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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

STC3891-2014

Radicación n° 05000-22-21-000-2014-00001-01
(Aprobado en sesión de veintiséis de marzo de dos mil catorce)

Bogotá, D. C., veintiocho (28) de marzo de dos mil catorce (2014)

Se decide la impugnación interpuesta frente a la


sentencia de 18 de febrero de 2014, dictada por la Sala
Civil Especializada en Restitución de Tierras del
Tribunal Superior de Antioquia, dentro de la tutela
promovida mediante apoderado judicial por Guillermo
León Restrepo Rico y Gabriel Jaime Vásquez Guerrero
contra el Juzgado Segundo Civil del Circuito
Especializado en Restitución de Tierras de Montería.
1. ANTECEDENTES

1. Acudieron los promotores, al presente resguardo para que se les protejan


los derechos al debido proceso, a la defensa, a la presunción de inocencia e igualdad,
los cuales consideran vulnerados por la autoridad acusada.

2. Sostuvieron, como fundamento de su reclamo, en síntesis, que la Unidad


Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas de Córdoba
con sede en Montería, formuló demanda de restitución respecto de cincuenta y
nueve parcelas sobre las cuales ellos son los titulares inscritos, acción repartida al
juzgado censurado, quien la admitió con providencia de 2 de mayo de 2013.

3. Notificados del inicio del asunto, el 7 de junio de 2013, por medio de


apoderado presentaron oposición a las pretensiones alegando ser terceros
adquirentes de buena fe exenta de culpa, solicitando entre otras cosas, se ordenara
citar a Manuel Antonio Sánchez S., Víctor T. Oviedo Hoyos, Rafael S. Díaz Bravo, Álvaro
Díaz Ruiz, Elisario Muñoz Argel y Elfredo Chaljub Sierra.

4. La sede judicial cuestionada negó el 25 de octubre de 2013, los testimonios


de las personas referenciadas, determinación contra la cual interpusieron recurso de
reposición, resuelto adversamente el 8 de noviembre de ese mismo año con el
argumento de que la petición de esas pruebas no estaba conforme a las exigencias
del artículo 219 del C. de P.C.
5. Los pronunciamientos anteriores vulneran los derechos invocados,
específicamente el de la defensa pues no se les permitió demostrar su buena fe y la
legítima condición de propietarios inscritos.

6. Solicitan, por tanto, anular los autos censurados.

1.1. La respuesta de los accionados

El Juzgado encartado manifestó no haber incurrido en vulneración alguna de


los derechos invocados, en tanto los accionantes no requirieron de manera explícita la
práctica de esas pruebas y menos lo hicieron atendiendo las previsiones contenidas
en el artículo 219 del C. de P.C. Agregó que éstas pueden ser ordenadas de oficio en
segunda instancia, como lo prevé el artículo 89 de la Ley 1448 de 2011.

La entidad demandante de la restitución de tierras pidió negar la tutela,


porque ninguna de las providencias atacadas resulta violatoria de los preceptos
invocados, y por existir mecanismos de defensa ordinarios aplicables al asunto.

1.2. La sentencia impugnada

No accedió al amparo porque los autos mediante los cuales se dispuso no


tener en cuenta las entrevistas informales acopiadas por los opositores y se negó el
recaudo de las declaraciones por ellos aludidas, fueron clara y adecuadamente
sustentados en las reglas adjetivas que regulan el tema de la actividad probatoria,
relativas al decreto, práctica y ratificación de testimonios. Sostuvo que no puede
mutarse este mecanismo constitucional para utilizarlo como una nueva instancia
frente a las decisiones judiciales.

1.3. La impugnación

La propuso el apoderado judicial de los convocantes, apoyado en que la


sentencia impugnada es incompleta y se utilizó un argumento incorrecto para decidir
sobre el auxilio deprecado.

2. CONSIDERACIONES

1. Se concederá la salvaguarda deprecada por observarse una


irregularidad manifiesta en la actuación del juzgado accionado, lesiva de los derechos
fundamentales a la defensa, al debido proceso y al de acceso a la justicia de los
opositores a la restitución de tierras al interior del proceso 2013-0004-00, resultando
necesaria la intervención de esta especial jurisdicción en aras de conjurar el
menoscabo de las prerrogativas constitucionales señaladas.

