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TRIBUNAL DE GESTION ASOCIADA-TERCERO

PODER JUDICIAL MENDOZA

foja: 160

CUIJ: 13-03989036-9( (012021-252125))

MONJE YAMILA ELIZABETH C/ PROVINCIA DE MENDOZA P/


DAÑOS Y PERJUICIOS Y SU ACUMULADO AUTOS N° 301440 MONJE
MARIA GABRIELA Y OTS C/PROVINCIA DE MENDOZA P/DAÑOS Y
PERJUICIOS

*104043824*

Mendoza, 10 de Diciembre de 2019.

VISTOS:

Los presentes autos, en estado de dictar sentencia, de los que

RESULTA:

I.- A fs. 4/6 se presenta el Dr. Gustavo Tarantuviez, en nombre y representación


de la Sra. Yamila Elizabeth Monje y promueve demanda por daños y perjuicios, en
contra de la Provincia de Mendoza con el objeto de que se la condene a pagar a la Sra.
Monje la suma de pesos un millón ochenta y seis mil cuatrocientos ($ 1.086.400), o lo
que en más o en menos resulte de la prueba a rendirse, con más sus intereses legales y
costas.-

Relata que el día 21 de septiembre de 2014 el Sr. José Miguel Ontiveros


Arancibia, esposo de la Sra. Yamila Elizabeth Monje, de profesión policía, cometió el
delito de homicidio al dispararle y quitarle la vida al niño Benjamín Monje y a la Sra.
Gabriela Beatriz Fernández, sobrino y madre de su representada.-
Manifiesta que se instruyó el expediente penal P-98.930/14, caratulados
“FISCAL C/ ONTIVEROS ARANCIBIA JOSE MIGUEL P/ HOMICIDIO
CALIFICADO” y su acumulado N° P-78.071/14, con sentencia condenatoria de la
Primera Cámara del Crimen.-
Afirma que la responsabilidad de la accionada surge ya que el autor material del
hecho, dependiente de la Provincia de Mendoza, lo llevó a cabo mediante el uso de su
arma reglamentaria, estando en servicio y la demandada no actuó para evitar el hecho,
pudiendo haber tomado medidas preventivas.-

Discrimina los rubros que integran su reclamo. Daño moral: la suma de pesos un
millón ($ 1.000.000). Daño Psicológico: la suma de pesos ochenta y seis mil
cuatrocientos ($ 86.400).-

Ofrece prueba. Funda en derecho.-

II.- A fs. 13/21 la parte actora amplía la demanda y denuncia conexidad con la
causa N° 252.113, caratulados “MONJE MARIA GABRIELA Y OTS. C/ PROVINCIA
DE MENDOZA Y OTS. P/ DAÑOS Y PERJUICIOS”. Asimismo, amplía el relato de
los hechos en lo que funda su demanda, los cuales doy por reproducidos en honor a la
brevedad.

III.- Corrido traslado de la demanda a la accionada, a fs. 27/30 comparece el Dr.


Mario Dante Aranti, en nombre y representación del Poder Ejecutivo de la Provincia de
Mendoza y contesta la demanda.
Formula negativas de rigor. Alega que es un caso de violencia familiar.-
El estado no toma conocimiento de amenazas, porque es una persona jurídica y
niega tal conocimiento. Si alguien tomo conocimiento de amenazas, en la demanda
debió decirse quién y en que función y luego establecer su vinculación con el estado.-
Afirma que la actora no pidió medida de prohibición de acercamiento extendida
a todos sus familiares, si hubiera alcanzado a otros familiares, podemos hablar de falta
de prevención judicial.

Ofrece prueba. Funda en derecho.

IV.- A fs. 32/34 la parte demandada amplía su contestación de demanda en base


a las argumentaciones que expone.

V.- A fs. 63 se resuelve la acumulación a los presentes de los autos N° 301.440,


caratulados “MONJE MARIA GABRIELA Y OTS. C/ PROVINCIA DE MENDOZA
Y OTS. P/ DAÑOS Y PERJUICIOS”, originarios del Octavo Juzgado Civil, Comercial
y Tributario.
VI.- A fs. 69/74 se hace parte Fiscalía de Estado y adhiere a la contestación de la
demandada. Realiza las negativas genéricas y particulares relativas al caso. Afirma
que no hubo falta de servicio por parte del Estado. El hecho fue realizado dentro de
la órbita de la vida privada del Sr. Ontivero y no como consecuencia de la calidad de
agente policial. Para atribuir responsabilidad al Estado por el hecho de un
dependiente suyo resulta necesario que el daño sea causado en ejercicio de sus
funciones.-
Impugna los montos reclamados.
Ofrece prueba. Funda en derecho.

V.- A fs. 80, se dicta el auto de apertura de la causa a prueba.-


V.- A fs. 89 obra constancia de realización de audiencia preliminar en la que se
sustanciación que admite la totalidad de las pruebas ofrecidas y ordena su producción.
Quedan así incorporados a la causa, además de los instrumentos adjuntados en la
oportunidad procesal correspondiente, los siguientes elementos:

a- Pericial: 1) Psicológica: realizada por la Licenciada María Angélica Vicencio


Sánchez (fs. 96/100), la cual fue observada por la demandada a fs. 115.

b- Instrumental: expediente N° 1767, CARATULADOS “Monje Yamila Elizabeth c/


Ontiveros José Miguel, originarios del Sexto Juzgado de Familia, en adelante AEV (fs.
129).

VI.- A fs. 127 obra constancia de realización de audiencia final en la que


comparece la perito Psicóloga y rinde explicaciones respecto de las observaciones
realizadas a su pericia.

VII.- Con la incorporación de los alegatos presentados por la actora (fs.


146/148), demandado (fs. 149/151) y Fiscalía de Estado (fs. 154/156), queda la causa en
estado de dictar sentencia (fs. 159).-

VIII.- Por razón de la acumulación operada, a fs. 91/106 de los autos


N° 301.440, caratulados “MONJE MARIA GABRIELA Y OTS. C/ PROVINCIA DE
MENDOZA Y OTS. P/ DAÑOS Y PERJUICIOS”, se presenta el Dr. Alejandro Acosta
en nombre y representación de la Sra. María Gabriela Monje, Caren Alexia Monje
Fernández y Daniel Gabriel Monje e interpone demanda por daños y perjuicios contra el
Sr. Miguel Ontiveros Arancibia y contra la Provincia de Mendoza por la suma de pesos
un millón con 00/100 ($ 1.000.000), o lo que en más o en menos resulte de la prueba a
rendirse en autos o de la estimación judicial que al respecto se efectúe, con más los
intereses legales y costas.
Relata que el demandado y la Srta. Yamila Monje (hermana e hija de sus
mandantes) contrajeron matrimonio el 13/11/2009, teniendo producto de esa unión dos
hijos. Durante el año 2014, meses previos a los homicidios, Yamila decidió separarse de
hecho de su pareja a raíz de episodios de violencia por parte el demandado.-
Manifiesta que la decisión de Yamila no fue aceptada por Ontiveros, lo que
generó una secuencia de hechos violentos, que se concretaron en los homicidios de la
madre y sobrino de Yamila Monje.-
Afirma que el Estado, aun habiendo tomado conocimiento de las graves
amenazas de Ontiveros, hizo caso omiso a las mismas, permitiendo de tal modo el
desenlace fatal.-
Según sentencia recaída en la causa penal P-98.930/14, caratulados “FISCAL C/
ONTIVEROS ARANCIBIA JOSE MIGUEL P/ HOMICIDIO CALIFICADO” y su
acumulado N° P-78.071/14, relata que para fecha 21 de septiembre de 2014, siendo
aproximadamente las 16 hs., se presentó el Sr. Ontiveros, policía en actividad portando
arma de fuego en el domicilio citado y, con el propósito de causar sufrimiento a su
cónyuge, cumplimiento amenazas realizadas anteriormente, disparó repetidas veces,
causándole la muerte a su madre, Gabriela Beatriz Fernández y a su sobrino menor de
edad Benjamín Yamil Monje.-
Narra que Ontiveros fue condenado a prisión perpetua, por ser considerado
responsable de los hechos ilícitos.
Refiere que es responsable el propio agente por su conducta delictiva dolosa y el
Estado, por el hecho de uno de sus agentes.
Funda en derecho. Ofrece prueba.
IX.- A fs. 171/186 la parte actora amplía demanda modificando el monto del
reclamo ascendiendo a la suma de pesos un millón setecientos ochenta y un mil
setecientos cinco pesos con 20/100 ($1.781.705,20).
X.- A fs. 191/196 se hace parte el Dr. Mario Dante Araniti, en nombre y
representación de la Provincia de Mendoza y contesta la demanda solicitando el rechazo
de la misma con costas.
Formula negativas de rigor. Alega que es un caso de violencia familiar.-
El estado no toma conocimiento de amenazas, porque es una persona jurídica y
niega tal conocimiento. Si alguien tomo conocimiento de amenazas, en la demanda
debió decirse quién y en que función y luego establecer su vinculación con el estado.-
Afirma que la actora no pidió medida de prohibición de acercamiento extendida
a todos sus familiares, si hubiera alcanzado a otros familiares, podemos hablar de falta
de prevención judicial.
Ofrece prueba. Funda en derecho.
XI.- A fs. 200/205 se hace parte el Dr. Fabián Bustos Lagos en nombre y
representación de Fiscalía de Estado y contesta la demanda solicitando su rechazo con
costas.
Realiza las negativas genéricas y particulares relativas al caso.
Adhiere a la contestación de la demandada. Afirma que no hubo falta de servicio
por parte del Estado. El hecho fue realizado dentro de la órbita de la vida privada del Sr.
Ontivero y no como consecuencia de la calidad de agente policial. Para atribuir
responsabilidad al Estado por el hecho de un dependiente suyo resulta necesario que el
daño sea causado en ejercicio de sus funciones.-
Impugna los montos reclamados.
Ofrece prueba. Funda en derecho.
XII.- A fs. 207 la parte actora desiste de la demanda en contra del Sr. Miguel
Ontiveros Arancibia.
XIII.- A fs. 211/213 la parte actora contesta el traslado correspondiente las
contestaciones de demanda.
XIV.- A fs. 231 se encuentra incorporado, como A.E.V. el expediente N° P-
98.930/14, caratulados “F. C/ ONTIVEROS ARANCIBIA JOSE MIGUEL P/
HOMICIDIO CALIFICADO EN CONCURSO REAL”, originarios del Juzgado
Penal Colegiado N° 1.-

