LEGADO

CRECER – MULTIPLICAR – FORTALECER – AUMENTAR

SEMANA 1
Entendidos que engrandecen, trascienden y transfieren

SEMANA 2
Un corazón entendido

SEMANA 3
Competencias de los que engrandecen

SEMANA 4
Multiplicadores

ENTENDIDOS QUE ENGRANDECEN,

TRASCIENDEN Y TRANSFIEREN

Se reparte a todos los asistentes un trozo de papel con la frase “Estamos engrandeciendo
el legado” y se les pide que hagan una aplicación personal de lo que para ellos significa y
que la escriban en la parte de atrás del papel.

Se invita a los asistentes a que participen leyendo lo que escribieron en los trozos de papel
y que compartan con los demás y de ser el caso que ajustes han realizado o piensan realizar
con base en el entendimiento de esta frase.

INTRODUCCIÓN

Cuando pensamos en lo que significa un legado debemos comenzar por decir que es algo
por lo cual no se trabajó, sino que se recibió como una herencia y es responsabilidad de
quien lo recibe no solo mantenerlo, sino cuidarlo, engrandecerlo y entregarlo a las nuevas
generaciones.

El legado de fe que hemos recibido se inició con nuestros ancestros espirituales Abraham,
Isaac y Jacob, pasando por nuestros fundadores y padres en la fe, el Dr. Néstor Chamorro
y Lolita Cruz de Chamorro llegando hasta nuestras vidas. Nuestro desafío como herederos
entender la maravillosa herencia que tenemos y seguir engrandeciendo ese legado de fe
de modo que lo podamos transmitir a las nuevas generaciones a través de la paternidad
espiritual.

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1. ENTENDER EL LEGADO (Isaías 51:1-2)

Una persona entendida va más allá de ser alguien que recibe un mensaje, lo repite de
memoria con claridad y tiene la capacidad de compartirlo con otros, ser entendido implica
que no solo recibe el mensaje o en este caso el legado, también se comprende a
profundidad por lo que es capaz de bajarlo al corazón y hacerlo parte de si, de modo que
su forma de comer, caminar, trabajar, hablar y todo lo que hace en su vida está marcado
por la herencia que recibió ya que este legado implica una forma de ver y asumir la vida.

1.1. Una forma de vida (Heb. 13:7, Juan 8:39)

Un legado de fe es una gran responsabilidad, pues no se trata de un discurso, sino que
implica vivir de la manera que lo hicieron aquellos que nos antecedieron en la fe,
convirtiéndose en verdaderos revolucionarios, transformando todo cuanto estaba en sus
manos.

1.2. Nuevas generaciones identificadas (Tito 1:4, 1 Timoteo 1:2)

Para que el legado no quede truncado y las nuevas generaciones sean influenciadas por el
entorno, la cultura o la moda, se deben “criar” hijos espirituales que reciban la formación
que los convierta en verdaderos Agentes de Cambio, de manera que crezcan y hagan el
empalme generacional que les permita a sumir lo heredado, engrandeciendo el legado para
cumplirle a Dios.

2. UNA HERENCIA SINGULAR (Gen. 12:2-3, Rom. 8:17)

Muchos hijos solo se limitan a pensar en la herencia como un bien material que les permitirá
cierta comodidad financiera, la herencia que hemos recibido nosotros es mucho más
grandiosa y completa, pues no solo busca una comodidad financiera, sino que podamos
experimentar una vida plena y llena de realización.

2.1 Una descendencia (Ge. 15:4-5)

Reproducir el mismo modelo de excelencia en hijos espirituales que se encarguen de llenar
la tierra, para así lograr una verdadera transformación social.

2.2 Una tierra (Ge. 17:7-8)

Implica traspasar las fronteras físicas, mentales y emocionales para ir hasta el último rincón
de la tierra replicando el modelo aprendido, conquistando corazones engrandeciendo así el
legado recibido.

