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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

Enrique Guzmán y Valle


Alma Máter del Magisterio Nacional

TEMA:

CREACIONISMO, EVOLUCIONISMO Y CREACIONISTA EVOLUTISTA

Curso: Filosofía

Profesora:

Facultad: Pedagogía y Cultura Física

Ciclo: VI

Promoción: 2017-F4

Integrantes:

 Sotomayor Burgos, Kevin André

 Aguilar Durand, José

Lima – Perú

2019

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DEDICATORIA

Agradecemos a Dios por habernos guiado, y dedicamos este trabajo a nuestros padres por

su gran apoyo en cada momento y por la motivación constante que nos ha permitido ser

personas de bien .

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INDICE

INTRODUCCION .............................................................................................................................. 4
CAPITULO I....................................................................................................................................... 5
1.1 El Creacionismo ........................................................................................................................ 5
1.2 Origen del creacionismo............................................................................................................ 5
1.3 Argumentos del Creacionismo: ................................................................................................. 6
1.4 Representantes del Creacionismo: ........................................................................................... 7
1.4.1 San Agustín. ........................................................................................................................ 7
1.4.2 Dionisio. ............................................................................................................................. 9
1.4.3 Juan Escoto Eriúgena. ........................................................................................................ 9
1.4.4 Santo Tomas de Aquino. .................................................................................................. 10
CAPITULO II ................................................................................................................................... 12
2.1 Evolucionismo. ........................................................................................................................ 12
2.2 Argumentos del Evolucionismo:.............................................................................................. 12
2.3 Representantes del Evolucionismo: ........................................................................................ 13
2.3.1 Charles Darwin ................................................................................................................. 13
2.3.2 Jean-Baptiste de Lamarck................................................................................................ 16
2.4 Ideas centrales de los representantes del Evolucionismo ...................................................... 19
2.4.1 Las ideas centrales de Lamarck. ....................................................................................... 19
2.4.2 Las ideas centrales de Darwin .......................................................................................... 21
CAPITULO III .................................................................................................................................. 23
3.1 Teoría Creacionista Evolutista ................................................................................................. 23
3.2 La conciliación de la teoría creacionista con la teoría evolucionista ...................................... 24
CONCLUSION ................................................................................................................................. 26
BIOBLIOGRAFIA ............................................................................................................................. 27

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INTRODUCCION
La presente investigación tiene por objetivo presentar y dar a conocer las distintas ideas
acerca del origen del hombre, desde la posición creacionista, evolucionista y creacionista
evolutiva.

Estos diferentes autores aunque su posición sea la misma o defiendan la misma teoría
tienen ideas muy distintas e interesantes , algunas que hasta el día de hoy tienen validez y
otras que ya no tienen la misma credibilidad de antes.

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CAPITULO I

1.1 El Creacionismo

El creacionismo es una corriente de estudio que busca explicar el origen de la vida y del

Universo. Existen importantes semejanzas y diferencias entre el creacionismo y la teoría de

la evolución y del diseño inteligente. Respecto de la teoría del diseño inteligente, basta

decir que los creacionistas también buscan evidencias de que la naturaleza es un proyecto

intencional ejecutado por Dios. El creacionismo rechaza toda idea de evolución y admite

solamente la letra de la Biblia. Propone la creación de las especies originales que por una

evolución posterior habrían dado diversas formas de interpretar el Diluvio como un

acontecimiento local. El creacionismo admite las explicaciones científicas sobre el origen

de la vida y evolución, incluso del hombre, con ciertas limitaciones, pero postula el proceso

evolutivo como obra básicamente divina sujeta a leyes dadas por Dios; los procesos de

origen de la vida y posterior evolución serian opinables, pues consideran a la biblia como

libro profético y ético pero no científico o histórico

1.2 Origen del creacionismo

-GRIEGOS

Entre los primitivos griegos, como entre los presocráticos, no había una idea de creación, al

menos no muy clara. Se pensaba que el mundo era eterno y, por ende, increado. De ellos

procede el principio aquel de que nada se crea y nada se destruye, sólo se transforma. Así

pensaron los milesios, Heráclito y otros.

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Todas las cosas tienen su origen y subsistencia por imitar y participar de las ideas

ejemplares que les corresponden. Platón ponía las ideas en un «cielo más allá del cielo».

Hubo un dios menor que se encargó de plasmar esas ideas en la materia, y eso sería

propiamente el acto creador según Platón, el cual, como se ve, más bien es de composición

a partir de elementos preexistentes. De ese modo, la creación en Platón es muy limitada y

se reduce a una composición. De hecho, estaba muy en la mentalidad de los griegos el que

en el fondo nada se crea ni nada se destruye, sólo se transforma.

