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MATERIA: Protección de Garantías Constitucionales.

PROCEDIMIENTO: Acción Constitucional de Protección


RECURRENTE 1: Celestino Cerafín Córdova Tránsito
RUN: 15.827.827-8
DOMICILIO: Balmaceda N.º 450, Temuco. Centro de Cumplimiento
Penitenciario Temuco
RECURRENTE 2: Ana Maria Llao Llao
RUN: 10.141.512-0
DOMICILIO: Calle Quemchi N.º 0440, Villa Turingia, Temuco.
RECURRENTE 3: Gabriela Inés Calfucoy López
RUN: 11.216.260-7
DOMICILIO: Calle Cacique Cheuquellan N° 01776, Los Trapiales,
Temuco.
RECURRENTE 3: Luisa del Carmen Marilaf Millaleo
RUN: 16.532.464-5
DOMICILIO: Comunidad Mapuche Chicahual Córdova, Lleupeco,
Callejón Cordova s/n, Padre Las Casas.

ABOGADO PATROCINANTE 1 : Sergio Millamán Manríquez


RUN: 15.702.791-3
ABOGADO PATROCINANTE 2 : Jorge Ignacio Guzmán Tapia
RUN: 16.475.876-1
DOMICILIO: Arturo Prat Nº 350, oficina 413, Temuco,

RECURRIDO 1: Centro de Cumplimiento Penitenciario Temuco


RUT: 61.004.086-1
REPRESENTANTE: Héctor Abel Miranda Almonacid
RUN: 13.854.121-5
DOMICILIO: Balmaceda N.º 450, Temuco.
EN LO PRINCIPAL: Acción constitucional de protección; PRIMER
OTROSÍ: Se evacue Informe; SEGUNDO OTRO SI: Acompaña
documento; TERCER OTROSÍ: Solicitud que indica; CUARTO
OTROSÍ:. Patrocinio y poder.

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE TEMUCO

Celestino Cerafín Córdova Tránsito, cédula de identidad número


15.827.827-8, machi, recluido actualmente en Centro de Cumplimiento
Penitenciario Temuco, ubicado en Calle Balmaceda Nº 450, comuna
de Temuco; Ana María Llao Llao, Werken de la organización
mapuche AD MAPU, cédula de identidad número 10.141.512-0,
domiciliada en Calle Quemchi N.º 0440, Villa Turingia, Temuco;
Gabriela Inés Calfucoy López, cédula de identidad número
11.216.260-7, domiciliada en Calle Cacique Cheuquellan N° 01776,
Los Trapiales, Temuco; Luisa del Carmen Marilaf Millaleo, cédula de
identidad número 16.532.464-5, domiciliada en Comunidad Mapuche
Chicahual Córdova, Lleupeco, Callejón Cordova s/n, Padre Las Casas;
a S.S. Ilustrísima respetuosamente digo:

Que, en virtud de lo establecido en el artículo 20 de la Constitución


Política de la República, en tiempo y forma oportunos, venimos a
interponer acción constitucional de protección, en favor de Celestino
Cerafín Córdova Tránsito, ya individualizado, en contra del Centro de
Cumplimiento Penitenciario Temuco, R.U.T. n.º 61.004.086-1,
representado por su Alcaide (s) Héctor Abel Miranda Almonacid,
Mayor de Gendarmería, cédula de identidad número 13.854.121-5,
ambos, domiciliados en Balmaceda N.º 450, Temuco, por las acciones
y omisiones ilegales y arbitrarias que se señalan más adelante, de las
cuales tomamos conocimiento los día 20 y 21 de julio del presente
año, respectivamente, acciones y omisiones que continúan ocurriendo
a la fecha de hoy y vulneran gravemente, en la forma de perturbación,
privación y/o amenaza, los derechos de Celestino Cerafín Córdova
Tránsito, reconocidos en el artículo 19 números 1, 2 y 3 de la
Constitución Política de la República, por lo que solicitamos se
acoja la presente acción de protección en mérito de los antecedentes y
consideraciones de hecho y de derecho que a continuación
exponemos:
LOS HECHOS:
Celestino Cordova, machi mapuche, se encuentra recluido desde el
día 4 de enero del año 2013 en el Centro de Cumplimiento
Penitenciario Temuco, ubicado en Calle Balmaceda Nº 450,
cumpliendo la pena de 18 años y un día de presidio mayor en su grado
máximo, condena dictada por Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, en
autos RUC 1300014341-8, RIT 114-2013.
Durante los más de cuatro años que lleva recluido en dicho recinto
penitenciario, se ha visto privado en forma absoluta de acceder a su
rewe, al cual no ha podido acceder para realizar las acciones
necesarias para ejercer adecuadamente su rol de machi. Esta
situación a venido desencadenando un delicado estado de salud, tanto
físico, mental y, por sobre todo, espiritual.
Esta situación viene aconteciendo desde que fue recluido en dicho
recinto penitenciario, pero ha sido en los últimos meses que la
situación se ha agravado. Es así como el 8 junio, en la madrugada,
mientras el machi Celestino realizaba sus rogativas habituales, sufrió
un episodio critico, iniciando un estado de trance que lo tuvo
inmovilizado y lo debilito mucho. Luego que se puedo recuperar,
asistidos por sus compañeros de dormitorio, pudo comunicarse y
señalar que recibió durante el trance o kuymi, un pewma o sueño
donde recibió la orden realizar una ceremonia de renovación de es
rewe, ubicado en su comunidad. Esta ceremonia es propia de cada
machi y se realiza periódicamente.
A partir de este episodio el recurrente y protegido Machi Celestino
Cordova ha empezado a tener otros manifestaciones de deterioro
físico y psíquico, como son la aparición de llagas en sus pies y un
evidente decaimiento en su animo. Esta situación a sido constatada
por los compañeros de dormitorio del Machi Celestino, que mismo día
8 de junio hicieron una solicitud a las autoridades penitenciarias
recurridas solicitando que se autorice al machi Celestino a una salida
esporádica para que pueda concurrir a su rewe a renovar sus fuerzas
y restablecer el equilibro de su salud. Misma petición realizaron tanto
el resto de las recurrente mediante presentaciones escritas y
gestiones directa ante las autoridades, como los abogados que
representan y defienden al Machi Celestino Cordova. Adicionalmente
se solicito el ingreso de otras machi al dormitorio del protegido
Cordova Transito, para que pudiera realizar una ceremonia de
sanación que contuviera el daño espiritual, psíquico y físico que
estaba sufriendo. Dicho ingreso se concreto el día 12 de Junio.
Celestino Cordova, es un machi, reconocido como tal, por su
comunidad y por el pueblo mapuche desde antes de su ingreso al
recinto penitenciario en el que se encuentra recluido. Para el Pueblo
mapuche “la o el machi es una persona que ha sido destinada a servir
a sus iguales en el naüq mapu. Es la persona elegida que ayudará a
mitigar el dolor de las personas, será la persona que guíe las
rogativas, que levante las ceremonias y se arrodille en la tierra para
pedir por sus hermanos. Otorgar sanidad a los enfermos, es
conocedor de los baweh (medicina) que brotan, crecen, y se
desarrollan en el püjü” (Quidel, 1998:32)
Dicha condición hace que todo machi deba estar necesariamente en
contacto con su territorio (lof mapu), y en especial “con su rewe (altar
sagrado), con su perimontun, con su familia, comunidad y
fundamentalmente debe estar sanando a los enfermos, la naturaleza y
realizando rogativas (ceremonia de pedir y agradecer). Si el o la machi
no está en contacto con los lugares donde están sus perimontun
enferma de gravedad y pone en riesgo su vida, y con ella la de su
comunidad” 1.
El estar recluido el Machi Celestino Cordova en el Centro de
cumplimiento penitenciario de Temuco, se ve obligo, por razones
obvias, a estar alejado de su rewe, lo que con el pasar del tiempo le
ha estado produciendo consecuencias negativas a su salud. Dicha
situación la ha venido advirtiendo con anterioridad, motivo por el cual
en diferentes oportunidades ha realizado solicitudes a las autoridades
penitenciarias para poder acceder a realizar, de la mejor forma posible
según las normas mapuche, sus actividades propias de machi. Entre
esas solicitudes ha estado presente siempre la petición de que se le
permita acceder temporalmente a su rewe para realizar las
ceremonias necesarias que le permitan restablecer su salud y
equilibrio espiritual.
Durante este año 2017, a la fecha, ya ha padecido varios episodios de
kuymi o trance, en los cuales su cuerpo se enfría totalmente y queda
tendido en el suelo, siendo el mas grave el ocurrido el día 8 de Junio.
Gracias a la asistencia de sus compañeros de celda, también
mapuches, ha podido enfrentar dichos episodios. Esta situación ha
sido documentada por el antropólogo José Quidel Lincoleo, quien se
entrevisto con el machi Celestino Cordova el día 7 de agosto,
emitiendo un informe que se acompaña en el primer otros de esta
presentación.

