pru-
Puerta de la Ciudad), cuya función era co- lumnas, una hermosa puerta en el flanco dente o la de Muhammad al-Sahili. Salvo
municar la alcazaba con la medina. oeste, Bab al-Rahma, y un bello patio de la mezquita excavada en el castillo de
En el sótano del antiguo edificio de abluciones (shan) plantado de naranjos, Gibralfaro (la cual no figura entre las ci-
Correos (actual Rectorado) encontramos que casi podríamos hacer coincidir con tadas) apenas se conocen restos, salvo al-
otro vista de muralla, que pertenecía al el actual patio que celosamente guardan gunos vestigios (que así se han interpre-
Haza Baja de la Alcazaba. las verjas entre la Catedral y la iglesia del tado) localizados en calle San Juan 24-26,
Sagrario. Éste último templo ocupa parte y que corresponden a un patio con una
II. La herencia anímica del lugar donde estuvo la Mezquita. Pue- hermosa pila de abluciones en cerámica.
de los espacios de la medina de ser, incluso, que la antigua Portada del Queda constancia de que algunas de las
Las Mezquitas Perdón se hiciera coincidir con el acceso parroquias fundacionales, donde hoy se
“Su mezquita es grande por sus dimen- norte de la nave mayor de la mezquita, continúa practicando el culto, se levan-
siones y famosa por su veneración. Su patio cuyo eje este-oeste se correspondería con taron sobre mezquitas, tal fue el caso de
no tiene rival en belleza, plantado con naran- el cuerpo de la iglesia del Sagrario. De he- Santiago o San Juan.
jos de gran hermosura.” Ibn Battuta (op. cit) cho en la esquina izquierda del templo (en

Las Atarazanas

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Las Atarazanas
“Tenía una atarazana para la construc-
ción de naves con la que abreviaba los dila-
tados espacios del mar”. Ibn al-Jatib (op. cit)
Uno de los lugares más emblemáti-
cos de la vida malagueña es el mercado
de Atarazanas. Pasear por su interior es
descubrir en costumbres, colores, olores
y sabores un muestrario de la riqueza de
esta tierra que nos trasladan a la medina
andalusí. En él, el Mediterráneo se exhibe,
se vive y se paladea.
Ocupa parte de las antiguas ataraza-
nas (Dar al-Sinaa), que se podrían datar
en el siglo XII. De ella queda la portada
nazarí del siglo XIV, desplazada de su lu-
gar original unos pocos metros cuando en
el siglo XIX se construyó el mercado. Está
decorada con escudos nazaríes del siglo
XIV de la época de Muhammad V, con el
lema “No hay vencedor sino Allah”.
Las atarazanas tuvieron una exten- Casas de la alcazaba y Torre del Homenaje al fondo
2
sión de unos 5000 m . La cara norte estaba
ocupada por espacios administrativos. La A pesar de desfigurarse la trama ur- III. Relatos de costumbres
zona de los astilleros contaba con siete na- bana, una zona de fue alcaicería estuvo Algunas tipologías arquitectónicas