-HEBREOS

En cambio, los hebreos partían de la idea de un Dios absoluto, previo a cualquier otra cosa,

y que creaba todo sacándolo de la nada. No podía haber, pues, nada que le preexistiera, ni

siquiera que fuera coexistente con él. Todo procedía de él, según el relato de los seis días de

la creación según el Génesis, al cabo de los cuales, el séptimo, descansó.

En la antigüedad, solamente Anaximandro hizo una breve alusión al origen de las especies,

animales nadie más, ni aun Aristóteles, la mayor figura de la biología griega, expreso

alguna ideal al respecto. La iglesia creía en la verdad literal de la biblia y llevó esta

convicción a toda Europa.

1.3 Argumentos del Creacionismo:

- El argumento creacionista es coherente con lo que se observa en los fósiles encontrados

en la columna geológica y sostiene que la creación dio origen a tipos básicos (“especies”)

de seres vivos que “evolucionaron”. Sin embargo, los creacionistas no creen que todos los

seres vivos desciendan de un mismo ancestro unicelular común, porque sigue siendo

imposible de demostrar.

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- El creacionismo presenta tres evidencias básicas para la existencia de un Creador: el

perfecto equilibrio del Universo (teleología), la existencia de estructuras irreductiblemente

complejas en los seres vivos, que tenían que funcionar perfectamente desde que fueron

creadas, de lo contrario, no hubiesen subsistido hasta hoy, y la información compleja

almacenada en el material genético, que solamente un ser inteligente podría organizar

interpretación de la narración bíblica con los fósiles y la columna geológica.

-Los creacionistas entienden que, aunque algunos aspectos del evolucionismo están

fundamentados y son útiles para comprender muchos fenómenos naturales, existen lagunas

en esa teoría. Algunos puntos del evolucionismo no se pueden sostener científicamente

aunque deban ser presentados y analizados por los estudiantes.

- El modelo evolucionista presenta lagunas y debe ser contrastado con otras formas de

pensar. Por ejemplo, el evolucionismo no logra explicar el origen de la vida por procesos

naturales a partir de materia inorgánica. Tampoco puede explicar el origen de la

información genética de los sistemas irreductiblemente complejos o el aumento de la

complejidad que experimentaron los organismos durante el proceso evolutivo; es decir, no

logra explicar el origen de nuevos órganos, sistemas o miembros que “surgieron” sin

formas ancestrales bien definidas.

1.4 Representantes del Creacionismo:

1.4.1 San Agustín.

Este padre del cristianismo trata de engarzar sus ideas cristianas en el platonismo y el

neoplatonismo. De esa tradición platónica toma la noción de ideas ejemplares; pero las

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coloca en la mente de Dios, a saber, en su sabiduría, en el Logos o Verbo, que fue

precisamente quien realizó la creación. No ya como el demiurgo platónico, pues es una de

las personas de la Santísima Trinidad; por lo tanto, es Dios mismo. Todas las cosas tienen

por las ideas su posibilidad de existir. Pasan a la existencia en acto por medio de la

creación. Gracias a ella salen de su existencia en la mente de Dios a la existencia que tienen

en el mundo, fuera de Dios. Pero aquí no sucede por obra de un demiurgo, sino por virtud

de la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Verbo divino. Tampoco se trata de una

emanación, como en Plotino, sino de una auténtica creación ex nihilo. Y no lo hace con el

determinismo que tiene que darse en el sistema plotiniano, sino como un acto intelectivo y

libre. Dios conjunta el entendimiento y la voluntad, crea por sabiduría y por amor. No

puede decirse que lo haya creado en el tiempo, pues para Dios no existía, sino con el

tiempo, es decir, el tiempo comenzó a existir junto con la creación. El tiempo, como decía

Aristóteles, es la medida del movimiento, y, dado que Dios no tiene movimiento, pues éste

implica imperfección, no había movimiento, y mal podía haber tiempo, que es su medida.

Hasta que comenzaron las cosas, hubo movimiento, y también a partir de entonces hubo

tiempo. San Agustín decía que no había que entender el relato del Génesis en sentido

literal, sino en sentido alegórico. Dios, sin movimiento y en un solo acto, creó todas las

cosas; pero sigue influyendo sobre ellas por su conservación y providencia. Lo primero que

creó fue la materia, al estilo de Platón, como una plasta informe, pero que podía existir por

sí misma, esto es, sin las formas que la determinarían después. En esa materia, Dios

depositó todos los gérmenes o semillas. Esas razones seminales son la presencia de las

ideas en las cosas, como sus formas naturales. La acción creadora de Dios, entonces, abarca

las cosas pasadas, presentes y futuras. Todo será obra de su creación. Los días del Génesis

son para poner de relieve los grados de perfección de las cosas, desde los minerales,
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pasando por los vegetales y los animales, hasta el hombre. A los minerales les dejó la forma

que habrían de tener siempre. Pero a los seres vivos les dejó su forma de manera seminal,

causal o potencial, de modo que fuesen llegando a ser lo que habrían de ser en su momento

de plenitud. Lo cual nos habla de una creación a la vez simultánea y sucesiva. Para algunas

cosas, como las inertes, fue simultánea; para otras, las vivientes, fue sucesiva.