1 . JEREZ Bezzenberger, Jimena. “Perjuicios y contraindicaciones del encarcelamiento de las autoridades


espirituales mapuche (machi)”. Ediciones Corazón Terrícola. Santiago, 2013. Pp. 11-12.
En dicho informe se señala que es urgente para la integridad física y
psíquica del protegido Machi Celestino Córdova, que pueda acceder a
renovar sus compromisos con su rewe. “Estas ceremonias tienen una
duración de dos a tres días, en donde su familia, redes de parentescos
y afinidades, así como la machi que lo inició, puedan congregarse y
realizar el ritual comunitario”.
De no permitirse que concurra a realizar la ceremonia de renovación
de su rewe, señala el citado informe, “el machi corre un serio peligro”.
Los riesgos serían:
“En el plano personal, le puede significar diferentes malestares
físicos que pueden ir agravándose en la medida que el tiempo
transcurra. Cada vez será mayor su dolencia y se manifestarán
de diversas maneras tanto a nivel muscular; llaga, heridas,
dolores, calambres. A nivel óseo dolores y hasta luxaciones.
Problema síquicos que se pueden manifestar en pérdida de
consciencia, alteraciones nerviosas, visiones, alucinaciones y
pérdida de control de su sistema locomotor.
Al transcurrir el tiempo y si no se toman las medidas acordes a
las prácticas mapuches, el machi puede perder su vida.
En el plano familiar
El problema puede tener otras consecuencias ya no en el plano
de la persona física del machi, sino en alguno de su familia,
principalmente en alguno de sus hijos. El no cumplimiento de los
compromisos espirituales y simbólicos, pueden agredir
directamente el bienestar de algunos de sus hijos, causándoles
enfermedades, trastornos e incluso situaciones irremediables”.

Idéntico diagnostico le ha dado la machi María Huentelen Manqueche,


quien lo ha asistido al machi Celestino Córdova durante todo el
periodo que lleva en prisión. Incluso ella ha ingresado al dormitorio del
machi Celestino para atenderlo y ha realizado ceremonias, junto a la
familia del machi Córdova en su rewe. Pero dichas son paliativas, no
buscan evitar un deterioro mayor, pero necesariamente, entiende ella
como machi, que Celestino Córdova debe concurrir personalmente a
su rewe y realice la ceremonia de renovación del mismo, a la brevedad
posible, de lo contrario, su salud como machi seguirá empeorando,
con consecuencias muy graves para él y su familia.
Como ya explicamos, el día 8 de junio, después del grave episodio de
kuimy o trance que sufrió el protegido y recurrente Celestino Córdova,
sus compañeros de celda, familiares, amigos – hoy recurrentes - y los
abogados que representan al Machi Celestino, solicitaron al Alcaide de
dicho recinto, mediante diversas presentaciones solicitaron, además
del traslado a su rewe, autorizará el ingreso al dormitorio del machi
Celestino de dos machi y sus asistentes, para que realizarán una
ceremonia que pudiera contener y paliar el deterioro de la salud que
sufre el Machi Celestino. Dicho ingreso fue autorizado por la recurrida
con fecha 12 de junio, mediante providencia n.º 346. En dicha ocasión
se pudo realizar una rogativa al interior del dormitorio del Machi
Celestino, con personas externas al recinto penitenciario, sin ningún
problema o inconveniente en términos de seguridad o de otro tipo.
Sin embargo, como hemos explicado, esa medida extraordinaria, no
es suficiente para restablecer la salud del machi Celestino y
resguardar plenamente su integridad. Pero da cuenta que las
autoridades del recinto penitenciario están en conocimiento de la
gravedad de la enfermedad que aqueja el recurrente Celestino
Cordova.
Como ya se señalo, tanto los recurrentes y terceros hemos solicitamos
el día 8 de junio se le otorgue un permiso de salida al Machi Celestino
para que se le concediera una autorización para ser traslado y
permanecer en su rewe, por el tiempo necesario para la realización de
su ceremonia de renovación de rewe, que es lo único que le permitirá
fortalecer su espiritualidad, lo que a su vez esta directa e íntimamente
relacionado con su vida, integridad física y psíquica. Dichas peticiones
se basaron, tanto los artículos 35, 100, 101 y 102 del Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios, DS n.º 518 del Ministerio de Justicia,
como en las normas nacionales e internacionales aplicables a este
caso.
Dicha solicitud no fue respondida, hasta que mediante una nueva
presentación de fecha 13 de julio, se reitero dicha solicitud. Dicha
insistencia se justificaba, por que a pesar de no haber sufrido nuevos
episodios de kuymi o trance, durante ese lapso de tiempo el machi
Celestino ha empezado a sufrir otras manifestaciones de su deterioro,
como la aparición de heridas en sus pies.
Con fecha 20 de julio, mediante ordinario n.º 09.02.04 2592/17, el
Alcaide (s) Mayor Héctor Miranda Almonacid, respondió dicha solicitud
en los siguientes términos:
2.- Que en el análisis realizado por el Honorable Consejo
Técnico del Establecimiento, en virtud de ambas solicitudes, se
ha resuelto, no autorizar la solicitud de Salida Esporádica a favor
del condenado CELESTINO CÓRDOVA TRANSITO, debido a la
inminente exposición de las medidas de seguridad ya que es
responsabilidad del personal penitenciario, la seguridad del
Condenado, como de igual manera la propia integridad física de
los funcionarios que concurrirían al cometido. Además es preciso
mencionar que el interno carece de los requisitos técnicos
mínimos para acceder a éste tipo de salidas, tales como
conducta, adherencia a los programas psicosociales entre otros.
3.- Es todo cuanto me permito comunicar a Us, para su
conocimiento y fines.”
Dicha resolución fue notificada verbalmente al recurrente Celestino
Cordova el 20 de Julio, y con fecha 21 de Julio, vía correo electrónico,
al abogado Sergio Millamán, fecha desde la cual el resto de los
recurrentes hemos tenido conocimiento cierto de dicha resolución.
Desde dicha fecha, hasta la actualidad, como lo hemos señalado, el
estado de salud del Machi Celestino ha ido empeorado, sin que por
parte de la recurrido se adopten medidas tendientes a que la
vulneración al derecho a la vida, la integridad física y psíquica del
Machi Celestin cese. Además la última respuesta recibida por parte de
los recurridos es a todas luces, carente de fundamento, lo que la torna
arbitraria e ilegal.
Los actos y omisiones en que han incurrido las autoridades
penitenciarias recurridas, han derivado en la afectación al derecho a la
vida, integridad física y psíquica, y a la igualdad ante la ley, poniendo
en severo peligro la vida del recurrente Celestino Córdova, actuación
que puede y deben ser calificados de arbitrarios e ilegales.

