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El agua está en el centro del desarrollo sostenible y resulta fundamental para el desarrollo socio-
económico, unos ecosistemas saludables y la supervivencia humana. El agua resulta vital a la hora de
reducir la carga mundial de enfermedades y para mejorar la salud, el bienestar y la productividad de las
poblaciones así como para la producción y la preservación de una serie de beneficios y servicios de los
que gozan las personas. El agua también está en el corazón de la adaptación al cambio climático,
sirviendo de vínculo crucial entre el sistema climático, la sociedad humana y el medio ambiente.
El agua es un recurso limitado e insustituible que es clave para el bienestar humano y solo funciona
como recurso renovable si está bien gestionado. Hoy en día, más de 1.700 millones de personas viven
en cuencas fluviales en las que su uso supera la recarga natural, una tendencia que indica que dos
tercios de la población mundial podría vivir en países con escasez de agua para 2025. El agua puede
suponer un serio desafío para el desarrollo sostenible pero, gestionada de manera eficiente y equitativa,
el agua puede jugar un papel facilitador clave en el fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas
sociales, económicos y ambientales a la luz de unos cambios rápidos e imprevisibles.
3.1.- YODO:
El uso del yodo es preferible al del cloro, pues presenta tres ventajas: a) es más fácil de
manejar b) se inactiva menos que el cloro por substancias orgánicas, c) protege contra
protozoos y sus formas quísticas, lo que lo hace especialmente útil en regiones tropicales.
NOTA: El riesgo de utilizar yodo, en general, es bajo. Una sobredosis aguda provoca el
vomito, por el que se expulsa cierta cantidad, y, respecto a la toxicidad crónica, si se siguen
las dosis recomendadas, no parece una posibilidad que deba preocupar. De cualquier
forma, no se debe utilizar yodo en ninguna de sus formas para desinfectar el agua de forma
prolongada (más allá de unas pocas semanas) y nunca para el agua de bebida de embarazadas,
personas con enfermedades tiroideas o personas con hipersensibilidad conocida a este
compuesto.
3.1.a) Instrucciones para la desinfección de agua con Pastillas de Yodo:
Siga siempre las instrucciones del fabricante de las pastillas.
Si el agua está turbia, el doble del número de comprimidos.
Si el agua está muy fría, a menos de 5 ° C (41 ° F), se debe
intentar calentar el agua. Si no es posible se debe aumentar el tiempo
de contacto recomendado (tiempo de reposo entre la adición del desinfectante al agua y
el momento de beberla) para conseguir una desinfección fiable.
NOTA: Son difíciles de encontrar en España.
3.1.b) Instrucciones para la desinfección de agua con Tintura de Yodo:
Si la tintura de yodo es al 2%, añadir 5 gotas por litro de agua limpia. Si el agua está
turbia, agregar el doble (10 gotas por litro).
Dejar el agua en reposo durante 30 minutos antes de beber si la temperatura del
agua es de al menos 25 ° C. Si el agua está más fría, aumentar el tiempo de reposo
(por cada 10º menos de 25º doblar el tiempo antes de beberla)
3.1.c) Instrucciones para la desinfección de agua con Povidona yodada, solución al 10%
(p.e: Betadine®, Topionic®, PY Cuve®, etc.…): No está totalmente demostrada su
utilidad, pero en caso de urgencia se recomienda usar una dosis de 8 gotas durante 15
minutos o de 4 gotas durante 30 minutos por cada litro de agua.
3.2.- CLORO:
El cloro en diversas formas también se utiliza para la desinfección
química. No es tan fiable como el yodo para matar los organismos causantes
de enfermedades, sobre todo cuando existe turbidez en el agua a tratar. Pero
puede resultar útil, sobre todo en combinación con otros métodos (filtración,
calor…). Tiene la ventaja de ser barata y fácil de encontrar, en forma de
hipoclorito sódico (lejía), en cualquier lugar del mundo.
La dosis recomendada varía según la presentación elegida. Las más
habituales son 2:
Con Lejía normal (hipoclorito sódico al 5%) la dosis recomendada es de 4
gotas/litro, aunque existen presentaciones comerciales más diluidas (p.e:
Amukina®) que indican, lógicamente, otras concentraciones. Para desinfectar
verduras y hortalizas se recomienda una dosis algo mayor, de unas 10 gotas por litro.