XV.- A fs. 237 obra constancia de realización de audiencia preliminar en la que se


admite la totalidad de las pruebas ofrecidas y ordena su producción. Quedan
incorporados a la causa, además de la instrumental adjuntada en la etapa procesal
oportuna, los siguientes elementos probatorios:
a- Pericial: 1) Psicológica: realizada por la Licenciada Florencia
Rezinovsky (fs. 308/312), la cual es observada por Fiscalía de Estado a fs.
322; 2) Médica Legal: realizada por el Dr. Rodolfo Arnaldo Videla (fs.
295), la cual es observada por Fiscalía de Estado a fs. 320.

b- Informativa: 1) oficio informado por el Centro de Salud N° 16 (fs.


256/257); 2) oficio informado por el Centro de Salud N° 17 (FS. 283); 3)
oficio informado por Construcom SA (fs. 286); oficio informado por el
Ministerio de Cultura y Educación Mendoza (fs. 287/288), oficio informado
por Parque de descanso (fs. 338/352); oficio informado por UDAI
MENDOZA (fs. 357/363).

c- Instrumental: expediente N° 1685-D-2014, caratulados “UDI


CAPITAL E/ PREVENTIVO”, originarios de la Inspección General de
Seguridad y los autos N° 2080-D-2014, caratulados “GENERAL
INVESTIGA SITUACION OCURRIDA CON EL AUXILIAR PP JOSE
MIGUEL ONTIVEROS ARANCIBIA Y CON LA OFICIAL AY. PP
YAMILA ELIZABETH MONJE FERNANDEZ”, originarios también de la
Inspección General de Seguridad, en adelante AEV. (fs. 281).

XVI.- A fs. 261 la parte actora denuncia el fallecimiento del Sr. Daniel Gabriel
Monje,.

XVII.- A fs. 365 obra constancia de realización de audiencia final en la que


presta declaración testimonial la Sra. Andrea Verónica Brizuela.

XVIII.- Con la incorporación de los alegatos presentados por la actora y de la


demandada (fs. 398/409 y 396) queda la causa en estado de dictar sentencia (fs. 413).-

CONSIDERANDO:

I-HECHOS- MARCO JURIDICO APLICABLE

Menciono inicialmente que el hecho generador del daño tuvo lugar en el año
2014, por lo que la responsabilidad de las partes debe dirimirse a la luz de la normativa
del Código Civil.

Sin perjuicio de ello, siguiendo la Jurisprudencia de las Cámaras de la provincia


cabe hacer una distinción: corresponde aplicar el Código Civil en todo lo relativo al
nacimiento de la obligación resarcitoria (legitimación y presupuestos de la
responsabilidad civil). Por el contrario, corresponde aplicar a las consecuencias
(intereses y pautas de cuantificación) el Código Civil y Comercial de la Nación desde el
1 de agosto de 2015. En este sentido explica Kemelmajer de Carlucci que “hay que
distinguir entre la existencia y la cuantificación del daño. La segunda operación debe
realizarse según la ley vigente en el momento en que la sentencia determina la medida o
la extensión, sea fijándolo en dinero o estableciendo las bases para su cuantificación en
la etapa de ejecución de sentencia.”(Kemelmajer de Carlucci, Aída, “La aplicación del
Código Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurídicas existentes.”, Segunda
parte, RubinzalCulzoni, Bs.As., 2016 p. 234.) (Excma. Cámara Segunda de Apelaciones
en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario la causa nº 8.849/51.684 carat.
“MOLINA, PATRICIA ANDREA C/COLLADO, RODOLFO ANTONIO P/D. Y P.”,
01-09-2016

Tengo presente además que respecto a los homicidios cometidos por el agente de
policía José Miguel Ontiveros, existe sentencia condenatoria recaída en sede penal que
hace cosa juzgada en estos obrados, tanto en cuanto a la existencia material del hecho,
como de la participación del acusado en el mismo y el nexo causal- de imputación entre
el resultado y el comportamiento del autor- la calificación jurídico penal, la
imputabilidad y la culpabilidad del victimario (Cesano, Daniel, “Relaciones entre la
acción civil y la acción penal” en Trigo Represas- López Mesa, “Tratado de la
responsabilidad civil”, La Ley, Bs. As., 2.004, T. IV, pág.651).-

Así a fs. 920 vta. de los autos 98.930/14 caratulados “FISCAL C/ ONTIVEROS
ARANCIBIA JOSE MIGUEL P/ HOMICIDIO CALIFICADO” y su acumulado N° P-
78.071/14 por coacciones, la Excma. Cámara Primera en lo Criminal concluyó: “Se
encuentra probado de acuerdo con la prueba incorporada que los hechos ocurrieron tal
como fueron descriptos en el requerimiento de citación a juicio. A saber, que el 21 de
septiembre de 2014 siendo aproximadamente las 16:00 horas, se presentó el ciudadano
José Miguel Ontiveros Arancibia, policía en actividad, portando un arma de fuego en el
domicilio cito en Barrio Solares de San Antonio, manzana H, casa 32, de Buena Nueva,
Guaymallén, y con el propósito de causar sufrimiento a su cónyuge Yamila Elizabeth
Monje Fernández, con la que se encontraba separado de hecho, cumpliendo amenazas
realizadas anteriormente, luego de intentar entrar en el inmueble con violencia sin
lograrlo, disparó dos veces causándole la muerte a su madre, Gabriela Beatriz
Fernández y a su sobrino menor de edad Benjamín Daniel Monje…En particular quedó
probado más allá de toda duda razonable, que existieron amenazas previas por parte de
Ontiveros a Yamila Monje de matar a su madre Gabriela Fernández y a su sobrino
Benjamín Monje, así como otros hechos de violencia…”

Asimismo a fs. 926 vta. del AEV penal n° 98.930 consideró probado la
ultraintención en ambos casos de matar (a Benjamín Monje y a Gabriel Fernández) para
causar sufrimiento a una persona con la que ha mantenido una relación en los términos
del artículo 1° (Yamila Monje, su ex pareja y esposa); juzgando acreditados los
requisitos típicos del tipo penal del artículo 80 inciso 12 del Código Penal que
considera un caso de homicidio agravado al que matare con un propósito determinado
de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o se ha mantenido una
relación en los términos del artículo 1°.

Expuso también este fallo que una consideración de los hechos ilícitos cometidos
por José Ontiveros dejan la impresión de que resulta difícil encontrar hechos ilícitos
más graves que estos: las amenazas y el doble homicidio afectaron a mujeres y a un
niño, segando la vida del menor y de una de las mujeres, y fueron ejecutados con la
finalidad de provocar sufrimiento en su expareja Yamila Monje, Así se puso fin a la
vida de dos personas, previo amenaza a su expareja, en un contexto de violencia de
género (fenómeno particularmente reprimido por las convenciones internacionales), y
matando un niño (especialmente protegido por las convenciones internacionales).-

También se tuvo por acreditado en dichas actuaciones que el arma que utilizó
Ontiveros para cometer el hecho era su arma reglamentaria provista por la Policía para
el cumplimiento de sus funciones ( fs. 914 vta. del AEV penal n° 98.930).
En relación a la Resolución 71/2001 de Inspección General de Seguridad de fecha
14 de mayo de 2001 vigente al momento de los hechos, titulada “Actuación en
Dependencias Policiales y Penitenciarias” relacionadas con situaciones de violencia
intrafamiliar, que establece los distintos pasos en caso de que se dé algún supuesto de
violencia intrafamiliar entre miembros de las fuerzas de seguridad de la provincia de
Mendoza, la Excma Cámara dijo que la prueba instrumental deja constancia de la
ausencia de aplicación de esta normativa; qué los informes de fojas 607 a 610 permiten
advertir que las autoridades policiales tenían conocimiento al menos ya en el mes de
agosto de los hechos de violencia que habían sucedido, por otra parte en el expediente
administrativo que tiene como asunto “UID Capital E/ Preventivo Nota número 391 /14
Amenaza involucrado auxiliar PP José Miguel Ontiveros Arancibia (1685 D 2014
00107 Inspección General de Seguridad E02) a fs. 47 al 54 existen constancia de que se
habría incumplido las reglas impuestas por la Resolución 71/2001 de la Inspección
General de Seguridad y que incluso, los Superiores de Ontivero no tenían conocimiento
de la existencia o el contenido de las referidas resoluciones (ver fs. 918/919). Menciona
el fallo que no puede soslayarse qué estás eventuales omisiones son las que explicarían
que José Ontiveros aún tuviera portación de arma reglamentaria al momento de los
hechos a pesar de que las autoridades policiales ya tenían en el mes de agosto registro
de las amenazas y hechos de violencia ocurridos hasta este momento. La investigación
de estas responsabilidades que se llevan a cabo en los expedientes administrativos será
decisiva para evaluar las causas por lo que habría fracasado el sistema de prevención en
este caso (ver fs.918 vta. y 919del AEV penal n° 98.930)

Tengo en cuenta que la parte demandada afirma que no existe relación de


causalidad entre la funciones del Sr. Ontivero como dependiente del Estado y el hecho
dañoso, alegando que para que exista responsabilidad del Estado es necesario que el
daño sea causado en ejercicio de sus funciones, y que este hecho ocurrió en el ámbito
de la vida privada.