DE LA ACCIÓN U OMISIÓN ARBITRARIA E ILEGAL


Su señoría Ilustrísima, a pesar de estar las autoridades penitenciarias
al tanto de la situación que aqueja al Machi Celestino Córdova, por
habérselas comunicado los recurrentes y terceros mediante diferentes
presentaciones escritas, sin perjuicio de que en cumplimento de su rol
de vigilancia y resguardo de los internos, la recurrida debiera tener
dichos antecedentes.
Cabe señalar, que el interno cumple condena privativa de libertad por
una sentencia judicial, se encuentra en una relación e interacción
especial de una sujeción con el Estado. Así lo reconoce el articulo 2
del Reglamento Penitenciario, D.S. 518 del Ministerio de Justicia, que
establece: “el interno se encuentra en una relación de derecho público
con el Estado, de manera que fuera de los derechos perdidos o
limitados por su detención, prisión preventiva o condena, su condición
jurídica es idéntica a la de los ciudadanos libres”.
La actividad penitenciaria, a través de la cual se concreta esta relación
derecho publico que existe entre el Estado y la persona privada de
libertase, se desarrollará, según lo consagra el artículo 4 del DS 518,
“conforme las garantías y dentro de los límites establecidos por la
Constitución Política de la República, los tratados internacionales
ratificados por Chile y vigentes, las leyes y sus reglamentos y las
sentencias judiciales”.
En razón de esto el Estado debe debe asumir una serie de
responsabilidades particulares y tomar diversas iniciativas especiales
para garantizar a los reclusos las condiciones necesarias para
desarrollar una vida digna y contribuir al goce efectivo de aquellos
Derechos que bajo ninguna circunstancia pueden restringirse, o de
aquellos cuya restricción no deriva necesariamente de la privación de
libertad y por tanto, no es permisible restringir, amagar ni vulnerar. Así
queda expresamente consagrado en el artículo Artículo 10.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos que señala: “Toda
persona privada de libertad será tratada humanamente y con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.
Respecto de estas obligaciones entre el Estado y las personas
privadas de libertad, la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha señalado, en Sentencia del 2 de septiembre de 2004 (Caso Instituto
de Reeducación del Menor vs. Paraguay):
152. Frente a las personas privadas de libertad, el Estado se
encuentra en una posición especial de garante, toda vez que las
autoridades penitenciarias ejercen un fuerte control o dominio
sobre las personas que se encuentran sujetas a su custodia. De
este modo, se produce una relación e interacción especial de
sujeción entre la persona privada de libertad y el Estado,
caracterizada por la particular intensidad con que el Estado
puede regular sus derechos y obligaciones y por las
circunstancias propias del encierro, en donde al recluso se le
impide satisfacer por cuenta propia una serie de necesidades
básicas que son esenciales para el desarrollo de una vida digna.
153. Ante esta relación e interacción especial de sujeción entre
el interno y el Estado, este último debe asumir una serie de
responsabilidades particulares y tomar diversas iniciativas
especiales para garantizar a los reclusos las condiciones
necesarias para desarrollar una vida digna y contribuir al goce
efectivo de aquellos derechos que bajo ninguna circunstancia
pueden restringirse o de aquellos cuya restricción no deriva
necesariamente de la privación de libertad y que, por tanto, no
es permisible. De no ser así, ello implicaría que la privación de
libertad despoja a la persona de su titularidad respecto de todos
los derechos humanos, lo que no es posible aceptar.
154. La privación de libertad trae a menudo, como consecuencia
ineludible, la afectación del goce de otros derechos humanos
además del derecho a la libertad personal. Pueden, por ejemplo,
verse restringidos los derechos de privacidad y de intimidad
familiar. Esta restricción de derechos, consecuencia de la
privación de libertad o efecto colateral de la misma, sin embargo,
debe limitarse de manera rigurosa, puesto que toda restricción a
un derecho humano sólo es justificable ante el derecho
internacional cuando es necesaria en una sociedad democrática.
155. La restricción de otros derechos, por el contrario –como la
vida, la integridad personal, la libertad religiosa y el debido
proceso– no sólo no tiene justificación fundada en la privación de
libertad, sino que también está prohibida por el derecho
internacional. Dichos derechos deben ser efectivamente
respetados y garantizados como los de cualquier persona no
sometida a privación de libertad”.
La omisión por la parte recurrida, consiste en no prestar la atención
médica de forma oportuna y correspondiente al caso especifico del
machi Celestino Córdova Transito, torna su comporatamiento en
arbitrario e ilegal.
De la ilegalidad y arbitrariedad:
La jurisprudencia nacional ha definido a la arbitrariedad como: noción
de un actuar u omisión que pugna con la lógica y la recta razón,
contradiciendo el normal comportamiento, sea de la autoridad o de los
seres humanos en particular, que se rige por el principio de
racionalidad, mesura y meditación previa a la toma de decisiones y no
por el mero capricho o veleidad2. En idéntico sentido, el jurista
Humberto Nogueira Alcalá la caracteriza como: la falta de fundamento
racional de un acto, cuando el acto se desarrolla por mero capricho,
cuando hay falta de proporcionalidad entre el fin y los medios que se
utilizan, cuando hay falta de hechos que justifiquen un proceder3.
Bajo esta premisa, pueden calificarse los actos y omisiones de la
recurrida como arbitrarios, toda vez que debiendo proceder
racionalmente, cumpliendo sus funciones públicas, y el mandato
constitucional de someter su acción a la Constitución y a las normas
dictadas conforme a ella, los han desoído abiertamente, sin atender
situaciones que hoy devienen en emergencias. No es justificable que
la autoridad no haya tomado ninguna medida, salvo la autorización de
la 12 de junio – como explicamos es insuficiente -, para resguardar la
vida del Machi Celestino y prevenir la actual situación.