3. HERENCIA SIN FECHA DE VENCIMIENTO (Heb. 11:13-15, 24-26)

Cuando entendemos que la herencia que hemos recibido es eterna, vemos la vida con la
certeza que siempre lo mejor está por venir, lo cual desarrolla esperanza y por ende sustenta
todo nuestro andar, no estamos determinados por las circunstancias o las experiencias sino
que vamos más allá de lo temporal y nos fijamos en lo eterno.
4. LA HERENCIA SE DEBE ENTREGAR (Deut. 31:7)
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No solo se trata de recibir la herencia y buscar hacerla crecer en nuestras manos, sino que
también es necesario transmitirla a las nuevas generaciones, para que estás hagan lo
mismo y así se continúe a través del tiempo, haciendo que cada vez sea más y más grande.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

Muchas personas no se han dado cuenta de la enorme trascendencia que tienen sus vidas
y por ende las desperdician en actividades infructuosas que no conducen a nada, nostros
hemos recibido una herencia extraordinaria como hijos de Dios, misma que nos desafía a
cuidarla, disfrutarla y engrandecerla; lo que implica un entendimiento mucho más profundo
de todo lo que somos y hacemos como herederos, para que así nuestro peregrinar por este
mundo no solo se trate de acumular posesiones materiales que podamos dejar a nuestros
hijos, sino que disfrutemos de nuestro legado espiritual, lo hagamos crecer y lo entreguemos
a las nuevas generaciones para que al igual que nuestros padres se conviertan en
referentes que transformen todo cuanto tienen a su alrededor y continúen así
engrandeciendo el legado.

Se les pide a los asistentes que escriban en un papel un listado con los nombres de
personas, con las que ellos se comprometen a asumir el desafío de cuidar, enseñar y
motivar, para que se conviertan en receptores del legado que recibimos del Señor y procurar
que ellos asuman el desafío de ser parte de una generación de cambio.

Por medio de una oración teoterápica invitar a los asistentes a apropiarse de lo que implica
engrandecer, trascender y transferir el legado que hemos recibido como hijos de Dios,
siendo referentes en medio de una sociedad cada vez más tóxica y en la que la mayoría
opta por lo superficial y transitorio, sin darle importancia a los valores que trascienden y
viviendo solamente por la influencia de los medios o los artistas.

Invitar a los asistentes a que, como parte de engrandecer, trascender y transferir nuestro
legado, se encarguen de invitar por lo menos a una persona a la próxima reunión.

UN CORAZÓN ENTENDIDO

Determinar el factor común en las siguientes imágenes:

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A través de las imagines anteriores se invita a dar algunas opiniones acerca de cuál podría
ser el factor común entre ellas.

Después de escuchar a algunos asistentes, se reúnen todas las opiniones. La idea es

aclarar que el verdadero factor en común entre las imágenes es la enseñanza como un
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principio para transmitir el conocimiento. Así mismo que la enseñanza es más productiva
en los niños ya que ellos muestran una actitud de querer siempre aprender. De la misma
manera a través de esta temática hablaremos de la importancia de una actitud de
disposición para crecer en el entendimiento de la palabra de Dios.

INTRODUCCIÓN
Alguna vez le preguntaron a un profesional: ¿a dónde quedaron tus sueños y tus metas? Y
aquel profesional respondió: Los cambie por una vida cómoda y normal. Lo anterior se ha
convertido en la realidad de muchos profesionales, empresarios y empleados en general.
Ya que una rutina sin propósito nos podría llevar a olvidar por completo aquello que un día
soñamos. Así mismo, una rutina que nos lleva a olvidar aquellos principios y proyecciones
en nuestra vida espiritual, pueden acabar con nuestra fe, esperanza y amor; tres elementos
importantes para superar cualquier prueba y así mismo para poder disfrutar todo aquello
que tenemos y vivimos.

1. El verdadero entendimiento (Daniel 10:12)

Cuando hablamos del concepto entendimiento, podríamos limitarnos a un componente
netamente mental. Pero, cuando estudiamos la vida de un hombre el cual fue considerado
por el mismo Dios como un hombre entendido, nos damos cuenta que el entendimiento no
solo implica un componente mental, como lo es un buen coeficiente intelectual o la
capacidad de desarrollar problemas lógicos. Nos podemos dar cuenta que el verdadero
entendimiento a la luz de la biblia se refiere al estado de nuestro corazón. El entendimiento
integra el conocimiento de Dios, la sabiduría, la ciencia y la inteligencia, siendo el
entendimiento más alto, pues está relacionado con el corazón y no con la razón.