ves abovedadas que se correspondían con en torno a la calle Santa María, donde, nos hablan de las costumbres, la forma
siete grandes arcos por donde entraban desde entonces, se mantiene ese carácter de ser y de entender la vida que se tenía
los barcos. Se abrían en el frente sur junto comercial y bullicioso de tiendas de mul- en la Malaqa andalusí: los funduq u hos-
a la puerta que se conserva, en la zona que titud de géneros que han ido variando en pederías, los hammam o baños, hornos o
era fondeadero de las naves (actual calle cada época, y cuyo nombre de calle de los tenerías son algunas de ellas que, actual-
Atarazanas). El perímetro de las ataraza- Mercaderes que ostentó durante siglos, mente, podemos encontrar en ciudades de
nas se adentraba hacia el mar a modo de testimoniaba su condición. cultura islámica (las más cercanas son las
espolón, conectando con la muralla por el Lo mismo sucede, como ya se ha re- de origen andalusí en el norte de Marrue-
flanco norte. En la esquina suroeste, jun- latado, en el entorno de Puerta del Mar, cos como Chauen o Tetuán). En la medina
to a la portada principal, había una torre donde permanece ese ambiente mercantil de Malaqa, los restos que pudieron quedar
cuadrada. De ella partía un muro que se y agitado que en época musulmana se de- hoy forman parte de cotas profundas, li-
unía con la torre albarrana al-Hayt, cono- bía a la cercanía del puerto y a la presencia bros que nunca se abrirán.
cida después como torre del Clamor, pues de una alhóndiga y una alcaicería, en la
cuentan que el almuédano la utilizaba que se comerciaba con productos de lujo Tenerías
para llamar a la oración. Los cristianos la como la seda. Casualmente, se construyó Entre las muchas industrias que favore-
llamaron torre Gorda. un edifico dedicado a la venta de género cieron la economía malacitana estaba la de
textil y otros enseres en parte del lugar las tenerías o curtidurías de pieles. De esta
La Alcaicería (al-Qaysariya) ocupado por la alhóndiga, dando conti- actividad apenas queda rastro en la ciudad,
Si bien los rastros físicos de lugares nuidad al uso de este espacio con su fun- y de lo que fueran entonces espacios de
como las alhóndigas o la alcaicería desapa- ción inicial, si bien con una nueva lectura, trabajo que se ubicaban principalmente en
recieron, de alguna manera queda ese po- y muy contemporánea en su momento, el entorno de la Plaza de la Constitución,
der anímico que permanece, en este caso, como fueron las galerías comerciales: el quedan a la vista algunos vestigios en el
por el instinto y el místico halo de la propia edificio modernista de los Almacenes de subsuelo de una tienda de la Plaza de las
Historia y de los pueblos que la escriben. Felix Saenz construido en 1914. Flores con piletas recubiertas de cerámica.