Ahora bien, el Estado ha de responder en forma directa por los hechos ilícitos
cometidos por los miembros de sus fuerzas de seguridad en ejercicio o en ocasión de sus
funciones (MOSSET ITURRASPE, J. "Responsabilidad por daños", t. X,
"Responsabilidad del Estado", Ed. RubinzalCulzoni, 2004, p.231).

Tengo para mí que la circunstancia de que al momento de cometer el hecho el


agente no estuviera en cumplimiento de funciones, no resulta suficiente para excluir la
responsabilidad del Estado, en efecto el fundamento de la responsabilidad directa del
Estado se fundada en la idea objetiva de la falta de servicio.

El criterio que postula la obligación del Estado de responder por los daños
causados por agentes policiales en franco de servicio, además de mayoritario, es el
adoptado por la Corte Suprema desde la causa "Panizo" (Fallos 300:639, La Ley 1978-
C.) en adelante. La doctrina se afianzó con el dictado en la causa "Furnier" (L.L. 1996
C, 558, con nota de Mario Galdós) en el que se resolvió que "basta que la función
desempeñada haya dado la ocasión para cometer el acto dañoso para que surja la
responsabilidad del principal, pues es obvio que el accidente no se habría producido de
no haberse suministrado al agente el arma en cuestión." (se trataba del homicidio de un
policía, cometido por otro, como consecuencia del disparo accidental de la pistola que
utilizaba, mientras se encontraban fuera de servicio). La Corte agregó que "si los
agentes están obligados a actuar en cualquier momento a fin de prevenir la
comisión de delitos que pongan en peligro la seguridad de la población, y en su
consecuencia a portar el arma, resulta lógico advertir que los perjuicios que de ello
deriven sean soportados por la colectividad en general y no solo por los
damnificados. Si la protección pública genera riesgos, lo más justo es que esos
riesgos sean soportados por quienes se benefician con ella." En idéntico sentido,
volvió a pronunciarse en la causa "Izaurralde, Roque R. c. Buenos Aires, Provincia de y
otro." (L.L. OnLine: AR/JUR/5201/1999) y más recientemente en la causa "Cossio,
Susana I., c/ Policía Federal Argentina y otro" en el que la mayoría del Tribunal, con
remisión a los fundamentos del Procurador General, revocó la sentencia de la Cámara
Federal de Apelaciones de La Plata (Sala III) que había desestimado la demanda de la
viuda e hijo de una persona muerta por un disparo de arma de fuego efectuado por un
agente de la Policía Federal Argentina que se encontraba gozando de franco de
servicio.( ver R. D. N. y otros c/ Provincia de La Pampa y otro s/ daños y perjuicios,
Tribunal: Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de
Santa Rosa,Sala/Juzgado: 1ra nom.,Fecha: 4-sep-2013, Cita: MJ-JU-M-93741-AR |
MJJ93741 | MJJ93741)

En un fallo que presenta algunas analogías con el presente, (solo que en ese caso
el funcionario de policía mató a su pareja con el arma reglamentaria, lo cual fue la
culminación de una serie de situaciones previas de violencia familiar y de género), se
dijo: una causa como la presente donde la agresión no fue en el ejercicio de la función
administrativa, la responsabilidad de la Administración queda comprometida, no tanto
porque la conducta de S. sea atribuible a ella, sino porque debe asumir el costo del
riesgo inherente a una actividad como la policial, en tanto se vale de ella para el
cumplimiento de su deber de seguridad (conf. CSJN 317:1006; 327:5295); en el caso,
éste se traduce, entre otros supuestos, en el hecho de armar al agente policial (arg. arts.
11, inc. b, ley 13.982, 34 dec. 1050/09 y cc.; 1113, 2° párr. CC ley 340 de aplicación al
caso por la época del hecho, el nuevo CCyC regula el supuesto en su art. 1757). Así, es
doctrina legal de la Suprema Corte (arg.art. 279 CPCC) en supuestos similares a los de
autos en todos sus aspectos relevantes que "el ilícito cometido por un agente de policía
con el arma provista por la repartición y que - como obligación- debe portar
permanentemente, constituye un acto efectuado con motivo de su incumbencia porque
ese deber es el vínculo de causalidad adecuado del perjuicio que causó con el
instrumento suministrado" (vid. por todas, C.90.691, "A, G.G.", sent. 6-IX-2006 y, en
igual sentido aunque con otras palabras: C.91.574, "E., J.C.", sent. 14-XI-2007; ambas
con sus múltiples citas). Además, dicho Tribunal puntualiza que ello es así aun cuando
el personal no se encuentre en cumplimiento de sus funciones porque es en tal deber
donde radica la nota de la facilitación del hecho demostrando que el acto se efectuó con
motivo de su incumbencia (conf. C.90.691 y 91.574, cits.; asimismo: Ac. 86.709,
"Calafati de Sarlo", sent. 03-XI-2004; Ac. 90.619, "T., A.M.", sent. 12-VII-2006; todas
con sus citas. En igual sentido CSJN Fallos 190:312; 300:639; 317:728; 327:5295, entre
muchos otros). Del otro, y tal vez sea lo esencial en supuestos como el sub discussio,
ambas cortes han destacado que deben recaer sobre el Estado las consecuencias de la
mala elección y control en el agente, del que se vale para llenar los deberes a su cargo,
cuando éste resulta de una peligrosidad o ineptitud manifiesta. En términos del
Procurador General de la Nación, cuyo dictamen hizo propio la Corte Federal in re
"Cossio" (cit., Fallos 327:5295): "Lo antedicho, a mi juicio, hace aplicable la doctrina
de la Corte expuesta, entre otros, en Fallos: 322:2002, en el sentido de que "el ejercicio
del poder de policía de seguridad estatal impone a sus agentes la preparación
técnica y psíquica adecuada para preservar racionalmente la integridad física de
los miembros de la sociedad y sus bienes (arts. 512 y 902 del Código Civil)", con cita
de Fallos:315:2330; 318:1715. Ello es así, pues ningún deber es más primario y
sustancial para el Estado que el de cuidar de la vida y de la seguridad de los gobernados;
y si para llenar esas funciones se ha valido de agentes o elementos que resultan de una
peligrosidad o ineptitud manifiesta, las consecuencias de la mala elección, sea o no
excusable, deben recaer sobre la entidad pública que la ha realizado (Fallos:
190:312; 317:728; 318:1715)". (H. H. G. y otro/a c/ S. O. O. y otro/a s/ pretensión
indemnizatoria, Tribunal: Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso
Administrativo de La Plata, Fecha: 21-sep-2017, Cita: MJ-JU-M-107100-AR |
MJJ107100 | MJJ107100)

No puede soslayarse además que tal y como lo menciona la Excma. Cámara que
intervino en la causa penal por homicidio seguida contra el Sr. Ontiveros fracasado el
sistema de prevención, se incumplió con la Resolución 71/2001, lo que explica que
Ontiveros aún tuviera portación de arma reglamentaria al momento de los hechos a
pesar de que las autoridades policiales ya tenían en el mes de agosto registro de las
amenazas y hechos de violencia ocurridos hasta este momento (ver fs.918/919 del AEV
penal n° 98930).

Por ultimo debe ponerse el foco en que el terrible hecho ocurrido se dio dentro de
un marco de violencia de género, a tal efecto resulta necesario destacar la
promulgación, el 1-IV-2009, de la ley de "Protección Integral para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus
Relaciones Interpersonales" cuyo artículo 7 establece con énfasis que "Los tres poderes
del Estado, sean del ámbito nacional o provincial, adoptarán las medidas necesarias y
ratificarán en cada una de sus actuaciones el respeto irrestricto del derecho
constitucional a la igualdad entre mujeres y varones. Para el cumplimiento de los fines
de la presente ley deberán garantizar los siguientes preceptos rectores:. c) La asistencia
en forma integral y oportuna de las mujeres que padecen cualquier tipo de violencia,
asegurándoles el acceso gratuito, rápido, transparente y eficaz en servicios creados a tal
fin, así como promover la sanción y reeducación de quienes ejercen violencia". La
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la
Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará (ratificada por nuestro país el 7-
V-1996) define que "debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o
conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado" (art.1) y luego
clarifica el alcance de esta definición en su artículo 2°: "Se entenderá que violencia
contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a. que tenga lugar
dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya
sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que
comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b. que tenga lugar en la
comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros,
violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y
acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas,
establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y c. que sea perpetrada o tolerada por
el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra". Asimismo en su artículo 7 se
conviene que los Estados Parte "condenan todas las formas de violencia contra la mujer
y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas
orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo
siguiente: a. abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y
velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones se
comporten de conformidad con esta obligación; b. actuar con la debida diligencia para
prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; (.) d. adoptar medidas
jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o
poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o
perjudique su propiedad." (resaltado agregado) entre otras medidas del orden de la
política legislativa y cultural. (H. H. G. y otro/a c/ S. O. O. y otro/a s/ pretensión
indemnizatoria, Tribunal: Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso
Administrativo de La Plata, Fecha: 21-sep-2017, Cita: MJ-JU-M-107100-AR |
MJJ107100 | MJJ107100)

Finalmente me hare cargo del argumento de la parte demandada de que concurre


culpa de la Sra. Yamila Monje ya que el pedido de prohibición de acercamiento en la
justicia de familia no alcanzo a los otros familiares amenazados (ver fs. 32 vta. de los
autos n° 252125 Monje Yamila c/ Provincia de Mendoza p/ Dyp”); y de que fue ella
quien violó la prohibición de acercamiento y facilitó la situación de proximidad o
riesgo, permitiendo que fuera a buscar a sus hijos ( ver fs. 151 autos n°252125).