1.1. EL entendimiento está en el corazón (Deuteronomio 29:4)

1.2. El corazón entendido adquiere sana sabiduría (Proverbios 14:6; 18:15)
1.3. Al corazón entendido, Dios le provee ciencia (Daniel 2:21)
1.4. EL corazón entendido, entiende la orden y la visión (Daniel 9:22) (Génesis 2:12)
(Contextualizar la promesa y la obediencia de parte de Daniel y Abraham)

Aquí entendemos pues, que no solo basta adquirir inteligencia para ser exitosos en nuestras
labores, es importante desarrollar un corazón entendido que adquiera sabiduría e
inteligencia. De esta manera nuestras decisiones estarán encaminadas al cumplimiento de
la voluntad de Dios para nuestra vida. Los entendidos nunca dejan de aprender, siempre
tienen el hábito de investigar, no es necesario repetirles muchas veces las mismas cosas,
porque están dispuestos a ser enseñados.

2. El amor lleva al entendimiento (Daniel 9:23, 10:11)

El amor es la base del entendimiento, es el fundamento de las promesas por cumplir y de

la comunión. El amor nos hace hijos con buen entendimiento, por ello nuestro llamado nunca
se entenderá por la razón sino por el amor, pues una persona sabe y siente cuando es
amada; cuando hay amor disminuye todo tipo de argumentación. En la biblia encontramos
el ejemplo de Daniel y Juan, a los cuales se les fue manifestada muchas cosas que habrían
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de acontecer y la razón fue el amor de Dios que ellos pudieron experimentar. La pregunta
que debemos hacernos es ¿Qué tan cerca estamos al corazón de Dios? (Deuteronomio
30:14)

2.1. Como desarrollar entendimiento

Par comprender el proceso teoterápico del entendimiento debemos recordar el papel del
corazón en la teoterapia. Este funciona como un filtro, es decir, permite que pasen o no los
principios que vienen del espíritu, por lo cual el estado del corazón es fundamental para
desarrollar entendimiento. A partir de lo anterior entendemos que la visión proviene de Dios
y llega a nuestra vida a través de la comunión en nuestro espíritu y es allí donde pasa a
través del corazón y por último cobija nuestra mente, emociones y voluntad. Cuando
desarrollamos una vida espiritual constante someternos a la palabra de Dios se convertirá
en un deleite, ya que comprenderemos mucho más el amor de Dios para nosotros por lo
cual tomaremos decisiones acertadas.

2.2. Un corazón humillado (Salmo 51:17)

La respuesta a nuestra vida viene antecedida del entendimiento y la humillación, entonces
el Señor nos oirá y nos responderá. Esto es algo difícil para el profesional de hoy en día,
ya que el pretender saberlo todo no nos permite aprender y profundizar en los detalles que
Dios quiere trabajar en nosotros. Al final es un tema de actitud más que de conocimiento.

El beneficio de un corazón humillado es el entendimiento y por consecuencia los entendidos

comprenderán los propósitos de Dios, por lo cual la pregunta que debemos hacernos en
este punto es ¿Queremos conocer los planes, los propósitos de Dios para nuestra vida? Si
la respuesta es sí, entonces necesitamos desarrollar un corazón entendido y humillado sin
importar la edad que tengamos.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

La visión y la orden han sido establecidas por nuestro Señor Jesucristo (Mateo 28:18-20).
Ahora es nuestra labor el entenderla y ponerla por obra en todas las áreas de nuestra vida,
porque al final es el propósito de todo profesional, glorificar a Dios con todo lo que es y hace.
Debemos desarrollar una actitud de aprendices, es por ello que los niños son un gran
ejemplo para esto.

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Las personas asistentes van a recordar cual es la visión y la misión de nuestra familia ICT
y van a escribir como pueden aplicar está a sus vidas como profesionales y miembros de
una familia.