2 CS, Rol 1716-2012, 23.05.2012.

3 NOGUEIRA Alcalá, Humberto. “Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales”, Tomo I,. Editorial
Librotecnia. Santiago, Chile. 2008. pp.303.
Primero, en relación las peticiones que se efectuaron de Salida
esporádica y la respuesta recibida por parte de la recurrida,

Como se señalo, ante el grave estado de salud del recurrente


Celestino Córdova, el resto de los recurrentes y terceros, hicieron
solicitudes de que se le permita concurrir a su rewe para realizar las
ceremonias que requiere.
No existe en el DS. n.º 518 y en otra normativa que regule la actividad
penitenciaria, reconocimiento expreso a los derechos de las personas
indígenas privadas de libertad, sin perjuicio de aquello, para la
recurrida “es primordial el reconocimiento y respeto por los derechos
de costumbres y cosmovisión de la población indígena que se
encuentra en el Sistema Penitenciario, al margen de su calidad
procesal”4. Debido a esta falta de reconocimiento expreso de los
derechos de las personas indígenas en el sistema penitenciario, se
debe aplicar dicha normativa -reglamentaria-, a la luz de los
estándares de derechos humanos vigentes, teniendo en cuenta las
particularidades culturales de las personas indígenas. De esta forma
se podrá respetar sus derechos.
En el presente sus caso, ante la necesidad de que el machi Celestino
pueda concurrir a su rewe, se recurrió por los recurrentes a la figura de
la Salida Esporádica, la cual se encuentra regulada en los artículos
100 a 102 del Reglamento Penitenciario. Es una una autorización
excepcional para que el interno abandone el recinto penitenciario, bajo
vigilancia. El reglamento Penitenciario reconoce 3 tipos de salida
esporádica, según el motivo que le sirve de fundamento5:
1. El artículo 100 autoriza al condenado a visitar a sus parientes
próximos o a las personas íntimamente ligadas con ellos en caso de
enfermedad, accidente grave o muerte o cuando éstos se encuentren
afectados por otros hechos de semejante naturaleza, importancia o
trascendencia en la vida familiar. La autorización se concede por un
período máximo de 10 horas. Se trata de hechos o circunstancias
transcendentales en la vida de todo individuo.
2. El artículo 101 autoriza al jefe del establecimiento penitenciario para
autorizar la salida esporádica para la realización de diligencias
urgentes que requieran de la comparecencia personal del condenado.

4 Gendarmería de Chile - Unidad de Protección y Promoción de los Derechos Humanos; Manual de Derechos
Humanos de la Función Penitenciaria, pag. 22. Disponible en:
https://html.gendarmeria.gob.cl/doc/ddhh/Archivos_Adicionales/MANUAL_DDHH_GENCHI_FINAL.pdf

5 Salinero Rates, María Alicia INFORME EN DERECHO “Los permisos de salida en la legislación chilena”; N°
5/2007/Septiembre. Disponible en: http://www.biblio.dpp.cl/biblio/DataBank/5265.pdf
En este caso la autorización se extenderá por el tiempo estrictamente
necesario para llevar a cabo la diligencia, no pudiendo exceder de 6
horas. Como en el caso anterior y dada la premura de la diligencia, no
se exige informe favorable del Consejo Técnico.
3. Por último, el artículo 102 contempla la salida esporádica como
premio o estímulo especial para aquellos condenados que habiendo
cumplido un tercio de su pena privativa de libertad hayan sido
propuestos por el Consejo Técnico. La autorización se podrá otorgar
sólo una vez al año, por un máximo de 10 horas y bajo vigilancia de un
funcionario penitenciario.
Si bien, dicha figura, no satisface plenamente a estos recurrentes,
debido a su extensión inferior al tiempo necesario para la realización
de la ceremonia de rewe, constituía, el 8 día de junio, la alternativa
mas accesible y rápida para lograr que el Machi Celestino lograra,
aunque sea en forma limitada, acercarse a su rewe.
Sin embargo, luego de reiterar la petición, se resolvió por el recurrido
con fecha 20 de julio, negar dicha solicitud principalmente por razones
de seguridad, además de considerar que el machi Córdova no
cumpliría con los requisitos para la concesión de dicha autorización.
Dicha resolución no explica fundamente ni entrega antecedentes
necesarios para comprender, cuales son esas razones de seguridad
que no se cumplirían ni cuales son los requisitos que no se cumplirían
para su concesión.
Respecto de los argumentos de falta de requisitos, claramente la
petición de salida que se hace, no es la regulada en el articulo 102 del
reglamento penitenciario. No se estaba pidiendo un beneficio como
premio por buena conducta, que junto con haber tenido una buena
conducta, se requiere un tiempo mínimo cumplimiento de condena. De
los 3 tipos de salidas esporádicas que regula el reglamente
penitenciario, la del art. 102 es la única que efectivamente se requiere
cumplir con requisitos para obtener dicho beneficio. Las razones por
las que se hizo esta petición, eran otras, ya largamente explicadas.
En cambió las salidas esporádicas reguladas en los artículos 100 y
101, interpretándose a la luz del derecho nacional e internacional
sobre derechos humanos de pueblos indígenas y de personas
privadas de libertad, es, en nuestro concepto, perfectamente
aplicables al caso en concreto. “Este permiso es uno de los pocos que
señala un objetivo a cumplir. Se concede por razones humanitarias y
no está condicionado más que por la posibilidad material de alcanzar
su objetivo”6.
Lo que se pidió en las presentaciones del 8 de junio y que fueron
respondidas el 20 de julio, es una solución al problema que aqueja el
recurrente Cordova, pero es una solución paliativa, es una forma
limitada de lograr que el Machi Celestino recupere el contacto con su
rewe y pueda empezar a preparar su ceremonia de renovación. Dicha
ceremonia tiene implicancias personales, respecto a su condición de
machi, pero también, como ya se explico, respecto de su familia y
comunidad. Dicha ceremonia y el proceso de preparación de esta, solo
la pueda realizar el machi Celestino, su presencia y participación es
indispensable e insustituible, la cual necesariamente la debe hacer en
el lugar en que se encuentra su rewe, en su comunidad o lof mapu.
Toda rogativa que puedan hacer su familia y amigos, en apoyo a él,
son medidas paliativa e insuficientes, que con el correr del tiempo se
tornaran en inútiles, en relación al objetivo de recuperar su equilibrio
espiritual.
Estos eran los fundamentos de dichas peticiones de salida, los cuales
se explicaron en dichas solicitudes y eran conocidos por la recurrido al
momento de resolver. Sobre dicha situaciones extraordinarias debió
pronunciarse la autoridad, pudiendo tomar decisiones, incluso en
contra del informe del consejo técnico, en atención a las circunstancias
extraordinarias que se expresaron.
El otro argumento, en nuestro concepto, infundado, son los problemas
de seguridad que mas allá de enunciarlos no se explican. Al respecto,
recordamos lo señalado respecto de la ceremonia que se autorizo y se
realizó el día 12 de junio al interior del recinto penitenciario. En dicha
ocasión, en atención a las circunstancias extraordinarias, a pesar de
no haber norma que expresa que regule dicha situación, se autorizo el
ingreso de mas de 20 personas al dormitorio del recurrente Cordova
Transito. En dicha oportunidad no se afecto la integridad y seguridad
de ningún interno ni funcionarios de Gendarmería, cumpliéndose
cabalmente el objetivo propuesto. Claramente, la situación varía, si
nos ponemos en el escenario de que se autorice la salida, y se
concurra al rewe del machi. Entendemos que las medidas de
seguridad que debe adoptar Gendarmería son otras, pero hasta al
momento las desconocemos.
Respecto de un posible peligro de fuga del Machi Celestino Córdova,
cabe señalar que en razón de su condición de machi y su vínculo