Diré en primer lugar que la resolución dictada a fs. 10 y vta. de los autos
1767/14/6 F “Monje Yamila c/ Ontivero Miguel”, por el Sexto Juzgado de Familia,
prohibía al Sr. Ontivero acercarse no solo al domicilio de la Sra. Yamila Monje sino a
todos los lugares a los que la misma frecuente, lo que a todas luces incluye la
prohibición de acercarse al domicilio de los familiares de la Sra. Yamila Monje, entre
ellos el domicilio de su madre que es donde ocurrió el hecho.

Por otro lado resulta claro que la parte demandada no puede pretender eximirse
de responsabilidad trasladando a la Sra. Yamila Monje la carga de protegerse a sí
misma y a su familia, cuando ella era hasta el momento de los homicidios la principal
víctima de violencia.

Al respecto se ha dicho que: “En definitiva, esta estereotipación judicial llevo a


eximir de responsabilidad a los accionados en función de trasladar a la señora García la
carga de protegerse por sí sola cuando ella misma era víctima junto con sus hijos (v.
Cusack, Simone; Eliminating judicial stereotyping, Office of the Commisioner for
Human Rights, 2014; v. también voto del doctor Genoud en la causa C. 99.204, sent. de
20-VI-2006; art. 83 inc. 6, CPP). IV. Luego de este recorrido y como conclusión, estimo
que con el conocimiento sobre los derechos de la mujer y de los niños, y frente a la
previsibilidad del riesgo basado en género que surgía de una serie de indicios sobre
prácticas de agresión del señor Bualo, que eran graves precisos y concordantes, en
donde el referido riesgo no era meramente hipotético o eventual, o remoto, sino que
tenía la posibilidad cierta de materializarse de inmediato, siendo que además el Estado
estaba anoticiado de todo ello, la solución propiciada de falta de servicio de seguridad
está inscripta en el incumplimiento de un deber de protección reforzado que la debida
diligencia imponía para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la señora
García y sus hijos (arts. 7 inc. "b", Convención de Belém do Pará; 19.1 de la
Convención sobre los Derechos del Niño; 1.074 y 1.112, Cód. Civ.; 384, CPCC;
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, "A.R.H. y
Otra c/E.N. Seguridad -P.F.A. y Otros s/daños y perjuicios", expte. n° 50.029/2011,
sent. del mes de julio de 2017, voto de la doctora María Claudia Caputi). En este
sentido, señala Víctor Abramovich, que "...el esquema de obligaciones de la
Convención de Belém do Pará y en especial el deber de debida diligencia, sólo puede
entenderse a partir de la relación que se establece en ese instrumento entre violencia y
desigualdad. Las relaciones desiguales de poder son claves para entender la dinámica de
la violencia de género y de allí la imposición al Estado de un deber de prevención y
protección diferenciado o reforzado" ("Responsabilidad estatal por violencia de género:
comentario sobre el caso 'Campo Algodonero', en la Corte Interamericana de Derechos
Humanos", www.anuariocdh.uchile.cl).

En concordancia, ha dicho la Corte Interamericana que: "...los Estados deben adoptar


medidas preventivas en casos específicos en los que es evidente que determinadas
mujeres y niños pueden ser víctimas de violencia. Todo esto debe tomar en cuenta
que en caso de violencia contra la mujer, los Estados tienen, además de las obligaciones
genéricas contenidas en la Convención Americana, una obligación reforzada a partir de
la Convención Belém do Pará" (caso González y otras ("Campo Algodonero") vs.
México, 2009, párr. 258).” (Expte.: 28/11/2018 García, Mabel Adriana vs. Poder
Ejecutivo s. Pretensión indemnizatoria - Recurso extraordinario de inaplicabilidad de
ley, Origen: SCJ, Buenos Aires, Editorial: RubinzalCulzoni ~ Cita online: RC J
10810/18)

En este orden de ideas, en virtud de todo lo ut supra expuesto juzgo que debe
hacerse responsable al Gobierno de la Provincia de Mendoza por los daños derivados de
tan lamentable hecho.

II- DAÑOS RECLAMADOS

AUTOS N° 252.125 y 301404

DAÑO MORAL POR LA MUERTE DE LA MADRE

Con respecto al daño moral que reclaman los hijos, se ha dicho que “El deceso de
un padre produce in re ipsa la afectación profunda de los más íntimos sentimientos,
quedando en consecuencia demostrado el daño moral por el solo hecho de la acción
antijurídica (E.D.107-433), daño que quizás adquiere más relevancia ante la mayor
intensidad en el sufrimiento provocado por la manera trágica de la
desaparición".(L.L.1989-A-191).-

El daño moral, en el caso como el de autos, tiene por finalidad paliar la lesión a
los afectos que supone la muerte de un familiar. Sabido es que la muerte de un
progenitor provoca en los hijos una vivencia de desarraigo y desamparo que es
consustancial con el ser humano, con independencia de su raza, credo, religión,
nacionalidad o lugar de nacimiento.

El daño moral de los hijos por la muerte de los padres es uno de los supuestos en
que el daño surge de los propios hechos, no requiriéndose prueba al respecto, pues se
trata de una consecuencia que naturalmente acontece (Conf. S.C.J. de Mendoza, fallo
del 11/11/2001, L.S. 303-470).

Sin perjuicio de ello la perito psicóloga interviniente en autos ha transmitido el


terrible daño que el suceso ha ocasionado a la Sra. Yamila Monje. Menciona la experta
que la actora presenta sentimientos de angustia, con desborde de llanto frente al relato
de los hechos, y el alto grado de ansiedad encontrado en la batería de test empleados.
Que se observa claramente alteraciones emocionales que rigidizan los procesos
mentales, mostrando angustia y preocupación por los conflictos afectivos. Común en
vivencias de situaciones extremadamente traumáticas, como los hechos vividos por la
actora. Se observa impotencia e inseguridad. Presenta sentimientos de culpa por el
hecho vivido manifestando que la decisión de separación produjo el hecho traumático;
diagnosticando que la actora presenta un trastorno por stress post traumático, y
aseverando que la misma no ha elaborado el duelo de su madres y de su sobrino.
Finalmente ha establecido que la actora presenta reacción vivencial anormal neurótica
con manifestación psicosomática grado II que le genera una incapacidad permanente del
10% (fs. 96/100 autos 252125).

Tengo presente que esta pericia fue impugnada por el Gobierno de la Provincia
de Mendoza solicitando que, dado los antecedentes de amenazas y violencia anteriores
al hecho, la perito aclare que influencia tuvieron eso hechos en la necesidad de
tratamiento y en la incapacidad que atribuye; no obstante ello entiendo que la perito fue
muy clara al dar explicaciones en la audiencia de juicio final en donde expuso que la
incapacidad y la necesidad de tratamiento esta relacionada con el homicidio pero es un
todo, y que igualmente debe tenerse en cuenta que la Sra. Yamila pudo reflexionar y
separarse, por lo que su salud mental no estaba tan alterada.

Respecto a Caren Alexia Monje ha dicho la perito que la misma presenta una
marcada tendencia a aislarse y evitar las relaciones interpersonales, observándose temor
frente a las situaciones sociales y desconfianza respecto de otras personas, angustia y
ansiedad. Marcadas por su dificultad para disfrutar, para conciliar el sueño, y para la
realización de actividades cotidianas; así como carencia de proyectos futuros,
sintomatología que se engloba en un trastorno de Estrés post traumático, agregando la
perito que este trastorno es de carácter crónico (fs. 310 y vta. autos n° 301.440).

En relación a María Gabriela Monje la perito determina que la misma presenta


como consecuencia del evento dañoso indicadores de depresión, evitación del contacto
social, tendencia al aislamiento, anhedonia, falta de motivación, estado de ánimo
disfórico y dificultad para disfrutar en sus distintos ámbitos de relación, ansiedad,
dificultad para conciliar el sueño, sentimientos de inutilidad y sensación constante de
miedo, indicado que padece un trastorno depresivo mayor recidivante comorbilidad en
un trastorno de estrés postraumático de carácter crónico (fs. 308 vta. autos n° 301440).

En mérito a las razones precisadas, juzgo que el rubro es procedente.