2. El resguardo combate las decisiones adoptadas por la agencia judicial


encartada, inmersas en los autos 030 y 035 de 25 de octubre y 8 de noviembre de
20131, en lo tocante con la negativa de decretar la prueba testimonial solicitada
oportunamente por los aquí quejosos.

2.1. El primer pronunciamiento se apoyó, en que las entrevistas voluntarias


rendidas por Manuel Antonio Sánchez, Víctor Taurino Oviedo Hoyos, Rafael Segundo
Díaz Bravo, Álvaro Díez Ruíz, Belisario Muñoz Argel y Alfredo Chaljub Sierra, no
observaron las exigencias legales 2, razón por la cual no podía hablarse de su
ratificación al interior del proceso, amén que las mismas carecían de eficacia
demostrativas.

2.2. La segunda determinación resolvió de manera desfavorable el recurso de


reposición con que se atacó la primigenia, reafirmando la informalidad de las
versiones aducidas y, porque, técnicamente el apoderado de los opositores nunca
solicitó el decreto de tales testimonios, pues apenas informó que esas personas
podían ser citadas con el fin de que corroboraran su dicho.

2.3. Agregó como fundamento de la confirmación de la negativa, la posibilidad


de ser decretadas oficiosamente por la autoridad judicial encargada de decidir de
fondo atendiendo lo previsto por el artículo 89 de la Ley 1448 de 2011.

3. Repasada la foliatura3, se evidencia que los opositores ofrecieron


información clara y concreta relativa a los nombres, identificación, dirección y
teléfono donde podían ser localizadas o notificadas cada una de las personas de las
1
Ver folios 82 a 95 cd. 1. Autos que admiten oposición, niega decreto de prueba testimonial y, auto que
resuelve desfavorablemente la reposición
2
COLOMBIA. C. de P.C. artículo 299
3
Ver folio 23 cd. 1. Capítulo “V DE LAS PRUEBAS”, escrito de oposición
que explícitamente pidió su ratificación, al punto que incluso se ofreció que por
intermedio del apoderado se lograra la notificación de los testigos pretendidos.

La exigencia de las providencias cuestionadas desborda la obligación para el


juez de realizar un examen e interpretación integral, imparcial, objetiva y sistemática
del escrito contentivo de la solicitud de testimonios, al exigir que la solicitud
probatoria debía formularse “técnicamente”; requerimiento tan extremo, socava el
derecho de defensa. Claro, ésta postura de la Sala, no significa amilanamiento de las
formas y ritos procesales.

Los opositores, inequívocamente buscaban el decreto y práctica de esos


medios probatorios, como fundamento de la demostración de su pregonada buena fe
exenta de culpa en su calidad de terceros adquirentes de las parcelas objeto de
demanda, asunto al que tienen derecho en términos de lo previsto por el artículo 88
de la Ley 1448 de 2011 y demás disposiciones concordantes del entramado jurídico.

Tampoco resultan plausibles las consideraciones ligadas a descalificar


anticipadamente la eficacia de las mencionadas atestaciones, o las relativas al
hipotético suceso de su decreto oficioso por parte de quien debe resolver de fondo el
asunto. Lo primero cae en el estadio de un prejuzgamiento, en tanto lo segundo no
pasa de ser una mera posibilidad, situaciones que por lo mismo, cercenan de tajo el
derecho a la defensa y al debido proceso de que son titulares quienes oponiéndose a
las pretensiones restitutorias, buscan hacer respetar su derecho de dominio inscrito,
limitando su facultad para controvertir las pruebas allegadas en su contra.
Supeditar el decreto de una prueba a una hipotética decisión oficiosa
menoscaba la autonomía de quien debe resolver de fondo fincando el derecho en una
mera eventualidad.

