ACTO MARIANO “LA INMACULADA CONCEPCIÓN”

Ave María Purísima….

ORACIÓN INICIAL

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen
soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer
instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la
gracia de Dios, has sido elegida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes, para
rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha
de pecado. Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra
dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos
que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro
socorro haya sido desamparado. Amén.

HIMNO

Reina y Madre, Virgen pura, De vos el Verbo encarnado

que sol y cielo pisáis, recibió el humano ser,
a vos sola no alcanzó y quiere toda pureza
la triste herencia de Adán. Quien todo puro es también.

¿Cómo en vos, Reina de todos, Si es Dios Autor de las leyes

si llena de gracia estáis, que rigen la humana grey,
pudo caber igual parte para engendrar a su Madre
de la culpa original? ¿no pudo cambiar la ley?

De toda mancha estáis libre: Decir que pudo y no quiso

¿y quién pudo imaginar parece cosa cruel,
que vino a faltar la gracia y, si es todopoderoso,
en donde la gracia está? ¿con vos no lo habrá de ser?

Si los hijos de sus padres Que honrar al hijo en la madre

toman el fuero en que están, derecho de todos es,
¿cómo pudo ser cautiva y ese derecho tan justo,
quien dio a luz la libertad? ¿Dios no lo debe tener?

De Adán el primer pecado Porque es justo, porque os ama,

no vino en vos a caer; porque vais su Madre a ser,
que quiso Dios preservaros os hizo Dios tan purísima
limpia como para Él. como Dios merece y es.
Gloria al Padre y al Hijo…
EVANGELIO LC 1, 26-38
SILENCIO

Meditaremos el misterio de la Inmaculada Concepción mediante los misterios gozosos.

JACULATORIA
V. María, en tu pureza virginal.
R. Ayúdanos a alejarnos del pecado.
Por tu limpia Concepción oh Soberana…

HIMNO

Madre inmaculada de Dios, Nuestra raza fue engendrada

Puerta de la Morada celeste, como hijos de Adán,
Esperanza nuestra infectada por el pecado,
y júbilo para el Cielo. pero creemos, por la fe.

Paloma hermosísima, Aplastaste con tu planta,

como Lirio entre espinas, la cabeza del Dragón envidioso
Vara que, al brotar de la estirpe, y eres la única que ostentas
sanaste nuestras heridas. la gloria de tu Inmaculada Concepción.

Disipa las sombras del error, Honra de nuestro linaje,

aleja los escollos peligrosos que borras el oprobio de Eva:
y muestra el rumbo seguro defiende, a los que te suplicamos
a los que lo pierden y levántanos, cuando caigamos.
en este mar embravecido. Gloria al Padre, al Hijo…

Solo tú brillas libre

de la culpa original,
inmune del todo a las artes
de la Serpiente envidiosa.

OPCIONAL (LECTURAS DE LA LITURGIA DE LAS HORAS)

ORACIÓN FINAL
Bendita sea tu pureza Te ofrezco en este día
Y eternamente lo sea, Alma, vida y corazón.
Pues todo un Dios se recrea ¡Mírame con compasión!
En tan graciosa belleza. ¡No me dejes, madre mía!
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,

Dulce Madre….
BENDICIÓN