En la difícil tarea de cuantificar el mismo, entiendo corresponder ponderar las


circunstancias personales dela fallecida arrimadas a la causa y las delos reclamantes de
la indemnización; la manera trágica y violenta en que se produjo el deceso del víctima y
los montos fijados por nuestros Tribunales en supuestos semejantes al presente, dejando
expresa constancia que la indemnización, en el caso, debe establecerse conforme una
prudente ponderación judicial, sopesando que es un resarcimiento aproximativo y por
satisfacción o satisfactorio, donde la moneda se proyecta como medio para obtener
goces más o menos compensatorios por los sufrimientos experimentados en el pasado,
que se prolongan, con dolorosa y cruel realidad en el futuro (Conf. 3° Cám. de Apel. de
Mendoza, fallo del 11/11/1999, L.S. 087-006).
El nuevo código determina como pauta a tener en cuenta "las satisfacciones
sustitutivas y compensatorias" del dinero. El art. 1741 del nuevo Cód. Civil y Comercial
unificado, in fine, señala que: "El monto de la indemnización debe fijarse ponderando
las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas
reconocidas."

La naturaleza del daño moral es preferentemente resarcitoria y es difícil merituar


cómo puede compensarse a un hijo por la muerte injusta de su padre en circunstancias
trágicas como las que se han ventilado en esta causa. Por mi parte entiendo que debe
compensarse el agravio moral con bienes deleitables que otorguen consuelo al dolor
injusto experimentado, siendo a mi juicio en el caso razonable otorgar una suma que le
permita mejorar en algo la vida a las hijas de la víctima.

Amplió además estos fundamentos teniendo en cuenta que la Cámara Nacional


Civil Sala M otorgó a los hijos de (22, 17 y 17 años) de una mujer de 50 años fallecida
la suma de $1.000.000 a cada uno por el daño moral sufrido por la muerte de su madre
y también a su conyugue la misma suma y por el mismo concepto; a la fecha de la
sentencia de segunda instancia y con más los intereses tasa pasiva desde el momento del
hecho (el día 18-Julio-2019, autos n° 48857/2015BONORA, SERGIO CLAUDIO Y
OTROS C/ FERNADEZ ROTH, DIOGENES Y OTROS)

Así, teniendo claro que no hay dinero que supla la muerte de una madre, hay que
tratar de ponderar las funciones satisfactorias y sustitutivas de la indemnización del
daño extrapatrimonial y los derechos en juego.

Por lo expuesto, estimo que este rubro debe prosperar por la suma de
$3.000.000 (es decir $1.000.000 para cada una de las hijas de la víctima).

DAÑO MORAL POR EL FALLECIMIENTO DE SU HIJO

En los autos 301.440 la Sra. Gabriela Monje reclama el daño moral causado por
el fallecimiento de su hijo menor Benjamín Monje.

El art. 1078 establece que: "La acción por indemnización de daño moral solo
competerá al damnificado directo, si del hecho hubiera resultado la muerte de la
víctima, únicamente tendrán acción los herederos forzosos".

Se ha sostenido que “…el daño moral de los padres se infiere


presuncionalmente "re ipsa" y sin otro recaudo a partir de la desaparición del
hijo. Cuando se trata de la muerte de un hijo no es necesario traer la prueba de que los
padres han sufrido un agravio moral. En cuanto a la cuantía del daño moral, es problema
actualmente librado a la personal apreciación y decisión del Magistrado. Expte.: 63152 -
GUZMÁN, FRANCISCO Y OT. EDUARDO JARA Y OT. DAÑOS Y PERJUICIOS,
05/08/1994, PRIMERA CÁMARA EN LO CIVIL, LS152-180.-

La existencia del daño moral sufrido por los progenitores de la víctima no puede
discutirse. Es difícil concebir un padecimiento moral más profundo que la muerte de un
hijo,… no necesitándose prueba alguna para justificarlo. Y si ello se agrega que la
muerte fue violenta y súbita, se comprende el gran dolor de los padres. Expte.: 26256 -
BLANCO ALFREDO Y OTA BELGRANO SOC. COOP.LTDA. DE SEGUROS Y
EMP. DE TRANSP. CUYO TAC Y CARLOS L. BOCCACCINI DAÑOS Y
PERJUICIOS, 08/10/2002, TERCERA CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA
CIRCUNSCRIPCIÓN, LS098-014.-

Menciona MossetIturraspe que la vida de los hijos representa para los padres,
desde el ángulo de los sentimientos, un valor incomparable; el padre o la madre ven en
los hijos el fruto de su amor, la continuación de sus vidas más allá de las propias, y
esperan recibir de ellos buena parte del cariño que han depositado, como consuelo y
ayuda espiritual en los últimos años de la vida. Poco importa la edad del damnificado,
sea un niño de corta edad, o un adulto, el detrimento espiritual es siempre grave e
igualmente relevante para el Derecho; procurar distinciones en base a la edad de la
víctima importe un proceder inadmisible, reñido con las reglas de la experiencia. El
monto indemnizatorio debe guardar relación con la entidad del perjuicio experimentado;
en pocos supuestos como en éste, deben descartarse indemnizaciones mezquinas,
puramente simbólicas que han sido descalificadas por nuestra Corte Suprema de Justicia
de la Nación. (PIZARRO, Ramón Daniel, “Daño moral. Prevención. Reparación.
Punición. El daño moral en las distintas ramas del Derecho”, Buenos Aires,
Hammurabi, 1.996, pág. 235 y sgtes.).-

Sin perjuicio de ello, el informe de la perito psicóloga interviniente en esos


autos, al que hice referencia ut supra es por demás demostrativo de las terribles
consecuencias que el hecho atenido en la misma.

En materia de cuantificación del daño moral debe seguirse un criterio de


comparación, partiendo del máximo daño posible que puede sufrir una persona (muerte
de un hijo joven que colabora en el mantenimiento del hogar) y allí ir descendiendo
(cfme. Suprema Corte de Mendoza, “Mendoza 21”, 18/septiembre/2003, LS 328-187;
“Raia”, 29/agosto/2008, LS 390-020).

Así las cosas juzgo entonces que el rubro debe prosperar por la suma de
$1.500.000 a la fecha de la sentencia con más los intereses que más abajo indicaré.-

DAÑO MORAL POR LA MUERTE DE LA ESPOSA Y NIETO DEL SR.


DANIEL MONJE

En los autos 301.440 el Sr. Daniel Monje (hoy fallecido) reclama el daño
moral causado por el fallecimiento de su conyugue y de su nieto.

Reza el artículo 498 del CC: Los derechos no transmisibles a los herederos del
acreedor, como las obligaciones no transmisibles a los herederos del deudor, se
denominan en este código: "derechos inherentes a la persona, obligaciones inherentes a
la persona".

Ahora bien, la doctrina ha incluido al derecho a peticionar el resarcimiento del


daño moral entre los Derechos personalísimos, sobre los cuales no se aplican los
Artículos 1077 y 1079, siendo en consecuencia, una acción “personalísima”
instransmisible, conforme lo normado por los Artículos 498 y 3417 del Código Civil, a
la cual la prime-ra de tales normas la califica como derechos inherentes a la persona.
(Excma. Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, Paz y
Tributario, la causa n° 8675 caratulada Sepúlveda, Humberto Alfredo y ots. c/ Lucarelli,
Aroldo Juan por Daños y Perjuicios, 04-05-2006)

El art.1099 sienta la regla según la cual la acción para reclamar el daño moral no
se transmite a los herederos, salvo que ya hubiese sido deducida por el causante (Ver
Pizarro, Ramón D., "Daño moral. Prevención. Reparación. Punición", 2° ed., Bs. As.,
ed. Hammurabi, 2004, pág. 297), o como dicen algunos, la regla es la de la
transmisibilidad condicionada a que la acción haya sido intentada en vida por el
lesionado (Ver, entre muchos, Suárez, Roberto C., "A propósito de un plenario. El daño
moral y la problemática de la transmisión de su acción reparadora", LL 1977B793)….El
7/3/1977, la Cámara Nacional Civil en pleno, por unanimidad de sus miembros, resolvió
que "La acción en curso de reparación del daño moral puede ser continuada por los
herederos del damnificado"…En su voto dijo Cifuentes: "Es inherente y, por
consiguiente, intransmisible el bien personalísimo afectado por el daño moral, pero no
lo es el derecho al resarcimiento que el ataque y el daño generan. No obstante, por ley,
no por otra razón, se circunscriben las personas que lo pueden demandar, restricción que
no va más allá y que, por ende, no impide la aplicación del principio de la transmisión
de todo derecho por causa de muerte cuando el damnificado o los herederos forzosos
promovieron en vida la acción reparadora". En otras palabras, si la demanda fue
interpuesta por la víctima que no murió por el hecho, o por el heredero forzoso
autorizado por el 1078 (la víctima ha muerto por el hecho ilícito que le provoca el daño
moral al heredero), y uno u otro actor muere durante el juicio, sus herederos (forzosos o
no) pueden continuar la acción ya deducida (Señalo que el voto de Cifuentes ha sido
calificado de "memorable" por Jorge MossetIturraspe, "Responsabilidad por daños", t.
V, Daño moral, Santa Fe, ed. Rubinzal, 1999, pág. 259) (Cam. Nac. Civ. en pleno
7/3/1977, "Lanzillo, J. c/ Fernández Narvaja", LL 1977B84, JA 1977II229 y ED 72320)
(

ver Sepúlveda Humberto a en Jº 117.649/8675 Sepúlveda H. y otros c/ Lucarelli


Aroldo p/daños y perjuicios s/ inc. cas., Tribunal: Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Mendoza, Sala/Juzgado: primera, Fecha: 12-mar-2008).