1.4.2 Dionisio.

Este autor fue confundido con un discípulo de San Pablo, Dionisio el areopagita, llamado
así porque perteneció al areópago de Atenas. Se le atribuyen cuatro obras: Sobre la
jerarquía celeste, Sobre la jerarquía eclesiástica, De los nombres divinos y De la teología
mística. Pero se ha descartado el que hayan sido escritos por ese discípulo de San Pablo, ya
que no son conocidos en los primeros cuatro siglos del cristianismo. Sólo hasta el s. VI son
citados expresamente; por lo tanto, debe ser de finales del V o principios del VI. La
filosofía que ahí se contiene comienza estableciendo que Dios supera todas las perfecciones
de las criaturas; de todo lo creado. Considerado en sí mismo es Ser; pero considerado en
relación con sus criaturas es Bien. Dios es el principio de los seres, que descienden de él
por creación. Se comienza por Dios mismo, que es el origen de todo, pasando por los
espíritus hasta llegar a las cosas inertes. Al igual que en San Agustín, pues recalcan la
trascendencia de Dios. Dios es el Ser, pero mejor debería llamarse Supra-ser (hyperón).
Dios toma como modelo sus ideas ejemplares o prototipos, y conforme a ellas crea todas las
cosas. Además, Dios conoce y gobierna a todas las criaturas que ha hecho.

1.4.3 Juan Escoto Eriúgena.

Es del siglo IX. Nacido en Irlanda, se trasladó a Francia, y entró al servicio de Carlos el

Calvo, siendo profesor y director de la escuela de la corte. Además comentó buena parte de

esos escritos dionisianos. En esa obra hace una partición y estratificación del orden de los

seres, que es como sigue. 1o.) La Naturaleza que crea y no es creada: Dios como

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trascendente a todo; 2o.) La Naturaleza que es creada y crea: las Ideas ejemplares, creadas

por Dios y que crean todas las cosas; 3o.) La Naturaleza que es creada y no crea: las

criaturas, tanto materiales como espirituales, en las que Dios se manifiesta; y 4o.) La

Naturaleza que ni crea ni es creada: Dios como fin de todo en el fondo, el ser de todo, y da

el ser a todas las cosas por medio de una serie de irradiaciones de su substancia. Intenta dar,

al igual que Dionisio, una interpretación filosófica de lo que se sabe de Dios por la

revelación. Establece los grados de participación de las criaturas respecto de Dios y de sus

Ideas, un ejemplarismo más fuerte incluso que el de San Agustín.

1.4.4 Santo Tomas de Aquino.

El Aquinate es el gran sistematizador de la teología cristiana, en el siglo XIII. Recoge el

pensamiento de los teólogos anteriores en una síntesis comprensiva, que tuvo una evolución

paulatina. Podemos atender a su doctrina ya madura. Lo importante en Tomás es el paso de

la consideración de la creación como producto, esto es, desde la cualidad que tienen las

cosas creadas, a la creación como acto , que pertenece a Dios, pues así se entiende mejor la

relación desde su adecuado término a qui, y, por lo mismo, desde su fundamento. En la

creación activa se muestra su carácter de relación de razón, mientras que en la pasiva es

relación real. Y en la creación activa surge el tema de la creatio ex nihilo. Santo Tomás

demuestra que la nada no es algo preexistente a la acción de Dios, y que Dios no necesita

algo distinto de sí para crear. Asimismo, determina la naturaleza del acto creador y prueba

que sólo compete a Dios. Además, trata el tema del comienzo en el tiempo y la

controvertida posible eternidad del mundo. Hay dificultades exegéticas en cuanto a los

textos de Tomás sobre la creación ex nihilo. Solamente así tendría sentido plantearse el

problema del estatuto ontológico de la creación en sentido pasivo o por parte de la criatura.
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Aunque la creación ex nihilo suscita contradicciones con respecto a la noción de

producción, debe aceptarse por la fe, pero no por la razón. Por eso no se puede demostrar

racionalmente que el mundo no es eterno. Así, la «creación pasiva» debe tomarse sólo

como una consecuencia de la «creación activa», y como una relación que se encuentra

realmente en las cosas que dependen de otra en cuanto al ser. Por parte de la creatura,

entonces, la creación es una relación, y no una mutación ni, por consiguiente, una pasión.

