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7 DE DICIEMBRE

MONICION DE ENTRADA: Para preparar la llegada de Jesús a nuestra vida es


necesaria la disposición interior, abrir el corazón al amor de Dios que viene a
salvarnos y tener vivo el deseo de acogerlo y dejarnos transformar por Él. Preside
nuestra eucaristía Fray Daniel Sarria quien fue nuestro párroco entre los años
1997 y 1999. Celebremos con fe nuestra eucaristía.
COMENTARIO A LAS LECTURAS: Ante la proximidad del Reino de Dios, Juan el
Bautista propone el arrepentimiento y la conversión como una actitud permanente
del ser humano para unirse a Cristo y entrar en la gloria de Dios.
ORACION DE LOS FIELES
PRESIDENTE: Hermanos, celebrando el misterio de la Concepción Inmaculada de
María, dirijamos nuestras voces suplicantes al Señor por la intercesión de aquella
a la que quiso elegir como Madre de su hijo y digámosle:
TODOS: Que tu Santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
1. Por la Iglesia que peregrina en este mundo con la esperanza de la gloria
que un día se nos descubrirá; en comunión con María, Madre de la Iglesia.
Oremos
2. Pidamos por Fray Daniel Sarria para que sea María santísima quien oriente
su caminar a lo largo de su vida en el servicio a la comunidad. Oremos
3. Por los enfermos, los moribundos y por todos los que se encuentran en
cualquier necesidad; en comunión con María, salud de los enfermos y
consuelo de los afligidos. Oremos
4. Por los jóvenes y adolescentes, para que sigan, como María, la virtud de la
pureza y vivan siempre alegres en el amor a Dios y al prójimo. Oremos
5. Por todos nosotros, reunidos en torno al altar, para que en este tiempo de
adviento mantengamos una actitud de espera vigilante y serena ante la
venida de Cristo Jesús. Oremos.
(Intenciones particulares)
PRESIDENTE: Dios omnipotente y misericordioso, te pedimos que, en nuestra
marcha presurosa al encuentro de tu Hijo, no tropecemos con impedimentos
terrenos, sino que Él nos haga partícipes de la ciencia de la sabiduría celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo.
8 DE DICIEMBRE
MONICIÓN DE ENTRADA: María guía en el camino a todos los que caminan
hacia el Señor. Hoy la Iglesia aplica a María, la virgen concebida sin pecado, las
palabras del profeta: “Me regocijo de alegría en el Señor, mi alma se alegra en mi
Dios”. ¿Por qué esta alegría? Porque María es como el jardín de la humanidad
donde Dios hace brotar la buena semilla. Porque ella es la sierva del Señor y la
imagen de lo que la Iglesia habría de ser. Dios es fiel a sus promesas y, por medio
de María, nos dio a nuestro Salvador. María es, entre todos los hombres y mujeres
de la humanidad, la primera y la única que fue preservada del pecado. Ella es el
paraíso restaurado donde Dios y el pueblo se encuentran mutuamente.
COMENTARIO A LAS LECTURAS: Dios condena el poder del mal simbolizado en
la serpiente. Promete que las fuerzas del bien, activas también en la humanidad y
en el mundo, vencerán al pecado. Antes de todos los tiempos, fuimos destinados
para llegar a ser hijos de Dios, su pueblo santo, por medio de la salvación de
Cristo. Como la “Favorecida de Dios”, María es el modelo profético de los que
vencen al mal. Con ella comienza el cumplimiento de las promesas de Dios. Con
ella, los que son uno con Cristo, aprenderán a decir “Sí” al Plan de Dios.
ORACIÓN DE LOS FIELES
PRESIDENTE: Demos gracias a Dios nuestro Padre por darnos a su amado Hijo
Jesús por medio de la Bienaventurada Virgen María. Pidamos que la obra de
salvación iniciada y bien visible en María continúe en nosotros, por medio de
Jesús.
TODOS: Señor, quédate con nosotros por medio de tu hijo.
1. Por la Iglesia de Jesucristo, para que sea el signo para todo el mundo de
que Dios quiere estar cerca de su pueblo, Oremos.