Así, siendo este el caso de autos, es decir la acción en la que se reclama el daño
moral ha sido iniciada en vida por la víctima, la misma puede ser continuada por los
herederos del damnificado a fin de obtener una indemnización por los padecimientos
que aquel sufriera.

Ahora bien en supuestos de muerte del cónyuge, con mayor razón cuando el
hecho ocurre en circunstancias trágicas e imprevistas, no se requiere prueba del daño
moral, desde que la existencia de éste salvo -casos anormales que requieren ser
acreditados- es la consecuencia natural del ilícito.

No soslayo que el Sr. Monje falleció antes de que pudiera realizarse la pericia
psicológica, no obstante ello mencione antes que este daño no requiere prueba
específica en cuanto a su configuración, ya que se lo tiene por acreditado en virtud de la
propia acción antijurídica, es decir, se trata de una prueba in re ipsa (Orgaz, Alfredo, El
daño resarcible, Lerner, Córdoba, 1967, p.259). De todas maneras, pareciera innecesario
tener que acudir a estos conceptos en el presente caso, desde que resulta innegable que
la pérdida dela esposa y madre de los actores constituye un hecho susceptible de
engendrar una honda turbación espiritual, máxime cuando el hecho ocurrió en
circunstancias tan perturbadoras.

No puede dejar de valorar además que el Sr. Monje estuvo casado por 28 años
con la Sra. Fernández (ver fs. 34), que formaron una familia, que tuvieron tres hijas y
nietos, y que por la discapacidad que él padecía (ver fs. 109, 257 y 357) tenía una
relación de dependencia con la misma, lo que ha quedado corroborado con la
declaración testimonial prestada en la audiencia final realizada los autos n° 301.440, en
donde Andrea Verónica Brizuela atestigua que la Sra. Beatriz era ama de casa, que
atendía a su marido, que su marido tenía una discapacidad motriz, una parte del cuerpo
paralizado, y que no podía trabajar, ni vestirse, ni afeitarse.

Así teniendo en cuenta el antecedente ut supra citado (autos n° 48.857/2015


BONORA, SERGIO CLAUDIO Y OTROS C/ FERNADEZ ROTH, DIOGENES Y
OTROS), estimo que este rubro debe prosperar por la suma de $1.000.000 .-

Respecto al fallecimiento de su nieto Benjamín Monje tengo presente que el art.


1078 del Código Civil establece en su segunda parte que "la acción por indemnización
del daño moral sólo competerá al damnificado directo; si del hecho hubiere resultado la
muerte de la víctima, únicamente tendrán acción los herederos forzosos". De esta
manera, si como en el caso, del hecho hubiere resultado la muerte de la víctima,
únicamente tendrán acción los herederos forzosos, revistiendo esa calidad sólo los
ascendientes, descendientes y el cónyuge.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por mayoría, ha declarado:


"Corresponde asignar una interpretación amplia a la mención 'herederos forzosos' que
hace el art. 1078 del Código Civil, de modo que alcance a todos aquellos que son
legitimarios potenciales aunque -de hecho- pudieran quedar desplazados de la sucesión
por la concurrencia de otros herederos de mejor grado, atento el carácter "iure proprio"
de esta pretensión resarcitoria" (CSJN, julio 15/1997, "Silveyra, Alberto y otros c/
Empresa Ferrocarriles Argentinos y otros", Fallos 320:1546 ; id. Fallos 310:558).

La locución herederos forzosos a que se refiere el art. 1078 del CCiv., alude a
los legitimados potenciales o en abstracto que invistieren tal carácter según la ley, con
prescindencia del hecho de que en el caso concreto fueren desplazados por la existencia
de otros herederos de mejor derecho. Y ello en tanto no se trata de una cuestión
hereditaria, sino de derecho indemnizatorio pues la acción de daños y perjuicios se
otorga al llamado damnificado indirecto iure propio, no iure hereditatis (del voto del
doctor HITTERS, Mercado Adriana y otros c/ Falcón Luis Orlando y otro s/ daños y
perjuicios; y su acumulada Sucesores de R. d. A. , E. y otra c/ Falcón, Luis Orlando y
otros s/ daños y perjuicios, Tribunal: Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires,Fecha: 5-dic-2012, Cita: MJ-JU-M-80191-AR | MJJ80191 | MJJ80191)

Por tanto entiendo que la expresión herederos forzosos que utiliza dicho artículo
comprende a los abuelos, por lo que no resulta necesario efectuar el test de
compatibilidad con la Constitución Nacional.

Por su parte Matilde Zavala de González entiende que la norma del art. 1.078 del
Código Civil otorga legitimación a abuelos y bisabuelos, como así también a nietos y
bisnietos (cfr. aut. cit., "Tratado de Derecho Resarcitorio", Ed. Juris, 2006, T.I). ( C. M.
G. y otro c/ V. D. E. y otros s/ d. y p. derivados del uso de automotores , Tribunal:
Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Neuquén,
Sala/Juzgado: III, Fecha: 22-mar-2018, Cita: MJ-JU-M-110415-AR | MJJ110415 |
MJJ110415)

Tengo en cuenta además que esta familia antes de este terrible tragedia, tenía un
vínculo cercano, los nietos se quedaban con sus abuelos mientras sus madres
trabajaban, tan es así que Beatriz Fernández muere en manos de su agresor en un intento
desesperado por salvar a su nieto.

Así las cosas entiendo que la indemnización por daño moral debe prosperar por
la por la suma de $ 500.000 a la fecha de la presente sentencia, con más los intereses
que más abajo indicare (art. 90 inc. 7° del C.P.C.).

TRATAMIENTO PSICOLÓGICO

En los autos n° 252.125 se reclama el monto necesario para cubrir el tratamiento


psicológico de Yamila Monje.

Sobre el resarcimiento de este rubro se ha sostenido que “Si la víctima logra


probar en sede civil un daño, el mismo debe ser resarcido. Cuando lo que se pretende, es
una suma necesaria para iniciar un tratamiento psicológico que sirva para salir de un
cuadro determinado según el estudio practicado, en el que se aconseja ante el impacto
psicológico y las áreas afectadas que a futuro se realice; la suma pretendida no vendrá a
indemnizar un daño acaecido sino a sufragar un gasto futuro, necesario como
consecuencia del daño psicológico. Expte.: 7936 - GONZALEZ INES MAGDALENA
C/ FERNANDEZ FELIPE P/ DAÑOS Y PERJUICIOS, 20/05/2005 – SENTENCIA
QUINTA CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN.

Asimismo se ha dicho que: “Todo gasto terapéutico futuro es resarcible si, de


acuerdo con la índole de la lesión o de la disfunción que ocasionó el evento, es
previsible la necesidad de realizar o proseguir algún tratamiento que apunte al menos a
mejorar las dificultades o problemas psíquicos por el que transita la víctima a raíz del
hecho. Por consiguiente, para otorgar la indemnización debe bastar que las
intervenciones terapéuticas aconsejadas resulten razonablemente idóneas para subsanar
o ayudar a sobrellevar, siquiera parcialmente, las secuelas desfavorables del accidente.”
(Primera Cámara Civil, Expediente N° 33.278 - Nievas, Matilde c/Guirin Cortez,
Miguel en J: 54.448 -Cooperativa Trabajo Transporte Aut. Cuyo T.A.C. p/Conc. s/D y P
– 13/06/2008 LS 113:274).

En este orden de ideas corresponde fijar en este rubro un monto suficiente para
cubrir el tratamiento psicológico recomendado por la perito a fs. 99 de los autos n°
252125, habiendo determinado la especialista que Yamila Monje necesita tratamiento
psicológico urgente, con una frecuencia de una sesión semanal, por el término de un año
y medio; mencionando que a la fecha de la pericia el costo era de $600 por sesión, por
lo que entiendo que debe hacerse lugar al rubro por la suma de pesos cuarenta y tres
mil doscientos ($43.200) a la fecha de la pericia (02-05-2019) y con más los intereses
que más abajo indicaré.-

GASTOS FUNERARIOS
La parte actora reclama en concepto de gastos funerarios, por Beatriz Fernández
y por Benjamín Monje, la suma de pesos cincuenta y nueve mil quinientos cincuenta
($59.550.-)

Este rubro debe encuadrarse en la previsión legal contenida por el artículo 1084
del C. Civil que establece que “Si el delito fuere de homicidio, el delincuente tiene la
obligación de pagar todos los gastos hechos en la asistencia del muerto y en su
funeral….., quedando a la prudencia de los jueces, fijar el monto de la indemnización y
el modo de satisfacerla”.

La legitimación activa para reclamar este daño está en cabeza de quien los haya
realizado, cualquiera sea el grado de parentesco o aún sin él; el art. 1.085 establece que
el derecho de exigir la indemnización de la primera parte del artículo anterior, compete
a cualquiera que hubiere hecho los gastos de que allí se trata.

Nuestra jurisprudencia ha establecido que: “Respecto de los gastos de sepelio


hay un criterio amplísimo que ordena la reparación aunque los montos no hayan sido
probados por tratarse de gastos que necesariamente debieron hacerse. Incluso se admite
la fijación prudencial del Juez. En igual sentido se admite este rubro aunque el recibo
figure a nombre de un tercero. (Expte.: 117457 - MARIANI, EVANDRO RICARDO
INOSTROZA DAÑOS Y PERJUICIOS, 19/09/1988 PRIMERA CÁMARA EN LO
CIVIL - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN, LS146-062).-

Sin perjuicio de ello, en el caso de autos los actores han acompañado a


fs. 139/150 copia de los gastos realizados. No pierdo de vista que si bien la
documentación ha sido desconocida por la parte demandada, no puede dejarse de lado el
valor, al menos indiciario, que debe darse a la misma.