Pero ¿qué tipo de ser tiene esta relación? Primeramente, es la presencia de algo real en la

creatura. De aquí que este «algo real» es la dependencia que guarda el ser creado con

respecto al Ser creador. Además, esta relación tiene un ser de accidente ontológico. Junto

con un detallado estudio ontológico de la creación, el Aquinate considera la libertad y la

necesidad en la creación respecto de Dios, poniendo de relieve la libertad del Creador

frente a su creación. Dios creó las cosas no por necesidad de hacerlas, sino con libertad, y

con ello se excluía cualquier panteísmo y determinismo en la divinidad.

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CAPITULO II

2.1 Evolucionismo.

Los avances en las ciencias y las nuevas filosofías trajeron un profundo cambio en la

cultura occidental en el siglo XVIII, con el Iluminismo se creyó que la humanidad

“iluminada por la luz de la razón” alcanzaría la felicidad; la razón sustituiría a la fe y la

explicación científica al dogma. La primera teoría evolutiva fue enunciada por Lamarck en

1800 explicándola como un impulso interno de adaptación del organismo a las condiciones

del medio originando nuevas características que heredaría la prole. Lamarck fue refutado

por Cuviera que explicaba la desaparición de especies fósiles por sucesivas catástrofes

seguidas de nuevas creaciones, esta teoría cayo pronto en descredito perdurando la de

Lamarck largo tiempo.

2.2 Argumentos del Evolucionismo:

Toma en cuenta los siguientes puntos:

1. Los procesos naturales y mecánicos son debidos a las propiedades inherentes a la

materia inanimada.

2. El origen de todo lo viviente a partir de una sola fuente de vida que surgió por si

misma de la materia inanimada.

3. Variación ilimitada: todas las formas están relacionadas genéticamente.

4. Cambio gradual de las formas más simples a formas más complejas.

La vida es producto del azar. La evolución para ser probada necesita de la

interpretación de la columna geológica y los fósiles.

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2.3 Representantes del Evolucionismo:

2.3.1 Charles Darwin

En 1859, Darwin explico la evolución con base en la lucha por la vida, la desaparición de

los menos adaptados por la selección natural y la supervivencia de los más aptos. La

herencia de los caracteres adquiridos quedo implícita, pues Darwin no expuso algún

mecanismo de transformación tomando la evolución como hecho dado, pero dio tan sólidas

pruebas que su teoría fue aceptada por casi todos los biólogos, aunque algunos siguieran

siendo lamarckianos.

La teoría de la evolución genero la oposición de la iglesia protestante y de la católica.

Desde fines del siglo XIX hubo alguna voz en la jerarquía católica que sostenía la idea de

que la evolución no era contraria a la doctrina, pero por muchos años la iglesia mantuvo

una firme oposición al evolucionismo por temor al racionalismo y por resistirse a reconocer

que se puede errar en algunos casos. Así que aunque desde el siglo XVIII todos estaba

seguros del sistema solar Copérnico, hubo que esperar hasta mediados del siglo para que el

Papa Juan Pablo II admitiera públicamente el error de la iglesia al haber condenado a

Galileo.

La idea de que los seres vivos evolucionan es aceptada desde hace poco más de 150 años,

exactamente desde 1859, año de la primera edición de El origen de las especies por medio

de la selección natural de Charles Darwin (1809-1882). Este naturalista1 inglés es, sin

duda, el campeón del evolucionismo. Su figura sobresale por encima de todos, no solo por

haber inclinado definitivamente la balanza hacia esa teoría, sino porque la causa de la

evolución imaginada por él –la selección natural–, ocupa un lugar central en la teoría

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sintética (de aquí en más, ts), la versión del evolucionismo vigente desde la década de 1950.

A tal punto llega la identificación de la ts con Darwin que en algunos textos se la designa

incorrectamente, como neodarwinismo (llamaremos de aquí en adelante modernos

darwinistas a los evolucionistas que suscriben a esa teoría; preferimos esta denominación a

la de sintetistas o sintéticos, que también suele emplearse).

Básicamente, la ts sostiene que la evolución es el resultado de cinco factores, a saber: 1)

mutación (los cambios en el material genético); 2) recombinación génica (el intercambio de

fragmentos entre cromosomas homólogos durante la formación de las gametas o

gametogénesis); 3) flujo génico (la entrada y salida de genes de la población); 4) la

selección natural; y 5) el aislamiento reproductivo. De esos cinco factores, los tres primeros

promueven la variabilidad genética poblacional; el cuarto dirige u orienta el cambio

evolutivo; el quinto simplemente garantiza la completa diferenciación de las especies.

Algunos autores suelen incorporar un sexto proceso, las variaciones genéticas al azar o

deriva genética, para reunir aquellos cambios en la composición genética de las poblaciones

que, en última instancia, no obedecen a la selección natural. En principio, ninguno de esos

cinco o seis factores podría por sí solo causar evolución, solo su acción conjunta,

obviamente disponiendo del tiempo suficiente.