La jurisprudencia constitucional, sobre la cuestión ha dicho:

“(…) Por supuesto, las garantías que integran el debido


proceso (art. 29 C.P.) deben preservarse íntegramente, de
lo cual se infiere que la falta de cualquiera de ellas
repercute en la pérdida de validez de lo actuado, y puede
constituir –depende de su gravedad- una vía de hecho
susceptible de la acción de tutela (…) Por supuesto, el
derecho de defensa implica la plena posibilidad de
controvertir las pruebas allegadas en contra; la de traer al
proceso y lograr y lograr que sean decretadas, practicadas
y tenidas en cuenta las existentes a favor, o las que
neutralizan lo acreditado por quien acusa (…)” 4.

Luego cualquier cortapisa que interfiera ese


objetivo, deviene en defecto fáctico, constitutivo de vía
de hecho, generador de vulneración al debido proceso.

En torno a formalismos excesivos como el aquí


ventilado, esta Colegiatura ha sostenido:

“(…) La Corte, relativamente al tópico de las expresiones


sacramentales frente al ejercicio del derecho de defensa, señaló que el

4
COLOMBIA Corte Constitucional SU. 960 de 1999
“acceso a la administración de justicia, prerrogativa que comporta, de
manera inevitable, la dispensa por parte de los funcionarios judiciales
de un debido proceso, y que por lo mismo se erige como una garantía
de linaje constitucional, impone a éstos, en procura de su
materialización, un actuar diligente inspirado en el postulado según el
cual, el objetivo de los procedimientos no es más que la realización de
los derechos sustanciales.

“Bajo esa perspectiva, y en línea de principio, en manera alguna resulta


acertado que quienes ejercen funciones jurisdiccionales condicionen la
apertura y desarrollo de los respectivos trámites procesales a la
expresión de palabras sacramentales, cuyo conjuro sea el que posibilite
la intervención de las partes o de terceros para obtener los
pronunciamientos que, al margen de cuál sea su resultado, definan los
derechos cuya defensa reclaman, pues, a no dudarlo, ello se convierte
en un obstáculo para la efectividad de los mismos, en especial para
aquellas personas, a quienes, por ser profanas en la materia, no puede
exigírseles palabras técnicas cuando acuden de manera directa, sin
representante alguno, a exponer su situación fáctica de cara a la
respectiva actuación judicial en la cual se ven involucrados” 5.

5. En consecuencia, se impone la revocatoria del fallo impugnado, para


invalidar las providencias atacadas en lo relativo a la negación del decreto de pruebas,
por exceso de ritual manifiesto, disponiendo proferir nueva decisión conforme a lo
motivado.

3. DECISIÓN

5
Sentencia del 3 de abril de 2008, Exp. T. No. 00017-01
EN MÉRITO DE LO EXPUESTO, LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, EN SALA DE
CASACIÓN CIVIL, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA Y POR
AUTORIDAD DE LA LEY, REVOCA LA SENTENCIA DE FECHA, CONTENIDO Y
PROCEDENCIA PUNTUALIZADOS EN LA MOTIVACIÓN QUE ANTECEDE, Y EN SU LUGAR
CONCEDE EL AMPARO DEPRECADO POR GUILLERMO LEÓN RESTREPO RICO Y GABRIEL
JAIME VÁSQUEZ GUERRERO.

EN CONSECUENCIA, SE LE ORDENA AL JUZGADO SEGUNDO CIVIL DEL


CIRCUITO ESPECIALIZADO EN RESTITUCIÓN DE TIERRAS DE MONTERÍA QUE EN EL
TÉRMINO DE CUARENTA Y OCHO (48) HORAS, CONTADO A PARTIR DE LA
NOTIFICACIÓN DE ESTE FALLO, PROVEA DE NUEVO RESPECTO DE LAS PRUEBAS
TESTIMONIALES SOLICITADAS POR LOS AQUÍ ACCIONANTES, CONFORME SE DEJÓ
EXPLICITADO EN EL ACÁPITE DE CONSIDERACIONES DE ESTA DETERMINACIÓN.

COMUNÍQUESE TELEGRÁFICAMENTE LO
RESUELTO EN ESTA PROVIDENCIA A LOS
INTERESADOS Y OPORTUNAMENTE ENVÍESE EL
EXPEDIENTE A LA CORTE CONSTITUCIONAL PARA
SU EVENTUAL REVISIÓN.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ

MARGARITA CABELLO BLANCO

RUTH MARINA DÍAZ RUEDA

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO


FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

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