Durante el tiempo de oración se debe Orar por el corazón endurecido. (Se usa como guía
el material del libro de la teoterapia del amor, en capitulo “el corazón y la teoterapia) Después
de esto se hace el compromiso delante de Dios de cuidar nuestra relación con Dios para
desarrollar una vida espiritual estable como punto de equilibrio para que nuestro corazón
esté siempre humillado y así pueda entender y obedecer.

Motivarles a desarrollar grupos de oración con compañeros del trabajo interesados en

conocer más de Dios. Esto como parte del proyecto de vida para el año 2019.

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 COMPETENCIAS DE LOS QUE ENGRANDECEN

Se realiza una lluvia de ideas de que es una herencia y un legado, si están relacionadas o
son aspectos totalmente separados.

Se socializa con los asistentes que tipo de herencias se pueden tener, que requisitos se
requieren para acceder a ellos.

Se plantea una situación hipotética en la que se expone que se le ha entregado una herencia
muy grande a cada participante.

Se le realiza las siguientes preguntas:

- ¿Crees que cambiaría tu forma de ser?
- ¿Qué harías con esa herencia?
- ¿Qué aspectos de tu vida crees que pueden llevarte a malgastar o desaprovechar la herencia?

INTRODUCCIÓN

Dentro del plan de Dios para la vida de cada uno se encuentra inmersa una gran
responsabilidad, la cual es engrandecer el legado que fue entregado, para ello se hace
necesario tener clara la orden que va ligada a la visión.

No es solo seguir una orden, sino que se requiere de un entendimiento, para así cumplir a
cabalidad alcanzando el objetivo. Sin embargo, cuando se mira la realidad de cada uno se
puede evidenciar que esto no es acorde al deseo de Dios como padre, puesto que en
muchos se evidencia falta de entendimiento, lo que da muestra del estado del corazón; es
entonces necesario identificar aquellas características manifiestas que impiden el
engrandecer el legado frustrando el desarrollo personal y bienestar que Dios anhela para
cada uno en medio del cumplimiento de la visión.

Las siguientes son las características de una persona que engrandece:

Son humildes (Santiago 3:13)

Un hombre y una mujer humilde son aquellos que reconocen que todo lo que son y tienen
viene de parte de Dios, y así viven una vida de entrega y servicio total.

Son prudentes (Proverbios 17:27)

Aquel que tiene claro el plan de Dios para su vida y vive conforme a él, sabe cuándo hablar
y cuándo no, sabe escoger el momento adecuado para actuar y lo hace de la manera más
asertiva. (1 Crónicas 22:12)
Cuando no se es prudente muchas veces no se dimensionan las situaciones ni la
importancia de las personas que están con nosotros, ni del respeto que merecen. Así,
muchas veces terminamos hiriendo susceptibilidades, o actuando sin seriedad cuando no
es debido.

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 No se enfurecen fácilmente (Proverbios 14:29)
Son aquellos que han aprendido o están aprendiendo a ejercer la paciencia, aquella que
garantiza pasar por sabios y no por tercos o necios.

Son diligentes (Proverbios 10:5; 24 30-31)

No posponen los que deben hacer. Son aquellos que cumplen en el momento que deben
cumplir y aún son proactivos. La diligencia es lo que nos permite estar preparados para
cualquier oportunidad que se pueda presentar.

Lo contrario a la diligencia es la pereza, y es lo que caracteriza a una persona sin

entendimiento. Ella lo lleva a no cumplir con su labor y a descuidar lo que se le ha
encomendado, su vida, su trabajo, su familia y hasta su mismo cuerpo.