El moderno darwinismo

La ts rescata dos aspectos fundamentales del genuino darwinismo (el darwinismo de

Darwin): el primero, la eficacia de la selección natural para producir adaptaciones y

diversificación; el segundo, la lentitud y gradualidad del cambio evolutivo. La selección

natural (sn), algo tan simple y evidente que Thomas H. Huxley8 se sintió estúpido por no

haber postulado la idea antes, es sin dudas la gran contribución de Charles Darwin al

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pensamiento universal. Se basa en tres premisas, que podríamos enunciar de la siguiente

forma: 1) normalmente, los organismos producen más descendencia de la que puede

efectivamente sobrevivir9 , 2) los individuos que integran una población varían; presentan

mínimas diferencias que los hacen más o menos aptos, según el contexto, 3) esas

diferencias se heredan. Entonces, si esas premisas son verdaderas, se obtiene lógicamente

que: 1) generación tras generación, la proporción de variantes favorecidas se incrementará

en la población (los más aptos estarán cada vez más representados); y 2) la especie tenderá

a evolucionar en la dirección de las variantes favorecidas, incrementando de este modo su

aptitud general. Sobre el primero de los aspectos mencionados más arriba –la eficacia de la

selección natural– hay que decir que, en su mayoría, los modernos seguidores de Darwin

entienden que la selección y los demás factores subordinados que enumeramos (mutación,

recombinación y otros), son los únicos responsables de la evolución y que esta última

puede explicarse únicamente atendiendo a esas causas.

La Teoría Sintética de la Evolución

Conocidas las bases genéticas de la herencia a partir del redescubrimiento de las Leyes de

Mendel en 1900, se desarrolla con fuerza el neodarwinismo, que trata de aplicar los

conocimientos genéticos al estudio de la evolución como proceso; es decir, los mecanismos

genéticos que producen la evolución como resultado. La moderna Teoría Sintética de la

Evolución –llamada así porque sintetiza o reúne datos procedentes de todas las ciencias

biológicas– fue generalmente aceptada como un método de aproximación al estudio de los

problemas evolutivos a partir de la publicación, en 1937, de la obra Genética y el origen de

las especies, de Dobzhansky. A esta obra de Dobzhansky, siguieron otras que abordan la

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problemática evolutiva desde los puntos de vista sistemático, paleontológico y genético. Es

famoso su aforismo “nada en Biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución”.

2.3.2 Jean-Baptiste de Lamarck

Si bien es cierto que muchos autores habían esbozado ideas evolucionistas antes que

Lamarck, le corresponde a éste el gran mérito de haber elaborado la primera teoría

completa y coherente de la evolución. En este sentido, Lamarck es sin duda el gran

predecesor intelectual de Darwin y del evolucionismo moderno.

Fue un naturalista francés nacido en el año 1744. En su época, el estudio de los seres vivos

era una disciplina totalmente distinta a lo que es hoy en día la biología, y es por eso que en

ella se sostenían ideas relativas al funcionamiento de los procesos naturales en las que

intervenía lo divino, algo que resultaría escandaloso para los estándares científicos actuales.

Lamarck hizo que la biología se independizase en gran parte de la religión proponiendo una

teoría de la evolución en la que las inteligencias del más allá no tenían ningún papel. Antes

de que el naturalista inglés Charles Darwin propusiera la teoría de la evolución que

cambiaría para siempre el mundo de la biología, la teoría de Lamarck ya proponía una

explicación acerca de cómo habían podido ir apareciendo las diferentes formas de vida sin

necesidad de recurrir a uno o varios dioses.

Su idea era que si bien el origen de todas las formas de vida podía ser creado

espontáneamente (presumiblemente por obra directa de Dios) pero que, después de esto, la

evolución se iba produciendo como producto de un proceso mecánico fruto de las

propiedades físicas y químicas de la materia con la que están formados los organismos y de

su entorno.

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La idea básica de la teoría de Lamarck era la siguiente: el entorno cambia, las formas de

vida luchan por adaptarse continuamente a las nuevas exigencias de su hábitat, estos

esfuerzos modifican sus cuerpos físicamente, y estos cambios físicos son heredados por la

descendencia. Es decir, que la evolución que proponía la teoría de Lamarck era un proceso

que se sostiene en un concepto llamado herencia de las características adquiridas: los

padres transmiten a los hijos los rasgos que adquieren a partir de cómo se relacionan con el

entorno. Veamos cómo funcionaba este proceso hipotético utilizando el ejemplo más

famoso sobre la teoría de Lamarck: el caso de las jirafas que estiran el cuello.