Con las pastillas de Dicloroisocianurato de Sodio se realizará la desinfección según
las instrucciones de cada fabricante (puede variar la concentración de principio
activo). Existen pastillas comercializadas en España (Micropur Forte®,
Aquatabs®…) de venta generalmente en tiendas deportivas y de aventura. También
es posible encontrar otros compuestos del cloro eficaces de diversas marcas en el
mercado, con eficacia similar.
El mínimo tiempo de contacto (a una temperatura ambiente media y con el agua a una
temperatura de unos 25 ° C) es de 30 minutos, debiendo aumentarse si el agua está más
fría (por ejemplo: una hora a menos de 10 ° C)
La lejía para potabilizar el agua no debe estar perfumada ni llevar jabón (leer siempre la
etiqueta del envase, donde debe leerse “apta para la cloración del agua de bebida”).
4.- FILTROS
Algunos tipos de filtros de agua portátiles pueden eliminar agentes infecciosos de agua
potable. Sin embargo, la mayoría de los filtros portátiles en el mercado no eliminan
eficazmente los virus, lo que hace precisa la desinfección química del agua después de
la filtración. Es muy importante elegir bien el tipo de filtro, pues muchos simplemente
mejoran el sabor del agua, pero no la purifican en modo alguno. Se pueden comprar en
tiendas especializadas de deporte y aventura.
Los filtros más comunes son los de cerámica, los de membrana y los de carbón en
bloque. Es fundamental que el poro sea adecuado, siendo los de 1 micrómetro o menos
los que aseguran la máxima eliminación posible de microorganismos (no incluidos los
virus). Muchos filtros comercializados no llegan a este tamaño y no filtran más que
algunos microorganismos.
Son un buen método en combinación con otros, pero debe tenerse en
cuenta su precio (sobre todo de los más fiables y complejos) y el espacio
que ocupan, al tomar la decisión sobre su uso en viajes.
Filtración de Lecho
Los operadores de plantas de tratamiento de agua tienen dos opciones cuando
utilizan filtración con carbón activado granular, según se indica en Water Tech
Online. Pueden adaptar un filtro multimedia existente – generalmente un filtro de
lecho — sustituyendo su media, o pueden instalar un filtro nuevo. Ambos métodos
requieren cálculos de profundidad del lecho, del caudal de agua y de otros
factores. Los operadores también deben prever cambios estacionales en la calidad
del agua lo que puede implicar la realización de retrolavados más frecuentes para
obtener una mejor eficiencia.
El carbón activado granular se puede reactivar mediante oxidación térmica, lo que
permite que se lo pueda utilizar muchas veces.
La filtración con carbón activado granular puede utilizarse por sí sola o en conjunto
con otras tecnologías de desinfección u otros procesos para lograr la calidad del
agua. deseada. Por ejemplo, se puede utilizar con ozono en un tratamiento
conocido como proceso biológico de carbón activado.
Filtración Secundaria
Una unidad de carbón activado granular generalmente se instala en una planta de
tratamiento de agua luego de los procesos de filtración convencionales, o luego de
un proceso de floculación y sedimentación, señala la Agencia de Protección
Ambiental de los Estados Unidos.
Los filtros de carbón activado granulares pueden también remover sustancias
específicas orgánicas e inorgánicas del agua, incluyendo cloruros, algunos
metales pesados, taninos, subproductos no deseados provenientes de la
desinfección, toxinas creadas por las algas y trihalometanos.
La filtración por carbón activado es uno de los diversos métodos de tratamiento
que se usan para remediar el agua potable en el pueblo de Hoosick Falls, en el
estado de New York, luego de que su agua fuera contaminada por compuestos
perfluorados, que son contaminantes no regulados. Los fabricantes responsables
de la contaminación están invirtiendo $2 millones de dólares en un sistema para
eliminar el ácido perfluorooctanoico del suministro de agua potable del pueblo.
En el estado de Florida, este tipo de filtro se utiliza para eliminar de los suministros
de agua locales el dieldrín, , un insecticida usado en las décadas de 1960 y 1970.
Los investigadores continúan estudiando la media, que es ampliamente aplicada
en una variedad de aplicaciones, como por ejemplo, el carbón activado usado
junto con coagulación y filtración para el tratamiento avanzado de efluentes
residuales.