Temen a Dios y le buscan (Salmo 53:”, Proverbios 2:5)

Hoy muchos son considerados sabios, ya sea por su gran manejo administrativo de ciertas
compañías, o porque son considerados como grandes pensadores y líderes de opinión en
infinidad de aspectos; sin embargo, el verdadero entendimiento y la verdadera sabiduría las
poseen aquellos que buscan y le temen a Dios, es decir, personas que han determinado en
sus corazones no fallarle a un padre que lo ha dado todo por nosotros, incluso su propia
vida. Finalmente, Dios mismo nos asegura que él se encarga de que nosotros entendamos
el camino por el que debemos andar. (Salmo 32:8)

Acepta y aprecia que le corrijan (Proverbios 15:32; 28:11)

No es el que hace todo a la perfección, porque ninguno hay que así lo haga. El entendido
es quien comprende que está aprendiendo a vivir y que se dispone a crecer en el amor de
Dios, que moldea el carácter del Señor en nuestras vidas. Aceptar la corrección es lo que
nos lleva a crecer y a no caer en lo mismo una y otra vez.

Por el contrario, aquellos a quienes les falta entendimiento se obstinan en creer que van por
un buen camino, así se les indique lo contrario, y que están en lo correcto. Estos son
aquellos que se creen sabios en su propia opinión y menos precian el consejo.

Tienen Gracia (Proverbios 13:15)

Más allá de la belleza física, refleja la hermosura que la presencia de Dios proyecta en sus
vidas, no solo en su apariencia, sino en todo su ser. Es esta gracia la que abre puertas que
nadie puede cerrar

Son entendidos en la Palabra de Dios

Cuando nos volvemos hábiles en entender la palabra de Dios y la tenemos presente en
nuestro diario caminar, el riesgo a equivocarnos se reduce a términos mínimos. En nuestras
oraciones siempre debemos pedir entendimiento para entender lo que nos quiere hablar en
su palabra. (Lucas 24:45)

El cambio no les asusta (Romanos 12:2)

No se resiste al cambio, sino que cada día está dispuesto a aprender nuevas cosas y no
teme a implementarlas en su vida con el fin de vivir tal cómo Dios quiere que lo haga.
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 Son sabios, expertos y hábiles (Deuteronomio 1:13; 2 Crónicas 2:13)
Son entendidos en lo que Dios quiere y tiene para sus vidas, son aquellos que no solo se
hacen sabios, sino que desarrollan habilidades y se vuelven excelentes en aquello en lo que
decidan especializarse, y así se vuelven excelentes en lo que hacen.

Son puestos en lugares altos (Daniel 12:3)

Son hombres y mujeres llamados a sobresalir y a impactar la vida de muchos desde el lugar
donde Dios ha decidido colocarles. No solo cumplen un legado, sino que engrandecen el
nombre de Dios y de todos quienes los acompañan y de quienes los antecedieron.

A diferencia de estos, aquellos que no poseen entendimiento se preocupan más por ser
importantes y que se les reconozca que por ser útiles, lo que los lleva a vivir una vida
superficial, vacía y muchas veces frustrante.

Guardan la inteligencia (Proverbios 19:8)

Se esfuerzan constantemente por no dejar de ser entendidos. El entendimiento es la
posesión más valiosa y su búsqueda permanente alinea nuestras emociones con la voluntad
de Dios y esto nos da la determinación necesaria para hacer el bien

Aplicación Teoterápica
Dios tiene pensado un plan: convertir una familia en pueblo, en este deseo se encuentra
inmerso el anhelo de bendición y prosperidad para cada uno; sin embargo, se puede
evidenciar que esta no es la realidad de muchos, pues no disfrutan de la relación de padre
con Dios en medio de la obediencia a la orden y no se sienten amados, dudando así de la
visión.

Pero Dios hoy hace un llamado a identificar aquellas características que obstaculizan el
crecimiento, la multiplicación, el fortalecimiento y aún más el aumentar en la vida de cada
uno, para que una vez tomada la decisión de dejarse moldear por él se comience a disfrutar
de la visión y la orden entendiendo la relación de confianza entre padre e hijo.

Se le pide a cada asistente que realice una lista de las características que haya identificado
que le falta desarrollar, posteriormente se les solicita que ponga al frente la acción para
corregir con fechas específicas

En la oración final llevar al discípulo a tomar la decisión de consagrar su vida permitiendo

que Dios cambie y renueve lo que sea necesario, entendiendo que Él desea que seamos
personas exitosas.

Invitar a la gente a que durante la semana tome la lista de características realizada y ejecute
la mayor cantidad de acciones a corregir que pueda.

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