El ejemplo de las jirafas y Lamarck

En un primer momento, un animal similar a un antílope ve cómo su entorno se vuelve cada

vez más seco, de modo que la hierba y los arbustos empiezan a escasear cada vez más y

necesita recurrir a alimentarse de las hojas de los árboles con mayor frecuencia. Esto hace

que estirar el cuello se transforme en uno de los hábitos definitorios del día a día de la vida

de algunos de los miembros de su especie.

Así, según la teoría de Lamarck, los pseudo-antílopes que no luchan por acceder a las hojas

de los árboles estirando el cuello tienden a morirse dejando poca o ninguna descendencia,

mientras que los que estiran el cuello no solo sobreviven ya que al tener el cuello estirado

este se prolonga, sino que esta característica física (el cuello más largo) es transmitida a su

herencia. De este modo, con el paso del tiempo y de las generaciones, aparece una forma de

vida que antes no existía: la jirafa.

De la simplicidad a la complejidad

Si pasamos del primer plano que supone describir el proceso por el que una generación le

pasa sus características adquiridas a la siguiente, veremos que la explicación por la que la

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teoría de Lamarck trata de dar cuenta de la diversidad de las especies se parece bastante a

las ideas de Charles Darwin.

Lamarck creía que el origen de las especies estaba encarnada en una forma de vida muy

simple que generación tras generación iba dando paso a organismos más complejos. Estas

especies tardías acarrean los rastros de los esfuerzos adaptativos de sus ancestros, con lo

cual las formas en las que podían adaptarse a las nuevas situaciones son más diversas y se

da paso a más variedad de formas de vida.

Las diferencias con Darwin

Charles Darwin también trató de explicar los mecanismos de la evolución biológica, pero a

diferencia de Lamarck no se limitó a situar la herencia de los caracteres adquiridos en el

centro de este proceso.

En vez de eso, teorizó sobre el modo en el que las presiones y las exigencias del entorno y

de las formas de vida que conviven entre sí hacen que, a la larga, ciertos rasgos sean

pasados a la descendencia con una frecuencia mayor a otros, el cual con el paso del tiempo

haría que una buena parte de los individuos de la especie, o incluso casi todos ellos,

terminen poseyendo esa característica.

Los méritos del Lamarckismo

El hecho de que este naturalista rechazase la idea de que los milagros tienen un papel

importante en la creación de todas las especies hizo que la teoría de Lamarck sobre la

evolución fuese ignorada o menospreciada hasta el momento de su muerte. A pesar de

ello hoy en día Lamarck es muy reconocido y admirado no porque su teoría fuese correcta y

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sirviera para explicar el proceso de la evolución, pues la teoría de Lamarck ha quedado

obsoleta, sino por dos razones distintas.

La primera es que el modo en el que Lamarck concebía la evolución puede ser interpretado

como un paso intermedio entre el creacionismo clásico según el cual todas las especies han

sido creadas directamente por Dios y permanecen igual a través de las generaciones, y la

teoría de Darwin, base de la teoría de la evolución que es el fundamento actual de la ciencia

de la biología.

La segunda es, simplemente, el reconocimiento de las dificultades que este naturalista tuvo

que afrontar a la hora de idear y defender la teoría lamarckista de la evolución en su

contexto histórico en un momento en el que el registro fósil de las formas de vida era

escaso y estaba clasificado de manera caótica. Estudiar algo tan complejo como la

evolución biológica no es nada fácil, porque para ello se necesita analizar al detalle

aspectos muy concretos de las formas de vida y construir con ella una teoría altamente

abstracta que explique el tipo de ley natural que hay detrás de toda esta clase de cambios.

Así, la acumulación progresiva de esos cambios haría que con el paso del tiempo se fuesen

creando diferentes especies.

2.4 Ideas centrales de los representantes del Evolucionismo

2.4.1 Las ideas centrales de Lamarck.

Pueden resumirse apretadamente del modo siguiente:

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1- La vida se origina por generación espontánea. Era ésta una idea ampliamente aceptada

en la época, y solamente fue descartada mucho después gracias a los trabajos de

Pasteur.

2- La vida tiene una tendencia innata a la perfección. Este gran impulso vital (élan vital,

como le llamo la literatura vitalista francesa) es el verdadero motor de la evolución.

3- El camino de la evolución es esencialmente lineal. Las formas de vida, impulsadas por

su tendencia innata, evolucionan hacia una creciente perfección a lo largo de una única

senda esencial. La escala zoológica representa justamente una serie de estadíos a lo

largo de ese camino.

4- A esa gran tendencia debe agregarse la noción de que las distintas formas de vida

pueden detenerse en los distintos estadíos, o aún desviarse hacia caminos laterales. Esta

idea anticipa en cierto sentido la moderna y darwinista idea de la evolución como serie

de ramificaciones sucesivas, aunque sin duda fue una noción secundaria para Lamarck.