No obstante ello a fs. 338 /352 obra oficio contestado por Parque el Descanso que
justifica el monto reclamado por los actores (ver especialmente los gastos informados
fs. 351/352).

Por ello estimo justo hacer lugar a este rubro por la suma de pesos cincuenta y
nueve mil quinientos cincuenta ($59.550) que reclama la parte actora al momento de la
demanda, y con más los intereses que más abajo indicaré.-

PERDIDA DE CHANCE POR LA MUERTE DEL HIJO

La pérdida de chance constituye un rubro genérico, en tanto la muerte del hijo le


hace perder a los padres una chance de contenido económico, más allá del sufrimiento
espiritual, representada aquella por la expectativa de sostén, apoyo y colaboración en la
ancianidad y ante los problemas que la vida puede representar. (Cf. Matilde Zavala de
González en “Tratado de daños a las personas- Perjuicios económicos por muerte”,
tomo 2, pág. 51).-

La Excma. Quinta Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, Paz y


Tributario ha sostenido que “… este daño debe presumirse frente al infortunio como el
ocurrido en autos, siendo –en todo caso- tarea probatoria de la accionada demostrar que,
por el motivo que fuere, nunca el progenitor podría haber esperado ayuda de su hijo, o
en todo caso, que esta esperanza prácticamente constituía un absurdo”.-( 01/06/2011
autos n° 12.748 caratulada “GIGENA, Luís Héctor c/ MUNICIPALIDAD DE MAIPÚ
p/ D. y P.”).-

Tratándose del resarcimiento de la chance perdida por la muerte de un hijo, por


su propia naturaleza, es sólo una posibilidad y no puede negarse la indemnización
exigiendo una certidumbre extraña al concepto mismo de chance de cuya reparación se
trata; es que toda evaluación de lo que no sucedió, siempre implica -de por sí- un juicio
de probabilidad, y por eso mismo será siempre -y de algún modo- un proceso conjetural.
Pero no por la incertidumbre propia de medir lo que no pudo ser -la vida del joven-
podría convalidarse como reparación a algo que, ostensiblemente, no lo es. El análisis
de la probabilidad de la chance debe hacerse a partir de la pauta dada por el art. 901 del
CCiv. -el principio de normalidad-, y resulta resarcible, si según el curso normal y
ordinario de las cosas es probable que se efectivice, más aun en familias de escasos
recursos, y por lo demás, tampoco puede pasar por alto que aquella ayuda económica no
se reduce a lo meramente asistencial, sino que -en general- comprende también a la
elemental y necesaria cooperación en términos alimentarios (alimento, vestimenta,
habitación, etc.), ello de acuerdo al común devenir de las cosas. (Corte Suprema de
Justicia de la Provincia de Santa Fe, 10 de Mayo de 2011 Cita: MJ-JU-M-66099-AR |
MJJ66099 | MJJ66099).-

Se ha sostenido que la "chance" de que los hijos ayuden a los padres no se


apoya en meros "castillos en el aire" o simples "sueños de ganancias", en tanto existe
una situación fáctica, normalmente moral e incluso jurídica (alimentos, art. 367 C.C.)
que crea la razonable aspiración o expectativa; no son meras conjeturas o débiles
posibilidades, sino que existe un contexto objetivo y subjetivo idóneo que confiere
oportunidad efectiva a la esperada ayuda. Expte.: 24254 - DE LA CRUZ URRA JOSÉ
OSCAR NICOLET DAÑOS Y PERJUICIOS. 25/03/1999 - CUARTA CÁMARA EN
LO CIVIL - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN, LS139-266.-

Se ha venido sosteniendo también en forma reiterada que la indemnización por


el rubro llamado "valor vida" procede aun cuando las víctimas sean menores de edad.
Se trata de reparar el perjuicio que la muerte del niño o joven implica en el presente o
puede implicar en el futuro para sus familiares, en función de la asistencia económica
que les habría podido brindar, que se traduce en la indemnización de pérdida de una
"chance" (conf. CNCiv. Sala "F" en causas libres n1s 163.428 y 163.427 del 6-7-95;
158.518 del 30-5-95; 129.711 del 19-8-93; 124.705 del 29-6-93; 113.546 del 9-12-92;
107.264 y 107.265 del 23-11-92 y 109.166 y 109.079 del 16-9-92; 179.856 del 2-8-91,
entre otras).

Ahora bien, considero que está acreditado en el sub-lite con las constancias de
estas actuaciones, las del AEV penal y la testimonial rendida en la audiencia final que se
trata de una familia de clase media, por lo que es posible sostener que Benjamín habría
colaborado y contribuido con su trabajo al sostenimiento del hogar que componía con su
madre.

Por otro lado, dentro de este contexto es claro también que la desaparición del
hijo ha frustrado la legítima esperanza de obtener ayuda de su hijo en la vejez o
enfermedades. Es lo que ocurre en el curso ordinario de la vida. Aquí no se trata sólo de
valorar la posible ayuda económica que habrían recibido, sino también la del cuidado
personal, que no sólo tiene un valor moral, o sea, extrapatrimonial, sino también un
significado económico que justifica el resarcimiento y, por tanto, que encuadra dentro
de la esfera del daño material (conf. CNCiv.Sala "F", "Wiñazky, Karina Mabel y otro c/
Silva, María Alejandra y otros s/ daños y perjuicios" junio 18/2004).

“…Para establecer el daño resultante de la falta de sostén material que supone


para sus padres la muerte de su hijo…, estimo necesario advertir que la Corte Suprema
de Justicia de la Nación ha expresado en distintos pronunciamientos que el valor de la
vida humana no debe ser apreciado con criterios exclusivamente económicos, sino
mediante una comprensión integral de los valores materiales y espirituales, pues el valor
vital de los hombres no se agota con la sola consideración de aquellos criterios. En este
sentido, es menester computar las circunstancias particulares tanto de la víctima
(capacidad productiva, edad, profesión, ingresos, posición económica), como de los
damnificados (asistencia recibida, cultura, edad, posición económica y social), que
deben ser valoradas prudencialmente por el Tribunal (conf. Fallos: 310:2103;
312:1597)…”.

Considero entonces que la víctima tenía 7 años al momento de su fallecimiento,


y que era un buen estudiante (ver fs. 287/288 de las actuaciones n° 301.440).

En este orden de ideas entiendo que debe hacerse lugar al reclamo por la suma
de pesos setenta y cinco mil ($75.000) que reclama la parte actora, desde la fecha del
hecho y con más los intereses que más abajo indicaré.

DAÑO MATERIAL POR LA MUERTE DE LA ESPOSA

El Sr. Daniel Monje reclamo el daño material que le produjo la pérdida de su


esposa.

El art. 1084 del Código Civil establece una presunción legal de daño, iuris
tantum, a favor de la viuda/o, la cual no resultó desvirtuada por prueba en contrario en
los autos n° 301.440.

El resarcimiento que se sustenta en la presunción del daño a que alude el referido


art. 1084 comprende las tareas y atención que éste hubiera recibido de su esposa,
máxime en el caso del Sr. Monje en que, como ya expuse ut supra, está acreditado que
era una persona discapacitada que requería del cuidado y atención de la Sra. Fernández.

Se ha dicho al respecto que debe tenerse en cuenta “la alta significación debería
decir, de la contribución que la economía familiar supone la tarea específica del ama de
casa. Sacrificada la más de las veces, ignorada casi siempre, su valor se magnifica
cuando llega la hora de su reemplazo. Ese valor, casi se diría que intangible, cobra
relevancia extrema, sin embrago, cuando se trata de hogares nucleares, vale decir,
cuando la labor de la dueña de casa se despliega en beneficio de un grupo familiar
unificado y preciso conformado por esposo e hijos menores, que es cuando su ausencia
implica carencia y predica la necesidad imperiosa de su reemplazo, y éste se mide
necesariamente en una cotización o en un sueldo de personal de servicio” (S., H. y otros
c/ Provincia de Buenos Aires s/ daños y perjuicios, Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial de Bahía Blanca, Sala/Juzgado: I, Fecha: 9-nov-2000, Cita: MJ-JU-E-4377-
AR | ED, 192-59 | EDJ4377)
En este orden de ideas, teniendo en cuenta que el Sr. Monje falleció el 12 de
marzo de 2019 (ver fs. 260 y vta.), es decir 4 años y seis meses después de la muerte de
su esposa) y que la parte actora considerando una expectativa de vida de 14 años más
para el Sr. Monje solicito al demandar la suma de $347.155, que entiendo que dado
que el Sr. Monje solo sobrevivió a su conyugue fallecida cuatro años y medio más,
debe hacerse lugar al rubro por la suma de $111.585 a la fecha de la demanda, con más
los intereses que más abajo indicaré.
Aclaro finalmente atento que atento a que los accionantes reclamaron un monto
menor en sus demandas, que al decidir cómo lo hago no se viola el principio de
congruencia ya que si bien el art 165 inc. 3° del C.P.C. establece que el escrito de
demanda debe contener “ La designación precisa de lo que se demanda, con indicación
del valor de lo reclamado a su apreciación, si se tratare de bienes”, la normativa debe ser
interpretada con cierto grado de flexibilidad cuando de pretensiones resarcitorias se
trata, pues ciertos rubros dependen de pericias técnicas que deben producirse, y también
del prudente arbitrio judicial (como por ejemplo del daño moral), entendiendo por “
arbitrio “ lo que es razonable, fundado, que permite el contralor del Superior.
La posición que sostengo cumple además con el principio de reparación integral
del daño contemplado en el Código Civil y Comercial de la Nación y por la
jurisprudencia desde antigua data.
Ello sin perjuicio de que debe tenerse en cuenta que se trata en el caso de una
deuda de valor, “… motivo por el cual se puede conceder una suma de dinero
actualizada al momento de la sentencia -art. 772 Código Civil y Comercial- (Mantiene
Criterio causas:52.344 Ruiz... y 52.854 Gutierrez...) (Expte.: 51374 - OLIVA, VICENTA
CLARA C/ AMERICA LATINA LOGISTICA S.A. Y OTROS P/ DAÑOS Y
PERJUICIOS, 10/10/2018, TERCERA CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA
CIRCUNSCRIPCIÓN)