6 PINO REYES, OCTAVIO; “LOS PERMISOS DE SALIDA QUE SE CONCEDEN A LOS CONDENADOS A PENAS
PRIVATIVAS DE LIBERTAD”, pag. 44. Disponible en http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/112882/de-
pino_o.pdf?sequence=1
especial que lo une a su rewe y lo obliga a estar en permanente
contacto con dicho espacio, es improbable que realice acciones que lo
alejen aún más.
Independiente de lo anterior, desconocemos que medidas de
seguridad considera suficiente la recurrida para efectos de autorizar
una salida del machi Celestino a su rewe, ni que análisis realizaron
para llegar a dicha conclusión, mucho menos de que forma estos
recurrentes pueden colaborar con dichas medias. Lo anterior hace
infundada, por ende arbitraria, la decisión de negar el permiso de
salida solicitado.
Sin perjuicio, que lo que se solicito concretamente fue una salida
esporádica, se entregaron a los recurridos antecedentes sobre el
delicado estado de salud del Machi Celestino, problemas que por su
naturaleza, no pueden ser atendidas al interior de dicho reciento
penitenciario, que hasta la fecha ni siquiera cuenta con facilitadores
interculturales en la enfermería, en los términos del articulo 7 de la ley
20.584. Sin necesidad de petición alguna, la recurrida cuenta con los
antecedentes para adoptar las medidas establecidas en los artículos
34 y 35 del DS 518. Al respecto la Excelentísima Corte Suprema en
Causa rol 9893-2015 ha señalado:
Tercero: Que sobre el particular el artículo 34 del Reglamento
de Establecimientos Penitenciarios, dispone que: “Los internos
que requieran tratamiento y hospitalización serán atendidos en
las unidades médicas que existan en el establecimiento
penitenciario. En los establecimientos penitenciarios en que se
ejecute un contrato de concesión, se estará además, a lo que
establezca el respectivo contrato respecto de la atención
médica”. A su vez el artículo 35 del mismo cuerpo normativo
preceptúa que: “Excepcionalmente el Director Regional podrá
autorizar la internación de penados en establecimientos
hospitalarios externos, previa certificación efectuada por
personal médico del Servicio que dé cuenta de alguna de las
siguientes situaciones: a) Casos graves que requieran con
urgencia, atención o cuidados médicos especializados que no se
pueda otorgar en la unidad médica del establecimiento. En este
caso, si la urgencia lo amerita el Jefe del Establecimiento podrá
autorizar la salida, lo que deberá ser ratificado por el Director
Regional, dentro de las 48 horas siguientes; b) Cuando el
penado requiera atenciones médicas que, sin revestir caracteres
de gravedad o urgencia, no puedan ser prestadas en el
establecimiento”.
Cuarto: Que de acuerdo con las disposiciones transcritas en el
motivo que antecede, en casos como el de autos en que se trata
de una situación que requiere de atenciones médicas que no
pueden ser prestadas en el centro hospitalario de Gendarmería
de Chile, resulta evidente que dicha institución debió haber
adoptado todas las medidas tendientes a obtener el pronto
traslado del amparado a un centro asistencial en el que puedan
otorgársele tales prestaciones, lo que no ha efectuado
cabalmente según se colige del mérito de su propio informe,
incumpliendo con ello el mandato contenido en las normas antes
citadas, razón por la que el presente recurso será acogido en los
términos que se expresarán en lo resolutivo de este fallo”.

Si tuviera dudas la recurrida, respecto del grave estado de salud, y en


especial respecto del tipo de enfermedad mapuche que aquejan al
Machi Celestino, la recurrida cuentan con atribuciones reglamentarias
para adoptar medidas para diagnosticar adecuadamente al Machi
Celestino y darle las atenciones que requiere. Respecto de esto nada
se ha hecho. Cabe señalar que durante mes de enero la familia y
amigos del Machi Celestino Córdova realizaron gestiones para que
fuera atendido en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial,
consiguiéndole una hora de atención para el día martes 7 de febrero
del 2017, la cual no se pudo concretar debido a que la recurrido,
informaron verbalmente que no contaban con personal para
trasladarlo. Debido a esto quedo sin atención. Hasta la fecha la
recurrida no ha realizados ninguna gestión al respecto.
Por las razones ya expresadas, se ve claramente que tanto la
resolución de fecha 20 de julio, como la absoluta pasividad para
adoptar otras medidas, la recurrida ha actuado en forma infundada,
por ende arbitraria.
Respecto de la ilegalidad de la actuación y omisiones de la
recurrida, partiendo que se debe entender como ilegal todo acto u
omisión contrario a derecho en el sentido de vulnerar un precepto
normativo obligatorio; al respecto podemos señalar que en el presente
caso se han vulnerado los siguientes preceptos:
Así como veremos vulneradas garantías constitucionales que
señalaremos, también cabe tener presente:
En primer Lugar lo dispuesto en el artículo 7 ° y 102 del Código
Procesal Penal, en cuanto señalan las Garantías del imputado deben
hacerse valer hasta la completa ejecución de la sentencia.
En según lugar, se quebranta, con el actuar del recurrido, presente
que el Machi Celestino es perteneciente al Pueblo Mapuche, hace
aplicable al presente caso el artículo 1º de la ley 19.253, que
establece:
“Es deber de la sociedad en general, y del Estado en particular,
a través de sus instituciones respetar, proteger y promover el
desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y
comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales
fines (…)”,