5- La adaptación de los organismos al medio se debe, no sólo a su impulso vital que los

empuja hacia una creciente perfección, sino a un mecanismo específico de ajuste al

medio: la herencia de los caracteres adquiridos. Del apretado resumen de las ideas

lamarckistas que antecede, se desprende que existen dos grandes mecanismos de

evolución. En primer lugar, existe un impulso vital hacia la perfección, que es un motor

interno de la vida misma, tiene un carácter general y una gran dirección principal. En

segundo lugar, existe el fenómeno de la adaptación al medio mediante la herencia de

los caracteres adquiridos, que es un mecanismo condicionado a las circunstancias

particulares, y cuyo sentido y carácter son por tanto específicos para cada situación.

Como se verá a continuación, cada uno de estos dos postulados lamarckistas de

evolución fue fuente de inspiración para una escuela particular de pensadores. Muchos
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predecesores del darwinismo esbozaron ideas y mecanismos de evolución, pero no

llegaron a componer teorías autosuficientes y comprensivas. Lamarck, en cambio supo

generar una visión del mundo alternativa al fijismo, lo que supuso una tremenda

aventura intelectual. En el camino debió superar, entre otros escollos, la tradición

esencialista, según la cual las especies son esencialmente inmutables, y la noción

tradicional de un mundo relativamente joven, de una edad insuficiente como para

permitir una larga evolución de la vida. Lamarck le atribuyó a la historia natural una

dimensión histórica, y fue en este sentido, no sólo un precursor de Darwin, sino de la

historización de varias otras ciencias, como la geología y la astronomía.

2.4.2 Las ideas centrales de Darwin

Al igual que Lamarck, Darwin desarrollo una teoría completa y coherente de la evolución,

que pretendió comprender toda la diversidad biológica. La teoría darwinista tuvo además

caracteres propios de una gran originalidad, algunos de los cuales fueron también

vislumbrados por sus contemporáneos de un modo independiente. El caso más dramático

fue sin duda el de Wallace, que concibió el principio de la selección natural. Las ideas

centrales de Darwin sobre la evolución pueden resumirse de siguiente modo:

1) Toda la diversidad biológica deriva de una única forma de vida ancestral, a partir de la

cual la vida evoluciono a lo largo de múltiples y sucesivas vías divergentes.

2) La evolución puede concebirse como un proceso de descendencia (de formas ancestrales

a formas derivadas) con modificación.

3) La evolución está basada en factores y procesos puramente mecánicos o materiales.

Entre los mecanismos que producen la evolución, Darwin aceptó varios de los propuestos

21
por sus predecesores siempre que fuesen puramente materiales. Entre ellos, aceptó en

particular la herencia de los caracteres adquiridos de Lamark. Rechazo en cambio por la vía

de la omisión, el impulso vital y toda otra forma de vitalismo Lamarckiano.

4) El mecanismo fundamental, aunque no único, y ciertamente el favorito de Darwin a la

hora de explicar la adaptación y diversidad biológicas, es el de la selección natural. Darwin

concibió también el mecanismo de la selección sexual, que es un caso particular de

selección natural.

5) La evolución es un proceso lento y gradual. Con frecuencia se dice que seleccionismo y

gradualismo constituyen la dupla fundamental de rasgos de la teoría darwinista.

22
CAPITULO III

3.1 Teoría Creacionista Evolutista

Según Chardin El punto Alfa es el inicio de la evolución.

La evolución es la manera de crear de Dios, que tiene una finalidad, y que todo tiene

una conciencia o interioridad que se incrementa exponencialmente y apunta hacia la

conciencia suprema, el Punto Omega, Dios.

El filósofo Teilhard de Chardin en su teoría evolutiva dice que la próxima etapa evolutiva

del hombre será, cuando el hombre llegue desde el Alfa hasta el Omega (su cristificación).

La teoría de Teilhard de Chardin sobre la cosmogénesis está basada en la filosofía vitalista de

Henri Bergson, particularmente en su libro "La Evolución Creadora".

La visión de Teilhard combina teología y ciencia en una perspectiva unificadora y coherente que

sintetiza la Fe Cristiana y la Teoría de la Evolución.

Para Teilhard la evolución es un proceso dirigido e iniciado por el espíritu de Dios en el Universo,

una Creación continua y permanente, que comienza incluso desde el nivel de las partículas

subatómicas, ascendiendo a niveles cada vez más altos de complejidad, y paralelamente,

desarrollando espacios más profundos de consciencia.

Según esa Ley de Complejidad-Consciencia, las formas de vida emergen como resultado de la

asociación de distintos procesos químicos armonizados, los cuales representan a su vez un

proceso de cognición o aprendizaje, de acumulación de información adaptativa. Esto forma parte

de un esbozo teórico que Teilhard llamó "Hiperfísica", que estudiaría la energía vital o espiritual

en acción dentro de la materia.