III.- INTERESES:

Autos n° 252125
Respecto al rubro daño moral, atento a que el mismo han sido cuantificados a la
fecha de la sentencia (deuda de valor), resulta ajustado aplicarle los intereses de la ley
4087 (5% anual) desde el día del hecho hasta el 01 de Enero de 2018 y luego, ante el
vacío legal (derogación ley 4087 por la ley 9041) corresponde aplicar el 5 % anual hasta
la fecha de la presente, y posteriormente el interés previsto en la ley 9041 hasta el
efectivo pago (ver en este sentido fallo dictado por la Excma. Cámara 2° de
Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributario, en la causa N°
250.248/53.037, caratulados: “ASTORRI ÁNGELA SUSANA C/ EMPRESA MAIPÚ
S.R.L. TRANSPORTE DE PASAJEROS Y OTRO P/ D y P”, 24-05-18)
Respecto al rubro tratamiento psicológico el mismo ha sido fijados a la fecha de
la pericia (deuda dineraria), por lo que corresponde aplicar al mismo la tasa activa que
cobra el Banco de la Nación Argentina desde el día del hecho y hasta 29 de Octubre de
2017, debiendo a partir del 30 de Octubre de 2017 aplicarse la tasa para línea de
préstamos personales del Banco de la Nación Argentina denominada “libre destino” a
36 meses (fallo plenario N° 1300845768 – 3/1 caratulados “CITIBANK N.A. en juicio
28144 “ Lencinas, Mariano C/ Citibank N.A. P/ Despido P/ REC. EXT. – DE
INCONSTITUCIONALIDAD CASACIÓN”) hasta el 02/01/2.018 fecha a partir de la
cual comenzarán a regir los intereses previstos en la Ley 9041 hasta el efectivo pago.
Autos 301.440
Respecto al rubro perdida de chance por la muerte del hijo el mismo ha sido
fijado a la fecha del hecho. Respecto a los rubros gastos funerarios y daño material por
la muerte del conyugue, los mismos han sido fijados a la fecha de la demanda (deuda
dineraria), por lo que corresponde aplicar a los mismos la tasa activa que cobra el Banco
de la Nación Argentina desde el día del hecho y demanda respectivamente y hasta 29
de Octubre de 2017, debiendo a partir del 30 de Octubre de 2017 aplicarse la tasa
para línea de préstamos personales del Banco de la Nación Argentina denominada “libre
destino” a 36 meses (fallo plenario N° 1300845768 – 3/1 caratulados “CITIBANK N.A.
en juicio 28144 “ Lencinas, Mariano C/ Citibank N.A. P/ Despido P/ REC. EXT. – DE
INCONSTITUCIONALIDAD CASACIÓN”) hasta el 02/01/2.018 fecha a partir de la
cual comenzarán a regir los intereses previstos en la Ley 9041 hasta el efectivo pago.
En relación al rubro daño moral por la muerte de la madres, del hijo fallecido,
de la esposa, y del nieto, el mismo ha sido fijado a la fecha de la sentencia (deuda de
valor), resulta ajustado aplicar a los mismos los intereses de la ley 4087 (5% anual)
desde el día del hecho hasta el 01 de Enero de 2018 y luego, ante el vacío legal
(derogación ley 4087 por la ley 9041) corresponde aplicar el 5 % anual hasta la fecha de
la presente, y posteriormente el interés previsto en la ley 9041 hasta el efectivo pago.
(ver en este sentido fallo dictado por la Excma. Cámara 2° de Apelaciones en lo Civil,
Comercial, Minas, de Paz y Tributario, en la causa N° 250.248/53.037, caratulados:
“ASTORRI ÁNGELA SUSANA C/ EMPRESA MAIPÚ S.R.L. TRANSPORTE DE
PASAJEROS Y OTRO P/ D y P”, 24-05-18)
IV.- COSTAS:
Autos 301440 y 252125
Atento como se resuelve la cuestión, corresponde imponer las costas por el
progreso de las acciones a la parte demandada vencida (arts. 35 y 36 del C.P.C.)
V-HONORARIOS
Los honorarios de los letrados se regularán conforme lo que dispone la nueva
L.A. 9131, aplicando los arts. 2, 3, 4, 13 y 31, y la división en tres etapas del proceso y
la efectiva actuación de cada letrado en cada etapa.
Respecto de los peritos, la regulación de honorarios debe hacerse teniendo en
cuenta la efectiva actividad desempeñada y la utilidad de la labor cumplida en cada
caso.
Por todo lo expuesto, la normativa y jurisprudencia citada;
RESUELVO:
I.- Hacer lugar a la demanda promovida en los autos n° 252.125 por YAMILLA
ELIZABETH MONJE contra PROVINCIA DE MENDOZA y en consecuencia
condenar a este últimos a pagar a la actora dentro del plazo de DIEZ DIAS de firme y
ejecutoriada la presente, la suma de PESOS UN MILLÓN CUARENTA Y TRES MIL
DOSCIENTOS ($1.043.200) con más los intereses establecidos los considerandos III de
esta resolución, y hasta la fecha de su efectivo pago.
II.- Imponer las costas por el progreso de la acción a la parte demandada vencida
(arts. 35 y 36 del C.P.C.).
III.- Regular honorarios profesionales correspondientes a los Dres. Gustavo
Tarantuviez y Sofía Palero en las respectivas sumas de pesos ciento cuarenta y seis mil
cuarenta y ocho ($146.048), y pesos cuarenta y un mil setecientos veintiocho ($41.728)
conforme su efectiva participación en autos y sin perjuicio de los complementos e IVA
que correspondan (arts. 2, 3, 4, 13 y 31 y cc. Ley 9131 y 33 del CPCCYT).
IV.- Regular honorarios a la perito M. Angélica Vicencia Sánchez en la suma de
pesos cuarenta y un mil setecientos veintiocho ($41.728) a la fecha y sin perjuicio del
IVA y complementos que pudieran corresponder.
V- Hacer lugar a la demanda promovida en los autos n° 301.440 por los SRES.
MARIA GABRIELA MONJE, CAREN ALEXIA MONJE y DANIEL GABRIEL
MONJE (HOY HEREDEROS DEL MISMOS, MARIA GABRIELA MONJE, CAREN
ALEXIA MONJE y YAMILA ELIZABETH MONJE) contra PROVINCIA DE
MENDOZA, y en consecuencia condenar a este últimos a pagar a los actores dentro del
plazo de DIEZ DIAS de firme y ejecutoriada la presente, la suma de PESOS CINCO
MILLONES DOSCIENTOS CUARENTA Y SEIS MIL CIENTO TREINTA Y
CINCO ($5.246.135) con más los intereses establecidos en los considerandos III de esta
resolución, y hasta la fecha de su efectivo pago.
VI.- Imponer las costas por el progreso de la acción a la parte demandada
vencida (arts. 35 y 36 del C.P.C.).
VII.- Regular honorarios profesionales correspondientes a los Dres. Alejandro
Acosta, Lucas Fallet, María Fernanda Marquez, Carlos Varela Álvarez y María Marta
Menegazzo en las respectivas sumas de pesos doscientos nueve mil ochocientos
cuarenta y cinco con 40/100 ctvs. ($209.845,40), pesos cincuenta y dos mil
cuatrocientos sesenta y uno con 35/100 ctvs. ($52.461,35), pesos trescientos treinta y
dos mil ochenta con 34/100 ctvs. ($332.080,34); pesos ciento veintinueve mil
setecientos noventa y nueve ($129.799), pesos ciento veintidós mil doscientos treinta
y cuatro con 94/100 ctvs. ($122.234,94), y pesos doscientos veintisiete mil ciento
cincuenta y siete con 64/100 ctvs. ($227.157,64); conforme su efectiva participación en
autos y sin perjuicio de los complementos e IVA que correspondan (arts. 2, 3, 4, 13 y 31
y cc. Ley 9131).
VIII- Regular honorarios a la perito Florencia Rezinovsky Morillas en la suma
de pesos doscientos nueve mil ochocientos cuarenta y cinco con 40/100 ctvs.
($209.845,40), a la fecha y sin perjuicio del IVA y complementos que pudieran
corresponder.
REGÍSTRESE. NOTIFÍQUESE.

DRA. SILVANA MARQUEZ MOROSINI


Juez

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