Es el Estado, a través del recurrido en este caso, debe reconocer que


debe proteger el desarrollo de las culturas indígenas, validando que en
los distintos supuestos de aplicación de la legislación nacional tal debe
ser un principio rector.
En materia de salud, el legislador nacional ha consagrado dichas
obligaciones en materia de salud de los pueblos indígenas, en la ley
20.584 que “Regula los derechos y deberes que tienen las personas
en relación con acciones vinculadas a su atención en salud”. Dicha
ley, establece en su artículo 7°:
“En aquellos territorios con alta concentración de población
indígena, los prestadores institucionales públicos deberán
asegurar el derecho de las personas pertenecientes a los
pueblos originarios a recibir una atención de salud con
pertinencia cultural, lo cual se expresará en la aplicación de un
modelo de salud intercultural validado ante las comunidades
indígenas, el cual deberá contener, a lo menos, el
reconocimiento, protección y fortalecimiento de los
conocimientos y las prácticas de los sistemas de sanación de los
pueblos originarios; la existencia de facilitadores interculturales y
señalización en idioma español y del pueblo originario que
corresponda al territorio, y el derecho a recibir asistencia
religiosa propia de su cultura”.

Respecto de la normativa internacional aplicable al presente caso, en


la materia, es conveniente citar algunas disposiciones del Convenio
169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre derechos de
los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, ratificado
y vigente en cuanto Tratado Internacional que contempla derechos
fundamentales.
El artículo 3º de dicho texto legal determina que:
1. Los pueblos indígenas y tribales deberán gozar plenamente
de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin
obstáculos ni discriminación.
De la lectura de este artículo, se desprende la idea del Estado garante
pasivo y activo de la protección de derechos fundamentales, toda vez
que impone un deber y una responsabilidad a los Estados para llevar a
cabo acciones concretas para garantizar, en favor de los pueblos
indígenas y sus miembros, el respeto, sin obstáculos o discriminación,
de la integridad de sus derechos y libertades.
En esa línea, el Convenio 169 señala en su artículo 4º que:
1. Deberán adoptarse las medidas especiales que se precisen
para salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el
trabajo, las culturas y el medio ambiente de los pueblos
interesados.
A su vez, el artículo 8 de dicho Convenio establece:
1. Al aplicar la legislación nacional a los pueblos interesados
deberán tomarse debidamente en consideración sus costumbres
o su derecho consuetudinario.
2. Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus
costumbres e instituciones propias, siempre que éstas no sean
incompatibles con los derechos fundamentales definidos por el
sistema jurídico nacional ni con los derechos humanos
internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario,
deberán establecerse procedimientos para solucionar los
conflictos que puedan surgir en la aplicación de este principio.
En el mismo sentido, el artículo 2 de Declaración de las Naciones
Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, señala:
“Los pueblos y los individuos indígenas son libres e iguales a
todos los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser
objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus
derechos, en particular la fundada en su origen o identidad
indígenas”.
En resumen, existe, por decisión del legislador, el deber del Estado de
reconocer a los los pueblos indígenas y sus miembros, el derecho de
conservar sus costumbres e instituciones, salvo que sean
incompatibles con los derechos fundamentales garantizados en el
derecho interno o internacional. Para ello, debe considerarse
debidamente las particularidades culturales (costumbres y derecho
propio), al momento de aplicarles a estos pueblos la legislación
nacional.
Por último, en esta materia es aplicable, es aplicable el articulo 10 del
Pacto de Derechos Civiles y Políticos:
1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y
con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
Al respecto Observación general Nº 21, sobre Trato humano de las
personas privadas de libertad (artículo 10), adoptadas por el Comité
de derechos humanos de Naciones Unidas, señala:
3. El párrafo 1 del artículo 10 impone a los Estados Partes una
obligación positiva en favor de las personas especialmente
vulnerables por su condición de personas privadas de libertad y
complementa la prohibición de la tortura y otras penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes prevista en el artículo 7 del
Pacto. En consecuencia, las personas privadas de libertad no
sólo no pueden ser sometidas a un trato incompatible con el
artículo 7, incluidos los experimentos médicos o científicos, sino
tampoco a penurias o a restricciones que no sean los que
resulten de la privación de la libertad; debe garantizarse el
respeto de la dignidad de estas personas en las mismas
condiciones aplicables a las personas libres. Las personas
privadas de libertad gozan de todos los derechos enunciados en
el Pacto, sin perjuicio de las restricciones inevitables en
condiciones de reclusión.
4. Tratar a toda persona privada de libertad con humanidad y respeto
de su dignidad es una norma fundamental de aplicación universal. Por
ello, tal norma, como mínimo, no puede depender de los recursos
materiales disponibles en el Estado Parte”.
Toda la normativa nacional e internacional relativa a derechos
humanos, brevemente reseñada, ha sido absolutamente desatendida
por la recurrida, al negar primero el permiso de salida solicita, y en
definitiva al no adoptar ninguna medida adecuada para su
recuperación, la cual necesariamente debe consistir en permitirle
realizar su ceremonia de cambio de rewe.
Es del caso, V.S.I., que el hecho de no proveer atención médica
oportuna y adecuada al machi Celestino y no responder a las
solicitudes orientadas a ello, transgrede normas de Derecho interno,
como el D.S. 518, que aprueba el reglamento penitenciario, y en
especial los diversos tratados internacionales ratificados y vigentes en
Chile, aplicables a este caso en concreto. Como indica la
jurisprudencia órganos de tratados citados, no es argumento suficiente
la falta de recursos. Además el reglamento penitenciario, interpretado
a la luz de la normativa internacional aplicable al presente caso,
permite y obliga a la recurrida a adoptar las medias urgentes y
adecuadas para respetar y garantizar el derecho a la vida del
recurrente Celestino Córdova.
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES VULNERADAS GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES.
Con las acciones y omisiones aludida, la recurrida ha transgredido las
siguientes garantías:
Art. 19 n.º 1 “Derecho a la vida y a la integridad física y psíquica
de la persona
En cuanto al derecho a la vida, excepcionalmente, en algunos casos
especialmente como el de autos, el deber de respetar la vida conlleva
la obligación de ejecutar acciones de asistencia o protección. No se
trata de la protección a nivel de redes sociales públicas, sino del deber
de ciertas personas, que se encuentran en la posición o condición de
garantes para prestar auxilio a otras situaciones en riesgo o peligro. Es
en esa situación que se encuentra el recurrido respecto de los internos
de un establecimientos penitenciario, ello por mandato de la ley.
En cuanto a la integridad física y psíquica, la falta de atención médica
oportuna y adecuada, pone en peligro su integridad física y psíquica,
toda vez que no se ha realizado lo conveniente para tratar el complejo
diagnostico del recurrente Celestino Córdova.
De lo preceptuado, se desprende que la garantía constitucional de la
vida, e integridad física y psíquica, debe asegurar la indemnidad de la
persona en cuanto sujeto de derechos fundamentales, protegiendo no
sólo su salud física, sino que también emocional, e intelectual,
imponiendo una obligación negativa al Estado de no amenazar,
perturbar o privar de la vida y de la salud física y mental a una
persona, y una obligación positiva de establecer los resguardos
necesarios para que dichos derechos no sean vulnerados.
En dicho sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
Sentencia de fecha 29 de marzo del 2006 (caso Comunidad Indígena
Sawhoyamaxa Vs. Paraguay) ha establecido en relación al derecho a
la Vida:
150. El derecho a la vida es un derecho humano fundamental,
cuyo goce pleno es un pre-requisito para el disfrute de todos los
demás derechos humanos. De no ser respetado, todos los
derechos carecen de sentido. En razón de dicho carácter, no son
admisibles enfoques restrictivos del mismo. De conformidad con
el artículo 27.2 de la Convención este derecho forma parte del
núcleo inderogable, pues se encuentra consagrado como uno de
los que no puede ser suspendido en casos de guerra, peligro
público u otras amenazas a la independencia o seguridad de los
Estados Partes. (…)
152. En este sentido, la Corte ha señalado en su jurisprudencia
constante que el cumplimiento de las obligaciones impuestas por
el artículo 4 de la Convención Americana, relacionado con el
artículo 1.1 de la misma, no sólo presupone que ninguna
persona sea privada de su vida arbitrariamente (obligación
negativa), sino que además, a la luz de su obligación de
garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos humanos,
requiere que los Estados adopten todas las medidas
apropiadas para proteger y preservar el derecho a la vida
(obligación positiva) de todos quienes se encuentren bajo
su jurisdicción. (…)
155. Es claro para la Corte que un Estado no puede ser
responsable por cualquier situación de riesgo al derecho a la
vida. Teniendo en cuenta las dificultades que implica la
planificación y adopción de políticas públicas y las elecciones de
carácter operativo que deben ser tomadas en función de
prioridades y recursos, las obligaciones positivas del Estado
deben interpretarse de forma que no se imponga a las
autoridades una carga imposible o desproporcionada. Para que
surja esta obligación positiva, debe establecerse que al
momento de los hechos las autoridades sabían o debían
saber de la existencia de una situación de riesgo real e
inmediato para la vida de un individuo o grupo de individuos
determinados, y no tomaron las medidas necesarias dentro
del ámbito de sus atribuciones que, juzgadas
razonablemente, podían esperarse para prevenir o evitar ese
riesgo”. (el destacado es nuestro)