La figura de Cristo, la encarnación de Dios en la materia del cuerpo humano, es el símbolo que

Teilhard usa para designar el proceso en el que la inteligencia suprema se desarrolla poco a

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poco en el seno de la materia, en dirección a la completación suprema, el Punto Omega,

donde materia y espíritu serán una sola cosa, presente y visible en el mundo

Teilhard de Chardin acepta como válidas las dos teorías: Creacionista y Evolucionista, a

pesar que era un sacerdote jesuita (que por defecto debe creer en la teoría creacionista) no

quiso aceptar que el hombre surgía solo de la teoría creacionista, entonces hizo

su investigación para conciliarlas y tomar las dos teorías como ciertas.

3.2 La conciliación de la teoría creacionista con la teoría evolucionista

Dios es el Alfa (es decir el principio de todo)

*Dios procedió a crear la materia

*Esta materia evoluciona (se transforma)

*Nuevamente Dios vuelve a intervenir, y le da a la materia un alma, entonces con esta alma

surge el hombre (surge la vida)

*Después de surgir el hombre, este debe irse perfeccionando poco a poco; y es el punto en

el cual converge toda la humanidad en la actualidad

*Cuando este alcance su máximo perfeccionamiento este culminará en el punto máximo de

perfeccionamiento (perfeccionamiento de los cosmos) y llegara al final de su

perfeccionamiento; es decir el punto Omega que significa el punto final y máximo de

perfeccionamiento.

Dios interviene tres veces durante el proceso del surgimiento del hombre:

-La primera vez, fue cuando creo la materia

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-La segunda vez, fue cuando a la materia le dio un alma, que posteriormente surge la vida

(el hombre)

-La tercera vez, será cuando el hombre haiga alcanzado su máxima perfección

El proceso evolutivo actúa dos veces durante el surgimiento del hombre:

-La primera fue cuando una vez creada la materia esta evoluciona

-La segunda es que luego que fue creado el hombre a través de una alma (dada por dios), el

hombre continúa evolucionando hasta converger en el punto máximo de perfección (punto

de Omega).

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CONCLUSION

En la primera parte podemos concluir que desde los orígenes del creacionismo, no tenían

noción general de dicho término.

Se mencionan algunos orígenes como el de los griegos, los hebreos y los cristianos.

Primero hablamos de la noción de creación del mundo que se dio en los griegos. Muchos de

ellos no tuvieron idea de que era la creación, sino que veían al mundo como algo eterno y,

por lo mismo, como increado. Pero en algunos casos, como Platón, se da una idea acerca de

la creación, sólo que no es muy completa la información, es decir no sustenta bien la idea.

En Aristóteles no hay una idea clara de creación, y cabe de nuevo la eternidad del mundo.

Después veremos el evolucionismo las diferencias entre Lamarck y Darwin, Lamarck dio el

primer paso y de ahí comenzó todo , ahora vemos que su teoría no es la más adecuada y la

que tiene mayor sustento y credibilidad hasta la actualidad es de Darwin.

Y por ultimo el creacionismo evolucionista de Pierre Teilhard de Chardin que junta la

teología con la ciencia, podemos decir que todo en cuanto existe se transforma

constantemente evolucionando , la vida tiene un sentido nacemos crecemos y morimos en

el seno de una corriente cósmica , la evolución es una síntesis creadora eterna y continua ,

crear no es sacar algo de la nada es sintetizar y organizar hacer brotar de elementos simples

algo más complejo , la evolución no es creadora ,es la creación la que es evolutiva.

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BIOBLIOGRAFIA

Buican, D (1963). L’Evolution etles evolutionismes. Presses Universitaires de France,

Paris, pp 5-12:49-77

Scout, E (1996). Creacionismo, ideologia y ciencia. En: Annals of the New York Academy

of Sciences. Vol. 775 (edit. P.R.Gross; N. Lewitt; M. W. Lewis). New York, pp 505-506

Beuchot, M (1999) Historia de la filosofía griega y medieval, México: Ed. Torres

Asociados, 1999, 2a. ed., 2000.

García-Junceda, J. La cultura cristiana y San Agustín, Madrid: Cincel, 1986, pp. 130-135.

Revista Española de Filosofía Medieval, 17 (2010), ISNN: 1133-0902, pp. 73-80

Sto. Tomás, Summa Theologiae, I, qq. 44-46 (cotejar con De potentia, q. 3, aa. 2 y 3). Ver

también A. D. Sertillanges, La idea de creación, Buenos Aires: Ed. Columba, 1969, pp. 62

ss. 15

Lupi,C Il problema della creazione in S. Tommaso, Genova: Studio Editoriale di Cultura,

1979, pp. 33 ss.

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