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Baños (hammam)
Tampoco quedan restos de los nume-
rosos baños públicos que existieron en la
medina. Se documentó uno datado en el si-
glo XIII-XIV que se extiende desde el jardín
del palacio de Buenavista hacia el jardín de
la iglesia de San Agustín. Tendremos que
imaginarlo bajo el empedrado y sentir sus
vapores algún día de lluvia estival.

Cementerios (Maqbaras)
La primera maqbara o necrópolis de
Malaqa se ubicó en la playa. Fue documen-
tada por primera vez en la actual Plaza de
la Marina y después se encontraron res-
tos en calle Sebastián Souvirón, e incluso
en la otra orilla del Guadalmedina, en el
aparcamientojunto al Corte Inglés.
Posteriormente, parece que a inicios de
la época califal en el siglo X, se comienza
a utilizar un nuevo espacio funerario que
será la principal maqbara de Malaqa hasta Restos de una tenería en el subsuelo de la Plaza de las Flores
su conquista por los cristianos: la necró-
polis de Yabal Faruh, llamada también de también es de estampa romántica donde Estos palacios son reconstrucciones he-
Bab Funtanalla, ya que se extendía a ambos conviven naturaleza e historia. chas sobre la planta original. De época
lados del camino que salía desde esa puerta Fue fortaleza castrense, palacio re- nazarí es también la torre en la esqui-
en dirección a Granada, desde la ladera sep- sidencial y sede del poder político local na más alta de la fortificación (sureste),
tentrional del Cerro de Gibralfaro hasta la (Dar al-Imara o Dar al-Mulk). Al mismo llamada hoy del Homenaje, que escon-
zona de actual la Cruz Verde (se pueden ver tiempo fue ciudadela independiente a la de una torre anterior zirí. La fábrica de
restos en la calle del Agua 22-30). medina con un barrio de viviendas cons- cada periodo se distingue: sillares de cal-
truido en el siglo XII. sirvió también como carenita de los ziríes y fábrica mixta de
IV. La Alcazaba cárcel y necrópolis real. ladrillo y piedra de los nazaríes.
La Alcazaba de Málaga (Qasba Mala- En la zona palatina se distinguen Hasta el acceso a los palacios se cru-
qa) es la fortaleza urbana más señera de tres palacios de distintos periodos. El zan varias puertas: la de las Columnas, en
cuantas existieron en al-Andalus. El eru- primero es de comienzos del siglo XI, la que se aprovechan columnas romanas;
dito Ibn al-Jatib ensalzó de ella que era de la época del califato independiente del Corral de los Cautivos que comunica-
segura e inexpugnable, puesta en la más hammudí. Sigue los modelos construc- ba los recintos bajo y alto; la del Cristo, en
ventajosa situación y en el más hermoso tivos cordobeses utilizando arcos califa- referencia a una imagen que hubo, pero
de los montes. les. Más tarde los ziríes levantaron otro cuya iconografía original es la de una lla-
Está ubicada al este de la medina, en el pabellón de arcos pentalobulados, simi- ve, habitual en la simbología nazarí; la de
extremo del espolón rocoso que baja desde lares a los de la Aljafería de Zaragoza. los Arcos, que está reconstruida.
Gibralfaro. La adaptación al terreno la em- A estos dos pabellones se les llama ac- Acceso por calle Alcazabilla o en
bellece al conferirle un sentido orgánico tualmente patio de los Surtidores. En los ascensor a la zona alta (palacios) desde
acrecentado por el entorno natural. Silla- siglos XIII y XIV los sultanes nazaríes de la calle Guillén Sotelo, en la cara sur
res y ladrillos otorgan un efecto bícromo Granada edificaron los llamados Cuar- del recinto, junto al punto de partida
que también imprime organicismo, movi- tos de Granada (también patio de los del itinerario.
miento, como si respirara alumbrada por Naranjos o de la Alberca), imitando mo- Horario:
la luz mediterránea. Es de aspecto defen- delos alhambreños: una alberca central De Abril a Octubre: 9,30 - 20 h.
sivo en su poderosa línea de muralla. Pero con dos pabellones (riwaq) enfrentados. De Noviembre a Marzo: 8,30 - 19 h.

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afirmaban que su altura era tal que bajo
ella brotaba la lluvia y que apenas podía
alcanzársela con el pensamiento por lo
eminente de su fábrica y por lo elevadísi-
mo que estaba.
En la fortaleza los flancos son en su
mayoría quiebros en la muralla, aunque
sobresalen varias torres. La más llamativa
es la torre albarrana o torre Blanca, que
en su interior tenía estancias, almacenes y
un aljibe que recogía agua de lluvia para
resistir frente a un posible asedio. La torre
Mayor, al sureste, de 17 metros de altura,
era puesto de vigilancia, también equi-
pada ante posibles ataques. El paseo a lo
largo de su fortificación permite una visión
completa del centro histórico de Málaga
facilitando su comprensión. También se
disfrutan de unas panorámicas espectacu-
lares con vistas al mar, llegándose a divisar
en días muy claros el continente africano.
Accesos al castillo:
A pie: por el paseo de la Coracha o por
Mundo Nuevo.
Vehículo: 1. Dirección Málaga Este por
el Paseo Salvador Rueda, conocido como
Camino Nuevo. 2. Por calle Victoria tomar
el camino Paseo Ferrándiz. Hay línea de
autobús (nº 35 o bus turístico, se cogen en
el Paseo del Parque).
Horario:
De Abril a Octubre: 9 - 20 h.
De Noviembre a Marzo: 9 - 18 h.