Respecto del derecho a la vida, y a la integridad física y psíquica,


deben ser contextualizados en el marco legal e histórico ya reseñado,
que configura el régimen de protección especial a los pueblos
indígenas. Al reconocerse hoy la existencia de pueblos diferentes al
interior de un Estado, el ordenamiento jurídico reconoce la existencia
de agrupaciones de personas que tienen diversos modos de
producción de su vida y de sus relaciones sociales, que configuran
entendimientos diferentes respecto de su relación con el entorno,
creando en consecuencia culturas diferentes, y sistemas sociales
diversos. Se desprende entonces, que la tutela de la vida, y de la
integridad de una persona, varían de acuerdo a la cultura a la que
pertenezca el individuo. No basta una actitud pasiva y uniforme desde
el Estado, que omita las diferencias culturales entre los individuos; al
reconocer y aceptar las normas de tutela a los pueblos indígenas, el
Estado se obliga expresamente a reconocer la diversidad cultural, y
con ello, a protegerla activamente.
La integridad de un individuo perteneciente a un pueblo indígena,
como ocurre en el presente caso, depende ineludiblemente de la
protección a su cultura. Ambos, colectivo e individuo, participan de
una relación dinámica y de retroalimentación, pues el pueblo no puede
existir sin aquellos que lo conforman (personas, elementos naturales,
elementos divinos), y éstos no pueden llamarse miembros de una
cultura si no participan en ella. Es por esta razón que los textos
normativos que protegen los derechos de los pueblos indígenas
configuran una serie de derechos individuales, pero que también son
colectivos, pues requieren considerar en la protección de derechos,
tanto a las personas que conforman una cultura, como a la cultura en
sí misma. La etnicidad depende del desarrollo de esta cultura, y sus
miembros, al configurar su vida, sus costumbres y sus valores de
acuerdo a su cultura, ejercen su derecho a la vida, a una vida que
merezca vivirse, integridad física y psíquica desde la posibilidad de
desarrollar su cultura.
Esto también es una conclusión asentada en la jurisprudencia
internacional, pues así ha sido reconocido por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos que, en fallo del 15 de Junio del 2005, en caso
Comunidad Moiwana Vs. Surinam, señaló:

243. En lo que respecta a la integridad psíquica y moral, la


Corte recuerda que en el caso de la Comunidad Moiwana Vs.
Surinam consideró que la separación de los miembros de la
Comunidad de sus tierras tradicionales era un hecho que junto
con la impunidad en la que se encontraban las muertes
producidas en el seno de la Comunidad causaba un sufrimiento
a las víctimas en forma tal que constituía una violación por parte
del Estado del artículo 5.1 de la Convención Americana en su
perjuicio.

Es así entonces que se puede verificar una vulneración al derecho a la


vida, integridad física y psíquica de una persona indígena, mediante la
vulneración de los derechos fundamentales que se me le han
consagrado al machi Celestino, en cuanto autoridad espiritual del
pueblo mapuche, lo que ya ha sido expuesto.