2. Pidamos por nuestros párrocos que han dado su tiempo y su servicio a


nuestra parroquia para que la Virgen Santísima los bendiga siempre en su
caminar eclesial y puedan llevar el mensaje de tu hijo Jesús a cualquier
rincón del mundo. Oremos

3. Por nuestro mundo, que está en urgente necesidad de paz, para que la
gente pueda entenderse y amarse mutuamente, y que nosotros nos
veamos libres de guerra y de toda clase de violencia, de desastres
naturales, del hambre y del pecado. Oremos

4. Por nuestras familias cristianas, para que estén unidas en el Señor; por
nuestros jóvenes, para que nosotros les ofrezcamos un futuro en el que
creer; por los niños huérfanos y abandonados, para que sepamos dales
amor, cariño y seguridad. Oremos
5. Por todos nosotros, para que sea el amor de Dios el que oriente nuestras
conductas y éstas tengan como único fin el bienestar y la paz. Oremos

PRESIDENTE: Oh Dios y Padre nuestro, María no guardó egoístamente su Hijo


solamente para sí misma, sino que lo dio al mundo como su mejor regalo. Que
nuestra fe y nuestro amor también sean amplios y profundos como los de María.
Que así podamos compartir nuestra experiencia de Jesús con todo el mundo,
cercano o lejano, porque él es el Señor de todos, ahora y por los siglos de los
siglos.
9 DE DICIEMBRE

MONICIÓN DE ENTRADA: En tiempo del exilio, en lo que se llama “el pequeño


Apocalipsis”, un discípulo de Isaías describe el regreso de los judíos a Jerusalén y
a la Tierra Santa como un retorno del Paraíso: no habrá pecado, ni sufrimiento,
incluso ni fatiga, con todas las enfermedades curadas y con la creación
participando en la liberación del pueblo, porque Dios habita en medio de su
pueblo. Estas expresiones entusiastas comienzan con mayor plenitud a hacerse
realidad cuando Jesús viene, y perdona los pecados y cura las enfermedades,
consecuencias y manifestaciones del pecado. Cuando aparece Jesús entre
nosotros, viene para traer vida a los pobres. Sí, los cojos saltan de alegría, porque
Dios ha tenido compasión de ellos por medio de Jesús.

COMENTARIO A LAS LECTURAS: las lecturas de hoy, el profeta Isaías nos


anuncia la venida de Dios en persona, con la cual los corazones de los justos se
regocijarán de alegría y los que creen en Él serán sanados de sus enfermedades
físicas y espirituales. Porque Él vendrá a salvar a todos los pecadores y a todo el
que en Él crea. Escuchemos con atención.
ORACIÓN DE LO FIELES
PRESIDENTE: Nuestro Dios es el que sana nuestras vidas. Dirijamos nuestra
oración al Padre para que nos dé la esperanza de creer en su venida y nos dé la
gracia de recibirlo en cada uno de nuestros hogares y nuestro corazón
TODOS: Ven a sanar mi vida, Señor
1. Por la iglesia santa de Dios, para que sea signo visible de la esperanza en
medio de tantas sombras y pueda superar las dificultades de la sociedad.
Oremos

2. Por nuestros pastores, para que Dios nuestro Señor dirija su servicio y sea
encaminado hacia aquellos que más lo necesitan, especialmente los
enfermos de cuerpo y espíritu. Oremos

3. Roguemos por los que están desanimados y se sienten solos, para que
puedan superar sus miedos y restaurar su confianza y esperanza en Dios.
Oremos

4. Por nuestras comunidades cristianas, para que todos nosotros, sus


miembros, nos sintamos llenos de la esperanza de que en Cristo podemos
construir una Iglesia más evangélica y un mundo mejor. Oremos
5. Por todos nosotros para que seamos personas llenas de alegría y de
esperanza cristiana y creamos en la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos.

(Intenciones particulares)

PRESIDENTE: Padre de amor y bondad, haz que tu pueblo permanezca en


espera permanente a tu llegada y que te reciban con un corazón sano y limpio de
toda mancha.

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