Detalle de la puerta original de entrada a Gibralfaro El misterio


Junto a las puertas de Yabal Faruh,
V. Gibralfaro faro fenicio en el punto más alto, además lo que antaño construía los muros de la
En la antigüedad el cerro de la Alca- de una necrópolis en sus laderas, que des- eternidad en la maqbara andalusí, hizo
zaba y Gibralfaro era una lengua de tie- pués fue romana y musulmana. Hubo una el cristiano que hoy levante las murallas
rra que se adentraba en el mar. La ladera primera edificación que en el siglo XI se del castillo. De azul cobalto como el cielo
norte era ribera de la desembocadura del llamó castillo de Airós y en ella sufrieron sobre la pureza del blanco, acompaña esta
río; la sur estaba bañada por las aguas del prisión los miembros de la dinastía ham- pieza al musulmán en su camino hacia la
Mediterráneo, lugar donde los fenicios mudí. Fueron los nazaríes los que llevaron Yanna, el paraíso islámico, prometiendo la
fundaron Malaka. Aquí está el origen de a cabo la reedificación del castillo adqui- felicidad: al-afiya al-afiya, repite la escritu-
la ciudad. riendo su aspecto actual. A mediados del ra junto a esquemáticas espigas.
YabalFaruho montañadel faro, como siglo XIV el sultán Yusuf I concluyó la
así la nombra en el siglo XII el geógrafo al- fortaleza y la conectó con la Alcazaba a VI. Los arrabales
Idrisi refiriendo un faro romano, aunque través de la coracha, un camino protegido Más allá de la muralla principal de
posiblemente ya hubiese un castillo o un por murallas en zigzag. Los autores árabes la medina (la dichosa “almendra” a cuyo

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Puerta original de entrada a Gibralfaro

reduccionismo se deben tantos desma- Ollerías están documentados una serie Autores:
nes), existieron poblaciones extramuros: de alfares con hornos de planta circular y Juan Gaitán. Escritor y periodista (pró-
el arrabal de Funtanalla y el de al-Taban- cuadrada, pues era zona donde el sustra- logos y concepto Ciudad de Arena)
nin.Casi como ciudades indepen- to arcilloso del terreno había facilitado el Mónica López Soler. Historiadora del
dientes, amuralladas, poseían todos establecimiento de figlinae o talleres alfa- arte (contenidos y diseño del itinerario)
los elementos que necesita una población reros ya en época romana. Alejandro Pérez-Malumbres Landa. Ar-
islámica para ser considerada medina: queólogo y guía oficial de turismo (www.
muralla, mezquita, zoco y baño. Al-Tabannin arqueoguía.es) (contenidos, diseño del iti-
El arrabal de al-Tabannin o de Mer- nerario y fotografías, a excepción de las
Funtanalla caderes de paja se extendía hacia el oeste, siguientes: 'Decoración geométrica de la
El arrabal de Funtanalla, también co- al otro lado del río Guadalmedina, en el mezquita funeraria de la calle del Agua' de
nocido como arrabal de Antequera esta- actual barrio del Perchel. Además de zona Mª Carmen Fernández Domínguez, 'Puerta
ba ubicado al noroeste de la medina. Para de huertas, contaba desde el siglo XII con original de entrada a Gibralfaro y detalle'
pasear por el tendríamos que recorrer el un trazado de calles rectas bajo las cuales de Francisco Rodríguez Guerrero y 'Vista
barrio de la Goleta hasta el Molinillo y discurría saneamiento. De la muralla se de la Alcazaba y Gibralfaro' de Pepe Zapata)
el río. Su muralla enlazaba con la de la puede ver algún resto en la calle Eslava 14. Antonio Fernández Laporte. Ingenie-
medina. Tenía áreas de uso diverso, jun- ro (www.laporte.es) (diseño de imágenes
to al río contaba con huertas dotadas de Bibliografía básica: digitales)
norias y albercas, en la parte central se • Francisco Guillén Robles, Málaga mu-
situaban tejares y alfares, y en la parte sulmana. Ed. Arguval, 2001.
más cercana a la Alcazaba se levantaban • María Isabel Calero Secall, Virgilio Mar-
viviendas. Destacó este arrabal por su tínez Enamorado, Málaga, ciudad de al-
industria alfarera. En el ámbito de calle Andalus. Ed. Ágora, 1995

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Junto a las puertas de Yabal Faruh,
lo que antaño construía los muros de la eternidad
en la maqbara andalusí,
hizo el cristiano que hoy levante las murallas del castillo.
De azul cobalto como el cielo sobre la pureza del blanco,
acompaña esta pieza al musulmán
en su camino hacia la Yanna, el paraíso islámico,
prometiendo la felicidad: al-afiya al-afiya,
repite la escritura junto a esquemáticas espigas.

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