Art. 19 n.º 2 “Igualdad ante la ley” y n.º 3 “la Igual Protección de la


ley en el ejercicio de sus derechos”
Es del caso, que los internos de un establecimiento penitenciario,
gozan de todas las garantías constitucionales de las personas libres, y
que por su especial situación de encierro, en cumplimiento de una
sentencia judicial, deben ser asistidos para el goce de ellos, por
Gendarmeria de Chile, lo cual se encuentra acogido en nuestra
normativa interna y diversos tratados internacionales ratificados y
vigentes en nuestro país.
El derecho a la igualdad está consagrado en el artículo 19 número 2º
de la Constitución Política de la República, asegurando:
La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupos
privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio
queda libre. Hombres y mujeres son iguales ante la ley.
Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias
arbitrarias
De acuerdo a lo expresado por la jurisprudencia nacional, este
derecho (…) tutela que a los destinatarios de las normas se les haga
aplicación del derecho positivo de un modo imparcial, y sin efectuar
discriminaciones que no estén contempladas en ella (…)7.
Así también, el Tribunal Constitucional ha dispuesto que:
La igualdad ante la ley consiste en que las normas jurídicas
deben ser iguales para todas las personas que se encuentren en
las mismas circunstancias y, consecuencialmente, diversas para
aquellas que se encuentren en situaciones diferentes. No se
trata, por consiguiente, de una igualdad absoluta sino que ha de
aplicarse la ley en cada caso conforme a las diferencias
constitutivas del mismo. La igualdad supone, por tanto, la
distinción razonable entre quienes no se encuentren en la misma
condición.
Es un hecho notorio y de público conocimiento que los pueblos
indígenas, durante los últimos siglos, han sido avasallados por los
Estados modernos, motivo por el cual requieren de regulaciones
especiales para poder participar en igualdad de condiciones del
desarrollo al interior de los Estados que dominan sus territorios. Así lo
ha reconocido la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas, que en su preámbulo se
manifiesta:

7 C. La Serena, Rol 3563-2009, 14.07.2009, Considerando 5º.


Preocupada por el hecho de que los pueblos indígenas han
sufrido injusticias históricas como resultado, entre otras cosas,
de la colonización y de haber sido desposeídos de sus tierras,
territorios y recursos, lo que les ha impedido ejercer, en
particular, su derecho al desarrollo de conformidad con sus
propias necesidades e intereses (…).
Siendo los miembros de los pueblos indígenas los destinatarios de las
normas que tutelan sus derechos como tales, éstas deben aplicarse
en todos aquellos casos en que proceda su aplicación, sin poder
desconocerse por arbitrios del órgano a quien corresponde su
aplicación.
En la especie, en los actos de la recurrida que han devenido en la
negación de la solicitud de salida y la absoluta la falta de cualquier
gestión útil y culturalmente pertinente para restablecer la integridad
física y psíquica del machi Celestino Córdova, no se ha dado
aplicación, debiendo hacerse, a las normas contenidas en los
artículos 2º, 3º, 4º, 5º, 8º y demás normas pertinentes del Convenio
169 de la OIT; Articulo 2 de la Declaración de las Naciones Unidas
sobre los derechos de los pueblos indígenas; Articulo 10 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 1º, 5º, 6º inciso 1º, 19º
números 1º, 2º y 3º inciso 7º de la Constitución Política de la
República, artículos 1º de la ley 19.253; artículo 7 y 102 del Código
Procesal Penal; y los artículo 2 y 4 del Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios. La aplicación de estas normas no es
una facultad ni una mera declaración para los órganos de la
administración del Estado, toda vez que tutelan derechos
fundamentales y esenciales de las personas privadas de libertad y
miembros de un pueblo indígena, cuya obligación de asegurarse tiene
rango constitucional, y amerita su cumplimiento permanente y
aplicación efectiva.
Lo anterior es una afectación al derecho a la igualdad ante la ley,
porque, en primer lugar, si el ordenamiento jurídico no se aplica para
todas las personas, haciendo caso omiso de las garantías que la ley
otorga a un grupo especial de personas, teniendo derecho a ello y no
mediando justificación razonable que lo amerite, configura una
discriminación, una afectación a la igualdad ante la ley. Establece la
jurisprudencia que:
“(…) La exigencia de que las normas sean iguales para quienes
se encuentran en la misma situación y desiguales para quienes
se encuentren en diversa situación implica que el derecho
fundamental a la igualdad sólo es aplicable cuando se está en
presencia de "pares en comparación" (Alexy, Teoría de los
derechos fundamentales, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, Madrid, 1991, p. 389). En efecto, este derecho
sólo se vulnera si la norma o conducta, la resolución exenta en el
presente caso, establece un tratamiento desigual para dos
sujetos iguales o un tratamiento igual para dos sujetos
desiguales (…)8”.
En el presente caso, existen grupos desiguales, los pueblos indígenas
y las personas privadas de libertad, cuyas condiciones desmejoradas y
que ameritan una protección especial reconocen las distintas leyes
mencionadas anteriormente-, que, no se le esta brindando la
protección que el ordenamiento jurídico reconoce, vulnerándose la
igualdad aplicando un tratamiento igual para dos grupos de sujetos
desiguales.

POR TANTO, de acuerdo con lo expuesto, disposiciones citadas y


Auto Acordado de la Excelentísima Corte Suprema sobre tramitación y
fallo del recurso de protección de las garantías constitucionales,
PIDO A VS. ILUSTRÍSIMA: Se sirva tener por interpuesto el presente
recurso de protección de Derechos constitucionales referidos, en
contra del Centro de Cumplimiento Penitenciario, previo informe de la
recurrida, y en favor del machi Celestino Córdova Tránsito, tomado las
providencias necesarias tendientes a restablecer el imperio del
Derecho y de ese modo asegurar la debida protección del afectado,
resolviendo en concreto:
1. Se adopten todas las medidas para otorgar las atenciones
médicas adecuadas, pertinentes culturalmente, que requiere con
urgencia el recurrente Machi Celestino Córdova.
2. Especialmente se autorice al Machi Celestino Córdova para que
sea trasladado a su rewe, ubicado en Sector Lleupeco, Callejón
Córdova s/n, comuna de Padre Las Casas, con el fin de que
pueda realizar adecuadamente su ceremonia de renovación de
rewe, única forma para que pueda restablecer su salud y
equilibrio espiritual.
O bien, aquellas medidas que US. Ilustrísima determine en función de
la naturaleza del recurso, con expresa condena en costas.

8 C. Temuco. Sentencia Rol 150-2011, de 03 de mayo de 2011. “Considerando 9º.


PRIMER OTROSÍ: Pido a VS I., disponer que la recurrida informe al
tenor del presente recurso, acompañe la ficha médica del protegido, su
hoja de evolución y toda la documentación pertinente.

SEGUNDO OTROSÍ: Sírvase US. Ilustrísima tener por acompañados,


con citación, los siguientes documentos: INFORME PERITAJE
ANTROPOLÓGICO, elaborado por don José Quidel Lincoleo.

TERCERO OTROSÍ: Solicito a US. Ilustrísima se sirva acceder a las


siguientes diligencias probatorias, en la forma y plazo que US.
determine, a efectos de acreditar los hechos urgentes descritos
precedentemente:

1. Se sirva acceder a oficiar al Servicio de Salud Araucanía Sur,


para que el recurrente Celestino Córdova sea deriva al Hospital
Intercultural de Nueva Imperial, para que sea examinado y
diagnosticado en términos culturalmente pertinentes.

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